lunes, 21 de diciembre de 2015

LA DECISIÓN DEL ÚLTIMO REY MAGO (O EL DÍA DESPUÉS A LAS ELECCIONES GENERALES)



Hoy todos los que intenten resumir lo ocurrido ayer,  dirán eso tan socorrido de “el día después”, y en realidad es así. Lo que ocurre es que este vecino del mundo tiene la sensación de estar viviendo “El día de Reyes” de aquellos principios de los sesenta, cuando uno, como se solía decir, porque ahora es una expresión que se oye poco (y puede querer decir mucho del panorama actual), ya tenía, o creía tener, uso de razón.


A aquel niño siempre le pasaba lo mismo que, tras una noche de nervios, sudores y no poder dormir, de lo pedido a lo recibido no es que hubiera un gran trecho, sino que no tenía nada que ver. Es como si en un momento dado uno de los “ayudantes de los ayudantes del último Rey Mago”, y con urgencia, porque ya se iban sus compañeros, hubiera decidido cubrir el expediente, dejando lo que en ese momento tuviera entre manos en el lugar en que estaba, en mi casa, Y además, el noventa por ciento, siempre eran cosas para el cole o para vestir, y en ese momento quién estaba pensando en el cole ni en la ropa de los domingos…


Teniendo en cuenta las expectativas/deseos/sueños que muchos teníamos, no ha quedado mucho, por ahora, depende como quede el mar tras el tsunami de las votaciones, y la posible organización entre unos cuantos, de deseos de izquierdas pero de mirarse el ombligo. Eso sí, ha quedado más que claro que España es/era de derechas, o mejor dicho de virgencita que me quede como estoy, porque a lo mejor si aspiro a algo más me hacen la del “tocomocho”, y en ese caso además, uno no podría ni quejarse, por la vergüenza de ser un panoli.


Ayer, en cambio, lo que vi y sentí, en un mediodía donostiarra, en la zona de Amara, a la hora de ir a votar, fue un gran ambiente en cuanto a gente, y mucha sonrisa y cara de complicidad. Por un momento, solo por un momento, creí estar en el Santuario de Lourdes por la gran cantidad de gente mayor, ayudada, y en silla de ruedas, pero con cara de tozudez y de "yo lo consigo, por los míos". 


Lo que nunca le había pasado a este vecino del mundo, tuve que hacer una cola, para mi urna, no menor de veinte minutos. pregunté, incluso, por si me había confundido y era la cola para la nueva entrega de "La guerra de las galaxias", pero afortunada o desgraciadamente era la fila que correspondía. Y tanto los que iban delante de mí, como los de atrás, dijeron muchas, muchas, veces eso de “a ver si esta vez podemos”. Hubiera sido mucha casualidad que solo hubieran sido ellos los que iban a votar morado, y al final de la noche quedó más que claro, que en el País Vasco, por las noticias que han dado, sino arrasó, para que nadie se pueda dar por ofendido, sí fue la primera fuerza.


Ahora, ya solo queda pasar de las frases hechas de los políticos, o mejor dicho, y como un cocinero diría, hay que pasar de las recetas perfectas en un libro impolutamente bien edito, al fragor de las comandas y olor a fritanga, a intentar sacar adelante la cocina de este país, que al menos según opinión de este vecino, y de mucha gente que conoce, solo se han dedicado a cocinar para unos pocos, eso sí, cocina exquisita y muy publicitada. ¿Y para el resto? Pues eso, que se busque la vida como pueda, pero eso sí, le vamos a dar un buen nombre: “cocina de autor”.


Aunque ayer a la noche, hace apenas unas pocas horas, había flashes por todas partes, y sonrisas “profident”, en realidad es a partir de ahora cuando muchos se tendrán que retratar, porque aunque el Partido Popular ha sido el más votado, su descalabro ha sido más que evidente, y no cuenta con una mayoría, por lo que dependerá de otros (y con Ciudadanos sólo las cuentas no salen), o al menos de abstenciones de otros, para poder gobernar. O incluso se pudiera crear, lo que se está llamando una gran coalición, PP-PSOE, que si ésto ocurriera, y en opinión muy particular de este vecino del mundo, pudiera ser, en un futuro, la debacle socialista.


Y quizás, más que los socialistas, alguno que otro  también tenga que pasar por el fotógrafo, como un P.N.V. que si mostrara su apoyo al P.P., aunque sea solo absteniéndose, en realidad haría oídos sordos a ese “PUEBLO”, que siempre tiene en su boca (otra cosa es a la hora de defenderlo, postureos aparte), y que ayer dejó clara su postura de izquierdas.


Con eso del eterno “bipartidismo” ha habido minorías, y gente de mi generación me entenderá, que bailaban, y bailan, constantemente “La Yenka”, por aquello de “izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás, un, dos, tres” de su pegadizo estribillo.  


Este vecino no es ni politólogo, ni futurólogo, solo es un sufridor de la crisis que se reconvirtió en blogger/bloguero, pero le huele a una despedida del Señor Rajoy, bajo el maquillaje que se quiera, para poder llegar a entendimientos varios con algún que otro partido. Lo que sí echa de menos es aquel ya famoso “Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”. Quizás, porque ni Rajoy lo siente, ni tiene la honradez (palabra complicada para los políticos) de reconocerlo.


Ahora, mucho me temo, y como en la niñez de aquel comienzo de los sesenta, todo queda en la decisión del último Rey Mago y lo que le quede en su bagaje, entre otras cosas de honradez y vergüenza, pero, esta vez, no para nosotros, sino para él.


*ILUSTRACIÓN: DE LA RED


sábado, 19 de diciembre de 2015

JORNADA DE REFLEXIÓN... ¿QUÉ TAL TU HIJA?


A nadie se le escapa que hoy es lo que se ha dado en llamar jornada de reflexión, por las elecciones de mañana, y que a este vecino del mundo siempre le ha parecido curioso, porque siempre ha considerado que los que deberían de reflexionar son los políticos sobre su pasado y su futuro. Cómo se han comportado y cómo se van a comportar,  y ellos, al menos hasta ahora, siempre lo han tenido muy claro, demasiado, y esos polvos, con perdón, han traído estos lodos, y estamos con ellos hasta el cuello.


