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viernes, 6 de septiembre de 2019

¿MANERAS HURACANADAS?


Sorprender a este vecino del mundo es cada vez más difícil teniendo en cuenta, en especial, de cómo está el panorama actual de que el que no corre vuela para hacerse con ese minuto de gloria  que las nuevas tecnologías, con sus redes sociales, brindan en cada momento en una especie de atalaya que parece invitarte a gritar en el Finisterre de lo todavía conocido
Por cierto, oí ayer que alguien ha definido a Twitter y similares como que cada vez se parecen más a quedarse sólo tras la última copa en un bar a las cinco de la mañana, y me parece acertadísimo.

Esta especie de reflexión con la que he comenzado este post, viene a colación a que hace dos o tres días, otra vez fui superado por unas imágenes de los informativos televisivos en los que se veía a “nuestro” cocinero y pica en el Flandes norteamericano, José Andrés, en una especie de auto-vídeo luchando con su O.N.G., contra todos los elementos naturales desatados en unas Bahamas de pesadilla a causa del huracán Dorian, y eso que en realidad él se encontraba todavía a unos ciento cuarenta kilómetros de distancia.
Me sorprendí a mí mismo diciendo delante del televisor un “¿Realmente es necesario todo esto?”. Y todavía me lo sigo preguntando.

No he oído a nadie cuestionándose este hecho, no el fondo en realidad, sino esas maneras de película catastrofista que en su momento, años setenta, se rodaban en un modernísimo, para entonces, TODD-AO Y 70 MM, que era como el echar la casa por la ventana en lo último de lo último.
Y comentándolo con un amigo como recurso antes de tumbarme delante de un psicólogo, éste me decía que “eso” son maneras a la americana, norteamericana en realidad. Y no le falta razón.
Porque nosotros, el españolito de a pie, es de ayudar, en realidad siempre somos de los primeros en apuntarnos a todo, pero más en el sentido de que “uno hace lo que tiene que hacer”, pero sin grandes alharacas, aunque luego salga el secretario de turno de un departamento de cualquier ministerio poniéndose la medalla también de turno.

Habrá que quedarse, ya para terminar, con ese socorrido “el fin justifica los medios”, pero a este vecino del mundo le seguirá chirriando algo en su interior…

*FOTO Y VIDEO: DE LA RED





sábado, 23 de septiembre de 2017

DON MARIO, ESE PEQUEÑO DIOS


Este vecino del mundo lleva un tiempo, ya mucho, quizá primero sorprendido, y cada vez más fascinado por la figura que representa Mario Vaquerizo en nuestro panorama actual.

Y este artículo viene motivado porque hace un rato, sobre las cuatro de la mañana, he abierto el frigorífico para coger una botella de agua muy fresca, y durante una fracción de segundo, he tenido la sensación de que al abrir la blanca y fría puerta del aparato en cuestión, iba a encontrarme con Mario, que tras una corta risita a modo de exclamación, me iba a decir, como si me conociera de toda la vida, lo fríos y pequeños que hacen últimamente los pisos, ese en cuestión.

Todo tiene parte, al menos, de explicación. El último programa que he visto hoy/ayer en la tele ha sido “Hipnotízame”, naturalmente, con Vaquerizo dentro.

Hay trabajos que creemos que hace mucho tiempo pasaron a mejor vida, pero que si lo pensamos bien, lo único que hicieron fue reconvertirse, y uno de ellos fue el de bufón.

Según la R.A.E. una de las definiciones de bufón sería “Personaje cómico encargado de divertir a reyes y cortesanos con chocarrerías y gestos”. Pero si modernizamos, o democratizamos un poco más el concepto, tendríamos algo así como “Personaje cómico encargado de divertir a todo bicho viviente, especialmente por televisión”.

No, tampoco he cogido el término “bufón” al azar ni por hacer daño, pero esa palabra tiene mucho de servilismo, de ser menos que quien le mira, y eso al menos pareciera ser el rol que hace mucho tiempo Don Mario ha adoptado, o los medios le han dado, vaya usted a saber.

Por otra parte, está esa famosa frase, tan española como un buen cocido de garbanzos, que dice ”Ande yo caliente, y ríase la gente”. Porque incluso la misma vestimenta de Mario, tiene mucho de “buhonero”, un nuevo Fagin de “Oliver Twist”, aunque lo único, y no es poco, que nos robe el bueno Del Vaquerizo, sea nuestra atención.

Hace apenas unas dos semanas se conocía la noticia en el mundo del cotilleo,  de que  Alaska y Mario Vaquerizo habían comprado la casa, se dice que por medio millón de euros, de su amiga Bibiana Fernández, que anda con problemas con Montoro, perdón  con Hacienda, así con “H” mayúscula, como los problemas que muchos están teniendo con ella.

