domingo, 16 de marzo de 2014

CARTA A UNA DESCONOCIDA

Querida desconocida:
Habíamos quedado esta mañana, o al menos eso creía. Te he esperado, varias horas, primero con nerviosismo, luego con esperanza, y por último con pesimismo.
Muchas veces has aparecido cuando me encontraba triste, o simplemente no me encontraba. Otras veces recordando mi niñez o juventud, te has encargado de que ahondara en escenas casi olvidadas, en días desenfocados por el paso del tiempo. Hoy, sin embargo, te has negado a venir.
Siempre me has dicho que para que aparezcas tengo que trabajar intensamente, y como gran conocedora del ser humano, quizás  has llegado a la conclusión de que hoy hacía que trabajaba, en lugar de trabajar, y por eso no me has creído merecedor de tu presencia.
Algunas veces, cuando era joven, te taché de cruel y de gustarte poner el dedo en la llaga en momentos en los que la herida del amor no dejaba de supurar. Encendías mi luz cuando solo quería estar a oscuras y que las luces del alba trajeran un mundo nuevo o al menos diferente.
Aunque siempre has intentado llenar de belleza, o al menos de curiosidad, los momentos de caos, hay situaciones en que me desorientas o me sorprendes.
Habíamos quedado esta mañana, o al menos eso creía, y ahora sí me siento realmente solo, tanto como un día sin mañana, una novia sin velo, o una pérdida sin por qué.
Con sólo sentirte haces que ordene el álbum de mis recuerdos, que mire sin miedo el recorrido de mis sentimientos, el sentido de mi vida, las promesas cumplidas e incluso las que murieron antes de ser prometidas.
Espero que tu ausencia no sea definitiva, que sea un malentendido en un mundo sin sentido. Por eso te escribo, querida musa, para que sepas que seguiré visitando los mismos lugares y vistiéndome de sentimientos y recuerdos, nuevos y viejos, mientras  espero a que vuelvas, para que solo seas tú quien me desnude.
No te conozco, pero no puedo olvidarte.
Tuyo siempre, pero eso, ya lo sabías.

*DIBUJO: DE LA RED

sábado, 15 de marzo de 2014

AL MOZO MÁS ARRIESGADO (CUENTO)

Los mozos acaban de terminar el tercer canto al santo. Juan comienza a sentir una aceleración en sus pulsaciones mientras termina sus últimos ejercicios de calentamiento.
Como la mayoría de los que le rodean, ya ha puesto su camisa y pantalón en modo “Blanco San Fermin”, y en su caso  ha pasado de una vestimenta azul tejano “casual” a un blanco inmaculado. Mientras, su cinturón-pantalla que normalmente  emite publicidad contratada muestra ahora un explicativo rojo sangre.
La calle está abarrotada de gente, mozos, en gran numero atletas profesionales, venidos de muchos países, se agolpan a lo largo de ella. Las fachadas digitales de las casas que normalmente están en “modo casa de pueblo” ahora emiten anuncios de productos de la tierra. En este momento, el blanco de los espárragos en pantalla, le traen a Juan el recuerdo de astas como las que en unos momentos puede que destrocen su cintura. Precisamente por ellas no se ha puesto un pañuelo al cuello, intentando evitar un posible estrangulamiento de las bestias. Su carrera tiene que ser la mejor, y además, no debe de olvidarse de mirar hacia arriba de vez en cuando, donde se encuentran más de doce cámaras sobrevolando en pequeños drones.
Juan saca de su bolsillo su tableta digital mientras la despliega y dobla. Su pantalla ya está en modo “Periódico Siglo XX”. Mientras, el chupinazo indicando el comienzo del encierro golpea sus tímpanos.
Tiene que ser reconocido, querido y votado por los espectadores de la primera retransmisión global de la historia
Juan sabe que antiguamente existió en su país un estamento al que se recurría para cuidar la salud. Ya nadie podía contarlo de primera mano pero eso fue así. Sin embargo desde hace muchos años, la sanidad, como incluso el gobierno, están en manos de compañías privadas. Por eso, el premio de un millón de euros al mozo más arriesgado de estos encierros tiene que ser suyo, aunque sea a título póstumo. La posible curación de Olivia, su hija, depende de ello.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 14 de marzo de 2014

PLATOS ROTOS


Esta mañana le he llamado al notario para que me acompañara al gimnasio y levantara acta para la ocasión. A las ocho y media en punto entraba en las instalaciones, con lágrimas en los ojos por la importancia del momento, de mi momento. Era uno de los propósitos, ir al gimnasio, de fin de año. Solo he tardado tres meses para armarme de valor. Si por lo menos hubiera sido chino, por aquello del nuevo año, parecería que hubiera tardado menos. 
¡En fin! La verdad es que nos conformamos con poco, porque parece ahora que el orden vence a la pereza. Y sin embargo deberíamos verlo desde el prisma de que he tardado mucho tiempo en volver al redil del gimnasio. Sin embargo, de esta manera, relatando el triunfo de volver, parece que duele menos.
Es más o menos lo que parece que suele hacer la justicia en España, que en realidad hace lo que puede, porque más de un juez ya ha sufrido las consecuencias  de intentar juzgar a, por decirlo asépticamente, un hombre con influencias. Y mientras el hombre, podría seguir manteniendo su, cuando menos sospechoso, ritmo de vida, libre de polvo y paja, y de sombra de culpa de preferentes, el juez se enfrenta incluso a ser retirado de su trabajo, quizás, en realidad, por exceso de celo a vista de algunas personas muy influyentes.
Por eso quizás a veces se encienden las luces de la justicia para algún famoso o famosillo, y en opinión de este vecino parece que podría pagar los gastos de los platos rotos en otros momentos.
Este vecino se refiere claramente al hijo de José Ortega Cano, José Fernando Ortega Mohedano. Antes de nada, conviene aclarar que lo que ha hecho este chico y sus compinches, si se prueba, que según parece se probará, está muy mal, y sea lo que sea, que paguen las consecuencias que sus actos acarreen. Eso es una cosa, y otra es que hay circunstancias en el que ser famoso es muy dañino. Y ésta es una de ellas.
Este vecino está totalmente convencido de que si este chico fuera uno más, para ahora ya estaba en la calle. Y sino fijémonos lo que es la vida diaria. Todos conocemos a gente, al menos de oídas que entra por un lado, si es que entra en comisaria, y sale por el otro. Sin embargo a José Fernando, y a sus compañeros, les puede caer unos cuantos años. Por supuesto, la sentencia tiene que ser justa, pero no solo en este caso, sino siempre y en todos y en cada uno de los casos, porque da la impresión de que normalmente no se pasa tanto tiempo a la sombra esperando un juicio, sino que estás a disposición judicial en tu propio domicilio.
La verdad es que, y será como consecuencia de los años, este vecino estos días se está acordando del Lute, ahora más conocido por Eleuterio Sanchez, que en plena época franquista, fue encarcelado por robar tres gallinas.
Este vecino no quiere, ni se le ocurre, comparar la figura del Lute, que ya tiene hasta concomitancias románticas, por aquella lucha del pobre contra el poder, con la figura de José Fernando, pero tampoco debería de pagar él más de lo que, presuntamente todavía, ha hecho, porque es un joven que viene de buena familia, porque tampoco debe de ser así, teniendo en cuenta además que prácticamente todas las familias son buenas. Todo el mundo se merece una segunda oportunidad, y más en este caso que como se suele decir, puede que no sea oro todo lo que reluce, especialmente cuando quizás el oro se lo han podido llevar otros…

