domingo, 25 de enero de 2015

JUEGO DE MÁSCARAS (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


"Autómata" puede haber sido una gran película del oeste llevada al futuro o una historia negra revestida de parafernalia futurista, pero en realidad es un juego de máscaras donde lo que importa es el interior.
En un futuro nunca especificado, pero no muy lejano, vemos un planeta, el nuestro, víctima de la desertización. Jacq Vaucan (Antonio Banderas), agente de seguros de la compañía que tiene el monopolio robótico, tiene que investigar un caso aparentemente menor, que derivará en algo mucho más grande para la humanidad. El Señor Banderas produce y protagoniza este thriller futurista con estética vaquera, que especula sobre lo que ocurriría si la inteligencia artificial superase a la humana.
A todo el que haya visto o vaya ver esta película, le vendrá a la mente “Blade runner”, e incluso "Yo, robot", pero como siempre se ha dicho, las comparaciones son odiosas. Y quizás en esas pretensiones, no de superproducción, sino filosóficas, quizás esté el talón de Aquiles de esta película.
Esta historia puede tener una lectura, como ya se ha comentado, profundamente filosófica, e incluso religiosa, y en opinión de este vecino del mundo, en ellas la historia se hace muy pequeña,  pero si simplemente el espectador quiere dejarse llevar, puede ser una afectiva historia de amor, o incluso un singular triángulo amoroso, en el que se da preferencia a los sentimientos en detrimento de la sabiduría. Las máquinas en poco tiempo podrán ser más “listas” que nosotros, pero las historias vividas con la piel, con el tacto de los sentimientos, son un mundo aparte.
Es un trabajo de honestas pretensiones en el que nunca se han asimilado correctamente todos los componentes,  y de pronto, haciendo una especie de paréntesis en la trama de la película, se lanzan frases, bien aparentes, a modo de comida para el hambriento de significados.
Personalmente me gusta más lo que no se dice, por las caras inexpresivas de los autómatas, que lo que se cuenta. Esa peluca de la autómata de sugerentes formas, es un claro guiño a la replicante de “Blade runner”. Cleo es tan inteligente que se da cuenta de lo que nunca podrá entender, las cuestiones que atañen a los sentimientos, y tal vez por eso, al final, se quite la máscara, para no expresar esa dulzura que nunca podrá tener.
Quizás, y para este vecino del mundo, en esta ocasión el trabajo de Antonio Banderas es demasiado exagerado, como gustándose así mismo, y mostrando un catálogo de tics, demasiado empalagosos para la parquedad del resto de personajes, autómatas incluidos.
Ha sido un gusto el rencontrarse con un Tim McInnerny, por siempre recordado como uno de los entrañables amigos de “Notting Hill”, haciendo de un malo más al estilo de las películas del oeste de Clint Eastwood.
Una obra de grandes intenciones, por parte del director Gabe Ibañez, siempre a la sombra y al servicio de Antonio Banderas, y de un presupuesto más que ajustado que sin embargo de lo único que adolece es de un guion, quizás un poco más consistente, y que está más dirigido a lo pretencioso que a lo eficaz.
Es una pena el pensar que esta película es una especie de testamento del binomio Banderas – Griffith, que aunque Melania, en la película aparece poco, en el original en inglés pone incluso la voz a la bella Cleo.
Este vecino no quiere cargar las tintas en las partes más débiles de la película, porque siempre es un lujo que haya personas valientes como Antonio Banderas, y su productora “Green Moon”, que no tengan miedo en jugarse su patrimonio en la ruleta del séptimo arte.
Gracias, Antonio, por existir y porque te guste el cine. 

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viernes, 23 de enero de 2015

SOÑANDO CON OVEJAS ELÉCTRICAS (NO ES EL FUTURO, ES LA REALIDAD)


Uno, este vecino del mundo, está tan atento a todo, que en cualquier momento le va a pasar como a Don Quijote con las novelas de caballería, que va a mezclar varios temas, y no va a saber dónde está la realidad y la ficción, o mezclar varias realidades a modo de collage para crear una ficción.
Estaba viendo ayer, a última hora, la salida de la cárcel de Luis Bárcenas, con esas ganas renovadas de vivir, más chulo que ocho millones de ochos, como si se hubiera metido un Cola-Cao en vena, y además sin arrepentirse de nada, por lo menos disipando futuros malentendidos, que por un momento pensé que como fuera más rápido, si se descuidaba, aparecía en la casa de las casas, en este caso la de Gran Hermano VIP. Y la idea, como se dice ahora, me moló.
Un Bárcenas, en Gran Hermano VIP, estaría como pez en el agua. Intentando manejar las finanzas de la casa, y si se descuidan de todo Telecinco. Creo, sinceramente, que enseguida tendría algún problema bastante gordo con La Esteban, más que nada por demostrar  quién es más de derechas. Porque la de San Blas tiene que ser la que más en todo, más que nada porque siempre le sale del mismísimo…Y sino, llora, y todos sus compañeros de programas, todo el engranaje de la cadena le ayuda, no por ella, sino porque así ayudan a sus finanzas, y a esa máquina de hacer dinero que tienen.
Bárcenas ha sido la sombra de un PP en sombras, y la Esteban es la parte negra de una televisión de colorines, que a fuerza de repetir cuatro mandamientos no crean fans, sino “creyentes”. Quizás la diferencia, la gran diferencia entre los dos, es que el mundo de La Esteban se puede apagar con un click del mando a distancia, y en cambio, es posible que Bárcenas siga mandando a distancia, la distancia que crea el silencio y el saber muchas cosas de muchos, a los que con un simple click puede apagar.
Y mientras, en la casa Bárcenas viviría además como todo un señor, porque siguiendo la filosofía de La Esteban, no cogería una fregona y limpiaría, porque hay tías que lo pueden hacer.
Entre la sombra de Bárcenas y el poder de La Esteban, la prepotencia de uno y los tacos de la otra, el futuro es más negro que los mundos creados en “Blade Runner” y “Automata” juntos. Al final, este vecino del mundo solo va a desear, como los androides, poder soñar con ovejas eléctricas, porque éstas solo balan, y no hacen tanto daño como las palabras de diferentes mundos que están en  éste.


