sábado, 31 de agosto de 2013

RODEO DRIVE A LA DONOSTIARRA

Ha llegado el día. Con el atardecer este vecino del mundo cogerá un autobús que le devolverá a Donosti, y al llegar, pensará en aquel hogar-dulce-hogar, o el más normal, como-en-casa-en-ningún-sitio. Aunque en realidad, como en casa en muchos sitios, siempre que haya salud y dinero, ya que, en el fondo, es una manera de conformarse con lo que te toca ahora.
Antes para este vecino, y ya lo tiene explicado más de una vez, decir Torrevieja, era recordar el famoso programa de televisión “Un, dos, tres”, y su mejor premio: el famoso apartamento cerca de la playa. Desde hace unos años, Torrevieja es la palabra clave que se materializa en las vacaciones y unos días sin preocupaciones, y en los que se vive de día y de noche. Y mientras para los foráneos ir a Donosti significaría ir a una de las ciudades más bonitas del mundo, para este vecino con su atalaya desde la que normalmente os habla, con su sede social allí radicada, supone la cotidianidad, aunque en realidad sea como pasear por Rodeo Drive para alguien que vive en Beverly Hills. Ya sé que es un tanto exagerado, pero por los precios que tenemos que soportar durante todo el año, algo de razón me asiste. Y es que la costumbre es lo que tiene, asomarse a la playa de la Concha y comprobar que la isla, esa famosa isla, sigue en su sitio, y que, por ahora al menos, no se la han quedado los vizcaínos.
En este mes largo, he echado de menos mis pinceles, y el problema de cómo abordar un nuevo lienzo en blanco. Toda actividad, al ser retomada se coge con nuevos y renovados bríos, y seguro que los azules serán más brillantes en los nuevos paisajes, y los verdes se ceñirán en las hojas de los árboles, para secarse, a modo de recordatorio, y sugerir paisajes que durarán más vidas que la propia.
Emprender un viaje, como el de hoy, siempre, y a pesar de su cotidianidad, me originan unos nervios que solo se calmarán al cerrar la puerta de casa tras llegar. Y es que todo viaje implica un adiós y un reencuentro, lo triste con la alegre. Por eso, quizás, a la llegada de la La Parca se le compara con el comienzo de un viaje, y en el que todas las religiones, a su manera, se empeñan en que compres los billetes en sus oficinas, para lo que me temo pudiera ser el mayor timo de la historia, pero que nadie ha podido desvelarlo.
Como se decía en aquella trilogía cinematográfica, que luego por el poder del dólar se convirtió en dos trilogías, y lo que queda por venir, que la fuerza nos acompañe a todos, y que cuando vuelva a abrir mi atalaya espero reencontrarme con todos vosotros, y posibles nuevos invitados, porque la vida es para vivirla, y naturalmente para contarla. Y aquí, de contar, y de dialogar, sabemos mucho. Un abrazo, y hasta ahora...

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viernes, 30 de agosto de 2013

EL TAMAÑO, SÍ IMPORTA

Hoy he recibido un mensaje de Facebook, pidiéndome que lea una serie de actualizaciones para la Política de uso de Datos y Declaracion de derechos y responsabilidades. Y cuando recibes letra pequeña... malo.
Malo porque además de letra pequeña, los párrafos son prolijos y el léxico normalmente no asequible para el común de los mortales y con la presentación cumpliendo todos los requisitos para ser repelida por el ojo humano. Si se empleara el mismo sistema en la publicidad, seguro que las ventas bajarían tan rápido como el agua en las Cataratas del Niagara.
En la vida también existe letra pequeña, pero la vas conociendo poco a poco, a modo de consecuencias. Es la curva que tarde o temprano da el destino y te vas encontrando con todo aquello que sembraste y que vas a tener que ir recogiendo.
Este vecino es de una época, mediados/finales de los cincuenta, en la que muchos de sus compañeros, por ejemplo, se fueron quedando por el camino de las drogas. Se comienza con unos devaneos, camino parecido al del tabaco, con unas amistades que te lo van proponiendo, y te vas quedando enganchado en sus redes.
De todas maneras, no hace falta remontarse tan lejos para encontrarnos con letra pequeña del destino. Todos aquellos que, muchos copiando los pasos del de al lado, se fueron haciendo esclavos de una hipoteca que si todo seguía igual, e íbamos trabajando los dos, pagaríamos antes de morirnos. Y desgraciadamente para tí, no te has muerto, pero a uno de los dos, o quizás a los dos, os han despedido de ese trabajo, que pensabas que era para toda la vida, y no lo ha sido.
En esta vida hay una lotería negativa, de esa que no quieres que te toque, y al final, desgraciadamente, “te cae” el primer premio en todas sus series, y es entonces cuando comprendes lo que vale un peine (para más inri ya estás calvo), y lo bien que habías estado hasta entonces, y la poca importancia que le dabas.
La letra pequeña equivale a la cara B de aquellos discos con solo dos canciones, y en la que en la cara A venia un éxito que todos querían escuchar, y que como todo tiene dos caras, el otro lado había que rellenar con algo, y en la mayoría de los casos a ese lado, al B, solo se le ha dado una oportunidad, y...nunca más.
Me temo, ya para terminar, que tendré que pasar por el proceso, muy a mi pesar, de tener que leer el documento referido al comienzo, y comprobar una vez más, que mis conocimientos no llegan para tanto, y que creía que dominaba el léxico, pero que también en el lenguaje debe de haber una cara B a la que no he debido de prestar atención hasta ahora. 
Y luego diremos, para nuestro escarnio, aquello de que el tamaño no importa...

