sábado, 26 de diciembre de 2015

EL BELÉN ACTUAL, NI DE CORCHO, NI DE BARRO


Quizás lo que más me gusta del día de Navidad es el paseo que me doy por la gran ciudad, en este caso Bilbao, y que la gente, todos en general con los que me cruzo, si hablan, en contadas ocasiones, lo hacen bajito. Nunca he sabido si es para que no les oigan los damnificados por los excesos nocturnos, o porque les duele la cabeza a ellos también.


Este año, la mañana de Navidad, he tenido la sensación de que hemos sido arrollados por el espíritu navideño. Incluso me pareció, esa mañana del fun, fun, fun, más que nunca, que eran los perros quienes sacaban a sus amos a pasear, para que tomaran un poco el aire y se les fuera esa melopea mezcla de alcoholes varios y borrachera de abrazos y buenos sentimientos hasta con la gente que no conocen.

La verdad es que este vecino del mundo ya se quedó noqueado en “Nochebuena”  con el discurso del Rey, en el momento que dijo que nos hablaba desde El Palacio Real, que era de todos los españoles.

Sinceramente, pensaba que no era así, que no era mío, cuando el año pasado, visitando Madrid, en plena Semana Santa vi una cola inmensa de gente, pasando por taquilla, y que tras ver los precios, y como íbamos tres, tuvimos que elegir entre alimentarnos física o culturalmente. 


Por otra parte, de la gente que visita todos los días tanto el Palacio Real , como los otros bienes culturales,  todavía no he recibido, no hemos recibido, parte del botín, aunque seguro que si pregunto me dirán eso de lo comido por lo servido, lo que se gana, por lo que cuesta el mantenimiento del pasado. Esa fue una de las razones por las que decidimos irnos a comer, porque si no nos buscamos la vida nosotros…


Desde hace unos años, desde la crisis concretamente, las Navidades me parecen en blanco y negro, remedando a aquellas películas españolas de principios de los sesenta, con un Casto Sendra (Cassen), José Isbert y José Luis López Vázquez, entre otros, buscándose la vida y, algunas veces, la muerte.  


Al atardecer del veinticuatro, me pareció  oír clarísimamente a alguien gritando: Chencho, Chencho… Sé que es muy probable que los lectores de menos de cincuenta años no me entiendan ésto, y deban de ver “La gran familia”. Quizás vean reflejado, en cierta manera, versión 3.0., eso sí, lo que está ocurriendo otra vez.  Y es que de vez en cuando no hay que hacer oídos sordos al pasado, y ver de dónde venimos y hacia dónde, desgraciadamente, parecemos ir.


La estampa de la Señora Carmena, Alcaldesa de Madrid, sin olvidar por supuesto al Padre Ángel, y no es hablar mal de ellos, sino al contrario, nos remite a un pasado del “siente un pobre a su mesa” verdaderamente estremecedor.  Y mientras, los partidos políticos, todos los partidos, discutiendo si son galgos o podencos, y en lugar de enseñar a pescar, entre otros a los que estaban en la cena celebrada en el ayuntamiento madrileño, intentando conseguir la caña más grande y lujosa, para que se note quién manda de verdad.


Este año, me imagino que lo habréis notado, no he felicitado las fiestas a nadie, no nos lo merecemos mientras hay un montón de desgracias, incluyendo esos que ya han quedado marcados como “refugiados”, y en realidad no están al refugio de nada, sino a plena intemperie. Quizás, este año el tiempo invernal sea más permisivo que nosotros, que nuestros corazones, y se avergüence de tener que “atacar” a un grupo que no importa a nadie, muy al contrario, molesta y mucho.


Os voy a pedir realizar una pequeña prueba, acercaros a ese pequeño, o gran belén que habéis montado por vuestros pequeños preferentemente, mirad al niño, tan bonito, tan limpio y reluciente. Ahora, sustituirlo por cualquiera de los niños vistos en esas fotos de “pequeños refugiados”. Pues eso. No tenemos vergüenza. ¿Que la culpa no es nuestra, es de los que mandan? Seguramente, pero les seguimos apoyando con nuestros votos, a todos.


Desear “Feliz Navidad” es ocultar todo tipo de problemas, y calmar nuestra conciencia. Y ya no estoy dispuesto a hacerlo, en mi caso, porque nacimientos, de los de verdad, y no de corcho y barro, hay todos los días.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 24 de diciembre de 2015

SIEMPRE NOS QUEDARÁ NUNCA JAMÁS (FINAL, GRAN HERMANO 16)


Antes de nada, que conste que este texto lo estoy escribiendo por el respeto que me  merecen y se merecen mis lectores, porque mi estado de ánimo no mi induce a hablar hoy sobre lo ocurrido ayer, pero ya que me comprometí, “motu proprio”, a hacer resúmenes de las galas de esta edición de Gran Hermano 16, cumpliré con ello hasta el final. Hoy no hay nada de resumen, tampoco merecería la pena de una gala diseñada  para ensalzar a la ganadora, Sofía, y hundir, más, al segundo, Aritz.

Estoy triste. No, no me malinterpreten. No estoy triste porque no haya ganado Aritz, que tras lo ocurrido con Belén Esteban, tanto en el concurso de baile, como en Gran Hermano V.I.P., uno, este vecino del mundo, ya debería de estar vacunado.

Podría volver a decir los argumentos que esgrimí cuando salvaron a La Esteban, con una carta abierta al mismísimo Señor Vasile, y que me consta que al menos fue abierta, y se supone que leída (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/02/carta-abierta-al-senor-vasile-desde-la.html), o el post tras su proclamación como ganadora (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/03/belen-esteban-lucroniense-adoptiva-o.html), pero si en su momento creí que había que dar una oportunidad al cambio, y por eso volví, pese a lo dicho en un primer momento, a ver el programa, un concurso que siempre me ha gustado, en su formato primitivo, que ya nada tiene que ver con aquel, y de que quizás, fuera del caso Esteban, un poco de cordura fresca sería posible, he vuelto a comprobar, no que el espectador es soberano, como no se cansan de repetir desde la Cadena  Alegre, sino que es altamente manipulable, por las voces/opiniones que se lanzan desde la misma.

Hoy estoy triste, porque este vecino del mundo ha comprobado una vez más que tenemos la España que nos merecemos, incluso desde el punto de vista político, porque todo está relacionado, y porque nos creemos todo.