*FOTO: DE LA RED

jueves, 22 de enero de 2015

LOS RESTOS DEL NAUFRAGIO

Ahora que Irina Shayk y Cristiano Ronaldo, la pareja pluscuamperfecta,  han tarifado, para el común de los mortales, tanto le guste la carne o el pescado, se abre todo un mundo de posibilidades. Es como si la puerta de la esperanza se hubiera abierto sin nadie esperarlo.
Ahora que Mario Draghi, el Presidente del Banco Central Europeo (BCE) nos va a inundar, en teoría, a todos con millones de euros, se abre para el común de los mortales todo un mundo de posibilidades. Es como si la puerta de la esperanza se hubiera abierto sin nadie esperarlo.
Lo que ocurre es que este vecino del mundo, gran amante del cine por otra parte, se sabe todo tipo de argumentos, y le da, que tanto lo de Irina y Cristiano, como lo del Señor Draghi y  sus millones esperanzadores van a pasar sin tocarnos.  Quizás porque para que haya “divos” tiene que haber, siempre, “espectadores”, y a nosotros nos ha tocado lo de ser espectadores.
La vida, desde que naces, te va poniendo en tu sitio, y al final sabes que aunque se reparten cartas en el juego de la vida todos los días, siempre se llevan las mejores los tahúres, bien porque marquen las cartas, o porque el dinero llame al dinero. Personalmente este vecino  desde que se desenamoró platónicamente de Meg Ryan, cuando nos dejó a su marido Dennis Quaid y a este sufridor empedernido, procura no volver a ilusionarse, ni pensar que todo el monte es orégano.
Tras varios años de que nos han apretado el cinturón en plan torniquete, ya se sabe que a los torniquetes hay que liberarlos cada cierto tiempo para que aquello no gangrene, y ahora toca ilusionarnos otra vez para que sigamos comprando, que a la postre es lo único que les interesa de nosotros, los de a pie. Pero no se dan cuenta de que antes que comprar hay que vivir, y si has tenido suerte últimamente y has conseguido uno de esos empleos que hoy precisamente nos han informado que han aumentado en España, llegarás a la conclusión que aún trabajando, ni llegas a final de mes, ni sales de pobre.
Antes, en cuanto encontrabas un empleo, salías de la zona de pobreza, ahora no, hay mucho pobre que trabaja, y seguirá trabajando en las mismas, o incluso peores condiciones, por mucho que Mario Draghi haya sacado  su manguera de millones a pasear.
Los organismos europeos están nerviosos por las elecciones griegas, y el miedo que tienen a que el mapa político europeo pueda cambiar, y ahora toca hacer el paripé de Santa Claus y sus regalitos, aunque ya no sea Navidades y Santa Claus solo exista en nuestros corazones. Los mismos que nos han empobrecido, no nos van a sacar de pobres ahora.
Este vecino prefiere mirar a parejas como Cristiano Ronaldo e Irina Shayk, por aquello de donde hay amor hay alegría, y donde hubo fuego siempre quedan restos. Porque al final eso es siempre lo que nos queda a nosotros, los restos del naufragio.


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miércoles, 21 de enero de 2015

JOSEMARI Y SU EXPERIENCIA VITAL

Hace apenas un rato he sufrido en mis carnes la famosa expresión española “por si acaso”.
He quedado con un amigo a tomar un café para ponernos al día, pues nos vemos muy de vez en cuando. Y tras desempolvar viejos recuerdos, y poner de vuelta y media, solo a aquellos que realmente se lo merecen, la mayoría, volvía tranquilamente para casa cuando he notado la llamada de la selva, en su versión “ganas de orinar”. Y usando el GPS mental en su aplicación mapa de la zona de váteres municipales he recordado que había uno bien cerca.
La verdad es que en Donosti, la ciudad en la que normalmente tengo la suerte de residir, ese tipo de servicio municipal no tiene ninguna queja, más bien al contrario. Me explico.
Ahora ya se sabe que las técnicas modernas se utilizan para todo. Y lo mismo que muchas cabinas de W.C. tienen lavado automático, una vez que sales, lo mismo ocurre, o al menos debería ocurrir con la parte adjunta (resguardada por una especie de biombos fijos) que está habilitada para que los hombres hagan, digamos, sus "necesidades verticales".
Pero sucede, como en el caso de hoy, que hay sensores más rápidos que el gatillo de Billy El Niño, y cuando he llegado, ese sensor al reconocerme me ha debido de saludar a su manera, que se traduce con un buen chorro de agua. Lo que ocurre es que ese sensor debe de tener vida propia y, por lo que se ve ha debido de estar solo toda la mañana, muy solo, y se ha puesto contento de verme. Esa es la única explicación que le doy, ya que en el medio minuto, como mucho, que ha durado nuestro encuentro, me ha “saludado” con agua un total de tres veces. Con lo cual, si no hubiera entrado, y el “problema” me lo hubiera echado encima, me habría mojado menos, y con menos cara de sorpresa y cabreo.
Por lo que he podido comprobar tristemente en mis carnes, los fabricantes de baños públicos no deben de tener personal encargado de probar  “sus inventos”, porque el citado departamento se hubiera dado cuenta rápidamente, de que a ese sensor habría que "educarle" para que esperara, un minuto más o menos, a hacer aquello que se le requiere, y NO en el momento en el que el “cliente” está allí. Da la impresión de que el único fin es demostrar que “aquello” funciona, y por eso te lo repiten en persona, por el famoso “por si acaso”, tres veces.
Tras este incidente, y por este incidente, me he acordado de un gran amigo “Josemari”. Es arquitecto, y cuando empezó en su profesión, me acuerdo que le pregunté si no tenía miedo a que alguno de sus edificios se cayera. Y me dijo tranquilamente, que eso era prácticamente imposible, porque tras los cálculos, y como ya sabía que más de una vez en el proceso de construcción se podía “extraviar” algo de material, añadía bastante más de lo necesario, por si acaso. Y ese "por si acaso", tan banal, pero tan lleno de experiencia, ha vivido en mi durante toda la vida. Y en momentos como el de hoy, me acuerdo siempre de Josemari y de su experiencia vital.
Que no se me olvide, a partir de ahora, salir de casa siempre con un sobre de jabón en el bolsillo por si acaso, así en momentos como el de hoy me lavo por completo, y mira, eso que me ahorro…