Pero como hay que reflexionar, yo lo voy a hacer, pero no desde el lado de la política, sino quizás de lo políticamente correcto.

Tengo un amigo, de los íntimos, de esos que los vascos llamamos de la “cuadrilla”. Nos vemos menos de lo que deseáramos, pero siempre que lo hacemos, le hago la misma pregunta, que me consta, además, le hace todo el mundo que no le ha visto desde hace un tiempo: ¿Qué tal tu hija?

Mi amigo tiene una hija de veintisiete años a la que no ve desde hace unos siete.
Se separó cuando su hija era muy pequeña, siete años. No hubo terceras personas pero, como se suele decir, “lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible”. Y me consta que él siempre ha cumplido con todo lo que se le vino encima, ya que tuvo que dejar el hogar, que hay que decir que era de sus padres, y se comprometió además, y no tenía por qué, a que hasta que su hija cumpliera los dieciocho, no haría nada al respecto para que sus padres volvieran a reclamar la casa.

Él, mi amigo, y me consta, siempre ha cumplido religiosamente con todas sus cargas, crematísticas, ya que las del corazón y de la sangre se pueden llamar deberes, pero nunca cargas. Ni que decir tiene que la relación con su ex nunca ha sido buena, porque ella siempre le ha puesto todo tipo de trabas y tramas, digamos, que “para que no se olvide de ella”.  Él, y estoy seguro de ello, siempre ha puesto más de su parte para la buena convivencia, y nunca ha faltado a ninguna cita con su hija, y le ha tenido con él lo máximo que podía.

Pero llegaron los 18 años, los de su hija, porque todo llega, y tras un arduo juicio, ellas tuvieron que dejar la casa. Mi amigo siempre le dijo a su hija, que ella, ni en el juicio ni en la vida, no se tenía por qué decantar por nadie, pero ella eligió hacerlo por su madre, y desde ese momento apenas le ha visto.


Lo curioso del caso es que su hija siempre se anda por las ramas, nunca le ha echado nada en cara, pero no tiene tiempo para verle, y el teléfono, dicho por ella misma, nunca lo oye, casualidades. Siempre está muy ocupada, estudiando, trabajando,  pero no tiene tiempo, ese maldito tiempo que, sin embargo, al parecer, tienen que tener los demás.


Mi amigo cada vez que la gente, su gente, le pregunta por su hija, nunca ha ocultado que ella no le quiere ver, porque además es que es así, y lo demás sonaría a excusas.


La reflexión que os he prometido viene ahora. Mi amigo siempre ha tenido claro que dos no se ven si uno no quiere. De vez en cuando, le hace alguna llamada, que ella sigue sin coger. Le manda algún email, que al igual  que las llamadas, sigue sin tener tiempo para contestar. Y aunque sabe dónde trabaja ella, se niega a aparecer por allí, porque él dice, y en mi opinión está en lo correcto, que “si ella no le quiere ver, cosa que es obvia, no hay que forzar nada”.


Y, últimamente, mi amigo, está muy extrañado con los comportamientos, porque no son muy claros al contestarle, de amigos y conocidos, ya que al hablar sobre el tema, él alguna vez ha insinuado, ya que ahora tiene pareja, que tal como están las actuales leyes de herencias, es muy probable que sólo le deje, y eso que no tiene grandes cifras, ni posesiones alucinantes, lo estrictamente legal.

Mi amigo está totalmente convencido de que la gente no le comprende.
¿Él tiene que ser “políticamente correcto” y dejar toda su herencia a su hija porque, precisamente, es su hija?¿Siempre tiene que dar todo ( y aquí ya no hablamos sólo de dinero), viendo que la otra parte solo es una pared?

Como al exponerme todo esto, que por otra parte ya sabía, estaba seguro que en realidad pedía mi opinión, y tras unos segundos, no me ha hecho falta más tiempo, le he contestado:

Mira, hace muchos años, yo trabajaba en la recepción de un hotel, y nos vino un cantante muy famoso que actuaba con sus hermanos. Le preguntamos si él se iba a hacer cargo de todas las cuentas, y con una sonrisa, nos dijo algo que yo estoy convencido de que se puede aplicar aquí. “Somos hermanos, no primos”. No hizo falta preguntarle más.

*FOTO: DE LA RED


viernes, 18 de diciembre de 2015

LOS VASCOS NO LLORAN (GALA 15, GRAN HERMANO 16)


Nunca pensé que podría empezar un post sobre Gran Hermano diciendo “Los designios de Dios son inescrutables”, pero eso es lo que me viene a la mente con la salvedad, naturalmente, de que hay que cambiar “Dios” por “los jefes del programa”. Y es que uno se pregunta por qué en una de las semanas se fueron dos concursantes, y ahora están prolongando  la evacuación a ritmos más que reumáticos.


Quizás, y llegados a este punto, convendría preguntarse  qué se premia en este concurso, y así obtendremos la respuesta a ¿Quién debería de ganar esta edición?


Si la empresa, porque en el fondo se trata de eso, quiere alargar la sombra de la edición a alguien que luego sirva para salir en sus programas, ya se sabe, joven, atolondrado/a, de muy buen ver, y que dé juego a la parrilla de Telecinco, entonces está claro que debe de ganar Sofía, y su madre, porque no olvidemos que “ésto” es un pack más indisoluble que Ramón y Cajal. Sin olvidar, además, el hecho de que si la de Pamplona se lleva el maletín, irá integro a su madre, dicho por ella misma dentro de la casa, y que este vecino del mundo lo oyó en directo en el “24 horas” y que no se ha vuelto a reproducir por la cadena.


