lunes, 13 de mayo de 2013

SI ES MAYO, ESTAMOS EN FIESTAS


Siete y media de la tarde de un domingo en plenas fiestas de un pueblo del norte de España. Para no dar nombres, y me quieran mandar del pueblo, solo diré que es en Vizcaya.
Las fiestas empezaron este viernes pasado, sobre la hora del "txikiteo" de la tarde, siete y media. Desde entonces, este vecino del mundo solo ha oído tres cohetes. Me imagino que a los municipales les darían esos tres cohetes y les dirían que debían de alargarlos en el tiempo. Más o menos como comentaba Gila con su particular guerra. Ellos con las balas atadas con goma para recogerlas una vez disparadas, y éstos con la goma en el palo del cohete para reutilizarlos el año que viene.
Por la juventud no hay problema. Les dices que son las fiestas, y ellos automáticamente se compran una botella de cola, o de naranja, o limón, y otra de alcohol, y se pierden por los parques del pueblo. Se puede dar incluso el curioso caso de que se confundan de zona de las fiestas. Me explico. Los propietarios de las litronas, no gustan, como dicen ellos, de “meterse en el mogollón” de la fiesta. En cuanto comienzan a oír, en la lejanía, música, se quedan en el primer parque que encuentran, por lo que se podría dar el caso de que algún vecino del pueblo, un poco sordo, tenga en su casa algún aparato de música encendido, y un poco más alto de lo normal, y ellos, los de las botellas en bolsas de plástico, piensen que es la música de las fiestas, y se pasen horas muertas hablando entre ellos al lado de la citada casa.
Por lo demás, el señor alcalde y sus concejales no se han complicado mucho la vida. Antes, había festejos en dos plazas del pueblo. Ahora solo hay en una. ¡Así de tajantes! Y tampoco han pensado en mezclar contenidos para atender la petición de todo el mundo.
Con relación al grupo que tocaba, también les ha llegado los recortes, y el sonido de la batería estaba enlatada, y de los dos músicos y la cantante que quedaban, ninguno volvía a cumplir los cincuenta años. Eso sí, tocaban todo tipo de música. Bien pensado, la música será de los pocos negocios que teniendo en cuenta la edad de los que tocaban, no les plantan un ERE, y les dejan mudos.
Los más activos son los jubilados. ¡Por cierto! Cuanto daño hizo en su momento, y todavía se están pagando las consecuencias, Coyote Dax, y su “No rompas más mi pobre corazón” con su coreografía correspondiente. Los ahora llamados “yayoflautas” lo utilizan para todo. Bailan con una parsimonia que si les quitas la música, y pones sonido de una manifestación, da el pego, y parece también que se están manifestando, porque en cualquier momento a alguno le va a dar algún calambre, y pensaremos que han sido las fuerzas de orden público, dejando su tarjeta de visita. Por un momento, solo por un momento, me ha parecido  que estaba en Torrevieja, y los jubilados en la playa haciendo los ejercicios matutinos.
El momento culminante, antes del descanso correspondiente, en el que este vecino ha pensado que más valía irse para casa aprovechando el instante álgido, ha sido el Gagnat Style, en una especie de versión "batua" más que coreana. Se habrán perdido durante la orgía desatada del baile, dos o tres dentaduras postizas, y una luxación de cadera, pero como todos los jubilados eran autóctonos, se supone que la seguridad social, todavía al menos, les cubre.
Los bailarines de la tercera edad habrán hecho ejercicio, pero este vecino del mundo más, porque me he reído, como se decía antiguamente, "a mandíbula batiente", y eso cansa mucho.
Por cierto, los del botellón todavía seguirán emboscados detrás de algún matojo. La duda que me queda es si estarán allí desde el viernes, o cada noche, al amanecer, aparecerán por casa. Habrá que preguntar.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 11 de mayo de 2013

LA MONDA


Este vecino del mundo se debe estar haciendo muy mayor, porque hoy que es el día de mi cumpleaños, al despertarme, ni me acordaba, incluso he tenido que preguntar si estaba en el planeta Tierra, porque no me ubicaba muy bien.
Como dándome ánimos no me gana nadie, he pensado que al no acordarme de esta importante fecha, al menos para mí, me estará pasando más o menos lo que debía de pasar al Baron Thyssen cuando adquiría un nuevo cuadro para su colección, que por muy importante que era la compra, para él en realidad era uno más, y seguro que ya no sabía el número exacto de su colección.
Parece que fue ayer, cuando pasaba la vuelta ciclista a España por mi pueblo, Elgóibar, y el nacimiento ya era un preludio de lo que iba a ser mi vida. Si naces después de un sprint, pues eso, ya naces movido, y cansado. Los muy mayores sabrán que la citada vuelta terminaba siempre en Donosti, cuando solo se le decía San Sebastián, ya que la organizaba un periódico de aquí, o de allí depende de dónde se me lea.
Siempre que me tocaba estudiar algo, o era el último curso antes de un cambio o era el primero de otro. Los muy maduros, por no decir otra cosa, recordarán el famoso Preu, con película y todo (Los chicos del preu), a este vecino le tocó ser del primer año que se celebraba, es un decir, el Cou, una especie de conejillo de indias en todo.
No me dio tiempo a vivir la época de los hippies, sólo su olor a porro y flores desde lejos, y el eco del final de una de sus frases: “...y no la guerra”.
Nos tocó los últimos años de la dictadura, y nos hicimos mayores para votar al son de “Libertad, libertad, sin ira, libertad...”.
En los estudios, ¡la monda!, los chicos por un lado y las chicas por otro. Luego, claro, ibas a bailar y al arrimarte te faltaba la respiración, y del preparado “Estudias-o-trabajas” no pasabas.
Ahora se denomina “hacer la cobra” al gesto que hace la mujer para rehuir un acercamiento del rostro masculino. A nosotros no nos hacían la cobra, porque no existía este término, porque de lo contrario nos habríamos convertido en “faquir” de por vida.
Lo triste del caso es que, aunque visto lo visto te lo pasabas mal, ahora, de todo aquel mundo te entra la nostalgia, e incluso una sonrisa con lágrima incluida.
El miedo que me da es que con todo lo que está ocurriendo ahora, y si llego a los ochenta años, y sino desde otra dimensión, pensando en los momentos actuales, no diré eso de “la monda”, porque ahora aunque con calva incorporada, soy más moderno, y pensando en estos días, diré “me parto la caja” y esperemos que no sea la de pino para escaparme.