*FOTO: DE LA RED.



lunes, 19 de enero de 2015

BLUE AND WHITE MONDAY


Uno de esos estudios raros, que si hubiera sido realizado en España, inmediatamente lo hubiéramos catalogado como una manera de desperdiciar el dinero, pero que en este caso ha sido en la Universidad de Cardiff, en Gales, y por lo tanto nos lo tenemos que tragar sin parpadear, ha dictaminado que hoy, lunes 19 de Enero, es el día más triste del año.
Lo único que queda claro en ese estudio, en la humilde opinión de este vecino, es que ni el investigador de la Universidad de Cardiff y experto en motivación, Cliff Arnal, ni ninguno de los que han intervenido en ese estudio es donostiarra, porque en ese caso se hubieran negado a una afirmación tan rotunda, a pesar de que la fórmula aplicada así lo estimara, teniendo en cuenta que hoy precisamente, es la víspera de San Sebastián y el comienzo de 24 horas de inmersión total en la tamborrada.
Hoy, prácticamente, es el único día en que el donostiarra pierde esa compostura de cartel de anuncio turístico, ante los sones compuestos por el Maestro Sarriegui, ni tampoco se necesita nombrar ningún tipo de comisión a favor ni en contra  para que generalmente no lleguen a ninguna conclusión, sino a miles de ellas. Porque en el ADN del donostiarra, las próximas veinticuatro horas están escritas en txuri-urdin (blanquiazul), los colores de Donosti.
Por si acaso, y volviendo al tema de la formulita en cuestión, que se ha empeñado en que sea un día, una víspera para nosotros, triste,  hoy saldré después de cenar, y pensando en ella, sin rímmel a la calle, por aquello de que no me digan el famoso “te lo dije”  cuando llore porque tenía que llorar según los estudiosos.
En una sociedad que te dicta los gustos, lo que compras, lo que consumes, lo que faltaba ya es que tengas que estar triste porque a alguien en alguna remota universidad le sale mediante un fórmula, que tenemos que estar tristes, porque “yes”, y porque es “Blue Monday”. Señores, aquí, en mi querida Donostia, y si quieren se lo digo en inglés, hoy es “Blue and White Monday”.
Aunque sí, he de reconocer, que personalmente desde hace unos años ya las fiestas en general no las vivo como antes, y son los daños colaterales, como se dice ahora, de una crisis que nos ha empitonado como un miura desbocado, y el que ha podido levantarse no olvidará lo vivido. Ahora comprendo bien a mi madre, que fue componente de los llamados “niños de la guerra civil”. A ella se la llevaron a Francia, y aunque siempre ha celebrado las fiestas, ha tenido los pies en la tierra, y comprado sin desbocarse, por aquello de “gastar poco para tener”.
Por eso, al enterarme de que este año hay alguna sociedad gastronómica, que vuelve a poner en su menú, las famosas angulas, que durante unos cuantos años las han tenido que olvidar por prohibitivas,  este vecino del mundo se da cuenta, de que él personalmente, ya no ve la vida de la misma manera, y que si ahora tuviera que volver a vivir todo otra vez, lo haría de otra manera, más pautádamente.
Y que los que han causado esta crisis no crean que, cuando quieran, si quieren, va a volver todo a su cauce, porque no va a ser así, y que cuando deseen que compremos, porque la fórmula de alguien diga entonces que así tiene que ser, y que necesitan que compremos, porque quieren ser más ricos, este vecino desde luego se apea en la próxima.

Lo dicho ni “Blue Monday”, ni día multicolor, porque alguien nos ha recordado insistentemente que los excesos se pagan, y mucho; y en realidad, la fiesta y el cariño donde mejor encajan es en el corazón, y eso sí, la tamborrada que no falte en la calle.

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domingo, 18 de enero de 2015

VENGANZA 3, LA NO-CRITICA

Ayer estuve viendo “Venganza 3”. Naturalmente que no voy a osar hacer una crítica de la citada película, porque se sabe lo que es, antes de entrar en la sala. No engaña, como los letreros de los váteres públicos. Si entras, ya sabes lo que vas a encontrar. Pero todos sabemos que hay un momento para todo. Por eso, precisamente, estas cintas deberían de estar subvencionadas por alguna ONG, algo así como “Odio sin fronteras”, porque quién no se levanta “mosqueado” estos días con tanta corrupción y caradura. Personalmente creo que si el mismo Papa Francisco se libraba de este mosqueo, ese viento filipino le ha tenido que descolocar, y no es un juego de palabras.
Continuando  con la película de la factoría de Besson, el ver esta cinta me trajo una palabra que no había usado hace mucho tiempo, y que me refresca imágenes de mi niñez. La referida expresión es: “soplamocos”. ¿A quién en su niñez no le amenazaron con uno, o varios? Además, es totalmente expresiva, y se te llena la boca como la mano lo haría en la nariz de alguien. Será, incluso, de las pocas palabras que viene con una gama de colores implícita: verde y rojo.
Los soplamocos del ya más que talludito Liam Neeson son una especie de relajante muscular en el alma. Reparte mamporros, y no nos engañemos, certificados de defunción a diestro y siniestro, pero como él es “el chico bueno de la película” no nos tenemos que avergonzar por ofrecerle nuestra simpatía y el deseo de que se viniera por nuestro suelo patrio a repartir un poco de justicia.
Estamos en un momento actual en el que hay muchos soplamocos pendientes, y toda esa energía se debe de canalizar por algún lado. Por eso este tipo de películas deberían de ser calificadas como “de bien social”.
A decir verdad, la película para que sea redonda, redonda a su manera, claro, le falta un cameo del "pequeño Nicolás", pero ya se sabe, la dicha nunca puede ser completa.
¿Os imagináis que una de estas películas acabara mal, que el protagonista lejos de repartir justicia, acabara bajo las garras del malo de turno? Creo que no habría sala de cine que pudiera ofrecer un segundo pase, por los destrozos causados por los espectadores de la gala de estreno y de despedida.
Tampoco me extrañaría que parte de ese dinero que pasta por las praderas suizas, se invirtiera en este tipo de películas, que son una especie de opio del resentido y mosqueado. ¡Vamos! Lo que viene a ser un currito de los de toda la vida.


