viernes, 13 de marzo de 2015

APRENDIENDO, O SER TONTO



¿No os ha ocurrido nunca que os pasáis todo el día buscando algo, un papel por ejemplo, sin ningún éxito, no está donde crees que lo dejaste, y en el momento en que cejáis en vuestro empeño, al cabo de varias horas, aparece? Hoy precisamente me ha vuelto a ocurrir, y le he encontrado un cierto paralelismo con la vida misma.

Me recuerda a ese momento en que estas alabando las excelencias  de un niño, de tu hijo pequeño por ejemplo, acaba de aprender a andar en bici, y lo comentas con tus amistades, porque tú, porque te da la gana, quieres creer que para la edad que tiene va muy adelantado, y le dices que lo haga delante de tus amigos, y él bajo ningún motivo se quiere montar en la bici. En ese momento, y es casualidad, no le apetece nada. Y cuando tus amigos ya se han ido, tu hijo no solo se da una vuelta con la bici sino que no para de pedir su inscripción en el Tour de France.

Y lo peor del cabreo por no poder encontrar algo que tú mismo has guardado, es eso, que has sido tú, y como normalmente te llevas bien contigo mismo, no queda más remedio que hacer uso del famoso “ajo y agua”.

Se podría hacer un paralelismo con el mundo de la política, y el no encontrar algo pudiera tener cierta semejanza con las promesas incumplidas de los partidos en el poder. Cuando se va acercando la siguiente cita electoral, y como se dice vulgarmente “ya está prácticamente todo el bacalao vendido”, el todavía presidente quiere seguir amarrado a su poltrona, y necesita un golpe de efecto, aunque muchos de sus decepcionados conciudadanos le quisieran dar otro tipo de golpe, y se decide por bajar los impuestos, eso sí, con cara de “tan pronto como he podido los he bajado. A mí tampoco me gustaba la medida. Toda la culpa es del anterior partido en el gobierno”.

Conviene ir aprendiendo de nuestros errores, más que nada para que no nos vuelvan a meter el mismo gol por la misma escuadra y agarrar el mismo cabreo. Pues como dirían en mi pueblo: Una cosa es ser tonto y otra cosa entrenarse para serlo más.  

Lo dicho, al final no me ha quedado más remedio que alegrarme por haber encontrado el papel que estaba buscando, y que no dejaba de ser una factura que había que pagar. Así están las cosas…



*FOTO: DE LA RED

jueves, 12 de marzo de 2015

SOLEDAD EN LOS MARES DEL SUR



Soledad en los Mares del Sur”. En algún lugar he oído esa frase, o quizás la he soñado. Algunas veces vienen frases a la mente como restos de un eco que va muriendo, pistas de un pasado, o quizás de un futuro, que tienes que utilizar como piezas de un rompecabezas, y colocarlas en su debido lugar de tu mente.

“Soledad en los Mares del Sur”, tropical, pero soledad al fin y al cabo. Soledad teñida de azules de un mar perdido, aunque en este caso parece que el perdido soy yo, no sé si en los mares al sur de la nada o de un recuerdo que lucha por asomarse en la monotonía de la realidad. Soledad con sabor a sal, y poco a poco vas apareciendo en el lienzo de mi mente.

Soledad, eres tú. Hace tanto tiempo que ya no me acordaba. Fueron solamente siete días, una semana de un cruce de caminos que no nos juntaba, sino que nació separándonos. Soledad, era tu nombre, debe de seguir siendo tu nombre. Aquellos ojos de gata, con siete vidas diferentes, y ninguna para vivirla conmigo, siete pecados capitales en una capital de una provincia cualquiera. Y ni el lugar, ni el ambiente, ni siquiera el calor era tropical.

Poco a poco las imágenes se van enfocando. Una joven de mechas rubias y acaracoladas, un pelo frío para una piel tan morena como retadora. Dos miradas que no debieron de cruzarse, rompiendo el silencio de un paisaje prohibido. Un bar nuevo jugando a  antiguo, madera cara recreando el continente de unas vidas siempre ocupadas en el mañana. 


Creo recordar, otra pista del rompecabezas. Te pregunté por una dirección, y tú me dirigiste. Dirigiste mi vida durante siete días, y no volví a verte. Volví al bistró, diseño francés para una ciudad castellana, siete veces más, siempre el siete, y no estabas, nunca estabas. Y juré no volver a buscarte, no volver a recordarte, ni a ti, ni al bistró “Los Mares del Sur”, tan sugerente como equivocado. Un mensaje mecido por los mares del olvido para no llegar a ninguna parte, como su historia.


*FOTO: DE LA RED

miércoles, 11 de marzo de 2015

ESE LARGO BAILE DE MÁSCARAS



Uno no es supersticioso porque trae mala suerte (broma), pero sí suele hacer una especie de rituales, difíciles de definir, cuando las musas parece que se han ido en un viaje del IMSERSO, porque, digamos, que mayores tienen que ser un rato. Y llevo puesta la camisa de pensar, esa camisa que siempre que me la he puesto han salido posts, o artículos, potables, pero como se decía antes: ¡Hoy no hay tu tía! Y es que cada día está más difícil eso de hablar de algo no reiterativo en esta España (no nuestra, sino de los bancos) que se repite más que el ajo, y en eso tengo que dar la razón a Victoria Beckham. 


Con las elecciones, ahora en Andalucía, pero dentro de un tiempo en toda España, cada partido ha sacado su chiringuito electoral a la calle y se están adueñando de calles, plazas, mercados y cualquier sitio en el que se pueda hacer demostración de su producto, al más puro estilo de “Avon llama”. Y con un poco de imaginación se pueden oír frases como:  Si utilizas nuestro programa electoral como ha sido diseñado por nuestros profesionales, se te quedará una piel limpia y tersa.


Y el que no está en época electoral, está promocionando un libro sobre sus memorias. Como es el caso del Señor Bono, que ya va por el segundo volumen, éste titulado “Diario de un ministro”. Además el negocio es perfecto: Toda una vida, o casi toda, en teoría a nuestro servicio, y cobrando por ello. Y ahora, si quieres saber lo que le ocurrió mientras trabajaba para nosotros…, pues eso a pasar por caja.


