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martes, 1 de enero de 2019

PRIMERO DE AÑO CON CIERTO AROMA A NAUFRAGIO....




Me había imaginado que de hacer un post el primer día del año, seguramente mencionaría en algún momento el nuevo vestido Pedroche, y así va a ser, pero del meollo de la cuestión, lo que va a ser la chicha del post ni me hubiera imaginado porque viene a raíz de una noticia de la que este vecino del mundo se acaba de enterar.

En primer lugar, y sin ganas de crear misterios en algo que no lo tiene, diré, que si fuera amigo de Cristina Pedroche, personalmente le aconsejaría dejar de arriesgar en los vestidos “Uvas de Nochevieja”, porque el primero de ayer, peligros que tiene el tener una mente juguetona, me llevó a emparejarla mental e irremediablemente con un Tom Hanks de “Naufrago” mientras, quizás, su personaje todavía sufría delirios por su muela infestada. Y cuando alguien parece que está a medio vestir, o vestido con prisas, algo falla. 

Para otros dejaré el nombre de la diseñadora, tipo de telas y horas de taller que ya la prensa está incluyendo. Ya para terminar “tema Pedroche”, el segundo vestido sí fue más un acierto, y con cierto aire isleño además, dedicada, y por lo que tengo entendido, "patrocinada" por los Canarios.

Esta mañana mi reloj parlanchín, me ha incluido una noticia, gentilmente difundida por ¡HOLA! en la que anunciaba que Ricky Martin ha sido nuevamente padre, esta vez de una niña.

Últimamente a ciertos famosos parece que los niños sí les llegan de París y por correo certificado con una facilidad que al menos desconcierta en el momento en el que sale a la prensa.

Ya se sabe que Ricky, el Señor Martin, es un buen amigo de Miguel Bosé, y quizás influido por este pensamiento, y por lo ocurrido recientemente en la vida privada del cantante hispano-panameño, o como sea ahora el punto en que se encuentran sus papeles, ya que debe de residir en estos momentos en México, me pregunté si la hija será solo del portorriqueño, o con su pareja, porque al final, y como se decía antes, si tarifan quizás nos llevemos una sorpresa y cierto tufo a esperpento... 

Al final, ya se sabe, la culpa es del que mira, que siempre, siempre es un malpensado. Porque ciertos famosos nunca hablan de su vida privada, solo te venden la moto de su sencillez cuando tienen un nuevo trabajo, que por esas casualidades de la vida, es el mejor.

Sigo padeciendo un cierto aroma a naufragio... espero que sólo por la visión de un vestido. Sí, seguro que más de uno, y una, me llamarán, como mínimo, malpensado, y es que como decía la canción "Soy rebelde porque el mundo me ha hecho así..."

*FOTO: DE LA RED


lunes, 1 de enero de 2018

ADVERTENCIA PARA UN NUEVO AÑO...


He comenzado el nuevo año arrasando. Lástima que no haya llamado al notario para que levantara acta de que estoy cumpliendo con una de esas ¿promesas inconfesables? de principio de cada año y que nunca terminan bien.

Estoy leyendo un libro, bueno, en realidad ya viene de hace unos pocos días del año que ha costado que pasara, porque se ha hecho muy, muy largo. 

El nombre del libro, como la editorial no me va a pagar nada no lo digo, pero lo importante es el hecho en sí. Siempre se ha dicho que un gesto se convierte en hábito a partir del día 21, esperemos conseguirlo.

Siempre he tenido el hábito de leer, pero lo que ocurre es que cuando paro una novela, prácticamente casi todas, y con la sensación de que los personajes paran también conmigo, y en muchos casos puedo elevarlos a la categoría, sino de parapléjicos por el lapso de tiempo, sí tengo la sensación de que han olvidado lo que estaban haciendo para cuando continuo la lectura, y tengo que comenzar de nuevo.

De todas maneras, siempre he tenido la sensación de que cuando preguntas a los demás si tienen el hábito de leer, ocurre como con los documentales de la 2. Te cuentan su deseo pero no la realidad.

La buena caminata la realizaré, hoy al menos, por la tarde, y si sigue el mal tiempo, ya mañana comenzaremos con esas promesas íntimas totalmente en serio.

Aunque llevaba un buen tiempo leyendo esta mañana, y ya lo he relatado en mi Facebook y en Twitter, me llama mi vecina sobre las doce y media, me pide un poco de perejil y me pregunta si estoy viendo el Concierto de Año Nuevo, o sino acostumbro a hacerlo cada año. 

Para el nivel mental de un sufridor de Cena de Nochevieja con sus correspondientes vasos y copas, demasiadas preguntas seguidas. Le contesto con una sonrisa, que el mío, mi concierto, lo acabo de interpretar en mi cama, concretamente el Opus 1 para trompa y ronquido. Ya al abrir la puerta, no le he visto ningún atisbo de humor, por lo que se ha ido confundida, y por supuesto sin perejil, que no me toquen la isla.

