Durante
muchos años ha estado de moda hacer encuestas por todo y para todo.
A quién no le han llamado alguna vez a la puerta, especialmente en
el peor momento posible, cuando estas a medio vestir, o tienes algo
friéndose en la sartén para hacerte una serie de preguntas, y te
ponen en la tesitura de “salvar al mundo” contestandolas sin
pestañear, o demuestras lo egoísta que eres, atendiendo en primer
lugar a tus asuntos.
Ahora
las nuevas tecnologías prácticamente te salvan de organizar una
encuesta, pues sin salir del puesto de trabajo, se puede hacer un
estudio de opinión sobre cualquier cosa, “viajando” por twitter.
Quizás
el problema que presenta esta ventana es el conocer la situación, y
el estado de aquella persona que normalmente se disfraza bajo un nick
o nombre de batalla, que sirve de trinchera para tras de ella luchar
contra todo lo que te molesta.
Si
se sigue muchas opiniones por twitter, una de las primeras
impresiones que se sacan, es que el mundo está lleno de resentidos
francotiradores de opinión, que disparan a todo lo que se mueve, y
que en cierta manera son, somos, auténticos desagradecidos, porque
se critica a aquello que has estado siguiendo previamente.
En
cierta manera las denominadas redes sociales,
nos han convertido en una especie de críticos, como los
cinematográficos, pero de la vida misma.
Cada
uno, desde el personaje que se ha creado, intenta contar la feria
como le ha ido con frases más o menos redondas.
Hay
algunos que juegan con ventaja poniéndose nombres de personajes
famosos, y que en cierta manera ya te dan una idea de su punto de
vista de este teatro del mundo.
Desde
aquí propongo una especie de juego para conocerse mejor a uno mismo,
y está dedicado a todos aquellos seguidores de las redes sociales.
Por
un momento, y si ya tienes una buena colección de frases tuyas, lanzadas previamente por la red social de turno, léelas una de tras de otra, sin tener en cuenta ni quién ni qué
las originó, y en cierta manera, al finalizar su lectura, tendrás
un buen estudio de quién eres, y quizás recibas una desagradable
sorpresa descubriendo al inquilino que vive en ti. Y es que esta
vida que nos ha tocado en suerte, nos ha convertido más en
observadores de los demás que en protagonistas de nuestra propia
vida.
*FOTO: DE LA RED
No recuerdo si alguna vez se lo leí decir a alguien, pero lo que se prodiga mucho por aquí es el cinismo, el humor cínico; que es otra clase de resentimiento aunque sea sutil y adornado con ingenio y humor. Aunque también es verdad que es una forma de decir a los 4 vientos que somos (todos los que en la actualidad tenemos acceso) la generación mejor informada. Y eso tiene que doler mucho desde arriba (y no estoy hablando de dios). Aunque los mismos somos también grandes ignorantes porque el mundo se ha estirado mucho.
ResponderEliminarPero hablando de inquilinatos, instalarse en una mala onda de vibración no creo que sea bueno para nadie. Es el riesgo de cogerle gusto al alquiler, y no aspirar a más, aunque sea un pisito en las afueras. Porque el humor, resulta un fifty-fifty de protesta social y otro tanto de ociosidad contemplativa.
Saludos Patxi y feliz año aprovechando la coyuntura.
Juan Manuel.
JUAN MANUEL
EliminarNo hay que olvidar que mucho inquilino forzado a la vida contemplativa es el resultado de las medidas tomadas por este gobierno y el anterior, y sus curiosas medidas para atajar la crisis, remedando la frase "muerto el perro se acabó la rabia". Los integrantes de ambos gobiernos quizás ni hayan comprendido aquello de que "en el pecado se lleva la penitencia", unos porque no creen y otros porque creen creer.
Saludos y feliz año nuevo a ti y a los tuyos,y que no se nos haga demasiado largo tampoco.