miércoles, 12 de septiembre de 2012

CARTA A BEATRIZ

Estimada Beatriz:
Esta noche pasada, caminando de puntillas por unas cuantas cadenas televisivas, anunciaban tu caso en el programa “Hay una cosa que te quiero decir”, de la cadena alegre, y no pude por menos que verte, comprenderte y enfadarme con la vida misma, éste fue el proceso.
Beatriz, tienes veinte años, y te has pasado la mitad de tu vida, primero buscando a tu padre y luego, aunque es dura la palabra, “implorando” que te quiera.
Para aquellos que no te conozcan, comentaré que tus padres no llegaron a casarse, aunque tú ya venías en camino, por desavenencias claramente irreconciliables, y aunque tu madre quiso partir de cero contigo, como madre soltera, desde muy pequeña mostraste interés primero y tozudez después por encontrar a tu padre, y mantener contacto con él.
Aunque las dos primeras veces pudiste estar con él, a partir de la tercera solo conseguías que su esposa apareciera por él diciéndote que no te quería volver a ver, y lo que es más grave, que no eras su hija.
Sé que eres joven, y que es característica de la juventud dar oportunidades a todo el mundo, pero ayer creo que quedó claro, al no aparecer tu padre por el estudio, cuando previamente se vieron imágenes de que le daban una carta de citación para aparecer en el programa, que no quiere verte, y lo que es aún peor, que es un cobarde.
Ha quedado claro, no que fuera en el mejor de los casos, un calzonazos atendiendo, quizás a las exigencias de una pertinaz esposa, sino que verdaderamente no ha querido verte nunca, y sin embargo cuando te ha tenido al lado, las dos únicas veces, te ha colmado de atenciones.
A la pregunta del presentador, Jorge Javier Vázquez, comentaste que querías que tu padre te quisiera como a sus otros tres hijos, y en ese momento ya me dio un poco de miedo tu posición, pues está muy cercana a la obsesión.
Espero que comprendas con el tiempo, aunque creo que deberías haberlo aprendido ya, que en la vida hay cosas que no se pueden ni exigir ni comprar, y el amor es una de ellas, aunque a la persona que se lo pidas sea tu padre.
También deberías haber comprendido, que padre puede ser cualquiera, en el hecho físico, aunque no se lo merezca, y el de tu padre es uno de esos casos. Aunque deberías saber que ser padre es mucho más, es cuidar y sentir por un hijo para siempre.
Con el tiempo, tampoco sé lo que puedan pensar sus otros hijos, porque fríamente a mi me inclinaría a llegar a la conclusión, de que tengo un padre, al menos, “un tanto especial” pues no quiere a los “sinpapeles”, y eso dice desgraciadamente mucho de él.
Ya para terminar, deberías de pensar de que la naturaleza es sabia, y en tu caso desde un primer momento te hizo el favor de separarte de él.
Un abrazo de este vecino del mundo.

*FOTO: DE LA RED

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