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sábado, 17 de septiembre de 2016

LA VIDA COMO ATREZO




Últimos días de playa. En una ciudad playera por antonomasia, y turística donde las haya, desde hace dos días (mediados de septiembre), ya no hay servicio de socorro. Muchos pensamos que es otra manera que tiene el gobierno de acabar con el paro y disminuir la jubilación  con los que se mueran ahogados y pertenezcan a un censo u otro.


Ya los turistas extranjeros no tienen la lozanía de los venidos en la época puntera.  Los de ahora ya tienen pinta de venir subvencionados por los diversos países del mercado común, para que el paripé del verano no acabe bruscamente. Y a todos esos, habrá que añadir a los turistas que seguro que cada ayuntamiento subvenciona entre los parados del pueblo con unos bocadillos y el poco dinero que ha quedado tras el tres por ciento, para que den un poco más de “carne y hueso” a la industria del turismo, y no desaparezca rápidamente tras mediados de septiembre. Todavía quedan comicios en algunas autonomías, y hay que dar sensación de normalidad “y-que-todo-va-bien”


Me pregunto cuándo quitaran la playa, y me imagino enrollándola como si fuera una alfombra. En realidad, creo que son dos, la otra, el mar… Naturalmente se las quedarán las autoridades pertinentes, guardándolas en unos  hangares enormes que seguro tendrán en algún lugar escondido de la villa. 


Mientras, ya habrán hecho sitio sacando los artículos pertinentes de los próximos tres meses: montones de hojas rojas, para crear sensación de “otoño”;  desplegando y montando las pequeñas locomotoras en las que luego, muy pronto ya, se asarán las castañas; abetos, pinos, espumillones, luces (muchas luces, predominando ya las blancas, azules y rojas); pavos, de plástico y corcho blanco (porque los de verdad que se los compre cada pardillo si puede), y espray,  montones de espray, con esencias de los sentimientos de la época a crear: fraternidad, alegría y amor.



A todo lo anterior, nunca conviene olvidar, la excelente banda sonora (música y voz) que añadirán los diferentes medios de comunicación para que hagamos ... lo que nosotros queremos.



Y es que con el fútbol, aunque ya hay a todas horas, y en todas las épocas, no es suficiente para tener a todos bajo control (aquel pan y circo de los romanos), y ocupados. Eso sí, que tengamos la sensación de que hacemos lo que queramos, cuando en realidad nuestra libertad está ya más que programada, o lo que en aquella película de dibujos animados se publicitó a las masas como “El ciclo de la vida”. Lo importante, que la gente no piense, no decida; una libertad prêt-à-porté.
¿De risa? Ninguna.


*FOTO: DE LA RED, Y  F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

viernes, 3 de junio de 2016

ESE PRECISO MOMENTO



Nunca hubiera pensado que una bonita vista del mar jugando con los rayos del atardecer, pudiera actuar como un buen laxante sentimental. Y es que en esa lámina azul cabe todo, y no queda nada, como una metáfora de nuestra vida. Un lienzo en el que se puede dibujar todo tipo de sueños, o recuerdos, incluso no vividos, que con el movimiento de las olas parecen tomar vida.


Quizás la soledad nunca nos abandone, solo se disfraza. Y somos nosotros los que nos pasamos la vida intentando decorar nuestra vida, de llenarla; primero con la familia, luego con los amigos y más tarde con el amor, y así completar la rueda que necesitamos siga girando.


De pronto, un simple atardecer, una ráfaga de viento con olor a salitre en la cara sirve para despertarte, quizás, de esa hipnosis a la que todos nos encargamos de contribuir para que los demás nos sigan viendo como nos ven. Y por una vez vemos, que el mar, la mar, es solo mar, que no es poco, y aunque se mueve con las mareas, nosotros nos encargamos de darle un significado, el que mejor nos convenga, como en todo.


Y, quizás, tras esa ráfaga de viento, tras ese salitre que nos ha inundado sensorialmente, ya nada es igual. Y nos vemos, por primera vez, desnudos de argumentos, con la verdad por fuera. Y, solos, muy solos. Y notamos que ya las fuerzan nos flaquean en ese maratón hipnótico, y nos sentimos como toros de lidia que han descubierto el engaño.


Ya nada, o todo, tiene sentido.


 *FOTO:  DE LA RED

jueves, 14 de enero de 2016

¡LARGA VIDA A BOWIE!


