jueves, 31 de diciembre de 2015

TERMINANDO A TODA PASTILLA



¡Ya está! El libro de este año se cierra hoy. Atrás quedarán personajes que se han ido para siempre, unos porque nos han dejado físicamente, otros porque el olvido se apoderó de ellos, o incluso de nosotros. 


Menos mal que para acabar un año no hay que dejar zanjado todo lo del año anterior,  como si fuera un curso escolar, porque sino, por ejemplo, los catalanes a lo mejor en el 2020 cerraban el 2015, en cuanto a votaciones se refiere, y Mariano Rajoy, si hubiera que esperar a que cree ese millón de empleos, lo acabaría, en todo caso, su tataranieto, que para más inri, a lo mejor era de “We can”, porque para entonces todos hablaríamos en inglés, eso sí, con acento de Cuenca, el que fuera de Cuenca, e insertando unos cuantos “pichas” el que fuera gaditano.


La verdad es que este año ha sido movidito, pese a la inmovilidad de un gobierno cada vez más parecido a aquel personaje de Paco Martínez Soria, “Don Erre que Erre”, que siempre ha confundido, como la mayoría de los políticos, lo que desea su partido, con lo que desea España.


También hemos aprendido, por aquello de que a la fuerza ahorcan, que incluso podemos estar peor, y que desde la izquierda, la culpa la tiene la derecha, y, por supuesto, que al revés. Y al final, como decía la canción, seguro que la culpa fue del chachachá. Siempre tan proclives a echar la culpa a alguien, y no a encontrar el camino para enmendar errores posteriores.


Creo, y la experiencia es un grado, que este año en lugar de doce uvas, me voy a tomar doce pastillas pero, tranquilos, de esas que venden, en lo que ahora se ha bautizado como “tiendas de chuches”, y que antes formaba parte de la tienda de ultramarinos de toda tu vida, y que ha desaparecido por culpa de una de las mil franquicias. Pastillas que aunque son blancas, como toda pastilla que se precie, son de diversos sabores, como limón, naranja, fresa…


No tengo la intención de que se llenen las “Urgencias” de este país, y menos tal noche como la de hoy, con personas en estado comatoso, sino que en una especie de brindis al sol, o de "que lo que no te mata te hace más fuerte", me voy a ir vacunando, con cada campanada, contra pecados, o defectos, como la envidia, el pelotazo, el egoísmo, el “hoy yo primero, y mañana también”, el culto al cuerpo por el culto al cuerpo, y dentro de ese cuerpo, más yermo que la mojama, suponiendo que la mojama sea yerma, no encuentras nada.


Vacunarnos contra las promesas incumplidas, contra las frases llenas de apariencia y nada de coherencia, contra obispos más papistas que ese cura obrero que ahora tenemos por Papa, que no confundamos la noticia con la propaganda, la búsqueda de la verdad con la búsqueda de su verdad.


Hoy terminamos un libro, de nuestra propia biblioteca. Un ejemplar, de una vida que normalmente no suele serlo, que huele a amor, a decepción, a tristeza, a alegría.  Un libro que resume una vida, la del propio interesado,  y del que tenemos que aprender, para que el que inauguremos mañana, tenga menos borrones, menos zonas oscuras de nuestra cara oculta. Eso, en el mejor de los casos, de que lleguemos a inaugurar el libro del mañana, porque la vida ya es tan precaria en sí, como esos contratos de un día, que no sirven para dar de comer, sino para bajar la cifra de parados, y no la de muertos de hambre.

¡Año Viejo, que te den!

*FOTO: DE LA RED

martes, 29 de diciembre de 2015

UNA PRIMA POR LLAMAR



Ayer le llamé a mi prima, la de Murcia, porque quién no tiene una prima en Murcia, y, ella, Alicia, nada más coger el teléfono, el de su casa, sin que yo pudiera identificarme me dice: “Tengo una ilusión”, a lo que yo le contesté; -Me alegra mucho, primita, pero tampoco veo necesario que lo muestres a diestro y siniestro.

Hubo un silencio en la línea, en Murcia, y luego mi prima comenzó a reírse, como lo que es, como una loca. Y me explicó que había llamado para participar a un concurso de televisión, y como le pueden devolver la llamada en cualquier momento, y lo primero que tiene que decir es “Tengo una ilusión”, pues eso, que todas sus amistades, me decía riéndose, ya saben que tengo una ilusión, y las malpensadas, la mayoría, ya le ponen nombre.

De todas maneras, le contesté, ya las cadenas de televisión son un poco ruines, porque antes, con contestar la llamada ya valía, y ahora intentan escaquearse un poco, y alargar la tensión, e incluso el dinero, si es posible, a más llamadas…

Los que me siguen ya me conocen, y deben saber también, que me quedé con la copla, y comencé a elucubrar, tras terminar la llamada con mi prima. Y me dije a mí mismo, porque yo soy así y me tuteo, muy campechanamente, e incluso me puteo, las más de las veces: 


Imagínate que al sex-shop de la esquina, -porque sigo siendo así, y siempre visito lugares culturales- le dé por poner un anuncio en la radio en el que regale un viaje para dos personas, por ejemplo a Hawái, pero al coger el teléfono, y aquí está el quid de la cuestión tienes que decir: Tengo un pene de cuarenta centímetros y quisiera adornarlo.

Tras pensármelo un rato, me contesté como lo hubiera hecho una estrella del cine español a partir de 1976 con la abolición, en teoría, de la censura: -Si el guion lo exige… Por un premio lo que sea. Ya habrá tiempo de explicarse.


Y además, en el caso del anuncio del supuesto sex-shop, se puede contestar como en el chiste de Jaimito, que le dice a su profesora que a él le gusta hacer el amor porque se conoce gente. Y con este tipo de contestaciones telefónicas está claro que se puede conocer gente, e incluso, como con la luna, su lado oscuro.


De todas maneras, yo no sé a qué están esperando, por ejemplo, los lumbreras, los cerebros de los partidos políticos, en época electoral publicitas (me gusta esta palabra) un gran premio si al recibir la llamada de “ese” partido lo primero que contestas es: Me gusta “ese” partido, voy a votar a “ese” partido, y tienes a un montón de gente haciéndote publicidad por lo que viene siendo la patilla, y utilizando además ese famoso “boca a oreja”.


