domingo, 20 de marzo de 2016

FELICIDAD, ¿MAPA DE UNA UTOPÍA?


De un tiempo a esta parte parece que se quiere etiquetar todo, y por eso  ahora muchos días están “esponsorizados” por tal o cual estamento para dedicarlo a un asunto determinado…


Ahora resulta que hoy, y declarado por Las Naciones Unidas desde el 2013, es el DÍA INTERNACIONAL DE LA FELICIDAD, así en mayúsculas. Un amigo me diría con mucha sorna, que entonces es el día de la utopía.


De todas maneras, me pregunto ¿Hay que ser feliz, el que lo consiga, solo en su fuero interno, o que se note que eres feliz? Porque llegados a este punto me acuerdo del torero, y padre de la ahora saga “Bosé”, Luis Miguel Dominguín, que cuando se acostó con la mujer, se supone, más bella del mundo, en  aquel entonces, Ava Gardner, él no fue feliz hasta que lo contó, que no tardó, por cierto, nada en hacerlo. Por lo que deducimos que en el caso del torero, en ese momento al menos, para ser felíz él debía, cuando menos, dar envidia a los demás.


Sinceramente, tal como está el mundo actualmente, el que diga que es feliz creo que puede tener muchas dosis de egoísmo, no mirando más allá de su ombligo, y no quiero enlazar con el párrafo anterior, aunque quizás tenga mucho de ello también.


Con la cantidad de personas, y que muchas veces olvidamos que lo son, rebajándolas  a simples cifras, que tienen que huir de sus lugares de origen por los conflictos que están sufriendo, no se puede decir que el terreno esté abonado para ser feliz.


Si ponemos a la felicidad por bandera, hoy, y tristemente, diría que debería de estar a media asta como condena a perpetuidad.

Creo que no se puede, y quizás incluso por respeto a los demás,  pedir ser feliz, como diría un pijo, “full time”, a jornada completa, porque además eso parecería un trabajo (de profesión: feliz), o incluso una condena.


Hay momentos de felicidad, sin duda los hay, una mirada, un buen paseo, especialmente con la persona a la que quieres, una velada...


Hoy por ejemplo, en el accidente de Fernando Alonso, si fuera una receta para hacer un cóctel, ha tenido doble y mitad de extra-suerte etiqueta negra, y un cuarto de alivio, pero felicidad, es otra cosa. Incluso, y en una opinión muy personal de este vecino del mundo, requisito indispensable de la felicidad es que ocurra en pequeños periodos de tiempo, más bien, en momentos. 


Si hubiera alguien que fuera feliz las veinticuatro horas del día, todos los días del año, correría el riesgo de acostumbrarse, y ya no sería plenamente feliz, ya que si la felicidad fuera un medicamento, en mi opinión, se debería de usar en pequeñas dosis, quizás para no acostumbrarse, y dejar de disfrutarla.


Ya para terminar diré que, personalmente,  cada vez que oigo hablar de “felicidad”,  y cómo conseguirla, me imagino vestido como un explorador, con salacot incluido, y con un pico y una pala, para currarse su búsqueda.


Quizás, lo más triste de estos momentos que estamos viviendo, en una España cogida con alfileres, por todo lo que se han llevado unos cuantos y lo que nos han quitado a la mayoría, que no siempre es lo mismo, llamarse “feliz” puede ser cuando menos una falta de tacto.


Este vecino del mundo es más partidario, en contra de la opinión de muchos, de que la felicidad no está en la acumulación de cosas, o incluso de dinero, sino que  es un estado de ánimo. Por eso, una vez oí una frase que me gustó mucho, y que aquí viene, como diría un cursi, pintiparada:


Hoy no sabía qué ponerme… y me puse contento.”


*FOTO: DE LA RED

jueves, 17 de marzo de 2016

¿SABEN AQUEL DE RAJOY Y EL TITANIC...?



Tanto nos han cambiado las redes sociales, que hace unos años se me subía o me baja la tensión según mi estado de ánimo, y ahora, en cambio, es la cantidad de seguidores, los famosos “followers”, que si suben o bajan influyen directamente en mi tensión.


¡Y es curioso! Últimamente, cuantas más frustraciones y problemas el vecino del mundo os cuenta, más son los seguidores, especialmente en twitter. Con lo cual se deduce, al menos como se decía en una época, que nos va la marcha, y mucho.


Quizás este país es así, le va la marcha, y se crece ante las adversidades. No será casualidad que inventamos esa suerte taurina como es “a porta gayola”. Nosotros afrontamos los problemas, solo cuando vienen, y de cara. Como el mismísimo Rajoy, que como si fuera un chiste, va y dice ayer en Telecinco en pleno prime time que se acaban de enterar del problema con Rita Barberá en Valencia ahora que se ha levantado el secreto del sumario. ¡Así con un buen par! Si eso formara parte de un monólogo, porque Rajoy fuera un monologuista, nos partiríamos de risa.


El problema es que Don Mariano Rajoy es el todavía presidente de esta todavía España. Y si te lo tomaras en serio, sería todavía peor, porque se supone que el que está en cabeza del país debería de estar informado en el mismo momento de que ocurra cualquier cosa, para así tomar las decisiones necesarias. Y si te lo crees, porque por ejemplo eres votante de su partido, y necesitas creértelo, en ese momento también te puedes plantear: ¿Ya se habrá enterado "el jefe" que otra vez la candidatura de Madrid como sede olímpica ha sido rechazada? Y se cree, además, que no es por el acento de la Señora Botella hablando inglés, y diciendo aquello de ”relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”.


