viernes, 29 de marzo de 2013

LOS MUNDOS DE IKER


A este vecino del mundo desde hace muchos años le cuesta dormir, y con eso no quiero hacer un chiste sobre lo caro que cuesta decorar una habitación, sino que las noches se me hacen muy largas, y me da tiempo a pensar de todo, aparte del tiempo que invierto, aprovechando la coyuntura, en comunicarme con vosotros.
Uno de mis contactos nocturnos, vía emisora de radio, es Iker Jiménez, que para mis lectores allende los mares, aclararé que es un periodista especializado en casos más cercanos al más allá que al análisis de la razón. Al finalizar cada uno de sus programas, siempre llego a la conclusión de que mi vida debe ser, en versión equipo de fútbol, de primera regional, porque es muy aburrida y lejana a esos mundos de cacofonías y apariciones varias.
Sin embargo, y pensándolo bien, me he acercado a su mundo en algún momento, más de lo que hubiera querido. No sé si os habrá ocurrido, pero en más de una ocasión, y sin venir a cuento, de pronto en mi mente aparece una persona del pasado, que puede ser de mi vida cercana, o algún personaje en algún momento famoso, y en el que no había reparado en él durante mucho tiempo... Pues no falla, en muy pocos días me entero de que acaba de fallecer. El problema es que me entra un cargo de conciencia impresionante.
De todas maneras como uno no quiere ser “trending topic” sino tener su grupo de lectores, sin abusar, y que no se quejen los otros bloggers de que me he quedado con toda la demanda de lectura de este gran mundo que es internet, tengo que aclarar que lo relatado me ha pasado unas cuantas veces, pero que ahora lo que hago es instintivamente cambiar de pensamiento, por aquello de no intentar ampliar las listas de fallecimientos.
Sin embargo, tengo otro acercamiento a los mundos de Iker Jimenez, aunque éste no sé en que tipo de estudio de fenómenos encajarlo.
Me imagino que a más de uno de vosotros le ocurrirá también, la capacidad que tengo de atraer la típica llamada al telefonillo de la puerta de entrada al portal. No importa en el tipo de domicilio que me encuentre, soy carne de cañón.
Si estoy en una casa de un primer piso, es comprensible que tanto el cartero como un vecino sin llaves, o el típico listillo llame a las primeras puertas.
Sin embargo, no es normal, como cuando me encuentro en Donosti, en una casa de tres escaleras, nueve pisos, incluso portero, y no viviendo en el primer piso, raro es el día que no me llamen para abrir la puerta, y no es para mi.
Para los mal pensados, comentaré que he comprobado muchas veces, y sobre mi botón de entrada al portal, no pone ninguna inscripción rara como pringado de turno, que podría haber sido una fácil explicación.
Lo dicho, cualquier día contacto con Don Iker Jiménez.

FOTO: DE LA RED

6 comentarios:

  1. Ana Martxueta (por facebook)
    Conmigo no sueñes eh? Y lo del portero, yo te entiendo que a mí me pasa lo mismo. No vivo en el primero y no somos tantos vecinos, pero me tocan el timbre igual.

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    1. PARA: ANA MARTXUETA (también por facebook)
      Tranquila, me ocurre con personas conocidas hace muchos años. De todas maneras, como decía en el blog, ahora inmediatamente cambio de pensamiento, y se acabo.

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  2. De: Isabel Terenzano (por facebook)
    No eres el único...habemus muchos, aunque lo callan.

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    1. Para: Isabel Terenzano (también por facebook)
      Te iba a decir que me dejas más tranquilo, aunque al final me intranquilizas porque entonces puede peligrar más gente.

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  3. Esperemos que no seais muchos los que pensáis así, porque de este modo podeis dar con todo el planeta y sería una pena
    ¿no?

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    1. PARA: ANONIMO
      Ese es el miedo que me ha entrado hoy, al leer a otra persona que le pasa lo mismo, que seamos más a los que les ocurre, y el humano sea una especie en extinción.

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