martes, 16 de febrero de 2016

ANAÏS, ANAÏS, NO ACABES CON EL MACHISMO A CAÑONAZOS




A quién no le ha pasado alguna vez esa sensación de “esto ya lo he vivido antes”.

Esta noche pasada me ha ocurrido otra vez. Al ver en periódicos digitales resúmenes de noticias y,  de pronto, me encuentro con que este sábado pasado la jefa del Instituto Valenciano de la Mujer,  la socialista Anaïs Menguzzato , se descolgó con un tweet de esos que no dejan indiferentes, y que si seguro llega a ser componente de uno de esos partidos que son tachados de extremistas, inmediatamente hubieran pedido su dimisión, en el que dice “Mañana es San Valentín. Ese bendito amor romántico bajo el q se camuflan el machismo y la violencia de género. No lo celebres, denúncialo..”


Y tras apenas unos segundos, en el que me imaginé a un San Valentín con una pintada en rojo sobre él, que decía "machista", y revisando anteriores  artículos en el blog, este vecino del mundo ha recordado enseguida el por qué de esa sensación de déjà vu.


Hace apenas un año, en Enero del 2015 precisamente, Ángeles Carmona  (Presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejero General del Poder Judicial), declaró que quería eliminar el "piropo" porque según ella "supone una invasión a la intimidad de la mujer".


Personalmente, declaraciones de este tenor, y me refiero a ambas, solo se pueden explicar como querer destacar, y que se sepa quién es la que lo ha dicho y en qué cargo está. Y lo más importante, que ese día además ha ido a trabajar.


Por cierto, como este vecino ya sabe cómo va el tema del “machismo”, en este texto he mencionado a Anaïs Menguzzato y a Ángeles Carmona, dos mujeres, no por serlo, sino por intentar apagar incendios con fuego, o lo que viene a ser el machismo a cañonazos.


Seguro que Anaïs Menguzzato, como polític@ que es, pedirá respeto para los que se dedican a la política, y que no todos son corruptos, sino que la gran mayoría están llenos de buenas intenciones. Y ahora nos viene, porque implícitamente lo puede estar diciendo, que el hombre por ser hombre, o la mujer por ser mujer, son machistas practicantes.


Antes de hablar mal del día de San Valentín, o de lo que sea, poniéndole un velo machista, porque eso se puede hacer con todo, me gustaría que, por ejemplo, se diera una vuelta por todos esos programas de televisión en el que la juventud rinde un tremendo culto al cuerpo y a la fachada, y en el que culturizarse, o incluso leer un simple libro parece de friquis, y se verá que es “practicado” por hombres y mujeres.


Por ejemplo, y sin ir más lejos, en esta edición de “Gran Hermano Vip” hay una concursante, Charlotte, y que a este vecino del mundo por su manera de ser le produce gran ternura, es una joven que, como se suele decir, es de buena familia, y teniendo en cuenta que normalmente esa apreciación va ligada al dinero, en su caso diríamos que es de buenísima familia. A ella no le duelen prendas en decir una y otra vez, que se casará con un millonario. Y eso también es machismo, y viene en gran parte de lo que se ve en la propia casa, por decirlo de alguna manera, en los usos y costumbres. 


Este vecino del mundo fue educado, prácticamente, por su madre y por sus tías, y en la senda de que todos somos iguales, y que si quieres que te respeten, tienes que respetar. Y ahí también se incluye hacer la cama y todo tipo de cosas...


Por cierto, la crisis tampoco ayuda, pero como ahí, en la crisis, al menos un poco de culpa sí tendrán los políticos, nos hacen mirar a otro lado, por ejemplo, a fiestas puntuales, como puede ser San Valentín. La fiesta en sí no tiene la culpa, en todo caso la publicidad de las celebraciones sí, pero hay también se mueve el dinero, y mejor no tocarlo.


A todo aquel que ha sentido, y siente, mariposas en el estómago al ver a la persona que tiene a su lado, no se le puede decir que no regale nada en San Valentín, ni en cualquier día del año. Y, Anaïs, si no me comprendes, porque nunca has sentido esas mariposas maravillosas revoloteando por tu estómago, diría que me produces pena, pero me ibas a tachar, seguro, de machista; simplemente te aconsejo que te lo hagas mirar. 


Y, por cierto, para aclarar temas, todo el tiempo que me he referido al amor, lo he estado haciendo simplemente pensando en dos personas, no en un hombre y en una mujer. Espero que se me entienda, porque quizás ahí puede radicar uno de los problemas del machismo, el no tratarse como personas en igualdad de derechos. Sin necesidad de sacar los lanzallamas a la calle.

*FOTO: DE LA RED



sábado, 13 de febrero de 2016

CORRE, FRAN, CORRE



Lo de Francisco Nicolás Gómez Iglesias es un gran libro, siempre me negaré a catalogarlo como “culebrón” por lo despectivo que resulta, que lo estamos escribiendo entre todos. Y lo de ayer en el “Deluxe” es de juzgado de guardia, literal.


Para marcar las distancias y no engañar a nadie, porque nunca es mi intención desde estas páginas, hace tiempo que me declaré simpatizante y defensor de él, lo cual no quiere decir que él esté limpio de errores, y además es el primero en decirlo.


