...Y ya han pasado diez años del comienzo de este blog, A TROCHE Y MOCHE, cuando este vecino del mundo se liara la manta a la cabeza, o bien porque la manta no fuera muy grande, o este vecino fuera un cabezón, que quizás haya más de la segunda opción, como buen tauro que es. No voy a decir que parece que fue ayer, porque al menos votar, lo que se dice votar de ir a las urnas, hemos ido una "jartá".
Siempre se ha dicho eso de que el que no llora no mama, y la verdad es que en A TROCHE Y MOCHE no somos de llorar, pero sí de edulcorar con ironía todo aquello que nos resulta, por ejemplo, chocante, aunque nos lo quieran vender como de normalidad muy normal.
Incluso mucho antes de que nos
imagináramos esta nueva normalidad, que podrán pasar otros veinte años, pero este
vecino del mundo ni se hace ni se hará con estos nuevos hábitos, y no estamos
hablando ahora de la mascarilla, que como la hemorroide, si hay que llevarla,
pues eso, se lleva. Y más, si nuestra vida depende de ello.
Parece que diez años no son
nada pero a algunos, y no quiero señalar, les ha costado casi la mitad, fundar
un partido político, y a los que sobreviven
en el candelabro de su día a día, parece que les va muy bien, y aunque no quieran dejar a nadie atrás, digamos
que ellos van delante.
Mucho se habla ahora de la
segunda ola, esa que se supone nos va a arrasar con el mismo virus que ya nos
ha atropellado previamente, y que nos va a volver a vapulear por muy listos que siempre nos
creemos. Pero para ola que nos ha mareado hasta la extenuación, es la de lo
políticamente correcto.
Ya no se puede decir nada
porque alguien se va a dar por aludido, y lo menos que te van a llamar es facha.
Este sábado, sabadete, le ha tocado el turno de ser apedreado a José Sacristán,
que lo único que ha hecho ha sido ejercer el poder de responder a una entrevista
en televisión.
Y si te preguntan qué opinas
del emérito pues respondes, y si luego hacen lo mismo con la figura de Pablo Iglesias,
pues respondes también, por muy simpatizante, y aún diría más, comprometido con el Partido Comunista en años
complicados. Un señor que solo cuando ha sido preguntado, siempre ha respondido
con verdades como puños. Y hoy hay gente que le está llamando payaso, como si ser payaso, fuera
algo malo. Y es curioso, no se quejan de su opinión sobre el emérito…
Muchos se lo deberían hacer mirar,
porque ser de izquierdas, o de derechas, no debería implicar quedarte ciego de
lo que no quieres ver en tu lado.
En A TROCHE Y MOCHE después del pedacito de tarta, que somos muchos para comer y el de siempre a pagar, seguiremos ejerciendo nuesto poder de no callar, que tal como está el patio, no es poco.
*FOTO: DE LA RED