viernes, 26 de octubre de 2012

EL ALMA DE MI PIE IZQUIERDO


Muchas veces desde esta ventana hemos dicho eso de que la realidad supera la ficción, y otra vez más tenemos un claro ejemplo de ello con las últimas declaraciones de la periodista y cara de las mañanas de “la uno”, Mariló Montero, hablando sobre si era o no conveniente donar los órganos del presunto asesino de la pedanía albaceteña de El Salobral a raíz de una noticia que así lo anunciaba. "¿Está bien donar órganos de alguien que ha matado a otras personas, aunque antes de convertirse en un asesino se dijera que era un buen hombre?". “¿Pasa algo al llevar el órgano dentro de ti de alguien que ha matado a otros?". Y tras la cantidad de críticas recibidas tanto en las redes sociales como en los diversos medios de comunicación, la citada periodista vuelve al tema en su siguiente programa, y a modo de reflexión asevera que “no está científicamente demostrado que el alma no se transmita en un trasplante de órganos", con lo cual y a opinión de este vecino del mundo “lo acabó de arreglar”.
En primer lugar habría que comentar que la sociedad en general tendrá una misma opinión con respecto a lo que ocurrió en el citado caso de El Salobral. Sin embargo, con respecto a otros conceptos sería muy difícil de llegar a un acuerdo sobre lo bueno y lo malo para que se tenga en cuenta a la hora de hacer un trasplante de órganos.
¿Sería conveniente donar los órganos de un estafador, de un “chorizo”, de un enfermo, como lo es un ludópata?
Los incondicionales de este blog habrán notado que no he mencionado, y bien saben que he hecho un gran esfuerzo por no mencionar al mundo de la política, pero la verdad es que recibir el hígado de un político tiene que asegurarte el salir indemne de cualquier tipo de comilona, ya que con lo que tienen que tragar, tienen que estar acostumbrados a todo tipo de guisos.
Hilando muy fino, habrá gente que no quisiera a priori recibir el órgano de una mujer, o de un hombre, o de alguna raza determinada, sin embargo es evidente que la necesidad aprieta, y si te quedan horas de vida, no vas a preguntar por el “pedigrí” de un órgano.
Hay personas que no creen en el alma en general, y es evidente entonces que menos se habrán puesto a pensar sobre el alma de los órganos, y a esos tampoco se les puede negar un supuesto trasplante. 
En opinión muy personal de este vecino del mundo, Mariló Montero quizás ha pecado de honesta y de pensar en alto, teniendo en cuenta que en cierta manera la opinión vertida en una cadena, precisamente pública, debiera de ser lo más aséptica posible, y no dejar, sin quererlo eso sí, a la Organización Nacional de trasplantes en el disparadero público teniendo que dar explicaciones sobre un asunto que linda más con la Ciencia ficción, que con la ciencia de cada día.
Por cierto, y ya para terminar, me voy a la calle, porque siento que el alma de mi pie izquierdo necesita oxigenarse un rato mientras pasea a orillas del Urumea.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 24 de octubre de 2012

PEQUEÑOS GRANDES INVENTOS


Hace unos días se han sabido los Premios Nobel de este año, y entre ellos el celebérrimo Nobel de la paz. Sin embargo, hay un invento que ha hecho mucho por la paz en el mundo y del que nunca se acordarán de darle el citado premio.
Muchas veces me gusta fijarme en los pequeños inventos, y más que en ellos en cómo una persona puede llevar a plantearse modificar mediante un nuevo detalle, pequeños o grandes hábitos.
No estoy hablando ni de la bombilla, ni de la rueda, pero sí de por ejemplo una gran costumbre, la de hacer cola ante cualquier evento. ¿A quién se le pudo ocurrir la maquinita que en las carnicerías, por ejemplo, te dispensa tu número?, y que luego rememorando a la lotería de navidad, y a los niños de San Ildefonso, todos estamos esperando a que canten el nuestro.
Como en toda familia, hay diseños pobres y diseños ricos, ovejas blancas y oveja negra. La oveja negra en este mundo de hacer colas, puede ser la máquinita roja que se pone en los puestos del mercado, muchas veces parece camuflarse entre los chorizos, y tú que ya llevas más de diez minutos, te das cuenta de que acaba de llegar una señora y que ha cogido el número que ignorabas que había que coger, y por el ademán que ha hecho al guardarlo en el bolso, es más fácil que te entregue su flor, que te entregue su honor, a plantearle que estabas antes pero que no sabías....
Como en todo, los diseños que se precien, dependen especialmente del dinero que estés dispuesto a pagar, y en eso como en todo, los de la banca se llevan el premio.
Primero, al llegar a la sucursal, y en un reconocimiento rápido para que al siguiente cliente no le dé tiempo a adelantarte, tienes que ver cuál es el procedimiento a seguir, y te das cuenta que al lado de la señora que se está quejando de sus múltiples achaques, hay una máquina haciendo juego con los cajeros para expedir tu número, y que luego ya solo toca esperar a que en el tablón eléctrico salga tu bingo.
Condición sin equa non en toda espera, en la caja de ahorros especialmente, es que eres el primero en quedarte de pie porque todos los asientos ya se han ocupado, y los que están sentados, tienen cara de estar profundamente afectados por ese cansancio que es inherente a toda espera que se precie. Hay concretamente un señor mayor que parece que se está desvaneciendo, pero en cuanto aparece su número en pantalla, se levanta velozmente y con más ritmo que un Fred Astaire a la española, se acerca a su ventanilla correspondiente.
El invento del expedidor de números para la cola, es un auténtico logro para la paz mundial, pues se ha acabado con los listos que intentaban colarse y con el pesado que siempre te tocaba delante, y que sabías que no importara la cola que escogieses ibas a tener la desgracia de colocarte detrás del que lleva todas las facturas de su oficina y tiene para todo el día, mientras habla con el de la ventanilla de los últimos cotilleos acaecidos desde el día anterior, y que parece que no, pero veinticuatro horas dan para muchos embarazos y muchos cuernos.
Desde esta ventana nuestro reconocimiento a tan importante y sin embargo humilde aportación a la paz de cada día.