Lo que cunde una llamada, y además tengo a mi prima, en teoría, ilusionada, y yo me he reído como hacía tiempo. Y en estos días inciertos, no es poco.

*FOTO: DE LA RED



lunes, 28 de diciembre de 2015

¿INOCENTADAS, O MENTIRAS?


Que no estamos en lo que tenemos que estar.  Que se debería prohibir, que eso se les da muy bien a los políticos, poner elecciones tan cercanas a las Navidades. Nadie está centrado. Y con eso de la corrupción no me extrañaría  que hasta los Reyes Magos entregaran este año “sobres en diferido”.


Es más, los Reyes, los verdaderos, los de Oriente, ahora tienen que estar temblando, riesgo de perder su empleo, ya que en algunos municipios van a salir en las cabalgatas “reinas”, y ya se sabe que entre reinas o reinonas, la diferencia es de muchos centímetros de tacones, que sentados en sus carrozas, no se nota. Y el año que viene, los Reyes Magos, los verdaderos, los únicos, con la pata quebrada y en casa, y las Reinas repartiendo regalos, por aquello de que como lo han hecho un año, pues eso, que ya es tradición. Además con lo que saben ellas de llevar el control de una casa, seguro que hasta el gasto en regalos baja sensiblemente. Y a más de uno, hasta ahora Rey Mago, le harán ese tipo de regalos que él hacía, un microondas o un lavavajillas… Por aquello de donde las dan las toman.


Por lo demás, uno de los nombres de estas navidades, es el de la líder andaluza, Susana Díaz, que en su día dijo que ella quería quedarse en su Andalucía querida; pero siempre está con la oreja levantada y vigilando cualquier ruido, por si alguien se mueve. Y de vez en cuando, como ahora, le recuerda a su, en teoría, jefe, Pedro Sánchez, que él manda, pero no tanto. Como ese marido que siempre dice las últimas palabras: Sí, cariño. A tener en cuenta, que Don Pedro, el Señor Sánchez, ya tiene una mujer, de mucho carácter también, por cierto. ¿Otra versión, esta política, de la célebre canción "Yo soy esa", con una Susana Díaz de rompe y rasga? Conviene recordar, que tres, en Madrid, en Andalucía, y por hablar de casi el extranjero (si es que algún día terminan de votar), en Cataluña, es siempre multitud.


Visto lo visto, quién va a distinguir hoy, Día de los inocentes, una inocentada con el cúmulo de ellas que llevamos el resto del año. La diferencia es que en un día "normal", la oposición las llama "mentiras”, el gobierno "promesas incumplidas", y este día se les da en llamar “inocentadas”. Pero que alguien me diga, si más de una vez, visto cómo se desarrolla la vida diaria de nuestro país, no se ha sentido un Santo Inocente ante el Herodes/a de turno, que la igualdad de sexos es para todo también,  bien sea en directo, vía plasma, o en diferido.


¡Ah! Se me había olvidado deciros, aunque quizás ya alguno, siempre tan atentos, lo haya notado, que El Olentzero me ha regalado una escopeta, de juguete eso sí, pero con montones de pistones para disparar, y hoy me ha dado por hacerlo a todo lo que se mueve. Entre nosotros, he tomado la precaución de no hacerlo delante de un espejo, porque sé también que me tengo muchas ganas.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 26 de diciembre de 2015

EL BELÉN ACTUAL, NI DE CORCHO, NI DE BARRO


Quizás lo que más me gusta del día de Navidad es el paseo que me doy por la gran ciudad, en este caso Bilbao, y que la gente, todos en general con los que me cruzo, si hablan, en contadas ocasiones, lo hacen bajito. Nunca he sabido si es para que no les oigan los damnificados por los excesos nocturnos, o porque les duele la cabeza a ellos también.


Este año, la mañana de Navidad, he tenido la sensación de que hemos sido arrollados por el espíritu navideño. Incluso me pareció, esa mañana del fun, fun, fun, más que nunca, que eran los perros quienes sacaban a sus amos a pasear, para que tomaran un poco el aire y se les fuera esa melopea mezcla de alcoholes varios y borrachera de abrazos y buenos sentimientos hasta con la gente que no conocen.

La verdad es que este vecino del mundo ya se quedó noqueado en “Nochebuena”  con el discurso del Rey, en el momento que dijo que nos hablaba desde El Palacio Real, que era de todos los españoles.

Sinceramente, pensaba que no era así, que no era mío, cuando el año pasado, visitando Madrid, en plena Semana Santa vi una cola inmensa de gente, pasando por taquilla, y que tras ver los precios, y como íbamos tres, tuvimos que elegir entre alimentarnos física o culturalmente. 


Por otra parte, de la gente que visita todos los días tanto el Palacio Real , como los otros bienes culturales,  todavía no he recibido, no hemos recibido, parte del botín, aunque seguro que si pregunto me dirán eso de lo comido por lo servido, lo que se gana, por lo que cuesta el mantenimiento del pasado. Esa fue una de las razones por las que decidimos irnos a comer, porque si no nos buscamos la vida nosotros…


Desde hace unos años, desde la crisis concretamente, las Navidades me parecen en blanco y negro, remedando a aquellas películas españolas de principios de los sesenta, con un Casto Sendra (Cassen), José Isbert y José Luis López Vázquez, entre otros, buscándose la vida y, algunas veces, la muerte.  


Al atardecer del veinticuatro, me pareció  oír clarísimamente a alguien gritando: Chencho, Chencho… Sé que es muy probable que los lectores de menos de cincuenta años no me entiendan ésto, y deban de ver “La gran familia”. Quizás vean reflejado, en cierta manera, versión 3.0., eso sí, lo que está ocurriendo otra vez.  Y es que de vez en cuando no hay que hacer oídos sordos al pasado, y ver de dónde venimos y hacia dónde, desgraciadamente, parecemos ir.