Francisco es una rara mezcla entre Peter Pan, Don Quijote de la Mancha y Forrest Gump, con el claro poder, al menos desde mi humilde punto de vista, y sin pretenderlo él, de desenmascarar a la gente.


Por cierto, el viernes de la semana pasada, y tras pasar por el polígrafo, se encendieron todas las alarmas, y quedó un cierto regusto a miedo. Por eso, se puede pensar que lo de ayer era una manera de desactivar las alarmas reales, o las reales alarmas, que de todo puede haber en la viña del señor, y entiéndase por “viña” incluso desde un cortijo a un palacio…


Ayer, y desde mi punto de vista, quedaron muy tocadas, y sin pretenderlo Francisco Nicolás, lo cual es lo mejor que tiene, una María Patiño, cada vez más personaje que periodista, y empeñada una y otra vez en querer ver en él el comportamiento de otros muchos que han ido pasando por el programa, y que bien pudieran ser clones los unos de los otros.


Además, la Patiño y su vena juegan, y jugaron ayer también, a dar un órdago con su solvencia profesional, queriendo olvidar que con la cantidad de veces que aseguró en su momento, que se iban a separar La Campa y Jesulín (al final más de uno estaba convencido de que no se separaban para poner más de los nervios a la periodista de raza), su solvencia hace años que quedó sepultada entre muchas capas de orgullo y paripé.


No me creí, ni me creo en ningún momento, que Francisco Nicolás, estuviera detrás del negocio de las fotos con Ylenia, porque él no tiene maldad, y se ve a la legua. Él siempre ha estado más por historias de espías, y su libido estaba en el poder.


Visto desde el otro lado de la pantalla, hace tiempo que veo en María Patiño, al poli malo y al poli bueno, pero todo junto, y revuelto, que es peor. Últimamente, y cuando va de farol, se le nota mucho, y si no va de farol, peor, que se lo haga mirar, porque entonces sus “fuentes” están más secas que la mojama.


Por cierto, tal como está el percal, creí que ya estaba vacunado contra el sonrojo, y, sin embargo, ayer lo hice en dos ocasiones, cuando oí que se ensalzaba (Kiko Hernández y María Patiño), todo es cuestión de gustos, claro, a Federico Jiménez Losantos. Sirvió de Norte de por qué zonas nos estábamos moviendo, y por qué La Patiño va siempre con la vena presta a estallar, demasiado sensacionalismo hasta para descansar.


La otra persona que ayer, no es que quedara mal, sino un pelín cruel, y como queriendo depilar con un destornillador, fue la psicóloga,  Irene López Assor. En fin, me imagino que ayer su código deontológico quedó traspapelado debajo del contrato de Francisco Nicolás, que se supone le daría permiso, y sé que además va diciendo, para más inri, que “no dije ni la cuarta parte de lo que pienso y observé…”, y lo entrecomillado es literal. Lo cual induce a pensar, que al menos como jurado hubiera sido desestimada su presencia porque ya venía, presuntamente,  con una clara opinión.


No se puede hacer una prueba que puede ser tan trascendental para alguien dando tanta sensación de premura, y no me refiero, por denominarlo de alguna manera, al "paciente", sino a la psicóloga. Se comenzaba prácticamente a dar los resultados, y ella todavía estaba corrigiendo, en el mejor de los casos, el último test. Se supone que los resultados se deberían de reposar, estimar, evaluar...


Esperemos que en un futuro, y personalmente temo al futuro porque todo va a peor, no se haga lo mismo con ningún resultado médico, porque en ese caso nos podemos enterar de que alguien, algún famoso, tiene cáncer porque se ha dejado chequear en riguroso directo. Y, como siempre, la culpa de darle el resultado de malos modos, tendrá él, el paciente, el entrevistado, y nunca, nunca, el programa.


En este mundo en el que la vida, la experiencia, y los años, te hacen ser un malpensado, hace tiempo que dejé de creer que las cosas pasan por casualidad. Y en el mundo televisivo, como en todos los mundos, existen también las cadenas de favor, y ayer tiene toda la pinta de que alguien, como hubiera dicho ese gran filósofo que fue Don Miguel Gila, se cobró un favor a alguien.


La conclusión ahora, y debido a su, en teoría, bajo cociente intelectual, es que Francisco Nicolás debería de ser tratado. ¡Bien! ¿Y hacia dónde llevamos su personalidad…? ¿Quién es perfecto? ¿Le explicamos que los molinos no son molinos, sino gigantes? ¿Que Aznar tenía razón, o estaba equivocado? ¿Que debe de seguir en el PP, o debe de alejarse de la política porque fue su principio y su fin?


¿Teniendo en cuenta la fauna que se ve en nuestra sociedad, por ejemplo, ser Estela Reynolds, es tan malo? Hubiera quedado más de psicólogo definir a Francisco Nicolás como Peter Pan, en el que incluso Ylenia podía haber jugado a ser Campanilla, pero siempre es más contundente, incluso machacante, llamarle Estela Reynolds. 


Quizás, haberle llamado Peter Pan, nos recordaría lo mucho que ha volado, y alto, este joven, y eso no sería conveniente. Y cuanto más alto vuelas, más ves, observas y tomas nota. Y ahora viene la segunda parte de volar alto, y que alguien tenga miedo de lo visto, y de lo oído: la caída, es mucho mayor. Y más si durante la caída te disfrazan de  Estela Reynolds.


