viernes, 29 de mayo de 2015

COSAS MÁS RARAS SE HAN VISTO (Y NO ME GUSTA SEÑALAR)



Lo relativo que es el paso del tiempo está quedando en evidencia en estos momentos. Llevamos unos cuantos días hablando de la “inminencia” de la salida de la cárcel de Doña Isabel Pantoja para el disfrute de un permiso, al parecer, de cuatro días. Al final va a ser más larga la inminencia de la salida que el disfrute de los cuatro días, y sino al tiempo.

Este vecino nunca se ha considerado ningún defensor de Isabel Pantoja, porque está claro que toda aquella persona a la que se ha probado que es “no inocente” debe de pagar  por aquello que ha sido penado, pero tampoco está a favor de coger a algún famoso como cabeza de turco para que pongamos nuestras barbas a remojar en futuras actuaciones.

De la justicia se espera que sea ciega, para no diferenciar a las personas y penar por lo que se haya de penar, y si en personas anónimas los trámites para salir a disfrutar de un permiso son rápidos o lentos, sea igual en este y otros casos de famosos y famosillos.

Y es que si el tiempo parece ir lento en el asunto Pantoja, sin embargo en muchos ayuntamientos españoles el tiempo está dando para mucho, y no es que les ha entrado ganas de limpieza, sino que entramos, al parecer, en el terreno de las ansias, y van a dejar los archivos como los chorros de Loro.

Al final va a ser verdad la figura esa de “la basura debajo de la alfombra” solo que ésta va a chocar contra la lámpara del techo.

Si alguien está preocupado porque la bolsa está bajando como consecuencia de las votaciones del domingo, seamos un poco serios porque la imagen que están dando los estamentos del gobierno, realmente no son los adecuados ni para la serenidad de la bolsa, ni para esa famosa y recurrente marca España, que si alguien se descuida puede ser triturada entre tanto papel en trámites de desaparecer.

Al final se puede dar la paradoja incluso que el retraso del inminente momento en que salga Isabel Pantoja sea debido, si nos descuidamos nosotros, y los funcionarios en cuestión, en que se destruya el permiso de salida de la cárcel entre tanto papel que está siendo destruido.

De acuerdo que la cárcel donde se encuentra cumpliendo condena la famosa tonadillera, la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaira, ni está en Madrid, ni depende de ese ayuntamiento, pero todos sabemos, que  cosas más difíciles se han visto. Y sino, fijaros que hace poco tiempo, cuando comenzó el movimiento luego denominado 15 M, a los que protestaban se les dijo, más o menos, que si no estaban de acuerdo en el estilo de política que había en España, que fundaran ellos un partido, y les hicieron caso, y ahora estamos, como diría un calvo, con estos pelos.

Con tanta destrucción de papeles, se pudiera dar  incluso la paradoja de que Doña Isabel Pantoja no puede salir de la cárcel porque su expediente ya no existe. Sería rizar el rizo, pero ya se sabe que si hace falta, somos hasta peluqueros.

*FOTO: DE LA RED




jueves, 28 de mayo de 2015

ME IMPORTA UN PITO, O LA CARA B DE LA FINAL DE COPA


¡Y este sábado la final de copa! Y la consiguiente “revolución” de hinchas de uno y otro equipo: Barcelona y Athletic de Bilbao. Y mientras la hazaña deportiva va por un lado, por otros lares, en las altas instancias, ya calientan motores  con el tema de siempre: pitar a los himnos. Ya que la palabra “revolución” antes utilizada, y no es aleatorio, puede tener otro sentido que es, al parecer, lo que a muchos preocupa.

En realidad, al menos visto desde ático, tenía que ser el menor de los problemas. Porque quizás, la discusión si la hay, es si el Himno Nacional forma parte del espectáculo, y desgraciadamente se mire como se mire, la costumbre o lo que sea, ha hecho que todo lo que se produzca dentro del famoso Camp Nou, en el caso de este próximo sábado, ya será espectáculo. 

Incluso formará parte del espectáculo la llegada del rey, al que sin duda también pitarán, y eso, al parecer, no es materia de discusión, o importa menos.

Este vecino siempre se acordará de aquella famosa frase que va muy ligada al mayo del 68 en París: Prohibido prohibir. Y han pasado muchos años, quizás demasiados, y seguimos en las mismas.
Personalmente, a este vecino del mundo le molesta más que no se haya hecho nada todavía respecto al accidente de metro de Valencia, por ejemplo, y alguno se haya ido, al menos por ahora, de rositas. O que los partidos políticos, cualquiera de ellos, cada vez que se descubre un presunto acto de corrupción, y se expulsa del partido al presunto sospechoso, el correspondiente partido dice que ya ha cumplido con lo suyo y “después paz y aquí gloria”.

Ahora sale el comité anti-violencia diciendo que si se pita al himno se sancionará a los dos equipos. En primer lugar, y ya de acuerdo al nombre del citado comité, pitar a un himno, no es violencia en sí. Más violencia, ya puestos así, es los chanchullos que han salido estos días sobre la FIFA, de voluntades compradas y vendidas, y como consecuencia de ellas, entre otras cosas, se va a celebrar un campeonato del mundo de fútbol en pleno Diciembre, rompiendo los calendarios de todas las ligas, y sin embargo, al final no pasará nada.

El todavía gobierno en la poltrona lleva intentando penalizar los pitos, en su caso, durante el desfile de las fuerzas armadas, pero lo mismo que se pasa cuatro años recordando que están en la poltrona por voluntad popular, esa misma voluntad popular, parte al menos, quiere pitar y manifestar su opinión durante los himnos, o incluso en los minutos de silencio. A este vecino del mundo, sinceramente no le parece bien, pero considera que el que lo hace, también queda retratado. Porque los pitos  también tienen una doble dirección: hacia la persona, objeto u asunto al que se pita, y también destaca, no lo olvidemos, al grupo de personas que lo hace, y éste queda retratado y, algunas veces, no para bien.

Como se dice cuando conviene, al aceptar ciertos cargos, hay derechos y obligaciones. Y puede ser triste pero las posibles pitadas van también con el cargo, y más en un país democrático, como por ejemplo es más que probable que ocurrirá al Rey ese mismo día al estar presente en la entrega del trofeo que lleva su nombre.

