martes, 5 de julio de 2016

EL VIAJE DE MANU



Tan inapropiado como un funeral en una Valladolid de más de treinta grados, tan absurdo como la pérdida de un amigo en la flor de su vida, tan inútil como intentar atrapar el tiempo pasado.


Ayer despedí, despedimos, a un amigo, Manu, de esos de los de toda la vida, que aunque no lo ves durante mucho tiempo, sabes que está ahí para lo que sea necesario… Pero ya no está. Es una gran verdad eso de que los mejores siempre se van, como si este mundo fuera un purgatorio y haya que hacer méritos para irse a otra dimensión…


No conocía Valladolid, sigo sin conocerla, y ya solo me sugiere su pérdida y la cantidad de momentos que no estuvimos juntos. Porque la vida es injusticia, vestida de momentos aplazados para un mañana que no llegará, prima hermana de la utopía.  Porque la vida une, en este caso con su mujer y sus dos espléndidos y cabales hijos, pero también separa, con sus caminos y recovecos, con anestesia, eso sí, cargada de prometedores momentos futuros, aplazando el dolor al momento de la pérdida irreparable.


Uno está convencido, y eso le da fuerzas, de que no nos vamos de este mundo mientras haya alguien que nos recuerde y le sigamos importando. Y tú, Manu, seguirás siendo en nuestros corazones, una de esas personas de recto proceder y buen juicio, pura definición del verbo “importar”, y a las que se recuerda especialmente en los momentos en que buscas el Norte, ese mismo norte al que sin duda siempre has representado.


Puede llegar un momento, ha llegado un momento, en que prácticamente ya tenemos más amigos esperándonos en esa otra dimensión que en esta sala de espera representada por este tipo de vida. Como buen Chicarrón del Norte, y especialmente, amigo de tus amigos, te habrá faltado tiempo para juntarte con Luisfer y Francis que te precedieron, y compartir las novedades. Y, por supuesto, lo mejor, hacer unas risas; ahora ya, seguro, estando donde sin duda estaréis, con eco celestial.


Tan inapropiado como un funeral en Valladolid a más de treinta grados, tan absurdo como tener que irte del Edén al que perteneces, tan inútil como intentar espantar a la injusticia, es estar tristes por el comienzo de un viaje en el que en algún momento, sin duda, nos uniremos.



Manu, nunca te olvidaremos.


*FOTO: DE LA RED



viernes, 1 de julio de 2016

DON IKER "RAMBO" CASILLAS, Y SU OTRO CORONEL TRAUTMAN




Vaya por delante que este vecino del mundo siempre ha tenido muy buena opinión, o si nos ponemos cursis y pretenciosos, buen “feeling” con respecto a los Señores Del Bosque e Iker Casillas.


Tal como se está poniendo el panorama en estas últimas horas, decir uno de los dos nombres parece excluir al otro. Se están tensando tanto las cuerdas de la atención mediática que tienen ambos en la mano, que incluso los dos para más inri pudieran salir lastimados, y además en su honor, donde los daños siempre suelen ser irreparables.


Ahora resulta, y por favor, que se me entienda bien la expresión, parece que los dos, ahora personajes, porque son de consumo internacional, quieren morir matando.


Esta noche pasada, el Señor Del Bosque del cual ya nos hemos enterado todos que deja su cargo de Seleccionador Nacional, se ha descolgado con unas declaraciones en la Cadena Ser en las que no deja muy bien el comportamiento del Señor Casillas durante su concentración en Francia, Eurocopa 2016


Desvela que después de la eliminación en octavos de final, mandó un mensaje personal a todos los jugadores que habían sido convocados salvo a Iker Casillas, que tuvo durante la concentración un comportamiento, según la opinión del seleccionador, "así, así" con el cuerpo técnico, no con los jugadores, con los que debió ser un gran compañero, y lo deja bien clarito.


Al enterarse de todo ésto, al vecino del mundo no le ha quedado más remedio que sonreír irónicamente y me explico, porque parece que hubo alguien que escribió esta historia, pero muchos años atrás…


El comienzo del final se puede decir que es con ese tweet que todos entendemos como despedida y carta o deseo de intenciones de Don Iker Casillas en el que adjunta unas escenas del final, parece ser, de la primera entrega de Rambo, en el que el personaje americano le cuenta a su coronel como desearía ser recordado y lo que siente por su patria.


Todo es cuestión de opiniones, pero elegir esa película a modo de presunta despedida es cuando menos algo más que polémico, dado el carácter y comportamiento de un personaje para muchos lindando con actitudes “fachas”, y claro inadaptado social, producto de una guerra, eso sí.


Este vecino del mundo leyó la novela “Primera sangre” (tras el éxito de la película le cambiaron el nombre para que quedara claro la historia que contaba, y así vender muchísimos más ejemplares) de David Morrell, muchísimo antes que el éxito cinematográfico. Y al leer la novela te imaginas de todo menos que lo pudiera encarnar un Silvester Stallone prácticamente desconocido, y menos expresivo que una puerta. Por cierto, tuvieron que cambiar mucho la historia, porque entre otras cosas es una huida hacia adelante, y prácticamente desde un principio, creo recordar, el personaje, por esas cosas de la novela, está prácticamente desnudo todo el rato, cargándose a diestro y siniestro.


