Hoy al levantarme he salido al balcón para ver el termómetro ya que sentía bastante frío. Doce grados, no es realmente poco. Lo que ocurre es que lo que ahora entendemos por “sensación
térmica” debe de ser la misma que tenía Dick Van Dyke cuando bailaba con los
pingüinos en Mary Poppins.
Como conviene empezar el día con energía he ido a la
cocina y me he hecho un zumo de naranja. Dentro de mí, la voz de mi madre
diciéndome eso de “bébetelo rápido para que no se vayan las vitaminas”. Este
vecino cree que ese ha sido durante muchos años el “grito de guerra” de unas
madres que han tenido que hacer acrobacias caseras con el sueldo y los medios
que tenían. Y unos hijos que tenían que hacer las cosas “porque sí”, porque
lo digo yo y si no me haces caso a mí se lo harás a mi zapatilla, más certera
que la Magnum de Harry El sucio.
Y por esos juegos que te “monta” el cerebro inmediatamente
después me he preguntado si la madre de María Dolores de Cospedal le daría a su
hija zumo también, o quizás leche agria, porque nos ha salido de carácter, al
menos con vistas a la ciudadanía, digamos que un poco complicado, y todavía con su alegría por ser descubierta.
Mientras se dice que los niños nacen con un pan debajo
del brazo (si antes era un pan redondo y grande, de esos que llamamos “de
pueblo”, ahora es, como mucho, una de esas baguettes pequeñas y escuchimizadas)
seguro que la Señora Cospedal nació con su título de Licenciada en Derecho, y leyéndole
a la comadrona sus derechos. Con el carácter que parece tiene, seguro que de
pequeña al tomar el zumo de naranja, lo hacía tranquilamente, porque con ella las vitaminas estaban tan acojonadas que ni se movían para irse.
Y es que ayer nuestra Señorita Rottenmeier de la
política, y secretaria general del PP, aseguró que su partido no se plantea
cambios internos en la dirección nacional como reacción ante los casos de
corrupción, asegurando que está actuando "con mucha claridad".
"El PP ha hecho todo lo que podía hacer, nosotros no podemos meter a la
gente en la cárcel", y se ha quedado tan pichi, teniendo en cuenta, además, que ese mismo día salía el Señor Matas de la cárcel. Y este vecino del mundo se pregunta ¿no pueden meter la gente en la cárcel, pero sacarlos sí?...
Visto lo visto y teniendo en cuenta que cuando quieren
cambian las leyes a velocidad de vértigo, debido a su mayoría absoluta, cualquier día de éstos desayunamos
con la noticia de que han aprobado una ley por la que todos los que no son de
derechas, perdón, “del centro" (porque ahora nadie es de derechas) van a la cárcel.
No, no les voy a dar ideas…
Lo que ocurre no solo a la Señora Cospedal sino a los
dirigentes de su partido es que se acuerdan de que hace mucho tiempo que no han
limpiado debajo de su alfombra, si es que lo han hecho alguna vez, y más vale
no moverla no sea que contamine a todos.
Y es que confundir “suspender muy rápido de militancia a
varios miembros de su partido" con "limpiar de corrupción un partido" es, y
seguimos hablando de zumos, pretender que un zumo de esos azucarados de las
grandes superficies, tenga las mismas vitaminas huidizas del zumo que nos hacía
nuestra madre.
Este vecino solo espera que lleguen las urnas cuanto
antes y que se le dé lo que se merece a un gobierno, no por haberlo hecho
malísimamente mal, sino por tomarnos el tupé (y eso los calvos, al menos, nunca
lo podremos perdonar) con sus explicaciones que parecen de monologuistas aprendices.
Esperemos que con todo lo que está pasando, y lo que
pueda pasar, “que la fuerza del zumo nos acompañe”, como hubiera dicho un
bien vitaminado Luke Skywalker.
*FOTO: DE LA RED