Antes de empezar, confesaré que me he pasado
mucho tiempo buscando mi “brújula dorada”. La compré hace ya muchos años en un
mercado londinense, y en momentos como éste, de estar perdido total, siempre me
ha sabido guiar.
Porque.. ¿este año, qué
tenemos, ”La casa de los líos”, o “Romeos y Julietas intentan confundirnos”?
Que Suso y Ricky tras tantos
años de lucha feminista, sigan tratando a las mujeres de la casa como ganado,
es denigrante. Pero… ¡Ojo! Ellas tampoco ayudan. Ellas, como Raquel y Sofía,
pendientes siempre de unos brazos que les estrujen y unos labios que les
sofoquen. Porque, eso, parece ser el patrón de amor de Gran Hermano. Ellas, las
madres (porque los padres nunca aparecen), incapaces de ver un mal
comportamiento en sus hijos, o porque son jóvenes, o porque están confundidos en
una casa que no es la suya. Siempre creando excusas.
Que en momentos festivos, todos
bailando y mirándose en el espejo, sin hablarse. ¿La soledad de la muchedumbre?
En realidad, están solos, o lo que viene siendo consigo mismo.
Por su parte, Mercedes Milá,
en esta gala se nos disfraza de jardinera, es un decir. Abre zanjas debajo de
cualquiera, para minar la poca seguridad de unos concursantes que siempre, o
casi siempre, juegan a ciegas, y luego tira, La Milá, esa arena quitada, a los
ojos de los otros. Como cuando al final de la gala, y sin venir a cuento, adula
a Han por su comportamiento en la cocina dando de comer a la tropa, y Aritz se
va a la cama, fustigándose el alma, porque al parecer a él no se le ha visto en
ningún momento. ¿Torpeza, o clara provocación para que su relación pueda
estallar?
La Milá critica en unos lo
que alaba en otros. Suso es macho y le hace gracia; a Cristian de GH 12+1 le
odiaba porque al entrar en el concurso el alicantino, como suplente, a ella su
equipo le había “apuntado” que era machista, y no le dio ni un mínimo momento
de duda. Como se dice ahora, fue a saco a por él.
Durante la gala de ayer, La
Milá tenía que haber expulsado a Maite del plató por su mal comportamiento con la madre de otra concursante, Raquel,
haciendo caso a rumores que se dicen. Maite confunde lo que le
cuentan con que sea verdad. Y hay cosas
que no se pueden tolerar. Maite hace tiempo que tenía que ser “historia pasada”
de la parte lamentable de Gran Hermano.
La Milá, otra vez Mercedes,
aprovecha cualquier momento para hacerse la moderna. Como cuando está hablando
con una de las madres, que solo ayudan a sus hijos negando la evidencia, y en
lugar de decir refinadamente que “han mantenido relaciones sexuales" se
decanta por "follar".
Raquel es una contradicción
andante, lucha entre lo que es y lo que quiere hacer ver al espectador, y ya no
le creo nada, ni que se llame Raquel. Muy aclaratorio un gesto que ha tenido
durante la gala. En el momento en que están los nominados, solo ellos, separados, y durante la espera, Raquel va directamente a su armario a echarse
colonia. Quizás inconscientemente no quiere que se pueda oler el miedo a que se
vayan los suyos, por aquello de tener que ir poniendo sus barbas a remojar.
Han es muy egoísta, y está
haciendo mucho daño a su "marido" al que se supone quiere mucho. Es una carga para el vasco desde hace varias semanas. Al terminar la gala, y todavía
con imágenes en directo, con Aritz hundido de moral en su cama, intentando
alejarse de todos, fue incapaz, incluso, de preocuparse por él. Cuando Han es
el centro del grupo, y en especial de las chicas, él está en los cielos, y no
existe nada más.
Por cierto, los espectadores,
nosotros, deberíamos de mandar a casa directamente, y por vergüenza torera, cuando
detectamos a parejas fingidas. Lo de Raquel y Suso no se lo creen ni ellos.
Cualquier persona que se haya enamorado alguna vez lo puede “detectar” a la
primera.
La verdad es que ayer el
programa intentando dar otro giro a la trama, mareó a los espectadores, y a las
nominadas, Amanda y Marina, confundiéndolas, no mintiendo, para que pensaran que se habían librado, y contemplar
desde el salón de la casa el veredicto de la audiencia.
No ha tenido en ningún
momento mis simpatías, pero lo de ayer con Amanda, que en su mente en un
segundo pasó de estar libre a coger la maleta e irse, fue muy cruel. Prefería
que se fuera ella, porque tiene el
orgullo más subido que su pantalón para marcar el trasero, pero eso no quita a
que la organización en la manera de sacarla de la casa, fuera muy cruel.