* FOTO: DE LA RED

martes, 23 de octubre de 2012

LAS CLOACAS DE LA HISTORIA

Siempre se ha dicho que la historia la escriben los vencedores, y está claro que en una carrera ciclista los que ganan, dinero en este caso, son los organizadores. Por eso los organizadores del Tour de Francia, ante el descalabro evidente de la carrera deportiva de Lance Armstrong, durante mucho tiempo santo y seña de la carrera gala, prefieren que en los anales de la historia conste en los años en los que había ganado el americano sin ningún nombre ganador, a correr los puestos, y que los segundos fueran los primeros.
En cierta manera ésto es comprensible ante la caída de este mito, porque, como anteriormente ya han caído en desgracia otros ciclistas, y ante la posibilidad de que vayan siendo descubiertos otros, tendrán miedo a que el podio siga variando cada año durante mucho tiempo.
Este vecino del mundo es de la opinión, aunque sabe de antemano que ésta será muy discutida, que la historia de los premios en el deporte no debería ser modificada a no ser que sea dentro de la misma temporada, sino que en todo caso se pueden abrir anotaciones a posteriori sobre los incidentes, porque ya el momento del éxtasis de las cámaras y de la entrega de medallas pasó.
Y es más, si se degrada al otrora vencedor, quizás habría que ir cambiando también el panorama de aquella época, porque como corren rumores de que Armstrong era informado con anterioridad de cuándo iba a pasar un control, quizás debería de caer alguna cabeza importante de algun comité, y en ese caso la lista del citado organigrama de aquella época tambien debería cambiar.
Todo lector de novela fantástica sabe que si hay alguna posibilidad de volver al pasado y evitar algún mal acontecimiento, ésto en sí mismo haría variar el transcurso de la historia, pudiendo sufrir cambios hasta la actualidad. Y si se remueven las cloacas de la historia, aunque solo sea de la deportiva, quizás alguna otra cloaca de gerifaltes debería de sufrir los mismos cambios.
Este vecino quiere finalizar recordando que allí donde hay gente, hay también cloacas, y que si nos referimos al deporte en general, hay mucha gente, y muchas cloacas, y quizás los ciclistas están pagando el plato por ellos y por los demás.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 22 de octubre de 2012

IN ALBIS

 Hoy es el día después, y en este día se puede decir, que aparte de que todo el mundo ha ganado, aunque algunos no estén muy alegres, un dato muy importante en las dos elecciones, la de Galicia y Euskadi, es la abstención. Ayer se dirá que fue por el mal tiempo, otras veces porque hace muy bueno y la gente se va a la playa, quizás en realidad lo que ocurre es mucho más sencillo y triste. A la gente en general no le gusta lo que ve, y el acto de no votar se lo toma como símbolo de rechazo a todo lo que significa política y ese olor a podrido del que sobre todo últimamente nos quejamos.
Estamos más que nunca en una sociedad de convencionalismos y más que cambiar las cosas, lo que hacemos es la manera de referirnos a ellas, y una de las que está causando furor es hablar de “marcas”.
Primero comenzamos hablando de la “roja” por no referirnos a la selección nacional. Luego hablamos de la marca “España” para intentar vendernos especialmente en el extranjero y así agrupar de un plumazo las autonomías.
Hoy ya se habla de la marca “psoe”, la marca “pp”, y es que quizás en vez de aprender a tomar soluciones, lo único que sabemos es hablar en forma bonita para vender humo, y embellecer un panorama desolador.
Desde esta ventana al mundo, este vecino piensa que a la hora de repartir escaños, no se debería partir del número de votos recibidos, sino del todo, del número total de posibles votantes, e ir restando escaños, que en la realidad estarían toda la legislatura vacíos, como símbolo de como están las cosas, y así a lo mejor alguno de los políticos que sobrevivan a la criba se pone un poco rojo, y se da por aludido. Además, en el reparto de dinero que conlleva los escaños, los partidos lo iban a notar y eso tristemente es lo único que les duele.
Hablar en unas cámaras con eco, como consecuencia de lo vacías que se encuentran por la ausencia de los políticos no elegidos, les vendría bien a más de uno, para entender de lo que se está hablando en ese momento, pues muchas veces, y por las imágenes que se ven en la tele, están “in albis”.
No deberíamos de hablar embelleciendo la realidad porque ésta, la realidad, no se lo merece. Y si queremos seguir hablando de marcas, podemos crear la marca in albis para definir a ese político que no sabe cuánto cuesta un café porque hace años que está alejado de la realidad.
Y es que hay muchos de ellos, que nunca han tenido un trabajo al margen de la política, porque toda su vida han estado relacionados con ella, y eso es vivir en una burbuja que te impide sentir como un vecino normal y corriente.
 