Quizás, en el fondo, y es lo que puede doler a muchos, durante un tiempo habían encontrado “un tonto útil”, y ahora cuando muchos han salido por piernas al grito de “sálvese el que pueda” quieren que se quede el tonto, y lo de ayer puede formar parte del plomo que se le ha puesto para que se quede, y en el fondo.



Esperemos que nunca tengamos que terminar esta historia con el célebre y triste “entre todos lo mataron y él solo se murió”, porque a mí, Francisco Nicolás, me produce cuando menos ternura, porque no quiero que nadie me dé pena, aunque todos los días le traten mal, como a un Forrest Gump cualquiera. Quizás, como él, como Forrest, debería de comenzar a correr, y no parar.


*FOTO: DE LA RED


viernes, 12 de febrero de 2016

AL DIOS DE LOS ROBOTS



He leído estos días lo tecnológicamente “pretty perfect”, como diría un cursi, que estamos logrando ser, consiguiendo, por ejemplo, que un nuevo robot  pulverice el récord para solucionar el cubo de Rubik con solo 0,887 segundos.

El día que necesite imperiosamente solucionar ese problema, el de Rubik, ya puedo estar tranquilo. Incluso a lo mejor, cualquier día de estos descubrimos que el resolver el problema del citado cubo es la llave a un mundo mejor...


Mientras, ya que por ahora no hay ningún impuesto sobre ello, y es de lo poco que se puede hacer en un periodo de crisis, me quedo pensando sobre esa noticia. ¿Eso es bueno? ¿Es importante? Realmente lo será. Pero quizás este vecino del mundo vería un avance en la ciencia, el día que un robot al leer, y comprender, un periódico, supiera distinguir las noticias positivas de las negativas, evaluara el panorama general, y como opinión sincera, si procediera, llorara,  y llorara amargamente además, mientras intenta desesperadamente desconectarse de un mundo que no le gustara nada.


Habremos adelantado en ciencia, en tecnología, y todo lo demás, el día que se diseñe un robot que aprecie los paseos matutinos, el andar por andar, el saborear el roce del viento sobre el panel de su cara. El dejarse llevar por el susurro de la naturaleza. Incluso, conseguiremos la vida artificial plena, el día en que un robot al leer que los muñecos de unos titiriteros han sido detenidos, y que estos, los titiriteros, ya no son considerados peligrosos porque no tienen los muñecos, se partan de risa y consideren seriamente si en realidad son tan perfectos al venir de las manos de gente con esa mentalidad.


Nosotros nos hemos criado en la creencia de que Dios está en todas partes, y que prácticamente cuando estás pensando y planteándote algo, Dios ya lo sabe, no sé si por redes sociales celestiales mandadas por tu ángel de la guarda, que actúa en este caso como chivato, o confidente, pero Dios ya lo sabe, en una especie de Gran Hermano y Dictador todo junto. 


Sin embargo, el Dios de los robots, sus creadores, o sea nosotros, tienen un nivel muy bajo de criterio, tanto como para meter en su purgatorio, o en su infierno particular a unos títeres, o incluso el llegar a pensar que un titiritero sin títeres no es peligroso, si es que antes lo fuera, porque el peligro lo debe de tener entonces la marioneta, lo cual a un robot filosófico tiene que hacerle plantearse lo triste y estrecha que es su existencia, con un Dios que piensa esas cosas. 


Eso, sin que el robot llegue a la conclusión todavía, de qué futuro le espera dedicándose a resolver cubos de Rubik. 

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 10 de febrero de 2016

LA INCONSCIENCIA Y EL MAR



Llevamos varios años en Donosti, que entre temporal y temporal no hacemos para chapa y pintura, en una especie de “Día de la marmota” pero sin efectos especiales digitales, y fomentando la albañilería. 


Estos dos días pasados nos ha quedado mejor el espectáculo improvisado de la mar cabreada, de cara a la “Capitalidad Cultural Europea", que el espectáculo del puente, en teoría pensado y repensado, que costó seiscientos mil del ala.


Este lunes cuando ya se anunciaba a bombo y platillo  el temporal que se avecinaba, y teniendo en cuenta que por la mañana había marea baja, un amigo, Koldo,  y yo nos adentramos en el Paseo Nuevo, y aunque, en teoría la mar, como ya he dicho anteriormente, se presuponía baja, parece que en el departamento de calderas, debían de andar  un poco despistadillos, y aquello se movía como si no hubiera un mañana. Y desde uno de los balcones que surcan el paseo, me aventuré tan solo por un momento, a sentir bajo mis pies la fuerza del mar. Y a este vecino del mundo que tiene  memoria cinematográfica, inmediatamente le vinieron dos escenas a su mente.


La primera, de una película que muy en contra de lo que la mayoría de la gente dice, a él le pareció un fiasco completo, una historia totalmente lineal, y eso teniendo en cuenta que el final ya lo sabes antes de entrar al cine. Este vecino del mundo se refiera a “Titanic”, y durante unos segundos mis brazos emularon a los del protagonista, Leonardo DiCaprio, detrás de la chica, con la diferencia de que no estaba el tema como para hacerle ojitos a Koldo, y a nuestros añitos intentar cambiar de acera.