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miércoles, 28 de agosto de 2013

LEONES NEGROS

No hay nada más extraño que una incoherencia, no hay nada más extraño que un día de lluvia en Torrevieja en pleno mes de agosto. Te sientes que has perdido el norte y a partir de la incoherencia a improvisar un nuevo día.
Así mismo me sentí ayer, porque en realidad estoy bastante desconectado de las noticias que llegan de Donosti, cuando me enteré de lo que habían hecho unos cuantos vándalos, porque no tienen otro nombre, causando algunos desperfectos durante el partido Athletic de Bilbao y Osasuna este fin de semana pasado.
Más que los desperfectos en los asientos y paredes del estadio, que se les había prestado para la ocasión, lo que más ha dolido a este vecino del mundo, es el hecho de que algunos leones negros, que como las ovejas, hay en todas las familias, miccionaran en la estatua que como homenaje a Alberto Ormaetxea, está antes de entrar al estadio. Y es que si el equipo vizcaíno tiene sus santos, nosotros tenemos los nuestros.
Vaya por delante, e incluso por detrás, que este vecino del mundo, si por algo se caracteriza es por su templanza, demostrada en esta atalaya en más de una ocasión, ver lo comentado en http://patxipe.blogspot.com.es/2012/05/begona-y-coro-son-hermanas.html, para que sirva de ejemplo de su manera de pensar.
Este vecino está triste, y no es por la lluvia de hoy, sino porque el Presidente del Athletic, del que no voy a decir su nombre, porque si es importante es por su cargo, no por él mismo, ha sido incapaz de llamar a su homólogo guipuzcoano, para interesarse por los hechos, y pedir disculpas porque unos cuantos se desmadraron, e intentar ayudar en lo que se pueda.
Todo el mundo, en un momento dado, necesita pedir perejil al vecino de al lado, y es conveniente llevarse bien para la convivencia diaria de ambos clubes, y lo triste es que como en aquel dicho popular, quien calla otorga, y por ahora el presidente vizcaíno está tan callado que parezca que el domador tenga miedo de los leones negros, y no se da cuenta que él representa a una institución a la que está dejando en un mal lugar, porque no se puede hacer responsable de todos sus hijos, pero sí al menos dar la cara, que seguro que no se la iban a romper, y es que cualquier cargo es para los buenos y los malos momentos, y eso parece que al presi vizcaino, porque está perdiendo imagen por momentos, se le ha olvidado.

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martes, 27 de agosto de 2013

KOLDO Y SU TALÓN

Por todos es sabido, que cada uno cuenta la feria como le va en ella. Otra cosa es el papel que representamos, y que normalmente suele ser el del, o la protagonista, y salvo en los grandes dramas el protagonista sobrevive a todo y todos. Por eso, cada vez que contamos algo, si alguien tiene que quedar mal, no seremos nosotros, pero de eso, a la figura del “listo”, es otro cantar.
Este vecino tiene un amigo, Luis, bueno Luis hasta hace ya bastante años, que no sé si algún día se cruzaría con Carlos Garaikoetxea , o le tosería Xabier Arzalluz, pero sintió la llamada y descubrió que era nacionalista de los de toda la vida, incluso desde antes de saberlo, y desde entonces solo atiende al nombre de Koldo. Pues Koldo, al margen de su sentimiento nacionalista, es un elemento a estudiar. Lo ocurrido y su versión de lo ocurrido siempre son totalmente divergentes.
Si Koldo hubiera sido uno de los dos ladrones que fueron crucificados con Cristo en la cruz, hubiera contado que éste era colega suyo, y que las ideas, en realidad, eran suyas, aunque los tabloides de la época, que seguro que los había, solo hablaban de Cristo porque tenía mejor imagen.
De hecho, Koldo cuenta, que estuvo varios años en Argentina, y eso debe de ser verdad, porque me ha enseñado varias fotos de él en Buenos Aires, enseñadas antes de que triunfara el “photoshop”, y hace poco, me dijo, que en su estancia en Argentina, había conocido al Papa Francisco, Pacho, como le llama él, y que Koldo mismo le dijo que le auguraba un gran futuro, mínimo como cardenal.
Hay personas que no tienen vida propia, sino que intentan apropiarse de la de los demás, y ellos siempre están en sus hitos, aunque sea en un discreto, como son ellos, segundo plano. De hecho, Koldo pasaba por delante del edificio Dakota en el momento en que dispararon a John Lennon, y vió todo lo que se montó al rededor.
Como ya sé cómo nos funciona la mente a todos, llegados a este momento, muchos pensarán que lo raro es que no le haya tocado el gordo de Navidad nunca. Estos malpensados se equivocan también, porque a Koldo le ha tocado dos veces, lo que ocurre es que él está contento con su vida y dio el dinero a los pobres. Más de uno se preguntará, por qué no se puso en contacto con alguna ONG que se supone que sabrá gestionar mejor el dinero, y podrá llegar más lejos. Pues todas estas personas, se equivocan también, porque Koldo no es que colabore con estas organizaciones, sino que, con la boca pequeña me dijo, porque no le gusta alardear..., que él creó dos, pero siempre se ha negado a darme sus nombres, porque no quiere más publicidad para ellas: -Lo importante -siempre ha dicho - es colaborar con alguna de las muchas que hay.
Sin embargo, Koldo, como todo héroe que se precie, tiene un talón, el famoso talón de Koldo, y es los políticos a nivel nacional. Conoce a la mayoría de ellos, pero nunca le hacen caso, y por eso el país, va como va.