Serán apreciaciones de este vecino del mundo pero cada vez son más los que pitan, y ya no es una cuestión de separatismos, sino que de la insatisfacción se ha llegado al hartazgo. El hartazgo de hacerlo casi todo mal, o casi todo bien solo para unos pocos, como viene siendo habitual. Y éstos tienen la sartén por el mango; el mango de la moral, de lo políticamente correcto, del dinero e, incluso, de la ley.

La  gente tanto en el día a día, como en un espectáculo, tiene que tener derecho al pataleo, ese mismo pataleo que en el caso de Doña Esperanza lo está intentando canalizar en una campaña, otra más, en contra  de los que ella llama“bolivarianos”, o “soviets”,  y a la que no solo no se le recrimina la falta de juego limpio, tras saberse los resultados de las elecciones,  desde su partido, sino que ha logrado que algunos de sus compañeros, cuando menos, le rían las gracias.

Seamos claros, en el fondo no es el hecho de pitar a la bandera en sí, es el hecho de criticar a la autoridad, y por lo tanto a los que hacen y deshacen. Y es que de lo contrario, sería una posición comodísima para los que mandan: Haces lo que te sale de ahí, ustedes ya me entienden, y encima prohíben el derecho al pataleo, o lo que viene siendo la reclamación de toda la vida.


Al final, y como siempre, no nos confundamos, no estamos hablando de deporte, al menos no solo de ello, sino de política también.

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miércoles, 27 de mayo de 2015

PERMÍTEME QUE INSISTA



Desde hace un tiempo, y solamente a nivel publicitario, el Señor Matías Prat está jugando, por contrato publicitario, a ser una especie de “coco” o de “hombre del saco” que te puede ir apareciendo en cualquier sitio y momento, para dejarte, eso sí, en versión muy buena educación, su mensaje: Permíteme que insista.

Cada vez que abro una puerta, aunque sea solo un armario, estoy seguro de que Don Matías aparecerá en cualquier momento con la “alcachofa” en ristre y aire de apremiarte: -Permíteme que insista.

El problema es que tras las elecciones del pasado domingo, ahora tengo miedo de que aparezca acompañado, y no por cuestión de tendencia política, sino por importancia del coñazo, de Doña Esperanza Aguirre, moviendo las manos como un antiguo guardia urbano, a la vez que parece que todo espacio le viene pequeño.

Parecía haber quedado nítida la opinión de los españoles tras los comicios del domingo, con ese batiburrillo de opciones en algunos municipios, y una tendencia, en general, nítida hacia la izquierda. Sin embargo, ayer, martes, Doña Espe, ya había abandonado su papel más o menos democrático, y adoptado el de Señorita Rottenmeyer de la derecha más derechona, en el que se siente más que cómoda, demostrando que no había aprendido nada sobre los deseos de los votantes. Y poco más que apelando a las trincheras, y al “no nos moverán” solicitaba a la opción socialista, un frente común para que no gobernara Manuela Carmena o la marca blanca, por decirlo de alguna manera, de Podemos en Madrid. Recibiendo al poco tiempo la negativa a ello en boca de Antonio Miguel Carmona, cabeza de lista del PSOE al ayuntamiento de Madrid.

Para sorpresa de muchos entre los que se encuentra este vecino del mundo, hoy el propio Partido Popular en lugar de reprender a Doña Esperanza, y en boca de Fernández Díaz, y naturalmente del Señor Hernando, se hacen eco para llevar el frente común de no gobernar “Podemos” en ningún lugar de España. Llevando la contradicción a la altura de un altar.

Son éstos los que tachan de “Bolivarianos”, antidemocráticos e intransigentes a ”Podemos” y sin embargo, por su parte hacen de su capa, no un sayo, sino un auténtico búnker.

Buenos mal, que en un momento dado, y al ser preguntado por un periodista, el Ministro de Asuntos Exteriores García-Margallo ha afirmado rotundamente: -Podemos no es un peligro para la democracia.


Lo malo de dejarse llevar por ideas búnker es que como en la propia definición de búnker, solo se está seguro dentro de él, y a los demás nos pegan con el micrófono de la democracia en toda la boca mientras nos dicen una y otra vez: -Permíteme que insista…

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martes, 26 de mayo de 2015

LAS MEDALLAS DEL TIEMPO



Uno nunca se ha creído Gandhi, ni la Madre Teresa de Calcuta por razones obvias, pero tampoco un francotirador ni alguien sediento de sangre. Sin embargo, lo de poner la otra mejilla  significa, al menos para este vecino del mundo, que ya te han pegado en la primera, y como también existe  el dicho “no hay dos sin tres”, mejor no dar esperanzas de encajar para que el otro no se envicie. Por eso, conviene estar siempre alerta para evitar que cualquiera se salga de su tiesto y quiera invadir el tuyo.

Esta mañana, el vecino venía de hacer unas compras, no demasiadas, pero con las dos manos ocupadas con bolsas. En la calle en la que me encontraba, ya lejana al centro o meollo del pueblo, muy poca gente, y al parecer menos personas, ya que con el que me he cruzado, un hombre más cercano al Imserso que al acné juvenil, no me conocía de nada, pero debía de estar aburrido, y por lo que se ve, con mucho tiempo libre, porque con un aire socarrón me ha dicho en un tono más bien operístico para que se le oyera a varios metros: - Usted no tiene un pelo de tonto, ni de listo.

Los que conocen a este vecino del mundo,  saben que es calvo, y el poco pelo que tiene se lo afeita, al estilo Yul Brynner, pero sin aire asiático y más entradito en carnes.
Al mirarle me he dado cuenta inmediatamente,  de que pese a sus años, el color de su pelo, de llevarlo un toro de lidia, hubiera sido descrito como de “negro zaíno”, por lo que invitaba más a preguntarle la marca del tinte que a elogiarle por su cabello.
En un tono mitad condescendiente y defensivo le he dicho: -Por cierto, y ya que se mete con mi pelo, o mejor con su ausencia, alguien que le quisiera le debería haber aconsejado que un tinte demasiado oscuro, en un hombre, envejece más que rejuvenece. Fíjese en el propio José Ortega Cano, que mientras estaba en la cárcel las canas le favorecían, y ahora con el pelo negro, pareciera que le han sacado de la cárcel por estar enfermo. La mayoría de las veces, las arrugas, lo mismo que las canas, son medallas que concede el paso del tiempo.