*FOTOS: DE LA RED

miércoles, 12 de marzo de 2014

¿MUSA O MUSARAÑA?

Lo que son las cosas. Ahora este vecino se acaba de enterar de que lo mismo ayer, y caminando por Donosti, se pudo cruzar con Yoko Ono, que estuvo cenando en nuestra ciudad, y que en la citada reseña del periódico digital, es calificada como “artista conceptual” y protagonista de la exposición retrospectiva que le dedica el Museo Guggenheim de Bilbao desde pasado mañana.
A este vecino aunque hay conceptos que le suenan, éste último le caía un poquito grande, y por eso mismo se ha estado informando:
ARTISTA CONCEPTUAL, también conocido como idea art, information art o software art, movimiento artístico en el que las ideas son un elemento más importante que el objeto o su representación física, por lo que la idea de la obra prevalece sobre sus aspectos formales, quedando la resolución final de la obra como mero soporte.
Este vecino siempre disfruta siendo un poco malo, por lo que más de un presunto vago, al que vemos que está todo el día, presuntamente también, sin hacer nada, en realidad se podría calificar así mismo como artista conceptual, ya que puede llevar su taller de artista en su cabeza, y solo necesita el brazo ejecutor de todos sus conceptos.
Al enterarse de todo esto, a este vecino le ha venido a la mente una escena que presenció hace unos años por televisión y que le dio mucho que pensar.
Era un documental sobre John Lennon. Ya se había separado de sus compañeros, y tenía un grupo propio. En el momento recogido por las imágenes en cuestión, el Señor Lennon estaba ensayando e improvisando una nueva canción. Cada cierto tiempo, y después de cada parte improvisada, dejaba todo el grupo de tocar, y él se acercaba a su mujer que observaba todo el tiempo, y le preguntaba lo que le había parecido. Y todo el tiempo recogido en el citado documental, Lennon hacía lo que le decía su esposa, sin ponerle ningún pero.
Aquello me impactó profundamente, y me dio mucho que pensar sobre la figura del entonces ya desaparecido artista, y sobre esa frase de que “Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer”.
Hasta aquí puede quedar todo claro, o no, depende del entender de cada cual. El problema es, si os puede venir a la mente, la siguiente variante que en ese momento le vino a este vecino.
Imaginaros que la artista era mujer, y al que consultaba era un hombre, su pareja, ambos anónimos. ¿No podríamos pensar, en esa misma escena, que la mujer podía estar siendo coaccionada psicológicamente por su pareja?
Hace tiempo aprendí  que a una persona sin ningún recurso y con un comportamiento extraño, se le cataloga como “un pobre raro”. Sin embargo si  la persona que tiene el comportamiento extraño, está forrado, es decir, multimillonario, será definido cuando menos como “extravagante”.
Ahora comprendo que hace muchos años, en mi época de estudiante, cuando más de un profesor me echaba la bronca por estar mirando a las musarañas, en realidad era yo quien les tenía que haber abroncado a ellos, y advertirles de que estaban asistiendo al nacimiento de un artista conceptual y no se enteraban de nada, y de que las musarañas en realidad eran, simplemente, musas.

*FOTO: DE LA RED

martes, 11 de marzo de 2014

EL AYER ES UNA LATA


Antes de nada conviene aclarar que el post de hoy no está "subvencionado” por ninguna marca, aunque el vecino aprovecha para decir que no habría ninguna objeción, siempre que el precio mereciera la pena, y aclarando que es publicidad, porque en el ánimo de este vecino nunca ha estado engañar a nadie.


Dicho lo cual, más de una vez este vecino se ha retrotraído a épocas anteriores mediante alguna banda sonora o determinado recuerdo. Sin embargo, hoy, lo va a hacer mediante un producto que por ahora ha vencido al tiempo. Ya que con los cambios que se han ido produciendo en los usos y costumbres en nuestro devenir diario, cada vez es más difícil encontrar productos que nos han acompañado durante toda la vida. Y sin embargo este vecino se va a referir a uno, que aunque ahora hay muchas variantes de él, todavía se puede comprar con su apariencia de siempre. Este vecino se refiere a esa lata metálica, azul y redonda, que nos puede llegar a evocar grandes momentos de nuestra niñez.
Para este vecino, decir NIVEA es decir pasar el día entero en la playa de Deba (cuando todavía escribíamos su nombre con “v”), que se encuentra a trece kilómetros de su pueblo, Elgóibar. Porque a finales de los años cincuenta, o comienzos de los sesenta, cuando ibas a la playa, los domingos de verano, ibas para todo el día, pues había que aprovechar el gasto. Era domingo de bolsas y fiambreras, de ensalada y tortilla de patatas.


A las ocho y media de la mañana cogías el tren, aquellos trenes más antiguos que los que veíamos en las películas de vaqueros del cine infantil de las tres de la tarde, y volvías sobre las siete. Trenes abarrotados de gente y bolsas con artilugios de todo tipo. Familias enteras que tenían la misma costumbre.


Este vecino, debido a su edad, no recuerda, si en cada vagón se hacía mención del número de personas que podían entrar, pero lo que está claro es que si lo había, no se hacía caso por parte de la empresa, porque tranquilamente, es un decir, podías hacer el viaje de pie y sin miedo a caerte en cualquier curva, porque no había ningún espacio sin ocupar. Lo que se conocía vulgarmente, como ir en lata de sardinas, siendo tú, naturalmente, una de ellas.