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lunes, 26 de agosto de 2013

AQUEL VERANO Y SUS RECUERDOS


Todos los años por estas fechas tengo en mi mente el último capítulo de aquella serie mítica, y un tanto desprestigiada por la cantidad de repeticiones que ha tenido que sufrir, como fue “Verano azul”, en el que los protagonistas terminaban sus vacaciones, y se despedían de los amigos que habían hecho esos meses en aquel pueblo, y aunque volvieran, que eso estaba por ver, ya nada sería igual. Todo ello naturalmente “empapado de nostalgia extrema” por una acertadísima canción del Dúo Dinámico, que además daba nombre al citado capítulo.
Las vacaciones se están terminando y este vecino del mundo no quiere esperar hasta el último día para hablar del halo de nostalgia que siempre ha sentido al llegar estos días. Antes lo achacaba a la expectativa del volver al trabajo, pero ahora, tras aquel frío e injusto ERE que nos dejó a treinta personas, y sus respectivas familias sin trabajo, los sentimientos son iguales.
Teniendo en cuenta que estoy en la ciudad del un, dos, tres, en Torrevieja, en la que al final resultaba, que si ibas a ella, los apartamentos no se regalaban, sino que tenías que hacerte amigo del bancario de turno, estas vacaciones se han caracterizado por oír más que nunca a turistas hablando francés y ruso. No hay que olvidar tampoco, pero ese ya forma parte del paisaje torrevejense, al turista británico.
En realidad Torrevieja debiera ser nombrada ciudad benefactora de la humanidad porque mientras el británico está aquí, no emplea su tiempo en alterar políticamente hablando. Desde esta atalaya este vecino lanza la idea de invitar perpétuamente a Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar, a unas vacaciones sine díe, para que se relaje y solamente plasme sus ideas en algún libro, que con el tiempo, quién sabe, pudiera ganar el premio Ciudad de Torrevieja, eso, si alguna vez vuelve a haber dinero en las arcas municipales, que no es lo mismo que en las arcas del alcalde o concejales.
Quizás la parte positiva de estar en el paro, sea que cualquier día me lío la manta a la cabeza y vengo a pasar más días a esta bella y tranquila ciudad, ya que estar "tieso" se puede estar en cualquier parte,  y comprobar al mismo tiempo que aquí también existen las otras estaciones del año.
Por cierto, y a modo de chiste con escarnio diré, que Torrevieja en algo le gana a Donosti: En las estaciones del año, pues mientras Donosti tiene cuatro, Torrevieja  cinco: primavera, verano, otoño, invierno y... la estación de autobuses. Eso, para escarnio del denominado “ñoñostiarra extremo”.
Este año ha sido unas vacaciones tan en crisis que no ha habido ni canción del verano, y quizás ocurra como en aquellas películas de Ingmar Bergman, donde no había música, para resaltar la gravedad del momento.
Desde aquí un recuerdo para Don Antonio Mercero, que precisamente no anda bien de eso, de recuerdos, pero como dijo uno de sus hijos, así podrá ver, su película preferida, “Cantando bajo la lluvia”, siempre, como si fuera la primera vez.
Y quizás eso mismo ocurre con el verano, y las vacaciones, que siempre son las primeras de algo, y también el final, aunque sea solo de una ilusión.

*VIDEO: ESCENAS DE "VERANO AZUL"

sábado, 24 de agosto de 2013

PUNTADA A LA AMERICANA

Siempre se ha aconsejado eso de que hay que saber leer entre líneas, pero quizás nunca se ha comentado que las mismas noticias, al abrir un periódico, sea de papel o digital no importa, son de diferentes colores: negras, rojas, amarillas, blancas, incluso verdes...
Sin embargo, hoy este vecino del mundo ha elegido una noticia aparentemente blanca, como el alma de un niño, pero que quizás pueda simbolizar más cosas.
Desde hoy, y aunque parezca una broma no lo es, quizá por aquello de la aldea global, tanto la tomatina como los sanfermines se van a organizar, a modo de gira, por diversos estados, de esos que están unidos, y que tienen un presidente cuyo apellido es todo menos americano. “Los festejos” comenzarán hoy en Richmond (Virginia), y seguirán por Georgia, Texas, Florida, California, Minnesota, Illinois y Pensilvania. Se dice también en la noticia que los organizadores no quieren toros menos agresivos que los españoles, y no se les ha ocurrido otra cosa que utilizar los del rodeo, que son todo menos el perfil del toro de lidia español.
Es lo que suele tener el apropiarse de una idea y luego versionarla según la mentalidad del país en el que se va a “representar”.
Sin embargo, si algo caracteriza a la mentalidad americana es “lo práctico”, y en estos festejos “a la española”, para alejarse de posibles problemas, los corredores deben de firmar un documento eximiendo de toda responsabilidad a la organización del evento.
Antiguamente, donde imperaba la ley de la selva, si había algo que querías de otro país, oro, posición geográfica o lo que fuera, se iba y se invadía en un plis plas. Hoy, las invasiones son, normalmente, más encubiertas, y vienen de la mano de las ideas, y de las tecnologías, y se les denomina cultura.
Hace años que en España celebramos, por ejemplo, Halloween, y eso si que no lo hemos adaptado a la española, sino con todas sus consecuencias, e incluso algo que para nosotros ya parece formar parte de nuestra idiosincrasia, como el día de los enamorados, y que al final siempre termina siendo el día de los grandes almacenes.
En la noticia dicen que los eventos serán organizados en circuitos destinados al efecto, y al precio de 50 dólares por persona, con lo cual la copia ya falla por la base, y convierte un acto gratuito, en "otra cosa" a pagar, lo cual no es nada extraño tratándose de la tierra de las oportunidades. Lo que si tiene claro este vecino del mundo, es que el “circuito”, al final, estará plagado de puestos de perritos calientes, palomitas, y todo tipo de marketing, y es que en eso, ellos, los americanos, siempre han ido unos cuantos pasos, incluso kilometros, por delante.
Y ya para terminar, aunque este vecino del mundo realmente no sabe por qué, le viene a la mente esa frase tan española, como lo es en sí la tomatina o los sanfermines, de “no dar una puntada sin hilo”, y los americanos eso lo trasladan también a su manera de ser, no organizando nada que no signifique posibilidad de ganar dinero.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 22 de agosto de 2013

FIEBRE VERANIEGA (Y III)