Negando la mayor, y mientras se escrutaba en el cristal de un escaparate, él esta vez con cara de cabreo mayúsculo me dice: -En cambio usted, por su barbilla se nota que tiene muchas canas.

Ya puestos –le he contestado- y como parece que estamos cantando la canción de “Vamos a contar mentiras”, le diré que yo en realidad, aunque me afeito al cero, tengo todo el pelo, y negro, negro, lo que ocurre es que en la barbilla me lo tiño, por la misma teoría que le he contado de que las canas sientan bien, y así me sale más barato el gasto de tinte que a usted.

El portador del negro zaino, al parecer, ya no sabía si iba o venía, si le estaba hablando en serio, o me estaba riendo de él, y mirando el reloj de su muñeca me ha dicho: -Tengo mucha prisa-, mientras como se suele decir, tomaba las de Villadiego.

Otra persona de las que ven la paja en el ojo ajeno pero no ven  la viga en el propio, y a la que sin duda este vecino del mundo no volverá a ver, de eso no le cabe la menor duda, la misma de que se teñía el pelo, con muy mal gusto por cierto.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 25 de mayo de 2015

NOCHE DE DAMAS, O A LA FUERZA AHORCAN


Espera este vecino del mundo que no se le tilde de machista por decir que las tres señoras, Rita, Esperanza y Dolores, de derechas de toda la vida, muy suyas de toda la vida, todavía con peineta y palio, tras estas elecciones celebradas en el día de ayer, se han debido de dar cuenta de que hay un camino por la izquierda que les ha sacado de su autopista de orgullo y radicalidad.

Porque lo de ayer por la noche, tras saberse los resultados de las votaciones, parecía un duelo de damas contra damas, un spaghetti-western con tintes de comedia dramática, unas que se irán o que se deberían de ir antes de que las echen,  y otras que vienen, al parecer para quedarse, como Ada Colau, proveniente de la lucha contra los desahucios, o de la lucha por ideales como Manuela Carmena, y Mónica Oltra, de Compromís.

El mejor resumen de lo ocurrido ha sido las palabras dichas, eso sí, como el catalán hablado en su día por Aznar, en la intimidad de un abrazo con un compañero al que ha dicho “Vaya hostia, vaya hostia”. Al ver su cara, la de Rita Barberá, este vecino del mundo ha comprendido que la Señora Barberá hasta ese momento vivía en otra galaxia de la que era reina y señora, y el tortazo al aterrizar ha sido terrible.

Es curioso que un político cuando manda, que es el momento en el que tenía que tener los pies más, en la tierra para darse cuenta de los problemas que atañen a sus votantes, es cuanto más aislados están, unos contando dinero de comisiones dentro de sus coches, y otros de viaje en viaje en hoteles de ultra-lujo. 

A destacar también, que ha quedado demostrado que si no en Cataluña, en Barcelona al menos, mientras los políticos nacionalistas estaban pergeñando caminos separatistas, el pueblo llano está más preocupado en comer y tener un lugar en el que dormir día a día. Otra muestra más de esos dos mundos que parecen separar al político del simplemente ciudadano.

Otra curiosidad es que aunque han perdido tanto el PP y el PSOE, sin embargo éste puede tener más poder que antes al servir ahora de lo que se suele denominar "visagra", aunque aquí se parecería más a una prenda íntima, como suele ser el “sostén”.

La mayoría de los que en teoría han perdido dicen que ahora han entendido lo que el pueblo quiere. Como se suele decir “A buenas horas mangas verdes”.

Parece que la mayoría de los políticos solo se acuerdan del votante cada cuatro años, y sería deseable que como a partir de ahora la mayoría de grupos están condenados a entenderse, será más fácil que tengan la sensación de que siempre son observados.

Los tiempos de hacer mausoleos o pirámides modernas que perpetuaran la brillante idea del partido en el poder, e incluso de “aeropuertos para los ciudadanos”, ya pasaron, entre otras cosas porque “no queda ni un duro”, como diría el castizo. Y quizás, aunque sea un contrasentido, se va a pedir más que los alcaldes cuiden de sus gentes, de sus ciudadanos, que de su ciudad. 

Como bien dijo Manuela Carmena en sus palabras de agradecimiento, tras saberse los resultados electorales, esperemos que a partir de ahora los políticos nos seduzcan con sus hechos, y no, y ésto ya es cosecha propia, que nos violen directamente, como ha ocurrido hasta ahora.

Nos tendremos que fijar si en los próximos días aumenta la venta de periódicos, ésto pudiera ser debido a los muchos políticos cesantes que comienzan a buscar un nuevo curro en el periódico de turno. También es muy probable, y este vecino no se las da ni de “pitoniso" ni de profeta, sino simplemente pone a trabajar la lógica, que a partir de ahora, es probable que los programas de televisión se llenen de colaboradores antiguos políticos de derechas. Y es que  a la fuerza ahorcan. 

*FOTO: DE LA RED

domingo, 24 de mayo de 2015

REFLEXIONES A EUROVISIÓN 2015, O ESA FAMILIA QUE TE MATA


¡Ya está! Ya ha pasado un año más el Festival de Eurovisión. Como siempre se dice “Vísperas de mucho, días de nada”. De la ilusión/esperanza/presentimiento hemos pasado a la cruda realidad, a unas calabazas mayúsculas.

Y es que en realidad, para vosotros y para el que ésto escribe, se trata de una relación amorosa que lleva muchos años, la mayoría de las veces más de los que quisiéramos. Pero el amor no se busca, se encuentra, y hace muchísimos años en aquella televisión con un único canal, y en blanco y negro, descubrimos un concurso que no era uno más, era “EL CONCURSO”, así, en mayúsculas. Lo sentíamos como el no va más, el ganarlo era la lotería de la reputación, de que todos los países que siempre nos ignoraban, nos miraran con envidia. Solo ha ocurrido dos veces, y además seguidas, en los años 1968 y 1969, y desde entonces, decepción tras decepción.