El problema de, presuntamente, hacerse el tonto, es que implícitamente estás dando a entender de que consideras “a la parte contratante de la segunda parte”, es decir, a nosotros, como tontos también, y eso, aparte de todo lo que están haciendo, o dejando de hacer, por exceso o por omisión, duele y mucho; por aquello de que el pueblo llano en su filosofía de taberna definiría, y perdonar por la crudeza del lenguaje,  como “además de puta poner la cama”.



Este vecino del mundo cada vez está más convencido, y no se las da de vidente, sino de ver lo evidente (que no es lo mismo), de que antes de que haya unas nuevas elecciones, quizás faltando un segundo para que aquello, su partido, explote, el Señor Rajoy dará, o le obligarán a dar, un paso al lado o atrás, como en aquel antiguo baile de la “yenka”, para quitarse/quitarle de en medio. 


Y si eso no ocurriera, el PSOE y PODEMOS se alegrarán tanto como CIUDADANOS. Lo dicho, eso es tan seguro como que antes de ir a ver la película TITANIC, ya estés convencido de que el barco se va a hundir. ¡Puro olfato!


*FOTO: DE LA RED.

miércoles, 16 de marzo de 2016

PORNOGRAFÍA EN NUESTRO ENCHUFE SENTIMENTAL



Para los ya metiditos en años, parece que fue ayer cuando hubiéramos hecho de todo, y al final lo hicimos, para poder entrar en el que llamábamos en un entonces “mercado común europeo”.  


Viendo lo ocurrido ayer en la Plaza Mayor de Madrid, el comportamiento de unos hinchas del PSV, holandeses, hacia cuatro indigentes rumanas, quizás después de todo, juntarse con “eso”,  no era el Edén, o el cielo pensado. Porque en el cielo, se supone, eso nos enseñaban,  que no se hacía distinción ni de sexo, ni de etnia, y lo de ayer, se mire como se mire, fue una vergüenza.


Unos hechos, turistas-hinchas de un equipo, holandés en este caso, haciendo tiempo para el partido de la noche, mientras se toman unas cañas, hacen mofa y befa de unas, cuatro, indigentes rumanas. Eso  no deja de ser auténtica pornografía de unos ciudadanos europeos desprovistos de sentimientos y de la nula empatía con los sufrientes.


No quiero dramatizar, pero nunca, nunca, me he sentido tan mal como viendo esas imágenes, pensé que me iba a dar una especie de ataque de nervios.


El problema no es solo lo que ocurrió ayer, que no es poco, sino que eso, al menos a este vecino del mundo le ocurrió, te lleva directamente, y sin anestesia, al recuerdo de los refugiados, que inevitablemente, y en cada uno de los segundos que nosotros respiramos seguridad, ellos están sufriendo aparte de nuestro desdén e incomprensión, todo tipo de calamidades.


Este mirar para otro lado, no ha ocurrido ni en las peores guerras del siglo pasado. Quizás por darle una explicación, que no sé si la tiene, las generaciones de ahora especialmente, se han criado entre una auténtica borrachera de imágenes, de todo tipo de historias, reales e irreales, entre películas y videojuegos, que ya en nuestro mismo interior, tenemos asumido que terminan y desaparecen, cuando nos desenchufamos de ellas. Tenemos activado una especie de “enchufe sentimental”, por el cual al quitar unas imágenes de nuestra vista, muy en nuestro interior creemos que ya no existen.


No podré olvidar, ni quiero, esa mano meciendo al aire un billete de uso completamente legal al que acaba de prender fuego, para que una mujer sin recursos intente cogerlo, y quizás se queme.


Ahora se está diciendo que mediante estructuras deportivas quizás se pueda demandar a esos “turistas deportivos”, por conducta, precisamente y para más inri, antideportiva.  Y en el fondo a este vecino del mundo eso le recuerda a todo un símbolo de la maldad y de la conducta delictiva, como fue Al Capone, y que al final solo pudo ser metido en chirona, no por mafioso, y brazo ejecutor de muchos asesinatos, sino por evasión de impuestos.


En el fondo, muchos nos avergonzamos de lo ocurrido ayer, porque los protagonistas no dejan de ser la viva imagen del estatus al que, muy en el fondo, siempre hemos querido llegar. Y ahora nos damos de bruces con algo que no esperábamos, y que descubrimos que no por ser, quizás líderes en Europa, su conducta después de todo no sea tan intachable. Aunque lo puedan remediar, eso sí, siempre con dinero, pagando por sus posibles errores en cualquier corte de su país, o de los organismos europeos.



Todos sabemos que obtener el “no culpable” no es lo mismo que ser “inocente”.  Precisamente, ayer, “inocentes”, en la Plaza Mayor de Madrid, durante los incidentes, solo lo fueron las cuatro indigentes, que hasta llegaron a hacer flexiones por unos céntimos, de ese euro, que se supone que nos une más que nunca.


*FOTO: DE LA RED

martes, 15 de marzo de 2016

INDIANA JONES EN BUSCA DE SU AUTÉNTICO YO


Sorprendido por la confirmación de Disney, o mejor dicho de sus representantes aquí en la tierra, de que habrá una quinta parte de las aventuras de Indiana Jones, en Julio del 2019.


De primeras, y aunque el tiempo no pasa sino vuela, se me antoja una fecha tan lejana que estoy seguro que para entonces España ya tendrá un nuevo Presidente, eso si dura el mandato del presumiblemente "nuevo" unos añitos.


Cuando un personaje, ya se convierte en franquicia, da cuando menos ganas de practicar el humor negro por no llorar. Este vecino del mundo, en cuanto se ha enterado, ya ha brindado una idea para el próximo argumento, y además gratis.