Se imaginan ustedes que pagan todos los estudios de sus hijos y cuando llegan las notas de los chavales, éstos te piden que si las quieres ver que recuerdes que “necesitan” una bici, o unas vacaciones con su nueva novia… Pues poco más o menos eso es lo que este vecino opina de las memorias, de todo aquel que se ha dedicado al “interés de una nación”. Con el agravante además de que se pudiera merecer más de un tirón de orejas, si lo confesado ahora, pudiera haber llevado a alguno en su momento a dimitir, por ejemplo, o ante un tribunal.


Este vecino del mundo desde hace tiempo lleva incorporado el chip “todo-es-posible-en-este-mundo-de-lobos”. Y ya no se rasga las vestiduras ni por nadie ni por nada, pero lo que ha trascendido, en el citado libro, de una conversación mantenida en su momento por el Señor Zapatero, entonces Presidente del Gobierno, y el ahora presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien dijo al primero: "Tú ve poniendo más dinero, que yo iré quitando lo de nación”, más que fuerte puede actuar como una enorme lavativa y “desatascar” lo que se ha venido en llamar “el problema catalán”, cuando en realidad no son ellos precisamente los que tienen el problema, si lo es, sino el resto de España.



¡Vamos! Hoy más que nunca se puede denominar la vida como un largo baile de máscaras, en el que la mayoría no se quita la suya, ni para echar el cigarrito de después; ustedes ya me entienden…


*FOTO: DE LA RED

lunes, 9 de marzo de 2015

EL SECRETO DE DOÑA ESPERANZA



Lo voy a confesar. Que sí, lo voy a decir de una vez, porque ya no puedo ocultarlo más, y además estoy convencido de ello. Doña Esperanza Aguirre no es Doña Esperanza Aguirre, Doña Esperanza Aguirre es en realidad Monchito, el muñeco de José Luis Moreno.

¿Nunca os ha dado por pensar qué fue de Monchito, aquel niño metomentodo, sabiendo y egocéntrico, que metía en mil y un problemas a un José Luis Moreno menos fondón y menos forrado? Pues esa es la respuesta: abandonó a su propietario, en el caso de Monchito, el Señor Moreno nunca fue su amo porque siempre opinó, más que vivió, a su aire.

De ideas antiguas o trasnochadas no podía recalar en otro sitio, y además con mucha fuerza y miles de seguidores. Doña Esperanza Monchito Aguirre es más dura/o que el cartón piedra del que está hecho. Acostumbrado a ser manipulado, Monchito en su transformación aprendió a manipular él, e incluso tiene nociones coreográficas, pues durante mucho tiempo ha hecho que bailaran a su alrededor. Doña Espe/Monchito es una mezcla de política espectáculo, con ramalazos, cuando discute con Rajoy, de Pimpinela en estado puro.

Este vecino del mundo está convencido de que si Espe/Monchito pasara por el polígrafo, la máquina dictaminaría que dice siempre “su” verdad,  y es que tiene la suerte, siempre la ha tenido, de que lo que quiere “su” pueblo es lo que quiere ella. Está tan convencida, que ella/él no sufre por su verdad, sino por la del pueblo, porque son tan listos que quieren lo que ella quiere. Por cierto, sería deseable que se estudiara la epidermis de Doña Espe/Monchito, porque si se pudiera reproducir en un laboratorio, tendríamos el primer tejido totalmente elástico-impermeable. Doña Espe cae en cualquier problema, y éste nunca le cala. Sale totalmente seca.


Lo triste del caso,  es que tanto el Partido Popular, que de “popular” solo tiene el nombre, y el PSOE, que de “socialista”, también, solo tiene el nombre, porque aquí hay “tela” para todos, no quieren cambiar, ante lo que se les avecina con los nuevos partidos, sino solo maquillarse un poco. Y en el caso concreto de Doña Esperanza Aguirre, no hay maquillaje que la cubra, porque ella ya proviene, totalmente maquillada eso sí, de Monchito-el-niño-pijo-de-derechas, y ya ni se le puede, ni quiere ella misma cambiar. 

El Señor Rajoy hará lo de siempre: esperar que el tiempo pase y juegue a su favor. Aún no se ha dado cuenta, de que en el caso de Doña Esperanza Aguirre, el tiempo es ella, y si Doña Espe/Monchito cae, el Señor Rajoy caerá también; porque éste es el primer caso de la historia reciente, en que un muñeco, Doña Espe/Monchito, tiene bien agarrado, y manipulado, a su jefe, nunca amo.


*FOTO: DE LA RED


domingo, 8 de marzo de 2015

OTRO DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA


Cada vez que llega el día, como hoy, de la mujer trabajadora me acuerdo de un chiste, muy machista por cierto, que un día alguien, no recuerdo, me contó: Están dos hombres hablando el uno con el otro, y el primero le dice al segundo: Mi mujer me ha pedido más libertad. -El otro le pregunta con aire preocupado- ¿Y qué  vas a hacer?- Con una sonrisa angelical el primero le contesta: Ya he encontrado la solución. Le voy a hacer la cocina más grande.

Y en realidad, la mayoría de las veces, parece eso: Que la cocina se va haciendo cada vez más grande, pero el sexo femenino sigue estando en la cocina.

Mientras se siga hablando, por ejemplo, de porcentaje de mujeres en un partido político seguirá ocurriendo lo mismo. Las listas de posibles candidatos se deberían de hacer por méritos, al margen del sexo. Pero si entre las listas de candidatos varones hay sus dimes, diretes, y “dedetes”…, qué decir a la hora de elegir candidatas. Desde el momento en que en un partido político se hace hincapié en el tan alto porcentaje de candidatas que van en sus listas, mal andamos.

 El problema es de base, “alguien” nos tiene que cambiar el chip. Porque mientras se siga escuchando frases como “En mi casa mi marido y yo nos repartimos las tareas” hay algo que cruje. No tiene que ser una cuestión de logros diarios, tiene que salir sin más, un tú-y-yo sin reparos. Cuando un engranaje no funciona bien, y se le pone un poco de aceite para que vaya funcionando, tarde o temprano, el engranaje volverá a fastidiarse.