La estampa de la Señora Carmena, Alcaldesa de Madrid, sin olvidar por supuesto al Padre Ángel, y no es hablar mal de ellos, sino al contrario, nos remite a un pasado del “siente un pobre a su mesa” verdaderamente estremecedor.  Y mientras, los partidos políticos, todos los partidos, discutiendo si son galgos o podencos, y en lugar de enseñar a pescar, entre otros a los que estaban en la cena celebrada en el ayuntamiento madrileño, intentando conseguir la caña más grande y lujosa, para que se note quién manda de verdad.


Este año, me imagino que lo habréis notado, no he felicitado las fiestas a nadie, no nos lo merecemos mientras hay un montón de desgracias, incluyendo esos que ya han quedado marcados como “refugiados”, y en realidad no están al refugio de nada, sino a plena intemperie. Quizás, este año el tiempo invernal sea más permisivo que nosotros, que nuestros corazones, y se avergüence de tener que “atacar” a un grupo que no importa a nadie, muy al contrario, molesta y mucho.


Os voy a pedir realizar una pequeña prueba, acercaros a ese pequeño, o gran belén que habéis montado por vuestros pequeños preferentemente, mirad al niño, tan bonito, tan limpio y reluciente. Ahora, sustituirlo por cualquiera de los niños vistos en esas fotos de “pequeños refugiados”. Pues eso. No tenemos vergüenza. ¿Que la culpa no es nuestra, es de los que mandan? Seguramente, pero les seguimos apoyando con nuestros votos, a todos.


Desear “Feliz Navidad” es ocultar todo tipo de problemas, y calmar nuestra conciencia. Y ya no estoy dispuesto a hacerlo, en mi caso, porque nacimientos, de los de verdad, y no de corcho y barro, hay todos los días.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 24 de diciembre de 2015

SIEMPRE NOS QUEDARÁ NUNCA JAMÁS (FINAL, GRAN HERMANO 16)


Antes de nada, que conste que este texto lo estoy escribiendo por el respeto que me  merecen y se merecen mis lectores, porque mi estado de ánimo no mi induce a hablar hoy sobre lo ocurrido ayer, pero ya que me comprometí, “motu proprio”, a hacer resúmenes de las galas de esta edición de Gran Hermano 16, cumpliré con ello hasta el final. Hoy no hay nada de resumen, tampoco merecería la pena de una gala diseñada  para ensalzar a la ganadora, Sofía, y hundir, más, al segundo, Aritz.

Estoy triste. No, no me malinterpreten. No estoy triste porque no haya ganado Aritz, que tras lo ocurrido con Belén Esteban, tanto en el concurso de baile, como en Gran Hermano V.I.P., uno, este vecino del mundo, ya debería de estar vacunado.

Podría volver a decir los argumentos que esgrimí cuando salvaron a La Esteban, con una carta abierta al mismísimo Señor Vasile, y que me consta que al menos fue abierta, y se supone que leída (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/02/carta-abierta-al-senor-vasile-desde-la.html), o el post tras su proclamación como ganadora (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/03/belen-esteban-lucroniense-adoptiva-o.html), pero si en su momento creí que había que dar una oportunidad al cambio, y por eso volví, pese a lo dicho en un primer momento, a ver el programa, un concurso que siempre me ha gustado, en su formato primitivo, que ya nada tiene que ver con aquel, y de que quizás, fuera del caso Esteban, un poco de cordura fresca sería posible, he vuelto a comprobar, no que el espectador es soberano, como no se cansan de repetir desde la Cadena  Alegre, sino que es altamente manipulable, por las voces/opiniones que se lanzan desde la misma.

Hoy estoy triste, porque este vecino del mundo ha comprobado una vez más que tenemos la España que nos merecemos, incluso desde el punto de vista político, porque todo está relacionado, y porque nos creemos todo.

¿Os imagináis un futuro país al mando de gerifaltes como los patrones que se lanzan desde el programa? Juventud, todo sonrisas y proclive a la puñalada trapera y al dinero fácil, esgrimiendo razones como “voy con la verdad por delante”, o es que “todavía soy muy joven”.
A madres, seguimos imaginando por lo visto y oído en este concurso, que se acuestan con los novios/ligues de sus hijas, mientras les aconsejan que echen un polvo con Diestro y Siniestro, y si hace falta con los dos a la vez, en un ménage à trois, porque la vida es un concurso y siempre se rentabilizará.


Estoy triste, porque nunca, es mi entender, nunca un segundo puesto tiene que tener una mejor entrevista que un primero, pero claro la ganadora es más de vistas, las suyas, que de cultura general, y que no me vengan con que está estudiando una carrera, por ahora se sabe que está apuntada en una carrera.

¿Alguien se ha tomado la molestia en entrar en el blog “El tipo del sombrero”? Encontraréis a alguien interesante, que por cierto, y por las fechas, era un joven/un hombre que tenía por entonces 22 años, y que apuntaba mejores maneras que otros que ahora tienen esa misma edad, y a los que hay que perdonar porque son jóvenes.

Se premia a unas personas que han dicho durante el concurso que otra concursante, con 29 años, ya es vieja, y se ríen de ella. Y creyendo que Suso era su novio, se lo intentó quitar, porque a ella le pone quitar el novio a las demás, y no lo ha dicho este vecino, sino la ganadora durante el programa.


Ella, Sofía, la ganadora, ha vendido un perfil de joven enamoradiza, pero en realidad, a ojos de este vecino, es la versión femenina de Suso, solo se quiere ella, y se exhibe delante de los malos malotes para reafirmarse lo buena que está, y conseguir una muesca más en su currículum, o en sus caderas, que uno ya no sabe.


Este vecino está triste porque el “super”, se supone que en nombre del programa, ha felicitado sólo a la ganadora, en realidad a su ADN que le ha hecho así, mientras un concursante, Aritz, que se ha mostrado realmente como es, y se nos ha desnudado por dentro y por fuera, sin edredón que lo cubriera, se ha tenido que ir, lo han mandado, por una segunda puerta, pequeña, muy pequeña, llena de reproches y dudas.