Hoy vamos a cerrar esta ventana abierta hace ya tres semanas, con lo que nunca se dice, ni se contempla, en los “sesudos” estudios sobre el veraneante medio.
La mayoría de los turistas extranjeros que vienen a España, no es, ni por la belleza de sus pueblos, que la tienen, ni por la cordialidad de sus gentes, que también. La gente elige España, especialmente en la actualidad, porque otros países que podían ofrecer “artículos” parecidos, como son Túnez y Marruecos, son menos seguros y problemáticos, y los precios son más baratos que en los países de origen del visitante en cuestión. Lo mismo ocurría en su momento, y ahora otra vez, con el rodaje de películas extranjeras, como la que va a rodar sobre Moisés, en breves semanas, Ridley Scott en tierras de Almería. Los precios son más baratos, y la calidad de los técnicos muy buena, y lo demás son zarandajas y excusas para no decir la verdad.
La colonia británica que se pasea por nuestras costas, cerveza va y cerveza viene, es totalmente alérgica a cualquier tipo de ejercicio, a excepción del de levantamiento de vidrio sobre barra fija proveniente del día anterior, antes de la tempranísima y aterradora hora de las once de la mañana.
Está comprobado además, por aquello del todavía quijotismo hispano, que los peores sitios de un restaurante, junto a las corrientes del aire acondicionado, y posibles efluvios provenientes de los aseos, los camareros se los quieren “endiñar” al turista nativo, por el simple pensamiento de que si no vienes hoy, vendrás mañana, pues no tienes la “capacidad crematística” para trasladarte fronteras afuera.
Las disparatadas ganas que entran al turista medio, especialmente a la hora de la cena, de hacerlo fuera del recinto donde reside esos días, bien sea en apartamento alquilado o en hotel, aunque todavía haga mucho calor y la humedad reinante bata records un día sí, y el otro también. Es frecuente, al menos en Torrevieja, y pueblos aledaños, el guardar cola en las terrazas, incluso de más de un cuarto de hora, para cenar, y no estamos hablando de restaurantes de rancio abolengo, sino en cualquier chiringuito del tres al cuarto.
Y ya para terminar, recordar también la fiebre de comprar, comprar todo e irracionalmente, que nos entra estos días, y que incluso se traslada a la misma playa, en la que aparece el equivalente del top manta hispano, o retazos del mercadillo de toda la vida, vendiendo batas, biquinis, camisas, pantalones cortos..., todos de marcas extrañas, si las tienen.

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miércoles, 21 de agosto de 2013

PREYSLER, UN LUJO A SU ALCANCE

Ya sabemos que está todo inventado con aquel antiquísimo “no hay nada nuevo bajo el sol”, pero sí nuevas vueltas de tuerca a lo ya inventado.
La sociedad actual es la sociedad de la franquicia, en la que alguien en su momento tuvo una idea brillante, por decirlo de alguna manera, y luego esos derechos se los va concediendo, previo pago naturalmente, a otros para su comercialización en una zona determinada. Sin embargo, quizás, muy poca gente se haya dado cuenta de que lo mismo, o muy parecido al menos, ocurre actualmente con las denominadas sagas familiares, de famosos o similares, en cuyo máximo exponente se mantiene a la cabeza, y durante muchísimos años, un apellido que antes nos hubiera sonado solo a rock del bueno, y ahora tiene unas importantes connotaciones a papel cuché: Preysler.
Doña Isabel, supo fajarse de una posición de mujer en casa y con la pata quebrada, aunque la jaula fuera de oro, a buscar su propia libertad quizás al abrigo siempre de unos hombres a priori con un fuerte nombre y presunta gran cuenta corriente, aunque nadie deba olvidar al amor, pero eso desde fuera nunca se ve solo se presume.
La señora Preysler, Isabel para su círculo, nunca para nosotros, ha sabido rentabilizar su imagen, primero a golpe de exclusivas, navidad y días importantes para su familia, y luego desgranando su innato glamour por productos que necesitaban en un momento dado ser asociados a un mundo de alto estatus, aunque en realidad solo fuera “piedra o similares” y “chocolate”. Es la reina en saber vender lo que no existe, porque el glamour no existe, solo se presupone, como el ya mencionado amor, y lo vende muy bien.
Y desde hace unos años ya, existen las franquicias “Preysler”, en forma de sus hijas, porque lo de los hijos es un mundo aparte. Las tres son universos diferentes, aunque Maria Isabel (más conocida por Chábeli), haya desaparecido de las primeras páginas del corazón tras su segundo matrimonio, y consiguiente maternidad.
Tamara, quizás sea la que levante más disparidad de opiniones, especialmente si se tiene en cuenta que, como nos han vendido, tras estudiar en los mejores colegios, el resultado ha sido, todo ello presuntamente, de un pijotismo elevado a la enésima potencia, y con unas respuestas que siempre le han dado sensación a este vecino, de que han sido hechas desde Canarias, por el desfase que siempre existe entre las preguntas y sus respuestas, esa hora que su rostro parece que tarda en procesar las preguntas que le hacen. Eso sí, es la más sincera de la familia, y quizás por eso sus respuestas pueden dejar a la gente pasmada. El glamour que desprende es un glamour naif, como una colonia, o un vino de sus bodegas, para la mañana, refrescante y que nunca empacha.
Y ya para terminar, Ana, la benjamina de la familia. Se presupone, de casta paterna le viene al galgo, la más inteligente, y en apariencia es fría, y analiza sus movimientos, añadiendo además la experiencia de los que le rodean, al milímetro. Quizás sea la más guapa de las tres, aunque su belleza sea tan fría como su falta de empatía con quien la mira.
Esta franquicia, la Preysler, quizás es la que más futuro tiene, en este tipo de negocio, porque ha sabido diversificar su producto y adaptarlo a los cambios que el mercado siempre requiere, toques de izquierda con imagen de derecha de toda la vida, y con una gran habilidad, siempre que se paran para posar, siempre, siempre, hay una marca detrás, y eso siempre dice mucho, especialmente para la empresa en cuestión.
Para todos aquellos que quieran invertir, siempre un valor seguro.