¿Os imagináis un futuro país al mando de gerifaltes como los patrones que se lanzan desde el programa? Juventud, todo sonrisas y proclive a la puñalada trapera y al dinero fácil, esgrimiendo razones como “voy con la verdad por delante”, o es que “todavía soy muy joven”.
A madres, seguimos imaginando por lo visto y oído en este concurso, que se acuestan con los novios/ligues de sus hijas, mientras les aconsejan que echen un polvo con Diestro y Siniestro, y si hace falta con los dos a la vez, en un ménage à trois, porque la vida es un concurso y siempre se rentabilizará.


Estoy triste, porque nunca, es mi entender, nunca un segundo puesto tiene que tener una mejor entrevista que un primero, pero claro la ganadora es más de vistas, las suyas, que de cultura general, y que no me vengan con que está estudiando una carrera, por ahora se sabe que está apuntada en una carrera.

¿Alguien se ha tomado la molestia en entrar en el blog “El tipo del sombrero”? Encontraréis a alguien interesante, que por cierto, y por las fechas, era un joven/un hombre que tenía por entonces 22 años, y que apuntaba mejores maneras que otros que ahora tienen esa misma edad, y a los que hay que perdonar porque son jóvenes.

Se premia a unas personas que han dicho durante el concurso que otra concursante, con 29 años, ya es vieja, y se ríen de ella. Y creyendo que Suso era su novio, se lo intentó quitar, porque a ella le pone quitar el novio a las demás, y no lo ha dicho este vecino, sino la ganadora durante el programa.


Ella, Sofía, la ganadora, ha vendido un perfil de joven enamoradiza, pero en realidad, a ojos de este vecino, es la versión femenina de Suso, solo se quiere ella, y se exhibe delante de los malos malotes para reafirmarse lo buena que está, y conseguir una muesca más en su currículum, o en sus caderas, que uno ya no sabe.


Este vecino está triste porque el “super”, se supone que en nombre del programa, ha felicitado sólo a la ganadora, en realidad a su ADN que le ha hecho así, mientras un concursante, Aritz, que se ha mostrado realmente como es, y se nos ha desnudado por dentro y por fuera, sin edredón que lo cubriera, se ha tenido que ir, lo han mandado, por una segunda puerta, pequeña, muy pequeña, llena de reproches y dudas.


Estoy triste porque al formato del programa lo han forzado de tal manera que ya no lo reconoce  ni los padres que lo parieron. Eso sí, he de reconocer que sigue siendo un experimento sociológico, pero ahora no para los que entran en el concurso, sino para los que lo ven, soportan, y son sangrados en sus bolsillos, en la creencia de que son libres para decidir y votar.

Estoy triste por una periodista, Doña Mercedes Milá, que en su momento fue santo y seña de la modernez más moderna del periodismo y opinión libre, y ahora manipula mientras es manipulada, y con una zanahoria por delante, que son los programas de investigación que de vez en cuando hace, y que ha sido incapaz, de que en el binomio Aritz/Han, se diera cuenta de que el que manipulaba verdaderamente era el segundo, pero se revestía de delicadeza, amor y lágrimas.  Han siempre fue a por el maletín, y a cargarse al que él consideraba su peor contrincante, y por eso llenaba de dudas a los demás cada vez que hablaba de su “marido”.


Ayer, no como cuando ganó Belén Esteban, me creí en seguida el “dictamen” de la audiencia, eso sí, inmediatamente una sonrisa apareció en mi rostro al pensar que seguro, seguro, el ilustre notario sería el mismo que cuando ganó la del barrio de San Blas.

Podría decir muchas cosas más, pero  para qué, porque en realidad entraría en el juego  de una cadena que no les importa que se hable mal de ellos, con tal de que se hable.


He de confesar una cosa, me estoy convirtiendo, haciendo el camino pero al revés, en Peter Pan, y me voy al País de Nunca Jamás, ustedes ya me entienden. Porque al final, como en Casablanca ocurría con París, siempre nos quedará Nunca Jamás.


Estoy triste porque ya no hay un lugar para la esperanza, y es que la esperanza ni tiene versión 3.0, ni wi-fi, ni bluetooth, ni viven en ella malotes, canallas, ni poligoneras.


Hoy, quizás, por primera y espero que única vez, se podrá decir que no estoy buscando el ser justo, lo reconozco desde un primer momento, la vida tampoco lo es. A cambio, no me he dejado nada en la recamara.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 23 de diciembre de 2015

DESPIDIÉNDOSE A LO COSPEDAL (SEMIFINAL, GRAN HERMANO 16)



No se me ocurre una final, semifinal, más acorde con estos tiempos, a lo Cospedal, en diferido, dejando colgados  a los concursantes, Sofía y Aritz, o Aritz y Sofía, que tanto da. Puestos a ser originales, como Doña Mercedes Milá se apresuró a recalcar una y otra vez, propongo, y además gratis, una idea: Pueden posponer la final exactamente a dentro de un año, y ganan el Guinness de los records de mosqueo.


Una edición caracterizada por cambiar las normas al libre albedrío de los “amos” del programa, desde el punto de vista de este vecino del mundo, va a acabar con más pena que gloria, y especialmente por los derroteros que ha ido cogiendo un programa, en el que, diríamos que por primera vez, han ido tomando, casi más protagonismo, los concursantes  ya expulsados, por lo que no sería de extrañar, en próximas ediciones, otra casa fuera de la casa oficial para albergar a los expulsados y no se tengan que mover como almas en pena de programa en programa de la casa. Se conecta con esa nueva casa y como hubiera dicho un recordado Miguel Gila se dice, por el telefonillo de entrada el nombre del ex concursante al que se quiere preguntar, y se añade el “que se ponga”.


Sinceramente, este vecino del mundo tiene pereza en relatar lo ocurrido ayer, nada nuevo, salvo la esperada expulsión de Niedziela, y que al final nos sorprendió con esa mezcla que solo tiene ella de inocencia, friquismo y egoísmo, en el que antepone sus sueños a la realidad de los otros, protagonistas reales de los mismos; que Fernando Alonso tiene novia…, pues... que se chinche.


Bien pensado, lo de la catalana-británico-polaca daría para un spin-off, o serie derivada, de una comedia alocada en la que podría también tener personaje fijo una Antoñita la Fantástica en el papel de Anita Obregón, o al revés, ya no sé. Para el que quiera volver a ver esas imágenes de ayer, hablando de su voz y de sus amores, por favor, que se abstengan esos, como este mismo vecino del mundo, que sean proclives a pasar vergüenza ajena.