En realidad, la solución es bien sencilla, y tal como está “el sistema”, en un alto porcentaje está en manos de las mismas mujeres, y no es una manera de echar el balón al sexo de enfrente, pero es así. En la sociedad actual (a lo que me refería con “sistema”), a la mujer, y es triste decirlo, en gran parte corresponde, aparte de ir a trabajar, educar en el hogar a l@s niñ@s, y es en ese momento cuando se debe de educar de la misma manera a los niños y a las niñas. Pero incluso instintivamente la cosa se complicará, por ejemplo, con los diferentes horarios exigidos para volver a casa por la noche, entre los niños y las niñas; en el reparto de juguetes; en los colores (ese rosa tan de mujer), ese azul tan de macho y al que se puede incluir el color de ciertos bancos en el congreso por ejemplo; existe el azul, pero no el rosa…

Si estos días en uno de los campos de fútbol de esta España tan contradictoria, a una auxiliar del árbitro se le ha dicho de todo menos “bonita”, durante un partido, y la multa puesta ha alcanzado el montante de 50 míseros euros, con eso se ha dicho  todo.

Mientras haya un periodista (ha ocurrido esta misma semana en televisión, para afear a una mujer política, de izquierdas, porque si llega a ser de derechas es probable que no se hubiera metido con ella, dadas las tendencias del susodicho) que para recriminar a su interlocutora en un coloquio televisivo le diga algo así como: “Últimamente te has puesto más gorda, te has debido de pasar comiendo croquetas”, y tras ser llamado por otro programa para que  pida perdón, para más inri por una periodista estrella de las mañanas televisivas, y que por aquello de la casualidad, había sido su esposa durante mucho tiempo, sea incapaz de apearse y pedir perdón, mal andamos, o mejor dicho, nos arrastramos penosamente.

Mientras una mujer, en igualdad de condiciones, gane un veinte por ciento menos, o incluso un margen más amplio, que un hombre, de igualdad nada de nada, y en la mayoría de los casos, lo del día de la mujer trabajadora, otra manera de limpiarse la cara el que tiene la conciencia intranquila.


Personalmente, y para terminar, ya me he decidido: - Voy a quitar la cocina de nuestra casa.-  No por aquello de dar más libertad o no, sino porque casi siempre me toca cocinar a mí. Prioridades mandan, y hay un “chiringuito” al lado de casa que da muy bien de comer. Sino zanjamos la cuestión de sexos en casa, por lo menos crearemos más puestos de trabajo (para otros), y eso ya me suena claramente a política pura y dura.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 6 de marzo de 2015

¿ME LO REPITE?



Esta mañana ojeando un periódico digital me han venido a la mente unas palabras que mi madre me repetía de niño hasta la saciedad: A ti las cosas te entran por la vista y ya no hay nada que hacer. Te emperras y te emperras.

Estaba todavía medio dormido, y la verdad es que ya no era muy temprano, cuando el titular de un periódico, guipuzcoano para más señas, me ha despertado primero, y atrapado posteriormente: Multan a un gallego por adelantar a un perro con el coche sin respetar la distancia de seguridad. Me ha venido un ligero olor a racismo en el titular, mientras mi conciencia gritaba: "¿Me lo repite?", pero como a este vecino del mundo más de una vez le han puesto la etiqueta de malpensado, en lugar de contar hasta cien, le ha preguntado a La Nuri, mi sufrida, su opinión tras leérselo a viva voz. Y la verdad es que su respuesta/pregunta, tampoco ha dado más luz al tema, sino que lo ha complicado un poco más: ¿Era el perro el que llevaba el coche?

Como siempre, diferentes puntos de vista, para un mismo tema. No me he podido reprimir, aún a sabiendas de que estoy vetado en ese periódico, y desaparecen mis comentarios a los cinco minutos; otra variante al "derecho a la información": solamente desde un lado.

La verdad, porque no va en mi ADN, nunca he insultado a nadie y mucho menos a través de ningún periódico, lo que ocurre es que no les debe de gustar que los lectores discutan la manera en que ellos presentan sus noticias, y una vez discrepé sobre la manera de "dar" una noticia, y desde entonces mis comentarios gentilmente desaparecen a los cinco minutos exactos. Por lo menos “disfruto” de cuatro minutos de gloria. Como decía, y volviendo al tema, no me he podido reprimir, y les he mandado el siguiente mensaje (que moriría al poco tiempo, como los mensajes de “Misión Imposible”): Si es importante de dónde es el señor, por qué no ponéis también la raza del perro. Puestos ya…

Para ser sinceros, y siendo ecuánime en la noticia, luego se hacía mención que el suceso había ocurrido en Sanxenso, en Galicia y que al Señor Fernando Miniño le ha llegado una sanción por adelantar con su coche a un perro sin respetar la distancia de seguridad. Hechos producidos el 11 de enero, y cuya multa ha tardado casi dos meses en llegar, 200 euros, por haber incumplido el artículo 85 del Código General de Circulación.

De todas maneras este vecino sigue pensando que el titular del periódico es cuando menos poco afortunado, porque no es lo mismo “multan a una persona en Galicia”(no tiene por qué ser gallego) que “multan a un gallego”  que no tiene por qué ocurrir en Galicia. Tal vez, si el titular en lugar de decir "gallego" hubiera indicado "conductor" ahora no estaríamos hablando del tema, y quizás, es lo triste, hasta no hubiera sido noticia.

Y las palabras de mi madre, todo un presagio: te emperras, y te emperras. Sigo pensando que nos falta el dato de la raza del perro…


*FOTO: DE LA RED

jueves, 5 de marzo de 2015

EDUARDO ÚRCULO, PREGUNTAS SIN RESOLVER


Muchas veces escribir es como relacionarte con una mujer. Está el papel en blanco, y te acercas, un poco nervioso, porque sabes que todo, o nada, puede suceder. Miras al papel, e intentas relajarte. El papel en blanco, puede ser como un billete de tren, el comienzo de un viaje, quizás, a tus sentimientos, quizás, al pasado, o tal vez a un futuro que siempre será inventado, pero muchas veces hecho de mimbres que ya existen.

¿Una mujer, un viaje? Pueden estar relacionados. Mediante una hoja en blanco puedes recordar aquellos ojos, tal vez, de un azul intenso, unos ojos que te miraron aquel día, hubo muchos días, pero aquel fue especial. Unos ojos conocidos que buscaban en tu interior moviendo tu fibra sensible. Y desde aquel día no dejaste de ver por aquellos, y a través de aquellos ojos. Y lo has recordado en ese papel en blanco, en esa hoja que es tan importante que da nombre hasta a un síndrome, el de la hoja en blanco.