Como adelantaba ayer (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/05/comentarios-eurovision-2015_24.html) para este vecino del mundo, porque ya me he rehecho y ya es “el vecino del mundo”, el Festival ha perdido por el camino de la Modernidad y de la Técnica parte de su identidad, que consistía en aquella gran orquesta dirigida en cada número por el director que cada país enviaba en su representación. Eso debía de costar mucho, en dinero y en esfuerzo, y hace años, antes de los famosos recortes, ya se lo quitaron de encima.

Y lo mismo que los equipos deportivos tienen su camiseta con los colores respectivos, cada festival tenía su decorado con el que siempre lo identificarías en el futuro. Desde hace años es un cubículo, aunque sea grande, grandísimo, negro y que se puede transformar en cualquier cosa. Una especie de comodín para todo. Pero que le merma identidad.

Por otra parte, y aquí viene la madre del cordero, desde que aparecieron muchos países pequeños procedentes del Este de Europa, la sensación de compadreo es más que evidente: Tú me votas a mí, yo te voto a ti.

Todos recordaremos al ya desaparecido José Luis Uribarri, como en sus comentarios durante las retrasmisiones del festival, no fallaba nunca sus predicciones de a quién iba a votar cada país.


Un detalle a tener en cuenta, la mayoría de los países dirigentes del Mercado Común Europeo no se ganan, y perdón por la expresión, “un colín”, en la noche festivalera. En realidad, y ya para terminar, el Festival de Eurovisión viene siendo últimamente, como esas reuniones familiares a las que tienes que seguir asistiendo, y en las que sabes que siempre te ponen a parir, pero que tienes que fingir que te lo pasas bien. Todo sea por la unión familiar.

Además, y desde lo más íntimo, el Festival de Eurovisión para este vecino del mundo es como La víspera de Reyes, siempre estoy seguro de que este año van a venir, ellos, los verdaderos.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

COMENTARIOS A EUROVISIÓN 2015, O EL TIMO DE CADA AÑO


Como hice el año pasado (http://patxipe.blogspot.com.es/2014/05/mi-festival-de-eurovision-2014.html) y que, al parecer, tanto gustó, hoy solo voy a pasar a limpio, los comentarios que he ido anotando a vuela pluma, mientras he visto las actuaciones,  y ese primer impacto, que a la postre es lo que realmente cuenta.

Los comentarios y últimas valoraciones llegarán horas después, pero desde ahora digo que yo echo de menos desde hace varios años un único escenario que se te quede en el recuerdo. Ahora siempre es igual, un espacio en negro que se convierte en cualquier cosa. Tendrá sus cosas buenas, y un gran despliegue técnico, como es de comprender, pero en este caso me quedo con lo tradicional, aunque pueda ser más aburrido. También echo de menos la música en directo. Ahora el festival es como un gran musical con música enlatada, que le resta valor. Y es una pena.

Comienza el festival.

En primer lugar, Eslovenia, “Aquí por tí”. Mientras un  chico toca un piano en un segundo plano, Maraaya  canta  con los auriculares puestos, dice que es para sentirse como durante la grabación del disco, y para concentrarse. Personalmente, me parece una falta de respeto, pero seguro que soy incomprendido.  
La atención se posa todo el rato en la bailarina que vestida de un negro brillante y con brillantes, simula tocar el violín. Llega a ser molesta la imagen del pelo de la cantante más que mecido, huracanado por el viento. Entre el viento y el violín de la bailarina que no aparece, termina la canción sin pena ni gloria.

Segundo, canta Francia: su título en castellano “No olvidéis”.
La cantante vestida de negro delante de un paisaje con toques tenebrosos, pero de gran belleza. Salvo por el vuelo de una paloma, pudiera casar con el musical “Los miserables” por los colores y un paisaje desolado; una gran voz.
Si antes nombro a “Los miserables” al poco aparecen cuatro tambores en vivo, con otras decenas de ellos, en una grabación, desfilando al más puro estílo  revolucionario, al más puro estilo del musical.  Si no olvidamos la canción es porque nos lo pide el título y la pericia de la cantante.

Tercero: Israel, presenta “Chico de oro”. Tras un comienzo clásico, unos efectos especiales hacen aparecer al resto del grupo  y la canción se convierte en una especie de rap con toques étnicos, y con mucha marcha. Puede dar que hablar.

Cuarto: Estonia,Adiós a ayer”, presenta un dúo que se juntó gracias a las redes sociales. La puesta en escena, sobria, con dos puertas que se abren, a los espectadores veteranos nos puede recordar a  “Historias para no dormir”. Más que por la canción, se mantiene el interés por la pareja protagonista, y sus miradas. Se respira una tensión sexual que no se resolverá con el resultado del concurso, porque está claro, salvo sorpresón, que no ganarán.

Quinto: Reino Unido, “Todavía enamorado de ti” es un electro-swing. Canción y puesta en escena divertida de un dúo, hombre y mujer. Suena a Cole Porter, lo cual no es poco. En cualquier momento se puede cometer un asesinato y aparece Hércules Poirot. Las bandas eléctricas que lucen tanto cantes como bailarines desvían demasiado la atención. Me ha gustado, pero sería una sorpresa que ganara.

Sexto: Armenia, Varias voces, dos hombres y tres mujeres, todos vestidos de negro. Canción clásica que recuerda, a pesar de haber gente de ambos sexos, a cualquier canción de Il Divo. No pasará nada con ella.

Séptimo: Lituania, Canción “Esta vez”, otro duo, mixto. Por las sonrisas que lucen puede ser un anuncio de Coca-Cola o de “Profident”. El fondo colorido simula una especie de abanico. Parece que en cualquier momento vamos a entrar en “Oz” o en “Los mundos de Yupi”.  Salvo por los besos que se dan los cantantes y el coro, me sigo preguntando por qué parecen tan contentos, si “esta vez” no van a ganar.