La sonrisa irónica relatada anteriormente que se congeló en una especie de rictus, viene porque en la historia de la novela, Rambo al haber sido entrenado como una auténtica máquina de matar, y ahora ya solo es considerado como un inadaptado social y asesino, en una especie de parábola, el escritor nos muestra que la única persona que le puede “desactivar”, es, en cierta manera, el que le creó, Coronel Sam Trautman, que a la postre será quien no tiene más remedio, por decirlo de alguna manera, que matarle, gran variante con la película.


Y la ironía, tras la elección de Iker Casillas de haber convertido a Rambo en una especie de alter ego, es que su ahora Coronel Trautman, Del Bosque, es el que mata, o intenta matar,  esa fachada o aureola  que todos tenemos, algunos ya dirán "que habían tenido", del portero, que ya era, y esperemos será por siempre, una leyenda.


Tanto especies animales como marinas “eligen” en muchas ocasiones morir matando. Y ahora parece que con respecto a Don Vicente Del Bosque y Don Iker Casillas están en esas. Y es una pena, porque se pueden despedazar y manchar sus leyendas para siempre. 



En estos días en que la crisis, según opiniones, llega también a la de los valores morales, dos personas que han sido y son santo y seña para muchos, deberían de parar sus disputas, porque nadie debería de leer “su letra pequeña”, "el cómo se hizo". Y quedarnos con los titulares que han ido creando ambos, y que son, todavía, bien grandes. Ahora más que nunca se les tiene que exigir a ambos, a ambos, … un comportamiento deportivo.


*FOTO: DE LA RED

jueves, 30 de junio de 2016

EL ABRIGO DE HANNAH (REVISITANDO "HANNAH Y SUS HERMANAS")



¡Nunca me había pasado!


Como los seguidores de este vecino del mundo ya saben, soy un amante del cine, y como mi poder adquisitivo, con esto de la crisis es menor que el de un niño de cinco años, me tengo que conformar, la mayoría de las veces, con ver cine por televisión, que no es el mejor de los panoramas.


Ayer volví a ver, “revisar” dirían los pedantes, esa gran película que es “Hannah y sus hermanas”, de un Woody Allen más ácido, irreverente y juguetón que nunca. Y como ya avanzaba en la primera línea, nunca había sentido la sensación que tuve ayer.


En realidad, fue como volver a ponerme un abrigo que no había usado desde 1986, fecha en que ese film se estrenó en España. Y en él, en esa prenda, se habían quedado impregnados sentimientos y recuerdos de aquel momento. Y el cómo sentía la película y sus personajes entonces, y  poder compararlo con el "ahora".


Especial mención a Michael Caine y a su personaje, marido de Hannah (Mia Farrow), Oscar al mejor actor de reparto. Ni que decir tiene que soy un seguidor suyo desde hace muchos años. Y leer su personaje desde la perspectiva de mis, entonces, recién estrenados treinta años, y de los sesenta de ahora, no tiene nada que ver.


Lo que antes podía entender como “inquietudes” de alguien que se considera así mismo como culto y cultivado, ahora solo lo he podido ver como un cobarde y un desertor que ante una buenísima persona y una auténtica joya como es su mujer, no duda en sacarle unos cuernos como los de un Miura, nada menos, además, que con su hermana (papel interpretado por una Barbara Hershey que llevaba ventaja al basar su personaje en el terreno de la hippie que siempre llevó dentro).


El problema que desde hace unas pocas semanas llevaré por siempre cada vez que piense en Michael Caine, es esa salida del armario que con relación al Brexit se convirtió en un sólido defensor para “salirse del continente”. Que con su pan se lo coma. ¿Que eso no tiene que ver nada con su faceta de gran actor? Él mismo aprovechó su imagen para arrimar el ascua a su sardina. Y ya se sabe que las sardinas huelen mucho, y él llevará por siempre impregnado ese peculiar olor. Lo dicho, que con su pan se lo coma…


Como gran cineasta y artista, las fronteras, en el caso de Woody Allen, entre su vida y su trabajo son tan difusas como para rodar en el piso de la familia de Mía Farrow mezclando realidad y ficción, utilizando para ello actores/personajes que son tan reales como la mismísima madre que parió a la entonces pareja del Señor Allen, Maureen O'Sullivan. E incluso durante esas comilonas del Día de acción de gracias, esos niños que llenan todos los espacios, y que es la familia real de Mrs. Farrow.


En realidad, aunque el Sr. Allen en la mayoría de sus películas se interpreta así mismo, en Hannah encontramos al Woody más Allen que nunca, todo dudas e histerias que le ayudan y perjudican en sus trabajos.


Especial mención merece también la tercera hermana, y no por eso la última, de Hannah, interpretada por una Dianne Wiest (en su mejor momento de esa especial belleza que siempre ha tenido)  que nunca le ha podido sacar más rédito a sus colaboraciones con Mr. Allen, ya que tiene dos Oscar como “actriz de reparto”, y los dos con él (precisamente en “Hannah y sus hermanas”, y en esa también gran e hilarante película como es “Balas sobre  Broadway”).



Totalmente convencido de que muchas de las anécdotas que se cuentan/intuyen de esa familia de Hannah y de los problemas que pueden venir de gente que siempre se ha dedicado al espectáculo, en su momento se las confesó su pareja,  y a éste le faltó tiempo para que formaran parte del “atrezzo” que da más vida y realidad a una historia que siempre quedará ligada a un Nueva York más Allen que nunca, y a todos los espectadores que entramos en casa de Hannah, y por siempre nos quedaremos a su “abrigo”. 


