Sorprender a este vecino del mundo es cada vez más difícil teniendo en cuenta, en especial, de cómo está el panorama actual de que el que no corre vuela para hacerse con ese minuto de gloria que las nuevas tecnologías, con sus redes sociales, brindan en cada momento en una especie de atalaya que parece invitarte a gritar en el Finisterre de lo todavía conocido.
Por cierto, oí ayer que alguien ha definido a
Twitter y similares como que cada vez se parecen más a quedarse sólo tras la
última copa en un bar a las cinco de la mañana, y me parece acertadísimo.
Esta especie de reflexión con la que he comenzado este post, viene a colación a que hace dos o tres días, otra vez fui superado por unas
imágenes de los informativos televisivos en los que se veía a “nuestro”
cocinero y pica en el Flandes norteamericano, José Andrés, en una especie de
auto-vídeo luchando con su O.N.G., contra todos los elementos naturales
desatados en unas Bahamas de pesadilla a causa del huracán Dorian, y eso que en
realidad él se encontraba todavía a unos ciento cuarenta kilómetros de
distancia.
Me sorprendí a mí mismo diciendo delante del televisor un “¿Realmente
es necesario todo esto?”. Y todavía me lo sigo preguntando.
No he oído a nadie cuestionándose este hecho, no el fondo en
realidad, sino esas maneras de película catastrofista que en su momento, años
setenta, se rodaban en un modernísimo, para entonces, TODD-AO Y 70 MM, que era
como el echar la casa por la ventana en lo último de lo último.
Y comentándolo con un amigo como recurso antes de tumbarme
delante de un psicólogo, éste me decía que “eso” son maneras a la americana,
norteamericana en realidad. Y no le falta razón.
Porque nosotros, el españolito de a pie, es de ayudar, en
realidad siempre somos de los primeros en apuntarnos a todo, pero más en el
sentido de que “uno hace lo que tiene que hacer”, pero sin grandes alharacas,
aunque luego salga el secretario de turno de un departamento de cualquier
ministerio poniéndose la medalla también de turno.
Habrá que quedarse, ya para terminar, con ese socorrido “el
fin justifica los medios”, pero a este vecino del mundo le seguirá chirriando
algo en su interior…
*FOTO Y VIDEO: DE LA RED