La segunda, es una película de la que tengo un buenísimo recuerdo, y que además algunas de las escenas se rodaron en Fuenterrabía . Me refiero a “Papillón”, y por un momento me vi como un  Steve McQueen cualquiera, contando siete olas para luego saltar buscando la libertad.


Y es que el contemplar la simple potencia (todavía estaba ligeramente esbozada porque faltaban unas cuantas horas para que aquello reventara en su plenitud) de la Naturaleza nos hace perder los papeles. De lo contrario, no se puede entender el comportamiento aparentemente juguetón, pero que visto fríamente es temerario, rozando, o pasando, la negligencia, de más de uno estos días.


Delante nuestro, y cuando ya el Paseo Nuevo está prácticamente visitando a la Isla de Santa Clara, había una familia en pleno, el padre con un bebé de meses en brazos, y otros tres niños de muy corta edad, el mayor no tendría más de siete años, jugaban a mojarse y escaparse de las olas que ya apuntaban maneras, mientras la madre, en teoría un poco más consciente, les esperaba más resguardada a unos cuantos metros.


Al ver el proceder de la familia, le pregunté a mi amigo: ¿Qué es lo que ves?
Y con una sonrisa me dijo: Que se lo están pasando pipa.
Ahora –continué- por un momento imagínate que ese señor es un famoso, por ejemplo, Paquirrín, y tiene la mala suerte de que le sacan unas cuantas fotos. ¿Qué es lo que ves ahora?
Koldo me miró con la confianza y complicidad que dan los años y simplemente me dijo: Veo un problema.
Y yo le contesté: Es más o menos lo que le ocurrió a Paquirri, cuando muchos vieron la foto en la que daba unos pases a una vaquilla con su hija de meses en brazos. Con la diferencia de que este señor no sabe, y él sabía lo que hacía.
Mi amigo mientras sonreía me dijo: De algo nos tiene que servir el anonimato.



Poniendo ahora rumbo al puerto, para llegar a la Parte Vieja donde sin duda algún “pintxo” caería, llegué a la conclusión de que sin duda el anonimato es el mejor disfraz. 


*FOTO: DE LA RED

lunes, 8 de febrero de 2016

DUELO DE TITIRITEROS, O LA TRADUCCIÓN DE UNA CANCIÓN INFANTIL



¡No puedo más! He estado todo el fin de semana acordándome de esa canción popular que muchos niños, de los nacidos a finales de los cincuenta, cantábamos cuando salíamos de excursión, la de “Vamos a contar mentiras”, y ha llegado el momento de explotar…


Siempre me atrajo la canción por lo transgresora y rompedora, al menos me lo parecía desde mi mirada, entonces, infantil. Era una especie de poner el mundo al revés. Quizás tenía mucho de “Alicia en el país de las maravillas”, cuando no conocía ni a Alicia, y el mundo, además, a mis cinco o seis años, con todo por descubrir, era una pura maravilla.



Pero quizás el punto álgido de la canción, me lo parecía a mí entonces, era ese momento de


...Por el mar corren las liebres
Por el mar corren las liebres
Por el monte las sardinas tralará...



Y, ahora (más vale tarde que nunca), he visto claro que esta canción es una especie de crónica, por desgracia, de nuestra España actual.


Una España donde siendo corrupto, político o no, puedes caminar por la calle; y los titiriteros, en el fondo y en la superficie actores y artistas, pueden ir directamente a la cárcel, como ha ocurrido este fin de semana en Madrid, Villa y Corte, y la llave tirarla al mar  para ser custodiada por las liebres de la canción, sin que nadie parpadee. 


¿Que la obra, la citada obra, de la que todos hablan hoy, y que muy pocos han visto, lo cual no es óbice,  no era para niños? Totalmente de acuerdo. 
¿Que no era un lugar, hora, ni momento para el citado contenido? Otra vez, totalmente de acuerdo.


Pero, señores, que dos actores, que es lo que son, al fin y al cabo, estos titiriteros, están en la cárcel, en una España, que para sorprender desde el punto de vista picaresco te las tienes que ver y desear, es un auténtico sinsentido.


En un país donde las obras de palacio van despacio y que cuanto más robas, más tiempo tardan en juzgarte, por una obra de teatro, que en el fondo es lo que es, primero, te meten en la cárcel y, luego, ya veremos.


Que se depuren todo tipo de responsabilidades, porque por de pronto hay una obra que no debía de haber sido representada a la hora en que lo fue, ni para el público al que se ofrecía. Alguien cerró un contrato para, cuando menos, un momento inadecuado, pero creo, sinceramente, que los titiriteros en la cárcel es como los cristianos ante los leones, una parte más del circo, "customizado", eso sí, e inmenso en el que estamos.


Evidentemente, alguien, algún empleado o técnico del Ayuntamiento de Madrid debe dimitir o ser cesado, pero más de uno de los que se están rasgando las vestiduras, y que ahora están en la oposición, en Madrid, ya solo pensando  en el triste caso "Madrid Arena", en el que fallecieron cinco jóvenes, tienen más cara que espalda.  Y los que "no sabían, no opinaban, no hablaban" en ese momento, ahora están tirando opiniones como piedras.