No seréis tan ingenuos como para haber creído que de un día a otro, aunque cambie el año, se puede cambiar tanto aunque se quiera. Los tics todavía quedan.

Ya con conocimiento de causa, el 2018 ha comenzado:

¡Feliz Año Nuevo!, y nunca os confiéis, nuestros “YO” anteriores siempre estarán al acecho para intentar reconquistarnos. 

Como se decía en aquella famosa película: YA ESTÁN AQUÍ...

*FOTO: DE LA RED


domingo, 31 de diciembre de 2017

DE UN AÑO QUE SE VA Y OTRO QUE VIENE...


Hoy, 31 de Diciembre, a pocas horas del cambio de año, es momento de hacer una especie de repaso de lo que dejamos atrás y de lo que nos podemos encontrar en el año que casi se vislumbra.

Ni este vecino se propone hacer una larga lista de personas que nos han dejado en este año que se va, de primeras recordaré a ese Chiquito de la Calzada y a Don Ángel Nieto, que ya por derecho propio han pasado al plano de leyendas, ni sucesos que han ocurrido.

Solo diré sin ninguna sombra de duda de que este año, y así en general, siempre desde mi punto de vista, por supuesto, ha sido el peor año de muchos, encabezado por el “asunto catalán”, pero que ha dejado al desnudo más evidente nuestras carencias políticas: personas que se vistan por los pies y que no miren ni a su partido, ni lo políticamente correcto. Lo mismo que en temas monetarios siempre toman partido, y nunca mejor dicho, por favorecer a esos que siempre están en la sombra y que cuando se jubilen de la política, previsiblemente les otorgarán buenos puestos en empresas rentables y que si no lo son en un momento dado, ya nos haremos cargo de esos destrozos, como pueblo leal y silencioso, a la hora de velar por nosotros en general, les tiembla todo y no saben si van o vienen, y se escudan en referéndums que nunca llegarán.

Con respecto a la mujer, así en general, seguimos con esa lacra de la violencia machista, y que a la postre, está dejando más muertos que el terrorismo. Tristemente este vecino del mundo sólo le ve solución a un largo plazo,  y mediante una educación de los padres, y no neguemos la evidencia, de una educación materna que equipare a sus hijos y sus hijas.

De todas maneras, algo se ha movido a nivel mundial con ese desenmascaramiento de productores de moral muy corta y manos muy  largas, y esa realidad paralela en el que todos los del mundillo lo sabían, y nadie hacía nada. No olvidar que en pequeña escala también en España ha habido dedos acusadores. Es un buen comienzo, aunque siempre muy tarde y lento.

Y para empalmar con esa parte tradicional de este día, Nochevieja, de balances y propósitos, utilizaré una de las acepciones que tiene la palabra “balance”, tal cual pero en inglés, y que significa “peso”, la maquinita que casi todos tenemos en nuestro cuarto de baño, y que nos delata tras una buena juerga, o colección de ellas…

A este vecino del mundo, no le ha quedado más remedio, que rendirse a la evidencia de que para una vida más sana es necesario un buen control de peso, y ya está en ello. Más de una vez, es consciente, ya he dicho lo mismo, aunque está seguro, o casi, de que éste será el definitivo. Y por ahora, aunque en un mes ya ha perdido siete kilos, está en la fase en la que todavía se acuerda del chiste, ese en el que a la pregunta del paciente sobre si  haciendo régimen va a vivir más, su doctor le contesta que al menos se le va a hacer mucho más largo.

Lo importante en este trance de abandonar un año y comenzar el siguiente, es encararlo, sin miedo, y con una gran sonrisa. Sin miedo, porque no tenemos nada que ocultar, y con una gran sonrisa, porque ésta al menos desconcierta, y ya tenemos algo ganado y que mina fuerzas del adversario, que lo es desde el momento en el que viene para encararse con nosotros y nuestras vidas.


¡Feliz Año 2018 y que nuestra fuerza (nada que ver con los mundos creados por George Lucas) siempre nos acompañe!

*COMPOSICIÓN: DE LA RED Y DE F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

domingo, 24 de diciembre de 2017

UNA BUENA NOCHE PARA TODOS


Hoy día 24 de Diciembre, Nochebuena, es de una obligatoriedad solemne, aunque en este caso concurre además, una necesidad casi de epidermis, el desear a todos unas Felices Fiestas de Navidad.

No sé vosotros, pero a mí cada vez que alguien me lo desea, y más en la zona de Bilbao que es donde me muevo estos días, tengo la sensación de que seguirá con “... y para demostrarlo aquí tienes un cheque de mil euros para gastos, y si te hace falta más, pues ya me lo dirás”. Y es que decir, simplemente hablar, no cuesta dinero.

Por otra parte, estoy muy preocupado porque por primera vez vamos a cenar sin ningún cuñado, y , bien pensado, tiene mucho riesgo, porque al final no existirá ese chivo expiatorio al que cargarle con todos los males.

