La verdad es que no tengo claro si estoy escribiendo en el blog. Llevo todo el día con la sensación de que estoy soñando.
Hace al rededor de cuarenta grados; miro por la ventana y ni estoy en Torrevieja ni mucho menos en el Caribe. En frente está la misma casa, con los mismos vecinos, y en la calle los mismos perros haciendo las mismas cosas de todas los días.
Entro en internet para leer los periódicos por la cara, bueno, en realidad estoy pagando la línea de ADSL que por lo que tengo entendido es de las más caras del mundo. Entre sueños, creo, pienso que para este tipo de cosas no se fijan en los demás paises; para hacer cortes y recortes sí, pero para bajar precios y copiar sueldos no.
En los periódicos digitales se hacen eco de las declaraciones del Vicesecratorio de Comunicación del P.P., el Señor Pons, indicando que cuando gobiernen ellos su objetivo va a ser crear tres millones y medio de puestos de trabajo.
Me da la impresión de que si estoy en un sueño, me debo de estar agitando incontroladamente.
Si en su momento ya nos pareció una locura la pretensión por parte del partido socialista de los ochocientos mil puestos de trabajo, ahora los del partido popular han dado un órdago como si se tratara de una partida de cartas.
Cómo habrá sido la cifra que ninguno del partido ha salido apoyandole, y luego él ha tenido que salir matizando lo dicho de que no era una promesa, sino un deseo.
Me ha recordado a Chiquito de la Calzada y a su ya famoso: Donde dije digo...
En realidad como promesa hubiera sido el ofrecimiento de una auténtica utopía, como deseo se queda corto, porque debería de ser trabajo para todos y no sólo para esos tres millones y medio.
Me he obsesionado con la idea de que con tal cantidad de trabajo, alguno conseguirá dos, y no sé si es mejor que me toquen los dos trabajos a mí, o que alguien se quede con el mío.
Lo más seguro es que si consigo despertarme, si es que estoy dormido, me dé cuenta de que ni tres millones y medio, ni trescientos cincuenta mil.
Mi sentir es de total frustración, por lo que no sé si intentar despertarme o no, ya que a lo mejor cuando vea la realidad, es el momento en el que esté dentro de la pesadilla.
*DIBUJO: DE LA RED