Y es que quizás fueran más permisivos entonces, porque a la postre se trataba de un negocio, que iba a generar mucho dinero, y fácil, y se supone, que negro además en su gran mayoría, y ahora  lo que se movía eran ideas, ideas quizás equivocadas para muchos, pero ya se sabe que a las ideas las carga el diablo, y si además ese diablo viene del infierno de la "Cultura", doblemente diablo.


De todas maneras, y muy en el fondo, ésto también se trata de un duelo de títeres, unos, los de andar por casa, están ahora en la cárcel, y otros, más sofisticados, quieren seguir dirigiendo los hilos, los nuestros, desde la oscuridad del anonimato, mientras nos aseguran, que por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas, o lo que es lo mismo que decir, que siempre se hace lo que el pueblo quiere.  ¡Hay que joderse!


*FOTO: DE LA RED

sábado, 6 de febrero de 2016

ESTACIÓN ESPACIAL "DONOSTI"



Este vecino del mundo está convencido de que el tiempo es el mejor contador de chistes. Eso sí, algunas veces tienes que ayudarle con tu mirada, para ver cuando menos el lado irónico.


Hoy, por ejemplo, Sábado de Carnaval, y frío invierno disfrazado de día espléndido, no ha podido ser mejor fecha para que comenzaran los autobuses en la nueva estación donostiarra, en Atotxa, muy, muy cerca de donde estuvo el anterior y siempre recordado campo de fútbol.



Y es que el parto de esta estación de autobuses ha sido más lento que el célebre parto de los montes. Ya he contado más de una vez, que la estación, por llamarla de alguna manera, que se ha cerrado ahora, en Amara, en realidad ha sido "provisional", y si "las obras de palacio van despacio" en Donosti más de una vez han podido parecer parapléjicas, siempre con lucha de egos tanto en primer como en segundo plano, y que ha dado como resultado más de treinta años de dimes y diretes.


Hoy sobre las doce del mediodía, este vecino del mundo, y durante un paseo aprovechando un día que al ser carnavalero se había de disfrazado de sabor caribeño, aunque fuera por pocas horas, ha ido a ver la nueva estación. 


Por un momento, al llegar, ha creído que se había confundido y estaba en el medio de un congreso de jubilados. Sin embargo a los pocos minutos ha comprobado que lo del congreso iba en serio, pero que  realidad había gente de todas las edades, y el congreso era de "Arquitectos".


Todos hemos sido invadidos por ese espíritu tan nuestro también, y que se resume con "después de visto todo el mundo es listo", y éramos fuentes de sugerencias para combatir las pegas que todo el mundo veía, y que más de uno quería juntar (cosa que a este vecino no le ha parecido justa), aunque fuera solo por la proximidad, tanto de lugares como de fechas, con la debacle de esa ceremonia de inauguración de la capitalidad europea , y esos seiscientos mil euros de factura que todos recordaremos, y que más de uno esgrimirá a la hora de votar en próximas elecciones, a modo de la célebre "venganza del chinito".


Tras ver las instalaciones, y con unos sentimientos tan ajenos a los que en un primer momento creía el vecino que le iban a invadir, se ha acordado de las palabras de un amigo íntimo que tras recuperar un piso, que en realidad era de sus padres, tras un divorcio complicado, y mucho tiempo de juicios, al volver al piso y en la soledad de la añorada casa se dijo: Tanto esfuerzo para ésto...


Y es que después de tantos años y cambios de ubicación, en realidad, no deja de ser "eso", una simple estación de autobuses, que por lo deseada y costosa, cuando menos en esfuerzos, debería de ser al menos una estación espacial, y que en mi humilde opinión, incluso para eso, se puede quedar "cortita" en poco tiempo. 


Quizás, también, puede ser cosas de la edad de este vecino del mundo, y que a uno le criaron, con la costumbre que existía entonces, finales de los cincuenta, comprándole ropa siempre varias tallas más grande, con la filosofía de "para cuando creciera", y aquí no se puede crecer.  Eso sí, como marco incomparable y objeto de fotos, y de futuras películas que se pudieran rodar en estos lares, que es a lo que estamos acostumbrados últimamente, "ciudad de foto", cuando menos es muy digna. El silencio, en este día carnavalero, disfrazado de oposición me está respondiendo: "Solo faltaba, con lo que ha tardado".


*FOTO: DE LA RED


jueves, 4 de febrero de 2016

DOROTHY SÁNCHEZ Y EL MAGO DE OZ




Leo hoy que  “El lunes 4 de enero un total de 545.814 trabajadores fueron dados de baja de la Seguridad Social por sus empresas.”  


Las cosas no son como parecen, nunca lo son.


Mientras creíamos que toda España estaba esperando un regalo la Víspera de Reyes, en la práctica más de medio millón de personas acababan de ser despedidas, o lo que es lo mismo, muchos de ellos habían trabajado dos o tres semanas, por Navidades, y les devolvían a la cruda realidad.


Y mientras, nosotros, los españolitos de a pie, ese mismo 5 de Enero, una parte dándole caña a Manuela Carmena por la Cabalgata de Pasarela Cibeles que había firmado, y la otra repartiendo estopa  por un tweet "No te lo perdonaré jamás, Carmena", a Cayetana Álvarez, exdiputada del PP, por  poner la ilusión o, en realidad, desilusión, de su niña de seis años por lo que había quedado de la tradicional  cabalgata de Reyes, como ombligo de su mundo.