*FOTO: DE LA RED


martes, 20 de agosto de 2013

UN AMERICANO EN DONOSTI

Siempre se ha dicho que la cara es el espejo del alma, lo que ocurre es que muchos intentan trucar ese espejo, más que nada para crear confusión sobre cuándo fue realizado, es decir, para aparentar ser bastante más joven de lo que se es.
Cada uno puede hacer con su cuerpo, o con su vida, lo que quiera, o más bien lo que pueda, eso está más claro que la cuenta bancaria de un parado de larga duración, sin embargo, la persona que le observa también podrá sacar sus propias conclusiones.
Nunca he hablado en estas líneas de mi vecino donostiarra José Martinez, más conocido entre nosotros por “El americano”, y consecuentemente habiendo americanizado su nombre a un más que distinguido Josh Mc Tinez.
Su nueva identidad, no se la otorgamos en su día, ni por su cuenta corriente, ni por sus frecuentes viajes, sino por su manera, muy personal, de entender la moda, y como ésta va reñida sin ningún tipo de excepción, con la del resto del vecindario, y este vecino del mundo añadiría aún más radicalmente, con todo aquel que tenga un poco de criterio sobre el vestir o la manera de prepararse, se le bautizo como “El americano” por suponerse a aquellas tierras como el lugar donde todo puede ocurrir, e incluso vestirse, y que más de una vez se han visto imágenes, especialmente en las películas, de presentadores de informativos con chaqueta verde, camisa roja, y una impagable corbata rosa.
Como se diría antiguamente, el guardarropa de Mr. Mc Tinez, siendo benevolentes, es de una amplísima paleta de colores, donde se combinan colores fríos y calientes, sin ningún tipo de norma, solo la apetencia del momento.
Más de una de mis lectoras, especialmente ellas, se preguntarán lo que opina su mujer del tema. Ella no opina, al menos en público, ni tampoco es “sospechosa” de ser la inspiradora de sus elecciones, ya que su manera de vestir es la antítesis de la de su marido, siempre tan “correcta” y clásica, y sin intentar sacar partido a su percha que la tiene, pese a que los dos ya están entraditos en los cincuenta.
Las malas lenguas murmuran que la americana, no la prenda, sino la mujer del americano, está loquita por sus huesos, y en realidad le induce a vestir así, para evitar malas tentaciones de las demás mujeres, “pécoras” les llamaría ella. Personalmente este vecino nunca ha pensado que esta teoría tenga ningún viso de ser cierta.
De todas maneras, lo que más chirría del “look” del, sin embargo, querido Josh, es su pelo negro como el carbón, a todas luces fruto del tinte. Este vecino siempre ha pensado que la naturaleza es sabia, y que hay que dejarle a ella, en múltiples ocasiones, manejar nuestros destinos, y que no hay nada más elegante que unas buenas canas en las sienes.
Nunca ha podido estar este vecino más de acuerdo con un eslogan publicitario, que “el de la arruga es bella” de la compañía de Adolfo Dominguez. Además, alguien dijo alguna vez, que las arrugas son medallas que nos pone el tiempo, y sin embargo Josh pasa su tiempo en intentar quitarselas, sus medallas y sus arrugas.
Cada vez que en un día de fuerte sol, le veo ese pelo, que más de un aficionado taurino, denominaría como “negro zaino”, me acuerdo de la película, estéticamente perfecta, “Muerte en Venecia”, de Visconti, cuando al protagonista, gran sufridor por otra parte, del paso de los años, se le empieza a correr el tinte del pelo por la cara, y lo desgarrador del momento.
Afortunadamente, ni Donosti es Venecia, ni Josh sufre por el amor de ningún jovencito, como en la citada película. Además, qué será de nuestras vidas, cuando no deseemos que llegue el nuevo día para ser, como siempre, sorprendidos por nuestro marcador de tendencias particular.

*FOTO: FOTOGRAMA DE "MUERTE EN VENECIA"


lunes, 19 de agosto de 2013

CON EL ALBA EN LOS TALONES

Siempre hay que tener una ilusión para poder vivir, una especie de Norte al que mirar, un mañana por descubrir.
Si miramos bien dentro de nosotros descubriremos unos cuantos nortes, que a lo largo de nuestra vida han ido apareciendo como las setas en el campo. Sin embargo, este vecino del mundo cree que entre esas ilusiones hay dos tipos, las que quieres cumplir, y otras que están a modo de zanahoria delante del burro, desgraciadamente nosotros, para que tiremos como podamos con nuestra vida, sabiendo, muy en el fondo de nuestro corazón que al final no conseguiremos ese fin, porque entre otras cosas no hacemos, ni haremos nada por conseguirlo.
Llevaba un tiempo con la ilusión de ver amanecer mirando al mar, porque especialmente de joven ya ha habido más de una amanecida, aunque sinceramente en ese momento, el mar no estaba, precisamente, en mi mente, sino los últimos coleteos de alguna juerga juvenil, y ayer, ya planeé todo para levantarme esta mañana a las cinco, e ir paseando por todo el camino de la costa que lleva desde el lugar donde estoy estos días, Torrevieja, hasta su puerto, y paseando por su malecón, que rondará por el kilometro de largo, llegar hasta un faro, que es el último elemento construido antes de abrazar el mar.
En primer lugar, este vecino quiere afirmar que sí, el mundo sigue existiendo por la noche. Lo curioso del caso es que ayer a las doce de la noche había una luna esplendida, rayando en llena, y cinco horas y media después no ha aparecido por ninguna parte.
Empleados del ayuntamiento acariciando la arena de la playa, y alguna que otra pareja en sus últimos escarceos amorosos, han sido mi única compañía hasta llegar a la denominada playa del cura. Exactamente eran las seis y cinco minutos, todavía noche cerrada, y ya estaban colocando las primeras sombrillas,  en realidad delimitando “la nada” de la playa. A mi mente ha venido, con mucho cariño, es la verdad, la palabra “yayoflauta”, porque solo una persona curtida en mil batallas puede hacer eso.
Mi pregunta es, como cada vez que veo a un abuelo/a cuidando de su nieto, hasta qué punto son libres de decidir esa acción, o son “empleados” por el resto de la familia como ulterior beneficio, mediante el denominado chantaje emocional.
Dejando atrás preguntas que nunca serán contestadas, he llegado al denominado formalmente como el Paseo del Dique de Levante, y he
comenzado a andar sobre su suelo de madera. Es una moderna construcción, mezcla de hierro, madera y piedra, dando una sensación de modernidad y prisas en su construcción. Llevaba unos diez minutos adentrándome en el citado paseo cuando a mi izquierda ya han comenzado los primeros reflejos del esperado amanecer a cobrar luz. Aunque por un momento he pensado que no iba a llegar al final de mi objetivo, conquistando el faro como último reducto, he llegado cuando todavía la claridad se adentraba a mi espalda.
Ha sido un verdadero espectáculo, de esos que no gustan al gobierno, porque es gratuito y sin I.V.A, pero que dan frescor al alma y limpian la retina de posibles imágenes desagradables acumuladas con anterioridad.
Es curioso lo rápido que ha pasado el tiempo hasta llegar al faro, mientras tenía el alba en mis talones, y lo que me ha costado volver. Tras contemplar una vez más el monumento a la Bella Lola, la de la inmortal habanera, que sigue día y noche esperando a su amado, la vuelta ha sido como un caminar sin ningún objetivo determinado, quizás como en la vida misma, en la que siempre es mejor caminar entre ilusiones por cumplir.