El malo de turno será “Al Zheimer” (el título provisonal: "Al Zheimer contra el Doctor Jones"), y el tesoro a encontrar por parte de Indiana Jones (con esa edad ya me parece una falta de educación llamarle “Indy”) será, naturalmente, sus recuerdos, que en cierta forma ya son los nuestros.


Steven Spielberg ha debido de decir que Harrison Ford va a ser el único actor que va a interpretar ese personaje. Aunque está claro que Mister Spielberg, ya ni pincha ni corta en cuanto al destino del personaje, sino la productora antes mencionada. 


Aunque siga rodando el "único", el "original", Harrison Ford, obviando los dobles que ya ha tenido en muchas escenas, y que tal como pasa el tiempo hasta la próxima entrega a lo mejor en la primera escena, por exigencias del guión, el Doctor Jones se pone su sombrero, y  esta vez también una bufanda, y no se quita esos complementos hasta el final de la película, con lo cual será mucho más fácil escamotear al actor original. Y, como hubiera dicho mi padre,  lo demás son pamplinas.


Seamos serios, Mr. Harrison Ford, tiene ya la nada despreciable edad de 73 años. Pongamos que ruede la película un año antes de su estreno estimado, eso sería en el 2018, ya llegaría a los 75 años. Y estos americanos que son tan meticulosos en todo, especialmente tratándose de dinero, a lo mejor le hacen firmar un documento en el que no puede tener la desagradable idea de morirse hasta haber rodado la película, e incluso una vez terminada, que cada vez es más importante, hasta su promoción.


El mismo guionista, David Koepp, que firmó la cuarta entrega, ya debe de estar preparando las siguientes aventuras. Y en opinión muy personal, precisamente la cuarta película, por mucho, es la peor de la serie, y a mucha distancia de las otras, con lo cual las expectativas no tienden a ser tranquilizadoras. ¿No hay quinta mala?


Este vecino del mundo por muy diversas causas quiere mucho a este personaje, porque entre otras cosas tuvo la suerte de ver la primera sesión, sobre las cinco de la tarde, de la primera película, en Londres, el día de su estreno, no en Leicester Square, sino en la zona de Cromwell Road, cuando nadie sabía nada del personaje, aunque durante mucho tiempo antes ya se habían gastado mucho dinero en promocionar la película.


En la humilde opinión de este vecino del mundo, una vez que un personaje, o una historia, cae bajo la influencia de Disney, como en este caso, o en el de “La guerra de las galaxias”, es difícil encontrar más valores que los originales, pero sí muchas más películas. Quizás, y si son valientes, deberían hacer sagas de “sus personajes de toda la vida”, que también los hacen, pero normalmente destinados para video y televisión,  y ya podríamos estar hablando con respecto a Bamby de su “biznieto”, o de la vida oculta de su madre, aunque esta ya sería para adultos.



Lo mismo que hay un organismo, y ahora voy a brindar otra idea, también gratis (hoy estoy que derrocho) como por ejemplo, la Unesco que vela por espacios y monumentos, y los declara Patrimonio de la humanidad, para vigilarlos y salvaguardarlos, debería de haber otro organismo que vigilara por el futuro de personajes e historias que ya son de todos, y que convendría, cuando menos, no estropearlos ni contaminarlos por ordeñarlos crematísticamente hasta la extenuación.


¡Suerte Doctor! Y que no le pase nada.


*FOTO: DE LA RED

lunes, 14 de marzo de 2016

¿LOS ÁNGELES ROLLIZOS SON INDECENTES?




 Antes de nada he de decir que  algunas veces peso y sopeso lo que voy a decir durante un tiempo para controlar muy mucho lo que puedo, o no decir, para que no se me caliente tanto el pensamiento, como las manos en el teclado. Sin embargo, hoy es uno de esos días que en cuanto he visto el tema, he querido abordarlo en el mismo momento, y escribir prácticamente a vuela pluma, para decir lo que realmente pienso, sin cortarme un pelo, que por otra parte, sin faltar a la verdad, no me queda ninguno.


Cuando crees que tienes todo visto bajo el sol,  va el mundo, en este caso los U.S.A., o los E.E.U.U., y te siguen sorprendiendo.


Dos cadenas americanas de televisión, la ABC, y la NBC, suspenden un anuncio de lencería, de la marca Lane Bryant, para tallas grandes, nada menos, no se andan con chiquitas (y en este caso no he querido hacer una broma por las proporciones), por indecente. Pero no se lleven a equívoco, no es porque no publiciten lencería, porque están muy contentos, se supone, de tener entre sus clientes a esos famosos ángeles que por una vez no los vamos a anunciar, porque ya aparecen en todas partes.  


Este vecino del mundo, sintiendo una mezcla de perplejidad e indignación se pregunta:
¿Qué es indecente, el anuncio, las formas de las mujeres, ellas mismas, o simplemente el mundo real?


Alguien debería explicarles a esas mentes, que se supone, pensantes, a que el mundo no tiene Photoshop.


Por de pronto, convendría explicar también a los sesudos señores, porque seguro que tienen, y no me corto un pelo, no diré pene, no llegan a eso, sino lo que en mi generación denominábamos, como “pitilín”, y además seguro que piensan con él, solo con él, y poco además, quién era Rubens, y las mujeres que él pintaba. O por ejemplo, la obsesión que tenía el gran Federico Fellini por los bustos hermosos, y la mítica escena de “La dolce vita” entre Anita Ekberg y Marcello Mastroianni en la Fontana di Trevi, una escena tan sensual en la forma, como salvaje en el fondo.