Octavo: Serbia. Al ver a la cantante, potente en todos los sentidos, he creído que estábamos ante una representación de Ópera, concretamente “El anillo de los Nibelungos”.

Noveno: Noruega. “Un monstruo como yo”. Por el vestuario del cantante pareciera que ha tenido que salir al escenario en el último momento. A eso ayuda su “look” de barba de varios días.
Ahora sale una joven pelirroja, el, al parecer,  solista se convierte en dúo, y la interpretación y la canción ganan. Un bonito y delicado dúo, aunque no es precisamente la alegría de la huerta. La parte más bonita suena como ya oído y a Celine Dion.

Décimo: Suecia. “Héroes”. Está claro que es una de las grandes favoritas, pegadiza, a mí me suena a “Sting”. Es una actuación que en próximos años podrían copiar otros países, con mezcla de dibujos animados. Para mí personalmente le falta algo, aunque como ya he dicho, puede ganar.

Decimoprimero: Chipre. “Una cosa debía haber hecho”, canción mayormente representada en blanco y negro. Me recuerda a algún video de Elvis Costello, e incluso el cantante ayuda a ello. Me he quedado esperando a que apareciera la protagonista de “Notting Hill”, pero no ha aparecido. Nada pasará.

Decimosegundo: Australia, país invitado. “Esta noche otra vez”. Una gran voz de góspel. Puesta en escena divertida. Por la etnia de los que actúan, brindo una idea, anuncio de Bennetton. En total, distendido pero intrascendente. Una gran voz desperdiciada por una canción que mucho me temo pasará inadvertida.

Decimotercero: Bélgica.  Una canción nada fácil, pero resultona, con una elegante puesta en escena en blanco y negro.

Decimocuarto: Austria, país anfitrión. “Soy tuyo”. Canta un grupo con look a lo Woodstock. Sabiendo que la canción no es muy allá, aparecen llamas del piano, intentando no pasar desapercibidos. Me temo que Austria se ha dormido en los laureles.

Decimoquinto: Grecia.     “Un último aliento” El comienzo me suena más a un fado, pero Portugal ha quedado eliminada ya, y Melina Mercuri también ya es historia, historia griega pero historia.
Una gran voz femenina que pese a una melodía ascendente se pierde sin pena ni gloria.

Decimosexto: Montenegro. “Adio” Una chica, ahora sí con violín, recibe al cantante entre azules y oscuros en el escenario. Una de las pocas canciones cantadas en el idioma del país.
Me recuerda mucho a una canción, "Tajabon", el intérprete es Ismael Lo, que forma parte de la película de Almodobar en “Todo sobre mi madre”. No será plagio, porque no copiará las notas necesarias para demanda…

Decimoséptimo: Alemania, ”Humo negro” Entre siluetas de la cantante y focos apuntándonos tengo la impresión de que en cualquier momento va a salir Roger Rabbit, pero no sale y me decepciono. Una buena voz para otra canción más que pasará desapercibida.

Decimoctavo: Polonia, ·”En el nombre del amor”. Piano blanco y colores rosas y violetas en escena. El romanticismo es otra cosa.
A mí no me gusta la canción, pero me considero romántico.

Decimonoveno: Letonia. Canción nada fácil con toques claramente étnicos. La cantante es también la compositora. Puesta en escena muy elegante en colores rojos y negro. Cantante con una gran voz que da sensación al mismo tiempo de fragilidad y fuerza. Está claro que es una de mis favoritas.

Vigésimo: Rumania, Canta un grupo masculino. Junto a ellos varias maletas. Espero que no estén de mudanzas, significaría que están de paso, y al oír la canción, la primera idea se me confirma. No espero nada de ella, ni de ellos.

Vigesimoprimero: Por fin, Edurne en el escenario. Intentaré ser imparcial.
Una gran canción,"Amanecer", una excelente voz, la única en bailar en el escenario, poco pero peligroso. Valiente puesta en escena. Magnífica actuación, y un gran final con una silueta muy sugerente. Esperemos que a los demás países les “sugiera votarnos”.
Se ha hecho todo lo posible, ya no depende de nosotros.

Vigesimosegundo: Hungría. Todavía en shock por la actuación de Edurne para cuando vuelvo de “urgencias” la representación húngara ha debido de pasar sin pena ni gloria.

Vigesimotercero: Georgia, “Guerrera”. Por un momento parece Angelina Jolie haciendo de madrastra para Disney. Canción con toques étnicos y muchos tambores. Años atrás hubiera ganado, pero ya está muy visto, digo yo.

Vigesimocuarto: Azerbaiyán, “La hora del lobo”. Lo mejor, la actuación de la pareja de bailarines emulando a sendos lobos. Balada resultona que pudiera estar en los primeros lugares. Muy cuidada ambientación a lo “Luna de Calenda”, gama de grises y mucha oscuridad. Nos hemos quedado con el cantante y su canción. Eso es muy importante.

Vigesimoquinto: Rusia, “Un millón de voces”. Por un momento he pensado que era Marilyn cantándole al presidente, pero de aquello hace muchos años. Ahora es en color. Una voz extraordinaria, pero la canción aunque con una gran producción a mí personalmente no me pone la carne de gallina, y eso siempre es importante.

Vigesimosexto: Albania, ”Ahora sí” Me temo que el título no es un vaticinio. Una canción más, en mi opinión, tristemente sin pena ni gloria. Eso sí, una gran voz, como lo han sido en la mayoría de las actuaciones.

Vigesimoséptimo y último: “Grande Amore”. Un trio internacional, Il Volo, lírico y ya muy famoso. Me los habían vendido como Il Divo, pero aunque son buenos, no son excelentes como ellos. Gran puesta en escena. Se convierten por lo buena de la canción, y esa aureola de “importantes” que tienen las voces líricas, en uno de los máximos favoritos.

Mientras esperamos a las votaciones una gran actuación al estilo de “echar la  casa por la ventana” con una gran orquesta y coro dando espectáculo con algo, que se supone, debería de ser serio y aburrido. Un gran acierto. Varios estilos de música con una gran percusión. Si este espectáculo se pusiera en gira me apunto a verlos, pero parece ser que son más de un grupo juntos, y será “solo una vez en la vida”.