En cambio, si lo que realmente queremos es repartir justicia, la persona que indiscutiblemente debe de ganar este año es Aritz, y en lo ya dicho en esta frase está la razón del por qué. Precisamente, por comportarse como “persona” y no como “concursante”. Por mostrarnos su moneda, en lugar de esa famosa llave, su cara “A” y su cara “B”, que todos tenemos, y que siempre, siempre, se ha comportado como le pedía su cuerpo en cada momento. Ha pensado siempre en lugar de con el cerebro, con sus tripas, aunque algún gracioso dirá que en más de una ocasión ha pensado con sus genitales, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.


Sea cual sea el resultado final, esta edición será la de Aritz, y naturalmente la de Han, que se fue ayer, y que es muy importante en el desarrollo de todo el concurso. Y es que el chino granadino sacó lo mejor y lo peor del vasco. Y llegados a este punto, ayer y durante la entrevista de Mercedes Milá se  echó en falta, al menos este vecino del mundo echó en falta, una gran reprimenda, como al menos antes las solía hacer la Milá de perfil alto, con respecto a no blindar la intimidad de la pareja. 


A la Señora Milá, una edición sí y otra también, se le ha llenado la boca  de recriminar al componente “masculino”  de una pareja que en un momento dado se ha podido formar en la casa, cada vez que se ha ido de la lengua desvelando intimidades “camatorias”, más que amatorias, a los demás concursantes. Y ayer, Doña Mercedes Milá, fue incapaz de hacérselo notar al Señor Han. ¿Una pareja formada por dos señores no debe de funcionar igual que una pareja de las de toda la vida?


En este caso, precisamente, los “deslices vocales” del Señor Han han jugado muy a la contra de Aritz, sabiendo ciertas cosas, más los otros concursantes, que nosotros, los espectadores,  por versión del concursante granadino, que constantemente no es que arrimara el ascua a su sardina, sino que el ascua y la sardina siempre eran para él.


Comenzaba este post, diciendo que el concurso ya se ha hecho demasiado lento, porque los que vemos el “24 horas”, durante esta semana hemos asistido a una especie de circo, como el de Niedziela casualmente, pero en el que en la pista siempre estaba Han y Aritz, y ellas lo único que hacían era comentar las jugadas del contrario, porque no olvidemos que aquí no hay amigos, sino contrarios, que no enemigos, aunque algunas veces lo sean.


Ya no hay mucho más que contar porque hay lo que hay, y ahora todo está en el grado que te dejes contaminar, como espectador y posible votante, por los cantos de sirena que vienen de todas partes y en una gran proporción desde la mismísima cadena. Ya que no solo se trata de hablar bien o mal de alguien, sino incluso en el orden de plantear ciertas cosas, o de no mencionar otras, como por ejemplo, y ya dicho, el dinero que puede ir directamente a manos de Maite, y que a muchos defensores de Sofía, en realidad, eso, no les haría gracia. Y que el concurso se ha librado muy mucho de comentar.


Por ejemplo, ayer ante las visitas, otra vez, aunque ahora sea en persona, y antes vía plasma (por cierto, ¿a qué me recuerda eso?), el acorralamiento a Aritz fue más que evidente, entre otras personas por la madre de otra finalista, que aunque haya sido concursante, no nos confundamos, ahora actúa como madre y defensora de un “botín” que puede ir para su casa.  Mientras, en el caso de Sofía precisamente, no pasó de hablar con sus ex-ligues, que el primero, Suso, le pellizcó, un poquito, solo un poquito, en su moral, y el otro, Ricky, ya fue un auténtico elixir de crecimiento de su ego, y todavía deben de estar limpiando las babas de ambos en la sala en la que se reencontraron.


Además, lo más gracioso del caso, fue la razón esgrimida para que aparecieran de nuevo los incansables ex-concursantes, según palabras textuales de Doña Mila, Mercedes, “para disolver los malentendidos”. En mi pueblo al menos, a eso siempre se le ha llamado, y con perdón, “revolver la mierda”.



Como ya este vecino del mundo se está tomando con humor todo tipo de estratagemas que está urdiendo la dirección, para sorprender/manejar el programa, ya solo hace falta, y lo dije ayer en un tweet imposible de reprimir durante el programa, al comprobar la diferencia, y por mucho, del trato recibido por Aritz y los otros tres concursantes, solo faltaba que “casualmente” cambiaran, como lo hacen un día sí y otro también, las reglas del programa y, casualmente, impongan una que diga: “Prohibido los vizcaínos”. Y mientras expulsan a Aritz, la Milá, Doña Mercedes, jure y perjure que ellos contra Aritz no tienen nada, pero que las normas son así, para cumplirlas. 


Ayer, que la presentadora, muy sibilinamente, nos diga cómo alguien se tiene que comportar, o dejar de hacerlo, ante la salida, en este caso de Han, del concurso, más que de manipulación, es de vergüenza ajena. Y no quiso, sin embargo, comentar, otra vez Doña Mercedes, el por qué Aritz no quería/podía mirar a la cámara durante la despedida “con su pareja”; porque sabía, el de Santurtzi, que se iba a romper, y los vascos no lloran.

¿No nos vale ya con que haya dejado el armario hecho unos zorros?

*FOTO: DE LA RED

jueves, 17 de diciembre de 2015

UNA HOSTIA BÚMERAN Y SU PHOTOSHOCK


Está claro que Almodóvar, Don Pedro, solo pudo nacer en España, porque esos guiones, los de su mejor época, frescos y alborotados, no son otra cosa, que un reflejo de nuestra España cañí, porque anda que  no hemos tenido unas horas moviditas desde que ayer uno de los candidatos en esta campaña electoral, y a la vez Presidente del Gobierno, Don Mariano Rajoy, sufrió una agresión durante, eso que se dice, un baño de multitudes.


Vaya por delante que este vecino del mundo condena, por supuesto, toda agresión vaya a donde vaya, y venga de donde venga. Pero este hecho, ha servido también para retratar a muchos. 