De primeras, se me ocurre hacer una entrevista con cada una de las esposas de los cerebros que han llegado a esa conclusión, "indecencia", para ver qué opinan ellas, y de la visión que al parecer tienen sus maridos sobre el género femenino, y lo que opina cada una de ellas sobre sus respectivos.


Y me he acordado, además, de una película de esas para televisión basadas en hechos reales, en el que a una mujer  por sacar fotos artísticas a unos, prácticamente bebés, no recuerdo si era a sus sobrinos, o hijos, desnudos, la encarcelaron durante muchos años, porque otros parientes, que no se llevaban bien con ella, vieron las fotos con ojos diferentes.


Quizás, los representantes de ambas cadenas de televisión, personas decisivas y decisorias, deberían de pasar el Test de Rorschach, el de las manchas, en sus psicólogos de cabecera, que si no lo tienen, psicólogo, deberían. Tiene que ser alucinante las diferentes aberraciones sexuales, que sin duda, cada  uno de ellos debe de, más que ver, intuir, y por supuesto intentar prohibir para evitar que los millones de telespectadores que en potencia pueden tener sus cadenas, sufran semejante depravación.


Quién en su niñez no ha soñado con angelitos rollizos, retozando por unas nubes tan blancas como parte de la lencería que estos ángeles han intentado mostrar, antes de que algunos las hayan tachado de indecentes. Seguro que si indagáramos en sus vidas privadas más de uno se debería de sonrojar, pero, claro, eso va en contra del derecho a su intimidad.


Estoy muy, muy cansado de que decidan por mí.



*FOTO Y VIDEO: DE LA RED

domingo, 13 de marzo de 2016

EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO (VERSIÓN TXURI URDIN)



Que sí, que estoy muy cabreado. Y hoy no escribo solo como vecino del mundo, sino como seguidor de la Real Sociedad.


Intentando ser positivo diré, que lo tengo claro, que si algún día me reencarno, no quiero ser ni rey, ni príncipe, ni otro Michael Jackson tan blanco como el anterior, quiero ser jugador de la Real Sociedad. Eso no es un trabajo, es un chollo. De vez en cuando con que corras un poco, no dispares a tu portería,  y de vez en cuando te masturbes el pecho, a la altura del escudo, poniendo cara de gusto, ya está hecho.


Yo diría que trabajan más los periodistas intentando domar a la masa, perdón, a los simpatizantes del equipo, y maquillando lo hecho en los distintos campos, que el once de gala. Hoy, por ejemplo, el Diario Vasco, en opinión de este vecino del mundo, más que ejercer crítica sobre lo que hace el equipo, o principalmente deja de hacer, parece que ejerce de auténtico relaciones públicas. Habiendo perdido (Celta 1 – Real Sociedad 0), el citado periódico se descuelga con este titular
“Adiós al último tren europeo.
La Real cae ante el Celta de Vigo y queda a diez puntos de la séptima plaza que ocupa el equipo gallego.”


No hay ninguna mentira, por supuesto. Pero como más sabe el diablo por viejo que por diablo, y por “piensa mal y acertarás”,  este vecino txuri urdin, a las doce de la noche del sábado al domingo, empieza a mirar en la clasificación, y… estamos a nueve puntos del descenso. ¡Hay que joderse! Un poco más  y el periodista de turno, al parecer optimista de lujo, dice lo que nos falta para igualar al Barça, y así poder ganar la liga.


Por cierto, y ya metidos en harina, ese mismo medio lleva vetando más de dos años mis opiniones en su versión digital. Automáticamente a los cinco minutos exactos, tras haberlas editado, desaparecen. Está en su derecho, por supuesto, lo único que ocurre es que la gente que me sigue, sabe que no soy dado a las malas maneras, ni a los insultos, muy al contrario, tiño mis opiniones de ironía y humor. Otra cosa es que al Diario Vasco no le interese difundir todo tipo de opiniones...


Y Carlos Vela parece que está queriendo irse del equipo. Yo si fuera su mejor amigo le diría que sus tiempos de ganar títulos con cualquier equipo ya se fueron, y que mejor que aquí no va a estar en otro sitio. Al menos, que saltándose todas las reglas del equipo, mienta y le pillen, y encima le perdonen, porque todos al unísono gritan que “es un chico excelente”, y ese mismo fin de semana aunque no salga de inicio, porque el staff también tiene que hacer el paripé, sí juega la mayor parte del segundo tiempo.


Por si Carlos Vela me está leyendo, ésto se lo diré directamente a él:
En otros equipos seguro que ganarás más, pero si haces un estudio de caloría perdida  por partido, no en todos, es verdad, el equipo que mejor te paga, seguro, seguro, que es la Real Sociedad, más o menos como las angulas la noche del 19 de Enero minutos antes de la tamborrada.


Antes, en los tiempos de Atotxa, los jugadores no serían tan técnicos, pero tenían “casta” y orgullo, y ahora tristemente eso lo dejamos para los leones vecinos.



Seguro que más de uno ahora querrá investigar quién es este vecino que intenta despertar al rebaño. Fui socio durante bastante años, ahora solo soy accionista, de aquellas famosas cinco acciones de cuando se inauguró el nuevo campo. Pero seguro que si haces cuentas, mis humildes cinco acciones, seguro que son más que las acciones que algún jugador txuri urdin lleva a cabo en cada partido. Por cierto, lo de llevarse la mano al escudo, eso, no cuenta, aunque pueda valer, como en aquel célebre anuncio, como animal de compañía.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 11 de marzo de 2016

DESPERTARSE CON FELIPE GONZÁLEZ



Desde que la crisis se hizo presente, ha bajado tanto mi nivel de vida que cada vez que me invitan a una boda, o compro mi ropa, como el fundador de Ikea, de segunda mano, o si estoy muy tieso, siembro cizaña entre la pareja que está a punto de legalizar su situación… Y seguimos sobreviviendo.