 El problema de lo ocurrido ayer con la imagen de Niedziela es que dentro de la casa parecía ser de las más equilibradas, y en cinco minutos se desmontó y se fundió ella sola. Por cierto, y brindo otra idea, y gratis también, la historia de la familia de Niedziela bien pudiera merecer un guión cinematográfico.


Como ya he dejado claro en posts anteriores, este vecino no tiene ninguna duda de que Aritz debe de ser el ganador de esta edición, otra cosa es que al más puro estilo Esteban-Princesa del pueblo y especialmente de la Cadena Alegre, a última hora se dé la vuelta al marcador, y se vuelvan a comentar esas presuntas palabras del Sumo Hacedor Vasile: “Gran Hermano es un producto demasiado caro para dejarlo en manos de los espectadores”.


Visto lo visto, la gala de ayer dejó algo muy claro, que Aritz podría ser un tertuliano perfecto, porque sabe desmenuzar con exactitud los comportamientos ocurridos en la casa, y eso que, precisamente al estar dentro, es mucho más difícil tener una visión global. Y al Señor Aritz no se le ha escapado ninguna. Además, a pesar de su timidez, el de Santurtzi en el rifi-rafe siempre se viene arriba, como cuando le dice a Sofía: eres muy joven, pero aun así eres más madura que tu madre.


Hoy es la final, pero en realidad es la continuación de una gala, la de ayer, que no debió de ser interrumpida. O quizás sí, el tiempo suficiente para decirle a Mercedes Milá que ayer ya se consagró cum laude su inquina “máxima” (palabra de la temporada) hacia un Aritz, que si sobrevive al programa, es posible que sea declarado por el Vaticano: “mártir”, siendo el primer caso de “mártir en vivo”. 

Por cierto, es de destacar que al contrario que pasa con la figura del vasco, la permisividad de la Milá con el histrionismo de Marta puede lindar con lo enfermizo. Además, la canaria no se dá cuenta de que cada vez que abre la boca, son puntos para el de Santurtzi.


Lo único remarcable de Sofía, que una y otra vez se reitera que está aprendiendo de sus errores de juventud, sobre todo (y eso lo dice el vecino) si eso le da el maletín; pareciera que Aritz, a sus 25 años, ya fuera viejo.


Le he tenido que prometer a mi médico, que si hoy veo la final, estaré dopado con tranquilizantes y alejado de cualquier tipo de cubertería.  No sé qué me da…


*FOTO: DE LA RED






martes, 22 de diciembre de 2015

CON ÁNIMO DE MOLESTAR, LA OTRA NAVIDAD



Antes de nada, aviso.  Si estáis buscando algo que huela a Navidad, y políticamente correcto, os encasqueto el blog que sentía en estas mismas fechas el año pasado (http://patxipe.blogspot.com.es/2014/12/es-navidad-busco-merimee.html) y que tan bonito y apañado me quedó.


Este año, sin embargo, me encuentro, que no es poco, de otra manera, y como el fin de este blog es ser sincero, y “soltar” lo que llevo dentro, antes de que me pueda causar un daño irreparable, pues eso, que me vais a oír, o mejor dicho, leer.


Quizás, con los ecos de una campaña electoral aún tan reciente, uno puede llegar a plantearse que las Navidades pueden tener un mucho, por cierto, de campaña electoral. Con ese deseo, por ejemplo, de que todos seamos tremendamente felices. El resto del año, aunque sonriamos al de al lado, la vida no deja de ser una competición con navajas traperas disfrazadas de “ya lo siento, pero YO lo vi primero” y “otro día será para usted, pero hoy es para mi mejor amigo, que soy YO”.


En Navidad, no nos vamos a patear mercados en busca del voto indiscriminado, pero sí vamos a limpiar el polvo a los números de teléfono que el resto del año no utilizamos, para desearles, y antes de que te llamen ellos, mucha felicidad.  Quizás, con el deseo inconfesable, de que ellos a su vez nos digan que están sufriendo un cólico nefrítico, o en su defecto un desahucio, no por parte de su médico, que no somos tan mala gente, sino por parte de la autoridad competente, y en dos días se queden sin casa. Esa casa a la que han hecho tantas reformas, y de la que tanto nos hablaban, y hablaban. Y que la única vez que te invitaron, te tuviste que descalzar porque tenían unos suelos que parecían espejos.


Esos días de Navidad, que como un partido en plena campaña, tienes que sonreír incluso a la oposición, en forma de cuñado puñetero que te hace todo tipo de preguntas incómodas mientras te restriega por tu cara los chollos que ha comprado este año, porque gana tanto dinero que no le queda otra que invertir para no aparentar tanto.


Hoy han cantado esos niños de San Ildefonso, que antes te ponían tan sensible, recordando aquella radio mueble de tu niñez, y que para tus tiernas entendederas significaban un tiempo para grandes comilonas y muchos regalos,  y que, ahora, te recuerdan a esos sobrinos de tu mujer, siempre tan pulcros, bien vestidos, y recién peinados con colonia. 


Pensabas que eso ya no se hacía, lo de peinar con colonia, que solo se veía en películas españolas en blanco y negro de los años sesenta, pero los hijos de La Reme van así. Tan estudiosos, bien educados y sobre todo repipis que constantemente te están haciendo preguntas de cultura general para saber si tú todavía recuerdas las respuestas, o se ríen, en eso han salido a su padre, de tu ignorancia.


Además, en estas fiestas, ocurre una cosa curiosa, si tienes forma de portería de balonmano, es decir, si eres más ancho que alto, tus allegados se pasan todo el año con insinuaciones como “es bueno para la salud bajar de peso”, "siempre se ha dicho que hay que desayunar como rey, comer como príncipe y cenar como un pobre”. Pero estos días allí donde vas, parece que hay una conspiración contra ti, y te quieren cebar como a un cochinillo en vísperas de su último día. “Venga, no te cortes, y sírvete otro plato que ya te conocemos…” o “Hoy déjate de bebidas con “cola” y bebe como un hombre este vino que es de una cosecha muy buena y que así me ha costado”.