Bien pensado, se podría decir que ha sido una agresión búmeran, porque su movimiento de influencia ha sido curvo, y ha atravesado todos los espectros políticos para volver al centro, ya que ahora la mayoría de los partidos se retratan en esta zona, el centro, que viene a ser como lo políticamente, y nunca mejor dicho, correcto. Y que puede también explicar, el que si un partido, que hasta hace unos años hubiera sido claramente catalogado de derechas, si él mismo ahora se define como del centro de toda la vida, Podemos, que según el baremo de antes, hubiera sido catalogado como de izquierdas, ahora sea de extrema izquierda. Aunque por esa regla de tres, y partiendo de lo mismo, el Partido Popular desde la otra orilla, también pudiera ser catalogado como extremo.

A este vecino del mundo, sin embargo, una de las cosas que más le han chocado en esta noticia es el uso presunto del “photoshock” por parte de uno de los más famosos periódicos de este país, para intentar agravar una noticia que ya de por sí lo es, y al quedar en evidencia, daña lo que en teoría pudiera haber querido defender.

Es curioso por cierto, siempre se ha dicho, que cuando se destapan actos de corrupción, se les pone el sambenito, por parte del partido afectado, de “hecho aislado y al margen de los demás componentes del partido”. Sin embargo, un individuo, una persona, tiene un comportamiento salvaje y ya hay que etiquetarlo en un partido en concreto o como consecuencia de una filosofía determinada.

Ahora, y tras saberse que el joven causante de la agresión cerraba el círculo de las tendencias, al hacerse en cierta manera pariente lejano del agredido (hijo de una prima de su mujer), es cuando no hace falta ni el Photoshop ni el Photoshock porque a más de uno le habrán salido los colores, y otros los habrán perdido, como su razón.


Siempre se suele decir que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Lo que ocurre es que en este caso solo se han necesitado muy pocas horas. Y quizás, lo mejor, es que todos los candidatos han estado, y por una vez, a la altura. Los no afectados, condenando desde el segundo cero, la agresión, y el agredido pidiendo cordura y calma. 

Lo demás, y nunca mejor dicho, ha sido un asunto de colores que iban y venían y de una hostia búmeran. Y, que algunas veces, conviene esperar a hacer un comentario porque el mismo tiempo, como esta vez, da su opinión.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 16 de diciembre de 2015

LO QUE LA VERDAD CONLLEVA


Algunas veces, siempre, cuando se pide que te digan la verdad, conviene mantener una conversación interior sobre si verdaderamente quieres saberlo, o quieres que la supuesta verdad tenga el esquema que previamente te has montado en tu interior. Porque la verdad puede ser dolorosa, sobre todo si involucra a tus seres queridos, más incluso que sobre ti mismo, porque, personalmente, creo que eso lo podría “manejar” mejor, que la figura de tus seres queridos. Quizás, porque éstos han podido formar tu geografía interior, tus valores, la manera de ver y deglutir las señales que recibes del exterior.


Durante muchos años ves la vida según tus padres (aunque en tu interior haya surgido ya la chispa de la rebeldía), quizás bajo la apariencia de lo que es tradicional, aunque solo sea costumbre en tu casa y porque alguno de los dos miembros, padre o madre, lo quisiera de esa manera.


Digamos que, durante muchos años, la figura de la ley, o la justicia, esa señora con los ojos tapados y una balanza, tendría fisonomía que en cierta manera recordara a nuestra familia, hasta que un buen día te vas dando cuenta de que una cosa es predicar y otra dar trigo, y que tanto tu padre como tu madre se pueden confundir, y de hecho lo hacen. Y la seguridad del suelo en el que habías pisado con fuerza hasta ese momento, puede ser ahora tan firme como unas arenas movedizas.

Y a todo el proceso anterior se le llama madurar, crecer, e incluso hacerse adulto. ¡Hay que joderse! Al final la vida misma está llena de publicidad engañosa, y no existe una OCU a la que puedas ir contando tus cuitas. En realidad sí hay alguna, que bajo la forma de “vamos arreglar lo espiritual”, al final lo que quieren es venderte la moto de lo suyo. Incluso, algunos te pueden limpiar tus pecados más blanco que las otras religiones o que los otros partidos políticos.

Quizás, y solo quizás, si la belleza está en tu interior, tal vez sea prima hermana  de la verdad y cuñada de las buenas maneras, y “acuñaron” entre todas esa frase de “no hagas o no quieras para los demás, lo que no quieres para ti”. Fácil de decir, pero difícil de llevar a cabo, porque nosotros somos nuestros mejores amigos, y con mucha frecuencia nos dejamos sobornar por nuestro propio amiguismo, que si es exacerbado se apellida “soberbia”, porque el nombre, o la excusa, siempre la pones tú mismo.


¿Seguro que realmente querías saber la verdad?

*FOTO: DE LA RED

martes, 15 de diciembre de 2015

EL DÍA DESPUÉS A "UN CARA A CARA"


Lo bueno que han traído los nuevos medios de comunicación, redes sociales incluidas, es que se ha democratizado la voz popular, y quien más y quien menos puede dar su opinión sobre aquello  que le preocupa o disgusta directamente, en tendido todo ello, que ya es otro cantar, desde el prisma de la buena educación y formas.

Dicho ésto, ahora, el que quiera va a oír mi opinión desde la orilla del día después del cara a cara que ayer noche mantuvieron Pedro Sánchez, líder del PSOE, y Mariano Rajoy, todavía Presidente del Gobierno, y candidato del Partido Popular.

El “acto” en sí tuvo un sabor rancio, no a añejo, que puede incluso sonar a abolengo, a tradición, sino, como se dice ahora, a “viejuno”.  En realidad sonaba y mucho, a noche poselectoral en que cada uno leía las cifras como le daba la gana. Durante un tiempo se oyó los mismos discursos de siempre por parte de los dos.

Se mantuvieron las formas que en realidad favorecían al Señor Rajoy hasta que el Señor Sánchez quiso. Y aquí se vio la herencia de los otros dos partidos, los nuevos, que ya han dejado en el poso de las formas.

Personalmente este vecino del mundo cree que si Pedro Sánchez le leyó la cartilla muy duramente a un Mariano Rajoy fingiendo, eso quiero creer, extrañeza, fue por no querer perder ese viento a nuevo, a renovación, que los que vienen por detrás parecen traer.

