sábado, 19 de octubre de 2013

LOS TERREMOTOS AVISAN

Vaya por delante de que este vecino no se alegra del mal ajeno, y de que hay que acordarse del viejo refrán “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…”, pero estos días se están llenando páginas y páginas con la crisis del caso “Fagor”.
En realidad ésto solo es la cabeza de un iceberg creado hace ya mucho tiempo. En los últimos años se han ido cerrando muchas empresas, o “aligerándolas” de empleados, y por aquello de que nos quedaba lejos, pocos han sido los que han siquiera “parpadeado” por el problema. Ahora, sin embargo, todo tiembla porque uno de los estandartes de este país, y orgullo del cooperativismo, se está resquebrajando. Los terremotos, sean económicos o no, van avisando con otros pequeños movimientos sísmicos, y aquí se ha estado mirando hacia otro lado, o mejor, sin mirar, hasta ahora.
Se han ido cerrando o diezmando empresas desde hace tres o cuatro años para aligerar gastos, y así poder bajar precios, con la aquiescencia (el que calla otorga) del gobierno vasco. Pero ahora se ha tocado una piedra importante de la “fachada” autonómica, y que en realidad, se quiera ver o no, está influenciado por todo lo anterior.
Ha resultado además realmente sangrante este caso, porque ha coincidido en un momento en que el ejecutivo vasco “estaba haciendo las Américas”, vendiendo nuestras bondades. Y se ha dado el enojoso caso de que “en casa del herrero…”, porque a la hora de “enseñar” Euskadi en el escaparate comercial, éste se resquebraja por uno, en teoría, de sus puntos más fuertes. Es como si hablando de fútbol vasco, y esto va a abrir heridas, pero va a clarificar el tema, entra el Athletic en concurso de acreedores, y suenan todas las alarmas, sin recordar que ya hace unos años pasó lo mismo con el club donostiarra, y el resto de Euskadi no se puso nervioso.
Son cosas que ocurren cuando hay empresas o negocios a los que se les otorga un pedigrí; porque empresas vascas hay muchísimas, y con problemas, tristemente, también, pero se debería siempre recordar que esta tierra siempre es un todo, y no cuando conviene a algunos, entiéndase, gobierno vasco.

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viernes, 18 de octubre de 2013

POSITIVISMO MAL ENTENDIDO

Este vecino del mundo quisiera referirse hoy al mundo de las felicitaciones con efectos secundarios. Ese mundo en el que lo importante no es qué se dice sino cómo se dice, y lo que se sugiere.
Para ello voy a referirme a un vecino de Donosti, Ramontxo. A este vecino se le puede presentar como árbitro o notario de la vida de nuestra comunidad. Hagas lo que hagas, especialmente si lo haces mal, él te verá.
Ayer por la mañana, sobre las ocho, cuando iba a dar un largo paseo, en chándal, con la esperanza de que mi periplo junto a la ría sirviera para juntar de una vez mi alma y mi cuerpo, en el momento de abrir la puerta del portal para salir, oí  la voz de Ramontxo que me decía:
-Enhorabuena, porque ayer sacaste la basura a la hora, en concreto a las diez y veintinueve de la noche - El horario, decretado por el ayuntamiento es hasta las diez y media. - Por poco…
Estuve a punto de contestarle que acababa de ver a su hija por primera vez repitiendo compañía masculina, y que me pareció bastante majo en comparación con lo que viene siendo habitual en ella…Pero me acordé del viejo refrán español “No hay mayor desprecio que no hacer aprecio”, y me largué, caminando más rápido de lo habitual, intentando relajarme mediante la caminata.
De todas maneras, este tipo de felicitación no suele ser la habitual, pero sí por ejemplo, y teniendo en cuenta que este vecino pinta al óleo, y al exponer un nuevo cuadro, alguien, con toda la buena intención del mundo, te diga eso de que “este cuadro realmente sí que me gusta.”
Lo que ocurre es que uno fácilmente puede entender, que los ochocientos cuadros anteriores no le gustaban.  Y no le vas a preguntar para salir de dudas porque te va a caer un ¡Qué malpensado eres!
Y es que la vida no está llena de gente que no teme que se le llene la boca de aire al hablar, sino de mal pensados que no entienden los “positivismos” de los demás. Y eso me ha ocurrido esta misma mañana al enterarme de las palabras del Señor Botín diciendo:- …es un  momento fantástico para España…llega dinero de todas partes –. No se debe d de permanecer impasible ante semejantes declaraciones, que teniendo en cuenta el panorama actual, se pueden tildar de “declaraciones pornográficas”.
En primer lugar, y es un error bastante gordo, confunde España con su negocio, el Banco de Santander,  y eso es mucho confundir, porque este país es algo más que asientos bancarios, y clientes en potencia. También hay personas, gente que sufre y padece, porque en el peor de los casos les acaban de sacar a gorrazos de un piso, por una hipoteca que no han podido hacer frente, ya que hace un tiempo, quizás algún otro empresario decidió que como sus números no cuadraban,se tenía que deshacer de algún trabajador para ahorrar costes, y tuvo la mala suerte de que le tocó a él.
Si Ramontxo llega a estar presente en las declaraciones del Señor Botín, seguro que se hubiera levantado para felicitarle por haberse quedado con todos esos millones que dice que llegan de todas partes, porque como nadie ve el dinero…

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

miércoles, 16 de octubre de 2013

CABEZA DE MAL SOMBRERO

¿No os ha dado nunca la sensación de que no estáis en el lugar que verdaderamente quisierais estar en ese mismo momento?
Son muy frecuentes, para este vecino del mundo, los casos en que desearía estar en otro sitio, hacer otras cosas, y sin embargo cuando estás haciendo eso, ya desea encontrarte en otro lugar.
No sé si será la expresión popular “eres un culo de mal asiento” lo que le ocurra a este vecino, pero si buscamos dentro de nosotros, “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
Y este vecino no se refiere a esos momentos en que prefieres que te trague la tierra, porque a lo mejor estás sintiendo vergüenza ajena, o incluso propia, sino a aquellos en que tras desear durante mucho tiempo por ejemplo, visitar un sitio determinado, en realidad ya deseas encontrarte en otro lugar.
Quizás sea verdad aquel pensamiento del escritor Robert Louis Stevenson de que  ”Yo no viajo por ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. La cuestión es moverse”.
Y este vecino no se refiere solo al hecho físico de viajar, sino también, y preferentemente, con la mente. Espero que este caso, el de este vecino, no sea el primer caso de “cabeza de mal sombrero”, por denominarlo de alguna manera, porque creo que estará clarísimo que uno de los componentes principales, sino el principal, de todo ésto es la ilusión, y quizás cuando se comienza algo, algo deseado durante mucho tiempo, sea el momento de más ilusión, que no "ilusionante" como acostumbra a decirse ahora.
Ocurre lo mismo cuando uno “inaugura” el casillero de sus vacaciones. La ilusión plena es el momento anterior a comenzarlas. Si el lunes ya no tienes que ir a trabajar, para aquel que tenga trabajo, el fin de semana anterior, es de los que se deben denominar “fin de semana glorioso
Quizás, entonces, el verdadero tesoro sea “imaginar”, y no lo “imaginado”. Incluso, según la tradición católica, todo empezó en el Paraíso, y a todos nos gustaría nuestro paraíso particular, nuestro Xanadú bíblico, pero una vez conseguido, seguro que le encontraríamos defectos, como el costoso mantenimiento, o el cercarlo, el ponerle puertas al campo, más que nada para que no haya tanta corriente.
Ya lo dijo el escritor Salman Rushdie: “El lenguaje y la imaginación no pueden ser aprisionados”, y no hay mejor tesoro, añade este vecino, que  la libertad, aunque sea para imaginar.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED



martes, 15 de octubre de 2013

LAS PERAS Y SU MOVILIDAD EXTERIOR

Esta mañana, a primera hora, he bajado a mi frutería de guardia, de esas tiendas que se abren ahora, en plan boutique, y que con el look de modernas que tienen, ya sabes que es probable que te apuñalen a la hora de pagar, y que te tengas que hacer responsable de la obra entera al comprarte dos manzanas.
La tienda se supone que es una franquicia, y se llama algo así como “Viva el trópico”, y está decorada no con colores chillones, sino con colores que te insultan a la vista, pero que se supone que es lo que sugiere el concepto de “trópico”, al menos para el decorador.
Este vecino estaba hablando con la cajera sobre sí el melón que acababa de escoger era mejor pagarlo a plazos o hacerse solo responsable del pago en metálico de la mitad, cuando de pronto, ignorando la cola, una mujer con cara de que se le estaba incendiando la casa, ha preguntado si la pera que tenía en la mano, y cogida al parecer del interior de la tienda, era igual que las que estaban en un expositor fuera de la misma tienda.
Intentando quitar tensión a la escena, y que por un momento la interrogadora se olvidara del incendio, este vecino, ante el gesto afirmativo de la dependienta, ha confirmado que la pera era igual pero con más mundo, por aquello de estar en contacto con el palpitar de la sociedad.
En realidad lo que ocurre con las peras del exterior de la tienda, es lo mismo que está pasando con miles de jóvenes que sufren, según nuestro gobierno, de “movilidad exterior” y se tienen que busca la vida, las peras, en otros países. Es probable que lo pasen igual de mal, o peor, allí, por aquello de añadir morriña al “montón” de sus problemas, pero al menos aprenderán a quejarse e insultar en varios idiomas. Lo cual nunca está mal. Así, cuando vuelvan, le podrán informar de su experiencia al Rojoy de turno con diferentes versiones, dependiendo del número de idiomas aprendidos durante su peregrinaje personal, con la esperanza de que por fin entiendan, de que un parado aquí, o en el extranjero, sigue siendo un parado. ¡Vamos! Como las peras de “Viva el trópico”, que dentro o fuera siguen siendo peras, quizás con más mundo, pero peras al fin.
Y es que, con las tiendas boutique se paga un ojo de la cara, pero parece que hasta los pensamientos son más elevados, ya que con lo que te cobran te acuerdas de la dependienta, y de sus diferentes ancestros.

*FOTO: DE LA RED.

lunes, 14 de octubre de 2013

ME LO HA DICHO UN PAJARITO

El que sigue habitualmente a este vecino del mundo ya sabe que es un loco, entre otras cosas, del denominado séptimo arte, y una escena que se le quedó en la mente hace muchísimos años es esa en la que una sufrida Liza Minelli, en Cabaret, utilizaba el paso de los trenes para chillar y así “espantar” todas sus penas aprovechando el ruido.
Como ahora, en teoría, los trenes son tan rápidos, ya no da tiempo a hacer eso, porque sería un grito muy corto, una especie de grito “interruptus”, que como todo lo interruptus no puede ser bueno para el cuerpo.
Quizás por eso, en su momento, se inventó lo que los sofisticados llaman red social, concretamente esa que tiene a un pajarito como logo, y que con sus ciento cuarenta caracteres, provoca, curiosamente,  que la gente no se ande por las ramas, y vaya directamente a lo que en el pueblo de este vecino se denominaría como la madre del cordero.
Alguna vez estaría bien hacer uno de esos estudios, que en realidad solo sirven para que nos enteremos de que existe un organismo que invierte su dinero en ese tipo de cosas, y que confirmara o no, si desde que existe la citada red social ha bajado el número de clientes en las consultas de los psicólogos.
Este vecino está convencido de que twitter ha evitado más de un derramamiento de mala leche, porque son muchos los que se emboscan detrás de un nombre de batalla, y gritan al viento de twitter lo que piensan sobre alguien.
En este caso, será uno de los pocos momentos, en que ser popular puede perjudicar, pues al ser conocido, es más que probable que se estudien todos sus mensajes con lupa. Sin embargo, el desconocido, o el que se oculta detrás de un nick, lanza sus opiniones como un naufrago en una botella, con la esperanza de que alguien lo lea, pero la mayoría de la veces convencido de que no será leído, y así evitar algún daño colateral. Además, siempre te queda la excusa, si te pillan, de decir que en realidad alguien ha pirateado tu cuenta, y eso además te reviste de cierta importancia, porque nadie se va a tomar la molestia de suplantar la cuenta de un mindundi.
Quizás ese mismo cementerio de mala leche, evite a la postre algún comienzo de revolución incipiente, pues más de uno en lugar de salir a la calle a mostrar su indignación, grita en ciento cuarenta caracteres, y poco a poco, mensaje a mensaje “del pajarito” se le baja la tensión del momento. Al final, toma cuerpo con la tecnología, el viejo dicho de “me lo ha dicho un pajarito”,  y ya se sabe que los pájaros no hacen otra cosa más que piar, o sacar ruido.