*DIBUJO: DE LA RED

viernes, 19 de octubre de 2012

CERRADO POR BODA

Durante todo el día de hoy, en mi ventana de vecino del mundo ha lucido un cartel advirtiendo: “Cerrado por boda”.
Las bodas son acontecimientos a modo de visados, visados para un futuro juntos. Y en momentos donde no sabemos lo que va a ser mañana de nosotros, firmar un futuro juntos es un motivo de alegría. Y más cuando los dos contrayentes son muy queridos por ti.
En las bodas civiles se va al grano, no se disfraza con palabras bonitas, sino que se aclara con palabras fríamente legales, por si acaso, el paso que se va a dar, y se da. Es como si entraras en la sala con un sueño de dos, y ese sueño ya está legalizado, y toma cuerpo al salir.
Siempre es gratificante el comprobar que Cupido existe, e incluso has podido ver los estragos que causa. Pasas de pensar en uno a pensar con ella, pues sin ella ya los planes no tienen sentido.
Hace mucho tiempo que quedaron atrás las mariposas en el estomago, y mucho más si ya eres mayorcito, porque a ciertas edades, como la de este vecino, las mariposas en el estómago no son símbolo de amor, sino como mínimo, de gases.
Hoy, ver los ojos de los contrayentes era como un tunel del tiempo en el que en el fondo de sus pupilas, creías ver aquellos años en que esas sensaciones eran nuevas para ti.
Y nuestro corazón, como la vida misma, nos ha traído momentos y sensaciones buenas y malas, pero lo importante es saber, que en algún instante pudimos errar con nuestras decisiones, pero que fueron tomadas recién salidas del corazón y sin pasar por la razón, como ocurre siempre que hablamos de amor.
Por todo eso, hoy ha sido un día dichoso para la pareja en cuestión, en este caso Tania y Eduardo. 
Esperemos que hayan encontrado el unicornio azul donde los sueños de ambos corazones cristalicen juntos para siempre. Y como se suele decir, y que este vecino y los demás invitados sean por muchos años testigos de que el amor triunfa, aunque ya no sea verdad aquello de que contigo pan y cebolla, porque ahora para los dietistas el pan tiene que ser, como mínimo integral, y la cebolla es sanísima, pero mala para las distancias cortas, y en el amor se mira al futuro, pero sobre todo los primeros años, juntitos y muy juntitos.

*FOTO: FRANCISCO E. PEREZ RUIZ-POVEDA
 

jueves, 18 de octubre de 2012

DE EMMANUELLE AL CIELO

Cada vez que lees las noticias, en este caso en un periódico digital, esperas titulares de hondo calado como a “estallado la paz” o “un científico americano a encontrado el antídoto contra el paro”. Sin embargo, la realidad te golpea en la cara con noticias, como la de hoy: Fallece la actriz Sylvia Kristel, que encarnó al mito erótico Emmanuelle.
Decir Sylvia Kristel es mencionar un icono cuando no existían los iconos. Fue el paso de nuestra niñez en blanco y negro a la española, a nuestra juventud con pretensiones europeas y a todo color.
Sus películas arropadas de buena factura, lujo, preciosa fotografía en paisajes tropicales, con música, en la primera de Pierre Bachelet, y en la segunda de un muy famoso en su momento Francis Lai, en especial por la banda sonora de Love Story, permiten que la gente pueda confesar que las ha visto porque son una especie de revista de papel couché, y el papel couché no lo utiliza cualquiera.
Hay películas que en nuestro subconsciente han dejado un impacto que en determinadas circunstancias siempre nos acordamos de ellas. No creo que haya nadie que cada vez que se vaya a meter al agua en una playa abarrotada, no se acuerde de esa escena en “Tiburón”, pues lo mismo le ocurre a este vecino del mundo cada vez que se encuentra con un sillón de mimbre. Esa imagen de Emmanuelle sentada en ese sillón, que con los años recibió el nombre de su personaje, es la versión más cercana que teníamos del cielo en los años setenta.
En cierta manera la saga Emmanuelle contribuyó a luchar contra el racismo, pues después apareció en nuestras pantallas “Emmanuelle negra”, con una Laura Gemser pletórica, y convirtiendo lo implícito en explícito.
Recordando épocas pasadas, mediante tristes noticias como ésta, nos damos cuenta de que todavía no existía ni internet, ni el teléfono movil, ni videojuegos, pero la juventud de entonces tampoco se aburría, aprendiendo a vivir de las sugerencias, y del “más allá de lo que todavía te dejan ver”.
Con Silvya Kristel se nos va el edén de nuestros sueños picantones, y parte del por qué queríamos ser europeos.
¡Descanse en paz!

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 17 de octubre de 2012

COMERSE AL PATO DONALD

 Me gustan las caras que te cuentan algo, las caras con pasado.
Sin embargo ahora, lo más frecuente es encontrarte con muchas mujeres, sobre todo las famosas, que te recuerdan a Mikel Jackson, o a Paloma San Basilio, o quizás uno de los dos hacía de ambos...
En realidad, con todo ésto se crea un mundo, al menos, inquietante. Caras ya vistas en cuerpos diferentes, una especie de déjà vu pero en lugares y circunstancias diferentes.
Este vecino del mundo siempre ha pensado que las canas y las arrugas son medallas “al mejor sobreviviente” que te da el tiempo. Sin embargo, borrando las canas y pintando el cabello con los colores que no le corresponden en ese momento, lo único que se logra es una sensación de anacronismo; el mismo que al ver una película de romanos, comprobaras que uno de ellos lleva un Rolex en su muñeca, y encima no es el emperador.
Todos los que se asoman a esta ventana, saben de mi amor platónico por Meg Ryan. Para los mal pensados diré que le conocía antes del orgasmo en “Cuando Harry encontró a Sally”. Me gustaba por su aparente “normalidad”, porque representaba lo que los americanos siempre han llamado “the girl next door”, algo así como la mujer de al lado, la que te puedes encontrar de vecina, y que no se ciñe a los cánones de estrella de cine.
En una película, sin embargo, descubrí que Meg se había comido al Pato Donald, vía operación de cirugía estética, y decidí que no me gustaban los dibujos animados.
En realidad es curioso el caso de los cirujanos de estética. Se pasarán todo el día currando, pero deben dar las costuras en el aire, porque en la práctica nadie reconoce haber pasado por él.
Las modelos y las actrices que están en el candelero nunca reconocerán haber pasado por una reactualización de chapa y pintura. Eso sí, duermen muchas horas y beben todo el agua del mundo. En ese caso los osos no deben envejecer nunca, porque se pasan todo el invierno “sobando”, y cuidado con aquel que beba mucha agua, porque cualquier día vuelve a la guardería.
Me gustan las caras que te cuentan algo, y que dentro tienen un alma que no envejece nunca.