Una simple hoja te puede paralizar, y volverte, quizás durante días, impotente. O te puede llevar como si fuera una tabla de surf hasta lo más alto de la ola de tus pensamientos. Al puerto que está tras el olvido, un puerto de bruma permanente, rodeado de cantos de sirena, y quizás, allí en la lejanía se adivinan dos luces que parecen azuladas. Sus ojos, otra vez, esos ojos que hablan, por encima, y por debajo, del bien y del mal. Ojos que hablan, siempre con tus palabras, traduciendo silencios sugerentes.

Y recuerdo esos eternos viajeros, siempre de espaldas, de Eduardo Úrculo, con aire de comic, como se retratan las gestas, aunque las gestas sean una espera en un viaje de un día cualquiera. No conoces sus caras, por lo tanto incluso puedes ser tú mismo, retratado durante un descuido. Visto por otra persona, para la que pudiste ser importante mientras duraba lo que duraba ese cuadro.

Los personajes de Úrculo son siempre solitarios aunque estén en grupo. Con porte señorial aunque ignores su estatus social, y no veas ni sus caras ni sus ojos, especialmente sus hombres, sabes que aunque estén delante de un paisaje, en realidad están recordando algo. El arte de Úrculo es la sugerencia de la espalda, porque el personaje siempre afronta sus recuerdos. Te puedes llegar a plantear que quizás lo importante no es lo que ves, sino lo que el pintor solo te sugiere al dejarte ver lo que mira su personaje.


Y la hoja en realidad sigue en blanco, y yo me acuerdo ahora de Eduardo Úrculo al que nunca tuve la suerte de conocer, pero del que quedan sus obras y sus sentimientos dibujados en forma de preguntas sin resolver, como una hoja en blanco que ahora está llena de fugaces pensamientos paralizados en el poder de la palabra.

*CUADRO: "EL DESCUBRIMIENTO", DE EDUARDO ÚRCULO.

miércoles, 4 de marzo de 2015

EL SEÑOR LAPORTA, Y LA VUELTA A LOS CLÁSICOS



Ayer viendo el show que montó el Señor Laporta durante su comparecencia en los juzgados de primera instancia de Barcelona, negándose a declarar en castellano ante el abogado de la parte contraria, Mario Conde, y diciéndole que hablaría en catalán pero despacito, este vecino del mundo se acordó de esa famosa frase del Rey Enrique IV de Francia: París bien vale una misa, cuando tuvo que elegir convertirse al catolicismo para ser rey.

Al final, Laporta,  y tras salirse con la suya, que no era no declarar, aunque consiguió posponerlo  hasta otro momento en el que se le habilitara un traductor, sino salir en todos los medios de comunicación como garante de una lengua y de un país, no dudó apenas un cuarto de hora después de haberse negado, en hablar en castellano, con una sonrisa de oreja a oreja, pero esta vez delante de la prensa.

Y quedó retratado, pero no solo ante los periodistas sino ante el pueblo en general. Y es que todavía no lo ha confirmado, pero tiene toda la pinta de que para él ya ha comenzado la lucha electoral para conseguir el poder en el Barça otra vez. Y este vecino se ha imaginado que el Señor Laporta tiene a la entrada de su casa un perchero donde deja las lenguas que él domina, como si fueran bufandas, y antes de salir, tiene en cuenta el ambiente en que se va a mover y el traje que se pone, y luego elige una de las lenguas que más se ciña en ese momento y a su propósito.

Este vecino también se acordó de aquella cantante, no va a decir su nombre para poder hablar más libremente, que tras el incendio del Liceo de Barcelona no le dolieron prendas para pedir dinero a todos los españoles, mientras lloraba amargamente, para la reconstrucción de un centro, que si algo había sido era clasista y fundamental en el ADN catalán, y mientras, ella jugaba al despiste entre Andorra y la nada, actuando de prestidigitadora de sus bienes, en lo que a cuestiones de Hacienda se refiere.

Muchas veces para entender todo, hay que volver a los clásicos como Marx, Groucho Marx, y su célebre frase: Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.


*FOTO: DE LA RED


lunes, 2 de marzo de 2015

FRENESÍ PARA UNA CRISIS


Han salido las listas de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes, y como siempre, ya no me extraño, no estoy en ellas, ni tampoco el pequeño Nicolás, al menos con el nombre de Francisco Nicolás, aunque creo que ese es tan listo, que no quiere estar. Por aquello de que lo importante es ser, rico en este caso, tener el bolsillo y el riñón bien forrado, sin que te reconozcan, ni nadie lo sepa, porque de esta manera puedes hacer lo que te dé la real gana, sin dar ningún tipo de explicación.


Estás un rato viendo los informativos de televisión y, por aquello de las medidas profilácticas, tienes que tomar la determinación de meterte, tú, entero, dentro de un preservativo super-hiper-king-size, para no coger ninguna enfermedad venérea. La cantidad de gente que ha tomado dinero “prestado”, vía tarjetas black, o cursos de formación, que solo han servido para deformar vidas de manos rápidas y sin escrúpulos, es asombrosa. Va a resultar más fácil meter en la cárcel a los que no han hecho nada, para protegerlos de la mayoría.


Este vecino del mundo sigue pensando que ahora también hay dos Españas, como en tiempos de Machado, Don Antonio, pero nada que ver con aquellas: los que se han ido de putas, con el dinero de todos, y los que las están pasando putas, que son la mayoría. Y todo ello con la aquiescencia de un gobierno que no sabe, no contesta.


Si a todo esto añadimos, ese telón de fondo de un día sí y el otro también de la violencia de género, o violencia machista, al final llegamos a una especie de frenesí en el que nada tiene sentido, pues si el remedio tiene que venir de esos mismos que cuando se confunden con las sombras, se gastan el dinero en vidas desenfrenadas de pasiones compradas, apaga y vámonos. 


Llevo varios días buscando la cadena de esta cloaca inmensa, y cuando la encuentre, sin dudar, tiro de ella, peor no va a ser.


*DIBUJO: DE LA RED

domingo, 1 de marzo de 2015

LA HABITACIÓN Y TÚ



No hay nada tan frío como una habitación de hotel. Y te devuelve solo lo que quieres darle: Alegría por los días que te quedan en ese viaje. Grandes expectativas, o quizás la desesperación de no haber sido recibido como creías que merecías.