*FOTOS: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

sábado, 17 de agosto de 2013

ALGO MÁS QUE PAYASOS

No sé si os pasa a vosotros también, pero cuando veo un rostro de alguien y estoy convencido de que le conozco de algo, mi mente inmediatamente juega a situarlo en algún lugar, en alguna circunstancia. Y, además, lo que veo es un alejamiento de ese rostro para intentar recordarlo en un ambiente, en un momento. En el argot cinematográfico pasaríamos de un primerísimo primer plano a una panorámica, con lo cual ya tendríamos más datos para recordar a esa persona, y en el momento que la conocí, y cómo.
Con el verano, la sensación déjà-vu es total, especialmente cuando has pasado los doce últimos agostos en el mismo lugar: Torrevieja.
Se puede decir, y nunca mejor dicho, que no hay nada nuevo bajo el sol. Tampoco es eso lo que este vecino del mundo busca, sino estar tranquilo en un lugar ya conocido, y cada vez más conocido, por gente de todo el mundo.
Últimamente, con tanto ruso al rededor, tengo la sensación de que en cualquier momento me voy a topar con el Doctor Zhivago mismo, con el rostro de un Omar Sharif inmenso.
¡Es curioso!, porque mientras al pueblo llano hace tiempo que se le puso mirando a Cuenca, con perdón por Cuenca que no tiene la culpa de nada, el gobierno se ha puesto por motu proprio, mirando a Gibraltar. Lo del pueblo, desgraciadamente, se entiende, porque ha llegado un momento en que entre impuestos anteriores, nuevos impuestos, aumento del I.V.A., choriceo administrativo tanto en directo como en diferido, la única opción que nos queda es mirar, y mirar a Cuenca hace tiempo que tiene connotaciones sexuales no consentidas sino impuest-as.
Sin embargo, lo de mirar a Gibraltar es periódico y tardío, amén de que no deja de ser un intento de cortina de humo para cambiar de tema, y lo triste es que ni quieren hacer nada, ni van a cambiar nada, en un grano que hace mucho tiempo que nos salió a todos los españoles, y por enquistarse, cada vez es más grande, y ya pronto tendrá hasta un puerto deportivo.
Este vecino nunca ha entendido como los británicos, que no quieren abandonar su espíritu isleño, y que trasladarse al continente es ir a Europa, porque ellos son continente aparte, con moneda propia, sin embargo, luego, tienen tanto apego a la geografía del sur de España, e intentan “mover” a las instituciones europeas por una supuestas irregularidades del gobierno español, cuando ellos, los ingleses, y los británicos en general, se han pasado siempre por el forro de sus caprichos las leyes internacionales, moldeándolas a su antojo.
Con las actuaciones de Gran Bretaña también tenía sensación de déjà-vu, hasta que un día me acordé de que lo mismo había visto hace muchos años en el circo.
Una vez viendo la actuación de un trío de payasos, uno de ellos atizaba unos tortazos impresionantes al otro, mientras el payaso listo de rostro blanco estaba despistado, y además, el mismo payaso que atizaba, luego empezaba a llorar estruéndosamente, mientras se acariciaba el moflete en el que supuestamente había recibido el monumental tortazo. El supuesto agresor, mientras tanto, se miraba las manos con ojos desorbitados, y cara de no comprender nada. Lo mismo que está ocurriendo ahora, y seguirá ocurriendo en el siglo que viene, a no ser que Gibraltar ya ocupe toda la península ibérica.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 16 de agosto de 2013

