Esta noche estaba viendo “La Voz”, en Antena 3. Primer programa de esta temporada.
Comienza a cantar alguien, por la voz parece una mujer. Son audiciones a ciegas, y algunas veces la realización nos hace sentir la sensación de los coaches negándonos que veamos quién canta hasta bien pasado un rato de la canción. En este caso concreto, toda la actuación. Comentarios de los coaches: la voz de la chica es igual, igual, que la versión original. Normalmente suelen preferir que tengan carácter propio y hagan versiones. Nadie se da la vuelta.
Termina su audición, y ... Era Mercedes Ferrer, que en realidad era el original de una canción, “Vivimos siempre juntos”, que grabó con Nacho Cano, su autor, y que en tan solo la primera semana, en su momento, vendió trescientas mil copias. Ella, Mercedes, se va a casa, y ellos aunque no lo han reconocido, cura de humildad y a otra cosa, mariposa. Eso sí, Alejandro Sanz, con mucho oficio, agradeciéndole lo mucho que ha hecho por la música en España, y por estar ("ya no" le tenía que haber respondido Mercedes) en el programa…
Normalmente en estos concursos, el proceder de este
vecino del mundo suele ser, ver las primeras semanas, las conocidas como “audiciones
a ciegas”, unas siete semanas más o menos, y luego si me encariño con algún cantante le
doy al programa alguna otra oportunidad. Y es que la música, y su arte
asociado, es de las pocas cosas que están fuera de toda duda en este mundo.
Luego el programa se convierte en una verdadera
escabechina. En las audiciones a ciegas, todos los coaches practican la
seducción, y cada uno quiere llevarse al artista, o artista en ciernes, al
huerto, o al catre, pero en la siguiente fase, cada coach tiene que hacer limpia de sus
pupilos. Y ahí ya de lo prometido hasta metido, no me acuerdo, no me acuerdo. En casos como con Alejandro Sanz, en que gran parte de los participantes eligen estar con él, la calidad desperdiciada suele ser más que evidente.
Otro de los asuntos que no me gustan es que, normalmente,
cada jurado no sale de su zona de confort. Opina de lo que entiende, se moja de
lo que practica, que es comprensible… El problema es cuando aparecen voces “especiales”,
la mayoría relacionadas con la lírica, y que objetivamente sabes que al que
estás oyendo tiene buena voz, y lo está haciendo muy bien. Existen muchas
posibilidades de que nadie lo elija, y que se tenga que volver por donde ha
venido. Porque ellos, los coaches, son incapaces de ayudarles preparando sus
futuras actuaciones. Ponerse como un pavo para seducir al concursante y que se
vaya con él, es más fácil que luego darlo todo para que ese concursante salga
adelante.
Y ahí estamos. Viendo un programa que, al menos las
primeras semanas, está claramente rodado antes de la pandemia, y acabamos de
cumplir seis meses.. Aunque no han aclarado nada en los días de su lanzamiento,
es más que evidente.
Lo que viene siendo un programa de la máxima actualidad, y en el que sus mercedes (escrito y leido con recochineo), los coaches, han recibido una cura sino de humildad, sí de realismo puro y duro.
*FOTO: DE LA RED