Muchas veces como miembros pertenecientes a la sociedad, somos
una especie de Doctor Jekyll y Mr. Hyde, una contradicción con pantalones, o
faldas según el caso.
Nos hemos pasado los últimos años dando caza al fumador,
después de décadas y décadas de dejarle campar a sus anchas, porque los
impuestos son los impuestos y se obtenía
unos buenos réditos, y se saca todavía, dejando que la gente se matara,
o al menos pusiera en peligro su vida. Y sin embargo, no precisamente por la
puerta de atrás, se nos está colando otro problema que para cuando nos demos
cuenta, ya se habrá instaurado para
muchos como costumbre y será más difícil atajarlo.
No hay ahora retransmisión deportiva, eso sí, en cadenas
radiofónicas o televisivas privadas, en que los periodistas e invitados de
turno, en un momento dado, y como si fuera lo más normal del mundo, hablen de
apostar, eso sí, siempre con publicidad al fondo, y si es emisora de radio con “el
recordatorio” antes y después de una de las empresas que, en cada vez más
abundante número, se dedican a ello. Y lo más triste del caso, rodeado
todo ello de normalidad, amistad y camaradería.
Y parece que esas personas que se quejan por todo tipo de
anuncios un poquito “diferentes”, en este caso tan flagrante no se quejan de
algo tan nocivo y perjudicial.
Este vecino, y bien lo saben los lectores de este blog,
que dicho sea de paso cada vez son más, nunca ha sido amigo de censurar nada,
pero es que las apuestas así presentadas, son un negocio, como el tabaco, que
crea hábito y dependencia. Estamos hablando de muchas personas enganchadas a
todo tipo de juegos, a las que se les cataloga como “ludópatas”, y luego como
con los alcohólicos, nos echamos las manos
a la cabeza y criticamos a nuestros políticos por favorecerla, cuando
sabemos que ellos no empezaran a mover, dicho simple y llanamente, su
culo para ponerle trabas a este negocio hasta que nosotros empecemos a movernos.
Hasta hace no muchos años las apuestas, en general,
estaban prohibidas, a excepción de las denominadas “deportivo benéficas”,
así llamadas para que nadie las cuestionara, pero ya se sabe, que si nosotros,
la sociedad en general, no se queja, el gobierno va aceptando todo tipo de
medios, aunque sean cuestionables, para ir ampliando sus arcas, y la
apuesta, y el juego en general, presentan un escenario en el que hincar el diente, sin importar
la enfermedad y los problemas que puedan tener unos cuantos, aunque, en el
mismo caso que con el alcohol, puedan destruirse familias enteras.*FOTO: DE LA RED