*DIBUJO: DE LA RED

sábado, 12 de octubre de 2013

LA HISPANIDAD Y SU PALCO

Uno de estos días atrás, en la mayoría de los hogares españoles, algún miembro de la familia habrá tenido que recalcar el hecho de que hoy, sábado, era fiesta, más que nada para asegurarse de que hubiera de todo en la cámara frigorífica para poder hincarle el diente. Y en más de algún hogar también, se habrán tenido que concentrar para llegar a la conclusión de que el sábado era fiesta por ser el día de la     hispanidad, un concepto que desde hace mucho tiempo, en esta España de las autonomías, huele a rancio y tiene, al menos se lo adjudicamos sin pestañear, ecos franquistas.
Hispanidad es un concepto que ya nos queda hueco, en una sociedad que quien más quien menos intenta aprender inglés, o finge que sabe, como alguna alcaldesa española. Mientras, esa misma cultura anglófila acusa a los españoles de inmensas tropelías durante la época del descubrimiento de América, como si tanto ingleses como americanos no tienen cuentas pendientes, los primeros con países conquistados, muchas veces les llaman “colonias”, será para que huela bien el estropicio, otras veces también dejan el trabajo más sucio a los “piratas”, y los segundos, los americanos, con los primeros habitantes de su continente y a los que, a la postre arrinconaron en su propio territorio. Resumiendo, que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
En esta España cabreada y tiesa por la crisis, solo tiene razón de ser este día, y visto por un vecino desde su atalaya, que aunque privilegiada, solo alcanza a ver lo que alcanza, y lo que le interesa, porque es el día de los que tienen la sartén por el mango, las fuerzas de orden público y la clase política.
En realidad, esta fiesta siempre ha sido un acto de mirarse al ombligo para recordar lo que fuimos, y que muchos intentan que nos avergoncemos de ello, y para otros el ver a dónde hemos caído, y que nos avergoncemos también. Eso sí, vestidos de fiesta, porque sea lo que sea y pase lo que pase, como dijo Ernest Hemingway, americano también, España siempre es una fiesta, aunque cada vez haya menos razones y medios para celebrar.
Quizás, y solo quizás, sea un símbolo también, de lo que fue y lo que queda, el palco de autoridades en el desfile de hoy en Madrid, porque más de uno que antes se pegaba por estar en primera fila, hoy pactaría con el diablo para que nadie le conociera.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 11 de octubre de 2013

MARÍA DE VILLOTA, EL DESTINO ES UN MAL AMIGO

Ya  lo apuntaba la calle esta mañana al mirar tras la ventana, llueve y es una mañana triste, muy triste. Me acabo de enterar de la muerte, hace apenas dos horas de María de Villota. No conocía mucho de ella, pero es, me resisto todavía a hablar de ella en pasado, una persona que ya al verla por primera vez, no pasaba desapercibida. Es la visión más aproximada, que uno puede tener de un ángel bueno, porque según las creencias, puede haberlos de todos los pelajes.
Es una mañana triste porque se nos va un ejemplo de superación en la adversidad, de alegría tras la pena.
Quien más quien menos conoce que es hija del piloto de Formula1, Emilio de Villota, y que su vida desde muy temprana edad,  se vio claramente, que se iba a dirigir también por el mundo del motor, participando en todo tipo de carreras, y abriendo así puertas a la mujer en este mundo a priori tan machista.
Personaje público, especialmente desde su accidente como piloto probador del equipo ruso Marussia que le causó grandes secuelas, entre ellas la pérdida de un ojo; desde entonces ha sido la viva imagen de la superación, y del pundonor ante la adversidad.
Esta mañana, aparte de la lluvia, es una mañana triste porque se nos ha ido una mujer, de solo treinta y tres años, llena de vida y proyectos. En breves días iba a salir, va a salir, un libro suyo, visto desde la perspectiva de ahora, con el irónico título de “La vida es un regalo”, porque ella ha tenido mala suerte hasta para eso.
El destino es un mal amigo, y así al menos se ha portado con esta mujer, que  por el mero hecho de serlo lo ha tenido mucho más difícil, en un mundo, el del motor, especialmente marcado por el hombre.
Esta mañana, es una mañana triste porque un piloto de los pies a la cabeza, una mujer de los pies a la cabeza, se nos ha convertido ya para siempre en un ángel, seguro que de la guarda, y que no necesitará sus alas, aunque las tenga, porque ya sabe ir a todo gas por su cuenta. Descanse en paz una mujer valiente, descanse en paz María de Villota.

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jueves, 10 de octubre de 2013

FASTIDIANDO LA FOTO

Ayer tras enterarse este vecino de las palabras de Montoro en el Senado diciendo: Los sueldos no están bajando en España, moderan su crecimiento, vinieron a su mente las imágenes de hace unos años, cuando este vecino acompañado de su madre, muy pequeñita dicho sea de paso, paseaban por un pueblo costero del este de la península, cuando un turista extranjero, es decir un guiri de los de toda la vida, intentando adelantar a su madre durante medio minuto, por una calle estrecha en medio de un mercadillo, al conseguirlo y con un tono de irritación le espetó: “señora pequeña ”,  mientras llenaba cada sílaba de odio concentrado.
Este vecino, muy metido en su labor de hijo, de los de toda la vida, le dijo: “amatxo, tu tranquila, no es que seas pequeña, es que los extranjeros son muy largos”.
Hace ya tiempo, este vecino estaba convencido de que el todavía gobierno del Señor Rajoy, vivía en un mundo paralelo, y sin embargo últimamente estoy convencido de que ellos piensan, en realidad, que su gobierno es “para lelos”, o al menos así nos tratan, porque lo de ayer, lo de “moderar su crecimiento” tiene más guasa todavía que las palabras de Lady Cospedal explicando un “despido en diferido”.
Lo único que nos queda es esperar a las próximas elecciones, y que el número de los votantes favorables al todavía partido en el gobierno suba en proporción a los sueldos de este país, es decir que sufran una estrepitosa caída.
Los ministros de este gobierno actúan como malos magos, intentando llevar nuestra atención por otros derroteros para así poder sacar el conejo de la chistera, sin que se note el truco. El problema es que no hay ni conejo, ni chistera, porque el último que estuvo en el “taller del mago” se llevó lo que quedaba, y solo hay un grupo de caraduras que intentan convertir este país en su cortijo, porque ellos se han criado como señoritos, y el cortijo es el decorado que va a redondear la foto. Esa foto que intentan sacarse cada día, pero que siempre hay alguien del pueblo, en un segundo plano, que les pone los dedos de “cuernos”, para recordar que, aunque en un segundo plano, este pueblo sigue contando, además de seguir pagando.