La crisis, queramos o no, nos ha cambiado a todos. Los que robaban porque han intentado robar más, por si se les acababa el chollo, y los demás, no hemos delinquido, pero ganas no nos ha faltado.


Este vecino del mundo, por ejemplo, cada vez que se enteraba de que alguien había encontrado una cartera, o maletín, con muchísimo dinero, antes de la crisis siempre se ponía como sujeto en una suposición, y sin dudar devolvía el dinero.


Ahora lo que hago, para no pecar, al menos por mentiroso, directamente no supongo, por aquello de que la carne es débil.


Pero aquel que no haya cambiado que tire la primera piedra. Por ejemplo, quién le ha visto, y quién le ve a Don Felipe González diciendo que no tiene “preferencias” entre PP y Podemos


Siempre que nos hablan, o pensamos en alguien, tenemos una especie de “icono virtual”, al menos a este vecino del mundo le ocurre, en el que instantáneamente vemos al aludido. En el caso de Don Felipe, y teniendo en cuenta la edad de este vecino que le tocó la transición en plena eclosión de sus ideales, el que ésto escribe pasó de imaginárselo con aquel famoso traje de pena (aunque fuera nuestro Presidente, siempre lo recordaba así), a un tiempo en el que la figura del ex presidente que me persigue es la de un Felipe más que metido en carnes, salido de carnes, recibiendo cremita en traje de baño, mientras se fuma un puro. Y no sé por qué, pero en mi interior siempre tengo la sensación de que ese puro, en realidad, es España.


Y es que muchos de nuestros políticos deberían de hacer lo que hicieron muchas estrellas del Hollywood dorado, especialmente Greta Garbo, esconderse y que siempre les recordemos en su mejor época. Y presuntamente el Señor González lo hace a medias, en España intenta dar una imagen más"controlada" que la que de vez en cuando le "pillan" mientras está de viaje entre amigos extranjeros.


No se puede predicar a distancia, o como el intermitente de un coche, ahora sí, ahora no.


Más de uno de mis seguidores me dirá seguro, que hoy le he dado mucha “caña” al Señor González, y es que el momento más vulnerable del día es el despertar. Y hoy nada más despertarme, y desde las portadas de varios periódicos, el que un día fue Isidoro, me ha ofendido, y mucho, diciendo eso de que no tiene “preferencias” entre PP y Podemos.


Debería, el Señor Felipe González, coger una foto suya en plena transición, y mirándola, darse una serie de explicaciones, si las encuentra. Aunque estoy convencido de que si hace buen tiempo, preferirá que le den cremita. El puro lo pondrá él de sus amigos cubanos, porque, por lo que se ve, amigos no le faltan.



Mientras, desde este lado, este vecino del mundo rompiendo con sus amistades para que no le tengan que invitar a nada, y evitarse gastos superfluos.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 10 de marzo de 2016

LA GOTA MALAYA, Y EL ESPEJO DE ALICIA



No se puede hacer peor, o mejor (por aquello de piensa mal y acertarás), si se quiere que el españolito de a pie tenga fe en quienes nos rodean.


El gobierno actual, como los osos, hibernando, y bajo mínimos, no solo por la estación del año (no hay gobierno de consenso, ni del otro tampoco), porque al contrario de lo que sería normal, “el cabeza” de partido no les sirve para orientarse, sino para crear debate dentro del mismo partido, y además, disimulando para que el contrario no se entere.


Corrupción por todas partes. Cualquier día, y teniendo en cuenta quiénes se encuentran en la cárcel, se impartirán todo tipo de masters dados por ellos, para que se les reduzca la pena, y subirá el nivel intelectual del resto de reclusos, aunque no se sabe, es muy dudoso, si mejorará la ética de los nuevos licenciados. Y, mientras, una parte de la familia real, chupando más banquillo (aunque en estos momentos estén en modo "honoris causa", porque no acuden a la sala), que muchos jugadores de primera división.


Hasta ahora, y que conste que a este vecino del mundo le caen muy bien, los nuevos reyes estaban impolutos, pero parece que han empezado a practicar otros idiomas, y ya han aprendido, eso se rumorea al menos, a decir “merde”. 


El normal de los mortales, primero aprende a decir “papá, mamá…”, parece que en la monarquía es otra cosa, al menos en cuanto a otros idiomas. Porque en todo caso hubiera sido más lógico el decir el inevitable: “My tailor is rich and my mother is in the kitchen” (aunque en versión monárquica sería “My tailor is not so rich than me, and my mother never is in the kitchen”), que en la vida normal sería tan absurdo como decir :  “Dónde vas, manzanas traigo, y además a las tres en punto”.


Y lo que tocaba hoy, lo nuevo para cabrearnos un poquito, solo un poquito (porque nos están aplicando el cabreo como “la gota malaya”, poco a poco) es el enterarnos de que el paro de los en un día diputados va por otro lado, y ellos cobran indemnización por permanecer, todavía, sin trabajo. ¡Hay que joderse! Una especie de desagravio por, en teoría, dejar un día sus quehaceres, para intentar ayudar con su trabajo al españolito de a pie.


Lo que ocurre es que en los tiempos de estudiante de este vecino del mundo, al menos, si no sacabas buenas notas no se te premiaba, y en la mayoría de las casas no se premiaba nunca, y teniendo en cuenta cómo han dejado el panorama actual tras su supuesta ayuda, porque algo habrán tenido que ver ellos también con sus intervenciones, o por no hacerlas, además se les premia.


