Un día sí y el otro también nos despertamos, o mejor nos
despiertan, con cifras. Ayer fueron las del paro. A destacar el detalle de que
Euskadi es la única autonomía en la que ha subido el paro. Con lo propensos que
solemos ser a mirarnos el ombligo, qué diremos ahora sobre el espíritu
emprendedor vasco. Mejor no preguntar, porque al final como siempre la culpa la
tendrá el consumidor; en este caso, el sufridor, el currito de siempre, que
seguro que ahora dirán de él que no quiere trabajar…
Hoy, olvidadas ya las cifras del paro, por aquello del
muerto al hoyo y el vivo a donde le dejen, nos aseguran que según un estudio las
personas que realizan una actividad intensa (hacen running, aeróbicos o tenis
de competición) durante el 30% de su entrenamiento semanal, tienen una tasa de
mortandad del 9 al 13% más baja que los que hacen ejercicio moderado.
El estudio al parecer se ha realizado, durante más de
seis años, por investigadores australianos, y basado en la experiencia de más
de 200.000 adultos de más de 45 años.
El mecanismo del cerebro humano es todo un misterio, y este
vecino del mundo, tras el citado estudio, se ha acordado de aquellas palabras
que oyó una vez sobre la etnia gitana, no sé hasta qué punto verdaderas, y que
decía que era costumbre a sus recién nacidos darles sopa de ajo. Que les hacía
más fuertes y les daba una especie de inmunidad
a muchas enfermedades. Y en su
momento llegué a la misma conclusión que he llegado ahora, tras el citado
estudio: Al que sobrevive, en este caso al ejercicio intenso, en el anterior a
la misma sopa de ajo.
De todas maneras, en el caso del estudio australiano me
hubiera gustado saber también cómo calculan lo que hubiera vivido la gente sin
hacer ese ejercicio tan fuerte.
Al final, con este estudio ocurre como con muchos
gobiernos, dictan una norma, o una ley, y después si las cosas van mal, ellos
en lugar de envainársela te dicen que la culpa es tuya. En este caso por no haber
ido previamente al médico, en el caso de algún gobierno que conocemos, por haber
vivido por encima de nuestras posibilidades.
Tengo un amigo, Josetxu, trabaja con el ganado de su
caserío, y es un filósofo nato. La base de toda su ideología es: -Si no es
macho, es hembra.
Al final nos van a hacer odiar hasta a los gimnasios,
incluso a los bares que tienen esos gimnasios…
*FOTO: DE LA RED
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