Estoy triste porque al formato del programa lo han forzado de tal manera que ya no lo reconoce  ni los padres que lo parieron. Eso sí, he de reconocer que sigue siendo un experimento sociológico, pero ahora no para los que entran en el concurso, sino para los que lo ven, soportan, y son sangrados en sus bolsillos, en la creencia de que son libres para decidir y votar.

Estoy triste por una periodista, Doña Mercedes Milá, que en su momento fue santo y seña de la modernez más moderna del periodismo y opinión libre, y ahora manipula mientras es manipulada, y con una zanahoria por delante, que son los programas de investigación que de vez en cuando hace, y que ha sido incapaz, de que en el binomio Aritz/Han, se diera cuenta de que el que manipulaba verdaderamente era el segundo, pero se revestía de delicadeza, amor y lágrimas.  Han siempre fue a por el maletín, y a cargarse al que él consideraba su peor contrincante, y por eso llenaba de dudas a los demás cada vez que hablaba de su “marido”.


Ayer, no como cuando ganó Belén Esteban, me creí en seguida el “dictamen” de la audiencia, eso sí, inmediatamente una sonrisa apareció en mi rostro al pensar que seguro, seguro, el ilustre notario sería el mismo que cuando ganó la del barrio de San Blas.

Podría decir muchas cosas más, pero  para qué, porque en realidad entraría en el juego  de una cadena que no les importa que se hable mal de ellos, con tal de que se hable.


He de confesar una cosa, me estoy convirtiendo, haciendo el camino pero al revés, en Peter Pan, y me voy al País de Nunca Jamás, ustedes ya me entienden. Porque al final, como en Casablanca ocurría con París, siempre nos quedará Nunca Jamás.


Estoy triste porque ya no hay un lugar para la esperanza, y es que la esperanza ni tiene versión 3.0, ni wi-fi, ni bluetooth, ni viven en ella malotes, canallas, ni poligoneras.


Hoy, quizás, por primera y espero que única vez, se podrá decir que no estoy buscando el ser justo, lo reconozco desde un primer momento, la vida tampoco lo es. A cambio, no me he dejado nada en la recamara.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 23 de diciembre de 2015

DESPIDIÉNDOSE A LO COSPEDAL (SEMIFINAL, GRAN HERMANO 16)



No se me ocurre una final, semifinal, más acorde con estos tiempos, a lo Cospedal, en diferido, dejando colgados  a los concursantes, Sofía y Aritz, o Aritz y Sofía, que tanto da. Puestos a ser originales, como Doña Mercedes Milá se apresuró a recalcar una y otra vez, propongo, y además gratis, una idea: Pueden posponer la final exactamente a dentro de un año, y ganan el Guinness de los records de mosqueo.


Una edición caracterizada por cambiar las normas al libre albedrío de los “amos” del programa, desde el punto de vista de este vecino del mundo, va a acabar con más pena que gloria, y especialmente por los derroteros que ha ido cogiendo un programa, en el que, diríamos que por primera vez, han ido tomando, casi más protagonismo, los concursantes  ya expulsados, por lo que no sería de extrañar, en próximas ediciones, otra casa fuera de la casa oficial para albergar a los expulsados y no se tengan que mover como almas en pena de programa en programa de la casa. Se conecta con esa nueva casa y como hubiera dicho un recordado Miguel Gila se dice, por el telefonillo de entrada el nombre del ex concursante al que se quiere preguntar, y se añade el “que se ponga”.


Sinceramente, este vecino del mundo tiene pereza en relatar lo ocurrido ayer, nada nuevo, salvo la esperada expulsión de Niedziela, y que al final nos sorprendió con esa mezcla que solo tiene ella de inocencia, friquismo y egoísmo, en el que antepone sus sueños a la realidad de los otros, protagonistas reales de los mismos; que Fernando Alonso tiene novia…, pues... que se chinche.


Bien pensado, lo de la catalana-británico-polaca daría para un spin-off, o serie derivada, de una comedia alocada en la que podría también tener personaje fijo una Antoñita la Fantástica en el papel de Anita Obregón, o al revés, ya no sé. Para el que quiera volver a ver esas imágenes de ayer, hablando de su voz y de sus amores, por favor, que se abstengan esos, como este mismo vecino del mundo, que sean proclives a pasar vergüenza ajena.


 El problema de lo ocurrido ayer con la imagen de Niedziela es que dentro de la casa parecía ser de las más equilibradas, y en cinco minutos se desmontó y se fundió ella sola. Por cierto, y brindo otra idea, y gratis también, la historia de la familia de Niedziela bien pudiera merecer un guión cinematográfico.


Como ya he dejado claro en posts anteriores, este vecino no tiene ninguna duda de que Aritz debe de ser el ganador de esta edición, otra cosa es que al más puro estilo Esteban-Princesa del pueblo y especialmente de la Cadena Alegre, a última hora se dé la vuelta al marcador, y se vuelvan a comentar esas presuntas palabras del Sumo Hacedor Vasile: “Gran Hermano es un producto demasiado caro para dejarlo en manos de los espectadores”.


Visto lo visto, la gala de ayer dejó algo muy claro, que Aritz podría ser un tertuliano perfecto, porque sabe desmenuzar con exactitud los comportamientos ocurridos en la casa, y eso que, precisamente al estar dentro, es mucho más difícil tener una visión global. Y al Señor Aritz no se le ha escapado ninguna. Además, a pesar de su timidez, el de Santurtzi en el rifi-rafe siempre se viene arriba, como cuando le dice a Sofía: eres muy joven, pero aun así eres más madura que tu madre.


Hoy es la final, pero en realidad es la continuación de una gala, la de ayer, que no debió de ser interrumpida. O quizás sí, el tiempo suficiente para decirle a Mercedes Milá que ayer ya se consagró cum laude su inquina “máxima” (palabra de la temporada) hacia un Aritz, que si sobrevive al programa, es posible que sea declarado por el Vaticano: “mártir”, siendo el primer caso de “mártir en vivo”. 

Por cierto, es de destacar que al contrario que pasa con la figura del vasco, la permisividad de la Milá con el histrionismo de Marta puede lindar con lo enfermizo. Además, la canaria no se dá cuenta de que cada vez que abre la boca, son puntos para el de Santurtzi.