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miércoles, 9 de octubre de 2013

EN PRIMERA FILA CON PABLO

Hoy vamos a hablar de la noticia que se esconde detrás de la noticia.
Este vecino, quizás por la edad, no es muy seguidor del cantante Pablo Alborán, y solo utilizaría su música para, en una noche de insomnio, intentar conciliar el sueño. Me pasa parecido que con Manolo García, que no distingo donde termina una canción y dónde empieza otra, o si es su último éxito o de un disco anterior.
La noticia sería que Pablo Alborán, como se ha enterado este vecino a través de la cadena “To be” de radio, actúa este viernes en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Sin embargo, para este vecino la verdadera noticia no es ésta, sino que ya hay bastantes jovencitas acampadas en las inmediaciones, no para coger entradas, que hasta eso lo podría, incluso, comprender, sino para conseguir estar en la primera fila. Algunas de ellas están en el lugar de los hechos, desde el miércoles de la semana pasada.
Tras enterarse de ésto, que según parece ya viene siendo habitual en el comportamiento juvenil, este vecino se hace muchas preguntas, porque piensa que no tendrán mucho apoyo familiar, por decirlo de alguna manera. Aún en el caso de que alguna de las jovencitas trabaje, la mayoría tienen que ser estudiantes, y estamos en pleno curso escolar. Aunque estén relevándose en la cola, necesitan de cierta logística, y sobre todo “dinero” familiar.
¿Serán sus padres de los que opinan que la educación de sus hijos empieza y termina en la escuela?
¿Cuál es el fin último de estar en la primera fila durante la actuación? ¿Ver mejor? ¿Ser “descubiertas” por Pablo Alborán? ¿Aparecer en los medios de comunicación? ¿Seducir a la estrella, ya que ellas ya lo están? ¿Piensan en un futuro de sus vidas, o solo ése es su futuro?
Ya con los Beatles, y de eso se cumplen cincuenta años, se daba el fenómeno fan, con desmayos y petición de hijos incluidos, pero para este vecino ésto va más allá. Es una especie de la reencarnación de una divinidad en forma humana, con tintes de “ese día yo también estuve allí” y “durante todo el concierto, Pablo solo me miraba a mí.
Y ahora, y ya para terminar, viene una de las preguntas del millón: ¿Es mejor colaborar en ésto, bien sea con dinero, o con otro tipo de ayudas, desde el ámbito familiar, o es mejor intentar cortarlo de raíz?

*FOTO: DE LA RED


martes, 8 de octubre de 2013

CONCLUSIONES A LA CARTA

Este vecino del mundo es un mal pensado, así, sin paños calientes,  y siempre cree que si pasa algo, es por algo, y que si nos enteramos de algo, es porque a alguien le conviene. Quizás este pensamiento le venga, a este vecino, de su afición por el cine, y que sabe que todas las imágenes en una película están controladas, y que si algún personaje fuma, por ejemplo, es para dejarnos ver entre otras cosas, su nerviosismo. Nada se deja al azar.
Esta mañana  en todos los medios de comunicación no se hablaba de otra cosa que de ese  estudio de la Organización para la Cooperación  y el Desarrollo Económico, más conocida por la OCDE, que desvela que los españoles comprendidos entre los 16  y los 64 años están rezagados en comprensión lectora y son los últimos en matemáticas. Por eso, este vecino lo primero que ha pensado es que ahora entiende por qué se le da tan mal la letra pequeña de todos los documentos bancarios, aunque también ahora está seguro de que todos los banqueros del mundo han estudiado en España y por eso se les ha dado tan mal las matemáticas y ha pasado lo que ha pasado con gran parte de los bancos americanos y europeos.
Y es que cada uno saca las conclusiones que le da la gana disponiendo de los datos que le viene bien para demostrar aquello que quiere demostrar, y si no, no hay más que ver las conclusiones de todos los partidos políticos, tras una noche electoral.
Ahora se está sabiendo que los datos del citado estudio no son completos, que faltan los de otros países como Francia, Portugal, Grecia…
Entonces, solo hay una pregunta: ¿a quién le viene bien el demostrar que todo el sistema de estudios anterior no ha servido para nada, y que así nos va de mal?
Pues este vecino del mundo, que al comienzo de este artículo ya reconocía su propensión a pensar mal, está convencido de que el gobierno del todavía presidente Señor Rajoy, tiene algo que ver. No hay que olvidar además que este informe puede ayudar a intentar reforzar la imagen de un gobierno que tras neutralizar, por ahora, la huelga del profesorado en Mallorca, se cree el más fuerte del patio, y con más fuerzas que nunca para seguir con sus pretensiones de cambiar todo el sistema educativo, y no para abaratarlo precisamente.
Cualquier día nos enteramos de que ya se pueden comprar los libros escolares por las máquinas de “vending”, y lo peor de todo es que junto a esa máquina habrá otra donde se alquilen profesores bien preparados por horas, o lo más triste de todo, incluso que sean desechables.
Y ya para terminar, se supone también entonces que el gobierno actual también entra en el baremo estudiado en el citado informe, que tiene problemas en comprensión lectora y que se les da mal las matemáticas.
Ahora se comprende todo, y así nos va como nos va. ¡Reír por no llorar!

*DIBUJO: DE LA RED

lunes, 7 de octubre de 2013

DE TAL PALO...

“De tal palo tal pastilla”. Es lo primero que me pasó por la mente al ver la cantidad de medicamentos que la Señora Gutiérrez, íntima amiga de mi madre se estaba endilgando.
En realidad -me aclaró ella- es medicina preventiva. Lo tomo para prevenir futuras carencias. Son extractos de todo tipo de plantas.
Y seguro que había pensado en que no le faltara de nada, porque para desayunar empezaba los prolegómenos, con las dichosas pastillas, media hora antes.
La Señora Gutiérrez era en realidad, como un personaje superviviente sacado de una novela de Agatha  Christie, y con mucho sentido del humor, por eso prosiguió diciendo: - Aunque de la principal carencia, que es la afectiva, no se puede prevenir con pastillas. Hace muchos años que me quedé viuda de mi Jorge, y a mi hija, Valentina, le veo muy poco desde que se casó con un biólogo americano. Pero para eso también he encontrado el antídoto. - Y bajando la voz mientras comenzaba a reírse, confesó - Y se llama “skype”. Unas gotitas de Skype por las mañanas, en forma, claro está, de videoconferencia, eso ya después de haber desayunado, y otras gotitas de Skype al anochecer, y como nueva. ¡Ah! Sin olvidar claro está de darle a mi vida un toque moderno, y para eso, - la Señora Gutiérrez comenzó a poner ojos picarones - no me voy a la cama sin haberme tomado un chupito de “licor de hierbas”. Ya sabéis, para hacer la digestión.
Por un momento, y tiempo después, me imaginé a muchas personas por la calle, vendadas y escayoladas, diciendo que en realidad no les pasaba nada, pero que su futurólogo de cabecera les había dicho que durante su vida iban a tener varios accidentes, otro tipo de medicina preventiva, se supone, y que por fechas de trabajo, les venía mejor ser enyesados ahora, que no tenían nada importante
que hacer. 
Y es que a lo mejor, con la crisis que nos ha caído encima, la lista de espera para que nos atiendan en los hospitales, dentro de un tiempo, será peor.
Este vecino del mundo también es partidario de prevenir, pero de otra manera, porque para él la mejor medicina es hablar abiertamente, en el caso de la Señora Gutiérrez por videoconferencia. En otros casos, con uno mismo, que aunque parezca lo más fácil, no lo es, y no irse a la cama con asuntos pendientes a modo de preocupaciones.