*DIBUJO: DE LA RED


viernes, 10 de mayo de 2013

ALFREDO EL GRANDE

A media tarde la luz de mi corazón cinéfilo se ha fundido a negro. Se ha filtrado la triste noticia de la pérdida de alguien que era más que un actor, pues Alfredo Landa, para la mayoría de los españoles, ha formado parte de nuestra familia. Dependiendo de la edad del espectador, ha podido ser yerno, hijo, tío, novio, padre e incluso abuelo.
Como sus personajes, nunca quiso dar clases magistrales, aunque sus interpretaciones siempre lo fueron. Estaba hecho de una materia que solo podía ser moldeada por los sentimientos.
De las obras de teatro de aficionados en Donosti, que en realidad fue la base de todo su posterior trabajo, pasó a finales de los cincuenta a intentar abrirse camino como actor en Madrid, primero en teatro, y ayudándose del mundo del doblaje para ganar sus primeras pesetas y en algunas intervenciones televisivas, poco a poco en el mundo del cine.
En su primera incursión cinematográfica, “Atraco a las tres”, ya dio la talla de lo que se podía esperar de él.
Nos hizo creer que las suecas se volvían locas por sus huesos, y había que ser gran actor para ello, y que era el español medio de mediados de los sesenta/setenta. Es la denominada etapa del landismo. Y  de personajes nada serios en historias nada serias, pasó a hacer papeles importantes durante la llamada transición. Películas como “El puente”, de Juan Antonio Bardem y sobre todo las de José Luis Garci, “El crack” y su continuación “El crack 2”, en el papel de Germán Areta, en el que utilizaba su segundo apellido como nombre del personaje, nos hicieron creer en un nuevo Bogart, esta vez, y como siempre en Landa, “a la española”. Quien antes nos hizo reír, y casi sentir vergüenza ajena por las situaciones de sus personajes, se convirtió en adalid de la protesta que de una u otra manera todos íbamos sintiendo a finales de los setenta/principios de los ochenta.
Ha sido, y siempre será para nosotros, un actor que nadie creía que actuaba de lo bien que lo hacía.
Puntales en su carrera han sido películas como El bosque animado, La vaquilla, y Los santos inocentes, trabajo por el que recibió el premio al mejor actor en Cannes, ex aequo con Paco Rabal, en 1984. Sin embargo, uno de sus triunfos fue conseguir que con su apellido se definiera a un tipo de cine del que él fue su máximo exponente, 
Para este vecino, un gran papel suyo, en una interpretación valiente, y en una película que no es de las más conocidas, es “Sinatra”, una cinta de cine alternativo, dirigida por Francesc Betriu.
También aprovechó el filón de la televisión, y aunque le tentaron en numerosas ocasiones, cuidó al máximo sus intervenciones, y para este vecino del mundo su mejor trabajo fue en la serie “Tristeza de amor” en 1986, en la que encarnaba a un periodista encargado de un programa de radio en su franja nocturna.
Este vecino ha decidido titular este pequeño recuerdo como “Alfredo El Grande”, las mismas palabras que él permitió para el libro con su biografía, señal de que a él le agradaba.
Se nos ha ido en la peor época para el cine español. Y desde el fondo de mi corazón, quiero creer que no nos ha abandonado, sino que simplemente, como todo buen actor que se precie, ha hecho mutis por el foro.
Descanse en paz nuestro Alfredo Landa, con quien conseguimos creer que nosotros también podíamos ser héroes, aunque fuera por un solo día.
A media tarde, la luz de mi corazón cinéfilo se ha fundido a negro, y esta vez es para siempre.

*FOTO: DE LA RED


jueves, 9 de mayo de 2013

EL ESTADO DEL JUEGO


Colocando en una balanza al ciudadano de a pie, y en otra al dinero, el que tiene que legislar siempre tiene en cuenta antes la segunda balanza, el dinero, que la primera.
Cuando un ayuntamiento, por ejemplo, dicta normas para los aparcamientos de los coches en horas de trabajo, lo que en el País Vasco al menos se conoce como la OTA, en realidad no tiene en cuenta que el tráfico vaya mejor, sino sacar el máximo de dinero posible. Y así en todo los ordenes.
Ésto viene a colación con lo pasado estos días con la peña de jubilados del Puerto de Sagunto, en Valencia, que han sido sancionados con una multa de tres mil euros por jugar al bingo en su sede, con cartones de veinte céntimos, con lo cual se demuestra la inexistencia de ánimo de lucro en el citado lugar, que además son personas de más de setenta años.
Como venía diciendo este vecino del mundo, vivimos en un mundo totalmente regulado, cuadriculado, pero esas normas no “vigilan” nuestra salud, bien sea física, mental, …. Intentan que no haya ninguna laguna que no esté contemplada por la ley, pero para sacar dinero sea como sea.
Por de pronto, le acabo de decir a La Nuri, mi sufrida, que a partir de este año, las partidas de cartas a los seises, en nuestra casa, tras las cenas de Navidad, se han acabado, no sea que aparezca algún representante de la autoridad disfrazado de Papá Noel o de Olentzero, y la hemos liado.
Primero velaron por nuestra salud, haciéndonos olvidar aquel famoso anuncio de que Soberano era cosa de hombres, y prohibieron el anuncio de bebidas alcohólicas, que no las bebidas alcohólicas en sí, luego estuvieron persiguiendo a los creadores de humo mediante el tabaco, y les exiliaron de los bares, pero no acaban con la venta de tabaco, porque no les interesa.
El caso de estos jubilados valencianos es claro síntoma de que vigilan el juego en todas sus variantes, pero para cobrar de él, no evitando, por ejemplo, casos de ludopatía, que según un estudio aparecido a finales del año pasado, ha aumentado mucho en España, especialmente en gente muy joven.
No hay que olvidar la facilidad con la que ahora todo tipo de personas pueden jugar por internet en todo tipo de juegos de casino, por ejemplo, y por las noches, en muchos canales de televisión. Incluso, aquellos padres que piensan que sus hijos van por buen camino, si por buen camino se puede entender que están plenamente dedicados al deporte, los mismos programas de la radio están plagados de anuncios de apuestas. Y no solo eso, durante los programas deportivos, los mismos locutores, en plan colegas, hablan entre ellos, con el micrófono abierto naturalmente, sobre cuales son las mejores apuestas en cada momento.
Siempre se ha dicho que solo somos un número para la autoridad im-pertinente, pero a ésto habría que añadir el pequeño detalle del signo del euro detrás de la cifra de cada uno.

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miércoles, 8 de mayo de 2013

¿DULCE ESPERA?


