Para dar una pequeña pista
del tema de hoy:
Mientras este vecino del
mundo escribe este texto, suena de fondo el tema principal de Zorba el Griego, una joya de Mikis Theodarakis.
Y es que llevamos una semana
que no se habla de otra cosa que no sea Grecia, y parece que hasta el tiempo ha
querido ayudar a recordarlo, y el calor se está acentuando aunque no sea
gramaticalmente.
Este vecino del mundo no es
ni economista, ni politólogo, pero quizás eso sea bueno para apreciar, con un aire de inocencia, lo que
simplemente se ve desde fuera.
A primera vista, pareciera
que esto es una novela negra en la que a los polis de tanto dar al griego de
turno para que cantara todo lo que se supone debiera saber, se les ha ido la
mano y se les ha quedado muerto debajo del foco, simplemente porque el griego
no podía decir más de lo que había dicho. Y ahora, claro, tienen que fingir un
suicidio aunque esté lleno de heridas y
hematomas, porque siempre es más fácil creer a un policía, por el simple hecho
de que se supone que está del lado de la ley.
Visto desde fuera también, los gerifaltes de la Eurozona se han quedado blancos ante un “paisaje” que no
contemplaban, por mucho que lo digan, y es que los griegos pasen por un referéndum,
porque siempre es mucho más fácil
controlar una conversación entre dos que entre tres, cuando, y más, este
tercero es multitud, y quizás el único que no tiene el futuro asegurado. Y de
eso se trata, de un futuro de muchas personas, y no de simples números.
Además la Señora Christine Lagarde, directora gerente del
Fondo Monetario Internacional, y Doña Angela Merkel, primer ministro de Alemania, con su imagen siempre en colores oscuros, dan “al
problema griego” una imagen más de drama en su estricto sentido. Capaces de decir que hay que extirpar un tumor patrio, sea de
donde sea, porque ya ha hecho metástasis en la economía, sin el menor parpadeo,
mientras, eso sí, ellas viven como tiene que vivir una persona de su estatus...
Por su parte, el Señor Rajoy
el tiempo que no está en el cuarto de baño por el apretón que le ha debido de
dar desde que se enteró de lo del referéndum, se pasa repitiendo a modo de
mantra "Si pierde Tsipras, será bueno para Grecia" cuando en realidad
está pensando que es bueno para él, porque en sus momentos íntimos, en los de un
Rajoy alejado del mundanal ruido, solo piensa en “Podemos” como una especie de
diablo, culpable de todo, incluso sabiendo que por el tiempo en que fue creado, ha sido materialmente imposible hacer tantas cosas mal, ya que entre otras circunstancias, estaban
ellos en el poder.
Hace tiempo que acabó "Zorba
el Griego" y ahora suena la banda sonora de “Los cañones de Navarone” con un
Dimitri Tiomkin en forma. Y, quizás sea el aire exacto de lo que pueda
ocurrir en el problema griego, bailar al son de la música que interpretan otros.
*FOTO: DE LA RED
*FOTO: DE LA RED