Hoy es el día después,
y en este día se puede decir, que aparte de que todo el mundo ha
ganado, aunque algunos no estén muy alegres, un dato muy importante
en las dos elecciones, la de Galicia y Euskadi, es la abstención.
Ayer se dirá que fue por el mal tiempo, otras veces porque hace muy
bueno y la gente se va a la playa, quizás en realidad lo que ocurre
es mucho más sencillo y triste. A la gente en general no le gusta
lo que ve, y el acto de no votar se lo toma como símbolo de rechazo
a todo lo que significa política y ese olor a podrido del que sobre
todo últimamente nos quejamos.
Estamos más que nunca en
una sociedad de convencionalismos y más que cambiar las cosas, lo
que hacemos es la manera de referirnos a ellas, y una de las que está
causando furor es hablar de “marcas”.
Primero comenzamos
hablando de la “roja” por no referirnos a la selección nacional.
Luego hablamos de la marca “España” para intentar vendernos
especialmente en el extranjero y así agrupar de un plumazo las
autonomías.
Hoy ya se habla de la
marca “psoe”, la marca “pp”, y es que quizás en vez de
aprender a tomar soluciones, lo único que sabemos es hablar en forma
bonita para vender humo, y embellecer un panorama desolador.
Desde esta ventana al
mundo, este vecino piensa que a la hora de repartir escaños, no se
debería partir del número de votos recibidos, sino del todo, del
número total de posibles votantes, e ir restando escaños, que en la
realidad estarían toda la legislatura vacíos, como símbolo de como
están las cosas, y así a lo mejor alguno de los políticos que
sobrevivan a la criba se pone un poco rojo, y se da por aludido.
Además, en el reparto de dinero que conlleva los escaños, los
partidos lo iban a notar y eso tristemente es lo único que les
duele.
Hablar en unas cámaras
con eco, como consecuencia de lo vacías que se encuentran por la
ausencia de los políticos no elegidos, les vendría bien a más de
uno, para entender de lo que se está hablando en ese momento, pues
muchas veces, y por las imágenes que se ven en la tele, están “in
albis”.
No
deberíamos de hablar embelleciendo la realidad porque ésta, la
realidad, no se lo merece. Y si queremos seguir hablando de marcas,
podemos crear la marca in
albis para
definir a ese político que no sabe cuánto cuesta un café porque
hace años que está alejado de la realidad.
Y
es que hay muchos de ellos, que nunca han tenido un trabajo al margen
de la política, porque toda su vida han estado relacionados con ella, y eso es vivir en una burbuja que te impide sentir como un
vecino normal y corriente.
*DIBUJO: DE LA RED