Decir Nivea, es decir todo el día al sol, no teníamos la noción de que el "astro rey" podía ser perjudicial,  jugando en los charcos a hacer castillos, embadurnado todo el cuerpo de arena mojada mezclada con el blanco crema de tu piel, trabajo concienzudo de tu madre, que no había dejado un solo poro de tu epidermis sin “embalsamar”.
Decir Nivea es también esperar las tres horas reglamentarias para hacer la digestión. 


Hay que dar gracias porque a nadie se le hubiera ocurrido, en su momento, que en lugar de tres horas había que esperar, por ejemplo, seis, hubiera sido el mismo ritual. Y es que lo de las tres horas era una condena de la que nadie te podía librar, porque de lo contrario, era jugarte la vida a la ruleta rusa, cuando mencionar “rusa/o” aparte de arriesgado en sí, era pecado, pues ruso, comunista, rojo y demonio, era todo uno.


*FOTO: DE LA RED

lunes, 10 de marzo de 2014

REVINDICANDO A SANDRA BULLOCK

He tenido un fin de semana reivindicativo, reivindicativo a mi manera, se entiende.
Llevaba una semana, más o menos, rumiando mis desdichas, y como me conozco, tenía que soltarlas por algún lado, y así ha sido.
Todo comenzó a resultas de la entrega de los Oscar de este año. Entre las nominadas a la mejor actriz se encontraba Sandra Bullock por “Gravity”. Y este vecino que es, como ya lo sabéis, cinéfilo hasta la medula, seguía la ceremonia a través de un programa sobre cine, de la Cadena Ser, que le encanta, La Script. Vaya por delante que este vecino no es especialmente fan de la Bullock, pero que tampoco tiene nada en contra de ella, aunque debe reconocer que ha pasado muy buenos momentos con sus películas. Y que hay que acordarse siempre de eso, de que es  de bien nacidos...
Pues durante la ceremonia la mayoría de los comentaristas de ese programa, pusieron a parir a esta actriz, diciendo de que no se le puede comparar con otras nominadas en su terna, como por ejemplo, Judi Dench, Meryl Streep  y Cate Blanchett, que a la postre fue la vencedora. Que “juega en otra liga diferente…”.  Se extrañaban además de que fuera muy estimada en los ambientes cultos de Hollywood. Y que si había protagonizado “Gravity” era porque antes, otras famosas actrices habían rehusado a hacer ese papel, y porque cobró setenta millones de dólares.
Convendría recordar de que, por ejemplo, el papel de Indiana Jones iba destinado a Tom Selleck, pero que a éste le coincidían dos películas, y eligió la otra, en teoría de factura parecida, “La gran ruta hacia China. Es de lo más normal este tipo de sucesos. Y con respecto a los setenta millones de dólares, las otras actrices hubieran cobrado lo mismo o más, aunque a nosotros nos parezca desorbitado, por ejemplo, todo lo que tenga más de cuatro ceros
Vaya por delante, que este vecino admira también a las otras actrices mencionadas, pero que considera que un actor/actriz debe de ser en su trabajo una herramienta al servicio del director, y que éste debe de saber acoplar, en este caso,  a la actriz en cuestión en el engranaje de la película para que todo funcione. Y este sábado, aprovechando que “Gravity” ha vuelto a las pantallas de cine, y en 3D, abstenerse de ver la película por televisión porque pierde todo su sentido, este vecino ha ido a verla, y la película es todo un espectáculo, porque va más allá del concepto tradicional del séptimo arte. Teniendo en cuenta los tiempos de crisis, todavía merece la pena gastarse los alrededor de nueve euros que os cobrarán por ella. Y Sandra Bullock hace, como se espera de ella, creíble su papel, a pesar de lo increíble de su peripecia.
Y ayer, domingo, para cerrar el círculo reivindicativo, este vecino volvió a ver , esta vez en una de las cadenas privadas,  “Un sueño posible”, basada en un hecho real, y por la que Sandra Bullock recibió el Oscar a la Mejor Actriz Principal. Este papel supuso un giro de 360 grados en la imagen de la actriz, y en el que está impecable, más por lo que calla su personaje,  que por lo que dice. Resumiendo, una gran interpretación.
Este vecino sigue cabreado con las declaraciones en el citado programa radiofónico, porque todo actor tiene un público que le respalda, y que merece el mayor de los respetos, y que Sandra Bullock, como dicho anteriormente, es una herramienta para llevar a la realidad del cine y del teatro, un tipo de personaje que también se da en nuestra vida diaria, y que merece tanto la pena como cualquier otro.
Para este vecino, la Señora Bullock es el equivalente de una Doris Day de los años cincuenta y sesenta, y como ella en su momento, cuando menos, merece el más profundo de los respetos, al menos tanto como la “carrera” de todos los que en ese programa la juzgaron tan ligeramente.

*FOTO: DE LA RED



sábado, 8 de marzo de 2014

EL VIRUS DEL VECINO

Es la primera vez que este vecino del mundo se siente como una “celebrity”, y es una sensación extraña, algo así como que te ha tocado la lotería pero no te lo esperabas porque pensabas que no habías comprado ningún décimo.
Ayer viajaba en uno de los autobuses de línea en Donosti, cuando noté que un señor de entre cincuenta-sesenta años no dejaba de mirarme. Al cabo de unos minutos se me acercó, y bajando la voz, como si de un traficante cualquiera intentando vender su mercancía se tratara, me preguntó si yo era el Patxipe ese que escribe por internet. Prosiguiendo con el presunto trapicheo le respondí que sí. Mirándome directamente a los ojos, me preguntó: -Usted es un amargado ¿verdad?.
Debí de poner cara de dos mitades, mitad sorpresa, mitad sonrisa:¿Qué le ha llevado a esa conclusión?
-Porque se queja de todo y por todo. –Y tras pensar unos segundos, continúa - Además mira la vida desde un punto de vista muy raro. Parece que desprecia y se ríe de todo “quisqui”.
Tras ésto, como era obvio la pregunta del vecino era obligada: -¿Entonces por qué me lee, porque es gratis?
Con una sonrisa, y como dándome a entender de que sabía por dónde iba yo, me contestó: -Porque es gratis no, porque gratis hay muchas cosas en internet. Quizás precisamente por eso mismo que le decía, porque es un punto de vista, no le voy a decir “raro” otra vez, sino sí diferente, y me da qué pensar.
En ese momento adopté un aire muy serio y confidencial, y acercándome aún más en la pantomima del trapicheo le dije: -Entonces ya tiene usted inoculado el virus del vecino. Ya está perdido, y le diré aún más. Ésto ya no tiene cura, y seguramente irá a más.
Mientras me daba una palmadita en la espalda, y hacía ademán de irse, me confió:-La verdad es que no me importa, porque bien mirado el mundo tomado en serio es muy aburrido y descorazonador.
Pues eso. –Le contesté, mientras comenzaba a irse, y se despedía con la mano.- Seguiremos estando en contacto por la red.
Y quizás todo ésto se trate solo de eso, de entrar en contacto, haciendo partícipe al lector de todo lo que te ronda por la cabeza, y que él mismo compruebe que después de todo, también es un poco vecino, y al intentar comprender al que ésto escribe, también se haga un poco más tolerante desde su ventana a la vida, aunque la mirada venga disfrazada de crítica.