Ahora, ser famoso significa que tienes que pensarte las cosas doblemente, porque luego al saberse, el público, fans, o hasta el que pasaba por allí, se pone delante de un ordenador y opina, o insulta directamente, que vaya usted saber.


Esta mañana, Twitter concretamente, ha sido un clamor al saberse que la presentadora Tania Llasera ha sido madre de un niño al que ha decidido llamar, se ignora si “sola o en compañía del otro” aunque se asume que así debe ser, como José Bowie. Y la gente, y gentuza, que de todo hay en la viña del  Señor, normalmente no se pone delante de un teclado para dar gracias por tan simpática o brillante idea, sino que, ya puestos, vamos a decirle todo lo que se nos ocurra. Y han sido frases tan simpáticas como “le pronostico al niño psicólogo hasta los cuarenta”, o el que se alegra de que no se muriera Chiquitete y consiguientemente, se supone, le pusiera tal nombre, o quien no quiere darle mucho a la mollera y directamente le llama “tonta” a la Señora Llasera, porque sí, porque le da la gana.


Digamos, antes de nada, que lo de Tania tiene más de un pase porque ella aunque es nacida en Bilbao, y los bilbaínos incluso nacen donde les da la gana, su madre es londinense, y ella misma tiene formación, por decirlo de alguna manera, multicultural, al estudiar en un colegio americano en Bilbao, y luego vivir unos años en Gran Bretaña.


Pero, y yo ahora me lo planteo en serio: ¿Qué es mejor llamar a un niño José Bowie, o directamente Borjamari o el ya famoso Kevin Costner de Jesús?


Digamos, que con el nombre elegido por Tania, si a su hijo un día le da por ser artista, ya no le hace falta ponerse un nombre sonoro, porque directamente su madre ya se encargó de ponerle uno, que no siendo feo, la gente se queda con él a las primeras de cambio.


Nadie se ha metido con Gwyneth Paltrow que en su día, y ya han pasado ocho años, quiso llamarle a su hija Apple, que quizás no suene mal, no lo hace, pero que significa “manzana”, y que por cierto, se supone que a los del imperio de “Apple” no les haría mucha gracia, pero ni la fruta es suya ni ese nombre tampoco.


Este vecino del mundo siempre ha sido partidario de que los nombres deben de ser cortos, porque de lo contrario,  y a las primeras de cambio, los familiares, amigos y enemigos lo van a acabar acortando, y tanto José como Bowie tienen dos silabas, y sale más rápido el decir su nombre verdadero, cualquiera de los dos, que armarle un diminutivo que siempre será más cursi, y más lento.


Una madre nunca va a querer nada malo para su hijo, y si Tania Llasera, y su marido,  así han querido llamarle…¡olé por ellos! Además si siempre hay que tener un Norte a quien parecerse, el Señor Bowie como carta de intenciones no está nada mal, y si no se conoce al personaje, mejor ahorrarse comentarios.


Lo peor que les puede pasar a los padres, si el hijo, José Bowie, sigue las tendencias del cantante, es que de vez en cuando, en el parque y estando con sus amiguitos, durante unos minutos no le encuentren, porque le ha dado por darse un cambio de imagen, y hasta que den con él y su nuevo “look”, los segundos les pueden parecer horas.


Hay nombres, y éste, Bowie, puede ser uno de ellos, no solo son una manera de llamar a alguien, sino un claro deseo de que el poseedor del mismo pueda ser de una manera determinada, una filosofía de vida, un homenaje para siempre, de alguien que seguro significó mucho para el que lo puso.


Toda mi admiración por haber tenido un buen par, de deseos, y dejar las cosas bien claritas desde el minuto cero.


¡Larga vida a Bowie!


*FOTO: DE LA RED


miércoles, 16 de diciembre de 2015

LO QUE LA VERDAD CONLLEVA


Algunas veces, siempre, cuando se pide que te digan la verdad, conviene mantener una conversación interior sobre si verdaderamente quieres saberlo, o quieres que la supuesta verdad tenga el esquema que previamente te has montado en tu interior. Porque la verdad puede ser dolorosa, sobre todo si involucra a tus seres queridos, más incluso que sobre ti mismo, porque, personalmente, creo que eso lo podría “manejar” mejor, que la figura de tus seres queridos. Quizás, porque éstos han podido formar tu geografía interior, tus valores, la manera de ver y deglutir las señales que recibes del exterior.