UNA COARTADA DE CUATRO PATAS

Nunca ha entendido este vecino del mundo el por qué la compañía de ciertos animales, de los perros concrétamente, facilita la relación de las personas.
Personalmente soy, aunque muchas personas no se lo crean al conocerme, un gran tímido, y siempre me ha costado, no relacionarme con la gente, pero sí ese primer contacto. Recuerdo aquellos días de la juventud, en la que forzado por los amigos, ya que si no me quedaba más solo que la una, ir a una discoteca de aquellas en las que media hora sonaba música al suelto, como la llamábamos nosotros, y otra media, música al “agarrao”. Para el primer tipo de música porque todos practicábamos la modalidad “haga usted lo que pueda”, no había ningún problema, porque con mover un poco el cuerpo y la cabeza al ritmo, y poner cara de estar transportado por la melodia, ya valía. Sin embargo, el problema venía al pedir baile y que te dijeran que sí. Tenía preparadas dos frases: ¿Cómo te llamas?, y el famoso ¿Estudias o trabajas? A partir de ese momento, la pista se agrandaba y yo, al encogerme, me quedaba prácticamente colgando de la joven en cuestión. La música, para mi paralizada mente, bajaba de volumen y me parecía oirla distorsionada y con eco. Un verdadero sufrimiento.
Ahora, en cambio, un perro, cuanto más delicado y juguetón, facilita mucho el trato, y este vecino no se está refiriendo a la cuestión de “ligoteo”, porque hace años que dejó de estar en el mercado. Se supone que a un poseedor de perro, le adornan características como: amante de los animales, cariñoso, delicado, e incluso, pudiéramos añadir, “desinteresado”.
Vaya por delante que este vecino siempre se refiere a perros pequeños, no a esos animales que por su tamaño y apariencia, parece que son ellos los que sacan a pasear a sus amos.
Habrá muchos de mis lectores que apoyarán la tesis de que eso es una utilización fraudulenta de un ser. Y este vecino está totalmente de acuerdo en esa teoría, pero quién aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, no ha utilizado todo tipo de artimañas.
En esta vida moderna, que no por serlo tiene que ser ni mejor ni peor que las anteriores, proliferan las denominadas “fundaciones”. Quien más o quien menos de los famosos (futbolistas, tenistas, cantantes de ópera...) tienen su fundación, y este tipo de organizaciones siempre son beneficiosas y altruistas, pero al fundador siempre le producen una serie de desgrabaciones que también le benefician, a parte de que su imagen sale fortalecida.
A este vecino del mundo, las finanzas hace tiempo que le dejaron de preocupar, y no es que esté forrado, sino que al no tener una importante cantidad de dinero, no tienes por qué preocuparte en realidad, y sin embargo siempre viene bien, aunque uno no conozca ni el Pisuerga, ni Valladolid, que sea bien considerado, si solo es cuestión de tener una mascota, ya que, y lo confieso sin ningún tipo de sonrojo, la hubiera tenido de todas las maneras, ya que nunca le he tenido que preguntar si estudia o trabaja.

*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

jueves, 15 de agosto de 2013

LA GENERACIÓN "NO ME CONSTA"

Lo mismo que los famosos son observados y copiados, al nivel que se pueda económicamente hablando, por sus fans, el españolito de a pie va cogiendo maneras y vocabulario de los lideres políticos.
Se supone que una persona a medida que va medrando en su compromiso político y ganando puestos en su partido, se va comprometiendo con los demás colegas, y sus votantes. Sin embargo, en España se está dando el caso, y cada vez más, que cuanto más “alto” están en su partido menos se enteran de la realidad que les circunda, y por si donde dije digo, digo diego, no hay que hacer declaraciones ni tajantes ni excluyentes, y qué hay menos excluyente que “el no me consta”.
Imaginemos un niño de unos tres años, ojito derecho de su madre y de su padre, al ser preguntado cariñosamente entre arrumacos y caricias: ¿Quienes te quieren más en el mundo? Con su lengua de trapo conteste muy afectadamente: No me consta. Una de dos, o lo tiran y hacen otro nuevo, o entran en el Nirvana exclusivo para padres de políticos, y ya comprueban sin género de dudas, a qué altas cotas de frialdad, maniqueísmo y cara dura llegará su hijo, si todo va bien para él, y bastante mal para “su” país.
Este vecino del mundo, y como se dice vulgar y rápidamente, está más cabreado que una mona.
Toda persona tiene que ser responsable de sus actos, y si en el momento de elegir, eliges la zona oscura, luego, si te pillan, hay que echarle los arrestos suficientes, y hacerse responsable también. Incluso en los malos momentos se puede dar ejemplo, y los ir-responables del PP, haciendo uso de su vocabulario, no constan a este vecino del mundo que sean valientes para reconocer sus errores, sino que no recuerdan, ignoran, y se convierten en auténticos suecos para desmarcarse de los problemas.
Lo que hizo ayer la Señora Cospedal, dejando a su jefe a los pies de los caballos, y no va a ser este vecino del mundo quien hable bien de nuestro todavía Presidente, es de auténtica pobreza de espíritu, “chivándose” de la conducta de los demás, dejando entrever que fueron Rajoy y Arenas quienes pactaron el finiquito de Bárcenas. Es curioso, esta señora recuerda lo que hicieron los demás, y no recuerda su conducta.
Lo que más rabia da a este vecino del mundo es que se diga esa frase de que “los españoles tenemos lo que nos merecemos”, porque no creo, sinceramente lo digo, que nadie se merezca el levantarse cada mañana y comprobar que no ha sido una pesadilla, sino que tenemos una panda, sobre todo de cobardes, que ahora mismo están más ocupados en borrar sus huellas que en ayudar a este país.
Este vecino no entiende nada de política, pero tiene varios master en la vida y unas cuantas medallas por heridas de guerra en la lucha de la vida, y está totalmente convencido de que este gobierno está herido de muerte. Lo malo del caso, los movimientos que intentará hacer hasta que finalmente muera, y todo eso lo seguiremos pagando en especies y en dignidad. 

*FOTO: DE LA RED 


miércoles, 14 de agosto de 2013

FIEBRE VERANIEGA (II)