Llevo un buen rato buscando en las páginas amarillas “alquiler de cuñaos”, y he descubierto, como se dice ahora, que puede ser un gran nicho de mercado en momentos como el presente… Una startup de esas que ofrezcan cuñaos en buen estado para todo tipo de circunstancias.

Por cierto, y esta noche en horario de máxima audiencia, va a hablar un año más, como dicta la tradición, el primero de los españoles (para que luego vayan diciendo algunos, que todos somos iguales; porque si hay un primero, tiene que haber un “último”, y me da que nosotros seguro que estamos por esa zona) para desearnos unas felices fiestas y seguro, no hace falta ser vidente para ver lo evidente, y tal como está el asunto catalán hablar sobre el mismo.  Tampoco sería muy extraño que el Rey diera su discurso como quien no quiere la cosa con una barretina en su cabeza, a modo de guiño o polvos “Talco” para intentar suavizar el escozor independentista. Que por cierto, el Señor Puigdemont ha intentado convertir el discurso del monarca en una especie de discos dedicados, apuntando desde su cortijo, llamado Bruselas, lo que debería decir esta noche, y los perdones que debe de pedir.

Como aquí nadie da puntada sin hilo, tampoco sería de extrañar, que si el monarca le hiciera caso, luego Puigdemont de Bruselas, intentara pasarle la minuta como colaborador del discurso, y a partir de ese momento ya tendría algo más que exigirle, pagarle lo que le debe.

Esta Nochebuena, junto con la Nochevieja, sirve también para recordar todo lo bueno y lo malo que nos ha ido pasando durante el año, planteándonos, como no puede ser de otra manera, nuevos propósitos para el año que en una semana nos visitará para quedarse. 

En realidad serán, más o menos, los mismos deseos que los planteados el año pasado, y que por culpa de los demás, siempre los demás, no los hemos podido cumplir. Pero seguro que del año que viene no pasa.

Debe de desaparecer obligatoriamente, por ejemplo, esa "tripita", dicho ésto con mucho cariño porque es la tuya; porque si fuera la de otro, y trabajaras en aduanas le exigirías el número que todo container debe de llevar marcado. Y con respecto al gimnasio, este año aparte de ir a su bar, debes armarte de valor y completar, al menos, la primera tabla, mientras el notario se encarga de tomar acta del día y la hora.

Este vecino del mundo nunca se ha creído "enseñante" de doctrinas, sino solo comentarista de aquello que le gusta o disgusta, y que cree que el breve comentarlo puede ayudar a que todo tipo de asuntos sean considerados desde otro punto de vista. Y si al final en la cara del lector se ha dibujado una sonrisa, mejor que mejor. Siempre me ha atraído más la idea de la sonrisa a la de la carcajada plena, por aquello de sólo la insinuación...

Dentro de muy pocas horas, las calles de los pueblos en Euskadi estarán llenas de Olentzeros en busca de su público menudo. Solo es uno, pero estará en todas partes por aquello de sus franquicias, ya que de todos es sabido que también tiene mucho que ver la economía en todo ésto.

De todas maneras, los niños, desde su inocencia, siempre son los que hacen la mejor lectura de todo. Ayer en uno de esos reportajes televisivos que se hicieron desde Bilbao, un niño decía que lo que había pedido si para el Olentzero era mucho, ya que no deja de ser un simple carbonero, que ya se pondría en contacto con los Reyes Magos para que éstos, se supone que más pudientes, se lo llevaran.


Desde esta atalaya desde la que este vecino del mundo observa y toma nota, quiero desearos paz y amor, nada material, porque  por ahora al menos, con eso no hay que confesarse con Montoro y su máquina de recortar. Lo inmaterial, los sentimientos, al final es el mejor de los tesoros. La calidez de un abrazo sentido, unas pocas palabras cómplices es, al final, lo que importa; lo que da abrigo y hogar en un mundo frío e impersonal.

*NOTA: COMPOSICIÓN EFECTUADA SOBRE EL ÓLEO "MARINA DE UN AZUL DONOSTIARRA", DE PATXIPE.

miércoles, 4 de enero de 2017

ESE MOMENTO "AVA GARDNER"


Si por algo se caracteriza esta época es la de mostrarlo todo sin que se deje nada a la imaginación, y no estoy hablando de sexo, …o sí. Por ejemplo, la cantidad de famosos que han compartido algún momento de su Nochevieja, en su cena, ágape, o cotillón mediante las redes sociales. Como si por un momento quisieran abducir a sus followers/seguidores, nos llevan, sin ningún tipo de preaviso, o petición de permiso, a la sala donde ellos se encuentran, con ese aroma a jamón del bueno, caldos de bodegas famosas, y cuando ya estás aterrizando en el evento, te dan una patada de vuelta, eso sí, con una sonrisa a sabor tres estrellas Michelín. Y te quedas, no compuesto y sin novio, pero sí sin famoso.