Al enterarme de esa noticia, una gran sonrisa, cuando menos espiritual, afloró en mí.  Porque es una pareja que me cae bien, que son muy currantes, y que especialmente Mario Vaquerizo, ya es un pequeño Dios, porque está en todas partes, y como el junco que se dobla con el viento, y nunca se rompe, él al final aprovecha ese aparente “ser menos del que le está viendo”, para pasar por caja una y otra vez.

Vaquerizo, Don Mario, una persona que entre su trayectoria profesional ha sido representante de parte del famoseo nacional, puede tener mucho de extravagante, pero de bufón y de mirarle desde arriba, mientras sólo él quiera y le paguen bien. Incluso una persona con tantos amigos como él, por fuerza, no puede ser mala, no tiene tiempo material.


Vuelvo al frigorífico a dejar la botella de agua, y si ahora me encuentro de verdad con Mario, pues eso, no me importaría pasar cinco horas con él.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 1 de marzo de 2017

LA CEREMONIA DE LA CONFUSIÓN EN PRIME TIME


Puede que incluso para los que me sigan desde hace mucho tiempo, hoy pueda sonar a carca, derechón, aguafiestas, tele-predicador, o todo junto, pero si algo practico siempre es el decir lo que siento, y últimamente, en los medios de comunicación, especialmente en algunas cadenas de televisión, estamos asistiendo a la ceremonia de la confusión.

Se predica una cosa,  y por otro, se hace la contraria. 

Por un lado, se crean una serie de programas antibullying,  cosa que a este vecino le parece genial, y por otra, el mismo grupo, en otra cadena , el Canal Alegre (bautizado así por este vecino del mundo en contraposición a las lindezas que suelta a su competencia) lleva una política de realities, y de programas pseudo-informativo-shows, en los que claramente se practica la antropofagia cultu-sentimental, cercenando todo rasgo empático, y con odas a la tableta de chocolate física en los hombres, y al carácter “poligonero” en las mujeres. Con, además, colaboradores que tienen a gala no haber leído un libro en su vida, y sin embargo se permiten la ligereza de declarar y vender libros que se supone han escrito ell@s.

El Canal triste, bautizado así por la cadena anterior, también tiene lo suyo, y además, ha originado la gota de agua que ha colmado el vaso de este vecino del mundo.

"El Hormiguero" lleva mucho tiempo, dando una de cal y veinticuatro de arena, dándoselas de modernos, y que muchas veces lo son, estando a la vanguardia en muchos asuntos, y otras haciendo lo contrario de lo que predican con, por ejemplo, entrevista, gracieta, y un baño de pompas y bombo, a una Isabel Pantoja, que solo se “suelta” cuando ya tiene el campo en el que quiere convencer y vencer, acordonado y libre de todo tipo de minas dialécticas en contra, pero peca al creer que la audiencia tiene memoria de pez.

Lo de ayer, la entrevista-programa con Ernesto Sevilla y Pablo Chiapella fue una oda a la insensatez, a charla de bar a partir de la tercera copa, y concurso de comprobar quién la tiene más grande, en este caso, la broma, bromazo o falta de educación para con los demás.

No está el patio para dar cursos, cursillos o master-class, bajo la premisa, no dicha pero pensada por la mayoría, de que “haciendo lo que hacían, han sabido reconvertirse y llegado al estrellato”.

Luego se dirá que son los futbolistas quienes tienen que dar ejemplo entre sus seguidores, que también, pero todo aquel que tiene una ventana al exterior con seguidores fieles, al margen de que sean miles, millones o incluso tan solo cinco, debe de medir sus palabras y actitudes, cuando además su programa tiene una vitola de rompedor, y al que todo el mundo se pega por ir.

Cada uno tiene que tener “su metro” para medir las consecuencias de sus actos, pero muchas veces, ese metro puede ser manipulado por lo que ve en la televisión, y lo que es más grave, admira. Más tarde, a hechos consumados, nos rasgaremos las vestiduras, y como mucho, al margen de poner en tela de juicio, la educación familiar, incluiremos a sus maestros, pero dejaremos al margen a esos medios que todos los días nos bombardean con publicidad y maneras de comportarse.

Convendrá siempre tener presente la célebre frase: “Aquellos barros trajeron  estos lodos”. Y no estamos hablando del tiempo atmosférico, sino de nuestro futuro, del de todos. 

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 2 de diciembre de 2015

LOAS A UNO MISMO Y NOTICIAS SIN OJERAS


No me gusta el autobombo, nunca me ha gustado, pero lo de hoy de la Cadena Ser, y cada vez que sale “El estudio general de medios”, es como para cortarse las venas.

Me he imaginado a los locutores, porque por supuesto semejante noticia, no la podía dar uno solo, dándose besos en las manos y repartiéndoselos por las diferentes partes de sus cuerpos, en esos momentos seguro que prestos al orgasmo. De todas maneras, para las próximas veces este vecino del mundo recomienda que ya en lugar de dos locutores, pasen la información directamente, por ejemplo, al Orfeón Donostiarra y durante unos diez minutos nos deleiten con una multi-orgasmica banda sonora a PRISA.