Por cierto, y ya para terminar, la historia y su "look" han resistido al tiempo mucho mejor que, desgraciadamente, la mayoría de sus espectadores.



*FOTO: DE LA RED

miércoles, 29 de junio de 2016

ME EMOTICONO DE VERTE



Los emoticonos, hoy este vecino del mundo va a hablar de una convención social que ha inundado todo, y ya apesta. No se puede decir que, este blogger con su artículo, no se ha mojado desde un principio, en contra de lo que asegura normalmente, más de uno de sus lectores.


Utilizar  un emoticono, suena duro y quizás pedante, pero sería algo así como comprarse una vida en un prêt-à-porter. Irse por las ramas para decir algo sin entrar en el meollo de la cuestión. Y lo que es aún más duro, ser un “pagafantas”, antes de expresarle a su querida lo buena que está, y que prefieres decirle miles de tonterías para que siga cerca de ti, antes de que se vaya; porque sabes desde un principio, que por ti mismo no le atraes, y que te quedarás más solo que la una.


Usar un emoticono es llamar al Cyrano de Bergerac de las redes sociales para que haga un posado por ti para la Roxane que todos queremos llevar dentro.


Un emoticón es una excusa para continuar en línea sin demostrar tus verdaderas cartas, el enseñar una excusa mientras quizás quieres robarle la cartera, o lo que es peor, un sentimiento.


Un emoticono es una eyaculación precoz de un sentimiento antes de haber nacido. Es hacerse un selfish sin haber posado para ello. Valorarse tan poco que no se confía en uno mismo, y prefieres andar por sendas trilladas. Plagiar opiniones sin tan siquiera molestarse en disimular.


La rapidez de la vida hoy se retransmite por un teléfono sin cables ni ataduras, y los emoticonos serían una especie de código morse para voyeristas, explicaciones de manual para sedientos de imágenes; una especie de escritura jeroglífica para neonatos en la carrera de expresar sentimientos; dibujos que te doblan las escenas en las que se ponen en riesgo los más profundos sentimientos.



Hay más de uno, por favor no pertenezcas nunca a este grupo, que se merecería que su lápida se resumiera con un simple y seco emoticono.


*FOTO: DE LA RED


martes, 28 de junio de 2016

BERTÍN CON BERTÍN, IGUAL PERO NO LO MISMO



Bertín Osborne en una especie de doble tirabuzón sin red, en su programa de ayer, de “Mi casa es la tuya” (http://www.mitele.es/programas-tv/mi-casa-es-la-tuya/temporada-1/programa-9/), de la Cadena Alegre, se descolgó de la normalidad,  invitándose a sí mismo.


Utilizaba para ello al humorista Javier Quero, que estos días ha estado envuelto en plena polémica por haber intervenido en una imitación en el programa “Late motiv” de Buenafuente (https://www.youtube.com/watch?v=6VLyk9ep5qc), en el que imitándole al mismo Bertín, en un personaje llamado “Bertín Bertón” entrevistaba al mismísimo Hitler encarnado por un tétrico David Fernández (más conocido como el eurovisivo Chikilicuatre). Esta entrevista, la del programa de Buenafuente, se supone que recreaba, en tono de humor negro, unas declaraciones del Señor Osborne, en el que tras ser preguntado a quién le hubiera gustado entrevistar, debió, según parece, contestar que al mismísimo Hitler.


Al parecer al Señor Osborne no le debió de hacer ninguna gracia ese sketch, pero tras algunos dimes y diretes, el cantante madrileño parecía querer zanjar la polémica, invitando a su programa al personaje, aunque en el efecto era éste quien invitaba al verdadero Bertín.


Sin embargo, no es lo mismo el continente que el contenido. Una cosa es invitar a Javier Quero para que le imite, y otra cosa lo que decía. Y en realidad éste Bertín ha sido políticamente correcto, y el Bertín verdadero y el de la imitación en el programa de Buenafuente no lo son.


En un personaje es muy importante el guion, el contenido, y en los pocos minutos que duraba el sketch en Late Motiv desmontaba a un Bertín Bertón con más peligro que una escopeta de feria.


Si Bertín quería fumar la pipa de la paz, en realidad no lo ha conseguido, porque los ingredientes de la pipa habían cambiado, y en lugar de hierba apolíticamente incorrecta cosechada por el equipo de Buenafuente, era, el del programa de Bertín, té británico con una hora de diferencia en el continente y en el contenido.


Vaya por delante que a este vecino del mundo, Bertín Osborne le cae muy bien, siempre respetando el cómo es. Y él es tan irrespetuoso como una película de Don Paco Martínez Soria, vista con los ojos de hoy, y no del tiempo que se hizo. Y es que Bertín se desenvolvería a sus anchas, y aún así lo hace hoy en día, en la filosofía de los años setenta.


Un personaje de Martínez Soria cuando su hija se echa un novio, si es de color, dirá que es negro, y hará un par de chistes. Y Bertín es así, juguetón. El problema quizás es que luego él no respeta el humor en contra. Aunque como él reconoce en el programa de ayer mismo, y es verdad, a los cinco minutos se le ha olvidado, y se ríe, y eso, la risa,  siempre es muy sana.