He empleado la palabra “fingir” porque si a estas alturas de la película, el Señor Rajoy ignora que el pueblo está muy enfadado con los casos de corrupción vengan de donde vengan, en realidad, entonces, está confirmando que vive en su burbuja particular. Él mismo tenía que estar seguro que la "B" de Bárcenas, en un momento dado debía de salir a colación.

Una de las frases más empleadas en el día después es que el Señor Sánchez se pasó de frenada a la hora de increpar personalmente al Señor Rajoy por la corrupción, e incluso todo este batiburrillo de opiniones que se han formado a favor y en contra puede oler a cortina de humo para ocultar lo que no se habló, como el programa electoral de ambos. 

Personalmente este vecino del mundo cree que el líder socialista se quedó corto al pararse ante el despliegue amanerado de darse por ofendido el candidato del PP, mostrando un sentimiento que en sus cuatro años al mando de este país no ha dejado ver con sus incomparecencias, sus frías apariciones vía plasma, y sus reiteradas negativas a explicarse ante tomas de decisiones que en nada tenían que ver con lo prometido en su campaña electoral.

Al parecer nada más terminar el cara a cara, el partido popular se encargó de difundir que el candidato socialista se había radicalizado, influenciado por los nuevos partidos, especialmente por las maneras de un Pablo Iglesias que en muchas partes del cara  a cara de ayer su recuerdo fue más que evidente.

Si ese muy ligero giro de tuerca del discurso del candidato socialista es “radicalizarse” este vecino del mundo cree que evidentemente vamos por el buen camino, y que hasta ahora los dos partidos con alternancia en el poder podían haber jugado al poli malo y el poli bueno. Y todo lo que sea “juegos”, siempre son una manera de fuegos de artificio en el que siempre, siempre, correrán los gastos de los platos rotos, por parte del ciudadano, que ya estaba tan desmoralizado que no esperaba nada bueno.

Muchos, al terminar el programa, tuvimos la sensación de que este tipo de actos, y más con los mismos partidos, habían acabado para siempre. Otro tema es el de “el moderador”, Don Manuel Campo Vidal, que sin dudar de su extensa experiencia, en algunos momentos parecía superado por los acontecimientos, pero que visto desde el día después, dejó hacer, convencido de que eso era lo mejor para los espectadores, que en realidad no eran tales, pues desde el mismo comienzo se nos concienció de que lo que “iba a ocurrir en realidad era una búsqueda de personal adecuado para ser el nuevo Presidente del Gobierno".

Visto lo visto, este vecino no se va a quedar con ninguno de los dos. Uno parece no poder, y el otro ni poder ni querer. ¡Así están  las cosas!

Mucho me temo, pero ayer el realizador apuntó con las cámaras, a opinión de muchos, hacia el lugar equivocado, porque "eso"ya, ese cara a cara, carecía de interés.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 14 de diciembre de 2015

CARTA ABIERTA A UN INDECISO

                                                      
                              San Sebastián, 14 de Diciembre, 2015

Estimado indeciso,

Hoy, lunes, me he despertado muy temprano. Al principio no le he dado importancia, pero poco a poco un desasosiego me ha ido invadiendo. Y es que esta semana es atípica; desde ya huele al próximo domingo, a fecha electoral. Y nos jugamos mucho.


Si en unos seis años, no más, a este país, entre unos y otros, los dos partidos de siempre, lo han dejado como un bebedero de patos, con perdón a los patos, en la próxima legislatura, y al más firme estilo del Forges de los setenta, nos daremos cuenta de que iba muy en serio lo de España S.A.


Y el problema en esta ecuación, por simplificarlo mucho, no es de ellos, los de siempre, que arriman el ascua a su sardina, o a la de sus amigos, en un país lleno de amiguetes,  sino nuestra, que nos seguimos creyendo las mismas mentiras de siempre, y como han colado, y siguen colando, pues más.


España no va bien. No soy ni licenciado en derecho, ni economista, pero desde hace unos años, como afectado, y mucho por la crisis, desgraciadamente tengo mucho tiempo libre, mucho tiempo para observar, y recapacitar. Y, lo dicho, España no va bien.


Nos están vendiendo la moto de que si les dejamos seguir, a los del partido todavía en el gobierno, lo peor ya ha pasado. Pero, señores, seamos serios que llevan varios años cerrando las cuentas cogiendo el dinero que es para la jubilación. Así también este vecino del mundo, cierra cualquier ejercicio económico, si le pide a un conocido que le ponga lo que falta.

Y este conocido, es muy conocido. La mayoría de ellos se han batido el cobre durante treinta y cinco años, o más,  no solo trabajando, sino logrando  unas mejores condiciones en todo, e incluso ahora utilizando su jubilación para ayudar a los parados, que quien más o quien menos, tiene en su propia casa.

Sinceramente, durante muchos años, y ahora me doy cuenta, he sido ese buen ciudadano, al final un borrego siguiendo a la manada, que no ha dado nunca problemas a nadie, ni a las leyes ni a los empresarios. Solo he perdido días de trabajo por una neumonía y una operación nasal para poder respirar mejor.


En la empresa nunca han reconocido época de vacas gordas, incluso los jefes casi no cogían vacaciones, pero se iban frecuentemente de viajes de negocio, de  los que volvían sospechosamente morenos. Y cuando “la cosa”, la famosa cosa empezó a ir un poco mal, nos mandaron a la calle a los que teníamos más de 52 años, no a todos evidentemente, porque siempre hay una ventaja para el que sabe reverenciar al jefazo, al jefe, y a los jefecitos.


No hay trabajo para los jóvenes, bien pagado y en condiciones, para los esclavos sí, y ahora nos viene el Señor Presidente del Gobierno en calidad de candidato, diciendo que el que quiera seguir trabajando cuando llegue a los sesenta y cinco lo podrá seguir haciendo, claro, sin cobrar la jubilación, cuando a una gran mayoría nos han mandado ya a casita, al ver que eramos los que mejores condiciones teníamos, sin tener el estatus de jefe, claro.