Es que hay ciertas cosas que a este vecino le dan vergüenza ajena, como esas loas a uno mismo. Me declaro escuchante de esa cadena, y de la primera de Radio Nacional, según qué programa sea, pero hay cosas que me siguen rechinando cada vez que ocurren, y esto del autobombo a la hora de leer cifras es una de ellas, porque todos sabemos que hay maneras y maneras de enfocar cualquier noticia, como ocurre en una noche electoral, que preguntemos a quien preguntemos: todos han ganado.

Otro asunto es, por ejemplo, esa manía que tienen, la Cadena SER, y por supuesto, los otros medios de comunicación, de enviar a sus estrellas, como dicen ellos, allí donde ocurre la noticia. Porque, aún sin quererlo, están repartiendo estrellato a las noticias, o noticias de primero o de segunda. Mientras, seguro que el currela de siempre, otro que seguro que también tiene su carrera de periodismo, suponiendo que la estrella del programa sea periodista (y no va a ser este vecino del mundo quien haga distingos, sino que son ellos mismos quienes hablan un día sí y otro también de los advenedizos) se ha levantado a altas horas de la madrugada, eso si ha dormido, y los focos, como siempre, van a su jefe, o jefa, que seguro que está más descansado. Parece que la noticia debe de ser fidedigna pero nunca debe de tener ojeras. 

En realidad siempre he pensado que la figura de turno al acudir al lugar de la noticia se está haciendo una especie de "selfie" y, por supuesto, ya la noticia es él, o ella, allí.

Últimamente se está dando mucho eso de (y hablo de la radio, pero en los demás medios también ocurre) el locutor/presentador guía, que mientras pregunta a alguien, mediante exclamaciones, primeros planos si es televisión, o apostillas varias, va dejando huella de su opinión.

Este vecino del mundo considera que hay momentos para todo, y que si estás entrevistando a alguien, esa persona es quien debe de tener el protagonismo, y no la calificación codificada o no, que el comentarista estrella nos envía en todo momento. Tiempo tendrán de dar su parecer en un programa en el que ellos son los sumos sacerdotes.


Por cierto, y ya para terminar, esa manía que ha dado a alguna estrella, en este caso televisiva, de que cada vez que está preguntando, lo hace con una cara y tono tan agresivos, que te los imaginas dando descargas eléctricas al  entrevistado. Una cosa es intentar que éste no evada las preguntas, y otra restregarlas por su morro, como quien estampa una tarta de nata, al más puro cine slapstick de los años veinte. Lo importante nunca debería de ser la pregunta, sino en todo caso, la respuesta.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 9 de diciembre de 2013

CORTA Y PEGA

Por si no era más que evidente que se está terminando lo que se daba, con respecto a este año, la mayoría de los medios de comunicación ya han comenzado a hacer resúmenes. Y como se supone que eso lo irán preparando en el día a día, incluyendo las  noticias en diferentes carpetas creadas al efecto, ya solo queda el famoso “corta y pega” al que todos somos tan aficionados.
Ahora aparecerán las listas de, por ejemplo, la evolución de la economía mes a mes, lo que han dicho los diferentes partidos políticos, incluyendo el del gobierno, que iban a hacer y lo que han hecho en realidad, los premios literarios más importantes, las bodas del año…
Y es triste, pero el currito de a pie nunca aparece mencionado con nombres y apellidos, solo en un número acumulativo de parados, o engañados, o estafados…
Para el nuevo año, este vecino del mundo ha hecho el firme propósito de preparar sus propias carpetas mentales para saber a final de año, del siguiente: 
Los nuevos sueños, cumplidos e incumplidos, cantidad de nuevos amigos, los buenos momentos de cada día. Los lugares que te han hecho sentir que estás vivo, las canciones que te han enternecido, la poesía que has sentido como tuya. Los niños que has acariciado, aquellos ojos con los que has sido cómplice, la puesta de sol que has grabado en tu ADN. Aquellos objetos en los que pondrías el nombre de tu amada, el mundo que crearías, el mundo que cambiarías. Los momentos de tu vida que volverías a vivir, a las personas que pedirías perdón, y a aquellas que dirías las verdades del barquero. Los lugares que volverías a visitar, los lugares que quisieras conocer. Las promesas que todavía no has cumplido, las que ya cumpliste. Las promesas que te hicieron y que se quedaron en la esquina de los tiempos.
Por todas estas listas, y ya para terminar, este vecino del mundo propone que para el año que viene en lugar de practicar el famoso corta y pega, será mucho más sano, o menos pernicioso, practicar el corta y olvida.

*FOTO: DE LA RED