Lo único remarcable de Sofía, que una y otra vez se reitera que está aprendiendo de sus errores de juventud, sobre todo (y eso lo dice el vecino) si eso le da el maletín; pareciera que Aritz, a sus 25 años, ya fuera viejo.


Le he tenido que prometer a mi médico, que si hoy veo la final, estaré dopado con tranquilizantes y alejado de cualquier tipo de cubertería.  No sé qué me da…


*FOTO: DE LA RED






martes, 22 de diciembre de 2015

CON ÁNIMO DE MOLESTAR, LA OTRA NAVIDAD



Antes de nada, aviso.  Si estáis buscando algo que huela a Navidad, y políticamente correcto, os encasqueto el blog que sentía en estas mismas fechas el año pasado (http://patxipe.blogspot.com.es/2014/12/es-navidad-busco-merimee.html) y que tan bonito y apañado me quedó.


Este año, sin embargo, me encuentro, que no es poco, de otra manera, y como el fin de este blog es ser sincero, y “soltar” lo que llevo dentro, antes de que me pueda causar un daño irreparable, pues eso, que me vais a oír, o mejor dicho, leer.


Quizás, con los ecos de una campaña electoral aún tan reciente, uno puede llegar a plantearse que las Navidades pueden tener un mucho, por cierto, de campaña electoral. Con ese deseo, por ejemplo, de que todos seamos tremendamente felices. El resto del año, aunque sonriamos al de al lado, la vida no deja de ser una competición con navajas traperas disfrazadas de “ya lo siento, pero YO lo vi primero” y “otro día será para usted, pero hoy es para mi mejor amigo, que soy YO”.


En Navidad, no nos vamos a patear mercados en busca del voto indiscriminado, pero sí vamos a limpiar el polvo a los números de teléfono que el resto del año no utilizamos, para desearles, y antes de que te llamen ellos, mucha felicidad.  Quizás, con el deseo inconfesable, de que ellos a su vez nos digan que están sufriendo un cólico nefrítico, o en su defecto un desahucio, no por parte de su médico, que no somos tan mala gente, sino por parte de la autoridad competente, y en dos días se queden sin casa. Esa casa a la que han hecho tantas reformas, y de la que tanto nos hablaban, y hablaban. Y que la única vez que te invitaron, te tuviste que descalzar porque tenían unos suelos que parecían espejos.


Esos días de Navidad, que como un partido en plena campaña, tienes que sonreír incluso a la oposición, en forma de cuñado puñetero que te hace todo tipo de preguntas incómodas mientras te restriega por tu cara los chollos que ha comprado este año, porque gana tanto dinero que no le queda otra que invertir para no aparentar tanto.


Hoy han cantado esos niños de San Ildefonso, que antes te ponían tan sensible, recordando aquella radio mueble de tu niñez, y que para tus tiernas entendederas significaban un tiempo para grandes comilonas y muchos regalos,  y que, ahora, te recuerdan a esos sobrinos de tu mujer, siempre tan pulcros, bien vestidos, y recién peinados con colonia. 


Pensabas que eso ya no se hacía, lo de peinar con colonia, que solo se veía en películas españolas en blanco y negro de los años sesenta, pero los hijos de La Reme van así. Tan estudiosos, bien educados y sobre todo repipis que constantemente te están haciendo preguntas de cultura general para saber si tú todavía recuerdas las respuestas, o se ríen, en eso han salido a su padre, de tu ignorancia.


Además, en estas fiestas, ocurre una cosa curiosa, si tienes forma de portería de balonmano, es decir, si eres más ancho que alto, tus allegados se pasan todo el año con insinuaciones como “es bueno para la salud bajar de peso”, "siempre se ha dicho que hay que desayunar como rey, comer como príncipe y cenar como un pobre”. Pero estos días allí donde vas, parece que hay una conspiración contra ti, y te quieren cebar como a un cochinillo en vísperas de su último día. “Venga, no te cortes, y sírvete otro plato que ya te conocemos…” o “Hoy déjate de bebidas con “cola” y bebe como un hombre este vino que es de una cosecha muy buena y que así me ha costado”.



Hay días, como los que se avecinan, que sólo me apetece, mientras me cierro en banda, ser una puerta y colgarme el cartel de “Cerrado por vacaciones, y meta los mensajes por la ranura”.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 21 de diciembre de 2015

LA DECISIÓN DEL ÚLTIMO REY MAGO (O EL DÍA DESPUÉS A LAS ELECCIONES GENERALES)



Hoy todos los que intenten resumir lo ocurrido ayer,  dirán eso tan socorrido de “el día después”, y en realidad es así. Lo que ocurre es que este vecino del mundo tiene la sensación de estar viviendo “El día de Reyes” de aquellos principios de los sesenta, cuando uno, como se solía decir, porque ahora es una expresión que se oye poco (y puede querer decir mucho del panorama actual), ya tenía, o creía tener, uso de razón.


A aquel niño siempre le pasaba lo mismo que, tras una noche de nervios, sudores y no poder dormir, de lo pedido a lo recibido no es que hubiera un gran trecho, sino que no tenía nada que ver. Es como si en un momento dado uno de los “ayudantes de los ayudantes del último Rey Mago”, y con urgencia, porque ya se iban sus compañeros, hubiera decidido cubrir el expediente, dejando lo que en ese momento tuviera entre manos en el lugar en que estaba, en mi casa, Y además, el noventa por ciento, siempre eran cosas para el cole o para vestir, y en ese momento quién estaba pensando en el cole ni en la ropa de los domingos…


Teniendo en cuenta las expectativas/deseos/sueños que muchos teníamos, no ha quedado mucho, por ahora, depende como quede el mar tras el tsunami de las votaciones, y la posible organización entre unos cuantos, de deseos de izquierdas pero de mirarse el ombligo. Eso sí, ha quedado más que claro que España es/era de derechas, o mejor dicho de virgencita que me quede como estoy, porque a lo mejor si aspiro a algo más me hacen la del “tocomocho”, y en ese caso además, uno no podría ni quejarse, por la vergüenza de ser un panoli.