Agradecer que ninguno de nuestros famosos haya tenido la humorada de enviarnos imágenes haciendo “pos” mientras dicen eso de “Desde el Hotel Tal, cinco estrellas super-lujo, que, por cierto, está que te ca--s“.

De todas maneras, este vecino del mundo, que es de hacerse muchas preguntas, se cuestiona si las apariciones en Instagram, por ejemplo, iguala al famoso con el resto del mundo, o abre más esa brecha entre, se supone, el rico y el pobre. Aunque, bien pensado, hace tiempo que quedó caduca esa idea de que el famoso tiene que ser, por bemoles, rico. Ahora hay mucho famoso por ser sólo famoso, y de eso no se puede vivir.

La de ahora, es una época muy complicada. Hoy (el día en que precisamente han salido los datos del paro, en su cuarto descenso anual consecutivo y el mayor de toda la serie histórica, iniciada en 1996, según ha informado el Ministerio de Empleo y Seguridad Social) tener trabajo no asegura que no estés pasando hambre, y mucho menos estrecheces económicas. Lo mismo que ser político asegure que te estés dedicando con todas tus fuerzas al servicio público.

Hoy, el que cree que está triunfando, es más de fogonazo de flash e inmortalizar el momento que guardarlo para sí. No sirve de nada el sentir el triunfo o la gloria, los demás lo tienen que saber. Visto desde este punto de vista, Luis Miguel Dominguín, torero y famoso donde los hubiera desde los cincuenta a los noventa, y por cierto padre de otro famosísimo, Miguel Bosé, fue un adelantado, lo que ahora se denominaría como “gurú del famoseo”. Consiguió acostarse con una Diosa de su época, Ava Gardner, pero “eso” de por sí no le servía de nada, si no lo contaba a sus amigotes…, como así lo hizo.

Cada uno, en la actualidad, tiene su Momento Ava Gardner, y lo publicita en cuanto puede …

Todo / Nada ha cambiado con los años… Quizás, como en el cine, la vida ahora solo se trate de un remake, eso sí, mejorado y aumentado.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 1 de enero de 2017

MOTA, JOSE MOTA, AL SERVICIO DE ... LA INTELIGENCIA


Muy pocas cosas pueden hacer que este vecino del mundo, todavía con los efluvios de una Nochevieja que se prolongó hasta las tantas, pueden hacer que abandone las mantas cuando estaban cogiendo calorcito. Pero lo de Don José Mota ayer es incluso para estar en vela una eternidad para recordarlo.

Nunca me gusta comparar porque siempre se tiende a ser injusto con alguna de las partes, pero lo de Mota ayer es de lo mejorcito en programas de ese estilo, incluso de los de él mismo, durante muchos años.

En primer lugar, advertir que este vecino del mundo se enfadaría y mucho si alguien se refiriera a José Mota como “el humorista”, que lo es. Pero “humorista” es una especie de cajón de sastre donde se incluye desde al chistoso, al que se cree chistoso, al que cuenta chistes, al gracioso que se lo cree, y al que lo es. Pero el de Montiel, es ante todo, y que se sepa, un gran actor, de los que nacen con la interpretación en las venas. Ayer hubo momentos en que al ver, en el mismo sketch, la misma cara en diferentes personajes, a este vecino le vino a la mente alguien como Peter Sellers, que en varias de sus películas, hizo más de un papel, como en “Teléfono rojo, volamos hacia Moscú”, de Kubrick,1964. Y como se puede comprender, mis recuerdos me llevaron no precisamente a cualquier cosa.

Porque si José Mota, Don José, lleva ya mucho tiempo consagrado en una primera división actoral, y su paso por las manos de Alex de la Iglesia, ya lo evidenciaron, lo de ayer ya es otra cosa, otra liga, la que él quiera.

El programa de ayer, Operación And the andarán, eleva la figura de Mota a límites extremos, porque haciendo una crítica despiadada al panorama político nacional, consigue, sin que nos duelan prendas, dar un varapalo, sin salvar a nadie, ni de izquierdas ni de derechas. Como la escena de huir de la isla en una balsa, clara alusión al “cifostio” político que nos ha tenido en tensión durante un año de nuestras vidas. Pero, ojo, en el reparto de leña del Señor Mota tampoco sale indemne el espectador, el pueblo en general, que traga carros y carretas, y prefiere creerse cualquier cosa, antes de mover un dedo.

Está claro que en todos los estamentos del panorama nacional, el Señor Mota, y sus programas especiales, han calado hondo, y no hay nadie, aunque alguno habrá, que se resista en caso de invitación previa ,a hacer un cameo y dejar su impronta. Y quizás en este tema, pueda ver este vecino el único “pero” a destacar.

La cantidad de caras conocidas que inundan los diferentes sketches, puede hacer, que el ánimo de descubrirlos por parte del espectador, en ocasiones le despiste de la trama, y de ese chiste rápido, que se lo ha perdido, por parpadear. Pero, claro, todo es cuestión de opiniones.

