viernes, 5 de octubre de 2012

ESCRIBIR ENTRE LÍNEAS

La verdad es que somos un pueblo con un gran sentido del humor, y así se demuestra por ejemplo en un correo electrónico que acabo de recibir de una querida amiga que he conocido precisamente a raíz de otro blog, para que luego digan que las nuevas tecnologías son perjudiciales. En este mensaje se incluye la foto que a la postre va a servir como ilustración al artículo de hoy, a la vez que se me sugiere este plato para las próximas navidades, informándome además  de que los griegos ya lo están preparando aderezado con una salsa de yogur.
Siempre se ha dicho que en épocas de escasez, se agudiza el ingenio, pues con la mala idea que en general tenemos todos, a partir de ahora va a ser un continuo reír con la mala leche del personal.
No hay que olvidar por ejemplo que cuando la censura era muy dura, existía una revista humorística, que muchos la habéis conocido, y otros solo de oídas, “La codorniz”, que se distinguía por sugerir más que por decir lo que la censura prohibía. Eran maestros del doble sentido, y de mencionar mediante la omisión.
También se puede recordar la época en la que triunfaba el cabaret y las letras picaronas. Como aquella que incluso llegó a cantar una joven Sara Montiel, disfrazada de inocente camarera, que se preguntaba porque todos los hombres le pedían “echa te, echa te, todos me dicen echa te...”
Por cierto, intentando hacer nuestro el plato de “zana-langosta” (en realidad “sana-langosta”) que se me sugiere para las próximas navidades, me imagino a un Martín Berasategui, mientras se frota las manos, seguramente con aviesas intenciones, y nos recomienda la langosta en cuestión sobre lecho de castañas del tiempo. Lo malo de este plato pasado por las manos del citado mago de la cocina, es que sí iba a ser el único de las próximas fiestas, sobre todo por lo que nos iba a cobrar, eso sí con la mejor de sus sonrisas, mientras nos recuerda una vez más que él es del pueblo y cocina para el pueblo.
Si pensamos además en toda esta industria de manipulación de alimentos para hacerlos por ejemplo “light”, cuanto más “ligero” es el producto, cuanto menos tiene del producto en sí, más caro es. Para que luego se diga que solo se agudiza el ingenio en épocas de escasez.
Aunque bien pensado, para imaginación la del gobierno, que nos está puteando por nuestro bien, y porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, aunque yo personalmente me he pasado semanas enteras intentando recordar cuándo hice eso, y estoy seguro de que tiene que ser aquella vez que la Nuri y yo fuimos a Punta Cana, y luego nos pasamos todo el año pagando, eso sí, en cómodos plazos a un banco al que luego encima le tienen que ayudar. Y nosotros seguimos pagando por ello, y los estudiantes del futuro, que con la educación que van a recibir, no van a saber ni escribir entre lineas, y a lo mejor es eso lo que se pretende.

*FOTO: DE LA RED


No hay comentarios:

Publicar un comentario