Durante muchos años ves la vida según tus padres (aunque en tu interior haya surgido ya la chispa de la rebeldía), quizás bajo la apariencia de lo que es tradicional, aunque solo sea costumbre en tu casa y porque alguno de los dos miembros, padre o madre, lo quisiera de esa manera.


Digamos que, durante muchos años, la figura de la ley, o la justicia, esa señora con los ojos tapados y una balanza, tendría fisonomía que en cierta manera recordara a nuestra familia, hasta que un buen día te vas dando cuenta de que una cosa es predicar y otra dar trigo, y que tanto tu padre como tu madre se pueden confundir, y de hecho lo hacen. Y la seguridad del suelo en el que habías pisado con fuerza hasta ese momento, puede ser ahora tan firme como unas arenas movedizas.

Y a todo el proceso anterior se le llama madurar, crecer, e incluso hacerse adulto. ¡Hay que joderse! Al final la vida misma está llena de publicidad engañosa, y no existe una OCU a la que puedas ir contando tus cuitas. En realidad sí hay alguna, que bajo la forma de “vamos arreglar lo espiritual”, al final lo que quieren es venderte la moto de lo suyo. Incluso, algunos te pueden limpiar tus pecados más blanco que las otras religiones o que los otros partidos políticos.

Quizás, y solo quizás, si la belleza está en tu interior, tal vez sea prima hermana  de la verdad y cuñada de las buenas maneras, y “acuñaron” entre todas esa frase de “no hagas o no quieras para los demás, lo que no quieres para ti”. Fácil de decir, pero difícil de llevar a cabo, porque nosotros somos nuestros mejores amigos, y con mucha frecuencia nos dejamos sobornar por nuestro propio amiguismo, que si es exacerbado se apellida “soberbia”, porque el nombre, o la excusa, siempre la pones tú mismo.


¿Seguro que realmente querías saber la verdad?

*FOTO: DE LA RED

martes, 8 de diciembre de 2015

ALGUNA VEZ ESTUVE AQUÍ



Al fondo, una canción: “Labana”, de Alejandro Sanz. En primer término, un claro pensamiento con música:

 …Espera solo un poco más
quiero explicarle a los niños
que habana es la ciudad
donde los sueños aprenden a nadar…

Hay canciones que suenan a alcohol, a noches de exceso sentí-mental, y ésta, Labana, es una de ellas.

Ignoro si es así, pero tanto Alejandro,  como, por ejemplo, Joaquín, los Señores Sanz y Sabina, huelen en muchas de sus canciones a alcohol y nicotina. Y como huellas de sus noches, pecadoras o no, solitarias o no, nos dejan sus canciones.

En el fondo, y en la superficie, seguro que lo reconocen, son unos afortunados, porque además les da dinero para que la noria de sus vidas, y de las nuestras, sigan girando y retroalimentandose.

En cierta manera, la llegada de internet, y de los bloggers, con sus post, con sus “entradas”, diarias o no, ha llegado a democratizar el pensamiento y esa manera de vivir. 

Ese pensamiento tímido, o retador, quizás dos extremos de una misma vara, que de otra manera se hubiera echado a perder, porque nunca hubieran llegado a formar parte de un libro en una biblioteca, o de ninguna canción en nuestra banda sonora,  y ahora navegarán para siempre en esa mar, que es internet, para que de vez en cuando, alguien, los descubra. Una especie de pensamiento hibernado que siempre viajará, sin ser olvidado eternamente.

Bien pensado, hay hígados, e incluso ojeras,  que deberían ser declarados patrimonio de la humanidad, porque todo pensamiento, toda manera de vivir y de sentir tiene que tener sus damnificados, sus daños colaterales. Que sus propietarios sean o no de pedigrí, eso ya es otra cosa, pero detrás de un pensamiento singular, musicado o no, hay mucho de lucha interior, de ver la vida desde otro punto de vista, de apolíticamente incorrecto.

Al fondo ahora suena “Calle Melancolía”, de Joaquín Sabina, del Sabina:

…Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventana donde agarrarse. Soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme ya sabes dónde estoy...

En primer término, la soledad del que piensa, y algunas veces escribe, para dejar su huella en la cueva de la vida, como quien quiere decir: Alguna vez estuve aquí.

*FOTO: DE LA RED


sábado, 28 de noviembre de 2015

NO, CLARA LAGO NO ES UNA GEISHA


No por ser muchedumbre, y opinar lo mismo, se tiene razón.