No sé si la mayoría nos miramos al ombligo mientras nos roban la cartera o el trabajo al que todavía tenga, o los árboles no nos dejan ver el bosque, pero al final la culpa, como siempre la tendrá ese jubilado, al que, en el mejor de los casos, le han subido unos cuatro o cinco euros.


Y es que una de las versiones oficiales, ya que las versiones siempre son a la carta, para leer lo que conviene al departamento de turno, es que ahora los jubilados viven muchos años, y este vecino del mundo al que algunas veces se le desboca la imaginación, ya se imagina a un grupo de asesinos del estado cargándose a unos cuantos jubilados, “eso sí, que parezca un accidente, para que nos cuadren las cuentas".


En una España en la que oficialmente ahora entramos en Carnavales, llevamos de excesos carnavaleros mucho más de lo debido. Unos, disfrazados de banqueros y tarjetas black, otros diseñando obras faraónicas en memoria de su repajolera madre, o padre, que también tiene derecho, y otros disfrazados de ciegos jefes para no ver el desmadre que les rodea.


Y en este mismo momento tenemos a un Pedro Sánchez disfrazado de Dorothy, que en una especie de bonoloto gigante está rellenando unas casillas para imaginar un futuro gobierno, y que luego, que esa es otra, tras conseguir “la fumata blanca” del consenso, las musas le sean propicias, al Señor Sánchez me refiero, y acierte con el camino de las losas amarillas que nos lleve a todos hasta el Mago de Oz. Eso, suponiendo que Oz esté también dentro de, como se decía antes, el Mercado Común Europeo, porque si el Edén estuviera fuera, mejor nos vamos olvidando…



Voy a disfrazarme de hombre feliz, y a tomarme las pastillas de la tensión que no quiero que se termine el guion de mi vida...


*FOTO: DE LA RED

miércoles, 3 de febrero de 2016

LA MUJER DEL CESAR Y EL CISNE (O BAREI A EUROVISIÓN)



Si por algo está este vecino del mundo orgulloso es porque desde esta atalaya, A TROCHE Y MOCHE, que el próximo agosto cumplirá seis años, ha observado, y por supuesto se ha sentido observado, en una especie de ejercicio de ida y vuelta, siempre diciendo  lo que le ha salido de las entrañas porque le parecía justo lo que en cada momento exponía. Cuidando siempre las formas, y prefiriendo dejar algo en el tintero, y sustituyéndolo por ironía, antes que faltar por faltar.


Lo que ocurre es que hoy no me puedo callar tampoco, aunque me resultaría más cómodo mirar para otro lado, pero cuando algo no me parece justo, debo decirlo.


Para estas horas todos sabemos ya que tenemos concursante, Barei, para el Festival de Eurovisión de este año, aunque la mayoría todavía no “domine” su nombre porque también para esa gran mayoría sigue siendo una desconocida, lo cual no quiere decir que no lleve mucho años, desde el 2001, en el mundo de la música.


Sin embargo, hoy han salido a la palestra unas informaciones que en la humilde opinión de este vecino del mundo pueden dar otra visión de la “ceremonia” del lunes pasado.


De rbara Reyzábal González-Aller, verdadero nombre de Barei, pocos sabían en ese momento que pertenece a una familia, por lo que dicen, multimillonaria: Los Reyzábal.


El abuelo de Bárbara fue el burgalés Julián Reyzábal Delgado (1903-1978), un campesino emigrado, que como se suele decir resultó ser un lince en los negocios, y entre otras cosas llegó a fundar la productora “Ízaro Films”, con muchos éxitos del cine español de los setenta, incluyendo las pelis de Esteso y Pajares. Y siendo propietario de muchas de las mejores salas de cine de Madrid, ejercía con sus películas como “Juan Palomo”.


También fue el propietario del Windsor, aquel gran edificio y que los más jóvenes recordarán especialmente por su incendio. De la famosa Torre Picasso se dice por ejemplo, que la familia tiene el veinte por ciento...


De lo poco que he relatado, porque en realidad son unas breves pinceladas de lo mucho que tiene su familia, muchos os estaréis preguntando el por qué contar todo ésto. Más que nada porque en este tipo de programas, al del pasado lunes me refiero, en el que se eligió al cantante y canción que nos va a representar en Estocolmo este 14 de Mayo, siempre se le suele dar una capa de justicia democrática, en el que se supone todos tienen armas equiparables. Y al final este año se ha visto que no ha sido así, al menos aparentemente.


Si ésto hubiera sido una carrera de coches, el coche de Barei cuando menos, y tras saberse su curriculum y posición social, se hubiera puesto en cuarentena. Es  más, estoy totalmente convencido de que más de uno de los componentes de Televisión Española tiene que tener la sensación de que les han metido un gol por toda la escuadra.


Este vecino del mundo no pone en duda la profesionalidad de Barei que como ya he dicho antes lleva muchos años en este negocio, porque lo es, y está detrás de algunos temas conocidos. Pero si ya en su momento no le parecía justo que Edurne fuera uno de los miembros del jurado, porque ya había coincidido toda una temporada en “Tu cara me suena” con otro de los aspirantes, Xuso Jones, con el que mantiene una relación de amistad, ahora, al darse a conocer que Barei ha trabajado en el último disco de Edurne, no me parece justo que las dos hayan coincidido en este evento, una dando, y la otra recibiendo.
Digamos que cuando menos no parece "higiénico".