Unas personas, los políticos, que tienen estos tratos y estas maneras de que se les resuelva su vida, y por una simple lógica, no pueden ni medir bien, es imposible, ni el planear el día a día de la gente, porque ellos viven en otra onda, y no pueden comprender las necesidades del españolito sufridor.



El mundo de Alicia tras el espejo, era menos absurdo que esta España nuestra, que en realidad es de los bancos.


*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

miércoles, 9 de marzo de 2016

UN BUCLE DÉJÀ VU Y, AL FONDO, JOSÉ LUIS MORENO



Para una persona que hizo el bachillerato por Ciencias, como este vecino del mundo,  no le debería de extrañar que los políticos se pasen el día, últimamente, haciendo números, y diciendo aquello de “no me salen las cuentas”, pero me da ganas de gritar.


Es como si estuviéramos en una especie de bucle déjà vu y no hay manera de salir.


Pones la radio, la televisión, internet, y con él o ella (porque uno ya no sabe el sexo de internet, o de la internet), las redes sociales y todo el mundo haciendo cuentas: con Rajoy, sin Rajoy, una gran coalición desde la derecha, una gran coalición de izquierdas, con una horquilla de izquierdas y derechas.  Sales al balcón, lluvia y más lluvia. Miras por la ventana, cualquiera de las dos que tienes, porque la otra, la del cuarto de baño, da a un patio tan interior como tu propio yo, y está más oscuro que el futuro de Yurena (Tamara / Ámbar), Señora de No cambié.


Y es que en una ciudad hecha para gastar dinero, y no estamos hablando de Las Vegas, donde al menos parte de lo que gastas en los casinos te  puede “ayudar” a ser millonario, sino de Donosti (donde hasta los pobres tienen el máximo de glamour de España, pero no dejan de mendigar), que sin dinero solo puedes pasear y sacarle brillo a ese famoso “marco incomparable”; y solo llueve, llueve y llueve.


Y de pronto, en lugar de que el destino te ayude a intentar a encontrar una salida para escapar del trágico bucle, te enteras en las noticias de la última: Intento de robo en la casa de José Luis Moreno (si es verdad, a la segunda ya puede ser tradición). Y cuando vas a salir corriendo para mirar en ese calendario que tienes en la cocina, recuerdas que en tu escritorio, en el del ordenador, tienes otro calendario, y compruebas, sí, estoy a 9 de Marzo, del 2016.


No sé si he salido del bucle, pero el pobre Moreno debería ir pensando en convertir su casa en un enorme plató, y como no hay dos sin tres, convertir su vida en un inmenso reality, porque tarde o temprano los seguros seguidores tendrán emociones fuertes garantizadas con un atraco que seguro hará las delicias del más perturbado. Y mientras, podrá llenar “su” programación con visitas de conocidos en una especie de variante de “En tu casa o en la mía” pero “En la flipante y peligrosa mansión del Moreno”.


Y, mientras, entre bucle y bucle, al menos ya puedo pensar en algo más que en hacer cuentas  para lograr, o no, un gobierno para este país, que vaya usted a saber, si al final funciona mejor sin gobierno.


¿Por qué esas inmensas ganas de robar en casa de José Luis Moreno? Porque ya van dos.


 Y entre las diversas respuestas que aparecen en mi depresiva mente, una inquietante: 
Una especie de estudios en la sombra, pagando naturalmente, y dados por los peores (o mejores, porque uno nunca sabe cómo verlo) delincuentes,  y siempre, siempre, por internet, en el que te vas graduando en delitos, a medida que vas pasando pantallas y ganando en experiencias de delinquir. Y para graduarte en el “lumpen”, la última prueba,…¿y sabes en casa de qué famoso tienes que intentar robar?



Por cierto, voy a prepararme una poción de hierbas para haber si me calmo, y rompo con el maldito bucle. Y mientras, por favor, que nadie me hable ni de cuentas, ni de escaños, ni de política, ni de lluvia y… al Señor José Luis Moreno, todas mis simpatías, y toda la suerte del mundo, que seguro que sabrá encauzarla, crematísticamente al menos.


*FOTO: DE LA RED

martes, 8 de marzo de 2016

SABLAZO SENTIMENTAL




It's a little bit funny this feeling inside…
Hoy me he despertado pensando en esta canción, preciosa por cierto, Your song, de Elton John. Ya tengo banda sonora para este día. Además, no sé a vosotros pero como piense en una canción a primera hora, ya tengo tonadilla para todo el día.


Lo de pensar en esta canción estos días tampoco tiene mérito, sino más bien una gentileza de los publicistas de “El Corte Inglés”. De todas maneras, y pensándolo fríamente,  la importancia que tuvo en su momento, la rapidez de un espermatozoide y… apareció Elton John, porque de lo contrario, si otro espermatozoide hubiera ganado aquella carrera, la historia, de la música, y en general, no sería la misma.


Aquel Rocket man, de 1972, cuando este vecino del mundo, no soñaba con ser vecino, bastante tenía con sus dieciséis años, y sus amigos metidos en los futbolines todos  los días, donde también había una máquina de pedir, previo pago naturalmente, canciones de las que estaban de moda en el extranjero, donde estaba ese Rocket man, de un tal Elton John.


Mi padre decía que el tal Elton tenía “pintas” equivocas. Yo pensaba, y callaba para no ganarme una colleja, que de equivocas nada, eran explicitas; pero eran hijos de una guerra, los hombres de la generación de mi padre  y muchos años de dictadura en blanco y negro, sobre todo negro, y como al olmo, tampoco les podías pedir peras.


