Al final va a resultar que el que más resista sin
respirar va a ser el que gane. Y ese, puede ser el Partido Popular.
Hoy, se le ha podido ver a San Rafael Hernando, el
popular, prácticamente mirando a los Cielos implorando un poco de cordura,
para que les dejen salvar los presupuestos, y así al mismo tiempo, al país, aunque este vecino del mundo tenía la sensación al verlo, por mero instinto de conservación, de que alguien le quería robar su cartera, pues olía, si es que los timos huelen, al timo de la estampita.
Todavía, el Padre de todos los Santos, y jefe del
anterior, San Mariano Rajoy, no ha dicho “presento mi candidatura”, y ya le
están castigando en un juicio sumarísimo a Pedro Sánchez, empezando por su partido, el PSOE, por no abstenerse en una “ceremonia” que todavía no se sabe cuándo se va a
realizar, en el caso de que se vaya a realizar.
Ese es el nivel, como decía nuestra Cecilia, la cantante,
de “esta España mía, esta España nuestra”.
Este vecino del mundo cada vez está más convencido de que
el Partido Popular debe de tener el mejor gabinete de publicistas del mercado
mundial. Saben vender hasta lo que no hay. Ya hay un culpable, Pedro Sánchez,
para una decisión que todavía no se ha tomado: presentarse a ser Presidente de
nuestro gobierno.
Al final, que no se fíen también los populares, por mucha encuesta del CIS, como la de hoy, en la que todavía les votaría más gente, en unas terceras elecciones, y se
pasen de frenada, porque ya aburren hasta a las ovejas.
Las segundas elecciones transcurrieron como transcurrieron, pero unas terceras no tienen por qué transcurrir de la misma manera. La gente, aunque sean políticos, también aprenden de sus errores.
Creo que Pablo Iglesias y los suyos, están haciendo bien en
desaparecer de este panorama actual. Es como si alguien, y por favor, que se me
entienda bien, haya echado una bomba atómica, en algún lugar remoto, y nos
estamos “tostando de radiación coñazo”, por exponernos a lo que simplemente
creíamos que era el sol, esta vez un sol un poco raro, cuando simplemente era lo que
queda del “hongo mortal”, que en un
momento dado apareció, sin nadie darse cuenta, porque estábamos todos
enfrascados en una discusión pueril, sobre si eran “galgos o podencos”.
Y ... ¿Ciudadanos dónde está en este post? No hay problema, ellos en cuanto huelen a poder, allí también aparecen, e incluso aquí, a hacer de árbitros, y a recoger lo que caiga.
*FOTO: DE LA RED