Quienes comparten colchón son de la misma condción, es una frase que siempre se dice y que debe de tener algo de verdad. Y mi pregunta es:¿Puede haber un colchón para toda una ciudad, una especie de cama redonda de gran envergadura de donde todos saldríamos incluso con el mismo genoma, y con una gran característica que en muchos momentos nos tiene en un sinvivir, y que es la indecisión?
Cada día este vecino lo tiene más claro: Donosti es el reino de la indecisión, y normalmente se disimula con la excusa de las comisiones. Entre que se da una idea y se crean mil comisiones, el que tuvo la idea, si vive, como mínimo ya sufre de alzheimer.
Este vecino del mundo hoy no va a hablar ni de la estación de autobuses, que ya no se sabe si irá en la Estación del Norte, en Riveras de Loyola, o dónde irá, si es que va. Tampoco hablaremos hoy del tren de alta velocidad, el famoso TAV, que a lo mejor va tan rápido que al final no para aquí.
Hoy el corazón de este vecino está muy preocupado con el equipo de fútbol de sus amores: Real Sociedad, de San Sebastián, naturalmente.
Cualquier día de estos, se va a inventar una nueva modalidad deportiva que es el lanzamiento de radio por ventana. La economía no está para andar contratando partidos por la televisión, y nos tenemos que conformar con oír los partidos por la radio, ...y esto no puede ser. Cada semana no es un partido, es un psicodrama y ayer por ejemplo un guión de Hitchcock se hubiera quedado corto. No es lógico que en menos de cinco minutos, un partido que llevas encarrilado con un 0-2, se de la vuelta al marcador, y se tenga que arreglar el desaguisado mediante una genialidad de Iñigo Martinez, que metió el gol prácticamente desde su casa.
Cualquier día de estos, se va a inventar una nueva modalidad deportiva que es el lanzamiento de radio por ventana. La economía no está para andar contratando partidos por la televisión, y nos tenemos que conformar con oír los partidos por la radio, ...y esto no puede ser. Cada semana no es un partido, es un psicodrama y ayer por ejemplo un guión de Hitchcock se hubiera quedado corto. No es lógico que en menos de cinco minutos, un partido que llevas encarrilado con un 0-2, se de la vuelta al marcador, y se tenga que arreglar el desaguisado mediante una genialidad de Iñigo Martinez, que metió el gol prácticamente desde su casa.
Por otro lado, Montanier, el entrenador, duda hasta cuando habla. No se sabe si está haciendo la alineación, o la bonoloto, porque no repite nombres en los puestos ni por equivocación.
Con vistas al futuro el resultado de ayer, por el que parece que se puede salvar la cabeza del entrenador, y el resto de su cuerpo, no se sabe si es pan para hoy y hambre para mañana, porque vamos a seguir igual.
Sabemos que andamos mal de dinero, pero si bajamos a segunda otra vez, será peor, porque luego se comentará eso de que bajar a segunda no es solo malo para el club, sino para la economía de toda la provincia.
Siempre nos estamos quejando de que el entrenador tarda mucho en hacer los cambios. Quizás vaya siendo hora de ir fijandose en la presidencia antes de que sea tarde, porque tampoco parece que se caracterice ni por su claridad de ideas, ni por su rapidez en tomar decisiones. Y a los sufridores mientras, se nos va a acabar la pila del marcapasos.
Este vecino procura no limpiar los trapos sucios desde la ventana, porque además no es higiénico, pero como no tiene dinero para ir al psicólogo, necesita lamerse sus heridas en público, seguro que lo comprenderán, porque quien mas quien menos comparte colchón y sinsabores.
*FOTO: DE LA RED
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