El gran actor Pepe Isbert dijo una vez que a ellos, a los actores de cine, les pagaban por esperar. Hay que tener en cuenta que para rodar una película, en lo que menos se tarda normalmente, es en hacer la toma. Primero hay que colocar las cámaras, luces, micrófonos (si lo hacen con toma de voz directa), tomar las medidas a los actores por si hay primeros planos...
¿Os habéis parado a pensar la gran cantidad de tiempo que pasamos esperando? Si descontamos el tiempo que pasamos durmiendo y esperando, al final lo que hacemos es bien poca cosa. Porque no solo esperamos por nosotros, sino que lo hacemos también por los que están delante de nosotros, y los que están delante de ellos, y así sucesivamente.
Este vecino del mundo es un gran nervioso, y cualquier día de estos, conseguirá volver antes de ir, y la sala de espera de una caja de ahorros es un gran laboratorio de esperas. 
Si el citado establecimiento es de los de lujo, en realidad a lo que me refiero es que está adecuadamente preparado, tiene una máquina que te da un número para indicarte el orden en que te van a atender, porque entenderte en un banco o caja de ahorros es difícil, sobre todo si les vas a pedir algo. ¡Pues bien! Todo el mundo se sienta, y espera calladamente, y es en el momento en que encaras a la persona de la ventanilla cuando EMPIEZAS a buscar los documentos necesarios para la transacción. Y antes que tú, eso mismo lo hizo el anterior, y el anterior...
Eso, si todo va normalmente, y a la persona de la taquilla no la llaman por teléfono, y no comienza a hablar encriptadamente, señal inequívoca de que está hablando de todo menos de trabajo.
Si Dios consiguió crear todo lo que nos rodea en seis días, es que era un gran organizador, y ya había hecho con mucha antelación todos los pedidos, y además se dieron las circunstancias necesarias para que nada fallara, dejando al margen la cantidad de cerebro que dejó al protagonista del evento, es decir al ser humano, y que se le olvidó dejarnos el manual de instrucciones.
Ya para terminar, comentaré que establecimientos como IKEA y similares, en el que uno de los principales activos es la rapidez, el secreto en realidad es que tú mismo te atiendes, y coges lo que necesitas, y el gran arte del “inventor” de estos negocios es que el cliente paga aparte de por los materiales, por haberse atendido gentilmente así mismo. A eso en mi pueblo se le llama hacer un negocio redondo.

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martes, 7 de mayo de 2013

LA MANO AMIGA


Alguien dijo alguna vez que si buscas una mano que te ayude, la encontrarás al final de tu brazo, y es que quién mejor que uno mismo para velar por sus propios intereses.
A la mayoría nos ha pasado de jóvenes, confesarle a nuestro mejor amigo que estábamos muertitos por los huesos, y de todo lo demás, naturalmente, de una amiga común, y lo único que conseguíamos es que al cabo de unos días, eramos los últimos en enterarnos de que se habían enrollado. Te quedabas sin tu Dulcinea, y sin tu presunto mejor amigo. Y es que en realidad somos como una masa informe, como la masa del pan, y la vida nos va moldeando.
Quizás como consecuencia de aquella mala experiencia, y de perder a tu amigo, ya con el tiempo no tienes amigos de confesiones, a no ser que las citadas confesiones sean a las cuatro de la madrugada, y al día siguiente ni tu amigo ni tú os acordéis de nada.
Luego, mucho más adelante, para aconsejarte a ti mismo, utilizas el espejo, donde te recriminas todo tipo de cosas, y de vez en cuando intentas subirte la autoestima, en una especie de versión casera de la madrastra de Blancanieves y aquello de dime lo guapo que soy.
Sin embargo, uno de los grandes inventos, y nunca bien valorado, que sirve para relajar tensiones, es la televisión. La gente en general está muy equivocada porque la televisión interactiva no es un invento de ahora, sino de hace muchos años, incluso de cuando era en blanco y negro. En los telediarios por ejemplo, la cantidad de cosas que le decimos al presentador de turno, cuando nos da una mala noticia, o en la retransmisión de ese partido de fútbol, en el que quieres aclarar a voz en grito, la opinión que tienes del arbitro, y de su madre, con relación a ese penalti que no ha pitado a favor de nuestro equipo del alma. Y en los concursos..., cuando sabemos la respuesta antes que el concursante, y la decimos varias veces y cada vez más alto. En realidad, no lo hacemos para que nos oigan los otros implicados, sino para reafirmarnos de que por una vez sabemos algo.
Y es que, el gran secreto de esta vida es no tomarse la vida demasiado en serio, desde el momento en que sabemos que es una aventura que sin duda no va a acabar bien, y aunque somos los protagonistas, en esta historia el protagonista muere, y eso en el mejor de los casos; pero teniendo en cuenta lo que nos pagan por interpretarla, nos quedamos sin opción a reclamar.

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lunes, 6 de mayo de 2013

EL OLOR DE LA PRESENCIA


Hay muchos momentos de nuestra vida que se pueden resumir en un olor. Y al revés, que merced al olor que en un cierto momento te puede vestir, te traslada inmediatamente a algún otro momento vivido.
El olor a pólvora siempre me ha traído el inequívoco recuerdo de la víspera de los Reyes Magos. El olor de la cabalgata de mi pueblo, producida por la combustión de las antorchas que portaban las filas de pajes desfilando antes de cada rey.
El olor a puro, también retrotrae a este vecino del mundo, que nunca ha fumado, pero sí recuerda a su padre fumando uno después de una buena comilona en la celebración de cualquier fiesta, y como buen hijo de alguien nacido en el pueblo de Azpeitia, y de entendible afición taurina, en un pueblo que posee una muy bonita, aunque pequeña, plaza de toros, tardes en el tendido de sol en las fiestas de San Ignacio.
Y lo mismo que hay olores con buenos recuerdos, los hay también que viajan con malos recuerdos incorporados, como el olor a asepsia en un hospital, acompañando a un familiar enfermo, porque en contra de lo que se pueda pensar, la asepsia huele, lo mismo que el agua, que siempre nos han enseñado que es insípida, tiene sabor.
Y quizás en esta vida lo peor sea oler algo que no te traiga ningún recuerdo, es como las personas que no te sugieren nada, aunque sea bajos instintos.
En esta vida al final lo que cuenta no es el dinero, sino los buenos recuerdos que te llevas, y que dejas tan bien. Siempre se ha dicho que no hay más pobre que aquel que solo tiene dinero, aunque es probable que el que diga eso, nunca haya tenido la posibilidad de comprobarlo.
Tras un cierto olor a podrido, una flor en la nariz hace que los aromas otrora medio olvidados y que están recubiertos del polvo del olvido, brillen con más fuerza.
Lo más triste en esta vida es el pasar por ella sin significar nada para nadie, y que nadie te recuerde ni para bien ni para mal, el bañarse entre dos aguas, sin definirse por ir al Norte o al Sur, por nunca dar con el puño sobre una mesa para dirigir las miradas de los demás a la boca por la que surgen tus derechos.
Tiene que ser terrible que detrás tuyo solo quede un cierto olor a nada. 