De todas maneras, Bertín, si con el programa de “Bertín invitando a Bertín” era una especie de metáfora para decir “pelillos a la mar”, en la imagen que siempre hemos tenido de ti, hubiera sonado mucho más simpático y real “pelillos a lamer”. Porque el personaje de ayer era igual, pero no lo mismo.

*CUADRO (PARA EL PROGRAMA): DE FERNÁNDEZ HURTADO.

lunes, 27 de junio de 2016

REFLEXIONES A UN RESULTADO QUE DUELE



Con ese sexto sentido que tienen ellas, ayer mi sufrida, La Nuri, había guardado bajo llave todo objeto cortante antes de que se supieran los reales resultados de los comicios. Y con ese gesto, quizás alejó un futuro próximo que podía haber sido aún más negro.


¿Reflexiones al resultado?

Algo obvio y más que evidente. Salvo los que se presentan en frente del balcón de la Calle Génova a celebrarlo, y que en opinión de este vecino del mundo hacen exhibicionismo de la bandera española para ponerla como icono de un partido, la derecha se oculta y no se muestra en los sondeos, mientras que la izquierda de Podemos es más de postal y camiseta. Es decir, el que es de Podemos lo muestra y lo demuestra, y se agita tanto, que parece que se multiplica, y puede confundir el resultado.

La derecha, sin embargo, es muy sibilina y camaleónica. Mientras, el votante de derechas no deja de mirarse “su” ombligo, y o no se fija o no tiene un vecino que las está pasando “moradas”, aunque este color no provenga de “Podemos” sino fruto del gobierno que va a seguir otros cuatro años más.


Si se dice que los votantes favorables  al “Brexit” han sido egoístas y han antepuesto su bienestar de unos pocos años al futuro de sus nietos, ¿qué se puede decir de los que han votado para que siga un gobierno que durante todo su mandato lo máximo que se ha acercado al pueblo ha sido vía “plasma”?


Tristemente, una vez más, tenemos y tendremos el gobierno que nos merecemos. Porque cada uno traduce los votos como le da la gana, y también se puede decir que esos escaños que ayer el Partido Popular sacó de más, catorce, con respecto a los anteriores comicios, es una especie de perdón, bendición y olvido a todos los presuntos, por no meternos en problemas, chanchullos que les ha ido salpicando un día sí y el otro también.


Este vecino del mundo, aunque le pilló muy joven, aún recuerda  aquellos años postreros de la dictadura, y aquel dicho de “contra Franco se vive mejor”. El problema que nos queda a los que vemos la vida desde más hacia la izquierda, es que “contra Rajoy no se vive sino que se sobrevive con lo que todavía nos han dejado, y que han logrado más tiempo, mucho más, para rematar su faena”.


Solo nos queda ver ahora el próximo gobierno cómo se plantea el cambiar ese futuro que nos han pintado tan bonancible, con dos millones de empleos en los próximos cuatro años,  y que solo obedecía, según la opinión de este vecino, a ganar las elecciones. ¿Ahora también dirán que es culpa de la herencia que dejó el PSOE?


Por cierto,  ayer durante su comparecencia en el balcón de Génova, en un momento dado mientras ocurrían unos pequeños incidentes, Rajoy le dijo a Cospedal: “Ahí vienen los malos”.
No, no eran ni Rato, ni Blesa, ni siquiera Bárcenas
¿Quiénes son? Simplemente los de la foto de arriba, activistas sin techo y extranjeros.



Os dejo mientras suplico a La Nuri que devuelva la cubertería a su lugar correspondiente. No, no voy a hacer ninguna tontería. Solo quiero desayunar, y no hay nada más serio que hablar de comida. Y sino,  que se lo pregunten a ese voto oculto que solo se muestra cada cuatro años. 

Mientras, las paredes de la cocina se inundarán de los sones de "Resistiré", del Dúo Dinámico. Hoy va a sonar sin parar. Ahogará mis lamentos.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 24 de junio de 2016

EL REINO UNIDO ... Y LOS DEMÁS



Te acuestas, como diría un lobo de mar, con aparente calma chicha, y te despiertas con el barco a pique. Esa es más o menos la sensación con la que me he despertado esta mañana al enterarme de que Gran Bretaña se aleja de la UE como resultado del referéndum que hicieron ayer.

Siempre nos queda eso tan español de “Más se perdió en Cuba … y volvieron cantando”. Bueno es recordar el dicho completo porque la gente siempre se olvida, o no sabe, la segunda parte, y por lo que pudiera pasar ahora, es muy importante.

Los que siguen a este vecino saben que en su juventud pasó tres años en Londres y, aunque ya han pasado más de treinta años, la idiosincrasia del inglés especialmente, y del británico en general, no cambiará nunca.  Porque para ellos Europa es el continente y eso forma parte de “los demás”.

El mundo, y no es una crítica sino que las cosas son así, para un británico, por generalizar, se divide entre “ellos” y “los demás”. Y tienen mucha suerte, porque en momentos importantes la culpa siempre es de “los demás”, que no están a la altura. A “los demás” miran como si fueran un hámster en su jaula sin parar de correr.

Por lo que se nos ha ido inculcando con esa publicidad de la información de todos los días, es mejor vivir dentro de la UE. Y quizás ahora se tenga miedo a que el Reino Unido demuestre que se puede vivir fuera y no morir en el intento.