Esa habitación de hotel, concretamente esa en la que estás pensando, quizás fue el gran error de tu vida. Nunca debiste ir, porque sabías que él no te quería. Te engañabas pensando en que cuando te conociera se enamoraría locamente de ti. Pero él ya te conocía, y no le gustabas, ni mucho menos te amaba. Deseaba tu templo, invadirlo, otra conquista.

Tampoco buscabas amor, quizás comprensión, o simplemente el constatar que vives, que alguien te mira, que a alguien le importas, mientras tomas el café de después de haberlo hecho, la coartada de que no había prisas. Ya solo queda esa habitación de hotel, copia de otras mil habitaciones con otras tantas historias de prisas y coartadas sentimentales. La soledad eres tú, está en ti. Lo demás son accesorios de muñeca a coleccionar para convencer a los demás, para convencerte que sabes lo que haces.

No hay nada tan frío como una habitación de hotel. Una estación de trenes humanos entre dos servicios diferentes. Ni nada tan impersonal que la decoración de esa habitación. Nada recargada para no agobiar, ni familiar para luego no extrañarla. Esa habitación es lo más parecido a esos pañuelos de papel, preparados para no herir en el roce, blancos para nunca ser recordados. Porque en este caso, el blanco no es un color, es la ausencia del color, la falta de sentimientos en un lugar políticamente correcto, que te da lo que le das, que nunca te recordará porque no querrás ser recordado.

No hay nada más triste que una habitación de hotel. Decorada para ser olvidada. Empleada para ser armario de vidas en una continua búsqueda; archivador de historias, con número en la puerta incluido. Cárcel de alegrías vanas, decorado de historias  sin guion, de situaciones imposibles en momentos inadecuados.


No hay nada más triste que una habitación de hotel, y tú en ella.


*CUADRO: Habitación de hotel, de Edward Hopper. 

sábado, 28 de febrero de 2015

EL ELIXIR MÁGICO


Si hablamos de MAGIA, así en mayúsculas, en general siempre nos imaginamos momentos fantásticos, imposibles, de ingravidez alejada de las reglas que rigen lo terrestre. Y es lo que tiene la magia, que indefectiblemente va unida a otra palabra: truco; una especie deYinYang, dos caras de una misma moneda. Lo fantástico de lo real. Lo extraordinario de la rutina.

Y es que si nos negamos a creer en la Magia, no podemos negarnos a creer al menos en esos momentos mágicos, que convierten un algo cotidiano en algo más, trascendente y único.

Youtube” es ese maremágnum/archivo, en el que podemos encontrar de todo, y en el que aquel que crea en el JUICIO FINAL, también con mayúsculas, tiene que ser lo más parecido posible a ir sacando los archivos de nuestra manera de proceder en la Tierra.  Y esta misma mañana me he topado, fisgando en ese archivo inmenso, con uno de esos momentos mágicos, que ya no volverán, pero que como todo lo mágico perdurará en nuestra epidermis, ese lienzo donde se plasman nuestras emociones. Esa unión que se dio entre dos grandes voces: Rocío Jurado y Mónica Naranjo, para aquel show, y disco, que fue una especie de testamento artístico de la primera.

Esa versión de "Punto de partida”, es la representación del “arte” en mayúsculas. Una conexión entre la música, y una representación teatralizada, que solo se iba a dar esa única vez. En el caso de Rocío Jurado, por razones obvias, estaba muy malita, y Mónica Naranjo, posteriormente, tiene dicho que se niega a cantarla desde ese momento, porque le resulta doloroso. Y además seamos realistas, alcanzado el cenit, lo demás siempre es pura imitación o un mero recordar de que ya no puedes llegar. Si te ha tocado una vez la lotería de la magia, con su premio gordo, ya lo demás siempre será, como mucho, la pedrea.
En esa versión, las dos artistas, y siendo decorosos, no cantan con sus respectivas gargantas, sino con… sus entrañas, con la experiencia de sus vidas, de sus recuerdos, y todo rezuma a un momento único.



Esa magia nos hace trascender a un algo más, a otra escala del hombre y de la mujer, en el que sobran las palabras, y lo importante es el sentimiento. La magia nos produce sentimiento, en un primer lugar, de elevarnos sobre el suelo, y escaparnos de toda regla que nos rige y por lo tanto de lo que nos hace pequeños.


Hoy, viendo y recordando, he logrado un momento mágico, y eso también es la vida, momentos normales aderezados de sentimientos perfumados únicos, teñidos de placidez, melancolía y un punto de magia, metidos en el frasco de nuestro corazón. Allí donde viven nuestros mejores momentos, reside ese elixir mágico.



*FOTO Y VIDEO: DE LA RED

viernes, 27 de febrero de 2015

CARTA ABIERTA AL SEÑOR VASILE, DESDE LA PLAYA DE SU AUDIENCIA


                                San Sebastián,  27 de Febrero, 2015


Att.: Señor Paolo Vasile       

Muy Señor mío,

Hace unas dos horas se ha sabido la decisión de que Belén Esteban continúe en el concurso GH Vip.

El que ésto suscribe, como mucha gente de su generación, mediados de los cincuenta, está acostumbrado a perder todo tipo de votaciones, incluso a no tener votaciones durante muchísimos años. Pero lo de esta noche no se puede entender. No se puede entender, porque en realidad no era una simple votación para que una concursante abandonara el programa. Se jugaba algo más, el símbolo de toda una cadena, y muchos millones, los de los anunciantes de por medio, amén de una filosofía o manera de hacer programas.

Toda la semana han ido las votaciones en una dirección, que luego se ha sabido que era la expulsión de Belén Esteban.  Y en unos cuarenta/cuarenta y cinco minutos, una vez iniciado el programa,  se ha dado la vuelta  a las votaciones. Personalmente, no me lo creo. Me lo puede, si quiere, explicar de mil maneras, con fotografías, con videos. Pero, perdone, ni me lo creo, ni me lo voy a creer, porque mucha gente ya está harta de esos modales más mafiosos que democráticos, de una Belén Esteban desatada y arrebatada, primero con una concursante y luego poco a poco, con la mayoría. No tiene un Norte que la guíe, los otros colaboradores de su programa, y no distingue lo que está bien en general, de lo que es solo bueno para ella.