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domingo, 5 de mayo de 2013

ENGORDAR DE SATISFACCIÓN


Con la decisión de comenzar un blog, que tomó este vecino del mundo, en agosto de hace casi tres años, y a la vez participar en otro de una gran amiga bloguera, la Alquimista, (http://blogs.diariovasco.com/apartirdelos50/2013/05/04/cosas-del-club-a-partir-de-los-50/), he ido conociendo a gente de parecidos gustos y aficiones, y hoy hemos compartido unas horas juntos con motivo de una comida en Irún, que dicho sea de paso, ha sido un gran descubrimiento para este vecino del mundo, ya que nunca había tenido la oportunidad de conocer esta ciudad fronteriza con Francia.
En momentos así es cuando comprobamos la bondad y el cariño de la gente.
Ha sido un día repleto de descubrimientos, como la de un gran entendido gastronómico, nuestro cocinero Mariano, aficionado a los fogones pero maestro en lograr unos platos diez, y como escenario, una sociedad gastronómica en la mencionada ciudad de Irún.
Han sido unas cinco horas juntos, las diecisiete personas que nos hemos juntado, todas participantes en el mencionado blog.
Se podrá poner muchas pegas a la comunicación por internet; se dice hasta la saciedad de que puede aislar a las personas, haciendo que sean más egoístas aún, sin embargo nuestro caso es un claro síntoma de agradecimiento a los nuevos tiempos, que ayudan a encontrarse personas de parecidas motivaciones.
Tanto la merluza en salsa verde como el confit de pato han tenido como banda sonora en el interior de este vecino del mundo, la canción “Escándalo” de Raphael. Momentos así hacen comprender que la gastronomía se pueda considerar un arte, pues más de uno hemos derramado alguna lágrima, con tanto derroche de sensaciones, y que pueden poner en más de un brete al mejor de los blogueros, para narrar lo ocurrido en una bella tarde de sábado primaveral, en que unas cuantas personas han compartido unos momentos que sirven para comprobar que lo que internet ha unido no lo debe de separar la realidad, que no siempre tiene por qué ser mala, sino la confirmación, como ha sido hoy, de que las personas pueden ser amigas, y confiar los unos en los otros, sin mirarse a los ojos, sino comprobando sus sentimientos plasmados en unas cuantas líneas.
Momentos así “engordan” de satisfacción y de algo más.

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viernes, 3 de mayo de 2013

COMO LA VIDA MISMA


Este vecino del mundo tiene sus propias miserias, sus bajas pasiones, y una de ellas, he de confesar que soy seguidor de Gran Hermano, y hoy, si fuera una olla express estaría totalmente alterada y apunto de explosión.
Como me imagino que la mayoría ya os habréis enterado, porque verlo parece que no lo ve mucha gente, al menos no lo confiesan, pero enseguida se enteran, y luego ven las imágenes más importantes, ayer sobre las diez de la noche expulsaron a una de las máximas favoritas para ganar esta edición.
Cuarenta y ocho horas antes, la citada concursante, Argi, de Bilbao, veinte años, y estudiante de arquitectura en Donosti, durante el desarrollo de una de las pruebas que tienen, esta semana sobre los recortes y las manifestaciones, comentó a tres de sus compañeros que ella a la única manifestación a la que había acudido era una en la que se pedía la vuelta de ETA, de lo que se retractó inmediatamente, aduciendo que había sido una broma, aunque reconocía que de mal gusto, y pidió perdón en el acto.
Tras llamarle al confesionario la dirección del programa, pidió perdón nuevamente, incluso con lágrimas en los ojos. El final de ésto es que ayer, jueves, a las diez de la noche, coincidiendo con el programa de debate que hay sobre Gran Hermano, le dijeron que “iba a estar mejor fuera de la casa” de Guadalix.
Detrás se ha sabido que hay una presunta petición de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, porque aunque se ha mostrado un mensaje por Twitter de la citada asociación pidiéndolo, otras fuentes que se supone vienen de la misma asociación, lo han negado. También se rumorea que algunas firmas han amenazado con quitar sus anuncios, lo que ya le pasó a la cadena alegre con el programa de La Noria.
Los seguidores de este programa estamos cansados de oír “que es la vida en directo”, y en la vida diaria hay mil y un opiniones, y muchas de ellas totalmente desafortunadas. En esta edición y en las anteriores, se han oído opiniones sexistas, racistas, malos modos, y salidas de pata de banco, y el Gran Hermano que todo lo vigila, que se supone que a la postre es el espectador con su opinión y su voto, es el que manda, y esta semana Argi era una de las nominadas, con lo cual el público podía juzgar de primera mano.
Este vecino está totalmente convencido de que el público la hubiera salvado/perdonado, porque en la mayoría de los programas salía nominada, porque los otros concursantes sabían que era una de las máximas candidatas a ganar los 300.000 mil euros del premio, y siempre era salvada. Los cerebros del programa no lo han permitido, presuntamente estimando que solo es una concursante y que la gente se olvidará del tema. Este vecino no se va a olvidar, porque ésto significa mucho. Entre otras cosas, que al final la opinión de los espectadores, aunque se intente manipular su opinión muchísimas veces, es lo que menos les importa.
La asociación citada anteriormente tampoco creo que queda bien parada, porque lo ocurrido, en ningún caso creo que se pueda estimar como apología del terrorismo.
Ahora va a haber “repesca” de concursantes, y a ella no le dan ni la oportunidad, porque le han sacado “por la puerta de atrás” del programa, y no puede optar a ello.
Desde aquí me gustaría decir, que Argi a partir de ahora se debería de negar a salir en los programas de la citada cadena, por mucho que le ligue el contrato firmado, que ellos lo han utilizado también como han querido, y que intenten seguir recaudando dinero, para su ente, pero sin su ayuda.
Por otra parte, y ya para terminar, me gustaría que en la repesca volviera a entrar Igor, éste de Donosti, al que también se le ha dado más cera que a un suelo resplandeciente, y a la postre gran ayuda en el programa, para Argi.
Como en la vida misma, nos han hecho creer que teníamos el poder y al final, como dirían en mi pueblo, “caca de la vaca”.