Ayer, en cambio, lo que vi y sentí, en un mediodía donostiarra, en la zona de Amara, a la hora de ir a votar, fue un gran ambiente en cuanto a gente, y mucha sonrisa y cara de complicidad. Por un momento, solo por un momento, creí estar en el Santuario de Lourdes por la gran cantidad de gente mayor, ayudada, y en silla de ruedas, pero con cara de tozudez y de "yo lo consigo, por los míos". 


Lo que nunca le había pasado a este vecino del mundo, tuve que hacer una cola, para mi urna, no menor de veinte minutos. pregunté, incluso, por si me había confundido y era la cola para la nueva entrega de "La guerra de las galaxias", pero afortunada o desgraciadamente era la fila que correspondía. Y tanto los que iban delante de mí, como los de atrás, dijeron muchas, muchas, veces eso de “a ver si esta vez podemos”. Hubiera sido mucha casualidad que solo hubieran sido ellos los que iban a votar morado, y al final de la noche quedó más que claro, que en el País Vasco, por las noticias que han dado, sino arrasó, para que nadie se pueda dar por ofendido, sí fue la primera fuerza.


Ahora, ya solo queda pasar de las frases hechas de los políticos, o mejor dicho, y como un cocinero diría, hay que pasar de las recetas perfectas en un libro impolutamente bien edito, al fragor de las comandas y olor a fritanga, a intentar sacar adelante la cocina de este país, que al menos según opinión de este vecino, y de mucha gente que conoce, solo se han dedicado a cocinar para unos pocos, eso sí, cocina exquisita y muy publicitada. ¿Y para el resto? Pues eso, que se busque la vida como pueda, pero eso sí, le vamos a dar un buen nombre: “cocina de autor”.


Aunque ayer a la noche, hace apenas unas pocas horas, había flashes por todas partes, y sonrisas “profident”, en realidad es a partir de ahora cuando muchos se tendrán que retratar, porque aunque el Partido Popular ha sido el más votado, su descalabro ha sido más que evidente, y no cuenta con una mayoría, por lo que dependerá de otros (y con Ciudadanos sólo las cuentas no salen), o al menos de abstenciones de otros, para poder gobernar. O incluso se pudiera crear, lo que se está llamando una gran coalición, PP-PSOE, que si ésto ocurriera, y en opinión muy particular de este vecino del mundo, pudiera ser, en un futuro, la debacle socialista.


Y quizás, más que los socialistas, alguno que otro  también tenga que pasar por el fotógrafo, como un P.N.V. que si mostrara su apoyo al P.P., aunque sea solo absteniéndose, en realidad haría oídos sordos a ese “PUEBLO”, que siempre tiene en su boca (otra cosa es a la hora de defenderlo, postureos aparte), y que ayer dejó clara su postura de izquierdas.


Con eso del eterno “bipartidismo” ha habido minorías, y gente de mi generación me entenderá, que bailaban, y bailan, constantemente “La Yenka”, por aquello de “izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás, un, dos, tres” de su pegadizo estribillo.  


Este vecino no es ni politólogo, ni futurólogo, solo es un sufridor de la crisis que se reconvirtió en blogger/bloguero, pero le huele a una despedida del Señor Rajoy, bajo el maquillaje que se quiera, para poder llegar a entendimientos varios con algún que otro partido. Lo que sí echa de menos es aquel ya famoso “Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”. Quizás, porque ni Rajoy lo siente, ni tiene la honradez (palabra complicada para los políticos) de reconocerlo.


Ahora, mucho me temo, y como en la niñez de aquel comienzo de los sesenta, todo queda en la decisión del último Rey Mago y lo que le quede en su bagaje, entre otras cosas de honradez y vergüenza, pero, esta vez, no para nosotros, sino para él.


*ILUSTRACIÓN: DE LA RED


sábado, 19 de diciembre de 2015

JORNADA DE REFLEXIÓN... ¿QUÉ TAL TU HIJA?


A nadie se le escapa que hoy es lo que se ha dado en llamar jornada de reflexión, por las elecciones de mañana, y que a este vecino del mundo siempre le ha parecido curioso, porque siempre ha considerado que los que deberían de reflexionar son los políticos sobre su pasado y su futuro. Cómo se han comportado y cómo se van a comportar,  y ellos, al menos hasta ahora, siempre lo han tenido muy claro, demasiado, y esos polvos, con perdón, han traído estos lodos, y estamos con ellos hasta el cuello.


Pero como hay que reflexionar, yo lo voy a hacer, pero no desde el lado de la política, sino quizás de lo políticamente correcto.

Tengo un amigo, de los íntimos, de esos que los vascos llamamos de la “cuadrilla”. Nos vemos menos de lo que deseáramos, pero siempre que lo hacemos, le hago la misma pregunta, que me consta, además, le hace todo el mundo que no le ha visto desde hace un tiempo: ¿Qué tal tu hija?

Mi amigo tiene una hija de veintisiete años a la que no ve desde hace unos siete.
Se separó cuando su hija era muy pequeña, siete años. No hubo terceras personas pero, como se suele decir, “lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible”. Y me consta que él siempre ha cumplido con todo lo que se le vino encima, ya que tuvo que dejar el hogar, que hay que decir que era de sus padres, y se comprometió además, y no tenía por qué, a que hasta que su hija cumpliera los dieciocho, no haría nada al respecto para que sus padres volvieran a reclamar la casa.

Él, mi amigo, y me consta, siempre ha cumplido religiosamente con todas sus cargas, crematísticas, ya que las del corazón y de la sangre se pueden llamar deberes, pero nunca cargas. Ni que decir tiene que la relación con su ex nunca ha sido buena, porque ella siempre le ha puesto todo tipo de trabas y tramas, digamos, que “para que no se olvide de ella”.  Él, y estoy seguro de ello, siempre ha puesto más de su parte para la buena convivencia, y nunca ha faltado a ninguna cita con su hija, y le ha tenido con él lo máximo que podía.