Tarde o temprano las mentiras y trampas salen a relucir, mediante extrabajadores decepcionados, o confesiones más o menos anónimas. Ha ocurrido en otros países con concursos similares, y estoy convencido de que con el tiempo se sabrá la verdad. Lo que ocurre es que con un buen puñado de millones siempre se puede explicar lo inexplicable, o al menos cambiar el color de la opinión. Y no me refiero a comprar personas, sino que con buenos abogados todo se puede resolver.


Esta noche, o ha habido un milagro del altísimo, o todos los relacionados con su cadena se han puesto a llamar como locos.  Es imposible, y digo bien, que es imposible que el perfil de las personas a la que Belén Esteban gusta, le vote con tanta fuerza. Porque esas viejecitas que viajan a verla en el programa que ella participa, que nunca será "suyo" como ella dice, ahora reparten su jubilación entre los desempleados de su familia. No me creo que gente muy mayor, el tipo de gente que todavía adora a la Señorita Esteban, se gaste un dineral como ha tenido que ser el caso.

Eso sí, estoy convencido que los colaboradores de Telecinco tienen que tener llagas en los dedos por tanto votar telefónicamente durante una hora más o menos. Me imagino, es mi opinión, que este mes los empleados de su empresa se merecen un sobresueldo, más que nada para paliar el gasto telefónico.

Hoy se jugaba la empresa que usted dirige, como al principio he mencionado, algo más que el destino de una concursante: su mayor apuesta, una manera de hacer televisión que no deja impasible, ataques personales entre los mismos colaboradores, y donde hoy se dice una cosa, mayoritariamente sin pruebas, y si mañana hace falta decir lo contrario, pues se hace, y punto. Si antes no hicieron falta pruebas, luego tampoco.

En realidad, no le estoy intentando convencer de nada, sino que quiero decirle que desde hoy hay una cadena menos sintonizada en mi aparato de televisión, la suya, Telecinco. Y aunque no me gusta la filosofía en general de su cadena, había, ya hablo en pasado, dos programas que me han gustado siempre mucho: Gran Hermano y Supervivientes, pese a supuestos tejemanejes, otros colaboradores convertidos también en concursantes, y concursantes que aunque desconocidos pueden haber sido favorecidos porque presuntamente le podía venir bien a la cadena para futuros programas.

Señor Vasile, mientras haya colaboradores, en realidad trabajadores de su cadena, que se conviertan en concursantes estrellas, la sombra de la manipulación planeara en su cadena (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/02/la-tirania-del-balon-o-el-concurso-es.html).  Pero también comprendo, que hay un dicho que es: No importa que hablen mal, porque lo importante es que hablen, y eso debe de ser parte del encanto que destila en su cadena.

De todas maneras, y antes de despedirme, decirle que es una pena que sea tan evidente que lo que prima en su empresa es el insulto por el insulto antes que la verdad, aunque ésta, la verdad, sea aburrida.

Ni usted nunca ha sabido que existo, ni volverá a saberlo, pero en la playa de la audiencia de su cadena ya hay un grano menos. Si un día se da cuenta que ha podido perder muchos metros de playa de audiencia, y le importa la posible razón, entonces quizás le venga bien rescatar esta humilde opinión.  

De todas maneras, y ya antes de terminar, es curioso que buenos profesionales, como Paz Padilla y Jordi González, al llegar a su cadena hayan modificado su manera de comportarse en sus respectivos programas, siendo menos imparciales de lo que han sido en el resto de sus carreras. Estoy seguro que usted no estará de acuerdo con esta opinión, pero lo mismo que usted se cree, y no lo dudo, un buen profesional, este vecino del mundo es experto televidente y ha visto, disfrutado y padecido, horas y horas de televisión, y sabe de qué habla.

Toda decisión por nimia que sea tiene su coste, por un lado y por el otro.


Atentamente,

Un vecino del mundo

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jueves, 26 de febrero de 2015

LA GRAN VASELINA, O UNA HISTORIA DE AMOR NO COMPARTIDA.


Cada cierto tiempo ocurre que alguien le da al “stop” de la vida política de este país, y ya tenemos creado “el estado de la nación” en el que unos cejudos señores, y señoras, se paran a hablar como en una Gran Moviola si ha sido penalti, falta, o saque de esquina, democrático, eso sí, todo muy democrático. 

En una sociedad, como en la que estamos, toda muy visual, acostumbrada a la televisión, y a inspeccionar lo que nos ponen para observar en los primeros planos, todos estamos muy consternados de que toda una Señora Vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, Celia Villalobos, y presidiendo ella las sesiones, haya sido pillada jugando al Candy Crush en su tablet, que por cierto este vecino del mundo debe de ser la única persona que no ha jugado a él, ni sabe de qué va, ni cómo se juega. Mientras la gran opinión le ha puesto a caldo a la señora vicepresidenta, otra diputada del Partido Popular, Dolors Montserrat, le ha echado un cable diciendo: "La gente puede hacer lo que quiera mientras esté escuchando".

Este vecino del mundo cree que "lo de hacer dos cosas" también debiera estar regido por esa famosa ley de incompatibilidades, y si estás desayunando no estas comiendo, y si estás a churras no estás a merinas. Porque sencillamente queda muy feo, pensando además en esas gentes que se lo están pasado muy mal cada día, con una vida convertida en un thriller, en una película de suspense, si tendrán para comer hoy, si van a perder su casa ante un banco sin sentimientos, porque los bancos no tienen corazón, ni los banqueros tampoco. Solo tienen cifras en los ojos, y dinero, mucho dinero, en su cuenta que es todo menos corriente.

Si observáis he comenzado diciendo que nuestra sociedad es muy visual, y la mayoría nos hemos quedado con la muleta del Candy Crush mientras nos robaban la cartera con propuestas hilarantes de creación de empleo de tres millones de puestos. Puestos ya por qué no treinta millones. A más de dos trabajos por persona, que es lo que nos va a hacer falta con lo que pagan por cada trabajo.

Si la historia nos ha enseñado a no creer a los políticos, y  a sus narices que deberían de medir más de un metro cada una, debido a sus continuas mentiras, lo de este año con varias citas electorales que acabarán con la gran mascletá, previsiblemente a comienzos del próximo año,  de nuevos comicios electorales para elegir un nuevo Presidente del Gobierno, ha hecho que todo esto se convierta en una gran vaselina que nos quieren colar sí o sí.