*FOTOS: DE LA RED


martes, 16 de octubre de 2012

LA FLOR?, DONDE YO TE DIGA

Es norma de este vecino del mundo el reposar los temas antes de exponerlos. Por eso, hoy he salido a dar un paseo mientras en mi mente estaba dándole vueltas al asunto del “Prestige”, que como ya todo el mundo se habrá enterado comienza el juicio en A Coruña, diez años después.
Lo que ocurre es que cuando ya tenía todo el tema preparado para comentarlo, he vuelto a casa, y para mi sorpresa he comprobado que en todas las puertas de la finca, como se diría en plan fino, alguien había dejado una bolsita de plástico junto con una flor roja y el sobre para votar el próximo domingo.
Lo primero que he pensado, y teniendo en cuenta, que en esta casa hay más de cien viviendas, el gasto innecesario que supone el detalle de la flor, porque donde vamos a tener que ponernos una flor para llamar a la suerte es en otro sitio...
Desde otro punto de vista, y siendo malo, en realidad este mes el detalle de la flor les habrá salido más barato, porque este es el primer mes en que el cálculo entre la gente que entra y la que sale de el país, da negativo en más de ochenta mil personas, que es la gente que buscándose las alubias ha tenido que emigrar. Esperemos que el gobierno no tenga la humorada de computar eso como que han bajado los parados.
En realidad, con la publicidad de las elecciones tenía que haber pasado como con el Prestige, diez años para comprar las flores, y así darse cuenta de que ya no merecen la pena.
Hay “patatas calientes” que no es que esperen a que se enfríen, sino que ya directamente las pasan al departamento de congelados.
Hay que pensar que desde que ampliamos nuestro vocabulario con la palabra chapapote, ya hay una nueva generación de españoles.
Es más, se ha descubierto que los primeros bien-intencionados ayudando a paliar el desastre, y por trabajar en malas condiciones, su ADN había variado. Pues bien, ha pasado tanto tiempo que su ADN ya ha vuelto a su normalidad.
Se suele decir que la justicia es lenta pero eficaz, pero esta vez el juicio casi se debía de haber celebrado en Toledo, en el hospital nacional de parapléjicos, porque así se debió de quedar la justicia, aparte de ciega, en este caso.
Sin embargo, para olvidar asuntos que huelen mal, y no solo por el chapapote, siempre nos podemos acercar a las fosas nasales, la flor que nos regalan algunos partidos políticos.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 15 de octubre de 2012

NOCHE DE CINE (DOS, Y ÚLTIMO)

Quizás muchos de los habituales, habréis podido imaginar que por las fechas de estreno, la película que fuimos a ver, La Nuri, y este vecino del mundo no era otra, que esa de la que está hablando todo el mundo: “Lo imposible”.
Lo primero que se puede decir de ella es que no es la típica película “española” al uso, sino que tiene factura “americana”, aunque eso nunca se sabe si puede ser bueno o malo, y en su apariencia, en lo que se ve en pantalla, no se ha escatimado en medios.
Con respecto a la película en sí, digamos que no se hace larga, y como ejercicio cinematográfico, el Señor Bayona, Juan Antonio, sale airoso del examen, aunque  utilizando triquiñuelas. Ya se sabe que toda película con ciertos ingredientes, es mejor para que el espectador simpatice, y ésta tiene unos cuantos: niños, efectos especiales, movimientos de masas, comportamientos heróicos...
Vaya por delante que este vecino debe de ser una de las pocas personas a las que no le gustó “El orfanato” pese a la gran interpretación de Belén Rueda.
En el cine, si partimos de la base de que todo es posible, todo es creíble. Personalmente siempre me he creído “La guerra de las galaxias”, pero el juego de “El orfanato” no, porque en ningún momento creo que es posible que, y sin intentar destripar el argumento para aquellos pocos que todavía no la hayan visto, estando “la persona buscada, viva y en casa, pase tanto tiempo sin dar ninguna señal”. Es para mí una historia sencillamente coja y no pude seguir lo que la película me proponía. Porque para película inquietante y con una especie de orfanato dentro, el Señor Narciso Ibañez Serrador, dió toda una clase magistral en los setenta, bajo el nombre de “La Residencia”.
En realidad “Lo imposible” es un híbrido entre “Informe semanal” y un reallity, pero a lo bestia. En cuanto a película en sí, le falta alma, magia, a pesar de que todo el equipo de actores se ha dejado la piel, en algún caso digamos que literal. Quizás, en cuanto a ésto, a magia, la escena de Geraldine Chaplin con uno de los niños, pueda ser lo mejor de la película.
El Señor Bayona intenta que se nos ponga los pelos de punta, mediante heridas, sufrimiento, lloros, gritos, encuentros y desencuentros, pero le falta el duende, que diría un cantaor flamenco.
Si el propósito era hacer llorar, el objetivo para muchos estará más que cumplido, porque la sala en la que estábamos se convirtió en una pequeña Venecia repleta de lágrimas, y esas personas nunca dirán que lloraron por una mala película.
Si un día vas a la ópera, se da por supuesto que esperas algo grande y bien ejecutado, como esta película, pero le falta aquello que hace que la obra sea redonda, y que nadie sabe lo que es, porque sino el Señor Bayona está claro que la hubiera comprado.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 14 de octubre de 2012

NOCHE DE CINE (UNO)