En las redes sociales hay de todo. Y en especial prevalece el anonimato, el tirar la piedra y ocultar la mano.

Lo de esta semana, victimizar a una persona que aparentemente cae tan bien, como Clara Lago, por su aparición en “El hormiguero”, de Antena 3,  no me ha parecido nada bien.

Este vecino del mundo vio sus declaraciones y le parecieron de lo más coherentes. Ni por un momento me imaginé que “la cosa” iba a tomar estas dimensiones, ni que tuvieran que salir colegas a la palestra, cosa que me parece loable, para ayudarla moralmente.

Otra cosa es que muchos de los que luego le mandaron mensajes hirientes vía twitter, u otros, se dieran por aludidos ante una manera de actuar para sacarse una foto, la suya, la de ellos, que les parece tan “normal”.

Normalmente, nosotros somos nuestros mejores amigos, otra cosa es que siempre tengamos razón en nuestro comportamiento, pero “ahora me saco una foto con “ese” porque me apetece, porque yo le doy, de vez en cuando, dinero a él, y le entro si quiero como un elefante en una cacharrería”, no está bien, y nunca lo estará

Imaginaros que por casualidad os parecéis a alguien, y de un día a otro, al margen de lo que supondría de novedad para vosotros, se sacan contigo cien fotos. ¿Estarías hasta el gorro?

El oficio de la Señorita Lago es actuar y recrear el personaje para el que se le paga, no el de convertirse en geisha sumisa de nuestros deseos, aunque solo sean obtener de ella una foto, o dos, por si acaso.

Ella podía incluso ser hasta cruel, y solo pidió a instancias del presentador, Pablo Motos, que la gente antes de sacarse la foto, con ella o con el Sursum Corda, bien  conocido, por cierto, en todos lares, se lo pensase. Y eso, parece, que ha escocido. Claro está que parece que lo que molesta es lo de “pensar”, recapacitar.

He visto la manera de actuar de muchos “capturadores de momentos”, y la mayoría lo hacen sin el menor rubor, se ponen delante, muchos sin dirigirse al famoso, y se sacan una foto. Por cierto, olvídate del "gracias".

Da la impresión de que lo que hacen es parar, en una moviola gigantesca, la vida del conocido, y “ahora me brindas medio minuto, o lo que haga falta, de tu vida, porque yo me lo merezco, porque soy el rey de mi casa, porque alguna vez he pagado por ver alguno de tus trabajos”.

Este vecino del mundo es hijo de esa época en la que solo existían cámaras de fotos analógicas. Tardabas días en terminar un rollo, y otros tantos en tener las fotos en papel.

Nunca, nunca, he sacado fotos a actores que yo he admirado, ni a los otros tampoco, y que por cosas de la vida, al pasar tres años en Londres, he tenido posibilidad de cruzarme con gente como: David Hemmings, Terence Stamp, Bob Hoskins, Edward Fox, Sissy Spacek, Alan Bates, Ian Ogilvy…, y nunca, nunca, he querido inmortalizar el instante. Porque no quería robarles segundos, y a la vez quería disfrutar del momento, respirar el mismo aire y aprenderme detalles, de ellos, del momento. ¿Que la gente no te cree? Sí me creen, y de lo contrario peor para ellos.

Ha hecho mucho daño ese pensamiento/cultura de que “el cliente siempre tiene razón”. El cliente tiene razón…, cuando la tiene. Por esa regla de tres, “si tú pagas”, quiere decir que desde tu óptica la otra parte es una especie de “prostituta” que ni puede opinar, ni siente, ni padece.
Aparte de que en este caso, y en cierta manera, hay un componente de machismo: chica joven que no sabe, y no debe de opinar, ¿o no?

Pues qué queréis que os diga, uno tiene su corazoncito y durante ese programa, estuve más atento a las muestras de cariño, si las hubiere, entre Clara y Dani, para comprobar si su romance continúa. Y su romance continúa. Y me alegra por ello, y porque este año me brindaron la mejor gala de unos Goya que fueron más de sentimientos que otras veces. Él, Dani, estuvo como profesional, de 10 sobre 5, y ella con una humanidad y candidez que alumbró a todos. Pero todo eso ya lo comentó este vecino del mundo en su momento (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/02/gala-de-los-goya-2015-lluvia-de.html)

¿Lo demás? Puro egoísmo nuestro y pintarlo de mil excusas.