Hay días, como los que se avecinan, que sólo me apetece, mientras me cierro en banda, ser una puerta y colgarme el cartel de “Cerrado por vacaciones, y meta los mensajes por la ranura”.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 21 de diciembre de 2015

LA DECISIÓN DEL ÚLTIMO REY MAGO (O EL DÍA DESPUÉS A LAS ELECCIONES GENERALES)



Hoy todos los que intenten resumir lo ocurrido ayer,  dirán eso tan socorrido de “el día después”, y en realidad es así. Lo que ocurre es que este vecino del mundo tiene la sensación de estar viviendo “El día de Reyes” de aquellos principios de los sesenta, cuando uno, como se solía decir, porque ahora es una expresión que se oye poco (y puede querer decir mucho del panorama actual), ya tenía, o creía tener, uso de razón.


A aquel niño siempre le pasaba lo mismo que, tras una noche de nervios, sudores y no poder dormir, de lo pedido a lo recibido no es que hubiera un gran trecho, sino que no tenía nada que ver. Es como si en un momento dado uno de los “ayudantes de los ayudantes del último Rey Mago”, y con urgencia, porque ya se iban sus compañeros, hubiera decidido cubrir el expediente, dejando lo que en ese momento tuviera entre manos en el lugar en que estaba, en mi casa, Y además, el noventa por ciento, siempre eran cosas para el cole o para vestir, y en ese momento quién estaba pensando en el cole ni en la ropa de los domingos…


Teniendo en cuenta las expectativas/deseos/sueños que muchos teníamos, no ha quedado mucho, por ahora, depende como quede el mar tras el tsunami de las votaciones, y la posible organización entre unos cuantos, de deseos de izquierdas pero de mirarse el ombligo. Eso sí, ha quedado más que claro que España es/era de derechas, o mejor dicho de virgencita que me quede como estoy, porque a lo mejor si aspiro a algo más me hacen la del “tocomocho”, y en ese caso además, uno no podría ni quejarse, por la vergüenza de ser un panoli.


Ayer, en cambio, lo que vi y sentí, en un mediodía donostiarra, en la zona de Amara, a la hora de ir a votar, fue un gran ambiente en cuanto a gente, y mucha sonrisa y cara de complicidad. Por un momento, solo por un momento, creí estar en el Santuario de Lourdes por la gran cantidad de gente mayor, ayudada, y en silla de ruedas, pero con cara de tozudez y de "yo lo consigo, por los míos". 


Lo que nunca le había pasado a este vecino del mundo, tuve que hacer una cola, para mi urna, no menor de veinte minutos. pregunté, incluso, por si me había confundido y era la cola para la nueva entrega de "La guerra de las galaxias", pero afortunada o desgraciadamente era la fila que correspondía. Y tanto los que iban delante de mí, como los de atrás, dijeron muchas, muchas, veces eso de “a ver si esta vez podemos”. Hubiera sido mucha casualidad que solo hubieran sido ellos los que iban a votar morado, y al final de la noche quedó más que claro, que en el País Vasco, por las noticias que han dado, sino arrasó, para que nadie se pueda dar por ofendido, sí fue la primera fuerza.


Ahora, ya solo queda pasar de las frases hechas de los políticos, o mejor dicho, y como un cocinero diría, hay que pasar de las recetas perfectas en un libro impolutamente bien edito, al fragor de las comandas y olor a fritanga, a intentar sacar adelante la cocina de este país, que al menos según opinión de este vecino, y de mucha gente que conoce, solo se han dedicado a cocinar para unos pocos, eso sí, cocina exquisita y muy publicitada. ¿Y para el resto? Pues eso, que se busque la vida como pueda, pero eso sí, le vamos a dar un buen nombre: “cocina de autor”.


Aunque ayer a la noche, hace apenas unas pocas horas, había flashes por todas partes, y sonrisas “profident”, en realidad es a partir de ahora cuando muchos se tendrán que retratar, porque aunque el Partido Popular ha sido el más votado, su descalabro ha sido más que evidente, y no cuenta con una mayoría, por lo que dependerá de otros (y con Ciudadanos sólo las cuentas no salen), o al menos de abstenciones de otros, para poder gobernar. O incluso se pudiera crear, lo que se está llamando una gran coalición, PP-PSOE, que si ésto ocurriera, y en opinión muy particular de este vecino del mundo, pudiera ser, en un futuro, la debacle socialista.


Y quizás, más que los socialistas, alguno que otro  también tenga que pasar por el fotógrafo, como un P.N.V. que si mostrara su apoyo al P.P., aunque sea solo absteniéndose, en realidad haría oídos sordos a ese “PUEBLO”, que siempre tiene en su boca (otra cosa es a la hora de defenderlo, postureos aparte), y que ayer dejó clara su postura de izquierdas.


Con eso del eterno “bipartidismo” ha habido minorías, y gente de mi generación me entenderá, que bailaban, y bailan, constantemente “La Yenka”, por aquello de “izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás, un, dos, tres” de su pegadizo estribillo.  


Este vecino no es ni politólogo, ni futurólogo, solo es un sufridor de la crisis que se reconvirtió en blogger/bloguero, pero le huele a una despedida del Señor Rajoy, bajo el maquillaje que se quiera, para poder llegar a entendimientos varios con algún que otro partido. Lo que sí echa de menos es aquel ya famoso “Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”. Quizás, porque ni Rajoy lo siente, ni tiene la honradez (palabra complicada para los políticos) de reconocerlo.


Ahora, mucho me temo, y como en la niñez de aquel comienzo de los sesenta, todo queda en la decisión del último Rey Mago y lo que le quede en su bagaje, entre otras cosas de honradez y vergüenza, pero, esta vez, no para nosotros, sino para él.


*ILUSTRACIÓN: DE LA RED


sábado, 19 de diciembre de 2015

JORNADA DE REFLEXIÓN... ¿QUÉ TAL TU HIJA?


A nadie se le escapa que hoy es lo que se ha dado en llamar jornada de reflexión, por las elecciones de mañana, y que a este vecino del mundo siempre le ha parecido curioso, porque siempre ha considerado que los que deberían de reflexionar son los políticos sobre su pasado y su futuro. Cómo se han comportado y cómo se van a comportar,  y ellos, al menos hasta ahora, siempre lo han tenido muy claro, demasiado, y esos polvos, con perdón, han traído estos lodos, y estamos con ellos hasta el cuello.


Pero como hay que reflexionar, yo lo voy a hacer, pero no desde el lado de la política, sino quizás de lo políticamente correcto.

Tengo un amigo, de los íntimos, de esos que los vascos llamamos de la “cuadrilla”. Nos vemos menos de lo que deseáramos, pero siempre que lo hacemos, le hago la misma pregunta, que me consta, además, le hace todo el mundo que no le ha visto desde hace un tiempo: ¿Qué tal tu hija?