Se van a alejar, los británicos, y eso que estaban más consentidos que la hija única de un ministro. Quizás, ahora para muchos, en lugar de ocupar la primera fila en nuestras playas, pasen a dejarles, y sin derecho a protesta, en la tercera fila. Lo que sí me gustaría es que los camareros de sus negocios en nuestras costas, por aquello de un poquito de humildad con el medio, aprendieran castellano y miraran un poco más bajo para poder vernos. Porque en ese tipo de negocios, aunque están en nuestro país, los guiris parecemos nosotros.

La vida, en cierta manera, es como un “reality” en el que te vas cargando a los otros concursantes. Ahora el Reino Unido, en una votación, se ha cargado al resto de concursantes “extranjeros”, y quizás ahora con el tiempo llegue a la conclusión de que quizás tenga el enemigo en casa. O en esa “casa de vecinos” que forma su país también unos tienen la fama, y otros cardan la lana.

Conozco a unos cuantos “british”  de esos que viven, ya jubilados, en nuestras costas de Alicante, que si ya estaban preocupados ahora lo estarán más. Alguno concretamente ya preocupado semanas atrás había mandado una carta a sus vecinos pidiendo disculpas, porque ellos precisamente, querían seguir en la UE y consecuentemente en su hogar del continente. Y esos precisamente, ni saben el dicho de “más se perdió en Cuba … y solo cantan canciones de Petula Clark.


Antes de terminar, este vecino del mundo quiere decir que esta mañana el Señor Rajoy, en unas declaraciones en la radio, y como consecuencia de lo ocurrido en el Reino Unido. ha dicho que es el primer país en abandonar la UE, y eso no es exacto. En 1985 lo hizo Groenlandia. Es comprensible el error de nuestro todavía Presidente. Él solo usará el hielo para ponerlo en el güisqui. Todo es cuestión de prioridades.

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 22 de junio de 2016

SUEÑOS ESCURRIDOS, Y LA SUIZA DE LOS POBRES



Hoy he soñado con Mario Vaquerizo. Podía haber soñado con cualquier otra persona, pero ha sido con Mario, y no Vargas Llosa (que al final también se lo ha llevado la "gente guapa"), sino Vaquerizo. Y se me ha hecho, presuntamente, como su figura: larguísimo. 


Hasta ahí todo normal, porque nadie es responsable de sus sueños, o pesadillas, el problema es que cuando ya había asumido que “solo” era un sueño, he abierto el frigorífico y me he dado cuenta  de que habían desaparecido las cervezas que el día anterior había dejado: seis concretamente. Y ni La Nuri, mi sufrida, bebe, ni yo recuerdo haber bebido, y en cambio, de todos es sabido, que a Don Mario le gusta la cerveza más que Olvido Gara, bueno, es un decir…


Quizás, todo lo anterior es el signo de nuestros tiempos.


Hemos aprendido, y es lo triste, a que ya nuestros sueños no sirven. Nos hemos dado cuenta, nos han enseñado, que todo es una mentira. Detrás de las promesas, y especialmente las electorales, todo es como el timo de la estampita: mentira. Nos han dicho siempre lo que hemos querido oír, y al final nos hemos quedado solos, y hemos perdido hasta la honra.


Y los partidos tradicionales se siguen preguntando por qué los nuevos partidos, especialmente “el nuevo partido” tiene tanto tirón. Tienen miedo a esa especie de “revanchismo” que conlleva esa frase de “El cielo no se toma por consenso, sino por asalto”.


En un país, en el que durante muchos años con la religión como única opción: pórtate bien, e irás al cielo. O su amenaza: pórtate mal, e irás a los infiernos, (así, en plural, para acojonar más). Con el tiempo nos hemos ido dando cuenta de que el cielo, los cielos, sería como la Suiza del pobre


Lo ibas dejando, esperando que el más allá lo arreglara todo, y mientras aquí, solo unos pocos se ponían morados. Y quizás, todo eso, lo hemos ido descubriendo poco a poco, al ir desvelándose “el choriceo nacional”. Que aquellos que se nos ponían como ejemplo: Mario Conde, Rodrigo Rato, orgullos del patio nacional, con el tiempo nos salían rana. Y habían sido los primeros de la clase, claro, de la suya.


Incluso, nuestro rey, el de prácticamente toda nuestra vida, el que, en teoría, “nos salvo del 23 F” también se confundió, porque en un segundo de vergüenza torera nos pidió perdón y nos dijo: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”. Y entonces, también, nos dimos cuenta de que un monarca “tan cercano” también hacía de las suyas, presuntamente.


Y ya hemos aprendido que cada vez que alguien se dirige al pueblo, con la otra mano, la que no vemos, nos quita algo. Y ya no nos queda ni el cielo, aquello que íbamos a tomar por asalto. ¿Y los sueños?
Ya no quedan tampoco. Sueñas con poco, ya hasta el nivel es bajo, muy bajo. Sueñas con Mario Vaquerizo, y te desaparece la cerveza.


Y luego, el gobierno todavía en el poder se pregunta qué habrán hecho mal para que se tome el cielo por asalto, y no se intente llegar a un consenso.


El consenso, como las armas, lo carga el diablo, y el diablo está  en la poltrona, y nunca lo dejará. Quizás porque el poder de la poltrona convierte a cualquier ángel, o sucedáneo, en el peor de los demonios.


Y el domingo …., hay que ir a votar.  Y no me queda ninguna cerveza … Me han robado lo único que me quedaba. Ya lo dijo Don Gustavo: ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!