*FOTO: DE LA RED


viernes, 7 de marzo de 2014

PLASTIFICANDO EL AIRE

Al final va a convertirse en verdad aquel viejo chiste de “A mí no me importa que suba la gasolina, porque yo siempre le pongo a mi coche quinientas pesetas de carburante al mes”.
Algo así, más o menos, es lo que pasa cuando vas al supermercado, e incluso ya últimamente hasta en el colmado de la esquina, y encuentras todo tipo de productos en lonchas y perfectamente plastificado. Con lo cual, especialmente personas que viven solas, o incluso parejas, no compran por la cantidad sino por el precio. 
Ha sido uno de los grandes inventos de la actualidad, y una de las pocas veces en que se desconoce al autor de un gran descubrimiento, desde el punto de vista empresarial, naturalmente, convertir en lonchas, o en realidad, en pequeñas dosis, todo tipo de productos, especialmente y le viene a la cabeza a este vecino, el queso, o incluso el jamón. Quizás para que no se pueda decir de modo peyorativo, y mientras se le apunta con el dedo “ese es el listo al que se le ocurrió ponerle precio al aire”, ya que eso es en realidad lo que ocurre.
El tema se le ha ocurrido a este vecino mientras desayunaba, pues “tiene”, a modo de imperativo legal, que desayunar, entre otras cosas, pocas más por cierto, jamón, y se pasa más tiempo quitando los plásticos que acompañan a cada loncha de jamón, que comiendo. Es como comer el famoso algodón de azúcar de las ferias. Lo dicho, parece que en realidad estás comiendo aire.
Si a comienzo de los años setenta, a alguien le dio por innovar en el campo de venta de enciclopedias, mediante los fascículos, y muchos años después ya se vende de todo, por fascículos coleccionables, ahora también tenemos plastificado y en lonchas todo tipo de productos, y aunque así parece que compramos más barato, no nos engañemos lo único que ocurre es que la cantidad que compras es menor, pero al presidente de la compañía de turno, quizás ya le viene corto la visita a Suiza, y hasta es conocido en las Islas Caimán.
Y bien pensado, hay poca diferencia entre comprar el queso o el jamón en lonchas, y comprarse un armario totalmente desarmado, en ese tipo de grandes superficies en el que tú eres además de cliente, tu propio asistente, pues tienes que ir visitando diferentes partes de la gran tienda para “agenciártelo  todo”, a un precio, eso sí, bastante más barato, pero quien sale ganando una vez más es el empresario, que con muy pocos trabajadores tiene montado un verdadero imperio. Con el agravante además, de que nosotros nos vamos del establecimiento con la sensación de que  somos los listos
Para que luego digan que no existe el crimen perfecto.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 6 de marzo de 2014

HOMBRE REFRANERO...

Puede que este vecino esté confundido, pero al olfato le da que en las nuevas generaciones se va perdiendo eso tan nuestro como es el refrán. Un compendio de experiencias ya vividas por el pueblo, encerradas en una frase, que al recapacitar sobre ella te puede servir de guía sobre alguna experiencia parecida, muchos refranes se van aprendiendo en las diferentes fases de la vida, por lo que nunca es tarde para ello.
El refrán es a la palabra lo que la fotografía a la imagen, porque un buen refrán siempre te ahorra mil consejos, y además indica que ya antes a alguien le había pasado lo mismo, y estaba en la misma situación. Aunque también se diga eso de “Hombre refranero, maricón y pilonero”, lo cual indica que también hay mucha envidia, por lo que es mejor quedarse con la versión modosita que es “Hombre refranero, medido y certero”.
En realidad el refrán es como el “starlux”, que al mezclarlo con la vida diaria coge su verdadero sabor.
Siempre se puede dar consejos a alguien, pero la otra persona puede poner en duda o tu bondad o tu juicio, en una palabra, tu imparcialidad, sin embargo si aparte del consejo, lo apoyas con un refrán que refrende lo dicho, parece que lo expuesto coge mayor fuerza. Por ejemplo, en el caso de que te dijeran lo ya mencionado de …maricón y pilonero, siempre puedes responder eso de “Consejo es de sabios perdonar injurias y olvidar agravios” o el muy conocido de “No ofende quien quiere, sino quien puede”.
Al hablar de refranes, inmediatamente nos puede venir a la mente la figura de Sancho Panza, que como representante del pueblo, era una auténtica enciclopedia andante del refranero español, un gran hallazgo de Cervantes, y quizás, figuras públicas como los políticos no son muy amigos de hablar de refranes en sus comparecencias, porque ellos siempre quieren dar imagen de lo último, de lo que se lleva ahora mismo, y el refrán tiene aroma del pasado. Pero eso sí, en tiempos de campaña electoral, y de visitar mercados,  para que les vean mezclarse con los votantes, lo mismo que algunos se ponen su ropa de pana, que ya solo tienen en su armario para esos momentos, también cambian su léxico y se hacen menos remilgados. Y si para ganar un voto hay que hablar como el pueblo, pues se hace.
Y es que, al final, más sabe el diablo por viejo que por diablo, y tampoco debe de haber mucha diferencia entre la política y el infierno.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 5 de marzo de 2014

¿DÓNDE ESTÁN LAS LLAVES?

