Últimamente
da miedo asomarse a los medios de comunicación, porque un día sí y
el otro también nos están abandonando personas que fueron
referentes en nuestra vida. El último ha sido uno de los encargados
de crear la banda sonora de mi juventud, y de la de muchos de mi
edad: Juan Carlos Calderón.
Para
aquellos que pasaron los granos de la pubertad a
principios de los setenta, gente como Mocedades, Sergio y Estibaliz,
Trigo Limpio, y muchos más, tienen como nexo en común a un grande
de los grandes, que normalmente se encontraba en la sombra, pero que
aún así hacía que todo lo que tocara, y nunca mejor dicho, tuviese
gran calidad.
Su
afición y la razón por la que se traslado de Santander, su ciudad
natal, a Madrid, fue el jazz, formando diferentes grupos, afición
que nunca abandonó.
Sus
propuestas, con los diferentes artistas que trabajó, eran netamente
comerciales, y es lo que se vendía en la época, pero con un
marchamo de calidad de la primera a la última nota.
De
las pocas entrevistas que daba siempre se aprendía algo, eran una
especie de conferencia televisada.
Recuerdo
que él consideraba al inglés como el idioma más musical, por el
sonido de sus palabras. Decía que el sonido de la letra “j”, en
castellano, era demasiado fuerte para incluirlo en una composición,
y sin embargo había palabras que eran muy musicales y sugerentes,
como “volver” por ejemplo, palabra que luego utilizó en sus
diferentes declinaciones en “Tu volverás”, con Sergio y
Estibaliz.
Su
imagen a lo Richard Clayderman, cuando éste todavía ni había
soñado en tocar el piano, gustaba a las jovencitas, y a sus madres,
que al final eran quienes les daban el dinero para comprar los
discos.
Recuerdo
también a vuela pluma que otro famoso de la época, y que también
nos abandonó haces unos años, Don Pedro Masó, le adjudicó la
banda sonora, y utilizó sus canciones, en la voz de Mocedades, para
la polémica película de la época “Las adolescentes” (1975).
Si
hubiera que nombrar solo un trabajo de los suyos, y aunque a él como
a todos los compositores nos les gusta hacer distinciones entre sus
diferentes hijos, éste sin duda sería “Eres tú”, que en la voz
de Mocedades, presentó en el Festival de Eurovisión en 1973,
obteniendo el segundo premio, y el favor del público.
Juan
Carlos Calderón, cántabro de pro, nos ha dejado sin hacer ruido, y
es que lo suyo era la música, y ésta es la antítesis de eso, del
ruido. Todo un profesional en hacernos sentir y soñar mediante el
pentagrama. Desde hoy la vida es un poco más triste sin él.
Descanse en paz.
*FOTO: DE LA RED