Personalmente hace tiempo que me he desconectado de todo, para salvar mi marcapasos de sentimientos, y he dejado mi cartera en un lugar bien visible, porque es lo único que les interesa de cada uno de nosotros. Y al final nos la van a robar, como siempre, con Candy Crush, con tres millones de puestos de trabajo, o con una historia picantona entre ella y Mario Bros (brindo la idea). La sabiduría popular siempre lo ha dicho: el muerto al hoyo y el vivo… en este caso de diputado, y vendiendo su producto. Mientras, sabe que a final de mes tiene su champán francés, o su jamòn de Jabugo más que pagado. Porque su vida no es un thriller, sino una historia de amor, con su partido, y consigo mismo. Lo demás, no importa.

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martes, 24 de febrero de 2015

LA TIRANÍA DEL BALÓN, O EL CONCURSO ES MÍO Y HAGO CON ÉL LO QUE QUIERO


Uno siempre ha pensado, que cuando una empresa convoca un concurso, siempre predica con el ejemplo, y evita que tantos sus empleados como sus familias participen en él, para evitar todo tipo de malentendidos.

Telecinco, sin embargo, desde hace unos años no solo no evita convertir a colaboradores en concursantes, sino por los diversos ejemplos parece fomentarlo. A vuela pluma podemos recordar la participación de Belén Esteban en el concurso ¡Más que baile!, del que fue una ganadora más que controvertida, hasta el punto de que la organización tuvo que crear otro premio para la segunda clasificada, Edurne. Otra recordada participación es la de Rosa Benito en “Supervivientes” de la que también fue ganadora; las de Karmele Marchante, y  Lydia Lozano, ésta última en ¡Mira quién salta!; y la posible futura participación de Mila Ximénez en el próximo “Supervivientes”, hasta ahora no descartado por ella.

Siempre se ha dicho que la mujer del Cesar no solo debe ser honrada, sino parecerlo, y la cadena que alberga todo ésto en ningún momento se ha propuesto poner en práctica las buenas apariencias. Muy al contrario, parece que se siente bien con todo tipo de polémicas.

Todo lo anterior viene a cuento por las noticias que se han extendido como un reguero de pólvora en las últimas horas de que Telecinco está estudiando la suspensión de la emisión en directo de "GHVip" por internet, para supuestamente evitar que dichos contenidos sean utilizados como arma arrojadiza por quienes, desde redes sociales como Twitter, presuntamente organizan una continua campaña  contra su cadena, su programa estrella Sálvame, y amilanando presuntamente a los anunciantes que se promocionan en ese programa.

Las última campañas “tuiteras” “#boicotanunciantessalvame” y “#apagonsalvame” han preocupado y mucho a la citada cadena, y al parecer ha debido de contratar a una compañía de seguridad cibernética para estudiar un presunto “boicot para deteriorar la imagen de la compañía y de sus programas más exitosos”.

Visto desde fuera, da la impresión de que la citada cadena desde hace un tiempo se ha convertido en una especie de escultora de voluntades de los espectadores. No solo les importa que el espectador le vea sino que comulgue con sus ideas, ésto último claro está es opinión muy personal desde este mirador.

Este vecino del mundo, que siempre intenta ver las cosas con una cierta distancia, no puede permanecer sin dar su opinión ante maneras más apropiadas de un ámbito mafioso, que de unos simples colaboradores del programa, porque si te callas no es que ellos se crean más listos, sino que corres el riesgo de que te tomen por tonto.

Que Belén Esteban ganara un concurso de baile no puede quedar en  una mera anécdota, si cada dos por tres quiere que comulguemos con ruedas de molino intentando hacernos creer que ganó porque se lo merecía.  Habría que preguntarles a los coreógrafos de aquel concurso cuántas veces perdieron los nervios, y tuvieron que cambiar las coreografías para que en muchas ocasiones fuera el mismo bailarín profesional el que bailara casi todo en solitario, mientras llevaba a la Esteban en brazos, y así ahorrarle el aprender unos pasos y evitarle más momentos en los que confundirse.

Es posible que si se corta la emisión por internet, la cadena se evite el que el público ya no pueda presenciar la actuación de una concursante que en más de una ocasión ha cambiado el título de “Princesa del pueblo” por presuntamente Dictadora bananera honoris causa haciendo, entre otras cosas, que su representante tuviera que elegir entre ella y otra de las concursantes, Olvido Hormigos, a la que también representaba.

Cada uno es libre de comportarse como quiere o como pueda, tanto concursantes como organización y cadena, pero al final es el público el que tiene que opinar, y al parecer no solo se le intenta “confundir” en más de una ocasión (ahora, por casualidad, la gran mayoría de los colaboradores coinciden en fomentar la idea de que Belén Esteban llegue a la final, aunque luego no gane), sino que ahora se le quiere acortar su punto de vista del programa hasta una única mirilla que sería el cauce oficial, y naturalmente previa censura o "fotoshop" a quien quieran proteger, lo hagan o no.


Con el caso Telecinco, inevitablemente me acuerdo de aquellos años, a comienzos de los sesenta, cuando tras las clases íbamos a jugar al campo, y al final teníamos que jugar a fútbol de la manera que quería el propietario del balón, porque “el balón era  suyo y hacía con él lo que quería”. La pregunta es obvia: ¿Estamos dispuestos a soportar la tiranía del balón?

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lunes, 23 de febrero de 2015

EL HURACÁN OSCAR Y LOS DAMNIFICADOS


Este vecino del mundo de pequeño se imaginaba a Roma como si fuera un punto lleno de flechas a su alrededor, por aquello de que “Todos los caminos conducen a Roma”, porque el otro significado, el más profundo, de que en realidad todo tiene algo que ver, tardó muchos años en llegar.


Cada vez que nuestra familia nos movíamos a algún lado, que la verdad que nos movimos poco, por aquello de la España en blanco y negro, y que más valía llenarse la tripa a pegarse un viajecito, desde la mente de un niño, siempre me preguntaba “¿Y a cuantos kilómetros estaremos ahora de Roma?”.


Cuando no se entiende ni el concepto, ni el verdadero alcance de las cosas, pasan situaciones como ésta.