Pero llegaron los 18 años, los de su hija, porque todo llega, y tras un arduo juicio, ellas tuvieron que dejar la casa. Mi amigo siempre le dijo a su hija, que ella, ni en el juicio ni en la vida, no se tenía por qué decantar por nadie, pero ella eligió hacerlo por su madre, y desde ese momento apenas le ha visto.


Lo curioso del caso es que su hija siempre se anda por las ramas, nunca le ha echado nada en cara, pero no tiene tiempo para verle, y el teléfono, dicho por ella misma, nunca lo oye, casualidades. Siempre está muy ocupada, estudiando, trabajando,  pero no tiene tiempo, ese maldito tiempo que, sin embargo, al parecer, tienen que tener los demás.


Mi amigo cada vez que la gente, su gente, le pregunta por su hija, nunca ha ocultado que ella no le quiere ver, porque además es que es así, y lo demás sonaría a excusas.


La reflexión que os he prometido viene ahora. Mi amigo siempre ha tenido claro que dos no se ven si uno no quiere. De vez en cuando, le hace alguna llamada, que ella sigue sin coger. Le manda algún email, que al igual  que las llamadas, sigue sin tener tiempo para contestar. Y aunque sabe dónde trabaja ella, se niega a aparecer por allí, porque él dice, y en mi opinión está en lo correcto, que “si ella no le quiere ver, cosa que es obvia, no hay que forzar nada”.


Y, últimamente, mi amigo, está muy extrañado con los comportamientos, porque no son muy claros al contestarle, de amigos y conocidos, ya que al hablar sobre el tema, él alguna vez ha insinuado, ya que ahora tiene pareja, que tal como están las actuales leyes de herencias, es muy probable que sólo le deje, y eso que no tiene grandes cifras, ni posesiones alucinantes, lo estrictamente legal.

Mi amigo está totalmente convencido de que la gente no le comprende.
¿Él tiene que ser “políticamente correcto” y dejar toda su herencia a su hija porque, precisamente, es su hija?¿Siempre tiene que dar todo ( y aquí ya no hablamos sólo de dinero), viendo que la otra parte solo es una pared?

Como al exponerme todo esto, que por otra parte ya sabía, estaba seguro que en realidad pedía mi opinión, y tras unos segundos, no me ha hecho falta más tiempo, le he contestado:

Mira, hace muchos años, yo trabajaba en la recepción de un hotel, y nos vino un cantante muy famoso que actuaba con sus hermanos. Le preguntamos si él se iba a hacer cargo de todas las cuentas, y con una sonrisa, nos dijo algo que yo estoy convencido de que se puede aplicar aquí. “Somos hermanos, no primos”. No hizo falta preguntarle más.

*FOTO: DE LA RED


viernes, 18 de diciembre de 2015

LOS VASCOS NO LLORAN (GALA 15, GRAN HERMANO 16)


Nunca pensé que podría empezar un post sobre Gran Hermano diciendo “Los designios de Dios son inescrutables”, pero eso es lo que me viene a la mente con la salvedad, naturalmente, de que hay que cambiar “Dios” por “los jefes del programa”. Y es que uno se pregunta por qué en una de las semanas se fueron dos concursantes, y ahora están prolongando  la evacuación a ritmos más que reumáticos.


Quizás, y llegados a este punto, convendría preguntarse  qué se premia en este concurso, y así obtendremos la respuesta a ¿Quién debería de ganar esta edición?


Si la empresa, porque en el fondo se trata de eso, quiere alargar la sombra de la edición a alguien que luego sirva para salir en sus programas, ya se sabe, joven, atolondrado/a, de muy buen ver, y que dé juego a la parrilla de Telecinco, entonces está claro que debe de ganar Sofía, y su madre, porque no olvidemos que “ésto” es un pack más indisoluble que Ramón y Cajal. Sin olvidar, además, el hecho de que si la de Pamplona se lleva el maletín, irá integro a su madre, dicho por ella misma dentro de la casa, y que este vecino del mundo lo oyó en directo en el “24 horas” y que no se ha vuelto a reproducir por la cadena.


En cambio, si lo que realmente queremos es repartir justicia, la persona que indiscutiblemente debe de ganar este año es Aritz, y en lo ya dicho en esta frase está la razón del por qué. Precisamente, por comportarse como “persona” y no como “concursante”. Por mostrarnos su moneda, en lugar de esa famosa llave, su cara “A” y su cara “B”, que todos tenemos, y que siempre, siempre, se ha comportado como le pedía su cuerpo en cada momento. Ha pensado siempre en lugar de con el cerebro, con sus tripas, aunque algún gracioso dirá que en más de una ocasión ha pensado con sus genitales, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.


Sea cual sea el resultado final, esta edición será la de Aritz, y naturalmente la de Han, que se fue ayer, y que es muy importante en el desarrollo de todo el concurso. Y es que el chino granadino sacó lo mejor y lo peor del vasco. Y llegados a este punto, ayer y durante la entrevista de Mercedes Milá se  echó en falta, al menos este vecino del mundo echó en falta, una gran reprimenda, como al menos antes las solía hacer la Milá de perfil alto, con respecto a no blindar la intimidad de la pareja. 


A la Señora Milá, una edición sí y otra también, se le ha llenado la boca  de recriminar al componente “masculino”  de una pareja que en un momento dado se ha podido formar en la casa, cada vez que se ha ido de la lengua desvelando intimidades “camatorias”, más que amatorias, a los demás concursantes. Y ayer, Doña Mercedes Milá, fue incapaz de hacérselo notar al Señor Han. ¿Una pareja formada por dos señores no debe de funcionar igual que una pareja de las de toda la vida?


En este caso, precisamente, los “deslices vocales” del Señor Han han jugado muy a la contra de Aritz, sabiendo ciertas cosas, más los otros concursantes, que nosotros, los espectadores,  por versión del concursante granadino, que constantemente no es que arrimara el ascua a su sardina, sino que el ascua y la sardina siempre eran para él.


Comenzaba este post, diciendo que el concurso ya se ha hecho demasiado lento, porque los que vemos el “24 horas”, durante esta semana hemos asistido a una especie de circo, como el de Niedziela casualmente, pero en el que en la pista siempre estaba Han y Aritz, y ellas lo único que hacían era comentar las jugadas del contrario, porque no olvidemos que aquí no hay amigos, sino contrarios, que no enemigos, aunque algunas veces lo sean.


