viernes, 26 de octubre de 2012

EL ALMA DE MI PIE IZQUIERDO


Muchas veces desde esta ventana hemos dicho eso de que la realidad supera la ficción, y otra vez más tenemos un claro ejemplo de ello con las últimas declaraciones de la periodista y cara de las mañanas de “la uno”, Mariló Montero, hablando sobre si era o no conveniente donar los órganos del presunto asesino de la pedanía albaceteña de El Salobral a raíz de una noticia que así lo anunciaba. "¿Está bien donar órganos de alguien que ha matado a otras personas, aunque antes de convertirse en un asesino se dijera que era un buen hombre?". “¿Pasa algo al llevar el órgano dentro de ti de alguien que ha matado a otros?". Y tras la cantidad de críticas recibidas tanto en las redes sociales como en los diversos medios de comunicación, la citada periodista vuelve al tema en su siguiente programa, y a modo de reflexión asevera que “no está científicamente demostrado que el alma no se transmita en un trasplante de órganos", con lo cual y a opinión de este vecino del mundo “lo acabó de arreglar”.
En primer lugar habría que comentar que la sociedad en general tendrá una misma opinión con respecto a lo que ocurrió en el citado caso de El Salobral. Sin embargo, con respecto a otros conceptos sería muy difícil de llegar a un acuerdo sobre lo bueno y lo malo para que se tenga en cuenta a la hora de hacer un trasplante de órganos.
¿Sería conveniente donar los órganos de un estafador, de un “chorizo”, de un enfermo, como lo es un ludópata?
Los incondicionales de este blog habrán notado que no he mencionado, y bien saben que he hecho un gran esfuerzo por no mencionar al mundo de la política, pero la verdad es que recibir el hígado de un político tiene que asegurarte el salir indemne de cualquier tipo de comilona, ya que con lo que tienen que tragar, tienen que estar acostumbrados a todo tipo de guisos.
Hilando muy fino, habrá gente que no quisiera a priori recibir el órgano de una mujer, o de un hombre, o de alguna raza determinada, sin embargo es evidente que la necesidad aprieta, y si te quedan horas de vida, no vas a preguntar por el “pedigrí” de un órgano.
Hay personas que no creen en el alma en general, y es evidente entonces que menos se habrán puesto a pensar sobre el alma de los órganos, y a esos tampoco se les puede negar un supuesto trasplante. 
En opinión muy personal de este vecino del mundo, Mariló Montero quizás ha pecado de honesta y de pensar en alto, teniendo en cuenta que en cierta manera la opinión vertida en una cadena, precisamente pública, debiera de ser lo más aséptica posible, y no dejar, sin quererlo eso sí, a la Organización Nacional de trasplantes en el disparadero público teniendo que dar explicaciones sobre un asunto que linda más con la Ciencia ficción, que con la ciencia de cada día.
Por cierto, y ya para terminar, me voy a la calle, porque siento que el alma de mi pie izquierdo necesita oxigenarse un rato mientras pasea a orillas del Urumea.

*FOTO: DE LA RED

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