Este vecino del mundo quiere
recordar como lo hizo al comienzo del resumen de la segunda gala, que ésto nunca
quiere ser una especie de acta notarial de lo ocurrido durante la gala, sino
que son breves bosquejos que él mismo anotó durante el programa, y que quiere
comentar. Pequeños momentos tanto del programa como de las opiniones de la
gente por las redes.
Si algo debiera definir la gala de ayer fue el olor a miedo que se desprendió de ella. Miedo quizás de
la cadena a que aquello en cualquier momento se les fuera de las manos, porque
como prácticamente desde que ha comenzado esta edición todo giraba alrededor de
Maite, la concursante de Pamplona, y que lo demostró una vez más, es una
auténtica bomba de relojería y que en cualquier momento puede estallar,
acabando anímicamente con ella misma, y con su figura, posiblemente hasta fuera
de la televisión, y con un programa que aunque él mismo suele mover sus límites
de seguridad muy ámpliamente cuando quiere, lo de este año ha venido grande a
todo el mundo.
Hay que darse cuenta que la
salida de la casa de Maite ayer ha sido una de las pocas veces en que ha ido
en contra de las directrices dadas durante toda la semana por prácticamente todos
los colaboradores, y que algunos hemos llegado a la conclusión, al ponerse de acuerdo la
mayoría de ellos, de que presuntamente son la voz de su amo.
Aunque durante la gala de
ayer especialmente a su comienzo, las imágenes escogidas eran más crueles con
Raquel que con las concursantes madre e hija, que podían parecer a los ojos de
un neófito como auténticas hermanitas de la caridad, lo que es lógico es lógico
y al final los excesos, como en aquel anuncio de la televisión, se pagan.
Todo el camino recorrido por
Maite durante el concurso no sólo indica que es nociva en el concurso, sino
presuntamente, porque hay que andar con mucho cuidado con ésto, fuera también. De
ahí las veces que sin al parecer venir a cuento, Mercedes Milá se encargaba
desde el plató de hacernos ver que la concursante en su vida diaria es una
excelente conductora de autobús. Y todo eso claramente suena a “Excusatio non
petita accusatio manifesta”. Lo que en una traducción libre sería algo así como
“Disculpa no pedida, culpa manifiesta”.
La mayoría de los que
defienden a Maite, especialmente en las redes sociales, porque “da
mucho juego”, pareciera que ven el programa-concurso como una especie de circo
romano, y que disfrutarían si metieran en la casa a un asesino en serie. Daría
mucho juego.
En un momento dado de los resúmenes,
se le ve a Sofía, la hija, actuando como madre de su madre, Maite. Eso me
recordó claramente a la todavía llamada por muchos “Princesa del pueblo”, en el último Gran Hermano VIP... espero que me entendáis...
Cuando una situación, como
la de Maite durante todo el concurso, es insostenible, las declaraciones de los
que se supone le defienden, o pretenden hacerlo, en el plató, pueden hasta
sonar a cachondeo, como cuando al enterarnos de que la de Pamplona era la
elegida para abandonar la casa, la amiga de Maite sentenció sin parpadear que
Maite “es la esencia de la casa” (palabras literales). Pues entonces este
vecino del mundo, con muy mala leche, debe de reconocerlo, está seguro entonces de que la casa
debía de tener un inmenso olor a PEDO. ¡Qué le vamos a hacer! Eso ocurre cuando
se hacen declaraciones que no son consecuentes con lo visto. Hay posiciones que
nunca se pueden defender y lo de Maite no lo hubiera defendido ni Gandhi.
Las redes sociales se llenaron de voces
diciendo que Maite daba juego. Y este vecino del mundo se ha preguntado
continuamente:
¿Qué es dar juego? ¿Ser una
impresentable?
A destacar también que
durante la prueba de encontrar la medalla, hubiera sido deseable, advertir
desde el comienzo, que ayer el encontrarlo no daba la inmunidad, para evitar posibles
sospechas de que según quién la hubiera encontrado, la organización podía haber
favorecido de otra manera al ganador.
También comentar que a este
vecino no le pareció normal que el Super acepte como razón para nominar a
alguien, como adujo uno de los concursantes, “porque se me acaba de ocurrir”. Es
lo mismo que decir “porque sí”, y así reventamos directamente el concurso.
Al entrar en el plató Maite,
tras la expulsión de la casa, siendo la primera de este año en salir, se nota claramente
que tras unos elogios a la presentadora, ella está midiendo como está el
ambiente con respecto a ella, y al ver que Mercedes Milá no le da cancha, por
decirlo de esa manera, plegó velas, dándose perfecta cuenta de que se había
pasado no veinte pueblos, sino países.
Como parte de intentar no
meter el dedo en el ojo de la concursante, la presentadora le preguntó a Maite
si lo ha pasado mal en su vida. Mucho me temo que en este caso precisamente, convendría preguntar a los demás, si Maite les ha
hecho pasar muy malos ratos a los que en cierta manera han convivido con ella, y para que no se me malinterprete, estoy hablando de amigos, y
no de relaciones más íntimas.
Por cierto, Doña Mercedes Milá, tan sensible con los
problemas de la mujer, y cosa que me parece normal, consintió por segunda vez,
la primera fue durante el vídeo de presentación de la concursante, que Maite
diga que utiliza a los hombres como kleenex. No permitiría eso en un hombre, y ésto
no lo sugiero, sino que lo afirmo.
No hay peor ciego que aquel
que no quiere ver, y Maite despreció los lazos de ayuda que la presentadora le
lanzó varias veces. " porque ella es como es, la mejor de todos, y siempre va con
su verdad por delante". Un discurso un tanto cansino y que nos hemos hartado de escuchar en este concurso, pero que en el caso de la navarra fue elevado a la enésima potencia.
Si a alguien le ha debido de
venir bien la aparición de Maite en el candelero televisivo, está claro que ha
sido a la ya prácticamente olvidada, Aida Nizar, porque lo de ésta, visto lo
visto, era un juego de niños adorables en comparación con la concursante
navarra.
Sobre la pregunta que
Mercedes Milá comentó que todo el mundo le hacía por la calle de para qué están
los psicólogos y sus exámenes previos a entrar un concursante. Está claro que
con la entrada de cada concursante éste lleva una especie de abono propio, que
los dirigentes del programa ya saben de antemano, con el que crecerán los, digamos, frutos del
programa. Y conviene recordar a todos, en realidad, qué es el abono… Pues eso,
que ya habéis obtenido la contestación de por qué pasan las cosas durante el
concurso, y sin olvidar que ésto ocurre con la aquiescencia de los todopoderosos del programa.
Lo dicho, y recordando las
primeras palabras de este post, toda la gala de ayer olió a miedo, a que la
cadena tenía una bomba en las manos y sabía que en cualquier momento podía
explotar. O parafraseando al célebre dicho, había criado cuervos, y era mejor que éstos volaran… fuera de la casa.
*FOTO: DE LA RED