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jueves, 2 de mayo de 2013

DÍAS DE CAPA Y TENSIÓN


Siempre se ha dicho que la cabra tira al monte, y que al final el tiempo siempre pone a todos en su sitio.
En una monarquía como la holandesa que se supone que lucha por modernizar su institución y estar al lado de su pueblo, al final, y desde el punto de vista de este vecino, enseña su verdadera patita y el nuevo rey en el día de su estreno, se muestra en todo su esplendor, y como un pavo real despliega su cola, él despliega varios metros de capa real.
A Superman se le podía perdonar la capa, porque formaba parte de su vestimenta en cualquier momento (de sus calzones rojos por fuera, mejor no mencionarlos), y al menos le servía para volar, pero una capa real, ya te está diferenciando de la sociedad a la que supone que estás cansado de decir que eres uno más, y en realidad es un gran anacronismo, suponiendo que un anacronismo pueda ser grande, o acabo de inventar el anacronismo del anacronismo.
En España mismo estamos cansados de que se juegue con “es como uno más”. En la versión casa real española, cuando se intenta “humanizar” al monarca de turno, al que un día de niño le llamaban Juanito y jugaba en Donosti durante sus años de estudios, se dice que es muy campechano, pero esa palabra en sí misma ya está diciendo que en realidad es diferente.
De todas maneras, bien mirado, en España existen muchas monarquías aunque no sean de la realeza.
Muchas personas de las que se hacen famosas, y realmente no sabes el por qué, luego intentan perpetuar su “importancia” en sus hijos. Y en realidad el origen de estas monarquías, junto con las de la realeza vienen de lo mismo, de unos espermatozoides que una noche de lujuria y vino, dieron pese a todo en la diana.
Hay muchas estirpes en España, que viven de las rentas, y nunca mejor dicho, pero poniendo una de ejemplo, nos referiremos a los Preysler, porque primeros apellidos hay varios, pero Preysler solo uno.
Los niños, por definición, siempre vienen con un pan debajo del brazo, pero a algunos con el apellido les es más que suficiente. En el fondo este vecino les admira, porque el trabajo de muchos de ellos es hablar, normalmente delante de un panel que por casualidades de la vida tiene publicidad, y cobran por ello. Es lo mismo que hace este vecino bloguero, y que muy en contra de su ánimo lo hace, como se diría en un ambiente pijo, “by the face”.
Para terminar por hoy, a este vecino del mundo le gustaría como al nuevo rey holandés, utilizar la capa, aunque en este caso de otro tipo, especialmente la capa al político de turno, siempre metafóricamente hablando, claro, que aún siendo más bien feo, sabe crear con su actitud, una tensión sexual no resuelta, que debiera de solucionarse debidamente.

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miércoles, 1 de mayo de 2013

PESCAR SIN MOJARSE


Dentro de pocos años, como todo siga igual, tal día como hoy, el día del trabajador, va a ser el día del buscador de utopías, porque eso es lo que va a ser encontrar un trabajo en buenas condiciones y bien pagado. Porque este vecino del mundo siempre ha dicho, mientras otros se rasgaban las vestiduras en su presencia, de que trabajo hay, y mucho. Otra cosa es lo que te quieran pagar y la cantidad de horas que quieran que estés?
En el día después de un importante partido de fútbol, de esos que casi se consideran partidos del siglo, de los que hay más de veinte cada cien años, y en las horas anteriores a otro partido del mismo pelaje, con las aficiones claramente diferenciadas entre blancos, los de ayer, y blaugranas los de hoy, los sindicatos juegan a lo mismo, y este vecino no se refiere, claro está, al futbol, sino indirectamente a dividir al trabajador bajo varias banderas, y a la postre no ponerse de acuerdo en las reivindicaciones.
Y en este panorama desolador hay una especie importantísima de la que, y en cada vez más ocasiones, dependen muchas familias. Es la figura en extinción, del jubilado, especialmente de ese que ha tenido la suerte de poder cobrar el cien por cien de su jubilación, aunque en realidad no sea mucho, y al que sus descendientes están estudiando en ponerlo en formol para que les dure muchos años. Ellos han sido en realidad, y sus padres, los que consiguieron todo tipo de mejoras en cuanto a condiciones laborales, y encima les apodamos “yayoflautas”, cosa que a este vecino del mundo no le agrada en absoluto porque denota cierta falta de respeto para con su figura. Nosotros por el contrario hemos perdido la mayoría de las prebendas, y ni hemos parpadeado ante las decisiones del gobierno, mientras los sindicatos se perdían en disquisiciones sobre el sexo de los ángeles, y no solo no nos avergonzamos, sino que chupamos más del cántaro “yayoflautil”, si se me permite la expresión.
Si consideráramos el mundo político-económico como un mercado, nosotros, el trabajador, a la hora de ir a hacer la compra, no solo no hemos regateado, barriendo a favor de nuestra bolsa de la compra, sino que prácticamente se nos ha olvidado lo que teníamos que comprar y hemos perdido hasta la cesta de la compra, eso teniendo en cuenta que al final no íbamos nosotros a hacer la compra sino que delegábamos en un vecino llamado “sindicato” que era el que se suponía que iba a hacer la compra para todos, y que claro está, al final velaba por sus intereses, más que por los nuestros.
Y es que en todo esto, al final se nos ha olvidado un refrán típico español, y que aquí es la base de todo: “el que quiera peces...”

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martes, 30 de abril de 2013

TOMA DE ACÁ Y DE ALLÁ


Esta mañana tras volver este vecino del mundo de hacer compras en el supermercado de turno, y antes de entrar en casa se ha dado cuenta de que se ha olvidado comprar unos pimientos rojos, de esos que ya vienen fritos en un frasco, y ha entrado en la tienda de urgencia que está debajo de casa, a la que ha entrado muchas veces.
Al ir a pagar he visto que la mujer que me atendía, llevaba un delantal con la siguiente orden, debido a las interjecciones, a la altura de sus pechos ¡TOMA FRUTA!, escrito con mucha variedad de colores, para sugerir un ambiente tropical, mientras me sonreía como todos los días. Ya sé que no era lo que parecía, pero es una manera de endulzar una mañana invernal en plena primavera.
De TOMA ...PAN Y MOJA, por otra parte, han sido las declaraciones del Señor Guindos diciendo que él nunca ha visto un billete de quinientos euros. Como todas sus confesiones sean del color, o de la confianza, que dan éstas, mi abuela hubiera dicho, “aviaos estamos”.
No se por qué pero el apellido Guindos siempre me ha recordado la frase “caerse de un guindo”, y creo que el señor ministro es lo que piensa de los españoles a tenor de sus declaraciones. Tampoco es de extrañar, porque si al decirnos el gobierno muchas veces, que la culpa de la crisis era nuestra por haber vivido por encima de nuestras posibilidades, y como nos hemos callado, ellos se han tomado el silencio por una confirmación, y así nos va todo.
De TOMA EL DINERO Y CORRE, remedando la película de Woody Allen, se puede decir de la dimisión de Alfredo Sáenz, consejero delegado y vicepresidente del Banco de Santander, eso sí abrazando una jubilación de unos 88 millones de euros. Este tipo de noticias, y en el momento en que nos encontramos, es lo que realmente se puede considerar como pornografía pura y dura, y además, como se diría en lenguaje televisivo,  “en horario escolar”, pues escolares nos hacen sentir gente que se lo sabe montar de esta manera.
Es probable que no tengan ningún sentido de la moral, ni si quiera sepan que exista,  pero con esa cantidad obtenida, siempre habrá alguna empresa, doctorada en lo que sea, que te cree al cabo de un tiempo, un perfil moral de lo más “apañao” con constantes bombardeos de noticias bien colocadas, haciéndonos saber que en su dorada jubilación se dedica a ayudar a toda una colección de ONGS, o a la protección de animales en extinción, como nuestra inocencia, que entre todos la mataron y ella sola se murió.
Y es que a partir de ahora habrá que TOMARSELO TODO CON RESERVAS, como las que se supone que quedan en el Banco de España, aunque mejor no mirar, por si acaso.