Creo que es la primera vez que voy a comenzar el “post” con una pregunta:
¿A alguien de vosotros no os ha pasado alguna vez que queréis cerrar vuestro "edificio interior”, porque el horario de oficina mental ya está más que cumplido, y sin embargo, alguno de vuestros operarios de esa sección está dispuesto, más que a meter horas extras, a hacer lo que se denomina aquí “gaupasa”, o pasar la noche sin dormir, que normalmente suele ser de juerga, pero que en el caso de este vecino del mundo es sentir un reconcome interior que no le deja tranquilo?
Es como si el edificio de este vecino tuviera unas placas solares que se van cargando día a día con todos los datos exteriores, y el resultado es que la instalación general tiene mucha más carga de la necesaria, una especie de tensión sexual no resuelta con el mundo que le rodea, pero sin "polvo" por medio.  Es que eso de sexual, en este caso no es algo exterior, de aquí te pillo aquí te mato, sino algo interior. En el caso que este vecino comenta, “el-aquí-te-pillo-aquí-te-mato” te lo hace la vida diaria, y ya te da miedo hasta abrir tu puerta, porque violadores hay muchos, y además no descansan.
Como para ahora, alguno de mis lectores/as ya se habrá, más que rasgado las vestiduras, arrancado directamente, podemos emplear otro tipo de vocabulario, más de ciencia-ficción, y podemos hablar en lugar de violadores, de vampiros que te chupan toda tu energía, y si te descuidas, ya eres un zombi, un muerto andante, pero políticamente correcto, eso sí,  que comulga cada semana, si eres practicante, o que cumples con todas las normas sociales, pero que por dentro estás vacío.
Estábamos acostumbrados a tener un mapa mental de lo que iba a ser nuestra vida, y en qué lugar estábamos situados en cada momento, y el nuevo sistema, o el de siempre que ahora está más fiero que nunca, y ha mostrado sus garras salvajes, nos ha arrebatado el plano del tesoro, y ahora más que perdidos, parecemos un equipo de invidentes intentando jugar a fútbol, y algún cabrón ha cambiado, sin avisar, el balón de cascabeles por un balón oficial de la primera división.
Y mientras, estoy buscando las llaves de mi oficina interior, para llegar a algún consenso con los empleados destajistas. Espero dar con ellos, y convencerles, porque ésto es un sinvivir. 

*FOTO: THE CROOKED HOUSE (SOPOT, POLONIA)

martes, 4 de marzo de 2014

MIRAR NO CUESTA NADA


Que el donostiarra es específicamente mirón quedó ayer demostrado con creces ante el espectáculo de luz, muy poca por cierto, y sonido, que el temporal, y la alerta roja, nos brindaron en una especie de prolongación del ambiente carnavalero de los días anteriores.
Estamos, porque este vecino se incluye aunque en realidad es un agregado, moldeados de tal manera que todo lo convertimos en Concurso Internacional de Fuegos Artificiales, y raro es el donostiarra que al amanecer o al atardecer, no se congregara a lo largo de una de sus playas para contemplar el poder de la naturaleza en todo su esplendor. Hay que decir que este vecino, cada vez que las olas o bien rompían en la costa o en cualquiera de los puentes de la ciudad, echó de menos el ¡ohhhhhhh! con que se jalea cualquier “japonesa” cuando explosiona durante la Semana Grande.
Como a este vecino siempre le gusta, como buen cinéfilo, poner la cámara en diferentes ángulos para crear otras perspectivas, buen día también para los denominados amigos de lo ajeno, pues muchos domicilios estarían vacíos de sus moradores, y no le extrañaría que haya aumentado, desgraciadamente, los damnificados por los ladrones, y en este caso, aunque quizás lo pudiera parecer, este vecino no está hablando de las denominadas “preferentes”, que también es otro tipo de robo, aunque los presuntos culpables de esto último llevan corbata y su foto en lugar de estar en un archivo policial, seguro que está en alguna orla, o “adornando” varias directivas empresariales.
Por cierto, ayer este vecino y ayudado por información conseguida por internet,consiguió llevar acabo uno de los nuevos doce trabajos de Hércules, si éste se reencarnara en héroe de carne y hueso. 
En los tiempos del consumismo por el consumismo, y el tirar todo por conseguir algo más moderno, este vecino consiguió encontrar en Donosti, a uno de los últimos reparadores de paraguas, especie prácticamente en extinción. Se encuentra en Padre Larroca, 9, Gros, un bajo pequeñito, y aunque esto último parece una redundancia, es así.
Tras expresar mi alegría por encontrarle, en unas breves palabras me expresó el gran mal que las tiendas de chinos, y sus precios, han causado para su sector. Aunque este vecino le dio su opinión de que con los tiempos duros de crisis, a más de uno le vendría bien conocer su dirección, especialmente teniendo en cuenta que cada vez hay más gente que, aunque se vista de Guzzi, no le hace ascos, y cada vez más, a lo “baratuzzi".

*FOTOS: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

lunes, 3 de marzo de 2014

"LA GUERRA DE LOS BOTONES", O EL VALOR DE LO PEQUEÑO

Lo bueno que tiene un Domingo de Carnaval como el de ayer en Donosti, y siempre al margen del programa general, es perderte por la Parte Vieja e intentar encontrar, más que a grupos, a particulares que yendo disfrazados, viven su personaje, y por lo tanto, como en un túnel del tiempo, te sacan del momento para vivir otro.
Y…ocurrió.  En un momento dado descubrí a un señor de unos cuarenta años disfrazado de niño de hace años, con pantalones cortos hasta la rodilla, cartera escolar cargada a la espalda y visera hacia el lado izquierdo de su cabeza.  En la mano derecha, simulando una rotura de muñeca, un vendaje rudimentario sobre ella, y para que descansara el brazo, otra venda que daba la vuelta sobre su cuello. Y, ahora viene el toque genial, en la mano izquierda llevaba una vara metálica con la que guiaba un aro en el suelo, uno de esos hechos con el bastidor metálico de una antigua rueda.
Un verdadero viaje al pasado. Lo primero que este vecino consideró fue la diferencia de tipos de juegos entre los que fueron niños, por ejemplo, en los años cincuenta, y los de hoy en día. Dándole un matiz pijo al tema, diríamos que los juegos de antes eran más “outdoor”, de puertas para fuera, que los de ahora, que son más “indoor”, o prácticamente en la misma habitación.
Antes su jugaba más con la imaginación, y cualquier cosa valía. Dos palos cruzados podían convertirte en un valiente espadachín, de esos de las películas de entonces, un Stewart Granger cualquiera en “Scaramouche”.
Este vecino se acordó de aquella película francesa de muy bajo presupuesto, y gran éxito  que fue “La guerra de los botones”, la primera, la de 1962,  y los niños remedando el mundo de los mayores en sus juegos, con los buenos, los malos, y los soplones, y el valor que podía tener algo tan cotidiano como un botón, hasta convertirse en un preciado botín.
Este vecino no es de los que dice aquello tan manido de que “cualquier tiempo pasado fue mejor” pero sí que el tiempo ayuda quizás a valorar más el pasado por muy humilde que entonces fuera, el valor de las pequeñas cosas.
El miedo de este vecino es que el futuro le haga ver a las malas personas de hoy como no tan malos, porque el que es malo lo es de una manera intemporal, o dicho de otra manera, ayer, hoy y mañana.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 1 de marzo de 2014