Personalmente, creo que ninguno de los personajes aludidos, ni ayer, ni en otros de los programas de José Mota, se pueda quejar, porque si por algo destaca es por la humanidad y cariño que pone en cada de los personajes que crea, y que en el fondo estás convencido, que si buscas en las pupilas del personaje, encontrarás a ese niño que todos llevamos dentro.

Don José Mota, eleva al castellano, y sus derivados léxicos, a lo más alto, haciendo que el mercado inglés, por ejemplo, se pueda tirar de los pelos, por tener que perderse algo de tanta calidad. Porque ese sabor manchego que desprenden mucho de los diálogos de Mota, se perderían en la traducción, ese “Lost in translation” del que hablaba la película de Sofia Coppola.

Si te perdiste el pase de ayer (me imagino que lo volverán a repetir), búscalo por internet en RTVE, porque te estás perdiendo “HISTORIA”, así, con mayúsculas.

Aunque me imagino, y ya para terminar, que José Mota tendrá cosas más interesantes que hacer, que leer este post, quiero darle las gracias por todo, especialmente por existir. Lo de ayer fue un gran momento en el que se paró todo, solo estaba el programa, y eso es muy de agradecer.
 
*FOTO: DE LA RED

viernes, 30 de diciembre de 2016

AQUELLA NOCHE QUE NO TE DEJARÁN OLVIDAR...


Es como si los últimos días del año, desde el punto de vista de “relaciones públicas” se nos amontonara el trabajo. ¡Es agotador! Porque la mayoría de las veces, a no ser que la otra persona sea muy íntima, y hayas quedado para la mismísima Nochevieja, para el resto de amigos y conocidos varios, cuando faltan tres o cuatro días, ya te vas despidiendo de ellos de manera cuidadosa, con abrazos y besos incluidos, por aquello de si no les vuelves a ver en lo que queda de año, eso sí, bajo la apariencia de que es para siempre jamás. Y se han dado casos, sobre todo si ella es guapa, tirando a rompedora, que uno tiende a intentar volver a verla, para despedirse efusivamente otra vez, y volver a abrazarla y, naturalmente, besarla, por si se hace verdad aquello de que “el roce hace el cariño”.

Este vecino del mundo está convencido de que en estas últimas madrugadas, las calles de nuestras ciudades están llenas de gente buscándose unos a otros, con el secreto deseo de orgías llenas de abrazos, besos y… lo que surja.

 Y eso, antes de terminar cualquier año, incluso éste, con lo mal, en general, que se ha comportado, porque el día después y sucesivos, sin fecha de caducidad, incluso hasta casi el fin del próximo, si optas por salir a la calle tras la opípara, se supone, cena y te tomas unos cuantos tragos hasta alcanzar el grado de trompa, borrachera, merluza, o cualquiera de los estados que indican que estás empapado en alcohol, tú no habrás visto a nadie, pero llegarás a la conclusión, al cabo del tiempo, de que no solo los allegados te vieron en un estado lamentable del que solo se salvaba tu amplísima sonrisa y tus ojos que parecían mirar a la lejanía. Pero, visto lo visto, tus ojos no debían de detectar nada, porque al parecer, y por la mucha gente que te vio esa noche, debiste de poner el cartel de “no hay billetes” en el teatro más grande de tu ciudad, aunque tu actuación, por lo que se desprende, debió de ser lamentable. Y te reafirmas, íntimamente, en lo mucho que a la gente le gusta el morbo, incluso a ti, pero que desgraciadamente esa vez, como si te hubieran sacado cuernos, has sido el último en enterarse…

Ya para terminar por hoy, por si no nos vemos, o no os puedo ver, hasta el año que viene…

¡Muchas felicidades, y Feliz Año Nuevo!
 
*FOTO: DE LA RED
*TEXTO EN FOTO: F.E. PÉREZ RUIZ-POVEDA

 

sábado, 24 de diciembre de 2016

SOBREVIVIENDO A LA NOCHEBUENA, QUE NO ES POCO...


En apenas hora y media, la mayoría de las fachadas de nuestras casas irán denotando, a través de sus ventanas, primero iluminaciones variopintas, y más tarde ir y venir de siluetas, primero en actitudes serenas y luego, seguramente, siluetas entremezcladas difíciles de contar desde la distancia y, en ese momento, desde esa misma distancia, más fáciles de oír.

 Ya La Navidad es un hecho. Si sabes algún villancico, quizás es el único día en que se pueda cantar si está dedicado a la Nochebuena, por aquello de la coherencia. Y mañana, ese tan famoso, del 25 de Diciembre, fum, fum, fum.

Una sugerencia, no intentar escudriñar en la letra de la mayoría de los villancicos, porque no hay ningún mensaje encriptado, y a simple vista, u oído, tampoco. Luego seremos los que pediremos coherencia y buenos mensajes en las canciones de moda, cuando hemos mamado, así es, sin paños calientes, de canciones populares, todo lo entrañables que queramos, pero más simples que el encefalograma de cualquier Pequeño Nicolás de turno.