Ya no hay mucho más que contar porque hay lo que hay, y ahora todo está en el grado que te dejes contaminar, como espectador y posible votante, por los cantos de sirena que vienen de todas partes y en una gran proporción desde la mismísima cadena. Ya que no solo se trata de hablar bien o mal de alguien, sino incluso en el orden de plantear ciertas cosas, o de no mencionar otras, como por ejemplo, y ya dicho, el dinero que puede ir directamente a manos de Maite, y que a muchos defensores de Sofía, en realidad, eso, no les haría gracia. Y que el concurso se ha librado muy mucho de comentar.


Por ejemplo, ayer ante las visitas, otra vez, aunque ahora sea en persona, y antes vía plasma (por cierto, ¿a qué me recuerda eso?), el acorralamiento a Aritz fue más que evidente, entre otras personas por la madre de otra finalista, que aunque haya sido concursante, no nos confundamos, ahora actúa como madre y defensora de un “botín” que puede ir para su casa.  Mientras, en el caso de Sofía precisamente, no pasó de hablar con sus ex-ligues, que el primero, Suso, le pellizcó, un poquito, solo un poquito, en su moral, y el otro, Ricky, ya fue un auténtico elixir de crecimiento de su ego, y todavía deben de estar limpiando las babas de ambos en la sala en la que se reencontraron.


Además, lo más gracioso del caso, fue la razón esgrimida para que aparecieran de nuevo los incansables ex-concursantes, según palabras textuales de Doña Mila, Mercedes, “para disolver los malentendidos”. En mi pueblo al menos, a eso siempre se le ha llamado, y con perdón, “revolver la mierda”.



Como ya este vecino del mundo se está tomando con humor todo tipo de estratagemas que está urdiendo la dirección, para sorprender/manejar el programa, ya solo hace falta, y lo dije ayer en un tweet imposible de reprimir durante el programa, al comprobar la diferencia, y por mucho, del trato recibido por Aritz y los otros tres concursantes, solo faltaba que “casualmente” cambiaran, como lo hacen un día sí y otro también, las reglas del programa y, casualmente, impongan una que diga: “Prohibido los vizcaínos”. Y mientras expulsan a Aritz, la Milá, Doña Mercedes, jure y perjure que ellos contra Aritz no tienen nada, pero que las normas son así, para cumplirlas. 


Ayer, que la presentadora, muy sibilinamente, nos diga cómo alguien se tiene que comportar, o dejar de hacerlo, ante la salida, en este caso de Han, del concurso, más que de manipulación, es de vergüenza ajena. Y no quiso, sin embargo, comentar, otra vez Doña Mercedes, el por qué Aritz no quería/podía mirar a la cámara durante la despedida “con su pareja”; porque sabía, el de Santurtzi, que se iba a romper, y los vascos no lloran.

¿No nos vale ya con que haya dejado el armario hecho unos zorros?

*FOTO: DE LA RED

jueves, 17 de diciembre de 2015

UNA HOSTIA BÚMERAN Y SU PHOTOSHOCK


Está claro que Almodóvar, Don Pedro, solo pudo nacer en España, porque esos guiones, los de su mejor época, frescos y alborotados, no son otra cosa, que un reflejo de nuestra España cañí, porque anda que  no hemos tenido unas horas moviditas desde que ayer uno de los candidatos en esta campaña electoral, y a la vez Presidente del Gobierno, Don Mariano Rajoy, sufrió una agresión durante, eso que se dice, un baño de multitudes.


Vaya por delante que este vecino del mundo condena, por supuesto, toda agresión vaya a donde vaya, y venga de donde venga. Pero este hecho, ha servido también para retratar a muchos. 


Bien pensado, se podría decir que ha sido una agresión búmeran, porque su movimiento de influencia ha sido curvo, y ha atravesado todos los espectros políticos para volver al centro, ya que ahora la mayoría de los partidos se retratan en esta zona, el centro, que viene a ser como lo políticamente, y nunca mejor dicho, correcto. Y que puede también explicar, el que si un partido, que hasta hace unos años hubiera sido claramente catalogado de derechas, si él mismo ahora se define como del centro de toda la vida, Podemos, que según el baremo de antes, hubiera sido catalogado como de izquierdas, ahora sea de extrema izquierda. Aunque por esa regla de tres, y partiendo de lo mismo, el Partido Popular desde la otra orilla, también pudiera ser catalogado como extremo.

A este vecino del mundo, sin embargo, una de las cosas que más le han chocado en esta noticia es el uso presunto del “photoshock” por parte de uno de los más famosos periódicos de este país, para intentar agravar una noticia que ya de por sí lo es, y al quedar en evidencia, daña lo que en teoría pudiera haber querido defender.

Es curioso por cierto, siempre se ha dicho, que cuando se destapan actos de corrupción, se les pone el sambenito, por parte del partido afectado, de “hecho aislado y al margen de los demás componentes del partido”. Sin embargo, un individuo, una persona, tiene un comportamiento salvaje y ya hay que etiquetarlo en un partido en concreto o como consecuencia de una filosofía determinada.

Ahora, y tras saberse que el joven causante de la agresión cerraba el círculo de las tendencias, al hacerse en cierta manera pariente lejano del agredido (hijo de una prima de su mujer), es cuando no hace falta ni el Photoshop ni el Photoshock porque a más de uno le habrán salido los colores, y otros los habrán perdido, como su razón.


Siempre se suele decir que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Lo que ocurre es que en este caso solo se han necesitado muy pocas horas. Y quizás, lo mejor, es que todos los candidatos han estado, y por una vez, a la altura. Los no afectados, condenando desde el segundo cero, la agresión, y el agredido pidiendo cordura y calma. 

Lo demás, y nunca mejor dicho, ha sido un asunto de colores que iban y venían y de una hostia búmeran. Y, que algunas veces, conviene esperar a hacer un comentario porque el mismo tiempo, como esta vez, da su opinión.

*FOTO: DE LA RED