DISFRAZANDO EL LENGUAJE

Para todo aquel despistado, este vecino quiere recordar que hoy es Sábado de Carnaval, en el que el día, al menos en Donosti,  está prácticamente disfrazado de noche y agua, por lo que habrá que disfrazarse de tener muchas ganas de juerga, e intentar dar el pego como mejor disfraz del año.
De todas maneras, no solamente disfrazamos nuestra vestimenta,  sino que hay momentos en que también disfrazamos nuestro lenguaje, y no precisamente en Carnavales.
Buena muestra de ello es por ejemplo la inquietante frase: “Te lo digo desde el cariño”.
Si la palabra es la llave que abre el lenguaje a los sentimientos, esa frase es una especie de ganzúa que abre la famosa caja de Pandora y puede salir de todo, con la agravante de que como se dice desde el cariño, lo cual implica, se supone,  aprecio, el receptor lo tiene que hacer también con cariño y comprensión.
Si la persona que se va a mostrar impertinente no te conoce de nada, en ese momento puede disfrazar su lenguaje con otra variante a la frase anterior, que no implica cariño, pero sí una supuesta educación,  y es la frase: “Si me lo permite”, que en realidad no busca tu opinión, porque para cuando intentas expresarte, y decir, quizás, que te trae al pairo lo que te va a decir la otra persona, ya te lo ha dicho, y solo ves su nuca mientras se va. Es una frase que casa para lo que se espera, por ejemplo, de un político, que con educación te va a mandar quizás al infierno, y si no tan lejos, quizás al final te tendrás que conformar a que solamente te suba una vez más los impuestos.
Y si nos adentramos en el terreno amoroso, este vecino solo va a mencionar una frase, que quien más quien menos ha tenido que oír alguna vez, y que si se viera dibujado en ese momento en un comic, un centenar de interrogaciones anidarían  en su cabeza. Este vecino se refiere a la famosa frase “El problema no eres tú, cariño, el problema soy yo”. 
Si a modo de película hubiera que remarcar esta frase con una banda sonora, bien pudiera ser con la marcha fúnebre, porque en ese momento, y con lo que te van a decir a continuación, vas a tener que “enterrar” la ilusión que tenías puesta en esa relación.
Ante las frases expuestas, es mejor ponerse el traje de baño y salir a la calle para darse unos largos de realidad en la piscina de la vida, y volver a casa como nuevo, o al menos algo más relajado.

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viernes, 28 de febrero de 2014

JORDI ÉVOLE, EL MALO DE LA SEMANA

Si hubiera un premio denominado “El malo de la semana”, sin duda el de estos siete últimos días iría a las manos de Jordi Évole por su falso documental “Operación Palace”, una sorprendente explicación al intento de golpe de estado del 23F.
Habrá mucha gente que no le va a perdonar nunca esa, para muchos, salida de pata de banco, o jugar con la confianza dada por millones de televidentes durante más de un año a su programa “Salvados”.
A favor del Señor Évole habrá que recordar que él ya avisaba que este reportaje era una separata, y no tenía nada que ver con su programa, sino que era “otra cosa”.
La reacción de mucha gente tras los primeros instantes, y al explicarse al final del reportaje de que todo lo visto era mentira, o dicho en más fino, ficción, fue la de “yo me di cuenta enseguida”, aunque los miles de mensajes lanzados, por ejemplo, en twitter durante el programa, mostraban sorpresa y credibilidad a la presunta noticia.
Al contrario del dicho, y en este caso, tras la calma vino la tempestad, con mucha gente decepcionada por la confianza depositada en Jordi Évole, y con ganas de colgarlo por los meñiques, del palo mayor de la comunicación.
A este vecino, un lector y por correo electrónico, le preguntó ayer qué pensaba sobre lo ocurrido.
La verdad es que este vecino no suele ver “Salvados”, porque ya está un poco saturado de realidad en vena, aunque el Señor Évole, naturalmente, no tenga la culpa, y a las horas en que se emite su programa, el vecino suele ver alguna película, preferiblemente de acción, para intentar evadirse de los problemas diarios. Si bien, suele mantenerse informado de lo que se va hablando en ese programa.
Dicho lo cual, sin embargo, este vecino al enterarse de lo ocurrido con “Operación Palace”, y tras visionarlo, recordó a aquel padre que dijo a su hijo de siete años, que saltara desde la mesa de la cocina, y que él lo cogería  con sus manos antes de caer. Y tras no hacerlo, y que su hijo se pegara un mamporro, le da su primera lección vital: “No te fíes ni de tu padre”.
Jordi Évole echándole “un par” a la vida, y aún a riesgo de perder su credibilidad, ha querido demostrar que cualquiera se puede equivocar, o ser manipulado sin darse cuenta, y que él intenta destripar la realidad, pero que es verdad aquello de que “cuatro ojos ven más que dos”, y que tenemos que ir descubriendo la verdad desde nosotros mismos. Ya que, como se demostró en el falso reportaje, una cosa es lo ocurrido, en este caso un intento de golpe de estado, y otro la explicación que se le dé, que puede ser lo que cambie el sentido de todo. Por lo que el recordatorio de este programa “Operación Palace”, en el que se incluían a pesos pesados de la información, de la política, y del arte, diciendo “no-verdades”, deberíamos de tenerlo presente siempre. Gracias, Jordi, por tu valor al jugarte tu reputación.

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jueves, 27 de febrero de 2014

IR POR LANA...