Ayer me desperté desasosegado, tras soñar con una oficina llena de lentos y reumáticos trabajadores, con culos enormes blindados por “Dodotis”, la mitad de los cuales ni podían recordar el trabajo que tenían que hacer. Verdaderamente lamentable el sueño/futuro.

El todavía Presidente, otra vez como candidato, nos dice también que no se puede dejar el gobierno en manos de partidos bisoños. El problema es que los que están y los que han estado tienen tanta experiencia que, como diría aquel, “se las saben todas”, incluso hasta a hacer “pagos en diferido”.

Seamos serios, cuando murió Franco, una gran parte de los que se presentaron a las elecciones, y tuvieron gran importancia a posteriori, eran “bisoños” también.

Quizás la bisoñez pueda tener su parte buena, y entre que acaban de aterrizar llenos de ganas, la sensación de que están siendo vigilados por la nueva oposición, que les vigilaría al máximo azuzados por su cabreo ante su nuevo futuro, el nuevo gobierno, como se diría vulgarmente, iba a comportarse más fino que el coral.


Los ayuntamientos han cambiado, en su gran mayoría, y no reina el caos. Muy al contrario, ha servido para airear cuentas oscuras, muy oscuras.


El futuro está en nuestras manos, aunque viendo esa juventud polígonera, y esa otra “pija máxima” que solo sueña con sus cinco minutos de gloria, y el tener para comprarse un móvil de última generación para sacar fotos a la persona que más quieren, ellos mismos, como no nos movamos la generación intermedia ya, lo del arca de Noé va a ser un juego de niños.

Hay, se dice, todavía un cuarenta por ciento de indecisos como usted. No voy a intentar convencer a nadie, pero antes de votar,  recapacite sobre su vida anterior, y lo que se ha deteriorado estos últimos seis años, si está conforme, hay dos/tres partidos que le están esperando.

Yo, particularmente he comenzado una estricta dieta de fruta y verdura morada, buena para prevenir ciertos cánceres y, sobre todo, para la memoria, porque no quiero que se me olvide nada de lo que me han hecho, nos han hecho.


El secreto va a estar en el morado.


Atentamente,

Un vecino del mundo

*FOTO: DE LA RED

viernes, 11 de diciembre de 2015

UNA NOTABLE AUSENCIA Y SU RAZÓN (GALA 14, GRAN HERMANO 16)



Tratando de recomponer, tras una larga serie de notas, la decimocuarta gala, ¿qué decir de ella? ¿Que se fueron Carlos y Marta? ¿Que este vecino del mundo no se lo esperaba? ¿Que tras visitar webs que normalmente no se equivocan, estaba convencido de que se iban  Han, sí Han, y Niedziela? Al final, nada de eso ocurrió.

Mencionar, por comentar algo de la gala, que el reparto del tiempo para entrevistar tanto a Carlos como a Marta fue directamente proporcional al interés del programa por los concursantes, es decir, mucho tiempo para Marta, lo imprescindible para quedar bien con Carlos. Y que no le digan a este vecino que Carlos no tenía chicha como personaje para una entrevista. Y el tiempo dedicado a Marta, ésta se lo gastó en darnos otra edición de su show particular, puro histrionismo y reparto de mierda en forma de bombones-sonrisa a todo aquel que se moviera de sus todavía compañeros por contrato.

Bajo la excusa de que Marta es también periodista, La Milá, Doña Mercedes, practicó sonrisas y algún que otro capote a favor y en contra, para que le quedara una faena que no pasó, ni tampoco era la intención, de aseada.

Lo de ayer fue un programa de preparación del truco final, y ojalá que este vecino se confunda. Visto ya desde la lejanía que te puedan dar unas diez horas, fue una gala de ausencias, o mejor dicho, de ausencia.
Pero para explicarme mejor hay que ir un poco a la historia o esencia de Gran Hermano.

Lo importante, y dejo claro desde el comienzo que todo es cuestión de opiniones, que lo importante en un reality de largo recorrido como es éste, es nunca estar situado en un primer plano, durante las primeras semanas, aunque tampoco muy perdido entre el decorado, porque ahora enseguida te catalogan como mueble, y por los intereses de familiares y fans de los rivales, te intentan echar a las primeras de cambio.

No es bueno situarse en un primer plano por aquello de no quemar tu imagen, porque aunque caigas bien, en algún momento del concurso te van a ver que haces pis y cacas, sí, pis y cacas, “los pecados”, defectos, o llámese como cada uno quiera, que todos tenemos. Pero cogidos y ampliados por los defensores de los otros concursantes o por ellos mismos, te los arrojan a la cara y, claro, nunca se referirán a los suyos.

En esta edición, de los cuatro finalistas, por uno u otro motivo, tres de ellos, Sofía, Han y Aritz tienen ya su cara más que vista, quemada, y luego está Niedziela, a la que este vecino quiere mucho, porque se hace querer por su inocencia, y porque sabe hacérselo, años de espectáculo en un circo también tienen que servir para algo. Pero ésta, la catalana, sería el equivalente en el cine al amigo del protagonista, buenísima persona, pero que hacia el final de la trama muere y eso hace que la ira del “prota” acabe con los malos malísimos.

Y ahora viene lo de la “ausencia”. ¿Alguien vio ayer a Sofía? Tras las imágenes forzadas para dar un poco de intriga sobre quién de los seis se iba, la imagen de la navarra desapareció del concurso.

¿Conclusión que se puede sacar? No es difícil. La casa, la banca, los productores, “los amos del concurso”, la están protegiendo hasta el momento final. ¿Que por qué? Pensándolo bien, porque se ciñe mejor a la imagen de marca en sus programas, y la gente que se supone los ve. Gente joven, despreocupada, porque claramente se cree la mejor, y no tiene claras miras al futuro, sino al presente, y a la juerga. Ella, Sofía, y en especial su madre, Maite, estamos seguros que colaborarán dócilmente en todo show que se les proponga. Pero, ¿os imagináis a un Aritz colaborando con la cadena? Yo, tampoco.

