Para todos aquellos que en realidad piensen que las
Navidades empiezan mañana, 24 de Diciembre, hoy será una especie de día
de reflexión, como cuando hay que votar. Un día en el que intentamos
olvidar que estas fiestas son como un terreno minado, y en cualquier momento
algo puede explotar llenándonos de problemas o de discusiones familiares. Y nos
vamos a proponer que los días venideros vamos a pasarlos muy bien, y hacer muy
feliz al prójimo, en forma de suegra o cuñado, especialmente durante las
comidas y cenas que nos esperan.
Recordaremos todo lo bueno y lo malo que nos ha pasado, y
nos plantearemos nuevos propósitos para el nuevo año, que en realidad son los
mismos que los planteados el año pasado, y que por culpa de otros, como siempre,
no los hemos podido cumplir. Pero del año que viene, seguro que no pasa.
Esa "tripita", dicho con mucho cariño, porque es la tuya, tiene que desaparecer, y como en el
calcetín que tienes guardado en casa con los ahorros (por aquello de que hace
tiempo que te planteaste que con los bancos y cajas de ahorro, lo justo y
necesario, para pagar el recibo de la luz, que un día pensaste que por la
cuantía era el de toda la comunidad, pero que al final se demostró que solo era
el tuyo) no te llega ni para una ronda de agua del grifo, tendrás que quemar
grasas en el gimnasio ese, que aunque sigues pagando por él, vas tan poco, que cada
vez que lo haces, te saluda todo el mundo pensando que has estado dando la
vuelta al mundo.
Este vecino nunca se ha sentido como "enseñante" de
doctrinas, sino solo como comentarista de todo aquello que le gusta o le
disgusta, y que cree que al comentarlo puede ayudar a que todo tipo de asuntos puedan
ser considerados desde otro punto de vista, y si al final en la cara del lector
se ha dibujado una sonrisa, mejor que mejor.
Os desvelaré que este vecino, aunque no lo haya dicho
hasta ahora, a parte del árbol navideño que ponen en casa, que siempre es más
barato que un belén bien montado, "planta" otro árbol, este virtual en su
cabeza. Y en él va colgando todo aquello que quiere ir olvidando. Esas
relaciones tóxicas que te van excitando más que el mejor de los sexos que has
practicado nunca. Esas noticias que te han irritado durante el año, las tristes
no, porque esas es probable que las quieras ir recordando de vez en cuando
porque seguro que están ligadas a los sentimientos.
Hay que procurar, y recordando que estamos hablando utópicamente claro, no colgar a personas, virtualmente claro, porque entonces en lugar de un
árbol de Navidad, sería el árbol del ahorcado, y eso como
mínimo no está ni bien. Y el último día, el de Reyes, prendes fuego, también
virtualmente, claro, a ese árbol, y es una manera de que el fin de las
Navidades sea menos nostálgico y te hará sentir incluso más ligero, porque
dejarás atrás más de una carga que no debiste coger nunca.
*FOTO: DE LA RED
TEXTO: PATXIPE