Por cierto, Clara, no debías haberte disculpado, porque no has hecho nada más que dar una opinión, la tuya. Las salidas de pata de banco han venido con un aparente atolondramiento detrás de la cámara de un móvil por aquellos, que en realidad, sólo se miran así mismo. Eso lo han hecho otros, que además creen que la mejor defensa, la suya, es un ataque en toda regla.

Lo dicho, puro egoísmo, e incluso envidia, y pintarlo de mil excusas.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 7 de noviembre de 2015

EN ALGÚN LUGAR DE TU CORAZÓN


Hay textos que no dicen, no definen, sugieren; ojos que no miran, solo molestan; días que deslumbran y momentos para hacerse el ciego.

Días en los que el deseo monta en bicicleta, y es mejor perderlo que echarse a perder. Existen situaciones incontroladas para personas controlables, niños prodigio de padres confundidos; espejos vacíos en habitaciones llenas de soledad.

Las calles son laberintos de vidas desconocidas, casualidades vestidas con ropa nueva y zapatos de oferta; lugares públicos llenos de pensamientos privados.
Necesidad de sentirse libre para no confundirse en momentos de confusión. 

La vida no trata de lógica, sino de ganas; para seguir por nuevos laberintos de los que ignoras todo. Nuevas aventuras en forma de nuevas vidas, que abres para oler su perfume. Perfume con sabores afrutados que pueden recordar antiguos pasajes, ilusiones con arrugas.

La vida es un cuadro abstracto al que quieres tratar como una fotografía. Y la vida no tiene lógica, porque no es para verla, sino para sentirla. Como se ve un cuadro, con los ojos del alma, y desde lejos, para contemplarlo en su totalidad. La vida es una exposición temporal ante un público cambiante. Algunos desearán comprarte para explicarte a su manera. Otros querrán ignorarte aunque les gustes, porque saben que no puedes ser para ellos. Porque nunca se es para nadie, se es, y puede, que con alguien.

Hay textos que no son para leer, sino para oler con el sentimiento. Y dejarse llevar por sus aromas, en un viaje de ida, nunca de vuelta. Porque en todo viaje si tienes presente la vuelta, no disfrutarás. Un viaje, como la vida, no tiene que tener “peros” que te anclen, sino ansias por descubrir, por avanzar.


Hay textos que no son cerrados, sino que los abres para que te lleven a sitios insospechados, y que siempre al final estarán en algún lugar de tu corazón.

*CUADRO: "AINARA Y COMPAÑÍA"
 AUTOR: PATXIPE

miércoles, 4 de noviembre de 2015

NUESTRO MEJOR AMIGO



 
Está claro que hasta el 20 de Diciembre todo lo bueno que ocurra en España servirá para hacer publicidad del gobierno todavía en el poder.

Hoy, por ejemplo, ha habido motivo para ponerse medalla honoris causa, al enterarnos, aunque ya lo adelantó el Señor Rajoy en una de sus entrevistas ( porque “el presi” en estos días está que en cuanto se entera de algo bueno en su mandato, lo escupe en seguida a los medios de comunicación, con una incontinencia verbal exacerbada), que la esperanza de vida en España es de 83 años, y que sólo está por delante nuestro Japón. Otra medallita para el gobierno. Ya se sabe, y lo digo por el contenido sacro que puede tener la palabra "medalla", que tantos años de catolicismo y mantilla han dejado huella hasta en el ADN.

Lo que no se dice, en la citada noticia, es que si no se hubiera recortado en Sanidad en los últimos años, quizás ahora desde nuestro retrovisor veríamos a los japoneses quedando cada vez más atrás, y con evidentes caras de envidia.

De todas maneras, este vecino del mundo que siempre piensa mal, y es que como cantaba Jeanette , “yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así…", tiene otra teoría.

Más de uno, entre los que este vecino se incluye, intenta cuidarse por aquello de que cuando veas las barbas de tu vecino cortar… A ciertas edades uno ya no está buscando lo que se denomina como "tableta de chocolate",  para impresionar a la chica de turno, sino que intenta cuidarse para molestar lo indispensable a la parienta, a La Nuri en este caso, y a la familia en general, que serán los sufridores del futuro, si, tú, te encuentras mal.

Quien más quien menos, a no ser que sea un egoísta nato, y que esté convencido de que tras él no hay nada, al ver a sus vecinos, por ejemplo, tan ancianos, y tan … sólos, se ha hecho una serie de preguntas, y que nunca son verbalizadas. Pero más de uno, y de dos, no queremos que para vivir más, tengamos que pisotear a los demás, por aquello tan simple de donde empieza la libertad de los demás, termina la tuya.