Raquel como siempre, al ver
que Amanda se había ido, quiso ser el niño en el bautizo, la novia en la
boda... Impresentable.
Para Amanda la expulsión
debiera de haber sido una cura de humildad, pero hay cosas que por definición,
son imposibles.
A Suso la expulsión de
Amanda le ha roto los esquemas. Ahora se ve fuera; y tiene la desfachatez de describir a Amanda como
HUMILDE. De traca. Mientras, se tapa la cara con las manos haciéndonos creer
que está llorando. En realidad, está valorando que las cosas no son como él
creía.
Entiendo la extrañeza de los
concursantes porque no se imaginaban que Amanda se fuera, pero no lo de la
Milá. A poco que mirara ayer por la tarde
en las redes se podía entender que se iba quien se fue.
Lo de conseguir la inmunidad
ayer corrió a cargo de un “youtuber”, Aless
Gibaja, que escondió por la casa un delfín, en muñeco naturalmente, que pronto
sería descubierto por un Suso a medio camino entre la taquicardia y el
histerismo más extremo, ansioso de
salvar su trasero de cualquier manera.
Mientras Aless paseó por
toda la casa, como si fuese suya, y se sacó fotos con los concursantes, que en
ese momento no se podían mover, no me hubiera importado pagar dinero por saber
lo que pensaba Aritz mientras miraba con
una sonrisa al fenómeno que había invadido “su” casa. Yo, personalmente, y
basándome en este individuo de ropa más que prieta, tatuada en la piel, me
pregunté en ese momento cuánto tiempo queda a la humanidad. Cosas que uno se pregunta, evidentemente, todos los días.
Amanda se ha ido por el
mismo motivo que se fue Muti, por estar al lado de Suso. Entró en el plató diciendo que no le
falta humildad, al contrario, y durante toda la entrevista dio la sensación de
estar por encima de la presentadora y de pasar de ella.
Como ésto está muy aburrido,
sigo deseando imposibles: una relación Niedziela y Aritz. Me encantaría.
De todas las nominaciones siempre
las de Aritz son las más interesantes, y lo que dice durante la semana de cómo
va a nominar va siempre a misa.
Ricky ha enmascarado sus
votos. Viene de fuera y sabe los que pueden ser más fuertes, y nomina a Han,
Aritz e incluso a Niedziela.
La gente equipara a Suso con
Ricky, pero nominando éste es mucho más claro y sincero que Suso, y además
mucho más inteligente.
Uno de los momentos claves
del programa de ayer fue a la hora de usar Suso su poder de “salvar a alguien”,
y sin parpadear, se salvó él mismo, y para disimular dijo que lo hacia por
Amanda. ¡Hay que joderse!
Suso es un cobarde. Debería
de haber salvado a Raquel, aunque sea por mero paripé, y para defender tu papel
de enamorado. Para mí ésto le debería de alejar para siempre de la final.
Lo que hacen las votaciones,
Suso nada más terminar la gala, y todavía con imágenes en directo, literalmente
besando el cuerpo de Aritz que está tumbado en su cama, Raquel y él mismo, le hacen
la pelota descaradamente, mientras el vasco está en la cama desanimado por no
haberse comentado que él también cocina.
Han en ningún momento está
preocupado porque Aritz no aparece por la cocina. Luego dirá que está
enamorado.
Algo para meditar: Aritz habrá entrado como todos
pensando en ganar el concurso, pero, sin duda, es el que más está disfrutando
dentro de la casa. Por cierto, ya nadie habla ni se fija en Carlos, y eso puede
ayudarle a llegar a la final.
Una petición: Que alguien aclare a Suso que el televidente no es tonto, y que se da cuenta cuando le intentan tomar el tupé. Ayer se pasó muchos minutos mencionando a su madre, y a la buena suerte para salvarse. Sin embargo, fué él quien se quiso salvar, porque pudo salvar, por ejemplo, a Raquel en su lugar. La inmunidad obtenida no tenía nombre.
Una petición: Que alguien aclare a Suso que el televidente no es tonto, y que se da cuenta cuando le intentan tomar el tupé. Ayer se pasó muchos minutos mencionando a su madre, y a la buena suerte para salvarse. Sin embargo, fué él quien se quiso salvar, porque pudo salvar, por ejemplo, a Raquel en su lugar. La inmunidad obtenida no tenía nombre.
Y mientras, Gran Hermano 16
más parece “13, Rue del Percebe”, cada uno a lo suyo y con sus problemas, en
un concurso que arrastraba, y lo digo en pasado, masas. Eso puede ocurrir desde el momento en que
alguien no quiso que Suso se fuera a las primeras de cambio. La gente, todos
nosotros, ya no tenemos esperanzas de que gane alguien que se lo merezca.
*FOTO: DE LA RED