Este vecino del mundo habla de todo aquello que le preocupa, no dejándose nada en el tintero, pero algunas veces guarda una especie de tiempo de reflexión, para no dejarse llevar por las vísceras, más que por el cerebro. Y en este caso, tras el día de meditación, tiene aún más ganas comentarlo.
Quien más, quien menos ya se habrá enterado de que hace dos días durante la visita del Príncipe Felipe al Mobile World Congress (MWC), que se está celebrando en Barcelona, un empresario al que tras el incidente, se le presupone, claro está, independentista, y del que este vecino no va a decir su nombre porque quizás eso es lo que quería con su actuación, niega la mano al Príncipe, porque no se permite la consulta independentista.
En castellano existe la expresión “ir a por lana y salir trasquilado”. Y a por lana fue este empresario, porque, al menos, minutos antes del saludo, él ya sabía que el Príncipe Don Felipe le iba a saludar, y no evitó el incidente, sino al contrario. Pero ante la actuación del futuro rey, que no se quedó cortado, sino que, volviendo  sobre sus pasos, siempre con una sonrisa, y utilizando el idioma del empresario díscolo, mientras le volvía a tender la mano, le manifestó que no era a él al que tenía que hablar de eso
Para este vecino, el empresario, aunque ha conseguido su minuto de gloria, ha salido trasquilado. Ya que una cosa es ser fiel a tus principios, y otra ser maleducado. Porque se puede decir exactamente lo mismo, ofreciendo la mano, tendiendo puentes.
También sale trasquilado, aunque sin ir a por lana esta vez, aunque ya lo fue en el momento en el que decidió dirigir su gobierno por esta senda, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que asiste como invitado de piedra, con una sonrisa sibilina, a lo que está ocurriendo, y tras tocarse un momento la nariz, decide mirar a otro lado.
Hay momentos en que se siembran vientos, sin darse cuenta que la futura tempestad se puede llevar a uno mismo. Y para este vecino del mundo la actuación del Señor Mas en este incidente, deja mucho que desear, porque estaba allí no solo como representante del gobierno catalán, sino como “maestro de ceremonias”, y se tenía que haber tomado el incidente como algo propio, porque rompe con la normalidad del acto, que se está realizando en el territorio del que él es, y se siente, responsable.
Este vecino del mundo no habla catalán, pero seguro que en ese idioma también existe el equivalente a la famosa expresión “a las duras y a las maduras”. Y el Señor Mas no ha estado a la altura, y seguro que lo sabe.

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miércoles, 26 de febrero de 2014

EL MUNDO POR MONTERA

Mientras Rajoy hablaba ayer de los mundos de Yupi en su peculiar visión sobre el estado de su nación, este vecino, como  muchos de vosotros, siente la vida como uno de los personajes de Ken Loach, que prácticamente ve la vida, si la ve, en historias en blanco y negro, pero pasado por el tamiz del sentimiento ardiente de Alejandro Sanz.
Y es que mientras los brotes verdes ya han dado sus primeros frutos, según palabras del todavía Presidente del Gobierno, a este vecino, como a otros muchos, por aquello de mal de muchos…, las cuentas no es que no le casen, sino que le divorcian de lo que era su realidad. Hemos tenido que ir dejando tantas costumbres por el camino, por no poder sufragarlas, que de hace unos pocos años a aquí, ya pareces otra persona, porque tu vida no tiene nada que ver con la de antaño.
Vista la vida así, con esa pátina de pesimismo, a este vecino le da ganas de convertirse en actor, más que nada para poder vivir otras vidas, ya que la suya es incapaz de mantener.
Si por lo menos este vecino del mundo fuera famoso podría ir vestido por la calle con un chándal lleno de publicidad con las marcas que confían en él, al estilo de un Fernando Alonso cualquiera. Ahora sin embargo la única publicidad que pudiera apostar por el vecino es la de cualquier O.N.G., pero a ellos no les vas a cobrar, porque a ti todavía te queda vergüenza torera. Por cierto, y aunque no venga al tema, a este vecino le viene una pregunta a la mente. En una autonomía, como la catalana, en la que está prohibida las corridas de toro, por decreto, ¿se podrá seguir diciendo eso de “vergüenza torera” o será políticamente incorrecto? Y otras frases como “ver los toros desde la barrera” o “ponerse el mundo por montera”.
Y es que una cosa es lo que nosotros nos empeñemos en ver, como Rajoy, y otra cosa es lo que realmente “es”,  del “ser” filosóficamente hablando. O como muchas personas, que aunque no le gusten las corridas de toro, cada día se pone su traje de faena en el coso de la vida, y da capotes al sol y a la sombra para que el toro del día a día, no se lo lleve por delante.

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martes, 25 de febrero de 2014

¿QUÉ TE APUESTAS?

Muchas veces como miembros pertenecientes a la sociedad, somos una especie de Doctor Jekyll y Mr. Hyde, una contradicción con pantalones, o faldas según el caso.
Nos hemos pasado los últimos años dando caza al fumador, después de décadas y décadas de dejarle campar a sus anchas, porque los impuestos son los impuestos y se obtenía  unos buenos réditos, y se saca todavía, dejando que la gente se matara, o al menos pusiera en peligro su vida. Y sin embargo, no precisamente por la puerta de atrás, se nos está colando otro problema que para cuando nos demos cuenta, ya se habrá instaurado  para muchos como costumbre y será más difícil atajarlo.
No hay ahora retransmisión deportiva, eso sí, en cadenas radiofónicas o televisivas privadas, en que los periodistas e invitados de turno, en un momento dado, y como si fuera lo más normal del mundo, hablen de apostar, eso sí, siempre con publicidad al fondo, y si es emisora de radio con “el recordatorio” antes y después de una de las empresas que, en cada vez más abundante número, se dedican a ello. Y lo más triste del caso, rodeado todo ello de normalidad, amistad y camaradería.
Y parece que esas personas que se quejan por todo tipo de anuncios un poquito “diferentes”, en este caso tan flagrante no se quejan de algo tan nocivo y perjudicial.
Este vecino, y bien lo saben los lectores de este blog, que dicho sea de paso cada vez son más, nunca ha sido amigo de censurar nada, pero es que las apuestas así presentadas, son un negocio, como el tabaco, que crea hábito y dependencia. Estamos hablando de muchas personas enganchadas a todo tipo de juegos, a las que se les cataloga como “ludópatas”, y luego como con los alcohólicos, nos echamos las manos  a la cabeza y criticamos a nuestros políticos por favorecerla, cuando sabemos que ellos no empezaran a mover, dicho simple y llanamente, su culo para ponerle trabas a este negocio hasta que nosotros empecemos a movernos.
Hasta hace no muchos años las apuestas, en general, estaban prohibidas, a excepción de las denominadas “deportivo benéficas”, así llamadas para que nadie las cuestionara, pero ya se sabe, que si nosotros, la sociedad en general, no se queja, el gobierno va aceptando todo tipo de medios, aunque sean cuestionables, para ir ampliando sus arcas, y la apuesta, y el juego en general,  presentan un escenario en el que hincar el diente, sin importar la enfermedad y los problemas que puedan tener unos cuantos, aunque, en el mismo caso que con el alcohol, puedan destruirse familias enteras.