Una vez de haber llegado a este circo que algunos llaman “vida”, se trata de sobrevivir molestando lo mínimo.  Ese es un gran motivo para cuidarse, y no la tableta de chocolate para impresionar. El chocolate  siempre es para comérselo, porque seguro que te sienta mejor que esas pastillas azules. 

Por cierto, más de uno se imaginará esa pastillita azul, colgada en una pared, dentro de una especia de urna. Como esos pequeños martillos que se pueden encontrar, por ejemplo, fijados a cierta altura, en cualquier autobús, con la leyenda: “Sólo usar en caso de emergencia”.  Sin embargo, este vecino del mundo está convencido que de guardar algo para caso de emergencia, siempre tiene que ser "el cerebro". Nuestra primera y última esperanza, como hubiera dicho Agatha Christie, tiene que ser nuestra materia gris, que nos haga diferenciar lo que es bueno y malo para nosotros. O lo que la filosofía popular viene denominando como "ser nuestro mejor amigo".

De todas las maneras, y ya para terminar, la expresión “esperanza de vida” está muy bien buscada. Entre otras cosas porque ya se sabe que la esperanza es lo último que se pierde, como la vida misma. Y en ese caso, no vas a ir a nadie a reclamar que te has quedado solo con la esperanza, y otro se ha llevado la vida...

*FOTO: DE LA RED

martes, 20 de octubre de 2015

SALIENDO DEL ALMARIO...



Diplomado en desazón por la Universidad de mis intimidades. Catedrático de pensamientos impuros.

Hay palabras de las que nunca nadie te ha explicado su significado, pero cuando sientes, no te cabe la menor duda de qué es lo que te está pasando. Desazón. Te sobran y te faltan palabras. Te sobran las pruebas de lo que sientes, te faltan direcciones para saber cómo solucionarlo.

Te sobran los miedos y te faltan los abrazos. Porque el enemigo, la desazón, aparece en cualquier momento, y necesitas un abrazo sin dar explicaciones.

Te sobran los conocidos y te faltan los amigos.
Te sobran los terrenos desconocidos y te faltan islas que aíslan.

Desazón. Cuando te sobra poseer y solo necesitas sentir. Cuando estás harto de seguridades inciertas. Cuando el pasado suena a ciencia-ficción y el futuro es un jeroglífico egipcio.

Varios masters en desazón por la Universidad de la experiencia y monitor de corazón roto por la desidia. Ampliando estudios cada noche de luna llena. Surfero sin tabla de salvación, a la búsqueda de la ola perfecta para desaparecer de mí mismo.

Desazón. Catador de alcoholes que te hagan decir la verdad porque nunca la has sabido, y te niegas a inventar. No quieres arrepentirte de volverte a arrepentir.

Arquitecto de castillos en el aire contaminado por fumadores pasivos del cigarrillo de después.

Diseñador de ventanas ciegas con vistas a ninguna parte.

Sexador de asexuados. Capador de sueños no nacidos. Estratega mayor en el país de la sinceridad.

Pintor de horizontes perdidos con colores fríos de muerte. Escultor de mentiras piadosas para suicidas en ciernes.


Demasiados trabajos en el almario y tanta desazón como para poder exportarla. 

Por cierto, y ya para terminar, los enanos hace años que me crecieron y ahora despuntan en un trabajo de altura en el Circo de la vida.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 10 de octubre de 2015

UN FREELANCE DE LA VIDA


No sé si a vosotros os habrá pasado igual, pero como las costumbres van cambiando un día sí y el otro también, llega un momento en que un buen día te encuentras comulgando con ruedas de molino, o como hoy me ha ocurrido.

Estábamos, La Nuri, mi sufrida, y este vecino del mundo, viendo un reportaje en televisión, en el que salía un cantante, que aunque ya tendrá sus añitos se le puede considerar como de la nueva hornada por hacerse cantante tras un affair con una famosa. Y La Nuri me ha dicho: -Este chico tiene que ser gay.- Y si algo detecta rápidamente una mujer es eso. Parece que lo capta en el ambiente. A lo que yo le he contestado sin parpadear: -En todo caso le dará a todo, porque ha salido con esa famosa durante más de un año.

