lunes, 14 de enero de 2013

ALGUNA RECETA PARA AHORRAR


Muy poca gente se puede imaginar, lo que cunde un buen paseo bajo el sirimiri donostiarra en un fría noche de domingo, que por cierto es uno de los pocos vicios que puedo seguir practicando y que no cuestan dinero.
Estaba perdiéndome en mis pensamientos y en las calles, mientras de tiempo en tiempo me paraba para observar alguna tienda, más con pretensiones de hacer un descanso disimulado a los ojos de los demás viandantes, que para coger ideas para próximas compras, cuando reparé en la cantidad de libros de recetas que se editan actualmente.
Si hasta hace poco tiempo aquel que lograba un poco de estatus se dedicaba luego a diseñar algo: joyas, roscas sin agujeros...¡lo que fuere!, parece que ahora se lleva escribir un libro de recetas de cocina.
Me imagino que repetirán platos, es decir la misma película, “chico busca chica”, pero en “alubias buscando sus sacramentos”.
Por un momento, y solo por un momento, mientras inspeccionaba el escaparate con todo tipo de libros de receta, me pareció ver reflejado en el cristal junto a mí, la figura de Gandhi. El frío que debía de estar pasando, en el caso de que un espíritu o lo que fuera pueda pasar frío. Todo un ejemplo para la humanidad..., y sin escribir un libro de recetas culinarias, aunque bien visto, escribió en cierta manera otro tipo de recetas, quizás para ver la vida de otra manera, más hacia dentro.
La sabiduría popular siempre ha dicho que “entre lo dulce y lo amargo no existe trecho muy largo” por lo que en vista de males mayores y con el fin de que los números vayan cuadrando, y es que un paseo en la fría noche da para mucho, habrá que seguir el ejemplo del gobierno y flagelarse con más recortes.
Habrá que dejar de visitar el bar del gimnasio, ya que de ir al gimnasio hace tiempo que pasé, y así borrándome de los dos, aligeramos gastos. Para paliar la pérdida anterior en cuanto a posible deporte se refiere, desde hoy habrá que practicar el “steeping”, o subir y bajar escalones. ¡Vamos! El ascensor ni tocarlo, y teniendo en cuenta que Donosti es una gran ciudad en maqueta, habrá que coger menos autobuses, y recorrer sus bonitas calles andando.
Otro recorte fácil es el de la calefacción. Desde ahora, más movimiento de ropas puestas, y menos que estén reposando en los armarios a la espera de una oportunidad, utilizando además las mantas mientras se está sentado frente al televisor. Tal como están las noticias, insultar al presentador del noticiario nocturno, a voz en grito, calienta y relaja mucho.
Espero que la próxima vez que se aparezca Gandhi, si lo tiene a bien, me encuentre más relajado y austero.

*DIBUJO: DE LA RED

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