Siempre recordaré el primer día que mi padre vio por televisión, por ejemplo, a Los Bee Gees, mejor no preguntarle cómo se llamaban, porque tendríamos para todo el día. Recuerdo bien, nunca se me olvidará, que dijo “cantan como hembras”. No era el momento, aquel año no fue el momento, para decirle que me encantaban, y que a aquella manera de cantar se le llamaba “falsete”.
Mi padre no era malo, y no porque fuera mi padre.  Era buena gente, pero hijos de una época.


Y quizás peor papeleta hemos tenido nosotros, que con aquellos mimbres, y viendo lo que se gestaba en otros sitios, hemos tenido que callar por un lado,  para ahorrarnos posibles collejas que se veían venir, y ser “modernos” fuera de casa.


Solo recordar que en 1975, los últimos estertores del dictador, Felipe González era lo no va más en ideas políticas modernas, y viéndolo ahora, mareado de tanta puerta giratoria, quizás puedes pensar: “Tanto paso del desierto, para ésto”.


Por eso, a elementos como Elton John, aunque ya en su indumentaria  en estos momentos, parecen meras imitaciones, les tienes que pedir solamente sus canciones, verdaderas joyas, sentimientos hechos música con los cuales la vida siempre es más fácil. Aunque de vez en cuando, alguna gran marca, y a la sombra  de las creaciones del “Elton” de su mejor época, nos quiera pegar un sablazo sentimental a una generación, que en teoría, todavía tiene posibles.


Es curiosa esta sensación interior…

*FOTO: DE LA RED

domingo, 6 de marzo de 2016

¿CUÁNDO SE ES COCHINAMENTE RICO?



Aunque quizás al contemplarte día tras día compartiendo el mismo espejo, haga que al paso de muchos años, en realidad sigas viéndote igual, sí puedes notar ese paso en el cambio de tus gustos y costumbres.


Por ejemplo, a este vecino del  mundo siempre le ha parecido algo sin sentido esa famosa y socorrida pregunta de qué tres cosas llevarías a una isla desierta, porque salvo si eres Tom Hanks en “Náufrago”, a ti no te va a ocurrir, y a él le pasaba y conseguía cosas, restos del naufragio, porque trabajaba en FedEx Express, y sabías que tarde o temprano aquello que había encontrado en algún momento le serviría, en una curiosa versión de “Arrieros somos y en el camino nos veremos”.


Este vecino del mundo nunca se ha considerado avaricioso, pero sí, visto lo visto, y las vueltas que le ha dado la vida con esta crisis que ha venido para quedarse como se queda un tatuaje en tu piel, incrustada, solo que sin poder decidir sobre ella, con los años se ha considerado un derrochador, ¡ojo!, y que es muy importante, sólo de lo que tenía.


Y ahora, que has llegado al momento en que verdaderamente te tienes que preguntar hasta tres veces, mínimo, si realmente te tienes que gastar un dinero en algo, y no gastarlo en otra cosa, o incluso en no gastarlo, te cuestionas asuntos, que no sabes si a otros les parecerán profundos, como que para ti qué es ser multimillonario. Pero como ya solo eres protagonista de tu vida, y bastante tienes con ello y alargarla lo máximo posible, verdaderamente te importa, y dicho en plan cursi, un comino lo que piensen los demás, porque hace mucho que has descubierto, que al final solo tienes que vivir contigo y con tu manera de pensar.


Y hace mucho que me contesté a esa pregunta, y además no la tuve que pensar sino que los recuerdos me trajeron una escena vista por televisión hace muchos años, y que aunque en su momento entró en mi tan fácilmente como un cuchillo en la mantequilla, ahora cada vez que la recuerdo me parece auténtica pornografía del dinero elevado, no sé si a la máxima potencia, pero sí al "hardcore".


La protagonista, Carmen Cervera, lejos de sus momentos Tita, y de lleno como Baronesa Thyssen, estaba en el salón de una de sus casas, creo recordar que estaba en España, y que pasaba las tardes tranquilamente en su salón. Era en realidad, eso daba a entender, y con los años cada vez estoy más seguro que no era una pose, de gustos sencillos, y le gustaba, según lo que decía entonces, dejarse llevar por sus pensamientos, pero eso sí guiados por alguno de sus cuadros, y el que tenía en ese momento en la pared de su salón era "La Concha, nocturno", de Darío de Regoyos, nada menos que datado en 1906.


Un verdadero entendido puede disertar durante horas de la importancia de dicho cuadro para la pintura española, y la pintura en general, por sus luces, por la presencia de unos árboles, que en realidad no se ven...


En aquel momento no me causó ningún tipo de sentimiento, ni a favor ni en contra, La Baronesa era así, y punto.  Ahora con los años, pienso, y en realidad solo es una humilde opinión, en lo egoísta que se puede ser, y sin darse cuenta, lo que es peor, privando a la humanidad el poder disfrutar de una obra como esa, mientras tú en el mejor de los casos, como propietari@ de la obra, dejas el tiempo pasar.



Y esas imágenes, repetidas en la retina de mis recuerdos una y otra vez, me han hecho comprender que uno es cochinamente rico, cuando cree que sabe apreciar lo que tiene, pero como posee tanto, su orden de prioridades está más perdido que Dinio en el Museo del Prado.


*CUADRO: "La Concha, nocturno", de Darío de Regoyos.

sábado, 5 de marzo de 2016

BANKSY, UNA INVITACIÓN A VOLAR



Es lo que tiene el que una agencia de noticias toque un tema, para que en unas pocas horas aparezca en multitud de periódicos. Ahora le ha ocurrido a Banksy, una vez más, y esa especie de noticia, rumor, suposición, charla de bar, o más concretamente, de pub inglés, en la que una vez más se ha llegado a la conclusión de quién es. Pero, quizás, para los no iniciados es mejor que rebobinemos.