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lunes, 29 de abril de 2013

LAS COSTURAS DE LA VIDA


Cuando los buenos recuerdos se convierten en pesadilla algo dentro de tí se remueve y puede originar un terremoto de sentimientos con epicentro en el corazón.
Algo más o menos así se ha producido este fin de semana, cuando en una de las cadenas de nuestra televisión, en un programa sobre recuerdos de nuestra música de los años sesenta y posteriores, apareció un cantante que ha sido banda sonora en la vida y en los sueños de millones de españoles e iberoamericanos durante décadas.
Este vecino del mundo no va a decir su nombre por respeto a él, y para evitar alguna posible demanda, aunque considero que ésta, si la hubiera, pudiera ser bidireccional, por haber entrado en nuestras casas sin pedir permiso y arremeter contra nuestros recuerdos de esa manera tan cruel.
El problema de muchas personas es el no poder llevarse bien con la imagen que cada día va viendo envejecer en su espejo, y ésto se puede multiplicar si el sufridor de imágenes es un artista famoso.
La primera impresión que sentí al verle fue que era mezcla de una versión española de Michael Jackson y del fantasma de la ópera, y que daba miedo, mucho miedo. Este vecino en ningún momento quiere ser ni malo ni irrespetuoso, prueba de ello es que no he querido decir su nombre.
Una persona que ha sido guapa y elegante, si sabe envejecer con dignidad, aceptando las arrugas y canas que da la vida como medallas que el tiempo te pone, se puede convertir en un maduro cuando menos elegante, con el pelo blanco, o con una calva “brillantemente morena”, y digno sucesor de aquella estrella que un día fue. Ahora, sin embargo, es una muestra patente de lo que él piensa sobre sí mismo.
Asunto aparte serían los doctores que se avienen a colaborar en operaciones de estética que saben de antemano que el resultado cuando menos va a ser dudoso, e incluso contra natura.
Ni en su momento estuve de acuerdo con la actitud de la Garbo de desaparecer del mapa para que nadie viera su manera de envejecer, ni el luchar contra los efectos del tiempo, batalla que tienes perdida de antemano.
Y lo que me pone más triste del asunto es que siendo compositor de sus propios temas, y de los de mucha gente más, haya dejado aparcada esta actividad, privándonos de poder disfrutar de nuevos momentos, aunque sea en nuevas gargantas.
Os dejo por hoy para intentar reparar los daños de la porcelana de mis recuerdos en el terremoto de sentimientos de estos días atrás. Han sido innumerables, y me temo que a la postre, irreparables. Es una pena, como la que pasé.

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sábado, 27 de abril de 2013

LOS ESPEJOS ESTÁN LLENOS



-Los espejos están llenos de hombres zurdos-
Esas palabras de mi abuelo, dichas precisamente delante de un espejo, me han acompañado toda la vida. Son las últimas que recuerdo de él, y han sido una especie de testamento que sigue vigente.
Cuando era pequeño, en la época en que mi abuelo me dijo esas palabras, siempre me sentía atraído por mi “yo” del espejo, e intentaba ser más rápido que él. Amagaba con la izquierda para al final intentar siempre ganarle con la otra mano, pero el niño del otro lado sabía siempre al dedillo la maniobra perfecta, y en la misma décima de segundo, y con su zurda.
El otro yo de mi abuelo le dijo algo al mío en el mismo momento en el que nosotros hablábamos sobre los espejos y los zurdos, pero no les pude entender.
A mí me gustaban mucho las películas de vaqueros, y en ellas normalmente el personaje del zurdo, era un ser oscuro, mal encarado y que nunca quería saber nada de afeitarse, y con quien además había que tener mucho cuidado en los duelos, pues intentaba matar al protagonista, al bueno de la función.
Siempre he tenido la sensación de que un espejo es la ventana a otra dimensión donde todo se tergiversa y que lo importante nunca llega a verse porque está en las esquinas, por unos centímetros fuera del alcance de nuestros ojos.
Nunca hemos razonado la importancia del espejo, pero gracias a él creemos saber cómo somos, cómo nos ven los demás, pero desde nuestro punto de vista, con la indulgencia que supone el jugar en casa, y sin la frialdad de unos ojos que no nos pertenecen, ni pretenden comprendernos.
Últimamente he llegado a otra teoría, más bien triste, y es que en realidad somos nosotros quienes formamos el espejo y vivimos engañados, porque solo somos sombras coloreadas en un mundo plano y sin alma. Y si no les oímos a los verdaderos propietarios del espejo es porque muchas veces opinan sobre nosotros y no salimos bien parados de sus opiniones.
Cada vez que me encuentro con un zurdo, en mi fuero interno estoy convencido de que es un habitante del otro lado, y me quedo con ganas de preguntarle como cruzó la frontera de cristal y con qué motivos.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 26 de abril de 2013

MOMENTO EN ROJO


Ayer sobre las ocho de la tarde este vecino del mundo salió con su cámara de fotos dispuesto a inmortalizar el eclipse de luna que iba a tener lugar. Solo me faltaban unos rasgos orientales, para identificarme aún más con la labor que iba a cumplir. Y como se suponía que el momento sería un poco más tarde de las diez de la noche, salí con tiempo suficiente, como hubieran dicho nuestros padres, para darme un garbeo por el paseo de la Concha.
Estaba a la altura del tiovivo gabacho-romántico en Alderdi-Eder, cuando comencé a darme cuenta de que iba a tener la gran suerte de vivir el momento de la noche, “el momentazo”, como hubiera dicho un siempre excitado Boris Izaguirre, y no era precisamente el eclipse, sino la tremenda puesta de sol que teñía el cielo y el mar donostiarras de un rojo que para sí lo hubiera querido Doña Dolores Ibarruri, más conocida como “La pasionaría”, porque era un rojo pasión, un rojo que aviva los sentimientos, y te hace sentir que por tus venas corre sangre, y que puedes apreciar esa maravilla de la naturaleza.
Estando, literalmente, con la boca y la mente abiertas, pude darme cuenta de que la gente prefiere acaparar que sentir, porque la mayoría de los viandantes en lugar de dejarse llevar por el momento en rojo, luchaban por sacar el mayor número de fotos en el menor tiempo posible, y algunos en posturas incalificables, intentando atrapar la postal en cuclillas, entre los hierros en blanco de la célebre barandilla de la Concha.
Aunque en ningún momento se pudo ver al sol como la típica bola de fuego, sino como una capa roja que cubría el horizonte, mis ojos habían quedado cegados por la belleza del momento, y a partir de entonces, el paseo se convirtió en una borrachera de sentimientos que me hacían estar y no estar. Bajé a la arena, en una semi-inconsciencia complaciente, y recorrí las dos playas aprovechando que la bajamar había ampliado el espejo de arena que reluciente captaba la variada paleta de efectos.
¿El eclipse? Bien, supongo. Ni me enteré, ni lo lamenté, porque para sentir momentos en negro, desgraciadamente lo estamos haciendo todos los días.