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domingo, 23 de febrero de 2014

MALA BABA

Hoy es una de esas mañanas que comenzarían a las primeras luces del alba, con la banda sonora de una sardana que se va oyendo poco a poco, muy suave, y a medida que va creciendo en volumen, se va convirtiendo en un zortzico. Como se decía antiguamente, unos aires vascos triunfadores.
Es lo que tenemos los pobres, que debemos de disfrutar de las grandes gestas cuando ocurren. Lo triste del caso es que si uno oye las emisoras de radio a nivel nacional, o las televisiones generalistas, aquí lo único que ocurre es que el entrenador del Barça se confundió. Se supone que los chicos que llevaban rayas blancas y azules, los jugadores de la Real Sociedad,  también tendrían algo que ver…
De todas maneras aquí todos somos unos caballeros cuando ganamos pero a la hora de perder, se ve las miserias de cada uno. Como se debió de ver ayer en esa actuación de Carles Naval, delegado del FC Barcelona, que al despedirse, fue a la entrada del vestuario de la Real para despedirse, y se dirigió al delegado del equipo guipuzcoano y al delegado de campo de Anoeta en estos términos, según lo recoge el Diario Vasco: «Disfrutad del momento que ya la cagaréis cuando juguéis con los otros. Por cierto os recuerdo que la final de Copa se juega el 16 de abril».
Lo triste de todo esto es que son personas, profesionales que cobran por ello, que representan a millones de seguidores culés que no tienen ninguna culpa de la gente que les representa. Bien estaría que el club blaugrana investigara lo arriba citado, e hiciera algo al respecto, por aquello de que de lo contrario, quien calla otorga.
Mañana será otro día, y es probable que pronto perderemos contra el menos pensado pero, mientras, “que nos quiten lo bailao”. Especialmente cuando sientes que muchos miran a nuestro club desde muy arriba con aires de superioridad.
Este vecino está seguro de que muchos seguidores txuri urdin nos sentimos hoy como se debió de sentir David el día que se cargó a Goliat con una simple onda. Lástima es que en ese caso no tenían a ningún entrenador argentino al que echarle la culpa.
Si cuando ganan lo hacen los jugadores, cuando pierden también, ellos y el club al que representan. Ese mismo club que ha quedado perjudicado porque el Señor Naval no supo reprimir su mala baba.

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sábado, 22 de febrero de 2014

DE PROFESIÓN: VERIFICADOR

Si no fuera porque estamos hablando de algo muy triste, por la cantidad de muertos que ya se ha tomado el tema en cuestión, lo del desarme de ETA, que es una de las noticias de ayer, se asemeja, y no lo podemos negar, a la guerra de Gila. 
Según la información que tenemos hasta ahora, todo se reduce a 4 armas, 300 balas y unos 16 kilos de explosivos. ¡Vamos! Que si compráramos ésto en un hipotético supermercado, pasaríamos por la denominada “Caja rápida” porque en realidad solo son tres artículos diferentes.
Sin embargo, el adjetivo “rápido” se contrapone, por otro lado, a lo “lento” que parece que puede ir todo, y que los únicos beneficiados pueden ser, como siempre los intermediarios, porque según noticias que se han conocido, al parecer los Verificadores, como se les está llamando, vienen a ganar unos 600 euros por día,  con lo cual, y piensa mal y acertarás, los primeros interesados de que el asunto vaya lento, pueden ser ellos.
Este vecino, por los años que ya tiene, recuerda que hace muchos años, al menos en los pueblos, no había inmobiliarias, y sin embargo, cuando comenzaron a proliferar, es precisamente cuando más empezaron a subir los precios de las casas, especialmente porque a ellos les convenía ya que a mayor precio, mayor la comisión que se llevaran. Todos nosotros conoceremos a alguien que en su momento, y aconsejado por la inmobiliaria, se animó a aumentar el precio de la vivienda, porque como dirían en un mercadillo, que es en realidad en lo que se convirtió aquello: -Me lo quitan de las manos, señores.
Y lo mismo que las inmobiliarias tampoco tuvieron la culpa de la “burbuja inmobiliaria”, pero no se puede negar que allí estaban, con los verificadores pasa lo mismo, ahí están. Y visto el camino transitado en Irlanda, “la cosa” va para largo. 
Como dirían en el pueblo del vecino: -Va a durar más que una procesión de cojos. Pero lo importante, al menos en este caso, es que se celebre la procesión, aunque los curas, o mejor dicho los verificadores, cobren, y muy bien, por su “oficio”.

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viernes, 21 de febrero de 2014

¿Hablas conmigo?

Pasan los días, uno tras otro, y la uniformidad  no es que te invada, sino que ya eres un auténtico monumento a la monotonía. Esperas que algo nuevo venga a tu puerta, pero o “lo nuevo” no encuentra dónde vives, o no existe. Quizás, en el fondo, sabes que lo nuevo, si lo hay, está dentro de ti, y eso un día lo vas a tener que admitir.
Cualquier día de estos, este vecino del mundo se va a liar la manta a la cabeza y va a vivir peligrosamente, aunque sea unas horas, y aunque en lugar de sangre en las venas lleve cazalla, que nunca ha probado pero que suena como muy rompedor, por lo menos para la salud.
Seamos sinceros, siempre vendemos nuestro lado políticamente correcto, pero quién no ha utilizado nunca su bañera como improvisado mingitorio mientras se está duchando, y luego no lo reconoce. Quién no se ha mirado nunca al espejo componiendo caras de difícil explicación, o como poco imitando a Robert de Niro en Taxi Driver mientras se pregunta: -¿Hablas conmigo? ¿Me lo dices a mí?
En el fondo, sabes que hay mucha gente, tú entre ellos, que no hace lo que quiere hacer, sino lo que se espera de ellos. No sabes quién es el que espera, pero siempre se ha dicho que se espera de ti que te portes como se debe, aunque a ciencia cierta nunca has sabido cómo es eso, aunque tienes la certidumbre de que eso equivale a una vida gris y sin sobresaltos.
Un día te vas a liar la manta a la cabeza, o el edredón si hace falta, y le vas a decir a tus amigos que estás harto de que te hablen, porque ya huele, de Status Quo, de Rolling Stones, que si ellos son viejos roqueros que te parece bien, pero que a ti te siguen gustando Abba, e incluso Mecano. Y es muy probable, que el único sorprendido vas a ser tú, porque ellos, aunque nunca lo admitiste, seguro que ya lo saben.
Lo dicho, hoy mismo, porque no lo vas a dejar para mañana, por si la amnesia te alcanza, vas a salir a la calle, rompiendo el silencio nocturno, mientras cantas a voz en grito, y pronunciando todas las letras, ya que el torero cuando lo hacía, pronunciaba todas las letras, “Toda, toda, toda”. Porque eso es lo que verdaderamente te pone. Eso, si primeramente encuentras la manta para poder liartela.

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