El lema de este año del festival, que cumple sesenta años y se celebra en Viena es “Tendiendo puentes”, pero como siempre nos han escamoteado la actuación, yo al menos no la he visto, del ganador de Eurovisión para niños de este año. Me he acordado de los andaluces y de las uvas de este año, solo que ésto ha sido con premeditación y nocturnidad.

Imágenes de ganadores de otros años, los dos títulos de España están ya en la prehistoria, y la vuelta al pasado del grupo de imágenes, no llega a tanto.

Comienzan las votaciones. ¡Suerte para Edurne!
No voy a comentar cada una de las votaciones, pero Montenegro ya nos ha dado dos puntos, que me temo puede ser una especie, en el mejor de los casos, de predicción.

Portugal nos ha dado tres puntos. De los pocos vecinos que nos dan puntos, porque el compadreo como otros años es más que evidente entre los países de la Europa del Este especialmente.
Moldavia nos dan un punto. Espero que Edurne  no esté sola porque es para cortarse las venas. Ya está claro que no hay nada que hacer, otro año más.

Otro punto de Azerbaiyán.

En la octava votación, Serbia, ya la “cosa” está entre pocos países: Rusia, Italia y Suecia, los demás descolgados. Y a mí me da mucha pena Edurne, que aunque tiene a unos cuantos por debajo, solo lleva cinco puntos. Espero que no le afecte mucho, porque se ve venir un gran desastre.

Gracias, Francia, os dejaremos venir a veranear este año, cinco puntos lo merecen.

Seguimos con la modalidad de estos años, yo te doy el perejil, entre vecinos, a ti, y tú me das sal a mí.

Llega Alemania. Solo utilizan a España para venir a veranear y comprar todo, barato para ellos. No olemos un solo punto, solo se acuerda de nosotros la Merkel, y eso nunca es bueno.

Israel nos ha dado un punto y Rusia también, gracias.

Italia tampoco se acuerda de nosotros, ¡Hay que joderse!

Con todo esto, no voy a ir a la cama ahora, porque no voy a poder dormir. Lo mejor es dar un paseo…hasta Australia concretamente, aunque me traiga recuerdos de este festival.

Hoy como os habréis dado cuenta, ésto no lo ha escrito “el vecino del mundo”, porque me lo tomo como algo personal.

Suecia, el ganador, al final 365 puntos, y España 15. ¿Era tanta la diferencia? En mi opinión, no.

Por cierto, además de sufridores, somos los más tontos de Europa, porque continuamos sufriendo el timo del tocomocho: Votar en España cuesta 1,45 € y, por ejemplo, en Alemania solo 0,20 €

Si me repongo, mañana haremos una especie de resumen de sentimientos y recuerdos de antaño relacionados con el Festival de Eurovisión (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/05/reflexiones-eurovision-2015-o-esa.html)

*FOTO: DE LA RED



viernes, 22 de mayo de 2015

CUANDO LOS PROBLEMAS TRASCIENDEN...


Vaya por delante que este vecino del mundo nunca ha sido partidario de comprar en el tipo de tiendas que ya desde hace tiempo denominamos como “chinos”, porque evidentemente para vender productos muy baratos, aunque no sean de marcas conocidas, el trasfondo del que pueden provenir no parece ser el más conveniente. Y más desde que tenemos imágenes en nuestra retina de gentes en aparente estado de esclavitud no solo en India, por ejemplo, sino en más de un polígono no muy alejado de nosotros.

Pero, como se suele decir, a la fuerza ahorcan, y las finanzas  de este vecino del mundo llevan unos años que no es que fluctúen, sino que como el plomo de un buzo van directamente al fondo. Por eso ayer se vio forzado a comprar unos pocos objetos en una de esas tiendas, y es probable que en su interior, y teniendo en cuenta todo lo anterior, haya sentido, en cierta forma, culpabilidad, y esa puede ser la razón del por qué esta noche ha soñado lo que ha soñado.

Como me imagino que a la mayoría le pasará lo mismo, al despertarme no he recordado todo el sueño, solo diferentes puntos, quizás inconexos, pero que a pesar de todo pueden ser clarificadores.

En un momento dado me he encontrado en un lugar que en seguida mi subconsciente ha identificado como El Cielo. Todo blanco e impoluto aparentemente, solo aparentemente, porque al poco tiempo me he dado cuenta de que el mantenimiento distaba mucho de ser el óptimo.

Debajo de las nubecillas que lo cubrían todo, había una especie de gran soporte, de gran andamio, hecho de madera, blanca también para que quedara oculto por la neblina, pero al fijarme bien el material estaba todo descascarillado. En cuanto entablé conversación con otros inquilinos como yo que llevaban más tiempo, aunque eso del tiempo en el cielo es todavía más relativo que en la Tierra, enseguida me dijeron que el mantenimiento de “aquello” iba de mal en peor. Al llegar a este punto me explicaron que muy en contra de lo que se cree en la Tierra, hay más de un cielo; en cada galaxia uno o varios, dependiendo de la extensión de la citada galaxia. 

Aunque siempre se ha dicho que Dios está en todas partes, últimamente no llegaba a todo, y había tenido que “privatizar” “ese” cielo. La compañía encargada de seguir con la explotación, se supone que algún Dios menor, distaba mucho de seguir con lo previsto en el contrato y, por ejemplo, los ángeles que siempre habían interpretado la banda sonora del cielo en un directo, naturalmente, inmaculado, una mezcla de liras y trompetas triunfadoras, habían sido sustituidas por unos altavoces de lo más rústico, de esos de los años sesenta con forma de “trompetilla”, y que el gris de origen había sido trasmutado en un blanco barato. Por supuesto, los ángeles habían ido al paro, y como nunca se había dado el caso de quedarse en el paro, en el cielo no había subsidio de desempleo, por favor, que no se entere Rajoy. Y Dios, quizás con cargo de conciencia, y teniendo en cuenta de que su conciencia siempre ha sido mucho más grande que la nuestra, y por lo tanto ha tenido que sufrir, y mucho, se ha hecho cargo de ellos y los ha llevado a los otros cielos que él todavía regenta.