Y he comprendido que lo de “darle a todo” lo había considerado como si cambiar de hábitos sexuales fuera algo así como aprender a andar en bici, que tras unos días de dudas, una vez de empezar a pedalear, no paras.

Algunas veces pienso en que si algún pariente nuestro, que hubiera fallecido hace ya unos veinte años, volviera con nosotros, del susto volvería al cementerio pero por voluntad propia.

Los programas de la televisión, por ejemplo, para bien o para mal pero no son ni la sombra de lo que fueron.
Antes en los Telediarios se diferenciaban las noticias culturales de los estrenos de cine, que en realidad es publicidad encubierta. Y en los programas de entrevistas salían famosos de verdad. No la novia de uno que ha salido durante varios meses con una famosa que, en realidad, no sabemos por qué lo es. 

No se deberían de hacer entrevistas a personas que siempre son unos bordes y no conceden entrevistas a nadie "porque su vida es suya”, pero ahora les interesa porque tienen o un disco, o un libro, o algo que quieren “vender”

Antes se iba a la búsqueda de la noticia, y  ahora se crea noticia de un producto que se quiere vender y se ofrece a todo el mundo.
Antes, de los presentadores de la televisión, por ejemplo, no sabías nada. Ahora, ellos mismos dan y crean noticias. Y además, no "sirve" alguien que tenga una, digamos, y que se me entienda, una sexualidad aburrida.

Todos quieren ser tratados sin ser discriminados por su opción sexual, pero algunas opciones sexuales se presentan como lo más de lo más, como valiente, como romper o explotar el armario en mil añicos. Y eso debiera ser lo menos importante. Lo importante siempre tiene que ser el amor, así, sin letra pequeña.

Y ahora hay amores, como los nuevos contratos, que duran un día. Y tardas más tiempo en contarlos con pelos y señales, que lo que has amado, o te han amado.

No sé si son los años que vamos cumpliendo, que lo serán, y que van pesando, pero en ciertas cosas hemos salido perdiendo. Como con ese sentido de la familia. Ahora hay demasiado “yo”, y poco “nosotros”. Demasiado “porque yo digo lo que pienso”, y muy poco “comprendo lo que me has dicho”, porque en realidad, ahora se escucha poco. Solo esperas a no oír sonido contrario para insertar tu perorata.

Al final, lo mejor será ir por libre, ser un free lance de la vida. Y como vas viendo cómo funciona ésto de estar vivo todavía, es mejor no perder el tiempo e ir diciendo lo mucho que quieres a los que quieres, que dar a entender lo mal que te caen, los que te caen mal.

Será mejor amarnos, los que nos tenemos que amar, ahora que tenemos tiempo, y decir, incluso, un “¡Viva el vino!” ahora que junto al  tiempo, nos han dejado todavía un poco de calderilla…

*FOTO: DE LA RED



domingo, 16 de agosto de 2015

LA DUQUESA DEL GUISANTE Y OTROS PERSONAJES PARA ADULTOS


Que sí, somos demócratas prácticamente desde anteayer, pero que ahora resulta que somos demócratas de toda la vida, aunque en el fondo, e incluso en la superficie, somos unos clasistas, y con mucho cuento, y eso se demuestra fácilmente con la prensa del corazón, que practica todos los días ese famoso dicho tan español como es “más vale caer en gracia, que ser gracioso”.

Un cuento, que una joven, muy guapa ella, eso sí, licenciada en derecho, eso también, se casa con un torero de estirpe, de esos que hablan más fuera de los ruedos (generalmente delante de un anuncio, ¡Cosas del destino!), que en el ruedo, y diseña unos cuantos trajes, pues le nombramos “diseñadora”, que además “viste” muy bien, y nunca mejor dicho. 

¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de diseñadores famosos que hay últimamente? Casi tantos como famosos que han escrito un libro.

No comprendo a los diseñadores, esa profesión tan selecta que busca ideas nuevas y regeneradoras. Igual deberían de  hacer un descanso en su conexión con las musas, y encararse con tanto advenedizo, que no ha estudiado ni un cursillo de veinticuatro horas. Lo que ocurre, muy probable, es que no “puedan” decir nada porque más de una vez tendrán que trabajar como “negros” de ellos, para ganarse la vida; porque ésta es muy dura si no tienes un nombre. Y, paradójico, más de uno y de una de los famosos, lo único que tiene es eso, un nombre.