Ayer, el programa jugó mucho con las imágenes, se le vio a un Aritz desquiciado y a un Han horrorizado, y sobreprotegido por una Marta que en momentos hacía recorder, salvo por su tez y pelo, a la Irene Papas de su mejor época dramática. Pero en todas las imágenes que dieron de los cabreos de Aritz, en ninguna se vió el comienzo. Y eso es lo importante en este caso.

Seamos serios: Si el Santo Job hubiera estado con Han, seguro que como Aritz hubiera perdido los papeles. El granadino es insoportable, y sobre todo un manipulador, porque lo importante siempre se ha visto en el Canal 24 horas, y este vecino le ha pillado en muchas ocasiones desvelando intimidades cuando no, varias, faltando a la verdad.

Carlos, hasta que le cortaron, para que luego digan que no habla, ya dijo que el comportamiento de Han era muy difícil de soportar, y que no petó él, palabras textuales del concursante, porque antes petó el vasco.

Las tres bellas se han pasado el concurso "mirando"/despotricando a los demás, y pensando en la final. Eso no es participar en Gran Hermano.

Carlos no creo que se merecía irse el primero. Y Aritz, ahora, y aunque no lo sepa, se queda solo ante el peligro.

Considero que de los cuatro finalistas que quedan, a Sofía le han dado el programa hecho, primero Suso y luego Ricky, por aquello de que quien a buen árbol se arrima, se puede llevar el maletín.

Quiero mucho a Niedziela, la hubiera deseado desde el principio como pareja de Aritz, pero el resumen de su paso por la casa puede ser unas imágenes al término de esta última gala. Todavía en directo, por primera vez se acerca a la cocina a freírse un filete, y luego pregunta: ¿Cómo se sabe cuándo un filete está hecho?

Si se conocen bien las mareas uno puede adentrarse en las aguas prácticamente sin nadar, el problema es cuando se quiere volver a la orilla, y Niedziela, ni ha estado, ni está preparada para estar sola en el concurso, en un trío disimulaba, pero ya en los dúos desafina, y todo eso si no canta. Si canta, quizás aparezca Noé como invitado especial.

La final va a estar entre Sofía y Aritz, por supuesto que según la humilde opinión de este vecino del mundo. Sofía lo sabe, y desde hace más de una semana está  hablando mal de Aritz a sus "compis" para que nosotros, los espectadores, lo oigamos. Y se hace preguntas en alto, claro, de: ¿Por qué sigue en el programa si trata tan mal a Han? Preguntas que hace a sus compañeros, pero que en realidad son para que las pensemos nosotros, y votemos por ella.

Sofía, sin embargo, nunca se ha preguntado sobre su conducta con los hombres, en especial si tenían pareja y, dicho por ella misma, eran más apetecibles. También hay que tener en cuenta que entró, aunque no lo pudiera decir en su momento, con su madre en el programa, y eso siempre es un salvavidas. Aunque en el caso de Maite su comportamiento no fuera el de una madre clásica, siempre ha servido como pararrayos para que todas las críticas cayeran sobre ella y nos olvidáramos del otro cincuenta por ciento de su apuesta. Porque ya lo ha dejado claro Sofía en alguna ocasión, si gana el maletín, y por supuesto el dinero, será para dárselo a su madre, que seguro lo sabrá administrar bien.


Este vecino desde hace unas semanas lo ha tenido clarísimo y además no ha disimulado, ni hoy tampoco.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 10 de diciembre de 2015

MI VECINA, LA DE BENZEMA


Hace un rato, mientras subía haciendo ejercicio por las escaleras hasta casa pensando en comerme un bocadillo lleno de atún y mayonesa, ya lo sé que es plena contradicción, me he cruzado con Rosa, la del sexto. 


Ella bajaba, muy, muy seria, eso sí, vestida del Real Madrid con la equipación completa (planchada y aún con la raya de haber estado a buen recaudo en el cajón correspondiente) de Benzema, y con brazalete negro en su brazo izquierdo.

-¿Es, lo que creo? – Y sin hacer paripé de que no quería hablar, ha largado sin amagos, sin pelos en la lengua. – Hombre, lo que le han hecho a Karim, en su Francia no tiene perdón de Dios.

-¿Te refieres a lo que ha trascendido hoy de que por ahora, y por estar imputado, no puede jugar con la selección francesa?

-Sí, es que las autoridades gabachas –dicho por ella, y como sin darle importancia – son muy suyas. A nosotros –ella es más blanca que Florentino Pérez y Tomás Roncero juntos – nos puede venir bien en el sentido de que al menos no se podrá lesionar con ellos, más que nada en alguna juerga nocturna – Rosa siempre se ha caracterizado por su humor ácido y, siempre, sin darle importancia.

-De todas maneras – y como preguntándose a sí misma – cada vez que se aparta a alguien de algo…¿dónde se pone el límite? La semana pasada –yo ya tenía la sensación de que no estaba junto a ella en las escaleras - fue el primer ministro, Manuel Valls, quien dejó ver su patita en contra de que Benzema continuara en la selección, aduciendo que un deportista debe ser ejemplar, y si no lo es, no tiene su sitio en el equipo de Francia, debió de decir durante una entrevista radiofónica.

¿No te parece, Rosa –le he preguntado yo, aprovechando para hacerme oír y para que volviera del lugar a donde había huido mentalmente– que los políticos gabachos, y digo gabachos porque estamos hablando de ellos, porque en España ocurre lo mismo, o incluso peor, deberían de dar el mismo ejemplo?

- y aquí ya ha aflorado la parte que más me gusta de Rosa, muy suya y, a la vez, con los pies en la tierra y soñadora al mismo tiempo, y sobre todo tremendamente irónica – pero la vida no deja de ser un eterno colegio,  una cosa es el comportamiento de los alumnos y otro, el de los profesores. Y aquí, y me refiero, por decirlo de alguna manera, en la sociedad civil, no importa que sea España, en Gabachilandia, con los hijos de la Gran Gran Bretaña, o los hijos de la Merkel, los políticos viven por un lado y los otros, nosotros, donde nos dejan.