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sábado, 5 de octubre de 2013

LA JUVENTUD COMO CONDENA (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)

Antes de nada este vecino quiere recordar que 15 años y un día, es la película elegida por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España para representar a nuestro cine en la carrera a los Oscar  de este año.
En realidad la historia compete a tres diferentes generaciones aunque la chispa la genera el miembro más joven de una “improbable” familia ubicada  en las cercanías de San Sebastián, en recuerdo, quizás, al origen de los progenitores, tanto de la directora, y coguionista, y del otro autor del guion, Antonio Mercero, hijo. 
El mismo título de la película hace un guiño a la edad del protagonista, entendida su juventud como una condena a los que le rodean.
Ya con el primer plano, una inspirada Gracia Querejeta, nos indica claramente que toda la película va a girar, como gira la cámara, en torno al personaje de Jon, el hijo. Otro logro de Gracia es que la historia fluye de manera natural sin apariencia de drama, aunque lo sea, sin apariencia de comedia, aunque lo sea. Es una historia agridulce, como la vida misma, pero con mucha luz, incluso la mayoría de los fundidos entre escena y escena no son a negro.
En una muestra de lo estresante que puede ser un adosado cuando te llevas mal con el vecino, y cuando en la familia se habla de todo menos de lo que verdaderamente importa, Jon se convierte en un rebelde con causa,  motivo por el cual, conoceremos más tarde otra tierra, otro ambiente, donde reside el abuelo,  y a quien se acude  como antídoto para, apelando a su seriedad y presunta ecuanimidad, intentar imponer un poco de orden en el caos, mediante una colección de “noes” a los que el miembro más joven de la familia no está acostumbrado.
Hay personajes, como el de la madre, que confiesan abiertamente que son incapaces de reconocer los sentimientos, y necesitan que se los digan. Por eso mismo, quizás, se construyen otros hechos diferentes a los reales para así salvaguardar su verdadera actuación. Lo importante no es lo que realmente ocurrió, sino cómo se cuenta. Otras  personas son utilizadas como excusas para seguir viviendo.
La figura del abuelo encarna la búsqueda de la verdad, entendida ésta como una cuestión de honor, por encima de todo, incluso de su conveniencia, desviación profesional de su antigua pertenencia al ejército.
Los adultos son personajes de una sola cara, son como son, y ni quieren ni pueden cambiar, aunque quizás al final con ese plano de unos pies corriendo por la arena, hay un camino a la esperanza.
Por el lado de las interpretaciones, encontramos a una Maribel Verdú, encarnando a la madre sufridora del protagonista.  Es una interpretación muy ajustada y sobria, y con una gran escena de lucimiento personal mientras habla a su hijo postrado en la cama de un hospital.
Tito Valverde encarna a Max, el abuelo, un personaje duro en apariencia pero que, como dice otro de los personajes, habla más con los ojos que con la boca.
El joven Aron Piper, es Jon, y presunto culpable de las desdichas familiares. Una interpretación llena de frescura y espontaneidad, y que capta las simpatías del público desde el primer fotograma.
Bajo la apariencia de una narración suave y  con momentos de aventura juvenil, se esconden diversas cargas de profundidad que darían para muchos coloquios: secretos de familia, inmigración, incomprensión… Un buen guion y película, que aunque salgas del cine con un buen regusto, tu mente querrá analizarla en los días posteriores, y ese, precisamente, es un buen síntoma y logro.
Película totalmente recomendable, aunque apuesta muy arriesgada a nivel internacional por parte de los miembros de la ya citada academia.

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viernes, 4 de octubre de 2013

PALABRA DE TANGO

“…que veinte años no es nada…” y a medida que vas cumpliendo años, lo que dice este tango se va quedando corto. Quizás al final somos no muy diferentes a una cebolla, que nos van saliendo capas, no se sabe muy bien si para protegernos del exterior, o es otra manera de mirarse al ombligo ir enroscándose sobre sí mismo.
“…que veinte años no es nada…” a lo sumo unas dos generaciones, lo suficiente para discutir entre ellas, y mientras unos llaman  a los otros retrógrados, éstos, creyéndose experimentados aprenden de sus propios errores. Y es que aquél que esté libre de pecado que tire la primera  piedra.
Hoy parece que este vecino se ha despertado pesimista. Los lectores más observadores se habrán dado cuenta que he dicho “despertado”, porque para “levantarse” tardas toda una vida, y eso, si lo consigues.
Lo importante quizás sea tener una idea exacta de cómo y dónde nos encontramos en cada momento de nuestras vidas. Eso, y tener realmente claro quiénes somos. Porque cuando nacemos, ni tenemos manual de instrucciones, ni batería de recambio, ni más vidas…pero lo realmente importante, y quizás se tarde toda una vida en comprender quiénes somos, y si podemos dar un golpe de timón para cambiar el rumbo de nuestras vidas, ya que lo que se adivina en el horizonte, allá en ultramar, no nos gusta.
“…que veinte años no es nada…” pero quizás es ya, en el mejor de los casos,  lo que nos queda por vivir, y para cambiar el desenlace de la novela de nuestra vida. Eso, si se puede elegir, el tipo de libro que pudiera ser nuestra vida. En el caso de este vecino, siempre ha preferido que fuera una novela, porque siempre pasan cosas, y no un libro de ensayo donde se juega con quimeras y con supuestos. Siempre es preferible vivir la vida propia, que emplear tu tiempo en estudiar la de los demás.
No hace falta ser muy sesudo, para al menos adivinar “…que veinte años no es nada…” porque ya no te da tiempo ni de terminar de pagar la hipoteca. Eso, si en su día tu viste suerte, o mala suerte, y te endiñaron una.