 *FOTO: DE LA RED

viernes, 16 de enero de 2015

MARISA PATAKY Y LA MODERNIDAD

Mi vecina, Marisa, que tiene graves problemas con procesar todas las noticias de los medios de comunicación,  y nos está volviendo locos. Es una versión de Don Quijote, pero con rulos. Es decir, tanto cotilleo y maneras de famoseo casposo le han vuelto hiperactiva, y por el contrario, al resto de la comunidad nos están llevando por el camino de la amargura.
Lo último, es que quiere escribir sus memorias, que si la Esteban lo hizo, que ella no es menos, que sus líos amorosos los tiene que conocer todo el mundo, y me imagino que así ella también, porque como se decía antiguamente, que sepamos nosotros, Marisa no ha conocido varónEstá en trámites con Aldo, un senegalés que hace todo tipo de chapuzas en la comunidad, para que le sirva de “negro” escribiendo el libro. ¡La pobre! Oye campanas, y no sabe dónde. Ella lo de negro lo ha oído, y lo adapta a su manera.
Lo tiene muy claro, quiere publicar su libro mediante, porque está muy enterada, el “crou funding” ese de marras, y quiere que todos colaboremos. El que coopere con veinte euros ya tiene el libro asegurado, y si lo haces con treinta, te lo dedica individualmente.
También ha adaptado a su manera el photocall, o como dice ella el “fotocol”. Llevamos varios días con una especie de biombo, en la entrada del portal, con publicidad de las tiendas de la zona, y como no ha contratado ningún fotógrafo profesional por falta de “crou funding”, ella misma cada vez que baja para algún recado, o viene de regreso, se saca unos cuantos “selfies” con el teléfono móvil que le regalaron sus amigas. Ayer cuando bajaba a media mañana vi que se estaba haciendo un “pataky” y tenía el cuello tan retorcido que no le dije ni media palabra para evitar que al intentar mirarme se pudiera desnucar. Entonces me dí cuenta el por qué, desde hace un tiempo,  los vecinos se refieren a ella como Marisa Pataky.
Además, como no podía ser de otra manera, se ha empeñado en que mujeres como ella no son nada, si no intentan realizarse, y por eso, ahora, se quiere dedicar a diseñar joyas, que si otras lo hacen ella también. Y en uno de los cruces por la escalera, me ha mostrado unos dibujos que llevaba en una carpeta. Eran diseños, o cuasi diseños, para una colección de broches. Todos  tenían en común el lema “La tercera edad mola”, y esa leyenda en mayor o menor medida aparecía en todos los bosquejos. 
En uno de los dibujos más graciosos, estaba la silueta de una pareja besándose, él con bastón y ella con andador. Éste último modelo quiere que ya esté a la venta para el día de San Valentín, dice que seguro que causará furor en los hogares de jubilados de toda España.
Ya para terminar diré que en lo último en que se ha embarcado es que quiere lanzar una plataforma de “Podemos”, porque a ella le encanta el “coletas”, y nos está poniendo el color morado no solo en la instalación del “fotocol”, sino  en toda la escalera. Dice que eso del veintiuno por ciento del IVA cultural es inviable, y junto al biombo de entrada, en el portal, ha colocado una diana con la cara del ministro Wert, y al que haga tres dianas seguidas, pagando, naturalmente, le regala, cuando se edite, uno de sus libros.
No sé si tenemos una comunidad de vecinos, o un parque temático…

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jueves, 15 de enero de 2015

LOS CHUNGUITOS: ROMPIENDO LA VAJILLA

Estos días, en las llamadas redes sociales, Los Chunguitos están siendo un clamor, y no precisamente por algo bueno. Hay quejas por su comportamiento al comienzo de Gran Hermano Vip, como consecuencia de los comentarios dichos entre ellos, pues estaban solos en el confesionario, al ver la entrada de otro concursante, éste de color, Corman.
Este vecino del mundo siempre ha sido de la opinión de que cada persona debe de cargar con el grado de responsabilidad que sus actos merecen. Lo que ocurre es que este caso, el de Los Chunguitos, es muy complejo.
Este dúo madrileño en realidad se dedica a cantar. Sin embargo, últimamente no son contratados, digamos que por su calidad vocal. Desde que estos artistas, porque lo son, aparecieran en el programa “Tu cara me suena”, todo ha ido como una bola de nieve, todo ha sido un disparate. ¿Les ha dado dinero? Por supuesto, a ambas partes, contratante y contratado, pero no por sus canciones, sino por su manera de ser. Los quieres o los odias, porque son simples, sin tapujos, por crianza, por cultura, o por todo lo que usted quiera.
En este caso, no sirve lo de ser políticamente correctos, porque Los Chunguitos, los Hermanos Salazar, no distinguen lo que es eso. Y no voy en contra de ellos, sino a favor, son unos niños en su opinión, pero en el cuerpo de unos señores adultos.
La mayoría de la gente no entiende lo que dicen y eso les hace, nos hace, gracia. Este caso es como lo del huevo y la gallina, hasta qué punto nos reímos de ellos, o con ellos.
Si algo voy a ser es sincero, como siempre intento serlo. Este vecino del mundo no se divierte con ellos, es tal el nivel de empatía mezclado con vergüenza ajena, que sufro con ellos; porque tienen su mundo, y nosotros lo hemos invadido.
Con respecto a los comentarios vertidos, de índole racista, sobre el concursante Corman, y que han dado origen a la polémica, está clarísimo que ellos no han ido a ofender, aunque lo hayan hecho, porque son así, digamos que “simples”. Nos tenemos que fijar en un pequeño, gran detalle. En el momento de los hechos, ellos estaban “aislados”, en el confesionario. Si hubieran tenido “la guía” de sus compañeros en el concurso, otra cosa hubiera ocurrido.
A toda persona no se le puede pedir  más de lo que da, y en este caso, y volvemos al comienzo, hasta qué punto nos reímos con ellos, o de ellos. Porque nos reímos, y mucho, cuando no les entendemos, pero ellos no pretenden hacernos reír, están hablando en serio y nosotros nos reímos por ignorancia de lo que dicen. ¿Eso está bien? Personalmente creo que no. Si Los Chunguitos no se portan bien, nosotros con ellos tampoco, y todo ésto no es una excusa, es la realidad.
Queremos que nos hagan gracia, pero que sean políticamente correctos, y en el mundo de los Hermanos Salazar, eso no existe. O lo tomas o lo dejas. Si algo son es sinceros, que no quiere decir que sean correctos, y una persona se forja, y le forjan, durante toda su vida, con enseñanzas y ejemplos de su origen. Y todo eso lo sabemos todos , pero solo nos queremos hacer responsables de lo que nos gusta, de lo que está bien.