Sin apenas poder decirle nada más, Rosa se ha despedido de mí, mientras me decía: -Voy a andar unos cuantos kilómetros para que se me vaya la mala leche-. Mientras, dejaba atrás un inequívoco aroma de colonia francesa.


A mí, aún me quedaban unos cuantos tramos de escalera para poder perdonarme el pecado del bocadillo que ya me estoy comiendo, lleno de grasa, mucha grasa. Y es que, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Y, además, a muchos nunca nos llamará nuestra selección…

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 9 de diciembre de 2015

ANTONIO, EL YERNO DE MARNIE


Al final, ¡qué pena!, que el Antonio y la Melania ya han disuelto su matrimonio, “han tarifado”, como dirían antes algunos de los cronistas del papel cuché. Y se resuelve todo, o se destroza todo, repartiendo sus pertenencias en un cincuenta por ciento, y el malagueño pasando por caja, eso dicen los entendidos, y dejando sesenta mil euros todos los meses a la hija de “Marnie, la ladrona”.


Por cierto, es curioso lo de esta película. En el inglés, o americano, original, era simplemente “Marnie”, pero, quizás, por aquello del machismo en el que estábamos sumergidos hasta el cuello a principios de los sesenta, una mujer, no podía ser solo un nombre, debía de ser señalada la propiedad o, algo aclaratorio de ella, y le toco “ladrona”, por cleptómana. Y, quizás, visto desde un lado un tanto romántico, por robarnos el corazón de la mayoría de los espectadores de esa película, e incluso de su director, al menos eso siempre se ha dicho.

Es como si ahora Doña Soraya, Sáenz de Santamaría, aunque pudiera representar a todo un presidente para que le partan la cara, mediáticamente hablando, en lugar de a él mismo, no pudiera ser solo Soraya, y le llamaran, por ejemplo, "Soraya, la segundona", o "Soraya, la futurible". En algo hemos cambiado.

Incluso, al Señor Presidente del Gobierno, se le pudiera aconsejar que dejara de perseguir hipsters para su causa, y vender su bajada de pantalones del otro día, en aquel encuentro entre cuatro, como de dar una oportunidad a las mujeres de este país

Puestos a vestir verdades con cosas que no son, por lo menos no hubiera estado muy lejano  a la realidad.

Y… volviendo a nuestro Antonio, al Banderas, esperemos que su futuro nuevo negocio, de ropa esta vez, le vaya viento en popa, porque va a tener que vender ropa, y mucha,  para esos sesenta mil euros que necesitará todos los meses, sino quiere que los abogados de Melania, como hombres del frac, pero a la americana, aparezcan en su futuro probable, reclamándole la manutención.

Por cierto, y bien mirado, en una España que las mujeres de cierto estatus en lugar de decir “sus labores”, como antiguamente muchas de ellas, sin comerlo ni beberlo, y mucho menos estudiarlo, se definen ahora como “diseñadoras”. Y sin embargo, Antonio, el Banderas, el bueno, y el malo, de muchas películas, ha tenido los arrestos, por no decir otra cosa, de hacer un “break”, tomarse un descanso, un respiro, y lo digo en americano, porque seguro que es más caro, y le cuesta más, para bajarse al fango del estudio y del esfuerzo, para aprender aquello, que entre otras muchas cosas, también quiere hacer. Y en eso, en España, tampoco estamos acostumbrados.

Una vez más, Antonio, que desde ahora, además del “Ex de la Griffith”,  también será “El de las sesenta mil del ala”, abriendo horizontes, y sin dobles, porque ésto es la vida real.


Al final, a los hombres también se les pone sambenitos. Quizás, por aquello de que la envidia iguala a todos.

*FOTO: DE LA RED

martes, 8 de diciembre de 2015

ALGUNA VEZ ESTUVE AQUÍ



Al fondo, una canción: “Labana”, de Alejandro Sanz. En primer término, un claro pensamiento con música:

 …Espera solo un poco más
quiero explicarle a los niños
que habana es la ciudad
donde los sueños aprenden a nadar…

Hay canciones que suenan a alcohol, a noches de exceso sentí-mental, y ésta, Labana, es una de ellas.

Ignoro si es así, pero tanto Alejandro,  como, por ejemplo, Joaquín, los Señores Sanz y Sabina, huelen en muchas de sus canciones a alcohol y nicotina. Y como huellas de sus noches, pecadoras o no, solitarias o no, nos dejan sus canciones.

En el fondo, y en la superficie, seguro que lo reconocen, son unos afortunados, porque además les da dinero para que la noria de sus vidas, y de las nuestras, sigan girando y retroalimentandose.

En cierta manera, la llegada de internet, y de los bloggers, con sus post, con sus “entradas”, diarias o no, ha llegado a democratizar el pensamiento y esa manera de vivir. 

Ese pensamiento tímido, o retador, quizás dos extremos de una misma vara, que de otra manera se hubiera echado a perder, porque nunca hubieran llegado a formar parte de un libro en una biblioteca, o de ninguna canción en nuestra banda sonora,  y ahora navegarán para siempre en esa mar, que es internet, para que de vez en cuando, alguien, los descubra. Una especie de pensamiento hibernado que siempre viajará, sin ser olvidado eternamente.

Bien pensado, hay hígados, e incluso ojeras,  que deberían ser declarados patrimonio de la humanidad, porque todo pensamiento, toda manera de vivir y de sentir tiene que tener sus damnificados, sus daños colaterales. Que sus propietarios sean o no de pedigrí, eso ya es otra cosa, pero detrás de un pensamiento singular, musicado o no, hay mucho de lucha interior, de ver la vida desde otro punto de vista, de apolíticamente incorrecto.

Al fondo ahora suena “Calle Melancolía”, de Joaquín Sabina, del Sabina:

…Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventana donde agarrarse. Soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme ya sabes dónde estoy...

En primer término, la soledad del que piensa, y algunas veces escribe, para dejar su huella en la cueva de la vida, como quien quiere decir: Alguna vez estuve aquí.

*FOTO: DE LA RED