Ayer
disfruté como un niño viendo el nuevo programa de Antena 3 “Por
arte de magia”.
Para el que le guste soñar con imposibles, éste será su programa
favorito. Con un formato de concurso, se nos presenta a caras
conocidas del panorama hispano, pero embarcados en el reto de aprender
a realizar grandes trucos de magia ayudados por magos de calidad más
que demostrada, y con chistera, pues ya se sabe que ésta en realidad
es su honor y su sabiduría, y eso, nunca lo perderán.
Hacer
desaparecer un cochazo impresionante, según dijeron el mismo modelo
que se ha utilizado en la última película de Bond, James Bond,o
andar por encima de las aguas del Retiro fueron solo parte de una
gran noche que esperemos sea la norma los viernes venideros.
Aunque
de todos es sabido naturalmente, que todo tiene su truco, lo que no
lo tenía era la apuesta arriesgada del canal de televisión en
cuestión, y es que desde hace años estamos rodeados de programas de
cotilleo, llevados a su máximo exponente en la cadena
alegre,
donde ya lo único que te puede sorprender es el número de
personajes que pueden ser destrozados en una noche gloriosa.
A
este vecino del mundo, desde pequeño le ha atraído el mundo de la
magia, y del
cómo se hace,
en el que sorprender
es cada vez más difícil, y la mayoría de los números son antiguos
pero revestidos de piel nueva, porque quien hace desaparecer un
elefante, hace desaparecer el coche del 007, y si hace falta con su
departamento al completo.
Al
contrario que en la vida diaria, en la magia se paga por entrar al
espectáculo, y luego lo que ocurra durante la gala, se diría que
está todo
incluido.
Sin
embargo en nuestros días, estamos vacunados contra desapariciones
varias, especialmente de millones de euros, en un espectáculo,
lamentable por otra parte, en el que nadie
ha sido, pero a mi me falta la cartera, y
aunque nosotros no teníamos nada que ver, al final es nuestra culpa
por habernos comportado alegremente. Y ese es el
mayor truco
de estos magos sin chistera, y sin honor, el hacernos cargar con
culpas ajenas mientras ellos acrecientan sus cuentas en Suiza o en
Barbados, y esas siempre están libres de polvo y paja, y que dicho sea
de paso, siempre, siempre, lo que no sirve nos lo quedamos nosotros.
*FOTO: DE LA RED