 Ayer noche La Nuri, mi sufrida, y este vecino del mundo, queríamos pasar una bonita noche en el cine, y lo que en teoría se iba a convertir en este blog en una especie de crítica sobre la película, en realidad se va a convertir hoy en crítica a la compañía que lleva el cine, y la película la vamos a dejar para mañana.
Cuando la gente dedicada al séptimo arte comenta que la industria del cine está pasando una dura crisis es fácil de creerles, porque todos estamos sufriendo una, que me temo que es la misma. Pero habría que definir en primer lugar qué es el mundo del cine, porque ayer, si antes no era evidente, vi claramente que la gente dedicada al cine tiene, en cierta manera, el enemigo en casa, porque parte de su problema es el mundo de las salas de cine.
Desde hace un tiempo, concretamente los Cines Max Ocio, en Baracaldo (Vizcaya), han cambiado de compañía que los rige, ahora es CINESA, y desde fuera, como simple aficionado al cine, se puede palpar que esta compañía en realidad utiliza al cine como una especie de parque temático, en el que el cine en sí, es parte de su negocio, pero no el fin último.
Esta noche pasada íbamos con ganas de pasar un rato agradable, no desvelaré la película hasta el artículo de mañana, para guardar un poco de suspense, y para separarlo de la crítica a la empresa en cuestión. Al llegar a la taquilla tras una larga cola, señal de que la gente sí va al cine, solicité dos billetes para la fila que siempre pido, concretamente la octava, y casualidad, desde hace un tiempo, desde la fila siete a la nueve, ambas inclusive, las han convertido en butacas VIP, con lo cual hay que pagar un euro y un poco más, por tener el honor de sentarse en ellas. Ahora son más anchas que las normales y con mejor apariencia.
Lo primero que le dije al joven de la taquilla, que a la postre resultó ser el encargado de la sala, es que luego se quejarán los del mundo del cine de que hay crisis, y que no va tanta gente, cuando en realidad no se les cuida.
Él ponía cara de que era la primera queja que recibía, y me decía que me podía sentar en el resto de la sala, a lo que le contesté que ellos sabían perfectamente que esos normalmente son los asientos más solicitados, por la misma configuración de la sala, ya que antes del siete te puede dar sensación de estar muy cerca de la pantalla, y a partir de la fila diez, de que los actores van a tener que gritar para hacerse oír.
El encargado me dijo que si me sacaba una tarjeta que tienen ellos, no tenía que pagar esa diferencia por el asiento VIP.
Le dije que está claro que lo que quieren es “atar” en cierta manera al cliente y eso no se debe hacer. A un buen matrimonio no les tiene que unir los papeles sino los hechos. Se debe de ir al cine cuándo y cómo se quiere.
En todo caso, continué diciéndole que su política con los asientos se podría sostener si las butacas de la sala que están peor ubicadas, fueran más baratas, pero solo hay excepciones para el precio VIP, no para aquellos que digamos quisieran ver una película por la seguridad social.
Mi punto de vista me lo confirmó el hecho de que al comprar los dos billetes me “regalaron” dos bonos descuentos de un euro cada uno, para los menús que ellos mismos venden.
Ayer los dos billetes nos costaron 16 euros en total, y hace menos de dos años tres billetes nos costaban 18 euros, para que luego digan que se están perdiendo espectadores en el cine. No se están perdiendo, los están ahuyentando.
Por cierto, y ya para terminar, como nos pusimos en la fila anterior a los asientos VIP comprobamos que de esos asientos durante la película no salían brazos para darte masajes, con o sin final feliz, y la película, que al fin y a la postre es lo importante, era con los mismos actores y con el mismo final.
Todo comenzará a cambiar cuando nosotros, los espectadores, espabilemos de nuestro nirvana.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 13 de octubre de 2012

PRIMEROS AUXILIOS PARA EL ESPÍRITU



Nosotros somos, y que se me entienda bien, como las papeleras en el escritorio del ordenador. Nos vamos llenando de sensaciones, pensamientos, dudas..., y poco a poco vamos agotando nuestro recipiente hasta que vamos notando que, o hacemos algo al respecto, o aquello va a estallar.
Para esos momentos, este vecino del mundo tiene una receta que no falla. Teniendo en cuenta que tanto la música como el cine son dos de mis aficiones preferidas, lo que practico es eso de “¿no quieres caldo?, pues toma dos tazas.
Mediante el uso de las nuevas tecnologías, y ésto no es una apología a la piratería, sino sólo una especie de primeros auxilios para el espíritu, conecto con el famoso Youtube, y escucho canciones que de una u otra manera tienen relación con películas que me han tocado la fibra sensible, y que normalmente vienen con extractos de las mejores escenas.
Sin que esto signifique un orden de gustos, pues todas las canciones elegidas son bellas, y se supone que en el cielo nadie es más guapo, eso dicen, podríamos comenzar con el Tema Finale de la película Cinema Paradiso, y al ser un compendio de la película, veremos los besos que nos robaron, por la censura, el primer amor, cómo ha cambiado todo con el paso del tiempo...
Por si esto falla, cosa que dudo, podemos proseguir con la canción de Charles Aznavour, Elle, que años después se hizo muy famosa formando parte de la banda sonora de Notting Hill, y con el título de She. A falta de idiomas es mejor escucharla con subtítulos en castellano.
En este momento conviene ya tener una sábana, o dos, a mano, para evitar males mayores, y asegurarse, para quien lo haga, de no llevar los ojos pintados, pues puede acabar como el hermano feo de Sidney Poitier.
Y por último podríamos dar la última vuelta de tuerca con el Tema de Lara, de la celebérrima Doctor Zhivago. Habrá quien quiera sustituir esta película por el Titanic, pero este vecino del mundo es enemigo a ultranza de esta supervalorada película. Lo dicho, cuestión de gustos.
De todas las maneras, nos podemos ahorrar todo esto, y siempre que seamos amantes de los animales, que quiero creer que lo seremos la gran mayoría, si nos ponemos en vena la película “Siempre a tu lado. Hachiko”, película con Richard Gere, y con mascota incluida. 
Con esta película conviene estar acompañado, especialmente al final de ella, para que nos den los primeros auxilios, pues hay casos en los que gente que estaba sola ha desaparecido, y solo se han encontrado unas cuantas lágrimas.
Lo dicho, siempre conviene luchar contra nuestra desazón interior, y lo aquí comentado nunca falla.