Sin embargo, lo peor parece que todavía está por venir. Se rumorea que eso de la eternidad está en entredicho, y que como mínimo los inquilinos que llevan menos tiempo, tendrán que hacer algunas tareas para aligerar gastos de mantenimiento, y seguir con aquello. Que ya no basta con haber sido bueno, ni rezado, ni no haber tenido ningún mal pensamiento, que en el cielo se ha vivido  por encima de las posibilidades, y que aquello va a cambiar sí o sí.


El vecino del mundo se ha despertado con la piel perlada de sudor, y con la gran tristeza de que, quizás, no se pueda ni confiar en el más allá para ser felices. Lo que es peor, a medida que han pasado las horas, se ha ido planteando de que si fuera verdad su sueño, de dónde vendrían los que ahora tenían la concesión del cielo, que a lo mejor no eran Dioses menores, como se rumoreaba, porque si eran dirigentes venidos de nuestro mundo, como parecía probable, estábamos, más que perdidos, aniquilados.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 20 de mayo de 2015

LA OTRA CARA DEL MISMO LUGAR, O EL "EFECTO LUNA"




En primer lugar, y aunque no necesite ninguna justificación,  he de confesaros que este vecino ha creído conveniente disfrutar de estos dos días anteriores en silencio, el mismo silencio que hoy precisamente van a crear muchos músicos y personas relacionadas con la música, al cesar su actividad durante veinticuatro horas,  para protestar  por el famoso, a su pesar, I.V.A. cultural, con la diferencia de que lo de este vecino era, en parte, motivado por trasladarse a Torrevieja durante unos cuantos días. Como el viaje lo he realizado en autobús, muchas horas, más de las deseadas, me he sentido una especie de  Phileas Fogg a la española, es decir, con nada de presupuesto.

Es la primera vez que vengo en esta época del año, y no tiene nada que ver, eso me gusta, con el ambiente que se respira en pleno Agosto. Tras varios paseos y consiguientes conversaciones conmigo mismo,  he sentido una especie de subidón al comprobar que soy de los más jóvenes "veraneantes", en un turismo que todavía es, en su mayoría, de la denominada "tercera edad", y parece que el destino me esté haciendo la pelota, es una sensación muy extraña. Además, el tiempo me regala un viento que parece prometer una lluvia inminente, pero que como muchas promesas, y más en estos días preelectorales, no se cumplen.

Es tal el cambio, por otra parte obviamente esperado, que me he acordado de mi niñez.

Al ser mi padre de Azpeitia, ilustre villa por otra parte, solíamos ir todos los años a disfrutar de las fiestas de San Ignacio, el 31 de Julio. Y  claro, para mí durante muchos años decir “Azpeitia”, era hablar de un pueblo en constante fiesta, lleno de ruido, gente, y se supone que alegría. Hasta que ya de mayorcito tuve que ir al mismo sitio, ya no recuerdo por qué, en un día normal y corriente. Y el pueblo en el que siempre había alegría, bullicio, y mucha, mucha, gente, como si fuera un decorado de Disney víctima de un hechizo, se había convertido en otra cosa. Ya era un pueblo normal.

Y ahora, Torrevieja, es una ciudad normal, y eso me gusta, y mucho, porque aunque es un lugar que vive todo el año del turismo, parece que ahora no tenemos un foco que nos señala todo el rato. Da la sensación de que vamos, y espero que se me entienda, de incógnito. Incluso a esa gente que a cien metros “canta” a guiri, ahora nadie le molesta dándole publicidad de cualquier tipo mientras le señalan un punto al que debe ir.

Por cierto, sería un punto a pensar, si es necesaria tanta publicidad de todo tipo, en el contexto del turista que ya está en el lugar elegido, y al que parece, visto desde el mismo lugar pero ahora con mucha más tranquilidad, le están instando, más que sugiriendo, lo que debe de hacer.

Es un paralelismo total con estos días electorales en los que nos ofrecen el oro y el moro, y sabes de antemano que te están mintiendo a la cara, y para ello además, y una vez más, están utilizando nuestro dinero.

No quiero acabar, sin darle un tirón de orejas al todavía Presidente del gobierno, Señor Rajoy, para recordarle que pese a sus palabras ayer en Pamplona, preguntando retóricamente que quién se acuerda ya de la prima de riesgo y del paro, todavía hay muchísimas personas que están no solo en el paro, sino en el ostracismo más aislado, unos porque son jóvenes, otros porque han sido tildados de “mayores”, y tampoco hay que olvidar a esos, ancianos la mayoría, que han sido timados por una entidad bancaria a la que creían amiga.

Espero sinceramente que la salida de pata de banco del Señor Presidente sea la gota que colme el vaso, que haga que su partido no vuelva a saborear las mieles del éxito, y que él, el mismísimo Señor Rajoy, descubra, cuando le bajen de la poltrona, que siempre hay otra cara de ese mundo en el que él creía vivir, una especie de "efecto luna", su cara oculta,  como a este vecino le ocurrió en su momento con Azpeitia, y ahora con Torrevieja.

*FOTO: DE LA RED


domingo, 17 de mayo de 2015

LA REAL SOCIEDAD, EN LOS ALEDAÑOS DEL CIELO


El que ésto escribe se suele caracterizar, cree él, por sus opiniones y comentarios más bien ponderados. Por eso normalmente utiliza lo que llama " los diez minutos de seguridad", que consisten en realidad en esperar a que cese el cabreo que le domina, y a ver las cosas un poco más fríamente.

Sin embargo, aviso, hoy el vecino está en pleno, pleno, cabreo y no quiere que se le enfríe ni la boca, ni las manos para escribir, ni la opinión.

Este vecino, las veces que ha venido al caso, siempre se ha declarado seguidor de los colores txuri urdin, lo cual, por otra parte no le convierte en ciego con la trayectoria y el proceder de los jugadores. Y por eso hoy ya ha rebasado el límite, la gota no del vaso, sino de la inundación.