Ni quito ni pongo, pero recuerdo esa famosa frase de que “la mujer del Cesar además de ser honesta debe parecerlo”, y si yo hubiera tomado parte en este programa como aspirante, ahora seguro que tendría la sensación de que se me ha ocultado algo muy, muy importante.


¿Que al final la canción la elegía el público desde sus casas en un 40 por ciento de posibilidades  y un 60 por ciento un jurado internacional, con Edurne incluida? 

Yo personalmente ya no me creo nada. Aunque ahora voy a hablar de otra cadena, La alegre, votando la gente desde sus casas, La Esteban ganó un concurso de baile, sin saber bailar, y un reality intentando la mayoría de la gente echarla desde el primer programa.


Quizás, lo justo hubiera sido poner las cartas sobre la mesa, y aclarando quién es quién desde el primer momento. 


Presentar a unos polluelos, y que todos pensemos que son patos, no es justo cuando a la larga descubres que uno era cisne.



Las sorpresas, si sobre todo son al final, dan cuando menos qué pensar.


*FOTO: DE LA RED

martes, 2 de febrero de 2016

EL ETERNO RUIDO DE SOÑAR CONTIGO...



Es curioso. Este vecino del mundo ojeando los periódicos digitales se encuentra con un titular que en el fondo pudiera ser un gran chiste:


Rita Barberá rompe su silencio y asegura que no ha adjudicado un contrato a dedo "en su vida".


Con respecto a la primera parte de la sentencia, “Rita Barberá rompe su silencio…”, raramente hemos visto a la Señora Rita Barberá callando, más que callada, porque siempre ha sido de esos políticos que se apuntan a un bombardeo. Y todavía recuerdo, desgraciadamente nunca lo podré olvidar, esas imágenes de toda una alcaldesa asistiendo desde una altura, en un gran balcón, a uno de los actos festivos de las Fallas.  Mientras, algún colectivo de "afectados por...", no recuerdo ahora exactamente cuál, se manifestaba, literalmente, a sus pies, con sus pancartas y letreros correspondientes y, ella entre risas les hacía todo tipo de mohines primero, y después abiertos gestos de repulsa. En una especie de aclaratorio discurso corporal se entendía claramente: “Yo no soy alcalde/alcaldesa de todo tipo de súbditos, sino del que se porta bien  y se calla”.


A la segunda parte de ese encabezamiento … y asegura que no ha adjudicado un contrato a dedo "en su vida" se podría argumentar que para adjudicar un contrato precisamente no hace falta hablar, sino asentir y buscar lugares comunes de entendimiento, como “tú me das y yo te doy” o “yo tengo y tú lo necesitas”.


Una vez soñé, y no lo había contado nunca por lo traumático que me había resultado el momento, con una Rita Barberá, sentada en el suelo, piernas cruzadas, sin ropa, pero colocada de tal manera que no se le veía nada, pintada totalmente de púrpura, y asemejándose a un gran Buda.


Fueron unos momentos, los del sueño y su traducción al despertarme, tensamente confuso-religiosos.



Recuerdo que me fijé en su mano izquierda, la cual se acercaba a su boca con un grano de uva negra entre sus dedos. En un momento dado sus ojos apuntaron a los míos y abrió, lentamente, su boca, como para decirme algo, y en ese momento se oyó un gran y húmedo eructo incrementado por un inmenso eco que duró incluso mientras ya estaba despierto…


¿Cuando los dioses no tienen nada que decir, solo originan fenómenos extraños?... Me lo he preguntado desde aquella mañana.


*FOTO: DE LA RED

lunes, 1 de febrero de 2016

BRUCE SPRINGSTEEN, AMOR POR NUESTRO JEFE




En Donosti prácticamente acaba de empezar lo de la “Capitalidad europea de la cultura 2016”,  y ya nos estamos echando los trastos a la cabeza  para ver quién tiene la culpa de esa, por decirlo de alguna manera, confusa ceremonia de apertura. Ya se sabe que el éxito siempre tiene cien padres y la derrota es huérfana, como dijo Napoleón Bonaparte, y aquí todavía se está deshaciendo, el que tuviera el libro de familia de tal ceremonia, para que nada le apunte a él.


Teniendo en cuenta que “la cosa”, la capitalidad, va a durar un año, pronto le parece a este vecino del mundo lo de  repartir mamporros a diestro y siniestro. Y por otro lado, prácticamente está pasando desapercibido la buena nueva de que este próximo mayo (el contrato al parecer ya está hecho) a falta de cerrar el día exacto, habrá otra nueva actuación del “Boss”.


Quizás, se deberían plantear los organizadores,  que detalles de capitalidad cultural son también éstos. Que un americano tan donostiarra como Bruce Springsteen vuelva a tocar aquí, no es fruto de la casualidad. Nos quiere y le queremos. Con las veces que ha venido, unas a tocar, y otras porque actuaba en algún lugar más o menos cercano, y prefería estar alojado aquí, nos ha presentado a toda su familia, incluyendo su madre. Y nosotros todavía preguntándonos eso de si son galgos o podencos.