*VIDEO: DE LA RED

viernes, 12 de octubre de 2012

LA CARGA QUE HAY EN MÍ

 Llevo dos días en que han cambiado mis prioridades vitales. Llevo dos días en los que he comenzado un régimen, y para no intentar ningún tipo de truco de esos de donde dije digo, digo diego, he contactado con una empresa especializada que me ha diseñado un régimen personalizado. No voy a dar el nombre de la empresa porque no me pagan por ello, sino que al contrario, a la vez que presuntamente me aligerarán el estomago, lo notaré también en la cuenta corriente.
Lo gracioso del caso, por decirlo de alguna manera, es la igualdad de comportamiento de la gente que me rodea.
Desde el primer momento en que tomé la decisión de comenzar una dieta, decidí también el comentarlo a mis familiares y amigos, porque así es una especie de reconocimiento del acto en sí, y para que me sea más difícil el dar marcha atrás. Desde ese instante, prácticamente la reacción de las personas informadas del tema ha sido la misma. Todos me dicen: - Cuidado con el efecto rebote -. A lo que yo les contesto con una sonrisa beatífica que no denota la cantidad de cuchillos y bombas que les arrojo: - Para que haya efecto re-bote, primero tiene que darse el efecto “bote”, es decir adelgazar una cierta cantidad de kilos-.
Ya he comenzado a tener los primeros síntomas de que algo está cambiando en mí.
Como intento mantener mi mente distraída para no pensar en comida las veinticuatro horas del día, estoy alternando la lectura de dos libros, para no pensar en más asuntos.
Estando en esas en la cocina, de pronto mis ojos se fijaron en el frigorífico, de forma rectangular y de un frío color blanco. Pues ya no es lo que parece, sino que comenzó a contonearse y a guiñarme uno de los imanes traídos de las últimas vacaciones en la Riviera Maya. Por cierto, el contoneo del frigorífico no envidiaba en nada a la Rita Hayworth de Gilda. El problema fue que al acordarme de las tierras mejicanas, también recordé a los cenotes (una especie de cavernas con agua), que todos los turistas que se precien quieren ir a ver. Y para “cenote” el que me hubiera dado en ese instante.
Por un momento me dí cuenta de que los desiertos se pueden dar incluso en lugares donde no hay ningún grano de arena, porque yo al menos acababa de sufrir un espejismo, y estaba seguro de que solo sería el primero de una variada lista.
Como ésto va para largo, muy largo, me temo, volveré con más experiencias sobre mi no relación con la comida. Pero esta guerra, porque es una guerra a las grasas, la tengo que ganar, y no sirve para nada hacer prisioneros, porque serían una carga. Y, precisamente, se trata de eso, de quitarse un lastre que lleva mucho tiempo conmigo, pero en el que sus horas ya están contadas.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 10 de octubre de 2012

LA SORPRESA Y SUS DIFERENTES PUNTOS DE VISTA

¿Qué es una sorpresa?
Ya sabemos que según la Real Academia de la Lengua es algo así como acción y resultado de sorprender, aunque en la práctica todo depende del punto de vista del sorprendido.
Desde el lado de un gracioso, sorpresa puede ser una monja en la cárcel.
Para aquel vividor que le gusta la noche más que a Dinio las mujeres, si eso es posible, sorpresa puede ser aquella noche cuando estaba con Vanessa, a la que acababa de conocer, y para cuando se dio cuenta estaba en la cama con Manolo, camionero.
Una verdadera sorpresa para un empresario sería el que sus trabajadores exigieran trabajar gratis, y en cambio para el trabajador que su jefe le diga que todas las horas del trabajo van a ser consideradas como horas extras.
Una buena sorpresa para un zapatero sería que apareciera por su tienda un señor con una pata de palo para que le cambie la suela.
Para el ama de casa tradicional la mejor de las sorpresas sería ir al super de siempre y encontrar un cartel en el que pusiera que hoy la compra sería gratuita, y para el propietario del super, en cambio, la sorpresa sería que aún así habría clientas a las que los precios todavía les parecerían caros.
En cambio, para un padre digamos que tradicional y además carpintero, una verdadera sorpresa es ver que su hijo saliera del armario fabricado por él mismo para que durara toda su vida, y la de su novio claro.
Para un poeta la sorpresa bien pudiera ser que su ordenador, al que se presupone sin sentimientos, le escriba un poema de amor.
Para un británico sería una verdadera sorpresa que perdiera la famosa flema al perder Gibraltar.
Para el televidente sería una verdadera sorpresa que las películas fueran a la hora pactada y que todos los anuncios fueran después de terminar la película
Para nuestro gobierno sería una verdadera sorpresa el enterarse de que por un día en Madrid no ha habido ninguna manifestación.
Y, ya por último, para este vecino del mundo sería una verdadera sorpresa, que le cambiaran la orientación de su ventana, para que viera la otra cara de la noticia.