Y humildemente, este vecino añadiría: Y secos, muy secos, tanto como la mojama, ... o como Mario Vaquerizo.

*FOTO: DE LA RED


martes, 21 de junio de 2016

HEREDEROS DEL CACO BONIFACIO


Uno es preso, o rehén, de los años en que nació y de todo lo que le rodeaba en aquella época.


Los nacidos a mediados/finales de los cincuenta en España, queramos o no, llevamos una gran herencia adquirida a través de los cuentos, comics serían ahora, de la Editorial Bruguera, como el DDT, o el Tío Vivo, y sus criadas con cofia, o los entrañables cacos con antifaz y bola.


Hoy es el día en que este vecino del mundo, no puede, ni quiere, dejar de ver el mundo de ahora, el que nos toca vivir y sufrir en cada momento, pero con ciertos ojos a lo antiguo, a lo “demodé”.  Y ni quiere, ni puede, dejar de ver a personajes/personas como Mario Conde o Rodrigo Rato, muy dignos ellos, entrando o saliendo de su pleito correspondiente,  y siempre, siempre, con su bola y traje a rayas correspondiente,  a lo Caco Bonifacio, del genial Enrich


Aparte de que uno, este vecino del mundo, se lo pasa muy bien, quizás, imaginándose por ejemplo a Don Rodrigo Rato, con ropa de preso a rayas y sombrero de fieltro verde, al estilo de “La Escopeta Nacional”, crea un mundo, virtual, más justo en el que cada uno tiene lo que se merece.


Eso sí, también se sufre, porque cada vez hay más carpantas, provenientes del célebre Carpanta, del maestro Escobar, para los que el verdadero paraíso sería tener un muslo de pollo y dormir debajo de un puente.


Lo que en su momento ya parecía algo desaparecido, está más vigente que nunca; y las clases sociales, con división entre “ricos y pobres”, es cada vez más evidente. Aunque los pobres de ahora no vayan con ropa de remiendos, y tengan su correspondiente teléfono móvil, lo que tienen en casa, padres o abuelos que son verdaderos ingenieros económicos para intentar ayudar a todos con su pensión, es una realidad que no se está recogiendo, por ejemplo, en esta, ni en la anterior, campaña electoral. Y es que en el fondo, es una vergüenza, y a nadie le gusta enseñarlas.



Hemos avanzado mucho, para de alguna manera, volver a ciertos aires del pasado. Nunca es más verdad aquello de que “vuelven los tiempos de Carpanta”, o los herederos, aunque con mucha gomina, trajes carísimos y demasiada mala leche, del caco Bonifacio.


*DIBUJO: EL CACO BONIFACIO, DE ENRICH

domingo, 19 de junio de 2016

...ESTA VEZ, VENDRÁ EL APOCALIPSIS



¡Tranquilos! Desde hace una semana no sabéis nada de mí, pero estoy bien y no he sido víctima de ningún secuestro. Como decía mi madre: “Nadie quiere alhajas con dientes”.


Ocurre que he estado fuera y aunque tenía contratado el famoso “pintxo” de Euskaltel, los dos gigas que se podían contratar como mayor opción sirven para muy poco. Y digo yo, en lugar de para mis adentros, para mis afueras: Si eres el único favorecido como cliente, no hay nadie más en tu casa, y cuando no estás, tanto la televisión, como internet y el teléfono fijo no se usan, y tienes que pagar 20 euros más por el servicio de “pintxo”, como se dice en mi pueblo “Hacemos un pan con unas … tortas”. Porque pago mucho más por algo que se ha demostrado que no llena las expectativas, y me he quedado sin actualizar el blog, y consiguientemente sin estar en contacto con vosotros.


Me niego a pensar que no hay un dispositivo que, estando fuera del domicilio, indique que no se está consumiendo nada de los productos, y mientras, se pueda sustituir por algo más efectivo que ese pintxo de marras. Parece que el hombre llegó a la luna y … ¿se quedó allí?


Por lo demás, y no es poco, con ganas de ser abducido a otra época que no sea electoral; porque si ya en los genes de un político está el decir mentiras como sandías, de grandes, y no de sabrosas, lo de ahora ya linda la histeria.


Rajoy recitando odas a las alcachofas y al ganado vacuno. Se le dan bien los auditorios que no replican. Por cierto, y no es una crítica sino un consejo: No hay nada más triste, y surrealista al mismo tiempo, que poner un par de micrófonos, CON EL LEMA INCLUIDO, en pleno campo. Aunque popularmente a los micrófonos se les llame también alcachofas, desentonaban con el paraíso, según Don Mariano, en el que estaban.


Pedro Sánchez está, pero como si no estuviera, porque es una especie de Monchito, y José Luis Moreno y su mano serían los que verdaderamente cortan el bacalao de su partido, empezando por la Emperatriz del Sur, Doña Susana Díaz.


Albert Rivera, por su lado, se nos ha transformado, y sin ánimo de faltar, en una especie de Mary Poppins de nuestra política; regañando a todos lados una y otra vez, e intentando inculcar buenas maneras, evidentemente, las suyas o las que le convienen. Por cierto, y si entre receta de azúcar y aceite de ricino, hay que hacer como que se escucha a un cantante callejero que se “bambolea”, pues se hace el esfuerzo aunque se esté más perdido que el pulpo Paul, que en paz descanse.