Además ese villancico, sea cual sea, nos servirá, es muy probable, para intentar acallar al familiar de turno que te está produciendo, primero un leve dolor de cabeza, y luego ya, sin tapujos, un ataque de nervios; ya que te pongas donde te pongas en la mesa navideña, siempre te va a tocar a ti el más pesadito

Estos últimos días, tanto en las redes sociales, como en los programas de radio, a este vecino del mundo le ha aparecido entrever una descarada campaña en contra del “cuñao”. Pero ten en cuenta, que tú también es más que probable que si ahora todavía no lo eres, en un futuro próximo serás cuñado, o cuñada. El problema quizás radica en que la familia no se elige, te viene dada. Serían los amigos, que en un argot político serían tus representantes legales para lo bueno o para lo malo, ya que son los elegidos libremente por nosotros. Y lo que es más, si quieres acercarte un poco  a tu yo, visto desde fuera, analiza a los amigos que tienes, dirán mucho de ti.

Si La Nochevieja es el momento de las estadísticas, y de los nuevos propósitos, para el año que comienza, la Nochebuena, hoy, es un día más cercano a la piel y al corazón, a los sentimientos, a los recuerdos, a tu niñez. Y a darte cuenta, como siempre, que la imagen que te venden de este día: noche entrañable nevada, y con ojos llorosos de recuerdos y sorpresas de última hora, la mayoría de las veces no concuerda con la realidad. Y especialmente, al día después en que, seamos serios, tienes un pensamiento más cercano al: He sobrevivido a la Nochebuena, a esa chuleta, que ya era la tercera,  y nunca la tenía que haber comido, y a ese familiar plasta que siempre me toca a mí.

Y quizás para la próxima cena, ya te armes de valor y vayas directamente como siempre has querido ir: Con un salvavidas al cuello, por aquello de disfruta, pero seguro. No sea que esa familia que parece tan sólida y cuerda, se convierta en un nuevo Titanic, y a ti, siempre a ti, te confundan con un componente de la orquesta, y te exijan quedarte hasta el final. Porque la lotería ni te ha tocado, ni te va a tocar, pero los malos momentos…


Por cierto, y ya para terminar, una sugerencia: Mejor si el Rey, en su próximo discurso, lo lee en tercera persona, pero disfrazado de la criada que encarnaba Gracia Morales, y diciendo: El señorito dice ...
Sonaría a más verdad, por lo menos para algunos, y sería una buena estrategia comercial, como muchas cosas en este país, para vender el producto.
FOTO: F.E. PÉREZ RUIZ-POVEDA

miércoles, 1 de junio de 2016

JUNIO, EL TEOREMA DE LA VIDA, Y EL FUTURO SEGÚN DON IÑAKI


¡Ya estamos en Junio!, y como quien dice todavía tengo en la retina el no-vestido de Cristina Pedroche de la Nochevieja pasada que, por cierto, con lo complicado que tiene que ser ese tipo de vestidos para que con tan poca cosa poder tapar tanto, me da la impresión que sí este año es también la encargada de dar las campanadas, poco a poco ya tendrán que ir vistiéndole, o desvistiéndole, o vaya usted a saber qué.


Con lo rápido que va todo,  especialmente a medida que nos vamos haciendo mayores, se podría hacer una especie de Teorema en el que: La velocidad de la vida es directamente proporcional a la cantidad de años que el sujeto paciente, va acumulando.


En nuestro particular año de la marmota, ahora a los partidos políticos les ha dado por decir, especialmente al PSOE, que si es por ellos, no va a haber unas terceras elecciones. Será por el miedo de que se cumpla ese famoso “no hay dos sin tres”.


Debe ser la manera que tienen los políticos de decirnos “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir ...” , por muy monárquico que nos pueda sonar, especialmente en boca de un socialista. Aunque el Señor Pedro Sánchez, y tras las palabras de un Iñaki Gabilondo como siempre “sembrao” en el que según "la promesa de Sánchez, describía un futuro en el que el Partido Socialista se abstendría para que Rajoy continuara en la poltrona, se ha desdicho, o ha dicho “digo” o “Diego”, o le han asesorado mal, o vaya usted a saber.



Por cierto, al oír las predicciones de Don Iñaki Gabilondo, este vecino, que mientras algunos tienen memoria fotográfica, él la tiene cinematográfica, se imaginaba un futuro cercano (posterior al 26 de Junio), muy parecido a los escenarios mostrados en “Blade runner”, oscuridad, lluvia y una sensación de sentirnos desangelados. Aunque esta sensación última, creo que ya nos acompaña desde hace mucho tiempo, con un frío además que en lugar de calarnos hasta los huesos, nos ha calado, a muchos, en nuestras cuentas corrientes, y que intentando tomarlo con humor, de corrientes ya solo tienen el nombre.