*FOTOS: PATXIPE

jueves, 25 de abril de 2013

UN FINAL SIN RESOLVER


Algunas veces piensas que estar bien informado es malo, porque en estos momentos para lo único que sirve es para que te suba la tensión por instantes. Sin embargo, hay momentos en que te das cuenta que el vecino de al lado, o el que está a mil kilómetros, y no es vecino tuyo pero es vecino de otra persona, está tan alterado como tú.
Ayer al subir a casa coincidí en el ascensor, que muchas veces es un recinto frío que solo sirve para comentar el tiempo que hace, y otras, como en ese momento, sirve de confesionario, con Lorena, la del tercero. Tendrá unos cuarenta años, casada, y muy simpática. En este caso lo de “simpática” no antecede al “pero poco agraciada”, porque está, como se decía antes, como un tren.
Me preguntó en voz baja, aunque estábamos solos, si conocería a alguien interesado en comprar un piso en la costa alicantina. Al ver que le seguía la conversación, me comentó que tanto ella como su marido habían llegado a la conclusión, con mucha pena y mucho dolor, de vender su piso, el que tenían para ir de vacaciones. Con bastante tacto, aunque nunca se sabe si es con el suficiente, le pregunté, si era por alguna contingencia laboral de alguno de ellos. Los circunloquios que hay que crear para evitar preguntar si les habían despedido a alguno de ellos.
Tenemos trabajo los dos – me dijo con el tono que se emplea para dar a entender que no es por esa razón. -No, peor que eso. – me dijo con un hilo de voz.- Tenemos trabajo los dos..., pero no nos va a salir a cuenta tener el piso, porque ahora no podemos coger vacaciones por miedo a que nos manden al paro, y luego no nos vamos a poder jubilar hasta los setenta. Para qué vamos a querer el piso con tanta edad, si lo que entonces necesitaremos será asistencia médica un día sí y el otro también.
Tras poner cara de hacerme cargo de lo que decía ella, y prometerle que si me enteraba de algún candidato a posible comprador, nos despedimos.
Al principio tuve la sensación de que Lorena se quejaba de vicio. Sin embargo, tras un tiempo de darle al magín, y ya más en mi papel de vecino del mundo, me dí cuenta de que esa conversación era un claro síntoma de lo que está ocurriendo en nuestra sociedad.
Se está matando, con unas y otras medidas del gobierno de turno, el sueño que cada uno de nosotros lleva dentro, y sin un sueño que sirva de norte, no se puede vivir. Porque el sueño equivale a ilusión, y ese es el mejor de los sueldos que puedes obtener, el que te hace sobrellevar otros momentos que no son tan felices.
En realidad, y ya para terminar, somos como las plantas, y lo mismo que ellas necesitan ser regadas para seguir viviendo, nosotros necesitamos el riegue y el abono de la ilusión, de poder imaginarnos un futuro, una meta, y hoy por hoy esta vida es una novela negra que termina con un asesinato sin resolver, que es el de nuestras esperanzas.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 24 de abril de 2013

EFECTO E.T.


Estos días al levantarme tengo que tener mucho cuidado en no pisarme la moral, ya que la tengo por los suelos. Y es que entre unos y otros, la casa sin barrer.
Unos, son el gobierno que se supone que son profesionales y que, se supone también, que saben lo que están haciendo. Pues están dejando el patio nacional que no lo va a reconocer ni la madre que nos parió a todos.
Los otros, somos nosotros, la culpa de todo, por comprarnos veinte mil pisos y pedir doscientas mil hipotecas, cada uno, e intentar cobrar todo en negro.
Me parece que al final la culpa si va a ser nuestra, pero por dejarnos tomar el pelo cada cuatro años en forma de cita electoral.
Ayer estuve en la farmacia preguntando si había algún tipo de vitaminas para el alma. La de la bata blanca, con su piel igual de blanca, me imagino que por la pregunta, me contestó con mucho acierto, que quizás eso pudiera más pertenecer al reino de los cielos, y a su representación en la tierra en forma de Iglesia. Pero últimamente, y aunque el que manda ese cotarro es tocayo mío, es pensar en la IGLESIA, así en mayúsculas, y me da la sensación de que me empiezan a meter mano, y uno no está en estos momentos para florituras sexuales.
Al salir de la farmacia, y con la sensación de ser el último hombre sobre la tierra, pensé en que quizás la solución a lo que me ocurre está en inventarme algo que tenga el denominado “efecto placebo”, con lo cual más que en el mundo de la medicina, me debiera acercar al mundo de la psicología, o más concretamente al de la parapsicología, o para ser exactos “efecto E.T.” Por un momento, y solo por un momento, juraría que mi dedo índice de la mano derecha mutó a un color rojo fosforescente, y me lo apliqué sobre mi cabeza al tiempo que mis labios decían tan solo dos palabras a modo de sortilegio:-Mi...casa...
Y desde ese momento, y cambiando la película de mi vida, me he convertido en una especie de Forrest Gamp. No paro de andar, y como ahora tengo que asumir que la vida es como un bombón, y que como nunca sé lo que me va a tocar..., no más bombones, ni dulces, ni similares.
No camino por desiertos, pero Donosti por la noche tiene unas playas espectaculares, llenas de reflejos en movimiento, para pasear en solitario, y con el rumor de las olas alejar los demás ruidos de la vida diaria, e intentar que dentro de mí, la única voz que se oiga sea la mía, sin el eco de ningunas palabras que no sean queridas.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 22 de abril de 2013