Para terminar estos pequeños apuntes, y no por ello el último, aunque muchos así lo desearan, el Señor Iglesias, Don Pablo, que es más difícil de encontrar en su verdadero yo, que un traje de camuflaje en “El Corte Inglés”. El camaleón que lleva dentro está en pleno funcionamiento. Y si el líder de Podemos se mirara un poco en su propio espejo, quizás  se diera cuenta de que él mismo puede ser su peor enemigo.


Y mientras, el españolito medio se debate entre votar o botarles. Este vecino, sin embargo, lo tiene más que claro, como se dice en mi pueblo: “clarinete”.


El día 26 de Junio hay que ir a votar para botarles a la mayoría, y si pudiera ser, castigarles escribiendo un millón de veces el siguiente texto:
Lo importante es el país y sus habitantes, todos los votantes, y nunca, nunca más, volveré a favorecer ni a mi partido ni a los poderosos. Si lo vuelvo a hacer, esta vez vendrá el Apocalipsis”.



¡Así están las cosas!


*FOTO: DE LA RED

domingo, 12 de junio de 2016

FORTALEZAS DE CRISTAL



Siempre me intrigan esas personas que para dormir cierran las persianas del balcón y ventanas, como si fueran una caja fuerte. ¿Será para que no entre nadie, o para que no se escapen sus sueños?

Hay fortalezas de cristal y sueños de oro líquido.

*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

sábado, 11 de junio de 2016

UNA PARÁBOLA EN ZAPATILLAS



Es curioso el poder asociativo que puede tener nuestra mente.


Esta misma mañana me preparaba a atacar el frigorífico a la hora del desayuno, cuando las ganas han podido con el orden, como la mayoría de las veces, y un frasco de guisantes a medio terminar ha caído al suelo. Naturalmente, por aquellas tonterías de la ley de la gravedad, se ha roto, y la verdad es que se veía venir, con un frasco que desde hace varios días pedía su libertad apareciendo por todas partes cada vez que quería coger algo.


Limpiando el desaguisado, y los guisantes, claro, a mi mente han venido, mientras observaba, por última vez espero, esas “caras” verdes y húmedas, y ahora viene la asociación de ideas a que me refería,  me he acordado de todos esos “amigos” que aparecen muy de vez en cuando, como si se despertaran de su hibernación, y tienen anotado en su calendario “Vamos a tocar los pies a Fulanito”. Y lo hacen como sin molestar, pero cuando se van, desgraciadamente no para siempre, Fulanito, que eres tú, tiene más problemas que antes, y una mala leche que te sale por las orejas. Y deseas tener una escoba gigante, y el coraje necesario, para barrer de tu mapa, y de todo mapa, a esos problemas disfrazados de amigos.


Un poco avergonzado (el vecino del mundo es como es), por haber sido tan malo para asociar a “amigos” con guisantes, me he preguntado por el por qué de esa asociación que más que atacarme a traición, me ha violado y hecho suyo, aunque sólo sea por unos minutos. Y tras ducharme, y ducharme, para limpiarme por dentro y por fuera, creo que he encontrado una respuesta: la influencia de la religión, y en este caso, de esa manía de explicarnos todo con parábolas, y atribuirle a una simple historia, un significado. Porque si a la parábola le quitamos todo el halo místico, o religioso, no deja de ser un cuento con su moraleja.


Sin olvidar, claro está, ese concepto de "culpa" con el que siempre se nos ha atacado, y en cierta manera, "domado", especialmente desde nuestra Iglesia. Espero que Dios me perdonará por todo lo dicho, ya si eso ...


Y mi parábola de hoy ha sido la del guisante, mediante la cual se nos “sugiere” no almacenar amistades que normalmente estarán ya caducadas; siendo, la mayoría de las veces sin darte cuenta, en una especie de sufridor del Síndrome de Diógenes; recopilador, más que de almas en pena, de almas que producen pena, y …sufrimiento.


Os dejo, por hoy, ya perdonareis. Voy a urgencias, porque parece que con el “flagelo” de los recuerdos y culpas, me he debido de exceder y tengo alguna heridita de …nada.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 9 de junio de 2016

GEORGE MAHARIS, Y EL ARMARIO DE TU PASADO



Algunas veces, ver una simple foto es como abrir un cajón en el armario de tu pasado, y comienzan a aflorar todo tipo de sensaciones y recuerdos, desgraciadamente todos ellos amarillentos, por aquello de que cualquier tiempo pasado, no sé si fue mejor, pero sí anterior, y ya todo huele mucho a naftalina de realidad.


No sé cómo ni por qué, pero en los momentos previos  a comenzar el post de hoy, ha habido algún pensamiento cruzado, lo que los pedantes denominarían como “brainstorming” (tormenta de ideas), aunque luego solo sepan decir en inglés “singing in the rain”, por supuesto que marcando mucho la segunda “G”, y me he acordado de George Maharis, al que nosotros, también, llamábamos pronunciando en castellano todas y cada una de las letras, ¡faltaría más!


Antes de nada, y para ahorrar posibles cabreos, todo aquel que crea que aquí se va a hacer un estudio exhaustivo del citado actor, y por eso está leyendo este texto, es mejor que lo deje aquí, y acuda, por ejemplo, a Wikipedia.