Mi amigo tiene una hija de veintisiete años a la que no ve desde hace unos siete.
Se separó cuando su hija era muy pequeña, siete años. No hubo terceras personas pero, como se suele decir, “lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible”. Y me consta que él siempre ha cumplido con todo lo que se le vino encima, ya que tuvo que dejar el hogar, que hay que decir que era de sus padres, y se comprometió además, y no tenía por qué, a que hasta que su hija cumpliera los dieciocho, no haría nada al respecto para que sus padres volvieran a reclamar la casa.

Él, mi amigo, y me consta, siempre ha cumplido religiosamente con todas sus cargas, crematísticas, ya que las del corazón y de la sangre se pueden llamar deberes, pero nunca cargas. Ni que decir tiene que la relación con su ex nunca ha sido buena, porque ella siempre le ha puesto todo tipo de trabas y tramas, digamos, que “para que no se olvide de ella”.  Él, y estoy seguro de ello, siempre ha puesto más de su parte para la buena convivencia, y nunca ha faltado a ninguna cita con su hija, y le ha tenido con él lo máximo que podía.

Pero llegaron los 18 años, los de su hija, porque todo llega, y tras un arduo juicio, ellas tuvieron que dejar la casa. Mi amigo siempre le dijo a su hija, que ella, ni en el juicio ni en la vida, no se tenía por qué decantar por nadie, pero ella eligió hacerlo por su madre, y desde ese momento apenas le ha visto.


Lo curioso del caso es que su hija siempre se anda por las ramas, nunca le ha echado nada en cara, pero no tiene tiempo para verle, y el teléfono, dicho por ella misma, nunca lo oye, casualidades. Siempre está muy ocupada, estudiando, trabajando,  pero no tiene tiempo, ese maldito tiempo que, sin embargo, al parecer, tienen que tener los demás.


Mi amigo cada vez que la gente, su gente, le pregunta por su hija, nunca ha ocultado que ella no le quiere ver, porque además es que es así, y lo demás sonaría a excusas.


La reflexión que os he prometido viene ahora. Mi amigo siempre ha tenido claro que dos no se ven si uno no quiere. De vez en cuando, le hace alguna llamada, que ella sigue sin coger. Le manda algún email, que al igual  que las llamadas, sigue sin tener tiempo para contestar. Y aunque sabe dónde trabaja ella, se niega a aparecer por allí, porque él dice, y en mi opinión está en lo correcto, que “si ella no le quiere ver, cosa que es obvia, no hay que forzar nada”.


Y, últimamente, mi amigo, está muy extrañado con los comportamientos, porque no son muy claros al contestarle, de amigos y conocidos, ya que al hablar sobre el tema, él alguna vez ha insinuado, ya que ahora tiene pareja, que tal como están las actuales leyes de herencias, es muy probable que sólo le deje, y eso que no tiene grandes cifras, ni posesiones alucinantes, lo estrictamente legal.

Mi amigo está totalmente convencido de que la gente no le comprende.
¿Él tiene que ser “políticamente correcto” y dejar toda su herencia a su hija porque, precisamente, es su hija?¿Siempre tiene que dar todo ( y aquí ya no hablamos sólo de dinero), viendo que la otra parte solo es una pared?

Como al exponerme todo esto, que por otra parte ya sabía, estaba seguro que en realidad pedía mi opinión, y tras unos segundos, no me ha hecho falta más tiempo, le he contestado:

Mira, hace muchos años, yo trabajaba en la recepción de un hotel, y nos vino un cantante muy famoso que actuaba con sus hermanos. Le preguntamos si él se iba a hacer cargo de todas las cuentas, y con una sonrisa, nos dijo algo que yo estoy convencido de que se puede aplicar aquí. “Somos hermanos, no primos”. No hizo falta preguntarle más.

*FOTO: DE LA RED


viernes, 18 de diciembre de 2015

LOS VASCOS NO LLORAN (GALA 15, GRAN HERMANO 16)


Nunca pensé que podría empezar un post sobre Gran Hermano diciendo “Los designios de Dios son inescrutables”, pero eso es lo que me viene a la mente con la salvedad, naturalmente, de que hay que cambiar “Dios” por “los jefes del programa”. Y es que uno se pregunta por qué en una de las semanas se fueron dos concursantes, y ahora están prolongando  la evacuación a ritmos más que reumáticos.


Quizás, y llegados a este punto, convendría preguntarse  qué se premia en este concurso, y así obtendremos la respuesta a ¿Quién debería de ganar esta edición?


Si la empresa, porque en el fondo se trata de eso, quiere alargar la sombra de la edición a alguien que luego sirva para salir en sus programas, ya se sabe, joven, atolondrado/a, de muy buen ver, y que dé juego a la parrilla de Telecinco, entonces está claro que debe de ganar Sofía, y su madre, porque no olvidemos que “ésto” es un pack más indisoluble que Ramón y Cajal. Sin olvidar, además, el hecho de que si la de Pamplona se lleva el maletín, irá integro a su madre, dicho por ella misma dentro de la casa, y que este vecino del mundo lo oyó en directo en el “24 horas” y que no se ha vuelto a reproducir por la cadena.


En cambio, si lo que realmente queremos es repartir justicia, la persona que indiscutiblemente debe de ganar este año es Aritz, y en lo ya dicho en esta frase está la razón del por qué. Precisamente, por comportarse como “persona” y no como “concursante”. Por mostrarnos su moneda, en lugar de esa famosa llave, su cara “A” y su cara “B”, que todos tenemos, y que siempre, siempre, se ha comportado como le pedía su cuerpo en cada momento. Ha pensado siempre en lugar de con el cerebro, con sus tripas, aunque algún gracioso dirá que en más de una ocasión ha pensado con sus genitales, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.


Sea cual sea el resultado final, esta edición será la de Aritz, y naturalmente la de Han, que se fue ayer, y que es muy importante en el desarrollo de todo el concurso. Y es que el chino granadino sacó lo mejor y lo peor del vasco. Y llegados a este punto, ayer y durante la entrevista de Mercedes Milá se  echó en falta, al menos este vecino del mundo echó en falta, una gran reprimenda, como al menos antes las solía hacer la Milá de perfil alto, con respecto a no blindar la intimidad de la pareja. 