A Los Chunguitos se les ha invitado a una fiesta, a la de nuestra vida, y ahora cuando hay destrozos, cuando se ha roto la vajilla, nuestra vajilla, decimos que la culpa es de ellos, cuando nosotros de antemano ya sabíamos su falta de destreza a la hora de limpiar.


*FOTO: DE LA RED

miércoles, 14 de enero de 2015

LUTO EN LA FAMILIA TELERÍN

Hoy nos hemos despertado, al menos los de mi generación (finales de los cincuenta), con una mala noticia: Don José Luis Moro ha fallecido.
La mayoría de la gente se preguntará quién era el Señor Moro. Pues muy sencillo, todo un icono para la época, cuando esta palabra ni siquiera se utilizaba. Quizás más de uno se reirá, si visto con los ojos de entonces, la España de los sesenta, José Luis Moro, junto con su hermano Santiago, o mejor dicho los Estudios Moro, eran el equivalente a Disney en España (salvando las distancias, por supuesto), en cuestión de animación. Aunque a los españoles nunca les dio por hacer largometrajes, ellos hacían historias cortas para publicidad, y sus “monigotes”, ésto, por supuesto, dicho con mucho cariño, marcaron una época.
Los niños de los sesenta se fueron a la cama  con la Familia Telerín. A las nueve de la noche exactamente, salían Cleo, Tete, Maripi, Pelusín, Coletas y Cuquín avisándonos de que “ya es hora de que los peques nos vayamos a la cama”.
Los mayores de la época se sabían la lista de jugadores del Real Madrid, o del Athletic de Bilbao, pero los niños nos sabíamos, junto a la lista de los Reyes Godos, que debían de ser muy importantes, los nombres de la Familia Telerín.
En un momento anterior he dicho que los Estudios Moro fueron nuestro Disney español, pero por la época que nos tocó vivir, también ejercieron de lo que ahora sería la publicidad por ordenador. Todos los anunciantes con posibles de la época, echaban la casa por la ventana para anunciar sus productos con los monigotes de los Moro, o con lo que ahora se denominaría animación “frame by frame” (foto a foto).
¿Qué hubiera sido de las dos primeras películas de Marisol, las que apuntalaron su fama como “niña prodigio”, sin sus simpáticas introducciones? O los anuncios de las maquinillas de afeitar Philips, que vistos hoy, hace mucha gracia observar que los protagonistas del afeitado antes de hacerlo ya lucen una piel tersa y bien limpia. ¡La inocencia de aquellos tiempos!
También fueron, y no hay que olvidar, porque también marcaron un antes y un después, los creadores de la careta del “Un, dos, tres”, y del diseño de la famosa Ruperta y de la simpática, aunque más que negativa, y efímera Botilde.
Quizás, de las nuevas generaciones, ya pocos saben, y no conviene olvidar, que la voz de la Ruperta cantando fue obra del más que versátil Narciso Ibañez Serrador, “inventor”, director y “alma máter” del citado programa.
Hoy, aquella generación del blanco y negro, y de la única televisión posible, nos hemos quedado aún más huérfanos.
¡Descanse en paz, Don José Luis Moro!

*DIBUJO: DE LA RED

martes, 13 de enero de 2015

LAS BARBAS DEL VECINO

Muchas muestras hemos tenido, y este vecino del mundo se teme que más tendremos todavía, de que somos muy rápidos en cuestiones de copiar todo aquello que sirve para explotar y reprimir más al españolito de a pie, y sin embargo no somos tan raudos y veloces a la hora de traer aquellas “costumbres” externas que nos beneficiarían.
Por aquello de piensa mal y acertarás, una noticia se ha colado de rondón estos días, que ha dado qué pensar a este vecino, y no sería de extrañar, que en poco tiempo se pusiera tristemente de moda en nuestro cortijo patrio.
Como consecuencia del viaje papal a Filipinas dentro de breves fechas, y en el que se prevé grandes aglomeraciones de gente, que puede rondar entre los dos y cinco millones de personas, el gobierno de ese país ha decidido que para que la policía de tráfico, no pierda ningún momento en su trabajo, les va a dotar de pañales. Por de pronto se dice que el referido cuerpo ha aceptado bien esa decisión.
Y por aquello de cuando veas la barba de tu vecino pelar, pon la tuya a remojar, este vecino ya se imagina a más de uno de nuestros empresarios alegrándose de esa idea, y con ganas de ponerla en práctica lo antes posible.
Ya se sabe que lo más fácil es encontrar razones para cualquier tipo de argumentación. Un abogado, si es bien pagado, que normalmente lo es, en cinco segundos puede demostrar una cosa, y si hace falta la contraria. Y este vecino, naturalmente por los años que ya acumula, se acuerda de aquella recurrente frase  en tiempos del famoso cine del destape, en el que sus estrellas, directa y seriamente declaraban, que ellas solamente se desnudarían  si el guion lo exigía, y por supuesto el guion siempre lo hacía. La cantidad de catarros que las estrellas de entonces tuvieron que coger, en los duros días de rodaje en el plató de turno.
Dentro de poco, se dará el caso de que todo aquel que trabaje como autónomo, seguro que a la hora de leer ofertas de trabajo se encontrará con condiciones de trabajo como la que sigue:
Se recuerda que tanto el consumo de gasolina del coche, como los pañales, correrán a cargo del trabajador.
No es difícil imaginarse, en las oficinas del futuro reciente  que junto a la máquina del café, pero en un discreto segundo plano, naturalmente, habrá un dispensador de pañales con ranura para las monedas. Y más fácil y triste imaginarse todavía, que muchos de esos trabajadores aparte de sentirse tan explotados como ahora, o más, encima se sentirán escocidos. Más de uno y por razones obvias, anhelará haber nacido escocés, y poder ponerse el traje típico.
Y lo triste es, que no va a ser broma. ¡De mal en peor!