TAN CARO COMO UN TSUNAMI


Se suele decir que no hay mal que por bien no venga, y eso he pensado cuando a las once de la mañana de hoy, un lunes normal y corriente, he ido al gimnasio y estaba el recinto, como en los grandes días de toros, hasta la bandera. No, no había ningún congreso de jubilados, con lo cual he llegado a la conclusión, de que muchos de ellos eran, por las edades, entre treinta y cincuenta años la gran mayoría, gente en paro. En el argot militar se describiría como daños colaterales de la política actual.
Para aclarar las cosas, el gimnasio al que me refiero es municipal, no de esos privados en los que hacer ejercicio te sale por un riñón, y la persona que está delante tuyo huele a sudor rancio, y no a Chanel 5.
Y es que muchas personas hemos llegado al mismo razonamiento:
El gobierno está recortando de todo, en especial la libertad de expresión, y eso que no cuesta nada en teoría. Como la sociedad está viendo las “barbas de su vecino pelar”, y lo que se va sabiendo sobre la sanidad española, poco a poco va dejando mucho que desear, y no por el comportamiento de los técnicos sanitarios, sino porque cada vez se lo ponen todo más difícil, como consecuencia de todo ello, esa misma sociedad está prestando más atención a su salud, y entre otras cosas al control del peso, que dicho sea de paso, matas dos pájaros de un tiro, porque intentas comer menos, y además ahorras en los gastos del supermercado, ya que de ir al cine, ni hablamos. Ver una película como tiene que ser, en una sala de cine, se ha puesto tan caro, que una de las últimas veces que fui, en concreto a ver “Lo imposible”, le pregunté al de la taquilla, después de que me dijera el precio para dos personas, a ver si era porque después de cada proyección y como consecuencia del tsunami, tenían que recomponer la sala. La verdad es que no le hizo ni gracia, como a mí tampoco el precio, pero si él me mete el dedo en el ojo, yo lo hago también.
Ya se que mucha gente al leer ésto me dirá que él no era el dueño del cine. Yo tampoco soy el dueño de mi vida, porque antes están los bancos y el gobierno, y encima me cuesta dinero.
Espero que este tipo de protesta, la de índole personal, se pueda seguir haciendo, y no tenga que estar a trescientos metros de todo, porque en ese caso si no me va a ver nadie para qué protestar. Lo mismo que decía Luis Miguel Dominguín después de haberse acostado con La Gardner, que lo mejor era el poder contárselo a sus amigos.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 20 de abril de 2013

NOVIA POR UN DÍA


Hace unos momentos estaba practicando el rico deporte del zapping televisivo cuando he visto que en la cadena alegre había comenzado ya el programa de las bodas, que, por cierto, comentario aparte merecería la novia de hoy, por la patente diferencia que había entre el aspecto de la misma y su comportamiento, una mujer hecha y derecha con ademanes de niña pequeña.
Solo he visto unas pocas imágenes pero daba la sensación de que era una especia de parque temático del amor en su vertiente cursi, con una novia vestida de Marilyn Monroe y el novio de Elvis Presley, aunque solo era para desfilar hasta el lugar de la ceremonia, y allí se preparaban con el traje formal.
Cuando ya he visto que mi válvula detectora de “vergüenza ajena” marcaba el máximo, y había peligro de explosión, he apagado el televisor, y he comenzado una especie de introspección, de un viaje al pasado, que me ha llevado a mis ocho años. Triunfaba en la única cadena de televisión el programa “Reina por un día”, los domingos sobre las cuatro de la tarde, en el que a una mujer, elegida entre las muchas solicitudes que recibía el programa, se le sentaba en un trono, con corona incluida, y se le agasajaba con todo tipo de regalos para la casa.
Ahora seguramente cualquier mujer le tiraría al presentador los electrodomésticos a la cabeza, diciendo que eso no era un regalo para ella, en todo caso para los dos.
Ni que decir tiene que la boda es solo por lo civil, con lo que en plena legislatura de la derecha, derecha, y más derecha que nunca, es un auténtico despropósito dejar atrás a la Iglesia.
Lo mismo que piensan legislar contra los “escraches”, en cualquier momento, y como ya han cogido carrerilla las mentes pensantes del gobierno, prohíben que las bodas civiles se acerquen a menos de trescientos metros de un estudio de televisión.
El programa en sí es un síntoma de lo mal que está la economía en España cuando ponen como “el no va más” el regalo de una ceremonia nupcial. Hemos pasado del apartamento en Torrevieja, del célebre “Un, dos, tres”, al pago de una boda, que aunque sea de ensueño, no hay color. Y es que, en el fondo parece, que ni unos estudios de televisión podrían hacerse cargo de una hipoteca. Y eso sí que es un problema.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 19 de abril de 2013

EL PODER DEL PERDÓN


No voy a ser muy original al decir que la vida es un camino que hay que pasar. El fallo quizás es que muchas veces solo caminamos por la vida, pensando en llegar a la siguiente curva, o recodo del camino, en el menor tiempo posible.
Sin embargo, cometemos un gran error, y es el de la filosofía en sí que tiene que mover a todo turista, y es el de disfrutar del viaje por el viaje mismo.
Estaba viendo ayer un programa, en "la cuatro", otro nuevo reallity, en el que un grupo de jóvenes, no muy atléticos ni preparados, iban a ser acribillados a diferentes pruebas, cada cual más impactante. Y durante la primera de ellas, en el fondo de un "cenote", cueva subterránea inundada de agua, en México, solo una persona, de los diez concursantes, fue capaz de fijarse en el paisaje y de explicar lo bonito que era el panorama que les rodeaba.
En realidad la vida misma, como un todo, no tenga sentido, sino analizamos cada uno de los momentos que la componen, y eligiendo para cada una de las etapas, pudiéramos decirlo así, a los mejores acompañantes posibles.
No hay que olvidar, y muchas veces lo hacemos, en enfatizar la importancia de la persona que te acompaña en cada momento de la vida, y que normalmente no sabemos de la duración de la misma hasta que termina.
En esos momentos, hay que ser muy hombre, o mujer, para pararse un momento, y mirar al compañero, que se va o que se queda atrás, y decirle que fue muy bonito mientras duró, y muchas veces, pedir perdón si la posible culpa fuera de uno mismo.
Además en España no existe mucha experiencia en lo de pedir disculpas, y el de atribuirse el título de “metedor de pata honoris causa”, porque eso nunca forma parte de una estrategia, sino que es algo que sobreviene, y mientras intentas esquivar el hecho de que el color rojo y grana se instale en tus mejillas, como si fueras un aprendiz de torero, por otro lado tu cerebro trabaja como nunca antes lo había hecho, en la búsqueda de una coartada para buscar el “tú no has sido aunque lo parezca”.
Más de una vez en ese camino de la vida, convendría pedir perdón al respetable, como si fueras un buen torero en una mala tarde, y decir eso de: -Qué arte he tenido para hacerlo todo tan mal, y sin quererlo ni haberlo preparado-. Y quizás en ese momento, con el derecho que te da, todo lo que suena a sincero y verdadero, veas en los ojos de la otra persona, que aunque no diga nada, ya te ha perdonado. 
Y es que el perdón es solo digno del hombre y de la mujer, ningún otro animal, y eso que muchas veces nosotros somos más animales que cualquier animal salvaje, puede ofrecer el poder del perdón, algo tan simple y profundo.

*CUADRO: "TRAS EL CAMINO" ("Oleo pintado por Patxipe)