Todas las mañanas este vecino del mundo se levanta con un mismo ritual, indagar en los periódicos digitales cuál es el palpitar del día, para luego llegar a un consenso espiritual entre lo que le preocupa al mundo y cómo se siente el propio vecino.
Esta mañana, hace unos minutos, he tenido la sensación de encontrarme en la madrugada del seis de Enero, y acabo de recibir uno de los mejores regalos que se me podían ofrecer, y que yo mismo ignoraba: el grupo Mecano vuelve el año que viene con una gira mundial. No me podía ni imaginar la ilusión que podía sentir, que ahora siento, por la noticia. En este momento la crisis queda aparcada para otro momento.
A este vecino siempre le ha gustado la música en general, y ha bebido de muchos grupos y cantantes. Ha ido a conciertos, no a muchos, porque no le gustan las aglomeraciones, pero tenía dos espinas clavadas, una ya no la podrá quitar nunca, porque Freddie Mercury se fue y ya sólo nos queda su música, y su gran voz. La otra espina era no haber visto nunca en directo a Mecano, y ahora aparece una gran oportunidad de poder ver a Nacho, Ana y a Jose María en plena faena creativa.
Desde la distancia uno siempre ha tenido la sensación de que era Jose María Cano el que se encontraba ya más alejado de todo ese sentir Mecano, y que tras terminar una ópera en la que había depositado todo sus esfuerzos, y que personalmente este vecino opina que es de una gran belleza, y ahora dedicarse a la pintura, era prácticamente utópico la vuelta del grupo, con sus tres componentes originarios y originales, cualquier otra cosa hubiera sido un sucedáneo. Sea cual sea la razón para que Jose María Cano haya cambiado de opinión, se abre una puerta para que el destino cambie.
Pronto se encenderán los focos y volverá Ana al escenario con su engañosa fragilidad vocal, Nacho con sus añorados sudores entre teclado y teclado, y un Jose María que siempre parecía estar virtualmente en una especie de paréntesis escénico, creando un mundo aparte dentro del mundo de Mecano.
La incógnita será comprobar si vuelven con toda la parafernalia y su look particular, y este vecino está seguro de que será así, pues cualquier otra cosa sería un Mecano descafeinado, y si cargas este café con aroma de cuerpo entero, es para beberlo tal cual, con sus ropas y apariencia de siempre.
Mecano, entre otras cosas, se ha caracterizado por contar historias, por abrir mundos. La mayoría de sus canciones son historias que hemos vivido muchísimas veces, que cuando empiezan ya sabemos lo que va a ocurrir a sus personajes, pero es el mundo Mecano, en cierta manera es la copla con pantalones de cuero. No son sólo estribillos pegadizos sino historias personales que ya son historias de todos y cada uno de aquellos que alguna vez oyeron a este grupo, que ahora vuelve, y que esperemos se quede entre nosotros más tiempo de lo que sus propios componentes quizás imaginan.
Ahora, cuando vaya a desayunar, espero encontrar un roscón en la cocina, será un día de Reyes perfecto, porque la guinda es Mecano.
*FOTO: DE LA RED
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