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jueves, 3 de octubre de 2013

FUEGO AMIGO

Uno de los signos que manifiestan el que una persona va aprendiendo a vivir, es el distinguir la ironía de lo que no lo es, y el saber leer entre líneas.
La vida es una lucha constante, aunque no lo parezca, e incluso muchas veces puedes ser “atacado” por la gente que en teoría tienes catalogada como que te quiere. Es lo que en el argot militar se denominaría como fuego amigo, y que El Feli, un amigo sobreviviente de la época cheli definiría con un lacónico “con amigos como éstos no te hacen falta enemigos”.
Hay momentos en que una persona se tiene que definir, o al menos piensa que eso se supone de ella. Imaginémonos que hemos estado fuera una larga temporada, en la que además hemos intentado cuidarnos físicamente, incluso perdiendo unos cuantos kilos. Al reencontrarnos con nuestros amigos de fatigas, más de uno se descolgará con el famoso “Te veo igual que siempre” con lo cual lo primero que te da ganas es de decirle “Pero no estamos aquí para hablar de si ves bien o no, o si te han aumentado las dioptrías, que por cierto como te tengas que poner lentillas de más graduación, cualquier día no puedes cerrar los ojos…
O también puedes recibir esa otra variante de “Estás igual que siempre”, que es un poco más clarificadora, pues ya apunta al “Antes estabas jodido, ahora no andas a la zaga…”
La gente podrá decir que este vecino es un mal pensado, aunque él se definiría simplemente como “un hombre experimentado”, y El Feli como “tener el culo pelado”.
Últimamente este vecino está comprobando que tiene razón en su manera de pensar, un día sí y el otro también, con el caso de una buena amiga, que ha adelgazado bastantes kilos, con la decisión y entrega que eso implica, y todas las arpías que le rodean lo único que dicen es “Lo bien que te sienta ese corte de pelo”. Para más “inri” además, ni que decir tiene que el corte de pelo es el de siempre.
Para las nuevas generaciones, porque las anteriores ya no tienen remedio, habrá que cambiar el “hay que saber leer entre líneas”, por el más inquietante “hay que aprender a andar sobre terreno minado.

*DIBUJO: DE LA RED

miércoles, 2 de octubre de 2013

...RECUERDOS ENTRE BRUMA Y NIEVE



Los mejores viajes se hacen con la mente, recordando algún viaje anterior, o mediante la lectura rememorando algún viaje relatado en algún libro.
Esta mañana nos hemos despertado nuevamente con las cifras del paro. Resumiendo, que en el país de los ciegos, y uno no tiene nada contra la O.N.C.E., el tuerto es el rey, y que pronto llegará el momento en el que cese la cifra de parados, porque sencillamente España haya sido un negocio que se cierre por defunción del único en activo.
Lo del viaje mental referido al comienzo de este “post” es el que mi mente me ha “fletado” mientras leía las cifras de nuevos parados este mes.
Este vecino dejó de ser estudiante (aunque si tienes alguna inquietud por algo nunca dejarás de estudiar, al menos, digamos, de un modo amateur) a finales de los setenta, y recordando el film “Vente a Alemania, Pepe”, se fue a ver cómo era la vida allí fuera, a Londres.
Recuerdo que llegué un 29 de Noviembre, de 1978. El gran error fue pensar que como lo había estudiado, hablaba inglés. Lo único que ocurría es que el resto de los habitantes de aquella isla no habían compartido mi mismo profesor, y no entendía nada. A ésto se unió algún que otro pequeño detalle sin importancia, como que para las tres de la tarde prácticamente ya se hacía de noche, y de que nevaba copiosamente. Me tuve que “poner las pilas”, o dicho de una manera cursi, haciendo de tripas corazón, me prohibí tajantemente quedarme recluido en casa, es un decir lo de “casa”, y pertrechado con un libro callejero, me fui a conocer a los londinenses nativos, en el caso de que todavía quedara alguno.
En aquella época no se podía llegar a la pérfida Albión para trabajar, porque hacía falta el célebre permiso de trabajo, y sólo podías entrar como estudiante. Pero como se suele decir hecha la ley, hecha la trampa, y al matricularte como estudiante de inglés, tres horas diarias de lunes a viernes, siempre encontrabas algún trabajo “bajo manga”, que quiere decir en malas condiciones y escasamente remunerado.
Como en España todavía existía la mentalidad de haber salido de una guerra y de haberse buscado cada uno las habichuelas como había podido, no se hacía tan duro o al menos no podías quejarte abiertamente, porque cada uno llevaba su propia historia que te la podía “endiñar” en cualquier momento en que te encontraras bajo de moral.
Este vecino, se libró del servicio militar, y por eso no puede contar sus “historias de la mili”, ni hablar, como sus abuelos, del hambre de la guerra, pero sí de la soledad que pasó en un Londres que acababa de ser abandonado por el movimiento “punk”, y en el que comenzaban a aparecer  individuos con ganas de bailar sobre patines.
Quizás, algo que diferenció mi viaje al que ahora hacen los jóvenes, es que este vecino sabía perfectamente que tenía una fecha de caducidad, porque allí era muy difícil, sin permiso de trabajo, encontrar un trabajo a perpetuidad. Sin embargo, los jóvenes que se van ahora, no saben ni si volverán, y eso es más triste todavía.
Algo que aprendí de aquella época es que el individuo se sobrepone de casi todo, y que desde la barrera, como diría un torero, todo es bonito, y que conocí agente maravillosa, de la que ahora ignoro qué fue de ellos, pero que en su momento era una amistad para toda la vida