Mi padre siempre solía decir (creo que lo oyó en una película): La vida, que antes de empezar, termina. Pero el problema es que ahora no termina, sino que entre unos y otros "la ayudan a acabar", y que encima, te parezca muy, muy larga.


*FOTO: DE LA RED

lunes, 4 de enero de 2016

A LA SOMBRA DEL MARQUÉS DE LEGUINECHE



Más de una vez me acuerdo de gente como Rafael Azcona y  Luis García Berlanga, y me pregunto que si vivieran ahora qué opinarían de todo lo que está ocurriendo. Tal vez pensaran, sería terrible, que todo lo que habían escrito o rodado había quedado obsoleto en unos pocos años, precisamente, por la ineficacia, improvisación, desidia, envidia y, especialmente, por una palabra que ellos sabían utilizar muy bien, “la descojonación”.


Su cine siempre fue muy arriesgado, con miradas pícaras y llenas de mala leche de la sociedad que les rodeaba, especialmente cuando crearon el mundo del Marqués de Leguineche, en aquella "Escopeta Nacional", y las dos continuaciones; y su extraña, cuando menos, colección de pelo, en un Leguineche ya desaforado... pero lo de ahora, la realidad de ahora es para ellos como pasar a  La guerra de las galaxias de la insensatez. Con un todavía presidente en funciones, que parecía estar, en sus discursos mitineros,  a un segundo de la dislexia.


Por eso, al verle hoy en esas imágenes bailando desenfrenadamente  “Mi gran noche”, en lo que se supone es la celebración de su “Nochevieja”, lo que sobraba precisamente era la música de fondo, porque el “tesoro” hubiera sido poder captar lo que hubiera dicho en persona, su letra particular, pues precisamente sus letras es lo que nos ha traído hasta aquí, ya que desgraciadamente la música siempre la han puesto otros, especialmente desde Alemania, con una Angela Merkel como excelente concertista, siempre barriendo para casa, la suya naturalmente.


Aunque votar a favor del Señor Rajoy, Don Mariano, en parte es tener buen humor, con frases tan ocurrentes, o al borde de la locura como "Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde", o esa otra que, como mínimo, quería ser una especie de reafirmación patria "Los españoles muy españoles y muchos españoles”.


Si hasta ahora ya no nos importaba, al menos eso parece, ni enterarnos de su programa electoral, porque nadie cumple nada, de ahí se ha pasado a no escuchar nada, solo así se pueden admitir frases solo dignas de un  monologuista analfabeto y extasiado, por tomar, claro, éxtasis.


Y por si los Señores García Berlanga y  Azcona no tuvieran suficiente con el alma de un Rajoy en racha, lo de los catalanes jugando al separatismo en un día de la marmota que ya va para varios meses, bien mereciera una de las frases de ese cura facha encarnado  por un grande como fue Agustín González que hubiera dicho “lo que yo atare en la Tierra, no lo separa ni Dios” mientras busca al altísimo con la mirada.


En días como el de hoy, en que este vecino del mundo es presa de un gripazo, de impresión de esas de 3D, da ganas de tomarse pastillas de todos los colorines para olvidarse de dónde viene y a dónde va, y solo se le ocurre decir aquello que en su momento los jueces dijeron en la sentencia del yerno de los “Urquijo”, Rafael Escobedo, y que en su momento se hizo tan célebre, al reconocer que él había sido culpable…solo o en compañía de otros, o lo que viene siendo otro vicio nacional: tirar balones fuera. 

*FOTO: DE LA RED.




