No sabía que hoy saldría la resolución sobre
el juicio a Xabi Alonso, y al enterarme de que ha sido absuelto de un supuesto fraude a Hacienda, una sonrisa ha debido de aflorar en mi
rostro. No conozco en persona al Señor Alonso, pero me he alegrado mucho. Es de esas personas que te caen bien. En mi
caso, no puedo negar que su pasado, y presente, txuri-urdin ya facilita el camino.
Dos frases hechas han aflorado
en mi mente en ese mismo momento y con ellas, quizás puedo aclarar un poco más
la imagen que tengo de él.
“El vasco que vino del frío” a medio camino
entre el título de la película de Martin Ritt, quizás puede definir bastante la
apariencia de esa persona que sabe de qué va la vida, y está preparado en cualquier momento a rendir
cuentas porque sabe que por su manera de proceder él nunca ha querido engañar a nadie, y no me
refiero sólo a nuestra Hacienda.
“Palabra de vasco” antes era una expresión
repetida, y que tenía que ver con esa seriedad en la que no hace falta ninguna
firma, sino un simple apretón de manos, piel con piel, mientras se miran a los
ojos, lo es todo. Y que mucho tuvo que ver, también, con que Frank Gehry construyera el
Museo Guggenheim en Bilbao, porque el mantener las ideas y la palabra dada
facilita mucho todo, dicho por él mismo.
Cuando te enfrentas con Hacienda, aunque
normalmente creo que son ellos los que
se enfrentan a ti, porque son ellos, y dicho sin maldad, los que no
están de acuerdo con tu planteamiento, y siempre tienes mucho que perder,
especialmente los famosos que han tenido sus dimes y diretes. Más que por la
pasta, que también importa, por supuesto, es que se sobreentiende, hablando
nítido, que has ido de listo, y se la has querido clavar a alguien, o a todos.
Por aquello de que Hacienda somos todos.
Al final el planteamiento es, en realidad, el
de una partida de póker, y ante lo que puedes perder, una millonada y varios
años a la sombra, el dinero sería la menor de las pérdidas. Pero el seguir
adelante en la partida, estoy seguro que en el caso del Señor Alonso ha sido
mucho cuestión de principios. Un duelo en el que él siempre ha sabido su
proceder, aunque a veces la justicia no sea justa, y hace tiempo que decidió jugársela,
estoy seguro que siempre le ha dado más importancia al poder vestirse por los
pies que a ponerse trajes de lujo, aunque hiciera publicidad de ellos, y que a
la postre le han podido jugar, en parte, una mala pasada.
Ha habido muchos jugadores, y otros famosos, que antes de tomar la decisión de pagar o pasar un juicio, se multiplicaron en
culpas y disculpas hasta, como se dice en mi pueblo, “aflojaron la gallina”.
El Señor Xabi Alonso, como buen vasco, también siempre ha sido parco en palabras, pero no dudó en ningún momento en
buscar la justicia divina y la otra. Y la otra ha quitado máscaras y restituido
colores y valores a los que siempre los han tenido, mientras, y sin despeinarse, ha puesto una pica en Flandes, o así.
Si el Señor Xabier Alonso fuera un partido
político, que seguro que él no lo quiere, no habría terceras elecciones, ni
incluso segundas.
*FOTO: DE LA RED