*FOTO: DE LA RED.

lunes, 12 de enero de 2015

GRAN HERMANO VIP, CUESTIÓN DE GÉNERO

Ayer comenzó GRAN HERMANO VIP, pero, tranquilos, no voy a hacer un resumen de la gala, sino a comentar  un detalle que no me gustó.
Vaya por delante que uno no se tiene ni por carca ni por retrogrado, pero que sí tiene las cosas muy claras, y que ayer, al entrar en la casa los concursantes, no le gustó la aparición de uno de ellos totalmente desnudo.
Se valieron para esa “licencia”, la de omitir la ropa, en una sencilla estratagema; ese concursante de color, aunque proveniente de Irún, Coman, había participado anteriormente en otro programa, “Adán y Eva” en el que los concursantes van desnudos, aunque la mayoría de las veces se busca posiciones donde los atributos no aparecen a la vista. Lo que ocurre, es que éste, Gran Hermano Vip, es otro concurso, en teoría totalmente diferente, porque, entre otros participantes, entró también un torero y ese no iba ni vestido de luces, ni toreó.
Algunos se preguntarán por qué no me gustó, y que quizás piensen que todo vale para subir la audiencia. Si todo valiera, también podía haber aparecido una mujer desnuda, porque también hay Evas en el programa de origen. Lo que ocurre es que con el actual panorama en España, y que estamos intentando aplicar todo tipo de normas para evitar la tan lamentable violencia de género, la producción del programa claramente, en mi opinión, ha intentado no meterse en ese charco, y es más fácil entrar en el jardín de los hombres, donde por ahora todo vale, y nada está regulado.
Si estamos hablando de una verdadera igualdad de derechos, y sacamos las uñas con las mujeres objeto, también debería de ser lo mismo con los hombres.
Como hablaba en el artículo anterior, el gobierno está sopesando la idea de prohibir los piropos, y sin embargo hay programas en televisión donde no hay ningún problema en que aparezcan hombres desnudos. A lo mejor, visto lo visto, el problema surgiría si un hombre le lanzara un piropo, en este caso, a Coman, el concursante con demasiado tejido epitelial a la vista. Lo cual, ya sería el absurdo por el absurdo.
Si hablamos, como lo hacemos últimamente, de maltrato de género, nos tenemos que aclarar. Géneros hay dos, masculino y femenino, y no se debe de maltratar a ninguno de ellos.
Antes de terminar, también añadir, por supuesto, que es de lamentar los comentarios racistas por parte de "Los Chunguitos" al ver por primera vez a Coman. Lo que ocurre es que este vecino del mundo no lo ha mencionado antes, porque de estos comentarios no se les puede hacer responsables al programa en sí, sino de modo particular a los dos hermanos Juan y José Salazar, que para ahora seguro que bien lo tienen que lamentar. Y que una cosa es un comportamiento particular, y otro, una manera de concebir un programa, e intento de una presunta manipulación de opinión.

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sábado, 10 de enero de 2015

ÁNGELES CARMONA Y LOS PIROPOS

Me gustaría,  y a quién no, ser siempre original y empezar  con algo “rompedor” en cada escrito. Pero hoy va a ser imposible, porque mi cuerpo solo me pide decir algo así como ..”Y ahora viene la lista de turno, en este caso Ángeles Carmona  (Presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejero General del Poder Judicial), diciendo que quiere eliminar el "piropo" porque según ella "supone una invasión a la intimidad de la mujer".
Como uno no ha nacido ayer, y sabe cómo va ésto, vaya primero por delante que si se hubiera tratado de un hombre, de la persona que estoy hablando, me hubiera expresado de la misma manera, porque ya solo falta que se prohíba respirar porque es malo para la capa de ozono.
Ocurre, y ya perdonarán, que desde que al hombre, y a la mujer, se les dio el poder, y no me refiero al legislativo, de hablar y de comunicarse mediante la palabra, se creó la opinión, y desde el momento en que una mujer y un hombre, también, se dejan ver, según la leyenda, primero en el Paraíso, y luego por un pequeño rifirrafe, fuera de él, se practica la opinión en el arte de las relaciones humanas; y unas serán elevadas, y otras incluso serán rastreras, y por supuesto censurables, pero ésto en sí, es el juego de la vida: el oír opiniones, y en consecuencia intercambio de conocimientos entre unos y otros, y el saber hacia dónde, o dónde no, dirigir nuestros pasos como maniobra de acercamiento, o de todo lo contrario.
Está claro que dentro de los piropos, como todo en esta vida, hay muchos niveles, y algunos desgraciadamente rayarán en la zafiedad, o en el mal gusto, en cuyo caso, la persona que lo recibe siempre será muy libre de responder como crea conveniente, pero hay casos en el que el creador de un piropo puede ser un verdadero artista. Pero sea así, artista, o simplemente zafio, el creador de un piropo, para lo bueno o para lo malo, siempre queda retratado, y se puede decir incluso, que en el peor de los casos, en el pecado llevará la penitencia. La penitencia de que todo el mundo le mire reprobándole la salida de pata de banco.
Tampoco convendrá olvidar que el piropo, en la gran mayoría de las veces, está muy ligado al sentido del humor, pero nunca con la humillación, porque eso siempre es otra cosa.
La verdad es que al menos por donde vive este vecino del mundo, Euskadi, el piropo no se practica mucho. Sin embargo, recuerdo una vez, que estando en los “Madriles”, porque además los piropos son para contarlos así, con gracia, y no con zafiedad, una morena, una mujer morena, de curvas peligrosas y desafiantes con la gravedad, iba paseando en plena Gran Vía, y como si fuera un torero se iba recreando en la suerte de andar, contoneándose como un terremoto de grado cinco. En un momento dado, y por décimas de segundo, desapareció todo tipo de ruido, y una voz, varonil, y bien templada de dicción, soltó lo siguiente: “Los claveles de Córdoba, a tu lado, parecen lechugas”.  La señorita que se dio, por supuesto, por aludida, se paró por un momento, y le miró, mientras en sus labios, apareció una sonrisa. Y se fue. Se fue como se va el tiempo, en un momento; pero todos nos quedamos con una sonrisa, y con las ganas, por lo menos, de haber sido suficientemente habilidosos como para haber engarzado tan bonito pensamiento.
Lo que ocurre, y este vecino lo sabe también, es más habitual la zafiedad, y desde el momento en que he leído el artículo en el que se hacía referencia al deseo de la Señora o Señorita (para no ser irrespetuoso) Ángeles Carmona, de eliminar los piropos, me he acordado, y no sé por qué, de Merche, mi vecina del tercero, y los improperios que muchas veces suelta, porque se escucha a lo largo y ancho del patio de luces, a su marido, recordándole lo calzonazos que es. Y me ha venido a la mente, que quizás es porque nunca le ha dicho, ni siquiera en una décima de segundo, un buen piropo a su mujer. Pero seguro que el caso del marido de Merche, no será de la incumbencia de Ángeles Carmona. ¡Una verdadera lástima!