A la Señora Milá, una edición sí y otra también, se le ha llenado la boca  de recriminar al componente “masculino”  de una pareja que en un momento dado se ha podido formar en la casa, cada vez que se ha ido de la lengua desvelando intimidades “camatorias”, más que amatorias, a los demás concursantes. Y ayer, Doña Mercedes Milá, fue incapaz de hacérselo notar al Señor Han. ¿Una pareja formada por dos señores no debe de funcionar igual que una pareja de las de toda la vida?


En este caso, precisamente, los “deslices vocales” del Señor Han han jugado muy a la contra de Aritz, sabiendo ciertas cosas, más los otros concursantes, que nosotros, los espectadores,  por versión del concursante granadino, que constantemente no es que arrimara el ascua a su sardina, sino que el ascua y la sardina siempre eran para él.


Comenzaba este post, diciendo que el concurso ya se ha hecho demasiado lento, porque los que vemos el “24 horas”, durante esta semana hemos asistido a una especie de circo, como el de Niedziela casualmente, pero en el que en la pista siempre estaba Han y Aritz, y ellas lo único que hacían era comentar las jugadas del contrario, porque no olvidemos que aquí no hay amigos, sino contrarios, que no enemigos, aunque algunas veces lo sean.


Ya no hay mucho más que contar porque hay lo que hay, y ahora todo está en el grado que te dejes contaminar, como espectador y posible votante, por los cantos de sirena que vienen de todas partes y en una gran proporción desde la mismísima cadena. Ya que no solo se trata de hablar bien o mal de alguien, sino incluso en el orden de plantear ciertas cosas, o de no mencionar otras, como por ejemplo, y ya dicho, el dinero que puede ir directamente a manos de Maite, y que a muchos defensores de Sofía, en realidad, eso, no les haría gracia. Y que el concurso se ha librado muy mucho de comentar.


Por ejemplo, ayer ante las visitas, otra vez, aunque ahora sea en persona, y antes vía plasma (por cierto, ¿a qué me recuerda eso?), el acorralamiento a Aritz fue más que evidente, entre otras personas por la madre de otra finalista, que aunque haya sido concursante, no nos confundamos, ahora actúa como madre y defensora de un “botín” que puede ir para su casa.  Mientras, en el caso de Sofía precisamente, no pasó de hablar con sus ex-ligues, que el primero, Suso, le pellizcó, un poquito, solo un poquito, en su moral, y el otro, Ricky, ya fue un auténtico elixir de crecimiento de su ego, y todavía deben de estar limpiando las babas de ambos en la sala en la que se reencontraron.


Además, lo más gracioso del caso, fue la razón esgrimida para que aparecieran de nuevo los incansables ex-concursantes, según palabras textuales de Doña Mila, Mercedes, “para disolver los malentendidos”. En mi pueblo al menos, a eso siempre se le ha llamado, y con perdón, “revolver la mierda”.



Como ya este vecino del mundo se está tomando con humor todo tipo de estratagemas que está urdiendo la dirección, para sorprender/manejar el programa, ya solo hace falta, y lo dije ayer en un tweet imposible de reprimir durante el programa, al comprobar la diferencia, y por mucho, del trato recibido por Aritz y los otros tres concursantes, solo faltaba que “casualmente” cambiaran, como lo hacen un día sí y otro también, las reglas del programa y, casualmente, impongan una que diga: “Prohibido los vizcaínos”. Y mientras expulsan a Aritz, la Milá, Doña Mercedes, jure y perjure que ellos contra Aritz no tienen nada, pero que las normas son así, para cumplirlas. 


Ayer, que la presentadora, muy sibilinamente, nos diga cómo alguien se tiene que comportar, o dejar de hacerlo, ante la salida, en este caso de Han, del concurso, más que de manipulación, es de vergüenza ajena. Y no quiso, sin embargo, comentar, otra vez Doña Mercedes, el por qué Aritz no quería/podía mirar a la cámara durante la despedida “con su pareja”; porque sabía, el de Santurtzi, que se iba a romper, y los vascos no lloran.

¿No nos vale ya con que haya dejado el armario hecho unos zorros?

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jueves, 17 de diciembre de 2015

UNA HOSTIA BÚMERAN Y SU PHOTOSHOCK


Está claro que Almodóvar, Don Pedro, solo pudo nacer en España, porque esos guiones, los de su mejor época, frescos y alborotados, no son otra cosa, que un reflejo de nuestra España cañí, porque anda que  no hemos tenido unas horas moviditas desde que ayer uno de los candidatos en esta campaña electoral, y a la vez Presidente del Gobierno, Don Mariano Rajoy, sufrió una agresión durante, eso que se dice, un baño de multitudes.


Vaya por delante que este vecino del mundo condena, por supuesto, toda agresión vaya a donde vaya, y venga de donde venga. Pero este hecho, ha servido también para retratar a muchos. 


Bien pensado, se podría decir que ha sido una agresión búmeran, porque su movimiento de influencia ha sido curvo, y ha atravesado todos los espectros políticos para volver al centro, ya que ahora la mayoría de los partidos se retratan en esta zona, el centro, que viene a ser como lo políticamente, y nunca mejor dicho, correcto. Y que puede también explicar, el que si un partido, que hasta hace unos años hubiera sido claramente catalogado de derechas, si él mismo ahora se define como del centro de toda la vida, Podemos, que según el baremo de antes, hubiera sido catalogado como de izquierdas, ahora sea de extrema izquierda. Aunque por esa regla de tres, y partiendo de lo mismo, el Partido Popular desde la otra orilla, también pudiera ser catalogado como extremo.

A este vecino del mundo, sin embargo, una de las cosas que más le han chocado en esta noticia es el uso presunto del “photoshock” por parte de uno de los más famosos periódicos de este país, para intentar agravar una noticia que ya de por sí lo es, y al quedar en evidencia, daña lo que en teoría pudiera haber querido defender.

Es curioso por cierto, siempre se ha dicho, que cuando se destapan actos de corrupción, se les pone el sambenito, por parte del partido afectado, de “hecho aislado y al margen de los demás componentes del partido”. Sin embargo, un individuo, una persona, tiene un comportamiento salvaje y ya hay que etiquetarlo en un partido en concreto o como consecuencia de una filosofía determinada.

Ahora, y tras saberse que el joven causante de la agresión cerraba el círculo de las tendencias, al hacerse en cierta manera pariente lejano del agredido (hijo de una prima de su mujer), es cuando no hace falta ni el Photoshop ni el Photoshock porque a más de uno le habrán salido los colores, y otros los habrán perdido, como su razón.