Remedando hasta cierto punto las palabras de otro norteamericano, John Fitzgerald Kennedy, no nos debemos de preguntar qué puede hacer Bruce Springsteen por nosotros;  sino debemos preguntarnos qué podemos hacer nosotros por Bruce.


Aunque se diga que no le gustan al boss cierto tipo de reconocimientos, darle el Tambor de Oro sería, más que merecido, justo. ¿Que no pueda venir él a recogerlo el día de San Sebastián qué problema supone  para una Donosti de aldea global? 


Se manda una delegación donde él esté en ese momento, y conexión vía satélite se le hace saber todo lo que le queremos. Y para callar a esos que critican todo y por todo, se les puede decir eso de que sería la mejor publicidad a nivel mundial para nuestra ciudad.


Y es que, en el fondo, no sabemos vender nuestras cosas. En eso, y ya lo he dicho en más de una ocasión en este blog, nuestros vecinos, los bilbaínos, nos dan cien vueltas.


Si para darle el tambor de oro, hay que vestir el discurso de bilbainada, pues se viste y punto. Algo así como: Bruce Springsteen se merece el tambor de oro por ser capaz de preparar una gira a nivel mundial, con tal de tener una excusa para visitar nuestra querida Donosti una vez más.


Seguro que entre bromas y veras, tanto nuestro querido Bruce como nosotros, sabremos, en nuestro foro interno, que es la pura e irrefutable verdad.


*FOTO: DE LA RED






domingo, 31 de enero de 2016

CON EL CONTADOR A CERO



Digamos que no soy de lágrima fácil pero tampoco de los que opinan esa gran tontería de que los hombres no lloran. Si hay que embarcarse en ello, que sea con ahínco. 


Me imagino que en la vida normal lloraré, como creo que lo hará la mayoría de la gente, en momentos, cuando menos, íntimos, como la pérdida de un ser querido. Y, confieso que, por supuesto, en uno de mis grandes amores, en el cine, también lo había hecho, aunque hasta hoy había llorado, lo que se dice llorar, llorar, a moco tendido, tan solo dos veces.


La primera, y que me imagino lo habrán hecho la mayoría de los cinéfilos, fue al ver esa gran película, una auténtico homenaje del cine por el cine, como es “Cinema Paradiso”. 


Sin querer “desvelar” nada, intentando no utilizar ese anglicismo horroroso, como es “Spoiler”, diré que cuando se ven esas imágenes en blanco y negro, de besos escamoteados por la censura, y las primeras películas rodadas  por el protagonista, y  que ignoraba lo que habían sido de ellas, lo único que se puede hacer es dejarse llevar por los sentimientos transformados en lágrimas. No desvelaré nada al decir que esta película es una auténtica joya.


La segunda, y aunque no sea de tanta calidad cinematográfica como la anterior, está basada en un hecho real, y se titula   “Siempre a tu lado, Hachiko”. Interpretada por un ajustado Richard Gere, que es además uno de sus productores, cuenta en realidad la vida de un perro y de su extrema fidelidad. 


Recuerdo que en el cine, hace tan solo unos dos o tres años, intenté no llorar, más que nada para  que el espectáculo solo estuviera en la pantalla, pero una vez de comenzar a llorar, ya me dejé llevar, y el resto de la película la vi como si lo hubiera hecho desde el fondo de una piscina. Vi imágenes deformadas por las lágrimas. Pero, al final, sales del cine con una sensación muy parecida a si hubieras estado en unos baños turcos. Totalmente relajado y con la pérdida de unos cuantos kilos, de líquidos principalmente.


Y como se suele decir que no hay dos sin tres, lo de hoy ha sido hace apenas una media hora, y viendo una película por televisión, concretamente  en el canal AXN WHITE.


La película es “Me llaman Radio” (en el original “Radio”), y es del 2003. Interpretada en sus principales papeles por Cuba Gooding Jr., Ed Harris y Debra Winger.  Como en la anterior película, también está basada en un hecho real.


Es la historia de "Radio", el apodo de un chico solitario y con un cierto retraso, que patea su pueblo acompañado de un carro de esos de los grandes almacenes, y que le gusta mucho la radio y a la música. Auto-marginado hasta cierto punto, no habla con nadie, hasta que  un día, Harold Jones, el entrenador del equipo de fútbol del instituto se hará su amigo, y poco a poco su vida irá cambiando. Una película rebosante de sentimientos y valores. No perderse especialmente los minutos finales…


Totalmente recomendable, aunque no es una obra maestra, seguro que es más que probable que se te quedará en un rincón de tu corazoncito, y no la olvidarás, aunque quizás no quieras admitirlo.


Un consejo: si la ves, procura tener cerca una toalla tamaño sábana, y los ojos, no lo olvides, sin nada de rímel. Si olvidas esta última recomendación, al finalizar la película es más que probable que como se dice ahora, parezcas “afroamericano”, como el protagonista.



Me he quedado tan bien, y relajado, con tanto lloro, que creo que podré seguir soportando la realidad que nos rodeada. Ha sido, y creo que me entenderéis,  como una especie de poner nuestro contador de soportar desgracias a cero.


*FOTO: DE LA RED