Si algo hemos aprendido últimamente es a medir las palabras constantemente, por aquello de
que en cualquier momento puede venir “el famoso Paco con la rebaja” y dejarnos
en pleno fango.
Lo que voy a relatar ahora, y no me pone, de verdad, muy
bien, me acaba de ocurrir hace unos veinte minutos y, quizás, es el síntoma de
medir las palabras modelo “con papel de fumar”.
He ido a una tienda de esas que denominamos de “chinos”,
aunque últimamente he aprendido que las llamamos así, no porque el propietario
lo sea, que también, sino porque nos engañan como si fuéramos … sus
compatriotas.
Mi objetivo: comprarme dos pantalones cortos de unas
cuantas XL… Como soy cliente, si no habitual, sí cada vez que entramos en
verano, ya sabía el pasillo exacto.
Según nos íbamos acercando se oían dos voces cada vez más
altas, especialmente la de una mujer hacia un hombre (ambos no bajaban de los
setenta años), al que literalmente le estaba tratando como un trapo. Ella estaba posicionada hacia mí, y el
hombre, sin todavía ubicarme, me daba la
espalda. Al verme la mujer con cara de ser sorprendida ha dicho “Aparta, que
viene un hombre”.
Uno, que no está acostumbrado, y tal como están los
tiempos, a que le regalen la oreja, enseguida ha pensado que en algún lugar
vendría la “letra pequeña”, y que además, era endulzar un oído, el mío, para
castigar a su sufridor, ha sentido
repentina empatia por el varón domado, y solo ha sido capaz de decir:
-Bueno, tanto como “hombre”… A lo mejor si me hacen el
examen correspondiente, no paso lo de “hacer dos cosas a
la vez…”
Y es que ya nos han acostumbrado a que sí en algún
momento nos llaman “caballero”, como mínimo nos encontramos en un restaurante y
nos traen la cuenta.
Nadie da nada por nada, y especialmente entre diferentes
sexos. Aparte, que este vecino está convencido de que la famosa y tramposa
frase: “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” ha hecho mucho daño
ante cualquier nueva posibilidad de lo que sea; incluso ante la peregrina idea
de ser “el último hombre sobre la tierra”.
*FOTO: DE LA RED