Lo bueno que tienen los dentistas es que siempre te dejan
con la boca abierta; y tras pasarte la factura, también te dejan, como acto
reflejo, con el trasero apretado, quizás para evitar nuevas sorpresas.
Así se ha quedado este vecino del mundo, con la boca abierta
y el trasero apretado, al comprobar que Doña Ana Obregón ha retomado sus posados
que desde los años 80 nos recordaban que ya había llegado el verano. Y que el
año pasado, debido a la enfermedad de su hijo, más de uno entre los que este
vecino se incluye, tuvo la sensación de que era un verano de segunda o
tercera división al no celebrarse ningún posado por parte de la decana en
inaugurar veranos.
De todas maneras, y siendo sincero, este vecino siempre ha
admirado a La Obregón más que por esos posados subvencionados, por esa
capacidad de remodelar el tiempo, no el meteorológico, sino el que se cobija en
los calendarios y las arrugas. Y es que a ella, a Doña Ana, desde que era
Anita, los años le han ido pasando a menor velocidad que al resto de los mortales.
Os lo dice este vecino que de ser más joven que ella, ya es mucho más mayor.
Este jueves pasado, también fue un día de quedarte con la boca
abierta y el culo apretado al comprobar que, debido a lo que se estaba
dilucidando para Murcia, más que en Murcia mismo, hay ciudadanos políticos que coinciden
para tomar un café durante más de cuatro horas con esos que son tan de derechas
que están en el "Finisterre derechíl", y no se reúnen para nada más. Al salir
tampoco hubo atisbo de que a los Ciudadanos les temblara el pulso por lo largo
que había sido el café, a no ser que tomaran muchos de la modalidad de “agua chirri”.
Sería conveniente, quizás, poner control antidoping a
nuestros políticos, e incluso más de una vez esa sería la respuesta a comportamientos
anómalos, como ese de poner cordones sanitarios
a diestro y siniestro como si no hubiera un mañana.
Por cierto, y ya para terminar, lo de poner cordones sanitarios
en el fondo puede ser una manera fina de indicar que quieren tener el trasero cerrado; porque por la boca, al menos, no paran de hablar. Y ya se sabe que "hablar" es requisito indispensable para poder decir tonterías, que uno también está en su derecho de poder hacerlo...
*FOTO: DE LA RED