Por aquello de que mañana, sábado, es Santa Reflexión, y
no se podrá comentar nada sobre a quién votar en los comicios del domingo, este
vecino va a dar hoy su opinión, sin que le duelan prendas, en una especie de streptease interior, o como se decía antes, hablando a calzón quitado. Y además aceptando
como primera premisa, que ni este vecino es el Oráculo de Delfos, ni su opinión tiene más valor que la de otro
cualquiera.
En primer lugar, decir que este vecino no entiende de
política, pero sí ha tenido siempre claro que un voto es como el famoso dicho
del grano, que no hace granero pero ayuda al compañero. Y ver
el percal de la política española actual es como para echarse a temblar.
Ya sólo por edad, este vecino del mundo, recuerda a los
diputados de cuando empezó nuestra democracia. Y si a aquellos se les podía
confundir en su defecto como ilustres galenos, a los de hoy en día, en el mejor
de los casos, como a un tertuliano en busca de “su” cámara y sus minutos de
gloria que luego le puedan ayudar a medrar cuando lo de la política acabe.
Dicho todo lo anterior, este vecino digamos que se
prepara para el suceso del domingo, como si tuviera que afrontar una gran
tormenta, y sufrir los males menores. Con lo cual, siempre se ha planteado que con su voto tiene que intentar “equilibrar” la mesa que sería,
después de todo, el gobierno que se forme con los votos de todos. Equilibrar para que todo lo que se deposite
en los próximos años, ideas, proyectos, no se caiga a las primeras de cambio,
por una falta total de comprensión entre los integrantes del gobierno en
cuestión.
Con lo cual, y ahora entramos en materia, por aquello de “Virgencita que me quede como estoy”, y no me dejen ni más cheposo, ni más ciego, ni más reumático-traumático,
dejémonos de experimentos, es la opinión de este vecino, que nunca ha bebido de
abrevaderos socialistas, pero desea que siga el Señor Pedro Sánchez, eso sí tutelado
por un ojo de izquierdas, “Podemos”, al que tampoco ve mandando, por aquello de
que lo mucho puede empalagar, o llevarnos a las guerrillas, y que en el medio está la virtud, si la hubiere.
Resumiendo, este vecino desea, más que prevé, que el
Señor Sánchez obtenga el triunfo, bastante alejado, eso sí, de la mayoría, y
que entre Podemos, y seguramente con un PNV siempre dispuesto a ayudar si le
prometen lo suyo, puedan alcanzar un gobierno en condiciones.
Lo veas, como lo veas, desees que gane hasta el Sursum
corda, lo primordial es que votes, porque luego…no se te ocurra quejarte.
Por aquello de que Dios nos pille confesados, iba a ir a
confesarme, pero bien pensado ya lo he hecho.
Suerte a todos, y especialmente a nuestra sociedad
española.
*FOTO COMPOSICIÓN: DE LA RED