*FOTO: DE LA RED

martes, 9 de octubre de 2012

UNA SOCIEDAD 2.0

Cuando compruebas, por todos los datos que recibimos, que la cosa está tan mal, que llegar a fin de mes es una entelequia, que la que-está-cayendo no para de caer y ya hasta nos hemos acostumbrado, este vecino del mundo se pregunta, si esos señores con corbata que no saben cuánto cuesta un café, pero en cambio juegan con cifras macro-económicas, realmente nos representan. O dicho de otro modo, ¿nos merecemos la clase política que tenemos?
Desde esta atalaya donde me paso horas enteras observando por la ventana de marras, he llegado a la conclusión de que sí, porque en realidad estamos a años luz de iniciar una revolución, y nos conformamos con lo que hay en el mercado de los políticos, y cuando pulsan nuestra opinión en época electoral es más de lo mismo.
Todo político debe estar siempre en situación de alarma, cuidando su lenguaje y su comportamiento, muchas veces intentando domar a ese monstruo que todos llevamos dentro, y que quizás se escape durante cinco segundos, y haga que “se nos vea el plumero”.
Cuando un político, como un ordenador, está en modo ahorro de energía, y en un momento dado se le pulsa una tecla, puede que durante unas décimas de segundo se desmadre, y te diga una lindeza como “las leyes son como las mujeres, están para violarlas”, y luego vendrán las explicaciones: “ha sido un malentendido...está fuera de contexto...precisamente es lo contrario de lo que he querido decir”, pero la verdad es que ésto no hubiera debido ocurrir nunca, porque esa instrucción nunca debiera haber estado en el software de esta aplicación para políticos de pacotilla. Y lo triste es eso, que los políticos de pacotilla son para el pueblo de pacotilla. Y se deberían de inventar antivirus a aplicar no solo a políticos, sino al pueblo que lo elige, porque el político en su fase más inocente, en la de niño, es del pueblo, y para el pueblo, y casi sin darnos cuenta va aprendiendo unos “tics” que algunas veces se escapan en los cinco segundos tontos, que desgraciadamente todos tenemos, y nos dejan con el culo de nuestras costumbres al aire.
Lo dicho, se debería ir cambiando el software nuestro, de nuestra sociedad, para obtener una sociedad 2.0, de la que provengan luego políticos 2.0. Sin embargo, como este vecino del mundo se las conoce todas, lo dicho no quiere decir el reconocimiento de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, porque al menos en mi caso, y en el de muchos, eso no es verdad.

*DIBUJO: DE LA RED

lunes, 8 de octubre de 2012

FRIQUI SÍ, PERO HOMOLOGADO

Aprovechando el sol de ayer que daba de pleno sobre mi atalaya, me dediqué a desempolvar mi archivo de frases en desuso, y encontré una que los jóvenes de ahora, a lo mejor ni la entiendan: Lo importante es participar.
Este vecino del mundo recuerda desde pequeño que no le educaban para ser el mejor, sino para intentar estar en el mogollón, que diría un “cheli” de los setenta.
Pensándolo bien, quizás esta manera de pensar estaba influenciada por el aislamiento que sufríamos en Europa a consecuencia del inquilino de El Pardo, y en nuestro subconsciente bastante era que nos dejaran jugar en la guardería europea, lo de ser propietarios de la guardería, solo podía pasar por una mente alemana.
Desde hace un tiempo, y coincidiendo con los éxitos deportivos, en especial con la famosa “La roja”, que siempre he considerado como un eufemismo para no decir “la selección española”, todos quieren ganar.
Ahora recuerdo cuando comencé este blog, los compañeros me preguntaban qué ganaba con hacerlo. La gente en general, ya no comprende el acto de hacer algo por hacerlo, sin un por qué y hasta dónde puedes llegar.
Antes eras simpatizante del club de fútbol de tu pueblo y del de tu provincia. Ahora la juventud es simpatizante o del Madrid o del Barcelona, porque los demás son unos “mataos”, y piensan en esos equipos porque pueden ser los mejores del mundo.
Quizás por eso, los mismos títulos universitarios están devaluados por el mismo fin que persiguen, la carrera de un médico termina, y espero que se me entienda bien, o trabajando en un hospital o en su consulta privada.
La gente ya busca inconscientemente el trascender, el que le conozcan todos, de aquí se puede entender la importancia en nuestras días de los concursos televisivos, y no precisamente de los culturales, sino de aquellos que te pueden hacer famoso, al menos durante cinco minutos.
No importa que destaques por feo o por tonto, pero el requisito indispensable, es que tienes que ser el más.
Hay personas a las que ésto de no poder destacar les llena de frustraciones, comportándose de manera muy extraña. Sin embargo, en lugar de analizar este comportamiento, se ha solucionado el tema creando un nombre para ellos: “friqui”, y al estar homologados, eso ya no preocupa.
Si en su momento existió “lo importante es participar”, ahora somos todos hijos de “antes muerta que sencilla”.

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sábado, 6 de octubre de 2012

EL COLECCIONISTA DE IMÁGENES

Siempre he admirado a los coleccionistas; a aquellas personas que son capaces de remover Roma con Santiago para obtener su objeto de culto. En realidad, no importa lo que cueste si es que pueden disponer de la necesaria cantidad para con seguir lo que quieren, y luego me los imagino el resto del día en la habitación a obscuras y con solo un foco de luz alumbrando a su última adquisición mientras dos lágrimas surcan su cara.
Por la manera de ser de este vecino del mundo, nunca podría ser coleccionista, porque una cualidad intrínseca es la tenacidad, y ser una especie de corredor de fondo, porque aunque cada vez tengas más objetos coleccionados, en teoría siempre aparecerán más objetos sujetos a poder entrar en tu lista.
Este vecino necesitaría terminar las colecciones en muy poco tiempo sino andaría mal de los nervios. Lo mismo le pasa con los libros, y con esa moda que hay que parece que las editoriales pagan las historias por peso y hay libros que ya solo con su presencia están haciendo apología de la esclavitud, pues parece que te están incitando a que contrates a unos cuantos sin papeles para que te lleven el libro, y luego lo sostengan mientras intentas abstraerte del grosor del tomo mediante su lectura.
Últimamente los coleccionistas que más destacan son los de dinero y poder. Ëstos no se meten en la habitación para adorar a los objetos de su colección, como comentábamos anteriormente, sino que ellos directamente ya viven en penumbra, aunque “penumbra” muy bien pudiera ser un país, de sombras y confusiones, cuyas leyes, debido precisamente a la falta de claridad son poco conocidas, o más bien improvisadas en cada momento. Hoy se lleva mucho el coleccionista de estafas, el de caras duras, el de sueldos más que el de trabajos, el que se apunta a todos los éxitos y a ningún fracaso.
Quizás por eso se podría decir que si este vecino del mundo es coleccionista de algo, lo es de imágenes y recuerdos, que ocupan poco en el hardware de nuestro corazón, y en realidad lo son todo, el principio y el final. Además, nunca vas a saber cuando vas a terminar la colección, porque no te va a dar tiempo de encuadernar el tomo de tu vida, que siempre deseas que sea lo más grande posible, aunque tengas que llamar a los sin papeles de antes, ya que este caso es diferente, porque es nuestro caso, y no el de los demás.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 5 de octubre de 2012