Siempre se suele decir que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Lo que ocurre es que en este caso solo se han necesitado muy pocas horas. Y quizás, lo mejor, es que todos los candidatos han estado, y por una vez, a la altura. Los no afectados, condenando desde el segundo cero, la agresión, y el agredido pidiendo cordura y calma. 

Lo demás, y nunca mejor dicho, ha sido un asunto de colores que iban y venían y de una hostia búmeran. Y, que algunas veces, conviene esperar a hacer un comentario porque el mismo tiempo, como esta vez, da su opinión.

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miércoles, 16 de diciembre de 2015

LO QUE LA VERDAD CONLLEVA


Algunas veces, siempre, cuando se pide que te digan la verdad, conviene mantener una conversación interior sobre si verdaderamente quieres saberlo, o quieres que la supuesta verdad tenga el esquema que previamente te has montado en tu interior. Porque la verdad puede ser dolorosa, sobre todo si involucra a tus seres queridos, más incluso que sobre ti mismo, porque, personalmente, creo que eso lo podría “manejar” mejor, que la figura de tus seres queridos. Quizás, porque éstos han podido formar tu geografía interior, tus valores, la manera de ver y deglutir las señales que recibes del exterior.


Durante muchos años ves la vida según tus padres (aunque en tu interior haya surgido ya la chispa de la rebeldía), quizás bajo la apariencia de lo que es tradicional, aunque solo sea costumbre en tu casa y porque alguno de los dos miembros, padre o madre, lo quisiera de esa manera.


Digamos que, durante muchos años, la figura de la ley, o la justicia, esa señora con los ojos tapados y una balanza, tendría fisonomía que en cierta manera recordara a nuestra familia, hasta que un buen día te vas dando cuenta de que una cosa es predicar y otra dar trigo, y que tanto tu padre como tu madre se pueden confundir, y de hecho lo hacen. Y la seguridad del suelo en el que habías pisado con fuerza hasta ese momento, puede ser ahora tan firme como unas arenas movedizas.

Y a todo el proceso anterior se le llama madurar, crecer, e incluso hacerse adulto. ¡Hay que joderse! Al final la vida misma está llena de publicidad engañosa, y no existe una OCU a la que puedas ir contando tus cuitas. En realidad sí hay alguna, que bajo la forma de “vamos arreglar lo espiritual”, al final lo que quieren es venderte la moto de lo suyo. Incluso, algunos te pueden limpiar tus pecados más blanco que las otras religiones o que los otros partidos políticos.

Quizás, y solo quizás, si la belleza está en tu interior, tal vez sea prima hermana  de la verdad y cuñada de las buenas maneras, y “acuñaron” entre todas esa frase de “no hagas o no quieras para los demás, lo que no quieres para ti”. Fácil de decir, pero difícil de llevar a cabo, porque nosotros somos nuestros mejores amigos, y con mucha frecuencia nos dejamos sobornar por nuestro propio amiguismo, que si es exacerbado se apellida “soberbia”, porque el nombre, o la excusa, siempre la pones tú mismo.


¿Seguro que realmente querías saber la verdad?

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martes, 15 de diciembre de 2015

EL DÍA DESPUÉS A "UN CARA A CARA"


Lo bueno que han traído los nuevos medios de comunicación, redes sociales incluidas, es que se ha democratizado la voz popular, y quien más y quien menos puede dar su opinión sobre aquello  que le preocupa o disgusta directamente, en tendido todo ello, que ya es otro cantar, desde el prisma de la buena educación y formas.

Dicho ésto, ahora, el que quiera va a oír mi opinión desde la orilla del día después del cara a cara que ayer noche mantuvieron Pedro Sánchez, líder del PSOE, y Mariano Rajoy, todavía Presidente del Gobierno, y candidato del Partido Popular.

El “acto” en sí tuvo un sabor rancio, no a añejo, que puede incluso sonar a abolengo, a tradición, sino, como se dice ahora, a “viejuno”.  En realidad sonaba y mucho, a noche poselectoral en que cada uno leía las cifras como le daba la gana. Durante un tiempo se oyó los mismos discursos de siempre por parte de los dos.

Se mantuvieron las formas que en realidad favorecían al Señor Rajoy hasta que el Señor Sánchez quiso. Y aquí se vio la herencia de los otros dos partidos, los nuevos, que ya han dejado en el poso de las formas.

Personalmente este vecino del mundo cree que si Pedro Sánchez le leyó la cartilla muy duramente a un Mariano Rajoy fingiendo, eso quiero creer, extrañeza, fue por no querer perder ese viento a nuevo, a renovación, que los que vienen por detrás parecen traer.

He empleado la palabra “fingir” porque si a estas alturas de la película, el Señor Rajoy ignora que el pueblo está muy enfadado con los casos de corrupción vengan de donde vengan, en realidad, entonces, está confirmando que vive en su burbuja particular. Él mismo tenía que estar seguro que la "B" de Bárcenas, en un momento dado debía de salir a colación.

Una de las frases más empleadas en el día después es que el Señor Sánchez se pasó de frenada a la hora de increpar personalmente al Señor Rajoy por la corrupción, e incluso todo este batiburrillo de opiniones que se han formado a favor y en contra puede oler a cortina de humo para ocultar lo que no se habló, como el programa electoral de ambos. 

Personalmente este vecino del mundo cree que el líder socialista se quedó corto al pararse ante el despliegue amanerado de darse por ofendido el candidato del PP, mostrando un sentimiento que en sus cuatro años al mando de este país no ha dejado ver con sus incomparecencias, sus frías apariciones vía plasma, y sus reiteradas negativas a explicarse ante tomas de decisiones que en nada tenían que ver con lo prometido en su campaña electoral.

Al parecer nada más terminar el cara a cara, el partido popular se encargó de difundir que el candidato socialista se había radicalizado, influenciado por los nuevos partidos, especialmente por las maneras de un Pablo Iglesias que en muchas partes del cara  a cara de ayer su recuerdo fue más que evidente.

Si ese muy ligero giro de tuerca del discurso del candidato socialista es “radicalizarse” este vecino del mundo cree que evidentemente vamos por el buen camino, y que hasta ahora los dos partidos con alternancia en el poder podían haber jugado al poli malo y el poli bueno. Y todo lo que sea “juegos”, siempre son una manera de fuegos de artificio en el que siempre, siempre, correrán los gastos de los platos rotos, por parte del ciudadano, que ya estaba tan desmoralizado que no esperaba nada bueno.

