Antes de nada he de decir que llevo dos días con dolor en
la espalda, como si me hubieran clavado algo.
He llegado a pensar incluso que me pudieran estar
haciendo vudú...Bueno, esperemos que se pase con los días...
Ayer estaba practicando el deporte del zaping viendo la
tele cuando de pronto me encontré con mi viejo amigo el Doctor Zhivago, y al
momento me sentí poseido por la historia que narra...como siempre.
No recuerdo el número de veces que la habré visto, pero no
importa, siempre siento ese impulso apasionado y tengo que verla hasta el final
para comprobar que esta vez Lara
consigue ver a Yuri Zhivago antes de que él muera..., pero ella sigue sin darse
cuenta.
Aparte de la grandiosa historia, pues trata de cuarenta
años en un personaje y en su país, en esta película se puede comprobar la magia
autentica del cine, respiramos ambiente ruso por los cuatro costados, y sin
embargo casi toda la película está rodada en España, incluida la estación de
Canfranc.
Era cuando se rodaban muchas superproducciones, y siempre
se decía que era por la variedad de escenarios. Esto era parte de la verdad,
pero omitían que los sueldos eran muy bajos, y los técnicos nacionales muy
buenos. ¡Vamos! Lo mismo que está pasando ahora pero al revés, donde hay muchos
empresarios que ya han puesto su mirada en otros paises más baratos, para
llevar sus negocios.
Cuando las circunstancias políticas no te dejan ser
libre, sólo puedes crecer hacia dentro, y eso le ocurría a Yuri Zhivago, cuya
libertad se convirtió en poesía y el régimen del momento se la prohibió.
Aunque no se puede comparar un momento con otro, digamos
que la situación actual de nuestra política diaria ha sido caldo de cultivo del
movimiento del 15M. Antes de las elecciones prácticamente todos los partidos
expresaban sus simpatías al recién
nacido, ahora que el bebé ha crecido
sólo ven peligro en él.
Estamos de acuerdo en que nunca hay que llegar a la
violencia, y quizás ese es uno de los riesgos que puede correr el citado movimiento,
el de ser utilizado por grupos extremos.
Desde el nacimiento de los indignados del 15 M, siempre
me he acordado del Mayo del 68, aunque naturalmente por referencias, pues yo también fui niño una
vez. Esperemos que esto dure más, pues siempre es importante el tener una
ilusión, y verla crecer, e incluso hacerse mayor, y en esta época de
restricciones lo único que nos van a dejar es el cinturón para que nos lo
apretemos.
*CUADRO: "ESTACIÓN DE CANFRANC", de Patxipe
(Cuadro al óleo sobre lienzo)