ESCRIBIR ENTRE LÍNEAS

La verdad es que somos un pueblo con un gran sentido del humor, y así se demuestra por ejemplo en un correo electrónico que acabo de recibir de una querida amiga que he conocido precisamente a raíz de otro blog, para que luego digan que las nuevas tecnologías son perjudiciales. En este mensaje se incluye la foto que a la postre va a servir como ilustración al artículo de hoy, a la vez que se me sugiere este plato para las próximas navidades, informándome además  de que los griegos ya lo están preparando aderezado con una salsa de yogur.
Siempre se ha dicho que en épocas de escasez, se agudiza el ingenio, pues con la mala idea que en general tenemos todos, a partir de ahora va a ser un continuo reír con la mala leche del personal.
No hay que olvidar por ejemplo que cuando la censura era muy dura, existía una revista humorística, que muchos la habéis conocido, y otros solo de oídas, “La codorniz”, que se distinguía por sugerir más que por decir lo que la censura prohibía. Eran maestros del doble sentido, y de mencionar mediante la omisión.
También se puede recordar la época en la que triunfaba el cabaret y las letras picaronas. Como aquella que incluso llegó a cantar una joven Sara Montiel, disfrazada de inocente camarera, que se preguntaba porque todos los hombres le pedían “echa te, echa te, todos me dicen echa te...”
Por cierto, intentando hacer nuestro el plato de “zana-langosta” (en realidad “sana-langosta”) que se me sugiere para las próximas navidades, me imagino a un Martín Berasategui, mientras se frota las manos, seguramente con aviesas intenciones, y nos recomienda la langosta en cuestión sobre lecho de castañas del tiempo. Lo malo de este plato pasado por las manos del citado mago de la cocina, es que sí iba a ser el único de las próximas fiestas, sobre todo por lo que nos iba a cobrar, eso sí con la mejor de sus sonrisas, mientras nos recuerda una vez más que él es del pueblo y cocina para el pueblo.
Si pensamos además en toda esta industria de manipulación de alimentos para hacerlos por ejemplo “light”, cuanto más “ligero” es el producto, cuanto menos tiene del producto en sí, más caro es. Para que luego se diga que solo se agudiza el ingenio en épocas de escasez.
Aunque bien pensado, para imaginación la del gobierno, que nos está puteando por nuestro bien, y porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, aunque yo personalmente me he pasado semanas enteras intentando recordar cuándo hice eso, y estoy seguro de que tiene que ser aquella vez que la Nuri y yo fuimos a Punta Cana, y luego nos pasamos todo el año pagando, eso sí, en cómodos plazos a un banco al que luego encima le tienen que ayudar. Y nosotros seguimos pagando por ello, y los estudiantes del futuro, que con la educación que van a recibir, no van a saber ni escribir entre lineas, y a lo mejor es eso lo que se pretende.

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jueves, 4 de octubre de 2012

VISTO LO VISTO

Llevo un tiempo notando que el piso en el que vivo cada vez es más grande, incluso mi cama es más grande. No es que nos hayamos mudado a otra casa, sino que viendo todo lo que nos rodea estoy más deprimido que un caracol con reuma.
Lo único grande que veo en casa son las facturas, esas no se hacen pequeñas con la depresión, al contrario. Cualquier día le voy a decir a mi sufrida: -Cariño, he visto que tenemos alfombra nueva en la habitación. - Y ella extrañada, irá rápidamente a nuestra alcoba, así suena como más elegante, y me dirá: -¿Alfombra?. Lo único que estaba en el suelo era la factura de tuuuuuuuuuuu gimnasio. Que por cierto, por el precio que pagas, ya nos podíamos haber comprado una auténtica alfombra persa.
Visto lo visto, nunca he entendido a los bígamos, porque eso tiene que ser como estar con la mía pero en estéreo.
Tampoco entiendo a los políticos, porque viviendo en un mundo diferente al nuestro se empeñan en que vivamos con sus reglas cuando no se enteran de la misa la media, y lo de la misa los del partido popular, porque los otros al no ir a misa tienen más tiempo para todo, incluso para pecar. ¿Será por eso que antes comparaban a los rojos con el demonio?
Visto lo visto cada persona debería de tener una especia de mando a distancia, para poner la programación economico-vital que quiera. ¿Las facturas? No hay problema, al banco malo, por malo precisamente.
Según las últimas encuestas la juventud está preocupada porque no va a poder comprar ropa de marca. Con un poco de suerte, o mejor en este caso de mala suerte, como nos descuidemos todos la única relación que vamos a tener con los productos de marca, será el trabajar para ellos en una habitación sin vistas ni puertas. Visto lo visto, la única marca que vamos a tener, va a ser la de nuestro “amo” en el lomo.
Por una vez que se habla de España en hora de máxima audiencia en Estados Unidos, es en un mano a mano entre el presidente actual, el Señor Obama, y el candidato republicano, el Señor Romney, al decir este último que no quiere seguir el camino de España.
Con un poco de suerte, y por aquello del morbo, quizás pronto comienzan a venir inmensos grupos de americanos, para comprobar si lo que nos pasa es para tanto. No hay mal que por bien no venga.
Y en realidad, visto lo visto, todo se resume en una duda que tienen los alemanes sobre nosotros, saben que trabajamos ocho horas y que dormimos otras ocho, pero ellos están casi seguros de que son las mismas.

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