miércoles, 27 de julio de 2011

GESTIONAR EL TIEMPO


¡Estoy hasta los mismísimos de tanta lluvia!
Han sido mis primeras palabras al nuevo día. Y es que tanta agua, tanta agua... Todo es cuestión de saber gestionar las cosas, y tanta lluvia ya es desperdiciar el agua.
Días lluviosos están bien para momentos melancólicos, por ejemplo; incluso para hacer cosas que no harías cuando hace buen tiempo y te vas a la playa, pero en su justa medida.
Todo lo que tenía que hacer cuando hiciera malo ya está finiquitado para los próximos treinta años.
En este momento sólo se me ocurren dos opciones para poder hacer: o leer un libro, se intenta que sea bueno, pero eso siempre es cuestión de opiniones, o apuntarme a un cursillo de góndola.
Hasta ahora hubiera sido utópico, pero visto lo visto...quizás en cualquier momento. Ya me estoy imaginando con cuatro o cinco guiris, y yo vestido con los colores txuri urdin interpretando unas sentidas canciones euzkaldunes, paseando por calles anegadas desde hace mucho tiempo, y en las que antaño se podían encontrar legiones de taxis ahora  invadidas con góndolas equipadas con todo tipo de comodidades y adelantos técnicos incluido GPS...
¡Bueno! Volvamos al presente, que yo cuando me pongo a imaginar....
Pues lo que decía al comienzo, todo es cuestión de saber gestionar, y tanta agua ya es desperdicio.
Siempre he pensado que cada cosa debe ser en su justa medida.
Quién no ha deseado alguna vez  tener un golpe de suerte y que le toque por ejemplo la primitiva. Pero siempre he pensado en cantidades que se pueden, como estoy diciendo, gestionar. ¿Dónde voy yo con veinte millones de euros, por ejemplo? Pisando una alfombra roja para ir al banco rodeado de flashes..No iba a poder salir a la calle, obsesionado con que la gente se iba a dar cuenta...
Suponiendo que eso fuera la felicidad, que lo dudo, yo no quiero toda la felicidad, quiero repartirla. No quiero tener de repente montones de amigos, pues tampoco los podría gestionar.
Estaba pensando ahora que este año se están batiendo las cifras de llegada de turistas a Donosti, espero que pronto se vaya la lluvia, porque una cosa es contemplar el marco incomparable lloviendo, y otra morir de sobredosis de marco incomparable porque no puedes hacer otra cosa, y menos tomar un poco el sol, también en el marco, pero eso es otra historia.

*FOTO: PATXIPE RUIZ-POVEDA

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