Otro cuento, que una cantante, española, muy española ella, y que puestos a cantar cantaba hasta a las olas,  tenía tres hijos, dos de ellos adoptivos, y a la hora de dejar su herencia, que parece estar en su derecho, deja prácticamente todo a su hija biológica, salvo la casa en la que vivían a repartir entre los tres hijos. Para el común de los mortales, digamos, que el panorama no pinta muy normal, pero sale la prensa, no toda, naturalmente, y dice que no ha pasado nada, porque, claro, los hijos pequeños, los adoptivos, tienen a su padre vivo (el padre de la mayor ya murió),  para sacarles las castañas del fuego.

Y por último, el cuento de la Duquesita del Guisante.  Le han pillado con uno de los actores de moda, talludito él, pero buen actor, pues se arregla fácil: son pareja. Nadie ni confirma ni desmiente, aunque no se les haya vuelto a ver juntos. Eso sí, es que él ha estado rodando fuera de España, y las circunstancias son las circunstancias. Al común de los mortales le pillan con una mujer, tan solo dos veces, y con nocturnidad y alevosía, y se dice que “Fulanito de Tal” está teniendo una aventura; luego ya se verá.

Ocurre que en según qué niveles de España, no se folla. Es la pura verdad, no se folla, solo se hace el amor. Follar, y pidiendo muchísimo perdón a mis lectores por escribirlo, solo lo hace la plebe, especialmente esa que sigue al Hamelin de la coleta. Además, para esa misma Duquesita, el tiempo pasa de otra manera, más lentamente. Hace más de quince años que pasó la treintena, pero la prensa, especialmente hablada, vía televisión, le sigue tratando como a una niña, pero ya no le damos importancia, porque es cosa de todos los días.


Lo dicho, en España siempre ha sido mejor caer en gracia, que ser gracioso, porque el panorama además no está como para partirse de risa, sino como para que te partan por reírte…, aunque sea por no llorar.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

miércoles, 15 de julio de 2015

APRENDIENDO DE LA VIDA



No somos máquinas, ni falta que hace, pero algunas veces una buena siesta equivale a “resetear” en un ordenador, descargar todos los “archivos” que has ido acumulando durante el día, todos los sentimientos que no se han asentado todavía en la piel.

Y es que, aunque ya hace años que dejé la vida estudiantil, de vez en cuando la misma vida te plantea una especie de exámenes, que en realidad no son de estudiar, pero sí de poner en práctica la experiencia acumulada durante la vida.

Me explico. Uno de estos días, para no dar más pistas, es el cumpleaños de La Nuri, mi sufrida, y no es que quiera “sorprenderla”, lo que no quiero es "defraudarla". Porque por lo menos deseo que comprenda, como se diría vulgarmente, que me lo he currado a la hora de pensar en “su” regalo.

Ella, La Nuri, es eminentemente pragmática, y ya desde el principio de nuestra relación me dejó bien clarito la importancia que tienen para ella los regalos. En realidad, un buen regalo, y así también opina este vecino del mundo,  es la consecuencia de conocer muy bien a la persona a la que va destinado. Y en su universo no vale eso de los regalos, por decirlo de alguna manera, “envenenados”, que en realidad se lo regalas pero para disfrutarlo tú.

Me contó el caso de aquel marido que como regalo le "endiñó" a su mujer (porque no hay manera mejor de explicarlo), compañera de trabajo de La Nuri, una tostadora, para el pan naturalmente. Especifico ésto porque la que se tostó por el consiguiente cabreo fue ella. Aunque, como el dicho popular recuerda, “a cada cerdo le llega su San Martín”, y al marido de la susodicha le llegó el día de recibir “su” regalo, y la compañera de La Nuri, en parte “asesorada” por mi sufrida, ya me entendéis, estuvo sembrada. Le regaló un paquete bien grande, porque en los regalos hay que ser espléndidos, de pan de molde.

Ni que decir tiene que su marido aprendió bien la lección, y este vecino del mundo  cada vez que quiere significarse con un regalo, lo tiene más que en cuenta.


Además, y hablando en serio, estoy más que convencido, por la cuenta que me tiene en estos momentos de crisis, y de poseer un bolsillo lleno de telarañas, que un regalo no es una cuestión de “presupuesto”, sino de “estar dispuesto”. Y yo,  como diría la filósofa del pueblo (le habrán llamado de todo, pero ésto seguro que no), Belén Esteban,  por La Nuri, m-a-t-o.

*FOTO: DE LA RED