Dirán, los plumillas y “entendidos” de siempre, que la Real Sociedad hoy no se jugaba nada contra el Granada, pero el hecho es que hoy precisamente le podía haber hecho un gran favor al Eíbar, al intentar parar al equipo andaluz  en su escalada de supervivencia en la primera división.

Este vecino, por supuesto, y vaya por delante, que no tiene nada en contra ni del equipo granadino, ni de los granadinos en general. Lo que quería es ayudar al Eibar, y facilitarle su salvación.

Este vecino del mundo no es de Eibar, sino de Elgóibar, a apenas 6 kilómetros del anterior, y con el que siempre se ha mantenido una eterna rivalidad vecinal. Pero como en los sitios bien avenidos, los de un pueblo se pueden meter con los del otro, y viceversa, pero que no venga un tercero y se meta con ellos, porque la cosa se puede liar.
¡Y la cosa se ha liado! Este vecino estaba convencido que la Real Sociedad iba a frenar la escalada del Granada, pero se ha equivocado. Han perdido, hemos perdido, un 0-3 apabullante. 

Bien pensado ha sido una memez creer que un equipo que es "el rey de las excusas" iba a plantar cara por un equipo, muy chiquitito, muy chiquitito, pero vecino al fin. Si la Real Sociedad normalmente no lucha por ellos mismos, es de ilusos, luchar por un tercero aunque sea de aquí al lado.

Este blogger siempre ha estado convencido de que los mismos jugadores, y los que rodean al equipo, se pasan más tiempo perfilando las excusas para el día después del partido que en preparar tácticas.
Y la cosa no es de ahora solo, sino que por supuesto de años atrás. En el equipo txuri urdin han vivido mejor que bien jugadores que en otros equipos de primera división no hubieran tenido cabida, pero por aquello de ser de la cantera, por ejemplo, eran intocables.

No vale dar la campanada ganando a equipos grandes (Barcelona, Real Madrid…) , hay que batirse el cobre siempre. Y luego los periodistas tampoco ayudan, porque prefieren llevarse bien con ellos y tenerlos en sus programas, que decir la verdad. Este año, por ejemplo, otro más, los jugadores se han tocado los pies vilmente. Lo triste es pensar que si esto pasa todos los años, y lo permitimos, signifique que, en el fondo, es el equipo que nos merecemos.

La verdad es que fijándonos en el devenir de las obras en la ciudad y del comportamiento de los partidos políticos en el ayuntamiento, al final será bien ganado eso de que es el equipo que nos merecemos.

En comparación con los “vecinos”, los bilbaínos, las obras entre una y otra ciudad no tienen color ni en envergadura, ni en rapidez en la ejecución, y no es solo que las altas instancias de los partidos políticos, por uno u otro motivo, ayuden más a los del Botxo, que también, sino que nosotros mismos no nos hacemos valer y nos pasamos los días discutiendo si son “galgos o podencos”, cuando está claro que lo importante es que son perros y ayudan a cazar.

Cada vez que hay un problema, creamos  una comisión a favor y otra en contra, y no los meses, sino que los años pasan y pasan. Con el añadido de que si hoy estás en la oposición dices una cosa, y si estás al mando, otra muy distinta.


Y al final de temporada, estaremos contentos con nuestro jugadores, porque quieren los colores txuri urdin. ¿Cómo no los van a querer si viven como el altísimo? Alguno contestará que en otros equipos podrían ganar más, eso es seguro, pero también estarían sometidos a mayor presión, y

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

sábado, 16 de mayo de 2015

¿CAMBIANDO POR EVOLUCIÓN?



¿Os habéis vuelto a pensar alguna vez lo que ocurriría si algún familiar, que falleciera hace, por un decir, unos veinte años, volviera en nuestros días?

Pues a lo mejor se volvía al más allá más pronto que tarde. Y además este vecino tiene una gran duda, no sabe si hemos cambiado por evolución,  o nos han cambiado, y ya perdonaréis la expresión, más que por evolución, por cojones. Y es que quizás no hay que fijarse ni en internet, ni en los móviles, que han ido apareciendo, como mencionábamos antes, por lo que se denomina como evolución de sistemas pasados, sino en esas ganas, vaya usted a saber de quién, que ha entrado de adoptar las maneras más que del vecino, del habitante, casi, de las antípodas.

Esas ansias de llamarlo todo en inglés, y de inventarnos maneras cosmopolitas, cuando en lo más íntimo, y debemos de reconocerlo, nosotros somos de mercadillo y de tortilla de patatas, y no de “the mall” o “the kidney pie”. Quizás, nuestro problema es que no sabemos querernos nosotros mismos. Además, está comprobado, cuando compras algo que viene en inglés, es más caro, y luego, al final, en la letra pequeña, te enteras de que se hizo en el pueblo de al lado.

Los que ya tenemos una cierta edad y peinan canas, aquellos que tienen la suerte de tener todavía pelo, se acordarán de ese “artefacto” llamado “fiambrera” y que ha alimentado a millones de españolitos entre curro y curro.
Bueno, pues la mayoría se ha modernizado y ahora utiliza el famoso “taper”, que en realidad el nombre completo original es marca registrada, “Tupperware”, y la mayoría nos referimos a él con el mismo nombre que el auténtico, aunque el nuestro haya salido del chino de al lado de casa. Y ésto ya es harina de otro costal,  cambiar la tienda de toda la vida, que seguro que ha tenido que cerrar, porque no podía competir con los precios del “chino” que primero se puso al lado de ella, y luego directamente compró la tienda que ya había cerrado.  

Y la mayoría llama a “eso” modernizarse, cuando en realidad sería perder la identidad, y acercarnos a una manera de vivir que no es la nuestra. Pero como decía mi madre, con esas frases tan lapidarias que utilizan las madres: -Culo veo, culo quiero.


Sí, como decíamos antes, hemos cambiado de la querida y olvidada “fiambrera” al “tupperware”, pero el trabajo sigue siendo “trabajo” y no “job”, y además es más, con perdón, jodido y con menos derechos que cuando usábamos la fiambrera. Quizás, precisamente, por la tiranía de esos mismos que quieren que utilicemos su lengua y sus costumbres, pero que nunca, nunca, nos considerarán como iguales.

*FOTO: DE LA RED