El verano suele conllevar su
famosa canción, “la canción del verano”, pero esta semana pasada, y como
hubiera dicho mi madre “y lo que te rondaré, morena”, estamos sufriendo el ya
famoso “pin parental” , o en mi casa me tienen que firmar expresamente todas las clases a
las que tengo que acudir sí o sí.
Y por las cosas que se están
oyendo, si todo fuera cierto, ni a los sufridos alumnos les daría tiempo material, ni aquello sería
una escuela sino como mínimo “El qué apostamos” o “El juego de la oca”.
Eso de que te enseñen a masturbarte
me parece tan loco que solo una cabeza llena de ansiolíticos lo puede soportar.
En mis tiempos al menos, y llámenme raro si quieren, uno ya traía lo de
masturbarse de serie. Aunque seguro que para alguno de derechas, mi ADN debía
de estar adulterado por algún ancestro vicioso de izquierdas.
En otro orden de cosas, ayer
sobre las nueve y veinte de la noche estaba salseando en la televisión, "esta cadena sí, en ésta
no", cuando dí con la 1, y estaba nuestro señor presidente, Pedro Sánchez,
hablando más que de todo un poco, de lo que a él le interesaba hablarnos, es
obvio.
Por la manera que tiene de
hablar, repitiendo las cosas, y haciendo las repeticiones cada vez más pequeñas
hasta fijar claramente su objetivo, este vecino del mundo tenía la sensación, o
bien de que nos iba a hipnotizar, o que iba a realizar un truco de magia de escena,
de grandes ilusiones y aparataje, el más difícil todavía.
Llegué a pensar que en cualquier
momento Pedro Sánchez se iba a desinflar en su asiento, quedando sólo las ropas
y una peluca, cuando de pronto, la presentadora, Ana Blanco, se gira, sin ningún tipo de cambio de plano, y descubrimos que es el mismísimo Pedro Sánchez.
De todas maneras, seamos serios, con el año que hemos llevado en cuestión de votaciones varias, no es la
primera vez en que nuestros políticos van transmutando de una personalidad a
otra, de un discurso a otro, sin que nos dé, a nosotros, tiempo a parpadear, ni
a ellos tan siquiera a ponerse rojos de una vergüenza que no conocen.
*FOTO: DE LA RED