Este vecino del mundo reparó en el Señor Maharis, atribuyéndole su nombre y apellido, tras bastante tiempo de verle en televisión, y prácticamente a raíz de “Juego mortífero”, a comienzo de los setenta, una serie sobre tres investigadores privados, con una vieja gloria, Ralph Bellamy, e Yvette Mimieux. A Yvette, por ejemplo, podría considerarse como la versión femenina de lo que representaba Mister Maharis, solo que ella, al menos en opinión de este vecino del mundo, era mucho mejor actriz, y a la que quizás, precisamente, le perjudicó ser “tan guapa”, y no se le tomó tan en serio como profesional, y presuntamente “sólo” se le elegía por su fachada.


George Maharis siempre me pareció tan perfecto, hierático, y como que hacía un esfuerzo para mover los labios, que me lo imaginaba como un efecto especial más. Y que cuando terminaba de actuar, o mejor dicho, de que contaran con él en una escena, le desconectaban de los cables que le daban movimiento; y automáticamente le llevaban al taller de reparaciones, para darle otra capa más de chapa y pintura, y dejarle resplandeciente, sin importar, quizás, que la escena del siguiente día, fuera de alguna catástrofe en la que su personaje saliera lastimado, porque nunca hubo un “lastimado” más sano que él.


Muchas veces, la mayoría, el destino es muy injusto, y mientras hay personas que se fueron hace mucho tiempo ya, pero parece que siguen con nosotros, hay otras que para nosotros pertenecen a una época determinada, en su caso, a la televisión de años 60 y 70, y lo demás es una cruel broma del destino.


Hay actores, por ejemplo y sin ir más lejos, Charlton Heston, que siempre era él, aunque fuera “El Cid”, “Ben-Hur”, o el  mayor Matt Lewis en “55 días en Pekín”, pero su personalidad le daba más empaque o enjundia al personaje. Sin embargo, aparecer George Maharis en pantalla era como abrir un paréntesis en la película, y directamente pasar al “cómo se hizo el proyecto, pero a pesar de él”.


A medida que he ido redactando, y ya para terminar, el post de hoy, me voy dando cuenta de que quizás estoy siendo demasiado cruel con Mister Maharis, porque, por ejemplo, estudió en el Actors Studio y allí no entraba cualquiera. Tal vez fuera, y aquí ya claramente echo piedras contra mi propio tejado hasta acabar con él, porque fue el primero, quizás inconscientemente, que me hizo presentir que siempre un buen embalaje hace llegar el paquete más lejos, y eso no se olvida.



¡Larga vida a Mister Maharis!, y que me perdone,… si quiere.


*FOTO: DE LA RED

martes, 7 de junio de 2016

MORAGAS Y EL CUÑAO, O EL PODER DE ACERTAR, FALLANDO



Se supone que detrás de cada anuncio televisivo, un mensaje escrito en imágenes, hay un grupo de personas que se dedican durante un tiempo a tener en cuenta los objetivos a cumplir, los famosos "targets" (simplemente "objetivos", pero al decirlo en inglés, por de pronto, te cobran más), y el producto a promocionar de la mejor manera posible. 


Sin embargo, de vez en cuando, aparece un anuncio que parece que se ha creado, exclusivamente, para ponerte de mala leche, sacando lo peor de ti, y que pasas a odiarlo directamente, sin paños calientes, sin pasar por tu cerebro, pero llegando directamente a tus tripas.


Desde el punto de vista de este vecino del mundo, últimamente hay un anuncio que se lleva la palma, y hasta el palmar. Y es ese de los familiares, en gran cantidad (ya empezamos mal), que para terminar bien la tarde tienen la idea de prepararse unas cuantas pizzas, sí, las de Tarradellas, pero por decir eso, desgraciadamente no nos pagan.


Aunque no nos explican cómo se compone la familia, se supone que hay varios matrimonios, de varios colores y gustos. Por lo que al que me cae tan mal, casi como una bomba atómica en un ojo abierto para recibir solo una lentilla, este vecino le conoce como el “cuñao”. Porque está claro que no le queda más remedio que ser cuñado de alguien. El destino es muy puñetero, pero algunas veces, como en este caso, está acertado. Y se pasa, el cuñao, todo el anuncio diciendo que a él no le preparen pizza porque no le apetece, pero cuando las están repartiendo, calentitas, y en su punto,  él se apunta también, diciendo aquello tan "sembrao", y que en realidad es como para darle, lo que mi difunto padre denominaba “un soplamocos”: Si ya sabíais que iba a comerla.


Quizás la mayoría tenemos un poco del cuñado de Tarradellas y nos pasamos hablando de que no queremos, que a nosotros no nos la dan con queso, ni la pizza ni nada, porque nosotros sí sabemos. Y al final, nos conformamos con lo que nos dan, y, por cierto, vaya que nos dan, y bien dados.


Si el cuñado de la pizza hubiera existido, seguro, seguro, que también se hubiera llevado "el marrón". Y hubiera sido el encargado de dar la rueda de prensa en lugar del Señor Moragas (más perdido que un pulpo bailando latino, y más trágico que Nerón incendiando Roma), para dar a conocer la versión “merengue” del himno del Partido Popular


¡Es curioso! Como al resto de los partidos, a los populares, se les llena la boca de decir que han comprendido lo que el electorado les quiso decir tras lo ocurrido en las elecciones del  20 de Diciembre. Y nos presentan: un merengue. ¿Una metáfora del pastel que nos han dejado en España?  A eso, quizás, se le llama: "acertar, fallando".


*FOTO: DE LA RED