Muchos, al terminar el programa, tuvimos la sensación de que este tipo de actos, y más con los mismos partidos, habían acabado para siempre. Otro tema es el de “el moderador”, Don Manuel Campo Vidal, que sin dudar de su extensa experiencia, en algunos momentos parecía superado por los acontecimientos, pero que visto desde el día después, dejó hacer, convencido de que eso era lo mejor para los espectadores, que en realidad no eran tales, pues desde el mismo comienzo se nos concienció de que lo que “iba a ocurrir en realidad era una búsqueda de personal adecuado para ser el nuevo Presidente del Gobierno".

Visto lo visto, este vecino no se va a quedar con ninguno de los dos. Uno parece no poder, y el otro ni poder ni querer. ¡Así están  las cosas!

Mucho me temo, pero ayer el realizador apuntó con las cámaras, a opinión de muchos, hacia el lugar equivocado, porque "eso"ya, ese cara a cara, carecía de interés.

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lunes, 14 de diciembre de 2015

CARTA ABIERTA A UN INDECISO

                                                      
                              San Sebastián, 14 de Diciembre, 2015

Estimado indeciso,

Hoy, lunes, me he despertado muy temprano. Al principio no le he dado importancia, pero poco a poco un desasosiego me ha ido invadiendo. Y es que esta semana es atípica; desde ya huele al próximo domingo, a fecha electoral. Y nos jugamos mucho.


Si en unos seis años, no más, a este país, entre unos y otros, los dos partidos de siempre, lo han dejado como un bebedero de patos, con perdón a los patos, en la próxima legislatura, y al más firme estilo del Forges de los setenta, nos daremos cuenta de que iba muy en serio lo de España S.A.


Y el problema en esta ecuación, por simplificarlo mucho, no es de ellos, los de siempre, que arriman el ascua a su sardina, o a la de sus amigos, en un país lleno de amiguetes,  sino nuestra, que nos seguimos creyendo las mismas mentiras de siempre, y como han colado, y siguen colando, pues más.


España no va bien. No soy ni licenciado en derecho, ni economista, pero desde hace unos años, como afectado, y mucho por la crisis, desgraciadamente tengo mucho tiempo libre, mucho tiempo para observar, y recapacitar. Y, lo dicho, España no va bien.


Nos están vendiendo la moto de que si les dejamos seguir, a los del partido todavía en el gobierno, lo peor ya ha pasado. Pero, señores, seamos serios que llevan varios años cerrando las cuentas cogiendo el dinero que es para la jubilación. Así también este vecino del mundo, cierra cualquier ejercicio económico, si le pide a un conocido que le ponga lo que falta.

Y este conocido, es muy conocido. La mayoría de ellos se han batido el cobre durante treinta y cinco años, o más,  no solo trabajando, sino logrando  unas mejores condiciones en todo, e incluso ahora utilizando su jubilación para ayudar a los parados, que quien más o quien menos, tiene en su propia casa.

Sinceramente, durante muchos años, y ahora me doy cuenta, he sido ese buen ciudadano, al final un borrego siguiendo a la manada, que no ha dado nunca problemas a nadie, ni a las leyes ni a los empresarios. Solo he perdido días de trabajo por una neumonía y una operación nasal para poder respirar mejor.


En la empresa nunca han reconocido época de vacas gordas, incluso los jefes casi no cogían vacaciones, pero se iban frecuentemente de viajes de negocio, de  los que volvían sospechosamente morenos. Y cuando “la cosa”, la famosa cosa empezó a ir un poco mal, nos mandaron a la calle a los que teníamos más de 52 años, no a todos evidentemente, porque siempre hay una ventaja para el que sabe reverenciar al jefazo, al jefe, y a los jefecitos.


No hay trabajo para los jóvenes, bien pagado y en condiciones, para los esclavos sí, y ahora nos viene el Señor Presidente del Gobierno en calidad de candidato, diciendo que el que quiera seguir trabajando cuando llegue a los sesenta y cinco lo podrá seguir haciendo, claro, sin cobrar la jubilación, cuando a una gran mayoría nos han mandado ya a casita, al ver que eramos los que mejores condiciones teníamos, sin tener el estatus de jefe, claro.

Ayer me desperté desasosegado, tras soñar con una oficina llena de lentos y reumáticos trabajadores, con culos enormes blindados por “Dodotis”, la mitad de los cuales ni podían recordar el trabajo que tenían que hacer. Verdaderamente lamentable el sueño/futuro.

El todavía Presidente, otra vez como candidato, nos dice también que no se puede dejar el gobierno en manos de partidos bisoños. El problema es que los que están y los que han estado tienen tanta experiencia que, como diría aquel, “se las saben todas”, incluso hasta a hacer “pagos en diferido”.

Seamos serios, cuando murió Franco, una gran parte de los que se presentaron a las elecciones, y tuvieron gran importancia a posteriori, eran “bisoños” también.

Quizás la bisoñez pueda tener su parte buena, y entre que acaban de aterrizar llenos de ganas, la sensación de que están siendo vigilados por la nueva oposición, que les vigilaría al máximo azuzados por su cabreo ante su nuevo futuro, el nuevo gobierno, como se diría vulgarmente, iba a comportarse más fino que el coral.


Los ayuntamientos han cambiado, en su gran mayoría, y no reina el caos. Muy al contrario, ha servido para airear cuentas oscuras, muy oscuras.


El futuro está en nuestras manos, aunque viendo esa juventud polígonera, y esa otra “pija máxima” que solo sueña con sus cinco minutos de gloria, y el tener para comprarse un móvil de última generación para sacar fotos a la persona que más quieren, ellos mismos, como no nos movamos la generación intermedia ya, lo del arca de Noé va a ser un juego de niños.

Hay, se dice, todavía un cuarenta por ciento de indecisos como usted. No voy a intentar convencer a nadie, pero antes de votar,  recapacite sobre su vida anterior, y lo que se ha deteriorado estos últimos seis años, si está conforme, hay dos/tres partidos que le están esperando.

Yo, particularmente he comenzado una estricta dieta de fruta y verdura morada, buena para prevenir ciertos cánceres y, sobre todo, para la memoria, porque no quiero que se me olvide nada de lo que me han hecho, nos han hecho.


El secreto va a estar en el morado.


Atentamente,

Un vecino del mundo

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