*ACUARELA: DE KUBI

martes, 1 de octubre de 2013

SE LO VOY A DECIR A TU PADRE


De sobra es conocida esa teoría de que los niños tienden siempre a adorar a la madre, y las niñas al padre. Este vecino tras pensar mucho en su pasado, que se supone no debe diferir mucho del de la mayoría de vosotros, piensa que la figura paterna es esa gran desconocida, y estamos hablando de una época, que siempre hay que tener en cuenta, de mediados de los cincuenta a comienzos de los setenta, en la que haciendo un paralelismo con aquella cursi canción, pero pegadiza, de Julio Iglesias, este vecino pasó de niño a hombre.
Si a un matrimonio le quitas todo ese atalaje de amor y contigo-pan-y-cebolla, queda en realidad una sociedad diríamos que mercantil, en la que se reparten los roles entre los dos socios, uno es el poli bueno y el otro el malo, o la relaciones públicas y al que se suponía, y más por entonces, el amo del garito.
Si vamos haciendo un viaje introspectivo a nuestra niñez, la mayoría de las veces la figura materna queda suficientemente clara con todo tipo de imágenes, explicaciones y amenazas que todavía están dentro de nosotros. Sin embargo, el padre aparece poco, y la mayoría de las veces como repartidor de justicia.
Una de las frases que más hacía acordarnos de nuestro progenitor, es esa lanzada un día sí y el otro también por parte de nuestra madre cuando ciertamente al borde del paroxismo nos lanzaba aquel “se lo voy a decir a tu padre”. Y es que en el mundo de los niños, Dios siempre queda muy lejos,  y la mayoría de las veces encerrado en un templo y en una religión, y el que reparte justicia es el padre.
Como hubiera dicho una de mis abuelas, oír la palabra “padre” equivalía a que se me pararan los pulsos. Siempre me pareció enigmático ese presunto poder paterno, cuando luego muchas noches, y al llegar el susodicho a casa, recibía por razones que entonces se me escapaban, abundantes broncas por parte de mi madre, en forma de quejas, primero apresuradas, y luego más calmadas aunque con evidente aumento de decibelios.
Había algo que no lograba entender  un niño de entonces, entre el presunto poder de un padre,  y la leída de cartilla por parte de su mujer, que con el tiempo dio como resultado el pensamiento filial de que el padre tenía poder cuando se lo dejaba la madre.
Muchos años después y al conocer la célebre frase “la historia la cuentan los vencedores”, por unos instantes vi mi casa de la niñez convertida en una maqueta como la de los soldaditos de plomos en la que se libraba la batalla diaria de la vida, y en la que distinguí perfectamente quién lucía las medallas, y quién sin embargo el poder, aunque en ese momento su figura estaba junto a la cocina.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 30 de septiembre de 2013

LA FIESTA DEL GIN TONIC Y LA MADRE DEL CORDERO

Lunes, día de recuerdos del fin de semana, y pocas expectativas, aunque me imagino que eso es cuestión de chasis también. Este vecino está convencido de que si le preguntas a Martin Berasategui será agotador la lista de “tareas” que tenga que hacer hoy, y más agotador la manera en que lo diga con ese “garrote” que lo usa sí o sí.
Sin embargo, ni este vecino es el Señor Berasategui, y eso que gana     el mundo culinario, ni le hace falta al vecino meterse en esos berenjenales.
Parece que no iba a existir el mundo tras el Festival de cine donostiarra, y sin embargo ya ha terminado con sus más que polémicos premios de este año, y es que no es lo mismo el gusto de unos, se supone entendidos cinéfilos, que además están a mesa y mantel durante más de una semana, a los gustos de esos locos que todavía se gastan el dinero en las salas de cine, sea o no sea época de glamour.
Este sábado pasado este vecino estaba escuchando una emisora de radio, esa a la que Shakespeare se refería con el “…SER o no SER”, un programa para los amantes del cine en el que se desgranaba, como no podía ser de otra manera, la semana en el festival donostiarra, y sin embargo, estoy seguro de que todos los “radioescuchas” como se decía antiguamente, con lo único que se quedaron, por desgracia, fue con una anécdota, por decirlo de alguna manera, en la que un local donostiarra había organizado un evento, esos días de fiesta del celuloide, que los locutores lo describieron como la fiesta del gin tonic, y ahora viene la madre del cordero, en la que se cobraba 18 euros por copa.
En primer lugar, este vecino no ve a las cada vez más escasas estrellas extranjeras con dinero en efectivo para pagar, ni que se atrevan a cobrarles, ya que son las que se supone darán relumbrón a la fiesta. En segundo lugar, cada vez son más “livianos” también, los medios de comunicación que osan mandar a periodistas acreditados para pasarse más de una semana con todos los gastos pagados, ni éstos se atreverán a pasar esa cuenta, como confesaban los sufridores de la citada emisora, a su empresa, con lo que a más de uno le va a quedar un regusto amargo de esta edición del festival.
De todas maneras, y como siempre, lo más probable es que el que pagara la citada tropelía fuera el pardillo que se aventuró a pulsar el latido del festival, y mientras que pagaba la cuenta, se juraba no volver más ni al festival, ni a llenar las salas del cine.
Y es que los que todavía intentan hacer cine, siempre dicen, que los    que suben los precios de esa industria no son ellos, ni tampoco,         visto lo visto, los que, en otro sentido además, dan mala imagen,       pero los que pagan el plato, y en este caso la copa, son los mismos que han aportado los impuestos para que cada año  el citado festival sea posible.
Tantos minutos durante el año intentando convencer a la gente de que un festival de cine es para todo tipo de gente, para que luego algunas personas de otras industrias lo desdigan con hechos, que no son precisamente amores.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 29 de septiembre de 2013

LA COMUNIDAD SE LLENA DE BRUJAS (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)

Vaya por delante que a este vecino del mundo le gusta el cine de Álex de la Iglesia, por lo que tiene de diferente y “rompedor”, aunque esto último muchas veces sea literal, sin embargo sigue pensando, y el director vizcaíno se empeña en darle una y otra vez la razón, de que en su filmografia hay pocas cintas redondas.
Acabo de ver “Las brujas de Zugarramurdi”, y digamos que con muchos años de diferencia, me ha pasado lo mismo que cuando vi “El día de la bestia”.  Desde el primer fotograma se va formando una especie de bola de nieve, que va creciendo con cada escena, y al final en lugar de eclosionar en mil y un recursos cinematográficos formando una copiosa nevada armónica, se diluye como un mal vino de cava, ya que no conviene olvidar de que estamos hablando de cine español, y no hay nada más español que el cava.
La película funciona como partes, y no como un todo.  Si estamos hablando de cine como negocio, no se debe reclamar al salir de la sala, ya que el Señor De la Iglesia en eso siempre es espléndido, y se recibe más de lo que en teoría pudiéramos pensar.  Sin embargo, ya no sería necesario explicar, a estas alturas de la película, y nunca mejor dicho, tanto a Alex de la Iglesia como a su coguionista, Jorge Guerricaechevarría, que algo que distingue a un buen guion es la labor de limpieza y deshecho  de aquellos momentos que quizá funcionen en solitario, pero que como acumulación pueden llegar a cansar.
Aunque no tiene nada que ver la historia, ha habido momentos en  que la película me ha podido recordar  “El baile de los vampiros” de un todavía joven Polanski, aunque mientras aquella cinta rezumaba frescura y momentos memorables de buen cine, éste se queda en el intento.
La primera parte de la película,  hasta la llegada precisamente a Zugarramurdi, funciona como un chute de adrenalina en vena, sin embargo, luego, hay momentos sueltos disfrazados de  anuncio turístico para visitar  tierras vasco-navarras, especialmente en carnavales, arropado por un Baga, Biga, Higa que para los que lo desconocían se  les presentará como una especie de Carmina Burana pero con RH+.
Por la  costumbre de utilizar en muchas ocasiones mismos actores, lo cual no es ni bueno ni malo, en este caso mismas actrices, en algún momento se pudiera pensar que “La Comunidad” que estaba ubicada en un edificio madrileño se ha ido a vivir a Navarra, con unos improbables Segura y Areces travestidos en amonas, donde lo triste no es que la gente se ría con lo que dicen sino cómo lo dicen.
Una de las lecturas positivas de la película es la de que en el cine español hay buenos actores jóvenes, ya que de los de más edad se sabía, que no necesariamente juegan a ser galanes, sino que no     les importa mancharse incluso con escenas que pueden lindar       con el mal gusto.
Quizás para aquellos hombres que vayan a ver esta película, puede que posteriormente ya no miren de la misma manera a la mujer con la que conviven, aunque no hay problema porque es seguro que a ellas les ocurra lo mismo con el “varón” que les tocó en suerte, o en mala suerte.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 27 de septiembre de 2013