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jueves, 8 de enero de 2015

CONJUGANDO EL VERBO "NORMALIZAR"

Hoy al despertarme me ha ocurrido una cosa curiosa, era tan temprano (seis de la mañana), que no sabía si coger el ánimo de ayer, ya maltrecho, o el de hoy, todavía sin estrenar y con una sonrisa brillantemente nueva, si es que el ánimo puede sonreír. Por eso, ante la disyuntiva, he optado por levantarme a escribir, hoy, pero con un tema que se originó ayer, aunque con los horarios que se gastan nuestras televisiones, el programa en teoría era de ayer, pero se ha podido ver, o sufrir, hoy mismo.
Estaba ya a punto de irme a dormir, cuando por obra de un zapping televisivo, en el programa “Hable con ellas” estaban dando paso al “Coro de hombres gays de Madrid".
Este vecino del mundo, no va a decir eso de que "él no tiene problemas con los gays porque además tiene muchos amigos que lo son". Decir eso ya parece que es ponerse el vendaje antes que la herida, y aquí no debe de haber sospechas por ninguna partSolo quería comentar, y tras haberme documentado sobre los fines de la creación del citado coro, que uno no sabe bien como conjugar el verbo “normalizar”, porque desde el punto de vista de este vecino, lo ideal sería que cualquier persona pudiera intervenir en lo que le diera la gana, en este caso en cualquier coro, pero sinceramente creo que hacer “guetos” no es el camino, y a este vecino del mundo “eso” es lo que le parece.
Mientras hagamos bandera de una causa, la normalización nunca será tal, y en realidad no estoy buscando polémica porque soy el primero que no quisiera que se hicieran distingos ni por sexo, ni por tendencia sexual, ni por pensamiento, pero al crear, en este caso, un coro para gays, en cierta manera se está “prohibiendo” o coartando la libertad de los que no lo son. Lo mismo que ha podido pasar siempre, pero a la inversa. Con lo cual se obtiene otro error, que aunque sea al revés, sigue siendo error.
Si algún integrante de este coro, por ejemplo, tiene un amigo heterosexual que quiera pertenecer a él, el sistema sería fácil: “hacer la vista gorda”, pero está claro que eso tampoco es el camino. Y la historia también nos tiene que haber enseñado que “ignorar” no es la solución.
Durante el proceso de “documentación” he comprobado que el citado coro actuó también en el especial de “El intermedio” en Nochevieja, dirigido por el Señor Zapatero. Lo cual, sí pudiera ser una auténtica metáfora de la situación, y utilización política, que personalmente a este vecino del mundo, no le gustaría.
Además, y volviendo al programa de ayer, en “Hable con ellas”, me entra una duda: ¿Por qué se llevó a este coro al programa, por su calidad musical o por su condición?
"Eso”, también sería cuestión de analizar, porque “señalar”, o ponerse etiquetas,  tampoco es el camino.

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miércoles, 7 de enero de 2015

PARÍS, EL ALMA A MEDIA ASTA

Hay días en que uno se siente como un horno, está cogiendo temperatura,  y sin embargo, sabe por los galones que da la experiencia, que no lo tiene precisamente preparado para bollos. Es como si te dirían “mira para otro lado”, pero en el fondo sabes hacia dónde quieres y tienes que mirar, y que si no lo haces, es de cobardes.
En este momento diría que tengo el alma a media asta.
Lo de hoy en París, ese acto terrorista no se limita a las doce personas asesinadas, ni dar un palo en la boca a la libertad de prensa. Es algo así como presentar un póquer de ases en cualquier garito jugado por profesionales, cuando nadie se lo espera, porque además ya habías visto que el jugador de tu derecha, tenía un as, y era imposible que otro también lo tuviera.
Hay gente que menosprecia el humor, por parecer menos serio que decir las verdades del barquero con una entonación formal, pero el humor siempre da algo más, porque deja una puerta abierta a la sugerencia, que alguien hoy ha intentado cerrar.
Hoy más de uno que oiga críticas sobre lo ocurrido en las oficinas del semanario satírico francés, puede tacharlas de racistas y de sectarias. Pero todo eso siempre tiene doble dirección, especialmente los que se quejan de no recibir un tratamiento como ellos creen que se merecen, mientras deparan por su parte  otro tratamiento a todas luces dictatorial, se juzgue desde el prisma que se quiera.
En días como hoy es una vergüenza ser un ser “humano” por lo poco que se practica la humanidad, teniendo además en cuenta que decir “París”, siempre ha sido decir “amor”, y en unos instantes se ha mancillado un símbolo, más que un lugar, que en cierta forma es de todos.
Algunas veces suele costar terminar un artículo por aquello de intentar aportar “un algo más”, una especie de broche de oro. Sin embargo, esta vez las palabras han salido solas, ya que además son, y no hace falta decirlo, el título de un libro que causó furor en su época:
Bonjour tristesse”.

