Hoy es el día después. O dicho de otra manera, ayer fue
la final de Gran Hermano 15, y este vecino del mundo es un seguidor, que
intenta no convertirse en hincha empedernido para no perder el norte (más que
nada porque uno es del Norte precisamente, aunque no chicarrón, y no quiere
perderse a sí mismo).
Durante los tres meses que ha durado el concurso este
vecino se ha negado a hacer comentarios desde esta atalaya, pero hoy, quizás
como los cobardes (a toro pasado), o como los sabios (aunque solo sea por edad
que uno ya reúne unas cuantas décadas, prodigiosas o no) quiere dar
unas cuantas pinceladas, por supuesto que las más importantes desde su punto de
vista. En ningún caso, y que quede diáfano, quiere hacer un resumen de esta
edición.
Está claro que ya desde hace años, la misma cadena no intenta vendernos este programa como un experimento
sociológico, lo que hizo durante varias temporadas, sino como un concurso. Por
eso, desde este punto de vista, y
tomando el citado concurso como una gran partida de pocker, el mejor
concursante, aunque no llegó a la final es Fran. El malagueño, el de más edad,
47 años, y quizás el más resabiado, lógicamente, de la vida, se tomó el
concurso como lo que es, y ganaba la partida de calle. Al entrar había dejado
los principios en un perchero, y fue a jugar directamente; engañando a todos.
Como este año se entraba, la mayoría de concursantes, en
pareja, Fran tenía un lastre, que era su pareja de concurso, Luis, un joven novillero (aunque durante todo el concurso se han empeñado en llamarle "torero"), de 23 años, malagueño, y rondeño también, del que Fran es su apoderado. De
talante completamente diferente, Luis se ha comportado durante los tres meses
como todo un caballero.
El problema de jugar en serio, es que los espectadores
somos muy puñeteros y queremos que jueguen pero siendo honestos y las dos cosas
no se puede. Por eso el futuro de Fran desde el principio fue negro, y más teniendo
en cuenta que los jugadores no están totalmente aislados, porque durante la
despedida del expulsado semanal se pueden colar palabras importantes que den
pistas a los que quedan en la casa. Y es lo que ocurrió.
Una vez desvelada la
estrategia de Fran, solo fue cuestión de semanas que el malagueño fuera
expulsado.
De las tres concursantes que han llegado a la final, por
primera vez tres mujeres finalistas, Yoli y Susana, de 21 y 20 años
respectivamente, son primas, de Albacete, y entraron juntas. Jugaban con ventaja y
en parte eso fue su perdición, porque ya sus familias quisieron decantar los
votos hacia la segunda, pensando que tenía más posibilidades. Y como este
vecino ha dicho desde el principio, la puñetería del público, que se supone no
quiere estrategias preestablecidas o al menos, que no se note mucho, y poder
autoengañarse, fue una de las claves para que los espectadores que no tenían
concursante favorito en la final dieran su apoyo a Paula; cumplió 20 años
durante el concurso, de Barcelona, aunque se le ha conocido como la hawaiana,
por haber pasado los tres últimos años de su vida allí.
Paula además de ganadora, ha sido una de las más
controvertidas, por tener un carácter tan especial, que durante gran parte del
concurso se le ha tachado de crear un personaje a medio camino entre infantil y
al borde mismo del histerismo.
Algunas veces si no aciertas a encontrar el camino del
éxito, otros, sin quererlo, te ayudan a hacerlo, y ésto fue lo que en realidad
ha ocurrido. Los malos, y dicho con cariño, de esta edición, la pareja formada
por Omar, que nada más comenzar el concurso se lió con ella, y Lucía que entró
bien comenzado el concurso (y que había sido pareja de Omar hasta dos días
antes de entrar en el programa), dispuesta a recuperar a su chico, han sido de
gran ayuda, sin quererlo ellos, obviamente, para que Paula gane el concurso, al
hacernos sentir, quizás sin ser conscientes de ello, que era una variación del
cuento de la Cenicienta, y ella siempre gana.
Este vecino del mundo no puede dejar de lado lo ocurrido
entre una de las finalistas, Yolanda, y Jonathan, valenciano de 25 años, que
también entró con su primo. Teniendo en cuenta que Mercedes Milá, presentadora del programa, y parte muy
importante de este concurso, es una feminista a ultranza, lo cual es una opción
muy respetable, y siempre está viendo “pelillos” de machismo en muchas
actuaciones de concursantes de todas las ediciones, ha sido incapaz de
increparle a Yolanda esa caza al macho, encarnado en Jonathan, que ha
practicado desde el primer día, y que la Milá contribuyó ayer mismo, durante la
final, no dejando tranquilo al valenciano, cuando era obvio que está más que
harto de lo lapa que es su compañera, pero que no podía decirlo intentando ser
políticamente correcto.
Personalmente este vecino tiene serias dudas de que el
programa deba continuar en otras ediciones, otra cosa es que lo haga, porque ya los concursantes no son
honestos con sus actuaciones, y juegan diciendo que tienen gente fuera esperándoles,
y luego la verdad puede ser muy diferente. Y eso ya no se puede votar, ni
premiar ni castigar por un espectador que ya ha quedado fuera de juego.
Resumiendo: de los muchos cuentos que nos han contado en
esta edición, y que lo hemos comprado por 300.000 euros, ganó la Cenicienta.¡Viva la Cenicienta!
*FOTO: DE LA RED