CUANDO CONOCES AL TATO

Los incondicionales que normalmente se asoman a esta ventana conocen que la moral de este vecino es a prueba de bomba, y que es capaz de encontrar un pequeño rayo de luz en la misma oscuridad.
Sin embargo, llevo varios días en que no soy precisamente la alegría     de la huerta, y que si tuviera que convencer a una persona que está encaramada en lo más alto de un edificio pensándose si saltar o no, existirían más posibilidades de que me convenciera él a mí para que saltáramos juntos.
Los tiempos actuales tampoco ayudan. En un momento donde sube todo, incluida la tensión, este vecino además vive en una ciudad, Donosti, que no es que sea cara, sino que hasta los pobres, no son unos pobres cualquiera, porque eso estropearía el entorno, y especialmente el área romántica, sino que son unos pobres de marca.
Este vecino podrá ir al infierno, si es que el infierno existe, por muchas razones, pero no por no ayudar al que se encuentra en dificultades, porque siempre ha intentado "aliviar" al que pide. Sin embargo, en     estos tiempos, en la vida diaria de este vecino también se ha tenido     que instaurar el régimen de recortes, porque uno llega a lo que puede,     y a donde no, eso no existe, más que nada para no sufrir.
El otro día, al comienzo de esta semana, iba paseando por el centro de la ciudad, y fui prácticamente abordado por un hombre de mediana edad, no muy mal vestido, sino con aire más bien de quien pasa dos noches de juerga seguida, y no lo digo por el olor alcohol que no existía, sino por la apariencia de ser un poco arrollado por las circunstancias, por decirlo de alguna manera. Musitó unas palabras que no llegué a entender, pero los gestos son idioma universal, y al ponerme la mano estaba claro que me pedía algo, y que precisamente no era la hora, en todos los sentidos.
Este vecino que aunque lleva ya tiempo en el paro,  se le sigue haciendo igual de duro que la primera vez, no dar limosna al que se lo pide, se sintió un poco frustrado por el momento, y al cabo de unos segundos en que ambos habíamos proseguido con nuestros caminos opuestos, miró para atrás, y recibió una sorpresa enorme cuando comprobó que la persona que acababa de pedirle ayuda, había sacado un teléfono de los denominados “smartphone”, y se quejaba a su interlocutor de que ya lo iba a dejar “por hoy” y que no le había dado dinero ni “el tato”, por lo que consideré que el famoso tato era yo.
Todavía estoy con la duda de si esa persona realmente lo necesitaba o no, porque en estos días de tan bruscos cambios, existe mucha gente que realmente necesita ayuda, y pasa vergüenza para pedirla, y sin embargo hay otros, que como en ese día, no sabes si realmente vienen o van.

*DIBUJO: DE LA RED

miércoles, 25 de septiembre de 2013

LA MUJER DE LA PRIMERA PUERTA (CUENTO)

Era la quinta vez que había llamado a esa puerta y seguía sin tener suerte.

Su amigo Luis, el adivino, le había dicho hace dos días, al echarle las cartas, que en esa dirección, iba a encontrar su felicidad.

Él no le había creído en ningún momento, ni siquiera esa misma mañana al levantarse se hubiera imaginado que tan solo unas horas después, como guiado por una extraña sensación, se iba a dirigir a aquella calle, tan lejana a la que él vivía, y llamado a la puerta, con una burda excusa, para comprobar quién vivía allí.

Una mujer morena, de ojos azules y expresión dulce apareció a los pocos segundos. Desde que se vieron, ninguno de los dos apartó los ojos del otro. De hecho, Luis ni siquiera podía recordar la excusa que había puesto, solo recordaba que tras despedirse de ella, en el umbral, del que no se había movido, le había vuelto a llamar, para, armándose de valor, intentar quedar con ella, y ya no había tenido suerte.

Cada una de las cuatro veces posteriores, no es que la persona que le abría la puerta era diferente, sino que el mismo pasillo que se veía desde la puerta lo era. Era algo así como viajar sin moverse del sitio.

No podía pensar, porque la situación se le escapaba, pero tenía claro que no iba a volver a llamar, porque al hacerlo, parece que la imagen que tenía de ella se iba diluyendo poco a poco.

Como siempre hacía cuando no lograba encontrar la solución a algo, decidió dejarlo por el momento, y cogió el mismo autobús rojo que le había traído hasta allí.

Siempre que no daba con la respuesta a algo, decidía parar y pensar en otra cosa, y como por arte de magia, algunas veces más tarde que otras, encontraba la respuesta, o incluso, había situaciones en que  estaba convencido, que ésta, la solución, le encontraba a él.

Intentando recordarla, el autobús, que no llevaba mucha gente en ese momento, paró delante de un paso cebra. De pronto, vio a aquella mujer, la de la primera puerta, que comenzaba a pisar por las rayas blancas. Sin embargo, algo le hizo darse cuenta, de que en los pocos minutos que habían pasado, la mujer parecía más madura, como si en lugar de minutos hubieran pasado algunos años. Iba sonriendo mientras agarraba a dos niños, y por un momento le pareció que sus miradas se cruzaban. Fue entonces cuando se dio cuenta de que iban con un hombre cuya figura se le hizo conocida al principio, aunque tardó en comprender, porque no podía ser. Era él mismo, aunque con canas en las sienes, quien les acompañaba.

Por un momento pensó que estaba soñando, pero desgraciadamente al llegar a su casa, estaba tan solo como siempre. De qué le servía saber que en un futuro encontraría su felicidad, si en ese momento era el hombre más infeliz del mundo; y lo que es peor, y además, incomprensiblemente, celoso de sí mismo.

*FOTO: DE LA RED