LA AUDIENCIA VA EN NORIA

Cuando el sentido común no hace pensar a una persona o a varias, quizás tocarles el bolsillo sí puede hacerlo. Al menos ésto es lo que parece que puede estar pasando con la cadena alegre a raíz de lo ocurrido con la entrevista de la madre del Cuco en La Noria. Unas veintitrés empresas han retirado su publicidad del citado programa y ésto ha hecho pensar a los cerebros de la cadena, de que a lo mejor algo han hecho mal, y de que quizás el sentir de la gente vale para algo más que indicar el share de cada día.

Quien más quien menos ya sabrá que hace unas dos semanas fue entrevistada en el programa de La Noria la madre del Cuco, uno de los presuntos implicados, ya condenado por encubridor, en el asunto del asesinato de Marta del Castillo.

El sábado pasado, y este vecino fue testigo, la citada cadena en boca de su presentador, dió su punto de vista sobre el tema, y el por qué de esa entrevista a Rosalía García, madre del Cuco. Está claro que todo es defendible pero en general la opinión de la sociedad y del público del programa, no ha cambiado, y consecuentemente la posición de las empresas anunciantes tampoco. Por lo que se rumorea, el presentador se ha ido unos días a Miami, se ignora si es porque en este lugar es donde tiene la conciencia y ha ido a reunirse con ella, y mientras, la cadena alegre se está planteando incluso terminar con el programa. En opinión de este vecino, esta posición podría ser una especie de tercera vía, entre ratificarse y bajarse los pantalones. Terminas con un programa dando cualquier escusa, como que por ejemplo, la cadena ya se había planteado cambiar la programación del sábado, y a las dos semanas vuelves con otro programa de las mismas hechuras.

Termine como termine el caso, los seguidores de cualquier cadena ya saben, si es que no estaba claro anteriormente, los pasos necesarios para cambiar la filosofía de cualquier ente televisivo privado, unos ligeros toques a los anunciantes y la cadena en cuestión comenzará a sentir que en sus zapatos se ha debido de colar alguna chinita y le está dando problemas, porque quizás ha cometido algún error al medir el rasero de tolerancia de los espectadores.

En la retina de este vecino del mundo siempre quedarán las imágenes de la película Un mundo implacable (Network), con un impagable Peter Finch, oscar póstumo, y donde un famoso presentador muere en directo en su programa. Siempre pensé que ésto pudiera ocurrir aunque en un muy lejano futuro, y cada vez está más cerca...desgraciadamente.

No se puede programar apelando a los más bajos instintos, y en opinión de este vecino, es lo que está ocurriendo cada vez con más frecuencia.

*FOTO: DE LA RED