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martes, 6 de enero de 2015

LOS REYES MAGOS: EL FIN DE LA LEYENDA

Cada vez lo entiendo menos. En un país en el que aprovechamos cualquier momento para recordar que hay más futuro que la monarquía, y que eso de la sangre azul es, antes se decía una falacia, una leyenda urbana, una de las principales fiestas nuestras es la de los Reyes Magos de Oriente. El día 6 de Enero, en España, todos somos monárquicos practicantes de pura cepa.
Curioso también que mientras en cualquier fiesta aprovechamos la frase “ésto lo inventaron los grandes almacenes para vender más” en este día eso no se recuerda, y quién más quién menos se levanta cuando menos “escamado” con la esperanza de que piensen que hemos sido buenos, o que estamos buenos, por aquello del amor, y nos regalen unas cuantas cosas.
Un olor que este vecino del mundo tiene asociado todavía a esta festividad es el de la pólvora. No, no es que me regalaran pistolas, que también (las mías fueron pensando en Gary Cooper, y me quedaba como él “Solo ante el peligro” en la penumbra de ese pasillo al que todos hemos temido cuando se apagaba la luz), sino por el olor de las antorchas y salvas que se disparaban durante la cabalgata de la noche anterior.
El olor a pólvora me recuerda a esas noches largas de espera, con los nervios a flor de piel, y en las que, sudoroso, apenas dormía.
Siempre me pregunté el sistema que los Magos de Oriente tenían para otorgar los regalos, porque todo parecido con lo que yo pedía en la carta, siempre fue pura coincidencia. Es más, mis regalos nunca se anunciaron en la única televisión que entonces había.
En realidad, y ahora me doy más cuenta que nunca, no hay nada nuevo bajo el sol, y cuando éramos pequeños, en el caso de este vecino del mundo a finales de los cincuenta, todo funcionaba como ahora con este gobierno y con el Mercado Común Europeo, pedías unas cosas, pero ya durante todo el año eras condicionado con publicidad encubierta a que “los Reyes son los que en realidad saben lo que tú necesitas”. Y por eso cada 6 de Enero, a la noche de los sueños, seguía las mañanas de decepciones, pues junto con un pequeño juguete, sin marca, y que no habías visto en ninguna juguetería de las pocas que entonces había en un pueblo, te encontrabas con ropa, “porque ya te estás haciendo mayor”, y útiles para el colegio, “para que seas un hombre de provecho”.
En realidad, y todo visto desde ahora, esas dos últimas frases son primas hermanas de ese famoso “habéis vivido por encima de vuestras posibilidades”, con el que los Reyes Magos que ahora nos dirigen tanto en España como en Europa, anunciaban el carbón que durante años nos está viniendo como regalo por nuestro supuesto comportamiento.
La verdad, y aunque nunca lo dije, siempre pensé que eso de ser “un niño formal” no era rentable, porque yo tenía amigos malos hasta decir basta,  y sus regalos siempre fueron los que ellos pedían, y yo, que como mis padres decían, ni ellos ni los reyes podían tener queja de mi comportamiento, siempre recibí, desde mi punto de vista de entonces, “regalos aburridos”.
Por eso, a medida que vas cumpliendo años, muchos años, cada vez comparas más las vísperas de Reyes Magos con las noches de pasión, y piensas que quizás son mejores los prolegómenos que los resultados. Y, si nos referimos a la Iglesia, ésta te va diciendo que por mucho que sufras en esta vida, siempre tendrás tus regalos, tu recompensa, en la otra; este vecino recuerda entonces las mañanas del día 6 de Enero, y no puede menos que esbozar una ligera sonrisa mientras en su cabeza una vocecita con eco dice “Menos cuentos, caperucita…”. Y eso, que entonces aún no había visitado las dependencias vaticanas, y ver todos los regalos que se “amasan” allí, y que no dejan para el más allá.

*FOTO: FOTOGRAMA DE BEN-HUR. 


sábado, 3 de enero de 2015

UNA VIDA DE PELÍCULA

Al final ya no sabes quién copió a quién, pero ésto del cambio de año, viene a ser como la serie de las películas de Rocky que vas cambiando de película, pero la historia se convierte en histeria, y pasas del Rocky 1 al 6 con una creciente sensación de déjà vu y menos dinero en el bolsillo.
Y en lo que va de año, y como diría mi madre “y lo que te rondaré morena”, las mismas caras y las mismas situaciones. En la tele por ejemplo, muchos programas se puede resumir como “alguien dilapida a alguien”, o bien los tertulianos a un político, o los colaboradores entre ellos, o a un conocido no muy famoso, porque si es muy, muy famoso, y tiene algo de poder, el peloteo va in crescendo. En la política: todos contra Podemos, y Podemos repartiendo casta a todos.
Me he pasado un buen rato,  y no lo encuentro, juro que no lo encuentro, buscando la cadena para tirar de la bomba de este retrete universal.
Por aquello de buscar la paz interior, para luego colaborar en lo poco que se pueda en “la paz de todos” (esto último me ha quedado un poco “vaticano”), me propuse como comienzo de año, lo único que me he propuesto, porque nunca he conseguido llevar una proposición adelante más de dos o tres semanas, iniciarme en el TAI CHI, pero en plan autodidacta, mediante algunos vÍdeos, y a horas muy tempranas, para evitar el espectáculo lamentable a los sufridores familiares. 
Y ahí estoy, una especie de Karate Kid pero en versión casados contra casados, intentando hacer el salto de la grulla en una pequeña barca, pero más mareado y perdido que el original, y sin barca.
No sé si eso será normal pero tengo agujetas hasta en las pestañas. ¡Es curioso! Me duelen músculos que no sabía ni que tenía. Pero, en fin, todo sea por la paz universal.
A mi alrededor, y tras los festejos de fin y comienzo de año, noto muy poca gente, o verdaderamente se pasaron entre comilonas y bebidas varias, o “la cosa” está verdaderamente mal y se mantienen en barbecho,  y tiesos, muy tiesos, hasta que se saquen las siguientes fotos con motivo de los Reyes Magos.
Personalmente, e inicialmente no iba a pedir nada, deseo un poco de la  “chispa de la vida” y no me refiero a la bebida americana, sino a ganas de vivir, porque desde un punto de vista de amante del cine, me está ocurriendo con la vida, lo mismo que me ocurrió cuando vi “Tesis”, la película de Amenabar, muy interesante, y con mucho suspense, pero llegó un momento en que me daba lo mismo quién fuera el asesino, solo quería que terminara ya.
La vida, como es natural, no deseo que se termine, pero sí me gustaría que se convirtiera en un musical para que todos bailáramos, con la rapidez de un Tommy Steele cualquiera, y cantáramos juntos, y no lo que es, una película bélica, en la que cada uno hace la guerra por su cuenta.
Por favor, que paren este tanque que me  bajo.

*FOTO: DE LA RED