Quién más, quién menos, ya habrá oído hablar alguna vez de Banksy, y de sus grafitis, u obras callejeras. Nunca se ha sabido a ciencia cierta quién es realmente.


Ahora es otra vez noticia porque un estudio elaborado por científicos británicos basado en técnicas, estadísticas concretamente, usadas por la policía para buscar criminales (éste es un detalle muy importante), sugiere que el misterioso artista callejero Banksy es, en realidad, un inglés de unos 42 años llamado Robin Gunningham, aunque esta identidad tampoco es nueva como ya veremos.


Investigadores, de la Queen Mary University, de Londres, han analizado más de 140 lugares en los que el grafitero ha dejado alguna de sus cotizadas obras, con las que los científicos crearon un mapa de “puntos calientes” o lugares por los que el artista (no hay que olvidar eso, y el tratamiento que presuntamente le están dando), se mueve regularmente. Comparando los datos obtenidos en ese “perfil geográfico” con la información pública disponible, comprobaron que varias direcciones relacionadas con Gunningham se repetían en muchas ocasiones, entre ellas un pub, un parque o un apartamento en Bristol.


No es la primera vez que las sospechas sobre la identidad del artista apuntan a Gunningham. Ya en 2008 el diario Daily Mail señaló que ese es el nombre que se esconde tras las pinturas hechas con espray, y que, eso es lo importante, están llenas de carga e intención política.


Un experto en Ciencias Criminales en la University College de Londres, Spencer Chainey, declaró ante la mismísima BBC, que la aplicación de esta técnica policial para identificar a Banksy es “legítima” (¿defendiéndose antes de ser acusados?), pero apuntó a que no cumple con los estándares habituales de las ciencias forenses, al no ser tenidos en cuenta factores como las fechas en las que se hicieron las pinturas.
Seamos sinceros, si ésto hubiera ocurrido en España, en el momento de desvelar que no cumple con los estándares habituales, hubiéramos clamado al cielo, mientras decíamos eso de:¡Vaya chapuza!


Está claro que hay muchas ganas de desmenuzar a Banksy, en una sociedad cada vez más controlada, cada cual con su número de identificación. Ya se sabe, y eso es muy importante, que al arte ayuda también a pensar, y a tener capacidad crítica... Y, si están empleando métodos policiales, ¿se puede equiparar  cualquier libertad individual con la de un criminal por estar fuera de los usos y costumbres?


Cualquier día, y como en una película de vaqueros, nos vamos a encontrar un cartel de "se busca" y dentro nos enteraremos que las musas, tan esquivas ellas, o el mismísimo Santa Claus, están en busca y captura.


Todo tiene que ser procesado y comprendido, tasado y bendecido bajo la lupa de la ley. Y Banksy utiliza su arte urbano callejero para promover visiones distintas a las de los grandes medios de comunicación. Esta intención política, en su día se dijo que pudiera estar influida por los Ad Jammers (movimiento que deformaba imágenes de anuncios publicitarios para cambiar el mensaje).


Todo lo que se sabe sobre Banksy, en realidad es como si estuviera cogido con alfileres, de manera provisional, hoy se dice ésto y mañana, quizás, lo opuesto. Pero Banksy también trabaja cobrando para organizaciones como Greenpeace y para empresas como Puma y MTV


Ha vendido cuadros hasta por 25.000 libras en circuitos comerciales. Un juego de obras de Banksy se vendió en Sotheby's por 50.400 libras, lo que le llevó a ser acusado de "venderse", por otros artistas y activistas. Por otro lado, y ésto es cosecha propia de este vecino del mundo, si no se supiera que gana dinero como artista, también resultaría sospechoso, o más.


Hay varios temas recurrentes en la obra de Banksy: ratas, soldados orinando, policías, etc. El 22 de agosto de 2015 Bansky inauguró Dismaland, una instalación temporal a modo de parque temático erigido en colaboración con 58 artistas elegidos personalmente por el autor.
Fue durante menos de dos meses, un parque de atracciones creado por el artista británico, y ubicado en el complejo Weston-super-mare en Somerset, Inglaterra.  Banksy lo describió como un "parque temático inadecuado para niños", en claro contraste al mundialmente conocido del Señor Disney.

Siempre denuncia hechos (quizás lo que más duele de él), lo último un mural en una pared frente a la embajada francesa en Londres en el que se denuncia el uso de gas lacrimógeno en un campo de refugiados cerca de Calais, en Francia, mediante un retrato de Cosette, una de las protagonistas de la obra "Los Miserables".


De todo lo anterior, y quizás de lo que no se dice, pudiéramos pensar que no convienen las leyendas, ni esos seres fantásticos, como el mismísimo Superman, u otros más de andar por casa, como un Zorro, por lo que pueden tener de "vengadores", y que tienden a idealizarse. 


Aunque un Mahatma Gandhi trascienda a través de sus ideas, ésto siempre necesita tiempo, bastante tiempo, y ahora vivimos el día a día. Un perfil como el de Gandhi, pudo ser pisoteado porque, en cierta manera, estaba controlado,  pero un Banksy, o una especie de franquicias de Banksy apareciendo aquí y allí, sin aparente orden ni control, daría alas a la Utopía, y conviene que la gente no aprenda a volar, y mucho menos que se dé cuenta de que volar con la imaginación es posible.


*FOTO: DE LA RED