Algo parecido ha pasado hoy tras el huracán de la entrega de los Oscar. Me refiero a ello como huracán porque tras él ha habido vientecitos de todo tipo.


En primer lugar digamos que tras ver varias galerías de fotos con todo tipo de parejas, y personas en solitario, posando a la entrada del Teatro Dolby en Los Ángeles, todo el tiempo he tenido la sensación de un continuo déjà vu. E instantes después me he dado cuenta, me recordaba mucho a las visitas al Museo Madame Tussauds, en Londres, donde parece que la vida se para por unos momentos, vestida eso sí de las mejores galas. Y las mejores galas estaban ayer reunidas en la Roma del cine que es Hollywood, porque en el mundo del cine todos los caminos conducen a los Oscar, aunque en la mayoría de los casos queden como un deseo muerto antes de nacer, o te pierdas por el camino del fracaso y de la incomprensión.

Y como he dicho antes, tras el huracán Oscar, cargado de estatuillas y de desilusión, mucha desilusión para los perdedores, ha habido algún vientecillo que ha llegado a España en forma de foto de una Sonia Monroy tan esplendorosa como esas flores que se guardaban en la alacena para dar buen olor a objetos inertes. Toda sonriente y vistiendo un modelito de fabricación propia, como no podía ser de otra manera, y como principal elemento decorativo una bandera española ceñida a sus curvas, que de sugerentes ya no son nada, porque han sido muy publicitadas en cualquier momento que le han dejado.

Nos han intentado colar unas fotos, en las que la Señorita Monroy se supone que estaba haciendo el denominado paseíllo de la fama, y luego nos hemos enterado de que estaban sacadas el sábado, el día anterior a la ceremonia, y que además “se le rogó encarecidamente que abandonara el lugar”.

Ésta quizás también puede ser otra marca España, la de aquellos que hacen la guerra por su cuenta, y que desgraciadamente nunca entendieron aquella frase: “Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo”. Y el dedo en este caso es las luces y las sombras de una gala, que da para lo que da, hacer más publicidad a una industria, la del cine americano, que sabe vender muy bien sus productos.


A la Señorita Monroy habría que decirle que lo importante en un cava, o en un champagne francés es la bebida en sí, su cuerpo, su sabor, su buqué, el todo que le hace ser una bebida excelente, y no la explosión al quitar el tapón. Y el desfile de los Oscar es lo que queda en la retina del no iniciado. Porque siempre quedan ocultas las muchas clases de actuación, ensayos, exámenes de todo tipo, y que te digan mil veces que “no” antes de un posible “sí”, que en realidad tampoco tiene por qué llevar al éxito, sino que puede ser el pasaporte a otro fracaso. 

Con respecto a La Monroy, como ya ha quedado retratada en la mente del españolito medio, es muy probable que mucha parte de culpa del éxito que nunca tuvo sea de ella misma, por pasar el tiempo pergeñando simulacros en lugar de hacerse una buena base de formación. Si  a ella le queda la ilusión de que al menos nos ha alegrado un rato con su “ocurrencia”, decirle que ni eso tristemente. A este vecino le ha ratificado una verdad, la idea de qué triste es el fracaso, y  más cuando no lo quieres ver.

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domingo, 22 de febrero de 2015

CONSECUENCIAS DE UN TRIUNFO: DONOSTI TIENE UN COLOR ESPECIAL


En realidad, lo pronto que nos conformamos los seres humanos. Eres forofo, o seguidor, de un equipo de fútbol, gana, y ya eres feliz ese día. Da lo mismo que suba o baje el Euribor; que la prima, la de riesgo, se corte las venas, que a ti la sonrisa tonta no te la quita nadie en todo el día. Hasta tu mujer, que es guapa, realmente guapa a pesar de los años que ya han pasado, es más guapa ese día. Y no le compras un abrigo de visón, porque ni tienes dinero, ni quiere ella, ni quieres matar a unos animales que no tienen la culpa de nada.

El mundo hoy es más feliz, al menos el mío, la Real Sociedad ha ganado contra el Sevilla,  4-3. Nos ha costado mucho, eso sí, y he tenido que cambiar las pilas al marcapasos… Que el fútbol es el opio del pueblo, será, pero hoy soy más feliz, qué le voy a hacer. Today I am happy, y es que la alegría es un lenguaje universal.

Y es que quizás, al menos en este caso, el equipo es una prolongación de nuestra manera de ser. No me refiero en esos casos que eres hincha de un equipo grande, aunque no sea de tu zona, ni vivas a mil kilómetros de ese campo de fútbol. Pero si el equipo, como lo es la Real Sociedad, es de tu provincia, o si el mismo campo de fútbol, Anoeta, está a apenas cincuenta metros, es posible que seas de la misma manera de ser que el equipo, tus vicios y tus virtudes son los suyos, y viceversa. Te pasas más tiempo hablando, que jugando en el campo.

La Real Sociedad se pasa más tiempo poniéndose  vendas en los resultados pasados e incluso futuros, que jugando. Y solo se ponen las pilas ante los equipos grandes. Y es que lo nuestro es intentar los imposibles.  Quién dijo que no se puede. Es famosa en nuestra idiosincrasia, esa famosa pregunta, más bien retórica de ¿A que no hay huevos? Y ya sales como loco. Es una especie de haraquiri  de un vasco.


Dicen que Sevilla tiene un color especial, y lo tendrá, pero hoy a Donosti se le ha pegado un poco.  Mañana seguiremos siendo los mismos, con nuestros problemas de todos los días. Poniéndonos nosotros mismos trabas para no conseguir nuestros proyectos. En el ayuntamiento, creando comisiones a diestro y siniestro para dividir, y que venza alguien, nunca nosotros. En la ciudad en general, preciosa, y muy limpia, con la etiqueta de “nueva” puesta siempre, pero siempre también muy cara. Va a llegar un momento que hasta que los pobres donostiarras vistamos de Dior, para no desentonar,  porque como dice el dicho, “antes muertos que sencillos”. Y en Donosti, sencillos nunca. Somos buenos, pero a la mayoría nos falta malicia, y el que la tiene domina al grupo. ¿Como en todos los sitios? Es posible. Pero vivo en Donosti, y hoy nuestro equipo ha ganado. Hoy el mundo es txuriurdin, blanquiazul,  y mañana, Dios, o el destino lo dirá. ¡Qué importa!

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