miércoles, 24 de diciembre de 2014

¿ES NAVIDAD? BUSCO A MÉRIMÈE

Cada vez que llega Nochebuena mi cuerpo se decora, como un árbol de navidad cualquiera, de recuerdos de la infancia, cuando cada nueva fiesta se cubría de misterio e ignorancia. Días de celebraciones en una casa llena de gente, que aunque son jóvenes, en realidad son viejos para mí, para un niño de siete u ocho años.
Grandes cenas de platos humildes alumbradas por una simple bombilla, todavía la fluorescente debía ser o un lujo o una utopía. Y entre plato y plato, jolgorio de altas voces y conversaciones para adultos.
Todavía estaba la sombra, alargada, siempre alargada, de una guerra de la que nadie hablaba. Solo se mencionaba, como recordatorio, la época del hambre y del estraperlo.
Hoy la Nochebuena se sigue celebrando en familia, el que tiene, y al que llaman. Nochevieja es quizás, para algunos, más de amigos. Ya se sabe eso de que la familia se tiene, y los amigos se eligen, o te eligen.
Dentro de muy pocas horas, las calles de los pueblos en Euskadi estarán llenas de Olentzeros en busca de su público menudo. Solo es uno, pero estará en todas partes por aquello de sus franquicias, porque también tiene mucho que ver la economía en esto.
Lo mejor de las Navidades es ese símbolo de esperanza y de posible cambio que significan. Cambio, quizás, en nuestra manera de vivir y en el que los hados, esperemos, nos sean propicios, y se acuerden de nosotros para bien. Porque en el fondo no podemos dejar de ser egoístas, y pedir, y pedir, aunque solo sea esperanza.
Ahora además, estamos atravesando una época, que esperamos no sea LA ÉPOCA, así, en mayúsculas, de siempre jamás, en la que está mal visto quejarse, porque sabes que hay gente que está mucho peor que tú.
Ésto, la crisis, es como un accidente de coche, que si quieres ayudar quizás tienes que comenzar por los que menos se quejan, porque no tienen fuerzas ni para quejarse de lo mal que se encuentran.
Desde esta atalaya del vecino del mundo solo quiero desearos paz y amor, nada material porque eso hay que cotizar y al final siempre está Montoro con la guadaña, dispuesto a recortar. Lo inmaterial, los sentimientos, al final siempre es lo mejor. La calidez de un abrazo sentido, de unas pocas palabras de complicidad, eso en realidad es lo que importa. La complicidad y el entendimiento en un mundo frío e impersonal.
Mientras cenamos esta noche, os deseo que una fuerte nevada de paz y amor os cubra con su manto hasta las próximas navidades, sirviendo de salvoconducto en todo tipo de desventuras.Quizás no me entendáis, lo importante es la empatía, ya se sabe, pero a mí me gusta desear las navidades siempre a mi manera, “my way” como dice la célebre canción, y por eso os deseo FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO MÉRIMÉE, que para muchos solo será un escritor francés, y para otros el absurdo de una frase, tan absurda como la utopía, y la esperanza. Porque, quizás, lo importante no es la forma, sino el fondo.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

jueves, 18 de diciembre de 2014

NO SIEMPRE ES CUESTIÓN DE BOLAS

A este vecino del mundo siempre le han encantado las navidades, aunque considera que para él al menos siempre han sido un poco descafeinadas. Ni ha nevado nunca, en el lugar en el que me he encontrado, hasta quedar casi incomunicados, ni los vecinos salen por la noche con una sonrisa en la boca, abrazados unos con otros y tocando una zambomba, si es Nochebuena, y con gorrito y serpentinas en el pelo si es Nochevieja.
Nunca he tenido unas navidades de manual, y ya desde que me enteré de que los Reyes Magos en realidad no tenían sangre azul, ya me entendéis, la cosa fue a peor.
Pero quizás el punto culminante de desprestigio para las Navidades, y anticipo que ya sé que es una tontería pero a la larga me afectó, tanto como puede afectar la gota malaya, es cuando me contaron el chiste del árbol de navidad y el cura. Me imagino que ya muchos lo sabréis.
¿En qué se parece un árbol de Navidad a un cura? Pues tan sencillo como que los dos tienen las bolas para decorar. Aunque visto lo visto con todo lo que tiene montado la Iglesia últimamente, mejor no menearlo. Me refiero al tema, y no a las bolas, claro.
Y quizás esa cierta desazón con respecto a las navidades venga a que la mayoría de las veces, y como todas las fiestas en general, son simplemente de atrezo, de bolas vacías, sin testosterona en los abrazos. Fiestas en las que lo importante siempre es la forma y no el fondo. Como diría mi madre, vestirse “de tiros largos” y sentimientos cortos.
Y eso, sin hablar del ritual de los propósitos para el nuevo año. 
Tengo un amigo que como siempre le pasa, no cumple ninguno, ya ha optado por ni plantearse unos nuevos para el año que ya está tomando la última curva, y mediante el ordenador, escribió hace ya un tiempo, en una hoja de folio, los propósitos de siempre y la plastificó; más que nada para que no se le humedezcan los propósitos con el cava que sin duda correrá esos días.
Nunca le he comentado nada a Ramón, mi amigo, pero al recordar la hoja plastificada, me imagino a los sentimientos plastificados también. Una especie de preservativo sentimental para que no se mezclen tus sentimientos con los de otros, y la citada comunión de sinergias no se extienda más de lo estrictamente necesario. Porque una cosa es la fiesta, que puede durar unos días, y otra que te plantees cambiar toda la vida por un exceso de fervor navideño.
Y es que tristemente al final de las navidades, y fijaros bien, cuando guardamos en un cajón todo el atrezo navideño, seguramente enganchado en el espumillón plateado, también se quedan guardados esos buenos propósitos que debían primar en ese nuevo año.
Ya para terminar por hoy, este año, y llámenme loco, he optado por un árbol bastante pequeño, un poquito de espumillón, y nada de bolas, mentiras, que me traigan malos recuerdos. En la esquina de cada una de las pocas ramas que tiene el pequeño árbol, una llave, cada una de un color diferente, y escrita en ella un deseo. Tras la última campanada televisiva cogeré tres de las llaves al azar, como si fueran deseos al genio de la lámpara, e intentaré durante todo el año abrirlos a los demás y que se cumplan.

*FOTO: DE LA RED