Siguiendo con nuestros comentarios sobre las costumbres y antojos que nos entran en verano, a modo de fiebre incontrolable que hay que pasar sí o sí, hoy nos vamos a ceñir a la playa, que es todo un mundo en sí.
En primer lugar, en esta época del año, vacaciones, y en Agosto, llegar a la orilla ya es una odisea, y una pletórica demostración de equilibrio y coordinación de las extremidades para no pisar o caerse encima de alguien, con la previsible posibilidad de demanda por agresión sexual debido a las posturas que adoptan la mayoría de los bañistas para ser poseídos por el llamado astro rey.
El otro día soñé, y puede ser premonitorio, que me perdía dentro de la playa, y que ni podía llegar a la orilla para bañarme, ni salir de ella. Lo inquietante fue que encontré personas que ya habían nacido allí, toda su vida era un verano. Pero lo peor fue, sin embargo, encontrar esqueletos en posición de arrastrarse por la arena intentando encontrar la salida.
De todas las maneras, la gente en general que va a la playa, está claramente empeñada en dificultar la llegada de los demás al agua, sin mencionar a los locos invasores con sillas y sombrillas de las ocho de la mañana, no dejando resquicio por el que colarse, incluso las caras que te ponen cuando vas a pasar, son intimidatorias. Alguno ya me tiene dicho que no pase por su lado, y con toda la seriedad del mundo le pedí los documentos de propiedad del terreno. No me dijo nada, pero como en uno de los antiguos tebeos, me lo imaginé preguntándose por mi familia, y es que no podía “acordarse de mi madre” por no habérsela presentado con anterioridad.
En realidad, aunque de un año a otro, la fotografía de una misma playa pudiera no variar, al pensar eso estamos cometiendo un gran error, porque el mundo de la moda hace muchísimos años que también llegó a las costas.
Este año por ejemplo está causando furor entre las jóvenes y no tan jóvenes, un bikini que como piensa este vecino del mundo puede ser un claro homenaje al modelito de la cantante Salomé durante su actuación en Eurovisión 1969, resultando ser a posteriori una de los cuatro ganadores de aquella edición, o a nuestra recordada Sara Montiel por su papel de india en Yuma. La “originalidad” del citado modelito estriba en una serie de flecos que cuelgan por toda la superficie del top, y que hace las delicias del observador al notar como se mueven al unísono, con cada leve movimiento de la propietaria.
Mención especial merecen entre los “habitantes” de la playa, los deportistas sobrevenidos, que son aquellos que en todo el año no realizan ningún deporte, y en el lugar donde hay más gente, y es más incómodo para todos, les entra una irreprimible necesidad de jugar con un balón o con una pelota, y consiguientemente de molestar a todo ser viviente. Ésto sería el equivalente a aquellos que les entra ganas de practicar el sexo solo en los probadores de los grandes almacenes, rápido y en condiciones incómodas.
Estos deportistas solamente veraniegos, como pierden la pelota, o el balón, cada dos por tres, dando el incansable coñazo para que se lo recojas, y se lo mandes, este vecino del mundo hace mucho tiempo que tomó la decisión de no hacer ningún movimiento demás, y cuando le increpan por su desidia, tiene clara su respuesta: -Aquí, los que habéis venido a hacer deporte, sois vosotros.
Por otra parte, y mirando la playa desde fuera, resulta muy gracioso contemplar a aquellos que parece que se presentan voluntarios a ser quemados por el sol, y aparentando dar un paso hacia adelante, como todo voluntario que se precie, se alejan un poco de los demás, todo lo que la muchedumbre permite, y se ponen de pie enfrentándose en un duelo a muerte con el astro rey.
El mundo que rodea a la playa es como las buenas películas, cada vez que se vuelve a ver, se degustan nuevas actitudes e intenciones, que en visionados anteriores habían pasado desapercibidas.

*FOTOS: DE LA RED

martes, 13 de agosto de 2013

TRILOGÍA INACABADA

Algunas veces no soy yo quien elige el tema para escribir, sino que éste me elige a mi. Eso ha ocurrido esta mañana, cuando recién levantado mis retinas en modo “autofocus” estaban intentando amoldarse al entorno. Con un acto reflejo he conectado la radio, y en ese mismo momento comenzaba la canción “Andante, andante”, en su versión en inglés, de Abba.
Ha sido como recibir una inyección de adrenalina. Miles de imágenes han inundado esas retinas del alma, incluso escenas que creía olvidadas de un Londres de finales de 1978, hasta el comienzo de las Navidades de 1981.
Mis primeros días, comienzos de Diciembre, había nevado en Londres, y para las cuatro de la tarde, prácticamente, ya se hacía de noche. Pensaba que sabía inglés, y sin embargo no entendía ni “papa” de ese inglés sin profesor que hablaba lentamente y con gestos, mirándote, para que observaras el movimiento de sus labios.
El único español que importaba al “inglesito medio” era Severiano Ballesteros, y para ellos era prácticamente su hijo. Si llega ser un peñón, por ejemplo, ya se lo hubieran quedado también. Y como yo no era “Sevy”, y estaban hartos de gente sin sangre británica en sus venas, las pocas palabras que te cruzaban, sin pagar por recibir clase de su “clase”, eran pocas, y si las palabras tuvieran rostro, que lo tienen, serían mal encaradas.
No quiero, sin embargo, que con estos pensamientos se malinterprete una cierta hostilidad hacia La pérfida Albión. Muy al contrario, pero como dijo una vez Gonzalo Torrente Ballester, todos tenemos nuestros gozos y sombras, y gozar, también, gocé mucho en Londres, y eso que era, en mi caso, un Londres para cortos de bolsillo, e inmensos en ilusión.
Hacía mi vida, prácticamente, entre Holland Park y Notting Hill Gate, antes que se hiciera mundialmente famoso por una historia que realmente pudo pasar, pues era fácil poder encontrarse con caras conocidas del celuloide, como Terence Stamp, Edward Fox y Bob Hoskins.
Sin embargo, siempre recordaré la mirada triste de un David Hemmings, buscando el ser reconocido por aquel con quien se cruzaba a la salida de Holland Park, que en ese caso era este vecino del mundo, cuando todavía no había elegido ser vecino del mundo, aunque ya lo era.
Acostumbrado a verle joven y pletórico en la pantalla, me pareció, al cruzarme con él, muy mayor, y es que el original rubio de su pelo había sido ocultado por un blanco implacable. ¡Lo que hace la indolencia de la juventud! Calculando, muchos años después, solo tenía, si ya los había cumplido, cuarenta años. Y es que el Señor Hemmings, tuvo la suerte, o la desgracia, de triunfar muy joven, y así tuvo por delante mucho tiempo también, para ser olvidado.
Nunca más he vuelto a Londres, aquel Londres, en el que no importaba las pintas que llevabas, sino las que bebías de cerveza, rubia, roja o negra. Quizás, esos mismos colores, sirvan para resumir una vida. El rubio para los momentos inocentes y juveniles. El rojo para la de plenitud, y el negro, para lo que irremediablemente siempre viene, aunque no se le llame.
Nunca he querido volver a mi añorado Londres, por no cambiar mi película, pero más pronto que tarde habrá que añadir un nuevo capítulo. Ya que las buenas historias, se venden, por lo menos, en trilogía.

*FOTO: DE LA RED