Siempre
se ha dicho que la historia la escriben los vencedores, y está claro
que en una carrera ciclista los que ganan, dinero en este caso, son
los organizadores. Por eso los organizadores del Tour de Francia,
ante el descalabro evidente de la carrera deportiva de Lance
Armstrong, durante mucho tiempo santo y seña de la carrera gala,
prefieren que en los anales de la historia conste en los años en los
que había ganado el americano sin ningún nombre ganador, a correr
los puestos, y que los segundos fueran los primeros.
En
cierta manera ésto es comprensible ante la caída de este mito,
porque, como anteriormente ya han caído en desgracia otros
ciclistas, y ante la posibilidad de que vayan siendo descubiertos
otros, tendrán miedo a que el podio siga variando cada año durante
mucho tiempo.
Este
vecino del mundo es de la opinión, aunque sabe de antemano que ésta será muy discutida, que la historia de los premios en el
deporte no debería ser modificada a no ser que sea dentro de la
misma temporada, sino que en todo caso se pueden abrir anotaciones a
posteriori sobre los incidentes, porque ya el momento del éxtasis de
las cámaras y de la entrega de medallas pasó.
Y
es más, si se degrada al otrora vencedor, quizás habría que ir
cambiando también el panorama de aquella época, porque como corren
rumores de que Armstrong era informado con anterioridad de cuándo
iba a pasar un control, quizás debería de caer alguna
cabeza importante de algun comité, y en ese caso la lista del citado
organigrama de aquella época tambien debería cambiar.
Todo
lector de novela fantástica sabe que si hay alguna posibilidad de
volver al pasado y evitar algún mal acontecimiento, ésto en sí
mismo haría variar el transcurso de la historia, pudiendo sufrir
cambios hasta la actualidad. Y si se remueven las cloacas de la
historia, aunque solo sea de la deportiva, quizás alguna otra cloaca
de gerifaltes debería de sufrir los mismos cambios.
Este
vecino quiere finalizar recordando que allí donde hay gente, hay
también cloacas, y que si nos referimos al deporte en general, hay
mucha gente, y muchas cloacas, y quizás los ciclistas están pagando
el plato por ellos y por los demás.
*FOTO: DE LA RED
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